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No me dejes por blackkphantom

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PESADILLA

Danny intentaba con todas sus fuerzas librarse de la opresión contra su pecho, mientras Steve observaba con horror lo que ocurría, el marine contaba mentalmente los segundos que el de Jersey pasaba sin oxigeno. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el bruto retiro sus manos del rostro de Danny, quien tomaba bocanadas de aire y tosía dolorosamente. Mcgarret podía ver el tinte azuloso en los labios del rubio, resultado de la asfixia. El de Jersey dejo caer su cabeza sobre el colchón, cerrando los ojos.
-Maldito malnacido- musitó el isleño, deseando poder rodear con sus manos el cuello del medico.
-No tiene porque ser tan difícil, ya se lo he dicho comandante, solo necesitó saber en donde se encuentra Farid. Dígamelo y terminara con el sufrimiento de su amigo.
Steve intercambio una mirada llena de pena y dolor con Danny, mientras negaba nuevamente con la cabeza. El mercenario volvió a atacar al rubio de la misma manera, una, dos, tres veces mas. Cada ataque parecía ser mas largo que el anterior, al final Danny estaba tan exhausto, que apenas podía moverse.
A una señal de medico, Demián se incorporo, limpiando su mano manchada de sangre en la camisa del rubio, Steve notó entonces que Danny había sufrido una hemorragia nasal, producto del trauma.
-Lo dejare descansar un poco detective- informo Atkinson acariciando el rostro de Danny, así podrá charlar en privado con su amigo y hacerlo entrar en razón. Ambos delincuentes dejaron la habitación, cerrándola con llave.
- Danny!?, Danny?. Contestame por favor- suplicaba el isleño. -Danny!
-Ese tipo pesa una tonelada- susurro el rubio, con los ojos aun cerrados.
-Por Dios Danny! Lo siento tanto! Estas bien?- la voz de Mcgarret denotaba una enorme angustia.
-No Steven! No estoy bien! King Kong bailo sobre mi pecho, me mordi el labio, el doctor Méngüele me mira como si quisiera almorzarme y me estoy muriendo de sed! Crees que estoy bien?- agrego Danny furioso.
-Lo siento, lo siento tanto!- continuo murmurando el castaño.
-Cierra la boca Mcgarret!- advirtió Danny, observando fijamente a su perturbado marino.
-Vas a decirme quien es? – pregunto el de Jersey al cabo de unos minutos.
Su voz pareció despertar de su profundo trance al ex SEAL! -Quien es? –
- Quien demonios es el doctor que tiene fijación por la asfixia erótica Steven?-
El castaño tomo un profundo suspiro -Su nombre es Rudolph Atkinson, medico cirujano naval, mas de 20 años de servicio, estaba cubriendo su novena misión, cuando surgieron rumores de mala praxis, había estado trabajado entre campamentos de Kandahar y Kabul y las cifras de muertos afganies parecían multiplicarse. Desafortunadamente no teníamos pruebas contundentes Era una zona de guerra Danny! No había mucho tiempo para seguir una cadena de evidencias. Lo investigue por casi ocho meses, sin lograr algo en concreto. En el campamento de Kabul, encontré a Farid, un joven padre afgano, su rostro y manos estaban llenos de cicatrices. Me costo trabajo , pero al fin logre que confiara en mi! Dios Danny! -Mcgarret tomo un momento para pasar saliva. – las cosas que este hombre hizo, escudado en la guerra, mutiló, experimento y asesino a mas de 80 afganos a lo largo de sus misiones. A cambio de entregar armas y municiones a los talibanes, estos le procuraban un lugar seguro y un número alarmante de lugareños para sus experimentos.
-Así que llamarlo doctor Méngüele, no fue tan errado- expreso Danny con enfado.
- Atkinson asesino a la esposa y al hijo mayor de Farid, los torturó durante días. Las cosas que hizo Danny! Eran abominables. De algún modo Elyasami logro escapar, llevo consigo a sus tres hijos y dos niños pequeños que encontró en el lugar. Los oculto en unas cuevas cercanas. Farid estaba mal herido, Atkinson se ensañó con el, le corto poco a poco casi todos los dedos de la mano. Aun así, regreso a ese lugar, mientras Atkinson estaba de vuelta en el campamento de Kabul, Farid, por si solo rescató a 25 personas mas. Cuido y crio como suyos a 6 chicos huérfanos. Con su testimonio conseguimos detener al monstro. Pero justo cuando iba a aprehenderlo, su convoy fue atacado y reportaron su muerte al volar su unidad con un mortero.
-Aparentemente los rumores de su muerte fueron exagerados! – agrego Danny, mirando al marine.
-Farid es un hombre valiente, el gobierno le ofreció protección a el y a sus hijos. Se recupero de ese infierno y rehízo su vida con su familia. Por Dios Danny! Si Atkinson averigua en donde están. ‘.-
-Por eso, no diremos nada!- afirmo con convicción el rubio.
La voz de Steve era solo un doloroso susurro -Lo siento mucho Danny-
-Si le das lo que quiere, quizá, si tenemos suerte, solo ganaremos una muerte rápida. Elyasami y su familia ya han sufrido bastante, merecen estar en paz- agregó el detective.
-La ultima vez que lo vi, estaba..-
-No, no me lo digas!- interrumpió Danny al marine. – Sabes que soy malo para mentir. Cuando salgamos de aquí, me contaras la historia. – concluyo con una significativa mirada al castaño.
Mcgarret asintió, sellando el compromiso. – Danny tienes que predecirlo- agregó con pena.
-Disculpa?-
- Atkinson y su matón. Van a regresar y continuaran buscando respuestas..-
- Exprimiendo todo el oxigeno de mi cuerpo, quieres decir?- Danny concluyo.
El rostro del isleño denotaba un profundo dolor. – Tienes que observarlo, tu eres muy bueno para eso Danny. Predice sus movimientos, cuando este a punto de atacarte, toma aire y permanece quieto lo mas que puedas-
-Si, claro!- interrumpió el de Jersey
-DEBES QUEDARTE QUIETO!- alzo la voz desesperando. – Se que es aterrador Danny, pero la desesperación solo hace que pierdas oxigeno mas rápido. Podemos practicar ejercicios de respiración, antes de que regresen-
- Cariño, eres increíble! Durante las ultima hora, han tratado de asfixiarme en cuatro ocasiones. Y tu quieres que practica como sostener el aire por mas tiempo- agregó Danny con sorna.
- Puede darnos algo de tiempo para salir de aquí – Steve podía sentir un enorme nudo en la garganta.
Danny suspiro – Demonios! De acuerdo! Vamos a practicar Acuaman! Pero no va a gustarme- concluyo enfurruñado.
-A mi tampoco me gusta Danny! A mi tampoco!-

Un par de horas después, la temida sesión inicio de nuevo.
-Que tal caballeros? Espero que haya podido hablar con su amigo, detective Williams.- Atkinson pregunto acercándose a Danny y realizando una rápida revisión de los signos vitales del rubio.
- Oh si! Hemos tenido una charla muy interesante. Tu sabes Rudy! Una larga platica de hombre a hombre-
El medico sonrió, deslizando sus manos bajo el pantalón de Danny , acercándose al oído del detective. – Sera un placer marcar cada parte de su cuerpo. Después de probarlo Daniel- susurro maliciosamente.
Danny lo miro fijamente, podía observar con el rabillo del ojo, la furia contenida de Mcgarret. -Suerte con eso ¡ Rudy! – espeto el de Jersey.
-Farid es hasta ahora, mi único proyecto inconcluso, Comandante. Estoy seguro que entiende mi necesidad de verlo de nuevo. Solo deseo saber como esta! Así que preguntare de nuevo. En donde esta Farid Elyasami? –
Steve, como antes, solo guardo silencio y le miro fijamente.
A su señal, Demián asumió su posición sobre el detective. Danny tomo una discreta bocanada de aire, antes de que el bruto, bloqueara sus vías respiratorias.
El matón presiono aun mas sobre el rostro del rubio, al notar que pasaban los minutos y Danny permanecía calmado, tomando la tortura con los ojos cerrados. Finalmente la falta de oxigeno obligo al rubio a agitarse y buscar desesperadamente algo de aire. Atkinson repitió la pregunta y la tortura se repitió dos veces mas.
Era desgarrador para Steve, ver a Danny, respirado desesperadamente y sangrando de nuevo por la nariz, la obstinación del rubio, había provocado un ataque mas salvaje de Demian.
Atkinson se acerco a Danny y limpio la sangre de su nariz con un pañuelo. - Ejercicios de respiración? Interesante detective. Había olvidado que usted fue un brillante nadador en su amado Jersey!, su amigo marine le ayudo a practicar?. Demián!- dijo colocando una mano sobre el hombro del matón, que se encontraba sentado cruelmente sobre Danny. – Estas perdiendo tu toque? – por unos segundos una sombra de terror se dibujo en el rostro del bruto ante la pregunta de Atkinson.
Sin previo aviso, el matón propino un salvaje golpe en el plexos solar del rubio, tomándolo por sorpresa y cubriendo nuevamente su boca y nariz. Danny se retorcía desesperado por el dolor y la falta de aire. Esta vez el ataque fue mucho mas largo. Steve vio horrorizado como el rubio dejaba de luchar, sucumbiendo a la asfixia.
-Comandante Mcgarret! Sabia usted que una gran cantidad de neuronas empiezan a morir después de 5 minutos sin oxigeno?- inquirió el sadista. – Es una verdadera lastima, el detective Williams es un hombre muy brillante- continuo indicándole a su matón moverse para poder auscultar al rubio. – primero en su clase en la universidad- continuo moviéndose en la habitación, regresando con una ambubag en las manos. – el detective mas joven en New Jersey- agregó colocando la bolsa sobre el rostro de Danny, iniciando la respiración mecánica – con uno de los índices más altos en la resolución de casos. Y un encantador y desafiante sentido del humor. Seria una lastima perder todo eso-
Steve estaba petrificado. Viendo como Atkinson aplicaba RCP, tratando de revivir a su amigo. Escuchaba lejanamente a alguien llamando con desesperación a Danny, le tomo unos segundos darse cuenta que esa voz desesperada le pertenecía, era el quien urgía a gritos al rubio a despertar.
-Bienvenido detective Williams – dijo suavemente Atkinson dando palmaditas en el rostro del de Jersey, que daba bocanadas de aire y tenia los ojos cerrados, un par de lágrimas brotaron de sus ojos, las cuales el medico limpio con sus dedos, llevándolos a su boca, en una enferma parodia de disfrutar un delicioso platillo.
- Realmente vale la pena comandante? Arriesgar la vida de Daniel por un traidor? Vale mas para usted, la vida de alguien que apenas conoce, que la del hombre a quien tanto ama? – le interrogó, mientras alisaba el cabello del rubio.
Steve paso saliva, sentía que apenas podía respirar, el dolor emocional al ver sufrir a Danny lo mantenía doblado sobre su asiento.
-En donde esta Farid Elyasami, comandante?-
- No lo se!- respondió con voz quebrada.
En un abrir y cerrar de ojos Atkinson estaba a su lado, apuntándole con una arma a la cabeza, el demente dio una señal a Demián, quien rápidamente propino otro fuerte puñetazo al torso de Danny, quien grito de dolor. El matón aprovechó para manipular el cuerpo del rubio, sujetando sus ensangrentadas muñecas a una cadena mas larga y deslizándolo sobre la cama a manera que los pies de Danny sobresalieran unos centímetros, asegurándolos de nuevo a la estructura de latón. Un escalofrío recorrió el cuerpo del marine, sabiendo que lo peor aun estaba por venir.
Atkinson guardo el arma y reviso la nueva posición de Danny, aparentemente satisfecho, se alejo en busca de algo. – Durante 10 años práctico béisbol. No es así detective? – el sadista se acerco acariciando un bate de madera.- un notable lanzador y debo agregar, tremendamente atractivo. Debería verlo en esos uniformes ajustados. Imprimí un par de fotografías, quizá mas tarde podamos compartirlas comandante.
El medico se coloco a los pies de la cama, posando su mano en el tobillo desnudo del rubio. Danny se limito a seguirlo con la mirada, esforzándose por controlar su respiración.
-Usted decide comandante Mcgarret. Podemos detenernos ahora. Estoy seguro que el detective Williams apreciara el descanso-
Steven de nueva cuenta negó con la cabeza.
Atkinson recorrió con su mano los pies del rubio. – No olvide detective, que el responsable de todo su dolor, es su amigo Steven- agrego blandiendo el bate amenazadora mente.
-Púdrete Rudy!- respondió Danny desafiante.
El medico asestó un fuerte golpe con el bate en la planta del pie derecho del rubio, quien apretando los dientes trataba de evitar darle la satisfacción al sadista de escucharlo gritar.
-Algo que decirnos Comandante?-
Ante la negativa, el hombre preparo el bate de nuevo, Danny cerro los ojos, sintiendo el espantoso dolor esta vez en su pie izquierdo. El rubio tiraba desesperado de su ataduras, respirado con dificultad. Cuando Danny abrió la boca para tomar aire, el medico aprovechó para asestar otro golpe en su pie derecho. Esta vez Danny no pudo evitar el desgarrador grito que estremeció el alma de Steve Mcgarret.
-Estoy cansado- bostezo Atkinson teatralmente. – terminemos hoy aquí. Porque no intenta dormir un poco detective? Mañana será un día ocupado- agrego inclinándose a besar la frente del rubio.
-Puede utilizar unas de esas tácticas de meditación de la marina, para tomar una buena decisión comandante. Mañana las preguntas serán, digamos, mas personales. Tengo un par de nueva técnicas quirúrgicas que me encantaría practicar en el cuerpo desnudo del detective Williams-
-Buenas noches caballeros- salió dejando la habitación en penumbras.
Solo podían escucharse la agitada respiración y los apagados sollozos de dos hombres sumidos en un profundo dolor.

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