Finalmente la tan esperada celebración había llegado estábamos viendo un gran encuentro deportivo entre dos equipos profesionales de rugby tengo que decirlo los deportes son increíbles si bien es cierto que desde la muerte de mi padre esta clase de deportes no fueron de mi total agrado pero, lo quiera o no gracias al rugby he llegado a conocer a las personas más importantes en mi vida hasta el momento, sería un total hipócrita seguir diciendo que lo odio.
-Todavía no lo disfrutas al cien por ciento, verdad – escuche decir a Blass
-¿Qué? –
-El rugby – Me señalo con la cabeza el campo a veces me asusta un poco lo bien que todavía puede leerme
-Bueno tampoco es como que lo odio
-Vaya eres increíble
-¿Porque?
-Bueno eres una de las pocas personas que conozco que eres capaz de hacer algo que no te gusta por las personas a tu alrededor – Ah a eso se refiere
-Bueno si, es verdad que empecé el rugby por ti y los chicos, pero también respeto el deporte la capacidad que tiene por despertar pasiones, ilusionar a las personas y emocionarlas … bueno.
-Aun así, yo no podría, seria incapaz de ser tan entregado a alguien más – Bueno escuchar eso es un poco triste
-Claro que podrías, solo que aún no has encontrado a la persona indicada
-La persona indicada ¿Eh? – Últimamente no puedo evitar pensar que Blass me mira de una forma que me pone los pelos de punta y al mismo tiempo me hace sentir culpable.
-Porque no habrán venido Jonny y Marcos – Trate de cambiar el tema a toda costa
- Ah esos dos son otra cosa seria – La verdad no entendí muy bien su comentario pero preferí guardar silencio y continuar tratando de ver el juego.
-El plan era sencillo ir al hotel apoderarse de la llave de la habitación esperar a que todos subieran e irrumpir en la habitación de Bruno, simple, sin dudas, tenia que verlo para sacarme todos estos sentimientos, tal vez esto era lo que necesitaba después de esto podría saber si tenía la fuerza para lanzarme de un puente o aceptar a Bruno como mi medio hermano sea como sea esto era algo que tarde o temprano iba a pasar algún día alguien que no era yo iba a estar con Bruno y aunque ahora solo de pensarlo no pudiera ni respirar, si entraba a esa habitación podría decidir mi destino de una vez por todas.
Conseguir la llave no fue difícil de hecho fue preocupante lo fácil que fue, esperar fue lo peor estaba seguro que casi sufrí un ataque de pánico me dolían los dedos de tanto morderme las uñas y finalmente llego el momento todos llegaron en gran algarabía no fue difícil reconocer al grupo, por supuesto debía pasar desapercibido así que me escondí lo mejor que pudo y cuando todos subieron por el ascensor llego la hora espere treinta minutos fue todo lo que mi estómago y corazón pudo soportar subí, saque la llave y ahora estoy parado frente a la puerta.
-Dios, vamos solo tienes que entrar ¡No puedo! Tengo miedo, miedo. Es la primera vez en mi vida que me paralizo del miedo, solo debo dar media vuelta y esperar a mañana… mañana ¿que será diferente mañana?, nada, solo podré vivir un día más en la esperanza y en los recuerdos donde era el único para ese estúpido, cabeza hueca… cuanto llevo llorando Dios porque es tan difícil ¿Por qué?
Bien ya es el momento
Finalmente, no se dé donde pude girar esa llave, ese pomo y finalmente abrir esa puerta y entrar, todo estaba apagado, parecía en silencio, luego lo escuche sonidos provenientes de una habitación esos eran gemidos y …
- ¡Tengo que salir de aquí!
Y justo en ese instante se prendió un candelabro en el centro de la habitación y Bruno estaba sentado en un sofá allí simplemente mirándome.
- ¿Qué? – Fue lo único que pude decir con cascadas de lágrimas aun por mis ojos.
-Mírate estas hecho un desastre – Me dijo severamente
Allí lo comprendí esto era una trampa, la venganza tal vez ahora saldría Blass de la habitación y ambos se burlarían de mí ¡no!, no podría sopórtalo, Sali corriendo a la puerta
-Si sales por esa puerta se acabo
- ¿Qué? – Que está diciendo no entiendo
-Se acabo no volveremos a vernos jamás
- ¿Qué? – Que está diciendo
-Ya lo escuchaste – Se acerco Bruno a mi rodeándome con su gran cuerpo dejado me atrapado entre él y la salida.
-Si decides salir por esta puerta nunca más nos volveremos a ver.
Me sentí paranoico al voltear a ver la puerta de la habitación esperando la salida de Blass
- ¿Y Blass? – Fue lo único que se me ocurrió preguntar
-No está aquí, lo que oyes solo es una película – Se alejo Bruno más relajado.
Entonces lo entendí todo esto fue un muy buen elaborado plan de Bruno y el vice ¿pero para qué?
-Necesitamos hablar – Dijo Bruno en un tono de resignación
- ¿Qué? No – De que podría querer hablas conmigo después de tanto tiempo después de lo que le hice y dije aquel día – No tengo nada que hablar contigo – Trate de sonreír
-Entonces porque estás aquí
-Yo… - Me tenía él me había atrapado
-No me digas que viniste para ver si realmente me estaba revolcando con Blass te dolió tanto el orgullo.
No claro que no era lo que quería decir, pero Bruno sin darse cuenta me estaba brindando una salida para no revelar mis verdaderas razones de venir aquí esta noche
-Pues sí, solo vine para comprobar lo fácil que eres- Dije lo más petulante que pude
Fue cuando Bruno se carcajeo
- ¿En serio? Por Dios debe ser realmente grave ¿no?
-¿Qué?
-la razón por la cual quieres que todo termine entre nosotros, digo
No pude evitar tragar en seco – Entre nosotros no hay nada… Eres patético aferrándote a algo así, como si no hubiese sido claro contigo la ultima vez que nos vimos – Horrible cada palabra era horrible, porque tuve que venir aquí hoy, porque
- Es cierto – Me respondió bruno tan tranquilo que sentí morir – La ultima vez que nos vimos fuiste increíblemente convincente ¿sabes?
Lo sabía no había esperanza para nosotros ¿verdad? Que estoy pensando claro que no la hay esto es lo mejor para Bruno pensaba irme, pero lo que dijo a continuación no lo pude creer
-Y aun así no puedo aceptarlo
- ¿Qué?
-No lo acepto
-Estás loco – Que más daño quería que le hiciera
-Tal vez, pero mírate como puedo creerte cuando estas en ese estado.
Inconscientemente gira hacia una ventana y vi mi reflejo
- Te das cuenta de lo delgado que estas, lo débil que te vez
-Eso no tiene que ver contigo
-Claro... tampoco las ojeras ni la hinchazón en tus ojos o tu nariz roja de tanto llorar, sabes cuantos minutos estuve aquí oyéndote a través de esa puerta.
-No… - Eso fue todo no pude evitarlo me desmoroné - ¡Tú no sabes nada! Te odio, te odio, lo ataque, pero en ese momento solo pude sentir lo brazos de Bruno a mi alrededor y todos mis sentimientos todos esos momentos maravillosos de hace algunos meses volvieron a mí, era tan injusto, tan cruel, tan doloroso
-Lo sé, lo sé, solo quiero saber porque – Bruno también estaba llorando
-No…no… tú me odiaras – Si le digo me odiará será el fin
-Entonces que así sea, pero déjame decidir, te suplico.
Me dolieron los huesos de lo fuerte que este estúpido grandulón me abrazo entonces lo supe no iba a poder salir de allí sin decir la verdad...