Su hermanito no respondió.
Fue cuando una idea se le cruzó. Hao empujo al castaño menor hasta tirarlo en la cama y se posicionó a ahorcadas de el.
- en ese caso espero que no te importe...- dicho eso, comenzó a quitarse la camisa ante la nerviosa mirada de su hermanito.
__________________________________
El menor de los gemelos sentia sus mejillas arder ante el panorama que le otorgaba su hermano, podia ver los musculos de sus brazos y pechos tensar y relajarse mientras terminaba de sacarse la camisa, su cabello cayo con gracia una vez fuera la prenda. Tambien, el peso de su hermano sobre su pelvis le estaba volviendo loco.
Hao, al ver las reacciones involuntarias de su hermano en su parte mas intima no pudo evitar sonreirle con burla, su sonrisa crecio aun mas al ver como su hermanito le estiraba los brazos con necesidad de abrazarlo, esos ojos que lo observaban con inmensa adoración siempre conseguían llenarle de amor su grandicimo ego.
El mayor para molestar un poco a su hermano tomo sus manos para besarles la palma, todo eso con la mirada fija en sus ojos, fue cuando sintio el desespero de yoh quien se safo del agarre para abrazarse a la cintura de su hermano.
Yoh se acerco al rostro de hao pero, al parecer sus intenciones eran seguir molestando a su hermanito asi que se alejo un poco sintiendo el insistente agarre en su cintura, no pudo evitar soltar una suave risa.
- ¿sigues pensando en lo de liserg?- le pregunto el mayor notando la duda y molestia en los ojos del menor- hmm, ya veo que si, bueno... te dejo para que pienses!- hao estuvo a punto de bajarse deshaciendo esa deliciosa fricción en la entrepierna de ambos pero, no contaba con que su hermanito, usando fuerza de quien sabe donde, lo tiro sobre las sabanas siendo ahora el menor quien estaba sobre el otro.
- no estoy pensando en eso!- le exclamo, con sus brazos a cada lado del rostro de hao.
- mientes- dijo el mayor sin borrar su tan característica sonrisa, siempre lograba sacar lados muy curiosos de su hermanito.
Por otro lado el menor se sentia nervioso, era la primera vez que le hacia algo asi a hao, podía ver la sonrisa del mayor hacer juego con su larga cabellera esparcida sobre las sabanas, su hermano tenia un leve sonrojo en sus mejillas pero, nada comparado con las suyas, podia sentir su rostro arder en verguenza y deseo.
- no miento- le reprocho el menor en voz mas baja.
- ¿y que piensas hacer al respecto?- pregunto el mayor en un susurro.
- hao- los nervios llegaron a su columna, ese susurro habia sido como una caricia a su cuerpo, ni siquiera noto cuando su rostro se acerco lentamente al de su hermano quien no dejaba de ver sus labios.
- si? - mas que un susurro fue solo un leve movimiento de labios.
Fue cuando, se besaron, un toque, casi un roce, pero con amor. Cuando estaban juntos no podían evitar sentirse asi, no podían evitar estar cada vez mas cerca del otro.
El mayor tomo control del beso, profundizando el acto, sus manos subieron a las caderas del menor, poco a poco se fue dejando llevar cada vez mas por el deseo, fue cuando escucho un suspiro de su hermanito, rozando a un gemido.
Sus caricia se volvieron mas profundas teniendo una mano sobre la nuca del menor, enredando sus dedos en la cabellera del menor, obligandolo a no separarse del beso, su otra mano viajaba de su cadera hacia su pierna para despues regresar y subir por su espalda, debajo de sus prendas.
A Yoh le encantaba el como su hermano lo trataba, fue cuando el poco aire que le quedaba se escapo al sentir que hao movia sus carderas contra las de el, simulando leves penetraciones, pero fue esa fricción que termino de desencadenar todo.
Los gemidos de Yoh llegaban como corrientes electricas al cuerpo del mayor, este, poseido por el deseo, decidio cambiar de posiciones con el menor, sin parar ninguno de sus actos.
Yoh se aferraba a la espalda del mayor, sintiendo como este le quitaba la ropa hasta dejarlo solamente en boxers. Solo podía gemir y suspirar, inconscientemente enterró sus uñas en su espalda cuando este descendió repartiendo besos hasta llegar a su cuello, el cual mordió con ansias, mordió y succiono dejando mas de una marca.
Ahora era Yoh el que movia sus caderas, necesitaba mas, sus manos tomaron el cinturon de hao, este se separo del beso, jadeando con fuerza al igual que su hermanito, se apoyo en sus brazos para observar al menor.
Estaba agitado, un hilo de saliva descendía de sus labio, sus ojos tenían ese brillo de deseo que practicamente lo llamaba a seguir y su rostro estaba mas alla de estar sonrojado. Apoyo su frente contra la de su hermano sin dejar de mirarle, sentía como las manor del menor temblaban sobre su cinturón, pero lo dejo ser.
Uno que otro roce en su entre pierna lo hacía suspirar, hasta que el menor logro quitarle el cinturón y descaradamente metio su mano adentro de sus boxers, sacandole un gemido extasiado al mayor.
Su otra mano se paseaba sin vergüenza alguna sobre los gluteos del mayor, bajando poco a poco el pantalón de este en el proceso. Volvio a besarlo.
Ahora era hao quien terminaba de quitarle la tan molesta prenda a su hermanito, volvió a su cuello mordiendo y aspirando su aroma, Yoh por su parte acariciaba la entre pierna de hao, sintiendo lo caliente y duro de este, repartió besos por el cuello de su hermano ya desesperado de que algo mas pasara.
Fue cuando su hermano, leyendole la mente, se metió tres dedos a la boca, una vez listos, hao se despego del cuello de Yoh, sonriendole, bajo pasando por su pecho sin evitar atender sus pezones. Los gemidos de Yoh eran una bella melodia para el, quien tenia planeado escuchar la orquesta completa.
Siguió bajando mientras dejaba un camino de besos sobre su abdomen, sabiendo que esas acciones hacían temblar a Yoh al ser sus zonas mas sensibles.
Llego a su miembro el cual a simple vista se veía que no aguantaría mucho y la respiración agitada de su hermanito lo confirmaba. Empezó a atenderlo lamiendo y chupando solo la punta, sintiendo como este temblaba y gemia con mas fuerza, derrepente a Yoh se le fue por tercera vez el aire esa noche al sentir como su hermano metía todo su miembro en su boca.
Tres veces? Ya ni recordaba, Solo podia pensar en hao, fue cuando una imagen fugazmente apareció en su mente, "¿hao haría todas estas cosas con liserg?...corrección ¿las hará?" Recordo cuando los habitantes del reino les conto lo de su hermano con uno de sus amigos.
Una presión en el pecho se apodero de el, no podía ni pensarlo porque le daban ganar de llorar y aplastar algo. Logro salir de sus pensamientos al sentir el primer digito entrar sin aviso.
Hao se había percatado de la mirada perdida de su hermanito, asi que, para rependerlo, introdujo el primer dedo sin siquiera avisar.
- no se en que tanto divagas, pero te prohibido hacerlo cuando estamos en la cama, ¿entendiste?- el tono que uso le recordo al antiguo hao, eso sumado al segundo dedo en su interior logro mandarle una descarga a todo su ser- ¿¡entendiste!?- el tercer dedo hizo gritar a Yoh.
-¡si!- sus ojos estaban llorosos, los podía sentir asi al notar su vista cada vez mas borrosa.
Hao por su parte disfrutaba de aquello, a pesar de ser un escarmiento no podía evitar desesperarse al sentir el como el cuerpo de su hermanito se relajaba, avisandole que ya estaba listo.
Fue cuando Yoh invirtió otra vez en esa noche las posiciones quedando el sobre hao, este lo sostuvo de la cintura un poco divertido al ver lo que vendría, sabia que era la primera vez en esa posición de su hermanito. Se callo y solo lo dejo ser.
El menor con todo y sus nervios, guió el miembro de su hermano hasta su entrada, bajando poco a poco, cerro los ojos con fuerza, sabía que aun no se acostumbraba a su "hermano" pero eso no lo detuvo, el quería mas y quería que su hermano siempre pensara en el y solo en el.
Sabía que lo de el con liserg sería una posibilidad, ya que asi se le decía en ese tipo de situaciones, posiblidades... jaj, el las romperia todas.
Sin esperar a acostubrarse comenzó con un suave vaivén, Hao aferro sus manos a la cadera de su hermanito intentando detener un poco sus movimientos, sabía que aun le dolía, Yoh por su parte tomo los brazos de su hermano y los mantuvo al margen de la cama.
Se podia sentir la ansiedad de el menor y ese dolor se fue mezclando con el placer ya que había logrado tocas su punto, los movimientos se volvieron mas demandantes, teniendo al menor de los dos temblando de placer, estaba tan sensible que había aflojado el agarre de los brazos contrarios.
Hao Volvió a colocar sus manos en la cadera del otro pero, esta vez no era para detenerlo, sino para tener mejor agarre. El menor sintio como ya no era el quien se movía, ahora era su hermano quien lo guiaba y quien embestia con fuerza.
Los gemidos de Yoh eran cada vez mas dificil de retener, fue cuando, por ultima vez en esa noche, Hao volvio a situarse sobre el menor, abrazandolo y dandole con mas intensidad. El menor se aferraba a la espalda del mayor, sabía que lo estaba lastimando pero, estaba mas que conciente de que eso a el le gustaba, otra prueba de eso fue el como mordía su cuello y apretaba su cintura.
Estaban tan unidos que por cada que el mayor se movia el miembro de yoh sentía buena parte de la fricción.
Por otra parte en otro lado (especificamente hablando, en el cuarto de al lado) liserg cruzaba los brazos con molestia y resentimiento, su mirada era sombría, ¿el por que? Simple, podía escuchar y sentir a los gemelos en su acto.
Su cama estaba pegada a la pared, asi que esta recibía los movimientos de la de al lado, eso junto a los gemidos de Yoh y los gruñidos de hao lo estaban volviendo loco.
Sentía su cara arder al escuchar la voz extasiada del mayor de los gemelos junto a las fuertes embestidas que hacían mecer su cama, lo llenaban de ideas descabelladas e indecentes pero, estas eran rapidamente obstruidas por los gemidos de su amigo.
Podía escuchar como llamaba a su hermano, sus palabras de amor y deseo, sabía que a el mayor eso le gustaba. Eso era lo que mas le molestaba.
De un momento a otro sus pensamientos se volvieron neblina y el aire de sus pulmones se volvio inexistente al escuchar ese ultimo gemido de euforia de parte de yoh, los movimietos cesaron y solo pudo escuchar el silencio de la noche junto a leves susurros de los gemelos.
En todo ese rato el negro bananero no había movido ni un músculo, si no escuchara sus ronquidos pensaria que esta muerto.
Sabía que a ese punto los gemelos se dedicaban palabras cargadas de amor y agradeciendo el estar juntos.
Se sentia egoista al no sentirse feliz por su amigo, porque no lo estaba.
En la habitación de los gemelos, estos aun seguían aferrados al otro, sus respiraciones agitadas poco a poco se fueron normalizando a tal punto de que no se dieron cuenta cuando se quedaron dormidos.
_________________________________________________
-¡no entiendo el alboroto!- reclamo el castaño con una copa de agua.
Era media noche y el principe no lograba conciliar el sueño, sabía que todo eso era por la repentina fiesta que se haría en el castillo pero, si eso implicaba quitarle la oportunidad de dormir, le reclamaria hasta a los grillos del jardín por su preciado silencio.
- Hijo, ya deberías saber que a tu madre le gustan este tipo de cosas- respondio con calma su padre.
- ¿ma...ma!?-
- ¿no se te informo? Tu madre y tu hermano vuelven a casa para tu coronación-
Lo ultimo que se escucho fue la copa impactar contra el suelo.