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La magia del acero por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marvel Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fanfic lo hice sólo y únicamente como diversión.
Créditos a los autores de las imágenes de portada en turno.

Personajes: Dr. Strange/Tony Stark, Stony (al principio) y otras.

Aclaraciones y advertencia: Romance, lemon, angustia, mpreg y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

 

Resumen: No siempre el hombre perfecto lo es, Tony lo descubrió de la peor manera. ¿Un corazón destrozado puede ser unido con magia y acero?

 

 

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

La magia del acero

 

 

Capítulo 3.- Partida de ajedrez parte I

 

 

 

 Peter guardó los libros de texto dentro de su mochila. Su padre lo había inscrito a una secundaria pública, no era como si no lo pudiera matricular en la escuela más cara de  América; habiendo vivido la mayor parte de su vida con poco o nulo contacto con personas de su edad, necesitaba formar vínculos que no fuesen con engreídos y estirados que solo les importara quién tenía la cartera más abultada.

Tony quería que su hijo fuese mejor que él, que fuese humilde y eso solo lo lograría en una escuela pública —en su modo de ver—; esto para  sorpresa de Pepper y Rhodey.

— ¡Hey, Peter! —Exclamó un joven moreno, algo rellenito. Su nombre era Ned, el primer amigo que Peter había hecho cuando ingresó a la escuela, de eso ya casi seis meses.

—Hola Ned. ¿Hiciste la tarea de biología? —el aludido asintió con la cabeza.

—Mis padres saldrán el fin de semana; podríamos reunirnos y trabajar en ya-sabes-qué.

 

 Peter miró en todas direcciones para asegurarse que nadie los escuchara.

Desde que era niño, él había desarrollado poderes arácnidos; Tony no lo sabía (al menos no del todo), pero Clea sí <<Es por la sangre de tu otro padre, no debes asustarte. Tu don es precioso y debes abrazarlo como el regalo que es>>, le  había dicho. Su tía tenía razón sobre sus poderes, aún así no se sintió listo para contarle a su papá, más allá de su fuerza sobrehumana.

 Cuando llegaron a la ciudad, Peter no perdió la oportunidad de usar su don para ayudar a las personas. Fue durante la lucha contra su primer supervillano que Ned le descubrió, desde entonces se había vuelto su confidente y coartada.

—Gracias, pero sigo castigado —dijo Peter. Por desgracia no solo Ned descubrió su secreto, también su papá, sobra decir que Tony no estaba contento con el hecho de que su hijo le guardara secretos.

—Viejo, que mal. Espero que tu padre se calme pronto.

 

 

 Stephen Strange observó a su inesperada visita, Clea, sobrina de Dormammu. Su primera discípula, no la había visto desde hacía más de un año.

—El Sactum Santuario no ha cambiado —dijo la mujer con una media sonrisa.

 Clea, hechicera suprema de la dimensión oscura, era una joven hermosa de cabellos plata y brillantes ojos azul eléctrico.

— ¿A qué has venido? —cuestionó Strange, uniendo la punta de sus dedos con pose pensativa. La mujer sonrió, hizo un movimiento de mano y al instante apareció una tetera con humeante líquido y dos tazas.

— ¿Recuerdas la primera vez que compartimos el té? —Dijo Clea mirando su taza con un dejo de tristeza —. Tú me salvaste de las garras de Dormmanu y Umar —Strange abrió la boca para interrumpirla pero ella siguió con su monólogo. —No solo me salvaste a mí, también lo hiciste con todo un mundo, uno al que ni siquiera perteneces y al que los otros hechiceros despreciaban.

—Todos tienen el derecho de ser libres, Clea, la dimensión oscura no es diferente.

 

 La mujer sonrió, había lágrimas en sus ojos que se negaba a dejar escapar. Le debía tanto a Stephen, ese hombre no solo le dio libertad, también salvo a su pueblo y le instruyó para ser una digna Hechicera Suprema.

—Gracias —dijo Clea tratando de recuperar la compostura —. He venido ha advertirte de un peligro que no solo afectará este mundo, si no todo el universo de esta dimensión y posiblemente las demás.

 Strange se inclinó ligeramente en su asiento, expectante.

—El Titán loco está buscando las gemas del infinito…

 

…                                                                  

 

 Strange decidió salir a caminar un rato, la visita de Clea le había dejado un tanto perturbado. No se sentía preparado para luchar, la última pelea contra Mordor lo había dejado demasiado cansado de magía y espíritu como para enfrentarse solo al futuro enemigo. Clea tampoco podría ayudarle, estando atada a la dimensión oscura, era poco lo que podía hacer fuera de ella.

 

 Sus pasos lo dirigieron a un parque cercano, había pensado en visitar a Christine pero no quería agobiarla con sus problemas <<no podía ponerla en peligro, no otra vez>>.

Sus cavilaciones se vieron interrumpidos a causa de un gran alboroto, la pelea del supervillano en turno contra un héroe. Strange observó la batalla, ayudando (discretamente), a los civiles. El superhéroe era bastante ágil y fuerte a pesar de su cuerpo delgado y carente de musculatura. Por su constitución dedujo que era bastante joven, quizás no llegaba ni a los 20 años.

Por otro lado, el villano era enorme y usaba un ridículo traje de rinoceronte.

 El héroe de traje rojo y azul fue embestido por su enemigo aprovechando la distracción del pequeño que bajó la guardia al intentar salvar a un niño que se había quedado en medio de la trifulca.

—Bien, suficiente —dijo Strange hizo uso de sus habilidades mágicas para ayudar al héroe caído y derrotar al villano en turno.

 Una vez contenida la amenaza, Strange se acercó al héroe que parecía muy lastimado y comprobó que efectivamente lo estaba. Stephen lo examinó con cuidado, la máscara estaba húmeda: sangraba y mucho.

<<Contusión. Posible fractura craneal>>.

 Debía atenderle y rápido, de lo contrario podría morir.

 Creó un portal y con ayuda de su capa que en esos momentos hizo la función de una camilla, se llevó al joven a su santuario. Podría haberlo llevado al hospital, pero él usaba máscara por una razón y debía respetar su decisión.

—Debiste dejarlo en un hospital —le reprochó Wong, Strange no le respondió, sabía que su amigo estaba tan preocupado por su invitado como él mismo. Por unos segundos, se debatió en si debía o no quitarle la máscara, pero si su diagnóstico era correcto, su paciente tenía una fractura craneal. Con cuidado le retiró la máscara revelando la identidad del héroe.

— ¡Por Ancestral! Es solo un niño. No debe ni sobrepasar los 15 años —dijo Wong con una mezcla de preocupación y asombro.

—Debemos actuar rápido —el guardián de la biblioteca asintió. El chico se veía realmente mal.

 

 

 Peter sintió una mano cubriéndole suavemente la frente sudorosa, y escuchó voces mascullar rápidamente. Una cálida sensación apareció en su frente, que viajó dentro de su cabeza hasta la ubicación precisa de su lesión. No fue desagradable, todo lo contrario, el dolor se reducía lentamente, y sus pensamientos se volvieron más claros.

 

—No... —Intentó sonar amenazante, pero fue solo una protesta débil y patética.

—Chico, está bien —. La voz susurró.

 La respiración sibilante de Peter mostró que todavía tenía miedo de la voz hipnótica, ocasionando que una segunda reprendiera a la primera.

—Estás asustando al niño.

—No veo que hagas algo para ayudar, Beyoncé —le respondió a la segunda —. Ahora chico. Cálmate y respira. Relájate.

 

Y Peter obedeció, obligó a su respiración a disminuir la velocidad, y se forzó a deshacerse de sus pensamientos oscuros sobre  una muerte inminente.

 

—Mírame, chico. —Peter hizo lo que le dijeron, abrió lentamente los ojos, y parpadeó en rápida sucesión para acostumbrarse a la luz. Luego, se centró en el hombre que estaba encima de él, que lo miraba intensamente a los ojos. Lo único que Spider-Man podía ver claramente eran los bellos ojos del hombre que eran azul verdoso, por lo que se concentró en ellos como si su vida dependiera de eso.

 

— ¿Qué estás... haciendo? — Peter gimió de dolor.

—Te curamos —explicó la segunda voz con tono aburrido, como si anunciara el clima. El adolescente trató de incorporarse para verlo, pero el hombre frente a él se lo impidió.

—No te muevas—le ordenó —. Casi terminamos.  Habla.

— ¿Quiénes son ustedes?

—Maestros de las artes místicas, a tu servicio.

 

Si Peter tuviera la fuerza para fruncir el ceño, lo habría hecho.

— ¿Q-Qué?

—Sigue hablando.

 

Peter habría objetado que esa no era una respuesta, y que hablar, técnicamente, era lo que estaba haciendo desde el principio, pero decidió concentrarse en lo más importante.

 

— ¿Cómo se llaman?

—Soy el Doctor Strange y quién me acompaña es Wong, aunque también puedes decirle Beyoncé.

 

Peter podría haber hecho algunos comentarios inteligentes sobre ese terrible nombre (o la buena broma), pero se dio cuenta de que faltaba algo. Algo esencial...

 

Su máscara.

 

Ellos debieron habérsela quitado.

 

—Ustedes…— Peter tragó —. ¡Vieron mi cara!

—Vaya, el niño es inteligente, ¿no? —se burló Wong.

 

Strange siseó algo sarcásticamente, mientras estaba concentrado en lo que fuera que estaba haciendo, con su mano fría pero tranquilizadora, en la frente de Peter.

 

—Sí, vimos tu cara, y creo que esta horrible máscara demuestra que eres el que luchó contra el tipo de las alas, pero no te preocupes, realmente no sé quién eres. Y si esto puede tranquilizarte, podríamos saber todo sobre ti si realmente quisiéramos. Podríamos conocer tu identidad, número de seguro social e incluso el nombre de tus antepasados.

— ¿Eso  se supone que debe tranquilizarme?

—Sí —. Strange se encogió de hombros.

—Ok, eso es raro, pero probablemente me estoy muriendo, ¿por qué no?

—No morirás. Hoy no, al menos.

— ¿En serio, por qué?

—Porqué yo soy el que te atiende.

Peter parpadeó, y luego se rió.

—Un gran ego —comentó sonriendo —. Tía Clea diría que usted y papá se parecen.

 

Strange y Wong se miraron entre sí, pero ninguno quiso indagar, al menos no por  el momento.

 

— ¿Qué me delató? —Preguntó ignorando la imperiosa necesidad de saber si el menor se refería a su amiga. Peter se aclaró la garganta seca, y decidió cambiar el tema.

—Entonces... Dijiste que podías saber todo sobre mí, tú… Ustedes… ¿Leen  mentes?

—Sí —respondió con un tono aburrido, como si fuera perfectamente normal y común.

—Eso no es…

—No te preocupes. Explorar las profundidades de la mente de un adolescente carece de importancia.

 

 Peter se rio débilmente. Incluso si el hombre encima de él era especial, Peter se vio obligado a admitir que todavía estaba consciente gracias a ellos y se olvidó de sus temores. Debe haber sido el propósito de sus salvadores.

 En este momento, la visión de Peter se volvió más clara, por lo que ya podía ver a los misteriosos hombres que lo estaban salvando. El primero  llevaba una capa roja y una túnica azul. El cabello del hombre era casi oscuro, tan oscuro como su barba de chivo, pero tenía algo de gris en las sienes. Las características más notables de su rostro eran sus ojos azul acerados y sus prominentes pómulos. El otro de rasgos asiáticos, la cabeza rapada y túnica rojiza con negro.

 

—Descansa ahora niño.


 

Continuará…

 

 

….


Nota de la autora:

 Espero que les guste el capítulo.

Nota de la edición:
Un comentario, quejas y sugerencias no hacen daño y dan felicidad a la fanficker <3


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