Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coma profundo por Fullbuster

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Es la primera vez que entro en el apartamento, pero cuando doy el primer paso y la puerta se cierra tras de mí, me da la sensación de haber estado ya en este lugar. Tengo vagos recuerdos o más bien... sueños donde recuerdo haber estado precisamente aquí, en este mismo rellano.


- ¿Estás bien? – pregunta Naruto al verme paralizado frente al gran salón, apoyado sobre la muleta en mi mano derecha.


- Recuerdo haber estado aquí cuando no había muebles – susurro -. ¿Es posible?


- Vinimos a ver la casa juntos para comprarla. Bueno juntos... tú eras...


- ¿Fantasma? – pregunto con una sonrisa.


- Sí, eso mismo. Deja que lleve tu bolsa al cuarto y te ayudo a...


- Puedo caminar, Naruto, tengo la muleta para algo.


- Vale. Sólo avísame si necesitas algo.


- Naruto... somos pareja, ¿no? ¿Dónde vas con mi maleta? Recuerdo que la habitación principal está por ese otro pasillo – le indico otra dirección a la que está tomando.


- Al... ¿Cuarto de invitados? Es que no sabía si de verdad querías compartir la cama conmigo o...


Me echo a reír al ver la inocencia de mi novio. Realmente nuestra relación, pese a que ambos creo que estamos seguros de que queremos seguir siendo novios, es un poco extraña. Al fin y al cabo, yo había sido un fantasma durante siete años, así que Naruto tiene sus dudas acerca de qué línea debe cruzar y cuál no.


- No te preocupes tanto por cruzar o no cruzar las líneas, Naruto. Contigo cruzaría todas ellas. Sólo sé tu mismo.


- Es que a veces... a veces pienso que eres el mismo Sasuke de siempre y otras, que acabas de despertar prácticamente hace unos meses y que querrás tu tiempo de adaptación y... eso me echa hacia atrás.


- Naruto – le llamo con seriedad y demostrando total sinceridad -. Te quiero.


Aquello pilla por sorpresa a Naruto. No había escuchado una declaración tan profunda y sincera desde hacía demasiado tiempo, tampoco se espera el ruido de la muleta cayendo al suelo y el impulso que me doy para alcanzarle. ¡Quiero besarle! Y eso es lo único que me importa en este momento. Finalmente, logro alcanzar sus labios.


- Yo también te quiero, Sasuke, y estoy emocionado de volver a vivir contigo en nuestra casa, porque al fin y al cabo, la elegimos juntos. Aunque siendo sincero, no sé cómo voy a pagar esto ahora con mi sueldo de panadero.


- Pensaremos en algo. Voy a sentarme si no te importa. Aún me cuesta un poco estar demasiado tiempo de pie. Incluso con la muleta.


- Claro. Voy a dejar esto en el cuarto, en el principal – especifica.


Aprovecho que Naruto se lleva mi equipaje hacia el dormitorio para sentarme en el sofá. Habían pasado unos meses y aunque ahora puedo caminar más o menos, aún necesito al menos una de las dos muletas para seguir manteniéndome en pie cuando requería desplazarme grandes distancias. Sólo en casa, me permito el lujo de ir sin ella para fortalecer mis piernas.


- Creí que mis padres no me dejarían venir tan pronto – inicio la conversación.


- Me costó trabajo convencerles. No te creas que fue pan comido, están muy protectores contigo.


La voz de Naruto se escucha desde la habitación que hoy compartiremos por fin. Del hospital a casa de mis padres, es el trayecto que yo hacía, pero hoy... finalmente, los dos decidimos exponerles a mis padres que quería mudarme con mi novio definitivamente. Por suerte, confían lo suficiente en Naruto como para saber que estaré perfectamente.


- Naruto – recuesto la cabeza contra el respaldo -. ¿Por qué dejaste de ser neurocirujano? Creí que te gustaba.


- ¿Quieres la realidad de todo eso? – sonríe Naruto, apoyando las manos sobre el respaldo del sofá para poder mirarme directamente – nunca me llamó el campo de la medicina. Cuando empecé a trabajar con dieciocho años en la panadería, creí que estaría toda mi vida allí y me gustaba. Luego surgió lo tuyo y... no sé, fue una estupidez, lo sé, era completamente absurdo convertirme en neurocirujano pero quería hacer algo por ti, sentía que te lo debía por cómo me ayudaste en aquella tienda. Con el tiempo, estudiando a tu lado, sobre todo en la universidad... empezó a gustarme el tema. No quiero que me malinterpretes, me gusta la medicina, aprendí a disfrutarla a tu lado pero no tengo vocación de médico como la tenían otros de la carrera o como la tenías tú. Mucha gente trabaja en cosas que no le gustan, eso lo sé y lo acepto, es sólo un trabajo, pero... si puedo decidir... me gustaba trabajar a tu lado y si eso no puedo tenerlo, entonces prefiero seguir siendo panadero que es por lo que realmente siento pasión – aclaró – me gusta la panadería y la repostería.


- Y a mí me gusta que te guste – sonrío – a mí sólo me gusta comérmela.


- ¿Qué vas a hacer tú? Es decir, ¿has pensado sobre tu futuro? Sé que te gustaba la medicina y...


- Voy a cursar medicina – le aseguro – además, ya me sé parte del temario gracias a estudiar contigo.


- ¿Neurología?


- No lo sé aún, puede o quizá... pediatría, no estoy seguro aún de la especialidad, sólo sé que quiero ser médico, por vocación. Sin embargo, aún tengo que hacer los últimos exámenes del bachiller. No pude acabar la secundaria, ¿recuerdas? Por el accidente.


- Los harás bien.


- Naruto – me sonrojo al caer en algo importante que deseo desde hace tiempo – también creo que te debo algo.


- ¿En serio? ¿Tú a mí? ¿Qué puedes deberme tú a mí?


- Te di mi palabra y firmamos el contrato. ¿Recuerdas?


- Sasuke... no sé si...


- Estoy preparado, te lo aseguro. Nunca he estado más preparado en mi vida. Primer día en nuestra casa.


- Aún estás débil.


- ¿Y si prometo no moverme del sofá? ¡Aunque tampoco es que pueda moverme demasiado!


Naruto sonríe, dando la vuelta para poder tenerme de frente. ¡Un trato es un trato! Así lo veo yo y estoy seguro que él también, salvo que Naruto debe pensar que es demasiado pronto para mí, aunque yo... quiero hacer esto.


Apoya con suavidad las rodillas sobre el asiento del sofá, una a cada lado de mis piernas. Su rostro cambia automáticamente de serio a juguetón. Ni siquiera parece el mismo chico indeciso al que le acabo de proponer sexo. Sin embargo, yo sí estoy sumamente nervioso pese a haber sido mi propia idea. Igual que cuando le besé por vez primera hacía unas semanas... la vergüenza inunda cada centímetro de mi piel.


- ¿Nervioso? – susurra Naruto cerca de mi oído, ya colocado sobre mi cuerpo y con sus labios demasiado cerca.


- S-Sí – es el monosílabo tembloroso que dejo escapar – yo no...


- Lo sé, soy el primero pero voy a tener mucho cuidado. Lo sabes, ¿verdad?


Afirmo con la cabeza, incapaz de pronunciar ni una sola palabra más por el nerviosismo que invade mi cuerpo. Los labios de Naruto se separaran de mi oído para dirigirlos hasta mis labios. Sus besos siempre son adictivos y sensuales, repletos de silenciosas caricias en mi rostro que provocan una relajación absoluta en mí.


Cierro los ojos y me limito a continuar aquel beso, hasta que escucho el ruido de la hebilla del cinturón abriéndose. La mano de Naruto siempre ágil acaba de desabrocharlo y lo único que yo puedo hacer es dejar escapar un ligero jadeo en la boca de mi chico, sabiendo que no hay vuelta atrás. ¡Va a quitarme el pantalón!


- Sabes que no puedo moverme demasiado, ¿verdad? – pregunto con cierto miedo de aquella limitación.


- No pasa nada. Yo me moveré por ti. Intenta estar calmado.


- Es fácil decirlo.


- Lo sé, yo tampoco podía relajarme la primera vez. Céntrate en lo que te gusta y deja el resto en mis manos.


Un beso más mientras sus manos juegan con los botones del pantalón. Intento no estar atento a lo que Naruto hace, pero es imposible. Mi mente quiere saber exactamente todo lo que ocurre a mi alrededor, pero sin lugar a dudas, la vergüenza máximo llega cuando siento cómo todo el cuerpo de Naruto se deslizaba hacia abajo, cayendo de rodillas al suelo y dejando mi miembro a la altura de su rostro.


- Naru... - susurró antes de intentar cubrir mi pene con las manos.


- Shhh, te he dicho que te relajes – sentencia el rubio, apartando mis manos de aquella zona para poder lamerlo y succionarlo.


Mi rostro debe estar completamente rojo y aunque al principio observo cómo Naruto mete su miembro en la boca, pronto aparto la mirada incapaz de ver aquello. Demasiada vergüenza para mí. Una sonrisilla pronto llega a mis oídos. Me he limitado a mantener la vista fija en la pared del techo, con la cabeza apoyada contra el borde del respaldo.


- ¿Es que no te excita verme chupártela? – pregunta con su gran sonrisa.


- Idiota – me quejo antes de mirarle por primera vez pese a estar completamente rojo.


- No me importa que mires, Sasuke, de hecho, me excita que lo hagas.


- Eres un pervertido.


- Sí, es posible. Contigo seguro que sí.


Vuelve con rapidez a su faena. Mi miembro aumenta de tamaño a cada caricia que recibo, proporcionándole a Naruto unos ligeros jadeos que disfruta, sobre todo al saber que yo estoy disfrutando. Para él, eso es lo más importante. Estoy convencido de ello.


Una vez lubricado, Naruto se levanta del suelo, se quita su pantalón frente a mí y vuelve a sentarse sobre mis piernas, esta vez, rozando su miembro con el mío mientras vuelve a besarme con pasión. Su propio miembro empiza con la erección, lentamente a medida que profundiza aquellos fogosos besos.


- Voy a tener que ir a por lubricante, hace mucho tiempo que tampoco tengo relaciones – susurra.


- ¿Y tienes en casa? – dudo sobre esa cuestión.


- Sí. Lo compré hace un tiempo, por si acaso – sonríe como un chico inocente – más vale ser previsor. Ahora vengo, voy al aseo a por el bote, pero tú tienes faena –. ¡Esa sonrisa me pone nervioso! Pero lo hace todavía más cuando toma mi mano y la lleva hasta mi miembro – que no te baje.


- ¿Pretendes que me masturbe frente a ti? ¿Así sin más? ¿La primera vez? - aquí viene mi sonrojo, porque sé que estoy completamente rojo ante esta idea.


- Sí, de hecho, no voy a mirarte, voy a por el bote, pero no quiero tener que empezar de nuevo, así que... "menea" - me hace un gesto Naruto con la mano, lo que crea más vergüenza en mí.


Espero a que Naruto se marche del salón y hasta miro hacia atrás para comprobar que se ha ido antes de tomar el miembro en mi mano y empezar a darme placer para impedir que baje en este rato. No tarda demasiado en volver, pero cuando lo hace, detengo el movimiento al darme cuenta de que Naruto también ha estado dándose placer por el camino.


Se sienta nuevamente sobre mí y abre el bote para poner un poco de lubricante en sus dedos. Mueve el gel entre ellos, esparciéndolo antes de levantar un poco su cuerpo y llevar sus dedos hasta la entrada. Esta vez, el jadeo sale de sus labios mientras se introduce el primer dedo, buscando con desesperación mis labios.


Al ver aquello, llevo una de mis manos a ese sedoso cabello dorado, agarrándolo con firmeza pero con suavidad mientras la otra, pese a mi vergüenza, la conduzco a la entrepierna de Naruto para seguir dándole placer. Los jadeos del rubio se intensifican al sentir aquello.


El segundo dedo entra con facilidad. Lo sé en el momento en que siento más presión sobre mis labios, intentando acallar sus gemidos. Sin embargo, una sonrisa aparece en el rostro del rubio.


- ¿Estás preparado? Voy a cabalgarte.


- No digas esas cosas, me sonrojas.


- Eres tan tierno que no puedo evitarlo – sonríe Naruto – me gusta tu cara cuando te avergüenzas.


- Eres idiota.


Aparta sus dedos de la entrada y toma mi erecto miembro para introducírselo. Le cuesta un poco acertar, no es tan fácil como parece en las películas pero finalmente, tras poner un poco de lubricante en mi miembro también, entra con cierta facilidad. Un quejido suena y evidentemente, me asusto.


- ¿Estás bien?


- Sí... es sólo que no estaba ya acostumbrado a esta sensación. Además... es un poco más grande que la de mi ex o eso creo.


- No digas tonterías, es de promedio normal.


- Y voy a disfrutarlo mucho. Recuéstate – sugiere Naruto, apoyando su mano en mi pecho y empujándome contra el respaldo – voy a montarte y me lo voy a pasar en grande. Eyacula cuando quieras, no te preocupes por mí.


- Pero...


- Eres virgen, Sasuke, sé que no tardarás demasiado, tranquilo, además... yo sólo lo hice una vez y no fue una grata experiencia, es muy posible que eyacule también bastante rápido, más con lo excitado que estoy.


- Vale.


Arriba y abajo, el movimiento de Naruto es continuo, pasa de lento a rápido volviendo a lento, buscando su placer y frenándolo cuando cree que va a eyacular demasiado pronto, pensando también en mí y en cómo voy para intentar acoplarse.


- ¿Se... siente bien? – pregunta entre jadeos.


- S-Sí – le susurro -. ¡Dios! Acelera un poco, por favor. Casi lo tengo.


Me hace caso, tomando un ritmo más frenético y escuchando mi respiración ahogada. ¡Se cansa! Pero le excita demasiado como para frenar ahora. Además, el placer que siente debe ser demasiado inmenso como para querer bloquearlo.


- Frena, frena – casi le grito apretando los dientes – despacio.


Naruto frena un poco y se mueve con lentitud, creando un espasmo de placer en ambos casi incontrolable. Aquella lentitud hace que eyacule dentro de él, pero también siento su semen caer sobre mi abdomen.


- Te gusta lento, ¿eh? – sonríe Naruto – la sensación es brutal, también me gusta.


- Es una tortura horrible hacerlo lento pero... ¡me excita mucho!


- Como tener el placer todo el rato al máximo y estallar de golpe, sí, lo sé. Es agotador mantenerlo todo el rato ahí pero... vale la pena la sensación.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).