10.- Organizar una cena
-¿No hace demasiado calor para esa clase de ropa?- el tono sarcástico de Peter no ayudaba a aligerar el ambiente.
-Son algunas precauciones-
Deaton tenÃa puesto lo que parecÃa ropa demasiado abrigadora para esta época del año, un suéter demasiado abultado que lo hacÃa parecer más robusto de lo que realmente era, pero en realidad lo que provocaba este efecto era un chaleco especial creado por el mismo para las mordeduras de perro y defensa contra otras creaturas sobrenaturales.
Ambos hombres miraban por el parabrisas del carro, estaban frente a lo que parecÃa una casa vieja y destartalada abandonada por años, no parecÃa una casa realmente habitable o que alguien considerarÃa vivir en ella, pero los Addams no eran cualquier tipo de personas cuerdas o normales.
-Ya llegamos- una tercera voz lees avisa sacándolos de sus pensamientos más que pesimistas o atemorizantes.
Derek en el asiento de pasajeros miraba el mismo panorama de una casa vieja, era más grande que la que la de los Stilinski en los suburbios aunque contaba con cierto aire familiar al de la casa del sheriff, era posible que algunos de los cuervos que sobrevolaban el techo eran de la misma parvada a la que pertenecÃa la casa del oficial de policÃa.
-SÃ, asà es- Deaton trato de repasar todas las enseñanzas de su entrenamiento como emisario y druida, si el ambiente cerca de la casa era tan pesado solo podÃa imaginar que en el interior era mucho más.
-Emisarios primero- dijo rápidamente Peter quitando los seguros de su coche.
Deaton miro severamente a Peter pero no podÃa culparlo del todo de su comportamiento, si él que era un humano sentÃa insoportable el ambiente en el aire, Peter al ser un ser sobrenatural se sentirÃa en el borde queriendo dar media vuelta para su supervivencia. Curiosamente el que mejor conservaba la calma era el menos experimentado de todos.
-Yo bajo primero si asà se sienten más cómodos-
-No Derek. Bajaremos todos al mismo tiempo e iremos a tocas el timbre…-
-Si es que funciona- otro comentario de Peter, dudaba que si quiera tuviera luz eléctrica o gas esa casa.
-…y hablaremos con los Addams- a pesar de hacer dicho eso el primero en abrir la puerta y bajar fue Derek muy seguido de él y Peter.
Al acercarse a la puerta no encontraron ningún timbre pero si un muy llamativo y antiguo picaporte que tenÃa la cabeza de cobre de lo que parecÃa una gárgola mirándolos furiosamente, casi parecÃa de verdad.
Dando un paso adelante Deaton decidió tomar el picaporte y dar un par de golpes que sonaron con gran fuerza y eco dentro de la construcción hasta ser escuchado a varios metros a la redonda, si, definitivamente eso no habÃa sido normal. Finalizado eso Deaton volvió a dar un paso hacia atrás, nadie sabÃa a ciencia cierta qué es lo que les esperaba al otro lado de esa puerta.
Se escuchó el mecanismo de la cerradura, el gruñir de la madera y luego el agobiante rechinar de las bisagras de la pesada puerta, todo puniendo de nervios a sus sentidos para luego ser recibidos
-Large, ¿Quién llama a la puerta?- la voz de una mujer se escuchó desde el fondo mientras eran escrutados por una mirada sin brillo o alma.
-Visitas- fue la profunda y lenta voz que salió de aquellos labios pálidos de aquel ser más muerto que vivo, ambos hombres lobo tuvieron que esforzarse al máximo para si quiera escuchar un muy lento latir del corazón o una respiración salir de ese inmenso y pálido cuerpo.
Girando un poco y con un gesto de su brazo indico que pasaran, pero ¿era realmente seguro?
-Muy buenos dÃas señora, mi nombre es Alan Deaton. TalÃa Hale me envÃo- dijo el emisario al ver la elegante mujer recargada en el barandal de la escalera que daba a la puerta.
Alta, delgada, hermosa y con una penetrante mirada capaz de mantener a todo el mundo quieto. Ella debÃa ser Morticia Addams.
-Encantada de conocerlo, soy Moticia Addams. Y este par de caballeros que le acompañan, ¿tendrÃa el gusto de saber sus nombres?- hablo mientras terminaba de bajar las escaleras en un movimiento casi etéreo.
-Peter Hale, y este joven es Derek Hale. Es posible que ya haya escuchado hablar de él, jugueteo un poco con sus hijos el otro dÃa- dijo el hombre lobo mayor palmeando fuertemente la espalda de su sobrino.
-Hola señora-
-Oh, pero si es el nefasto Derek, mis hijos me contaron como destrozaste el record de Pugsley con tu maravillosa nariz. Sin lugar a dudas las bendiciones de los hijos de la luna son una cosa maravillosa- elogio la mujer con una sutil y elegante sonrisa.
Hace tiempo que no escuchaba esa forma de referirse a los hombres lobo como hijos de la luna, era más que probable que tenÃa conocimientos arcanos de creaturas de la noche y más.
-SÃ, eso. Su hijo tampoco me la puso fácil, tiene talento y su hija parecÃa tener una mirada de halcón- dijo con cierto aire tÃmido Derek después de recibir tal elogio.
-Solemos decir que tienen los sentidos de un buitre, capaces de oler o ver un cadáver a millas de distancia-
-Ah ja ja ja- tardaron un poco en darse cuenta que ese último comentario era una especie de chiste y sus pobres risas parecÃan más robóticas y fingidas que otra cosa, aun asà la bella dama delante de ellos conservo esa elegante sonrisa.
-Pasemos a la sala para platicar más plácidamente. Large, trae un poco de té a los invitados por favor-
-Mmmm- la ligera respuesta parecÃa más un leve lamento para oÃdos de los extraños, pero la matriarca parecÃa estar satisfecha con la contestación ya que comenzó a caminar silenciosamente hacia lo que suponÃan era la sala de la casa.
Aunque ordenada y amueblada la casa aun olÃa a polvo y humedad de madera vieja, como si el cuidado del hogar fuera la mÃnima preocupación de esta familia.
En un lugar se escuchaba la madera crujir constantemente, habÃa corrientes de aire frio y los cuadros enmarcaban pinturas oscuras y algo aterradoras, algunos retratos y otros escenarios lúgubres.
La sala contaba con muebles viejos y de apariencia degastaba, parecÃa que habÃan pasado por varias generaciones, la fogata de la chimenea estaba encendida con un fuego que iluminaba la habitación de tal forma que las sombras estuvieran en constante movimiento.
-Siéntense como en su casa. Podemos hablar más cómodamente ahora-
-Oh, su decoración es…-
-Única-
Los tres miembros de la manada Hale no pudieron evitar notar algunas cosas de la decoración de la vivienda aparte de las pinturas escalofriantes, también haciendo juego habÃa algunas armaduras con armas medievales, cabezas de algunos animales empotrados en la pared y una enorme piel de oso en el suelo en el centro de la sala.
-Gracias, no pudimos evitar traer algunas cosas de nuestra casa para sentirnos más cómodos mientras estemos aquÃ-
-Deben extrañar su hogar-
-Un poco, pero un hogar no es solo madera vieja y podrida o los susurros en la noche a los que ya estás acostumbrado, sino las personas a las que llamas familia-
En ese momento llego Large con una bandeja de plata con un juego de té de porcelana fina, la cual contrario a su rudo y hasta un poco descuidado aspecto la coloco con sumo cuidado en la mesa de café.
-Azúcar- dijo con esa monótona voz sirviendo la primera taza de té.
-Dos por favor Large. ¿Ustedes cuanto quieren?-
-Una por favor-
-El mÃo sin azúcar-
-Cinco-
El par de adultos miro al más joven entre ellos, tÃpicamente de los jóvenes, saturando de otros sabores a una bebida haciéndole perder su verdadero sabor.
Una vez que todos tuvieron su tasa procedieron a continuar con su plática.
-Tengo entendido que se reunió con TalÃa Hale anteriormente-
-SÃ, una agradable coincidencia. Estábamos curiosos por saber más de propiedades abandonadas y de pasado escabroso y ella fue de mucha ayuda-
-SÃ, eso me comento-
-Incluso Gomez y yo estábamos discutiendo si comprar otra propiedad por el momento serÃa lo mejor. Esta casa es espaciosa pero quizás no tanto para albergar a todos los invitados que llegaran por el funeral-
Un escalofrió les recorrió la espalda, cierto, mas Addams venÃan en camino.
-Una pena lo de su cuñada-
-A todos nos llega el momento, tristemente a Claudia le llego un poco más temprano, al menos tiene la fortuna de saber cuánto aproximadamente le queda- la leve sonrisa desapareció de los labios carmesà de Morticia, a pesar de la filosofÃa diferente de ver la vida de los Addams era obvio que le afectaba aun asà la triste noticia.
-De hecho es en parte la razón por la que estamos aquÃ, para hablar de este funeral y reunión familiar-
Como única respuesta de la fémina recibieron un leve arqueo de ceja para que continuara hablando. Deaton tenÃa que utilizar toda su diplomacia para no hacer enojar a su interlocutora.
-Entiendo la seriedad de este evento-
-Un funeral es un evento muy importante, no todos los dÃas se celebra uno. Para nosotros los Addams es muy especial, algunos con suerte tienen más de uno en su vida-
-¿Y cuánto duran los funerales?-
-Depende. Una semana cuando mÃnimo es lo que duran, el más largo que conozco fue el del tÃo abuelo RasputÃn Addams que duro tres meses-
-Debió ser muy querido-
-En realidad era porque no se mantenÃa en el ataúd, salÃa de este para festejar con los invitados de su funeral por lo que la ceremonia se alargó mucho. Dicen que fue uno de los funerales más movidos de la familia-
-Oh-
-Pero ya saben cómo es, eso suele pasar, a veces no sabemos con total certeza cuando alguien está completamente del otro lado y a veces se quedan- dijo con total ligereza Morticia como si esto fuera cosa de todos los dÃas, tal vez para un Addams asà era.
-SÃ, es algo que puede ocurrir- tuvo que darle la razón, cuando pertenecÃas o conocÃas a seres sobrenaturales este hecho de una muerte segura, o la incertidumbre de esta, era un problema que debÃas enfrentar.
-Los funerales son muy especiales. De hecho fue en un funeral donde mi esposo y yo nos conocimos, una despedida y un encuentro maravilloso en el mismo dÃa-
-Mi alfa, Talia. Respeta mucho las tradiciones y ceremonias, las suyas y de los demás, solo que su llegada a su territorio fue algo inesperado-
-SÃ, realmente vinimos aquà inmediatamente a la hora de saber lo que pasaba con nuestra querida Claudia. Comprendo que los hijos de la luna toman un territorio y lo defienden, pero no deben preocuparse, somos amigables vecinos-
Amigables vecinos capaces de volver locos a cualquiera que los visite, poner nerviosos a seres como hombres lobo y a cazadores por igual, culpables de múltiples misteriosas desapariciones o eventos extraños donde su nombre siempre ha estado involucrado. Obviamente Deaton tenÃa la suficiente sensatez de no decir todo eso en voz alta.
Eso serÃa grosero.
-Aun asà es mejor organizar una reunir para poner algunas cosas en claro-
-Oh si, para organizar la cena-
-¿…cena?-
-Si, después de todo la invitamos a ella y su familia pero no acordamos el dÃa exacto, quizás este viernes sea una buena elección, después de todo cae en 13, siempre cosas maravillosas pasan esos dÃas-
-SÃ, ella acepto, es solo que…-
-Prepararemos mucha comida, pero si son alérgicos a algo o no les gusta algo pueden decirnos. Aún hay mucha carne de ardilla del otro dÃa pero también podrÃamos ir por venado o zarigüeya-
-Realmente los sesos fritos estuvieron deliciosos- comento Derek sin pensar mucho, Deaton y Peter aún estaban un poco en shock porque al parecer el emisario no habÃa logrado evitar la asistencia a la cena, en realidad la habÃa reconfirmado.
-Entonces me asegurare que haya un tazón para ese dÃa. Stiles realmente tiene un don para la cocina, lastimosamente ninguno de mis hijos tiene tal talento, al menos saben bien de venenos y posiciones-
-También son excelentes cazando-
-Ejemp, si es asÃ- dijo algo resignado Peter –a nosotros no nos gusta el acónito o el muérdago-
-Por supuesto, es de conocimiento común su intolerancia a esas plantas para los hijos de la luna. Aunque tal vez utilice un poco de belladona, después de todo parece que les ha gustado el té de hierbas con un toque de esta-
Tuvieron que usar todo su autocontrol para no escupir o toser lo que tenÃan en la boca en ese momento, ese último comentario los tomo realmente por sorpresa, realmente no habÃan logrado identificar el sabor de ese té y al parecer era porque era una combinación de hierbas en la que incluÃan belladona y sabe Dios qué otras hierbas.
-Oh, por eso el sabor tan único y misterioso-
-Gracias-
-Creo que ya deberÃamos retirarnos, ya le hemos quitado mucho de su tiempo- hablo Peter dejando su taza y parándose, el resto siguió su ejemplo.
-Una lástima, realmente fue una agradable platica- Morticia se paró y los acompaño hacia la puerta como buena anfitriona, como sabiendo lo que pasarÃa Large los esperaba en la puerta y la abrió cuando estos se despedÃan.
-Que tenga un buen dÃa señora Addams-
-DÃganme Morticia-
-Hasta luego entonces Mortica-
-Espero que usted también venga, después de todo es parte importante de la familia Hale- dijo eso dirigiéndose directamente a Deaton -Que tengan un maravilloso dÃa caballeros- después de eso la puerta se cerró y los tres se quedaron callados.
-Esto fue mejor de lo que pensé que saldrÃa- comento Peter ya en el carro.
Deaton se estaba masajeando las sienes en ese momento y buscando algo en sus bolsillos.
-Salimos en una pieza, probablemente algo envenenados pero completos-
-Tomen esto- Deaton saco un frasco y se los paso después de darle un sorbo.
-¿Qué es?-
-Neutraliza cualquier veneno que hayamos ingerido-
-Claro, tus precauciones- Peter tomo un trago largo y se la paso a su sobrino.
-Pero no me siento envenenado-
-Tómalo chico sesos de ardilla-
Derek hiso una mueca y bebió del lÃquido, era un sabor desagradable que quito el sabor del té en su boca.
-Asà que no logramos librarnos de la cena-
-No-
-Ahora estas invitado también-
-…-
-Y la reunión del alfa también tendrá que ser tratada en la cena, con los Addams-
-Al menos sabemos que habrá buena comida-
-…-
-…-
Ambos adultos miraron al adolecente con diferentes grados de exasperación y cansancio, no sabÃan si este querÃa haber sido positivo o era realmente inconsciente del potencial peligro.
-Volvamos a casa, Deaton debe decir cómo nos fue a Talia-
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