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Paper Love and Black Heart. por McMaddy02

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Notas del capitulo:

¡Y aquí está otro capítulo!

Principalmente quiero mencionar que este capítulo está basado en el especial de navidad de Villainous “Horribles fiestas”, ya sé que es un poco tarde pero estoy intentando ponerme al corriente para llevar la historia conforme vayan saliendo más videos de orientación o cortos. Es posible que ya lo hayas visto, pero si no, es muy importante para este capítulo.

Aunque en el especial de navidad vimos una imagen de los villanos celebrando navidad, Black Hat no lo hace y de hecho eso es mencionado en los videos originales de villanos, los primeros que fueron creados por aquello del 2012 o antes, donde menciona él mismo no estar celebrando navidad sino el fin del mundo.

Otra cosa que quiero comentar es que me encantaría saber si no estoy haciendo menos a Demencia. Yo adoro con el alma a todos los personajes de Villainous y estoy intentando darles un papel importante. La cosa aquí es que no quiero hacer ver a Demencia como alguien despreciado porque tendrá un papel crucial y muy lindo dentro de la historia.

Sin más que decir disfruta.

(Los personajes no me pertenecen, son creación de Alan Ituriel.)

Casi era navidad, una de las fechas más detestadas por el amo de esa mansión. Cada año en esa fecha el señor Black Hat se postraba junto a la chimenea a ahogarse en copas de un veneno especial que amaba beber y que surtía un efecto muy similar a una bebida alcohólica, mientras que el resto de los inquilinos de la mansión celebraban la fecha en silencio, su jefe les permitía celebrar siempre y cuando no hicieran mucho ruido y no se atrevieran a decorar la mansión entera.

Flug estaba bastante ocupado en su laboratorio preparando aquella bebida especial para Black Hat, él era el encargado de crearla cada año para el disfrute de su jefe y de ese modo lo mantenía ocupado, calmado y ebrio. Así él, la loca chica y su tierno oso podían disfrutar la celebración. Ese año en especial el trabajo se había juntado un poco, al demonio se le ocurrió poner en el catálogo un “Hat Bot”, un robot que tuviera la capacidad de arruinar las fiestas navideñas, gracias a ese pedido la navidad se había adelantado para los habitantes de la mansión puesto que su jefe quería presentar el robot con anticipación, así que simplemente adelantarían la celebración algunos días pues debían lucir navideños al momento de grabar, hubiera sido complicado que su jefe soportara ver el espíritu navideño dos veces en un solo año.

Con tubos de ensayo rellenos de líquido de diversos colores y efervescencias, el científico estaba creando la dichosa bebida. En otros años lo habría hecho más que nada por obligación, pero esa vez era un poco diferente. Los días pasados habían sido sumamente relajantes, todo era distinto, su jefe se había comportado con él como todo un caballero, cosa que no creía posible. Los gritos, arrebatos y maldades por parte del demonio ensombrerado no habían desaparecido para Demencia y 5.0.5., sin embargo para él sí, no quería ilusionarse sintiéndose especial pero no podía evitar sentirse realmente feliz por el nuevo trato, había logrado su cometido, ahora aquel gran villano que siempre fue objeto de su admiración por fin lo trataban con amabilidad, le gustaba pensar que lo apreciaba. Así que ese día preparaba con mucho ánimo ese regalo que para su jefe era tan dulce.

 

Cerró la botella del preparado final con un corcho, la dejó sobre la mesa y suspiró satisfecho. Un par de brazos cálidos y esponjosos de color azul lo abrazaron por detrás, el doctor se giró hasta encontrarse con el rostro sonriente de 5.0.5., tenía puesto un gorrito rojo navideño con un par de cuernos de reno y la nariz pintada de rojo, el oso levantó un brazo hasta dejar colgado algo sobre ellos. Flug miró hacia arriba, el tierno experimento había puesto un pequeño muérdago sobre sus cabezas, la simpática acción del oso lo hizo reir, se levantó la bolsa, se puso de puntillas y plantó un tierno beso en la mejilla del animal. 5.0.5. le sonrió avergonzado.

-Mi retoño genéticamente alterado que tierno eres.- Dijo con un gesto cariñoso. –Recuerda no dejar que Lord Black Hat vea eso, suficiente tiene con soportar a Demencia en estas fechas.- Comentó preocupado.

La tarde cayó. El oscuro villano con un sombrero medianamente navideño estaba sentado tranquilamente en un sillón junto a una chimenea en donde crepitaba un fuego verdoso abrazado por una base y repisa que asemejaban una dentadura. A su lado había una pequeña mesilla con una copa servida y la botella con la bebida que Flug había preparado algunas horas atrás. Finalmente había podido relajarse, las horas pasadas había estado evitando los ataques amorosos de Demencia quien no paraba de colgar muérdagos por todo el sitio y lanzarse hacia el villano buscando un beso de su parte, en su último intento la chica se había amarrado como un sexy regalo, agradeciendo infinitamente que esa vez no estuviera desnuda Black Hat aprovechó para apretar más los nudos y no dejar que volviera a molestarlo en lo que quedaba del día, simplemente la dejó en el suelo atada con un puchero y se fue riéndose de ella. El demonio ya había terminado un par de copas y ahora iba por la tercera, bebió nuevamente un pequeño sorbo del líquido oscuro sintiéndose ya ligeramente ebrio. Estaba esperando pacientemente a que sus empleados terminaran los preparativos para grabar.

Flug llegó al lugar con su atuendo navideño, llevaba un sueter rojo de cuello de tortuga bajo su bata, un ushanka café enzima de la bolsa y sus típicos guantes amarillos los había remplazado por unos para el frio. Colocó la cámara frente a su jefe buscando una buena toma.

-Todo listo jefecito.- Aseguró. El demonio lo miró con ojos adormilados. – ¿Se encuentra bien?- Preguntó preocupado. Era muy temprano, aun no comenzaban a grabar y Black Hat ya había acabado con una gran parte de la botella, claramente no estaba en buen estado.

-Acabemos con esto.- Contestó y puso su clásica sonrisa malévola, aunque se notaba un poco forzada.

Dudoso el científico puso la cámara a grabar y se posicionó en su lugar. Black Hat comenzó.

-¡Saludos cordiales!- Empezó y comenzó a reír como un lunático sacando espuma por la boca. La bebida estaba haciendo sus efectos en un momento muy inoportuno.

-Señor.- Irrumpió Flug en un intento de hacerlo concentrarse.

El villano aclaró su garganta y continuó. El discurso fluyó y el momento del científico se acercaba. Logró ignorar el hecho de que Demencia continuaba amarrada buscando con todas sus fuerzas desatarse y escuchando la señal comenzó. La presentación iba muy bien al menos para él, no podía decir lo mismo de su entristecido oso, hasta que al subir el nivel de maldad el Hat Bot le arrebató y destruyó el control. El robot enloqueció hasta modificar su conducta a una amable y festiva y abrazó los tres presentes. La escena amorosa perturbó al demonio cuando vio como apretaban con fuerza hasta sofocar al científico, quizá en otra ocasión hubiera sido divertido pero había desarrollado un pequeño desprecio por ver sufrir al chico, era parte de lo que él llamaba “su terrible condición”, inevitablemente estaba tomando sus sentimientos casi como una enfermedad, esperando que solo pasara y volviera a la normalidad.

-¡Suelta a mi idiota!- Gritó impulsivamente con voz monstruosa desde el otro lado del lugar y caminó hasta el metálico individuo. -¿Qué significa esto?- Preguntó molesto.

-Creo que se nos está poniendo cariñoson, jefecito.- Comentó nervioso, el demonio estaba sumamente molesto y muy ebrio, una combinación peligrosa.

-Tiene que alivianarse señor.- Dijo el Hat Bot. En ese momento Flug supo que eso acabaría en desastre, no había nada que molestara más a su jefe que la sugerencia de “tranquilizarse”.

-¡Yo te voy a enseñar como alivianarte pedazo de mierda!- Gritó, sacó sus afiladas garras y se lanzó sobre el robot.

Black Hat perdió por completo la compostura, destrozaba sin piedad al enorme robot mientras lo miraban con angustia. Flug pensaba en la pésima idea que había sido preparar ese veneno antes de grabar y en todo lo que tendría que recortar del video de esa tarde. Se escabulló hasta la cámara y la apagó, la grabación de ese día claramente terminó, ahora solo quedaba hacer que su jefe volviera en sí. Se le ocurrió una idea descabellada deseando con todas sus fuerzas que no terminara peor que eso, desató a Demencia. La joven al sentirse en libertad saltó a los brazos de su amado y lo tumbó al suelo trayéndolo a la realidad, quiso besarlo pero de inmediato el villano se la quitó de encima y se incorporó sacudiendo sus vestimentas.

-Me largo de aquí.- Sentenció y caminó de vuelta a su sillón a seguir bebiendo.

El chico de la bolsa se llevó casi a rastras a la joven e invitó a su querido experimento a irse de ahí y dejar al demonio tranquilo, se propuso a distraerlos con la típica celebración de navidad que ya tenía planeada, abrirían regalos y comerían chatarra como siempre.

Por otra parte Black veía fijo el fuego de la chimenea, estaba molesto consigo mismo por el arrebato que tuvo y no podía ni tampoco estaba dispuesto a dejar de beber, la botella ya estaba casi vacía. Miró a otra parte, desde su sitio podía ver la siguiente habitación a través de la puerta entreabierta, sus tres subordinados compartían regalos de colores brillantes, se veían felices, una felicidad que le provocaba nauseas. Detuvo su mirada en Flug, estaba contento desatando el moño blanco de una caja azul celeste, se veía tan bobo. Aquello le hizo preguntarse cómo era que había terminado desarrollando sentimientos por alguien así, era un científico loco pero no era increíblemente malvado, no era aterrador, ni siquiera era una mujer y si comparaba edades era prácticamente un niño. Definitivamente tenía que remediarlo puesto que él era el mejor villano de la historia y señor de la maldad, eran sentimientos que no podía permitirse y no lograba que desaparecieran por sí mismos. Pensaba en algún tipo de poción anti amor o algo que le quitara la capacidad de sentir.

En la otra habitación Demencia comía chatarra sin cesar, deliciosas frituras de queso que estaba por terminarse. La sal de las frituras le provocó sed y así recordó algo que pudo conseguir para ese día, se escabulló bajo la mesa cubierta por un mantel colorido y sacó una caja alargada.

-¡Mira cara de lonche!- Llamó a Flug. –Vamos a portarnos mal.- Dijo, abrió la caja y sacó una botella de whisky mostrándosela al científico con emoción.

-¿De dónde sacaste eso?- Preguntó temeroso, la chica estaba loca de por sí, no consideraba que fuese una buena idea combinar esa locura con alcohol y menos después de haber visto a Black Hat perder la cordura de esa manera.

-La robé de una tienda tontito.- Contestó con obviedad. –Pensaba tomar algo más fino como champagne pero me dijeron que esto era más fuerte.- Comentó encogiéndose de hombros y destapando la botella.

El doctor se acercó y tapó la boquilla de la botella antes de que la joven bebiera de ella. -¿Alguna vez has bebido algo como eso?-.

-Nop.- Respondió inocente. –Pero supongo que debe ser genial.- Alejó al científico y bebió un largo trago, para después mirar la bebida con asco y sentir escalofríos. –Ugh esto sabe muy extraño.- Dijo con una mueca. – ¡Pero se siente genial!, toma.- Lo invitó.

-No gracias… Nunca fui bueno con esas cosas.- Comentó.

-Vamos Flugiiii diviértete conmigo.- Insistió empezando a sentir mareo. –Además si te preocupa tanto que beba esto puedes ayudarme a terminarla más rápido.- Dijo dando otro enorme trago.

-No quiero que bebas eso pero no creo qu.- Demencia no lo dejó terminar, en un abrir y cerrar de ojos le había arrancado la bolsa de la cabeza y sambutido la botella en la boca. El científico tomó varios tragos hasta que pudo quitarse a la chica de enzima. Tosió e hizo una mueca. – ¡Yagh! ¡Eso quema!- Gritó molesto.

-Yo un traggo.- Dijo embriagada y tomó de nuevo. –Y tuu otrro.- Continuó dándole de beber de nuevo al doctor.

Black Hat presenció toda la escena desde lejos ¿Qué rayos estaban haciendo?, los vio beber una y otra vez de esa botella hasta terminar el líquido ámbar. Demencia se abrazó a una maceta con una planta pobremente adornada y comenzó a rodar en el suelo con ella. Flug se sostenía a duras penas apoyado en una silla que se tambaleó y cayó al suelo junto con el castaño, al levantar la mirada el chico logró ver de forma borrosa a su jefe en la otra habitación y caminó hacia él. El demonio lo vio acercarse y entrar a la habitación hasta estar cerca de él.

-Que feo está aquí ¿Dónde está el colorss?- Le dijo Flug tambaleándose. Estaba completamente ebrio.

-¿Qué rayos pasó?- Preguntó. –Ugh apestas a alcohol.- Dijo al percibir su aroma cuando por fin el joven logró acercarse hasta él sin caer.

-¿Qué passó? ¿Qué te passó a ti? ¿Por qué esstás tan ssolitoo?- Preguntó incoherente y arrastraba la lengua al hablar. Se sostuvo del brazo del sillón donde estaba sentado Black y cayó al suelo de rodillas viéndolo con una sonrisa y ojos adormilados.

-¡Aléjate de mí!- Dijo el demonio muy nervioso inclinándose hacia atrás lo más que podía mientras Flug se recargaba en sus piernas, acercándose más.

-¡La navidaaad ess para estar unidosss!- Gritó. Miró al suelo y algo tirado en él le llamó la atención, estaba casi junto a los pies del villano. Era un pequeño adorno con muérdago un poco maltratado. Lo levantó y se lo mostró a Black Hat con una mirada juguetona. –Mira lo que tengo.- Dijo y comenzó a subir poco a poco, escalando sobre el demonio hasta quedar casi recostado en él.

-¿Qué rayos crees que haces?- Preguntó alarmado sintiendo como el doctor apoyaba su peso sobre él y cada vez subía más hasta que sus rostros quedaron uno frente al otro.

-Tú tieness que ssaber que sse hace con essto...- Sus piernas se entrecruzaron, rodeó su cuello con uno de sus brazos mientras que con el otro levantaba la plantita sobre sus cabezas, se acercó lentamente levantando levemente sus labios y cerrando sus ojos.

Black comenzó a temblar viendo cómo se acercaba sin vacilar, no tuvo la suficiente fuerza para alejarlo y tras sentir su respiración en los labios solo encajó las garras en el sillón esperando el momento. Finalmente ocurrió, los suaves labios de Flug se unieron a los de Black Hat, sintió la humedad y calidez sobre su boca estática y como el científico poco a poco abría la boca abrazando los labios del demonio con los suyos. Sin poder reaccionar solo miraba estupefacto los ojos cerrados de su acompañante, el calor se apoderó de su cuerpo entero, sus brazos vibraban, su corazón latía con intensidad y no era capaz de controlar su respiración, era una sensación tan fuerte que apenas podía soportarla, no podía pensar en nada más. Recobrando un poco de fuerza despegó las garras del mueble, se sostuvo de la cintura de Flug y lo abrazó tambaleante profundizando un poco el beso. Se sentían tan bien esos suaves labios y esa humedad ajena que de apoco llenaba su boca con una lengua tímida y caliente, no era un beso muy atrevido pero el chico se movía a un ritmo suave e hipnótico.

Inevitablemente el movimiento cesó, Flug despegó sus labios con lentitud dejando al demonio sediento de más. Miraba con anhelo esos labios rosados y esos ojos verdes que poco a poco se mostraban.

-No…- Suspiró Black completamente perdido, como si rogara que no terminara.

-Eso fue divertido.- Dijo el castaño con una sonrisa. -¿No tieness algo mass de beber?- Preguntó mirando a su alrededor aún sobre las piernas de el del sombrero.

El demonio no comprendió la pregunta, no podía pensar en nada, solo recordaba esa sensación una y otra vez. Salió de su trance solo cuando de manera inesperada Flug tomó la botella sobre la mesa, aquella botella con su bebida venenosa que estuvo bebiendo momentos antes, y se empinó los últimos tragos. Rápidamente Black Hat le arrebató la botella tirándola al suelo.

-¡¿Qué hiciste idiota?!- Gritó alarmado. Flug le había advertido muchos años atrás que esa bebida era mortal para cualquier humano.

-Uh… No sabe muy bien.- Comentó el científico sin entender nada.

El demonio al verlo completamente perdido entró en pánico, se suponía que solo él sabría qué hacer en esos casos. Se levantó con el científico en brazos y corrió a donde estaban 5.0.5. y Demencia. El oso solo miraba como la chica seguía rodando por la alfombra. Por un momento se sintió muy estúpido, estaba claro que ninguno de ellos era capaz de hacer nada, miró al chico en sus brazos notando como empezaba a quedarse dormido.

-No te atrevas a dormirte, soquete.- Le advirtió. Tenía que hacer algo, tenía el suficiente poder para asesinar a todos los habitantes del planeta pero no podía revivir a ninguno. Solo tenía una opción. -¡Tú!- Señaló a 5.0.5. –No dejes que la lagartija salga de esta habitación ¿entiendes?-.

El oso asintió confundido y vio como salía del lugar corriendo. Black se movió con velocidad por la mansión hasta llegar al laboratorio, entró azotando la puerta, limpió una mesa con brusquedad y dejó cuidadosamente a Flug sobre ella, se quitó su pesado saco negro y empezó a hacer un desastre en el laboratorio. Abrió todas las puertas y cajones que había pero solo veía botellas con líquidos extraños que no tenían ninguna etiqueta y ni siquiera tenía idea si el doctor había tomado la precaución de hacer algún antídoto. Sin poder con su desesperación fue hasta donde el científico y lo tomó de los hombros sacudiéndolo.

-Imbécil despierta, necesito que me digas donde carajos lo pusiste.- Rogó, pero Flug no despertaba, ni siquiera se movía y respiraba con lentitud. – ¡Maldita sea Flug! ¿Dónde pusiste el antídoto del estúpido veneno que bebiste?-.

Al no obtener respuesta, el miedo lo venció. Unas gruesas lágrimas oscuras se deslizaron por sus mejillas, no recordaba la última vez que había llorado o si siquiera lo llegó a hacer. Era el Lord de la oscuridad pero en ese momento se sentía tan vulnerable. El temor se convirtió en enojo, el enojo en furia y su cuerpo empezaba a perder forma.

-¡Baw!-.

Con su rostro monstruoso encaró a lo que había hecho ese ruido. Era 5.0.5., lo miraba angustiado a él y con miedo a su doctor por su alarmante estado. Le extendió una botella pequeña con un líquido color rosa, la sacudía frente a él con insistencia como si pidiera que no tardara más.

Black Hat recobró abruptamente su forma, mirando esperanzado la botella. Si era lo que creía tenía que recordar no volver a subestimar al animal azul. Tomó la botella destapándola rápido, irguió un poco al castaño e intentó hacerlo beber, pero el chico estaba por completo inconsciente y corría riesgo de derramar el líquido. Sin pensarlo demasiado el demonio sorbió un gran trago de la botella y lo expulsó directamente en los labios de Flug sin despegarse de él hasta asegurarse que lo tragara. Lo miró esperando alguna reacción, pero después de unos segundos sin respuesta, repitió la acción hasta terminar con la botella. El último sorbo fue verdaderamente amargo, era la última esperanza que tenía, pensando en ello lo depositó en los labios de Flug y aunque ya había conseguido que lo tragara no se despegó de él, cerró los ojos y lo abrazó con fuerza mientras lo besaba.

Pasados los segundos unos brazos atrapándolo con fuerza lo sorprendieron, intentó alejarse pero un par de piernas lo rodearon. Flug había despertado y correspondía enérgicamente aquel beso. Black Hat suspiró de alivio e incluso se permitió dejar salir las últimas lagrimas que habían quedado atrapadas en su enojo, lo pegó a su cuerpo, cerró los ojos y se dispuso a disfrutar el momento importándole poco la mirada atónita del oso azul. Estaba perdido, se había embriagado nuevamente con un beso del ojiverde, sintió esos labios suaves y húmedos abrirse sin miedo y él lo hizo también, saboreo su cálida lengua juguetona que lamía sin cesar la suya, el movimiento elevó su ritmo, el científico empezó a morder atrevidamente los labios ajenos rasgando los suyos también con los afilados dientes del demonio.

Un pensamiento doloroso perturbó al del sombrero: Aquello no era real. El chico lo estaba besando pero estaba aún bajo los efectos del alcohol, Black Hat sentía tanto en aquel beso, sin embargo dentro del científico no había nada, solo la emoción del momento, él no correspondía ningún sentimiento, solo actuaba estando ebrio y mareado por efecto residual del veneno. Desvaneciendo la sensación placentera separó al doctor de sus labios y lo miró, el científico tenía una expresión juguetona y de su labio corrían gotas de sangre, definitivamente Black no estaba hecho para besar sin lastimar.

-Esta vez no había muérdago.- Comentó Flug risueño.

-Es verdad.- Respondió Black con una mueca afligida mientras limpiaba la sangre del mentón del doctor. Volteó a ver al oso con seriedad. –Lo llevaremos a su habitación.- Le dijo.

El oso asintió y siguió al demonio que llevaba en sus brazos al chico. Llegaron al cuarto y de inmediato la escena arrancó un gesto de asco en Black, su cuarto era un total desastre.

-Ugh este idiota no tiene remedio.- Gruñó.

Caminó hasta su cama y lo dejó recostado, volvió en sus pasos pero no llegó lejos, el oso apuntó tras de él como intentando decir algo. Al girarse vio como Flug se sentaba en la cama e intentaba ponerse de pie.

-Torpe, recuéstate ya y duérmete.- Ordenó molesto.

-Quiero ir al baño.- Comentó con un puchero.

El villano no supo que responder y de inmediato le dedicó a 5.0.5. una mirada que pedía auxilio, pero el oso solo se encogió de hombros, caminó hacia el baño y le hizo ver que él no entraba en el pequeño cuarto. Resignado tuvo que ayudarlo a ponerse de pie y lo llevó al baño.

-Eres como un bebé.- Se quejó mientras lo sostenía del brazo desviando la mirada avergonzado mientras Flug hacía lo suyo, no podía creer hasta qué punto había llegado, perdió su dignidad en muy poco tiempo, definitivamente eso no lo podía saber nadie, era demasiado peligroso para su reputación.

Finalmente logró recostarlo de nuevo en su cama, se quedó junto a ella con los brazos cruzados mientras lo veía recostado con los ojos bien abiertos y mirándolo sonriente.

-¡Duérmete de una vez!- Le gritó enojado.

-Quédate hasta que me duerma.- Suplicó.

El demonio viró los ojos y sin ver escapatoria se sentó en la cama junto a él, inmediatamente Flug puso su cabeza sobre una de sus piernas y cerró los ojos. Black Hat permaneció ahí esperando que durmiera. El oso azul salió del lugar sin hacer ruido, dejándolos solos y con una expresión de fascinación, pensando en ir a llevar a Demencia a su habitación también puesto que la había dejado completamente dormida abrazando la maceta, después de eso iba a hacer muchos lindos dibujos de ese día.

Notas finales:

Debo decir que me encantó escribir este en particular jaja, las cosas irán subiendo de tono ;)


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