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La magia del acero por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marver Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión. Créditos a los autores de las imágenes de portada en turno.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark, Stony (al principio) y otras.

Aclaraciones y advertencia: Romance, lemon, angustia, mpreg y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

 

Resumen: No siempre el hombre perfecto lo es, Tony lo descubrió de la peor manera. ¿Un corazón destrozado puede ser unido con magia y acero?

 

 

—d

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

La magia del acero

 

 

Capítulo 4.- Partida de ajedrez II

 

 

Peter estaba semi acostado, observando curioso aquel objeto frente a él; una capa roja que se movía sola y que en ese momento cargaba una charola con lo que parecía ser una taza de té y algunos bocadillos.

 

—¿Para mí? —La capa “asintió” al tiempo que dejaba la charola en las piernas del joven —Gracias. ¿Cómo te llamas?

—Es la Capa de Levitación —dijo Strange al tiempo que entraba a la habitación para realizarle un chequeo rápido.

—¿Capa de Levitación? Es un nombre muy largo —comentó el adolecente mientras seguía las indicaciones de Strange —¿Qué tal Levi? —la capa se colocó alrededor de Peter, tal parecía que le había agradado la idea.

 

Strange suspiró; estaba seguro que ese par iban a ser un dolor de cabeza para él en el futuro.

 

 

—Luego de que termines; puedes irte. Tus padres deben estar preocupados por ti —Peter se puso pálido.

¡Lo había olvidado!, ¡su papá de seguro lo iba a matar!

 

—¡Debo regresar a casa! —Exclamo/gritó Peter.

—Será mejor que vayas a con tus padres —dijo serio.

—¿Puedo visitarlo a usted y a Levi en otra ocasión? También al señor Wong por supuesto.

 

La capa se agitó dando a entender que estaba encantada con la idea. Strange suspiró pesadamente.

 

—Como desees —dijo comenzando a sentir que sufriría una jaqueca cuando Peter y Levi festejaban.

 

No necesitaba usar el ojo de Agamotto para saber qué clase de futuro que le esperaba con ese dúo.

 

 

Tony estaba vuelto loco; había visto las noticias de la pelea de Spider-Man con el tipo vestido de rinoceronte dónde Peter, su bebé salía herido. Inmediatamente había ido en busca de él, pero éste había desaparecido.

 

Le buscó con desesperación pero no había rastro de su hijo. Inspecciono las cámaras de vigilancia y ahí encontró una pista; un hombre que usaba una capa roja y algo parecido a un pijama fue quien se había llevado a Peter.

 

—V.I.E.R.N.E.S., busca información —si ese miserable se había atrevido a lastimar a su bebé le haría conocer el mismo infierno.

—Enseguida jefe —respondió la IA —Stephen Vicent Strange, respetado médico neurocirujano —Tony suspiró aliviado, si era un doctor entonces… —desaparecido desde hace cuatro años*, luego de sufrir un accidente que le imposibilito para continuar ejerciendo la medicina. Se cree que se suicido.

 

Tony sintió que el mundo se le iba encima; Peter había sido secuestrado por algun lunático pero, ¿con qué fin?

 

Abatido, regresó al complejo, necesitaba la ayuda de Pepper y Rhodey. No podía pensar con claridad.

 

¿Y sí llamaba a Clea? Ella siempre fue buena encontrando cosas. No, si su amiga se enteraba que Peter había sido secuestrado, se pondría histérica y con él ya era suficiente, muchas gracias.

 

Llegó a casa con la intencion de llamar al idiota de su ex de ser necesario, pero él tendría a su hijo de regreso.

 

Ni bien puso un pie dentro del complejo; V.I.E.R.N.E.S. le avisó que Clea se encontraba esperándolo en la sala. Genial, lo que necesitaba.

 

—Tony, ¿Qué pasa? —Cuestionó la mujer preocupada en cuánto vio llegar a su amigo. Stark sabía que no podía mentirle, esa mujer lo conocía tan bien como Pepper y Rhodey. —¿Dónde está bebé Stark?

 

Tony tragó grueso; guardó silencio un momento, preparándose para el infierno que estaba por desatarse.

 

—Oye, Cle…

—¡Tía Clea! —Exclamó Peter antes de lanzarse a los brazos de la mujer.

—¡Bebé araña! —exclamó ella. Tony observó la escena en silencio.

Clea era una buena persona , después de todo, no cualquiera ayudaría a un desconocido en el estado en el que él se encontraba y mucho menos le ayudaría a criar a un niño.

—Tía te he extrañado mucho —dijo Peter sonriendo. Por un momento, padre e hijo se olvidaron de cierto asunto pendiente.

—Yo también arañita —respondió la mujer al tiempo que apretujaba las mejillas del adolecente.

—¿Qué haces aquí? Pensé que no te veríamos más —habló Tony ocacionando que Clea inflara las mejillas a modo de puchero.

—Haces que duela mi corazón al pensar que no quieres verme, gatito.

 

Tony rodó los ojos pero sonrió; Clea tenía un sentido del humor muy parecido al suyo, esa era la razón por la que se llevaban tan bien.

 

—Vine a consultar algo con mi maestro —dijo Clea encogiendose de hombros.

—¿Tienes un maestro, tía? —ella asintió —¡increíble!

—Debe ser un viejo saco de hueso —comentó Tony.

—Por el contrario gatito. Mi maestro es muy guapo, caballeroso, amable, muy inteligente, ¿ya mencioné que es tremendamente guapo y sexy? —Stark sonrió, tal parecia que su amiga tenía el típico caso de la alumna enamorada del profesor, solo esperaba que el tipo no se atreviera a lastimarla o le patearia su pomposo trasero.

—Espero que un día nos lo presentes, tía.

 

Clea se despidió de ellos unos minutos después, debía regresar a su mundo, aquel que en ocasiones tanto Tony como su hijo, extrañaba.

 

—Subiré a hacer mi tarea.

—No pienses ni por un segundo que te salvaras del castigo, jovencito —Peter miró a su padre haciendose el desentendido. —Tu encuentro con el tipo del traje de rinoceronte y más vale que me des una buena explicación o te betaré del laboratorio y del taller por un mes.

—¡Pero pa!

—¿Quieres que sean tres? —Peter gimió; sabía que no iba a poder salir de esa sin un buen castigo.

 

 

Una semana transcurrió desde que Peter conociera a Strange, a Levi y a Wong; su padre no solo lo había castigado con 1 mes sin sus privilegios del laboratorio y taller, también le había quitado su traje hasta que aprendiera a ser lo suficientemente responsable para pedir ayuda.

 

Peter se detuvo frente a la entrada del 177ª de Bleecker Street. Levantó la mano para tocar la puerta pero ésta se abrió sola. En un parpadeo, ya se encontraba dentro de la casa; ni siquiera tuvo tiempo de sorprenderse cuando ya Levi se había enredado en él.

 

—Yo también te extrañaba —dijo Peter sonriendo a causa de las cosquillas que la capa le hacia.

—Pensé que nos habíamos desecho de ti —dijo Wong. Peter le sonrió sin parecer ofendido; tal vez demasiado acostumbrado al humor de su padre y tía. —Strange está en esa dirección, estoy seguro que le agradará verte.

 

La capa arrastró a Peter hasta la biblioteca, donde Stephen tenía una interesante partida de ajedrez en solitario.

 

Levi se acercó a su maestro para llamar su atención y se diera cuenta de la presencia de su invitado.

 

—Oh. Volviste —dijo con voz tranquila. —¿Sabes jugar?

 

Peter asintió con la cabeza; solía jugar con su padre cuando Clea los castigaba (a ambos), escondiendo todo lo que pudiera ser considerado tecnológico.

 

—Entonces siéntate  —pidió Strange mientras acomodaba las piezas en el tablero.

 

El adolecente resultó ser bastante bueno, un rival digno como no había tenido Strange en mucho tiempo.

 

—Jaque mate —dijo el hechicero luego de una gran partida.

—¡Increíble! —Exclamó Peter. Hasta ahora, solo su padre había podido ganarle.

 

Desde ese día, Peter visitaba el santuario cada vez que tenía un tiempo libre.

 

Continuará…

 

 

Gracias por leer. Ya pronto Strange y Tony se conocerán.

 

*Nota: Para fines del fic (y por qué en realidad creo que es así, por la mención en Soldado del Inverno). El accidente de Strange sucede antes de la segunda película del Soldado del invierno.


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