Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UNDER WORLD por Kaorizuki22

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Aquí les traigo el primer capitulo y disculpen si hay alguna falta de ortografía. 

También lo estaré publicando en mi cuenta de Wattpad y por si quieren ir a leerlo ahí, dejaré el link de mi perfil: https://www.wattpad.com/user/kaorizuki22

 

Espero que el capítulo sea de su agrado, si tienen alguna critica que me sea de ayuda será bienvenida.

¡Disfruten el capítulo!

 

Disclaimer: Los personajes de esta obra son propiedad de Tadatoshi Fujimaki.

I. Wake: Despertar.


 


El viento sopló.


El clima era frío ese día, aunque para él cosas tan mundanas como lo eran el tiempo climático no le importaban mucho; su temperatura corporal era alta y era imposible que muriera por un frío así. Había estado en lugares más congelantes como lo era el invierno de Rusia y seguía con vida.


Sonrió recordando viejos sucesos, realmente extrañaba viajar a otros lugares y relajarse. Sin embargo, la razón por la que se encontraba nuevamente en Japón con su manada, era de gran importancia y debía resolver de una vez por todas las cosas con esa familia.


Un suspiro prolongado salió de sus labios. Las cosas serían complicadas si se negaban a establecer un acuerdo.


Decidido se levantó del césped, había salido a dar un paseo para despejar su mente y pensar las cosas, tenía que ser prudente con lo que haría si ellos no acepaban su propuesta.


Respiro profundamente. Entonces su espalda comenzó a encorvarse, el sonido de sus huesos quebrándose para dar paso a unos más fuertes y resistentes empezó a escucharse, sus brazos y piernas cambiaron a patas grandes capaces de correr kilómetros durante horas; la piel bronceada fue cayendo siendo sustituida por un espeso pelaje color blanco, los dientes comenzaron a caerse para dar paso a unos colmillos grandes, que le ayudaban a desgarrar la carne de sus presas y enemigos, sus uñas cayeron y fueron reemplazadas con garras afiladas, sus ojos fueron sustituidos por un par más grande y con las pupilas ligeramente contraídas debido al doloroso cambio.


Finalmente dando una sacudida, todo vestigio de humano desapareció, quedando solamente un gran lobo de pelaje hermosamente blanco y brillante. Con ojos rojos carmesí, que resplandecían en el anochecer.


Las fosas nasales se contrajeron cuando dio una gran exhalación y se puso a correr rápidamente. De manera grácil se deslizaba esquivando los árboles que aparecían frente a su camino y con un fuerte y largo aullido anuncio a su manada que se acercaba.


En ese momento un gran lobo de pelaje tan negro como la oscura noche se colocó a su lado, dando una mirada de reojo vislumbró unos ojos azules que brillaban con desafío y lanzando un pequeño gruñido acelero sus pasos; mientras el otro lobo lo seguía de igual manera.


Corrieron un gran tramo de bosque hasta que llegaron a una zona donde se veía una mansión hecha con piedras, cemento y madera, era de aspecto rustico con un toque moderno y en la entrada estaban varias personas que conformaban su manada y la manada del lobo negro.


Una castaña de aspecto menudo se acercó a los dos grandes lobos, entregando una bolsa de color negro a cada uno. —Tomen les hemos preparado algo de ropa, sabíamos de antemano que al volver irían corriendo por ahí como si fueran un par de cachorros que acaban de sacar al exterior—. Finalizo con una pequeña risa dándoles el paso para que entraran a la mansión donde se hospedaban.


El lobo blanco empezó a convertirse en un muchacho pelirrojo, alto y de piel un poco bronceada. Su cuerpo era un poco fornido debido al entrenamiento constante al que era sometido y sus ojos eran de un bello color rubí que brillaban de alegría.


En cambio, el lobo negro dio paso a un muchacho peliazul, igual de alto que el anterior y su piel oscura le daba un aspecto sexy. Su cuerpo era parecido al del pelirrojo pues era ligeramente más fornido que el otro y sus ojos eran de un color azul eléctrico que miraban con egocentrismo a los demás.


Ambos muchachos se colocaron la muda de ropa que Riko les había dado, para poder iniciar la reunión a la que el pelirrojo los había invocado.


—Kagami apúrate que ya nos están esperando—. Hablo con pereza el peliazul.


— ¡Ya voy, Ahomine!


— ¡¿Ah?! —. Exclamo indignado.


— ¡Cállense ambos y vengan de una vez! —. Les grito Riko desde la sala.


—Ya vamos. Respondieron al unísono mientras se dirigían a la sala, la  cual estaba en la habitación continua del cuarto al que había ingresado para colocarse la ropa.


El pelirrojo observo a todas las personas presentes, dándoles una sonrisa nostálgica. —Ha pasado tiempo desde nos hemos reunido todos. Me hubiera gustado que fuera por otras razones—. Y con pasos  firmes se acercó al gran ventanal que estaba en la parte derecha de la sala, mirando al exterior con expresión seria.


Todos los presentes lo sintieron. La tensión había empezado, era el momento de planear todos sus movimientos.


—Riko, ¿Cuáles son los informes? —. Pregunto a la castaña, la cual se colocó de pie.


—Hoy han reportado un nuevo cadáver con signos de haber sido atacado por un vampiro. La victima presento dos perfectos orificios en el cuello de la persona, en la yugular específicamente; la sangre fue drenada siendo eso la causa de muerte. El modus operandi es el mismo que en los casos anteriores y con este nuevo caso suman 15 muertes. Estoy segura que es él, sin embargo no ha dejado ningún mensaje, por lo que supongo que tal vez solo lo esté haciendo por diversión como en otras veces.


—Pero usualmente solo deja pocas personas y sin ser tan obvio, debe haber alguna razón para que este dejando tantos cadáveres y sin ser discreto. Es un asesino pero no es idiota—. Opino un pelinegro con lentes.


—Hyuuga tiene razón, puede que esté un poco demente pero no es ningún idiota para dejar tantas señales, sabiendo que lo buscamos—. Dijo el pelirrojo.


La sala se quedó en silencio, cada uno estaba metido en sus pensamientos. Si ese tipo quería pelear sería difícil después todo, su familia era poderosa y era imposible que no salieran ilesos de eso.


—No importa lo que trate de hacer, debemos capturarlo lo antes posible. Mi manada se dividirá en Shizuoka, Yamanashi, Kanagawa, Saitama, Chiba, Ibaraki, Gunma, Tochigi y yo iré a Tokio—. Sentenció el pelirrojo.


— ¡¿Irás solo a Tokio?! —. Exclamo Aomine.


—Sí, él no me hará nada si nos encontramos, decidirá huir. Por eso debemos distribuirnos y vigilar bien, el maldito no puede esconderse para siempre—. Aseguró.


—Ah, está bien como quieras. Too cuidara nuestro territorio en Niigata, también iremos a cubrir Toyama, Ishikawa, Fukui, Gifu, Nagano y Aichi.


—Takao y Midorima se harán cargo del norte, Akashi está en el sur. Estoy seguro que él cuida esos rumbos.


— ¿Akashi está en Japón? —. Pregunto con un poco de miedo el chico moreno.


—Me dijo que regreso por algo, no me dio detalles—. Aclaro el pelirrojo. —Bien, si no tienen dudas debemos empezar a movernos, ese tipo no viene solo y tal vez ya se dio cuenta que estoy aquí. Cuento con ustedes chicos y quiero que regresen tal como están ahora, lo menos que deseo es tener pérdidas esta noche.


—A la orden Alfa—. Dijeron los integrantes de la manada de Kagami.


Todos fueron retirándose, dejando solamente a los dos Alfas. Taiga miro el reflejo de Aomine a través del ventanal, se iba acercando con pasos lentos a donde él estaba. El moreno lo abrazo, sujetando su cintura y apoyando su mentón en el hombro del pelirrojo.


—Ten cuidado Taiga, ese tipo es peligroso incluso Akashi tiene cuidado de él—. Le dijo preocupado.


Kagami sujeto las manos del moreno que estaban en su abdomen, envolviéndolo cálidamente y se giró apara abrazarlo.


—Lo tendré, sé de lo que es capaz—. Guardo silencio unos minutos cerrando los ojos, para suspirar y poder proseguir. —Pero no quiero que nadie salga lastimado, soy el líder y debo mantenerlos a todos seguros, tú sabes que ser parte de una manada es ser parte de una gran familia y no quiero perder a nadie por culpa de ese tipo—. Confeso murmurando en el oído del peliazul.


—No te preocupes todo saldrá bien, tu manada hará lo posible para cumplir con lo que dijiste. Esos idiotas te aprecian demasiado como para hacerte llorar, así que vamos de una vez, necesito darte tu bienvenida correctamente—. Le susurro descaradamente mientras lamia la oreja del contrario.


—I- idiota—. Le dijo sonrojado mientras se separaba de él y ocultaba su rostro con el antebrazo.


—Bien, ya me voy. Nos vemos en un rato—. Se despidió dándole un beso en la frente para salir y convertirse nuevamente en lobo.


—Aho—. Susurro mientras veía como se perdía en el bosque.


El pelirrojo salió de la casona, no quería convertirse en lobo así que decidió ir como humano después de todo no le tomaría mucho tiempo llegar a Tokio. Comenzó a correr a gran velocidad, cruzando carreteras y bosques. Hasta llegar a la ciudad de Tokio.


Olfateo el lugar y un olor ferroso ataco sus fosas nasales. Estaba preocupado, así que corrió moderadamente hasta llegar a una calle un poco ancha, solo había un farol que la alumbraba. Fue adentrándose mientras el olor se hacía más fuerte guiándolo hasta un callejón oscuro. Entonces logro ver a un menudo cuerpo de un chico castaño tirado, con la ropa rasgada y un charco de sangre formándose bajo de él.


Kagami se acercó rápidamente. Pudo distinguir sus ojos castaños perdidos, el chico levanto con lentitud el brazo mientras temblaba y lo sujeto con amabilidad tomando su muñeca.


—S-Se-Se-Sei… yo…a-aún…qui...ero…v-vi…vir—. Le dijo con voz baja y balbuceante.


Vio como el castaño cerraba los ojos y sintió como el brazo del chico perdía fuerza. Apretó los dientes con impotencia y frunció su ceño. Quería llorar y darse un buen puñetazo por no haber podido ayudar a ese pobre chico, era frustrante.


Observo la cara magullada del castaño, se veía joven tal vez de unos 20 años. Fijo su vista en el cuerpo del menor que se encontraba lleno de moretones, el cuello estaba completamente morado y cubierto de mordeduras donde salían hilillos de sangre; se estremeció cuando se percató del semen y la sangre que resbalaban de los muslos del menor.


Dejo el brazo inerte del chico delicadamente en el asfalto y sus colmillos comenzaron a crecer.


“Escucha Taiga, no debes dudar jamás de tus decisiones. Lo que decidas forjaran tu camino ya sean buenas o malas, porque esas decisiones te han llevado hasta lo que hoy eres y veras que todo irá bien porque yo sé que siempre elegirás lo mejor. Lo sé, porque tú eres nuestro Alfa, nuestro líder… nuestro Taiga”.


—Realmente espero que no sea una mala decisión—. Murmuro acercándose al cuello del castaño, sus pupilas comenzaron a contraerse hasta quedar en una línea de espesor pequeño. Enterró los colmillos en el cuello del chico, clavándolos fuertemente hasta inyectar su veneno. —Ahora solo queda esperar.


El pelirrojo tomo entre sus brazos al chico, cubriéndolo con la sudadera negra que llevaba y salió corriendo de ese lugar a toda velocidad, con suerte los demás pudieron haber capturado al sujeto que buscaban.


Por fin había llegado a la casa pero se sorprendió cuando vio en la entrada a dos chicos que hace un tiempo no veía.


—Vaya, esto es muy malo—. Dijo un chico azabache de ojos azul platinado. Se acercó a Taiga viendo al muchacho que cargaba en los brazos y frunció el ceño—. Lo mordiste. Afirmo.


—Fue para salvar su vida—. Le dijo el pelirrojo.


—No te preocupes Tai-chan sé que no lo hubieras hecho de no ser por algo muy grave—. Contesto sonriéndole.


—Takao, ¿lo conoces? —. Pregunto un muchacho alto de cabello verde con interés.


—Sí y créeme que cuando dije que era muy malo, lo es—. Le contesto con expresión seria. — ¿Cuánto tardara el cambio?


—No lo sé, el cambio es distinto para cada quien. No sé si tardara minutos, horas o días, incluso puede llegar a morir. Todo depende de que tan bien lo acepte su organismo.


—Uh—. Suspiro el azabache. —Vamos adentro, debemos ver las heridas.


Los tres ingresaron a la casona, dirigiéndose al segundo piso donde estaba la habitación del pelirrojo. Entraron y dejaron al castaño en la gran cama de la habitación. Kagami le quito la sudadera e inspecciono las heridas, notando que cerraban solas.


—Las heridas ya están cicatrizando, su organismo está aceptando la transformación—. Informo.


Takao observo el cuerpo magullado del chico y sus ojos se aguadaron. —Pobre chico, el no debería pasar por esto. No merecía que ese imbécil lo atacara—. Dijo cerrando los ojos.


Los tres se quedaron en silencio mirando el cuerpo del chico. — ¿Cómo se llama? —. Pregunto el peliverde.


—Furihata Kouki, tiene 19 años y es estudiante de la universidad de Tokio en la facultad de ciencia. Cursa la carrera de biología.


— ¿Tiene algún familiar aquí? —. Pregunto el pelirrojo.


—No, él está solo.


—Bien, por ahora debemos cambiarlo y esperar—. Dijo Kagami.


—No te preocupes por eso—. Dijo el azabache quien chasqueando los dedos hizo que el chico inconsciente estuviera vestido con un pantalón de algodón negro y una camisa de manga larga blanca, que igualmente era de algodón. —Listo.


En ese momento el cuerpo del chico empezó a convulsionar. —Está comenzando—. Sentenció Kagami.


El sudor manchaba la almohada donde estaba apoyada la cabeza del chico y sus pulsaciones se hicieron rápidas. Los temblores en  cuerpo cesaron y rápidamente irguiéndose de la cama, abrió los ojos.


 


 


Continuara…


 

Notas finales:

¡Nos vemos en la próxima actualización!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).