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EL PLAN por sai21

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Notas del capitulo:

LAMENTO LA DEMORA EN ACTUALIZAR GRACIAS POR SUS COMENTARIOS, ESPERO MUCHOS MAS, AHORA CONOCERMENOS UN POCO MAS DE NUESTROS PERSONAJES PRINCIPALES, ESPERO ME CUENTEN CUAL ES SU ESCENA FAVORITA PLIS

 

-B: Envíame la dirección de tu casa para reunirnos.

 

¿Qué? ¿La dirección de mi casa? Y Eso

 

       - L: Mejor en la tuya ¿no?

 

-B: Ya nos reunimos en la mía, te toca a ti

 

Que, acaso somos niños de kínder, le estuvo a punto de escribir Liam pero término borrando el mensaje.

 

-L: tu casa queda más cerca.

 

- B: Hoy cancelaron la práctica así que puedo ir y venir sin problemas, no se me hará tarde.

 

Tks, acaso el grandulón había pensado que se estaba preocupando por él, idiota, lo único que no quería era tenerlo metido en su casa, pero parecía que el orejón no pensaba dar su brazo a torcer.

 

-      L: Ok.

 

 

 

Solo entrar en su casa y casi es atropellado por un trio del demonio.

 

-¡Que rayos! ¡Miren por donde andan!

 

La pequeña Susi de cuatro años se le había quedado viendo unos segundos antes de empezar a llorar, de inmediato sintió un puntapié en su espinilla.

 

¡Tío malo! – Le grito el pequeño José después de haberle golpeado, mientras su gemelo se ponía a tratar de consolar a su primita. De no haber sido porque tuvo que agacharse para sobarse la pierna le hubiera dado un buen jalón de orejas a los mocosos antes de que salieran corriendo.

 

-TkS ¡Maldición!

 

-Y ahora que pasa –Se le acerco una mujer de unos 1.62 cm, ojos miel, cabello corto azabache y contextura delgada.

 

-¡Tus sobrinos, fastidiando como siempre!

 

-Dios Liam deberías tenerles más paciencia con tus primos, son solo unos niños.

 

-Son unos demonios ¡me golpearon!

 

Su madre solo se limitó  a negar con la cabeza.

 

-Tks, Como sea, hoy viene un chico de la escuela.

 

La bajita casi se le sale los ojos ante tan imprevista noticia.

 

Antes de que su madre empezara con cualquier alboroto Liam corrió hacia su habitación.

 

-¡No vas a comer!

 

-¡No! – Grito desde la segunda planta azotando la puerta y tirándose en su cama, estaba del peor humor, lo último que quería era a ese sujeto en su casa, la verdad, estaba un poco nervioso, y es que el nunca traía a nadie, su casa siempre era un desastre sobre todo desde que su tía se había venido a vivir con los gemelos ya era suficiente tener a la pequeña Susi. Aunque su abuelo parecía más feliz desde que la casa se había llenado de mocosos.

 

Se estaba desesperando el idiota dijo que llegaría a las 15: 00  eran las 15:15, cuando oyó el timbre corrió para ver quién era , pero solo era su tía llegando del trabajo, así que volvió a encerrarse en su habitación, se había cansado de esperar así que para distraerse se puso sus audífonos y empezó a escuchar música, cuando volvió a mirar el reloj eran las 15:40, al parecer el idiota ya no vendría, mejor así, decidió bajar por algo de comer, por fin le había vuelto el apetito, estaba bajando las escaleras cuando se extrañó al ver a la familia reunida en la sala bastante entretenidos se asomó para ver cuál era el show y casi se le sale el corazón al ver a Bruno cargando uno de los muñecos de la pequeña Susi, haciendo los sonidos de un bebe llorón.

 

-Creo que él bebe tiene hambre.

 

- ¡No Tío!, está enfermo – Le reprendió la pequeña Susi.

 

-Hay que llevarlo al médico – Dijo uno de los gemelos.

 

-Yo soy el medico de bebes – Dijo el otro.

 

-El pediatra – Aclaro Bruno – El medico de bebes se llama pediatra.

 

- Mejor tu eres él bebe tío Bruno – Volvió a intervenir la pequeña.

 

-Está bien – Bruno se empezó a acostar, en una pequeña manta que estaba en el suelo.

 

Liam, solo estaba pasmado mirando la escena, mientras los demás veían el juego del gigantón y los niños con una gran fascinación.

 

 Después de un rato el bajito se acercó a su madre.

 

-¿Hace cuánto llego?

 

-Ah, mmm, como una hora – Le respondió esta sin mirarlo- Es un chico muy simpático, de inmediato hizo click con los chicos.

 

¿Enserio? Tks maldito idiota, después de unos 15 más minutos y viendo que el orejón a pesar de haber notado su presencia pasó de él para seguir jugando con los enanos decidió pedir ayuda a su madre.

 

-Madre, tenemos un trabajo que hacer- Por favor acaba con esto era lo que le intentaba decir con los ojos.

 

Este solo suspiro para dirigirse a la cocina, desde donde grito.

 

-¡Oigan ¿Quién quiere gomitas?!

 

Inmediatamente los niños salieron de su burbujas para ir corriendo a la cocina, a Liam casi le da un derrame cuando vio a Bruno salir corriendo en la misma dirección, pero justo pudo agarrarlo por el brazo cuando iba pasando por su lado.

 

-      Solo voy por una ¿sí? – ¿Qué?  ¡En serio!  Acaso era un niño, no tuvo más remedio que soltarlo al ver la cara de perrito regañado que le dio el grandulón.

 

Y unos segundos salió comiendo varias gomitas moradas.

 

-Las moradas son mis favoritas – Le dijo el Grandulón con una sonrisa, un verdadero niño, pensó Liam - ¿Quieres?

 

La pregunta hizo que Liam frunciera aún más el ceño si eso era posible.

 

-No gracias – Fue lo único que le dijo, hace mucho también las gomas moradas habían sido sus favoritas pero eso era historia patria, ahora solo le daban grima – Sígueme.

 

Cuando llegaron a su habitación Liam se sintió un poco intimidado, por la forma en que el gigantón se había quedado viendo todo.

 

 El cuarto de Liam tenia paredes de color Gris, y estaba llena de pequeños poster de bandas de rock, el más grande era uno bastante particular había dos chicos besándose con la frase “si se puede”   al lado había una guitarra bastante bonita, Bruce pensó que era una habitación   bastante propia de alguien como el bajito por lo cual no pudo evitar quedarse detallando al chico frente a él.

 

 Liam media aproximadamente unos 1. 60 cm, cabello azabache con un corte dandy donde el flequillo estaba cortado para alinearse con las cejas, y los lados estaban cortados  por encima de las orejas, además tenía unos ojos ónix que a veces le intimidaban bastante, aunque su contextura era bastante delgada, demasiado delicada para un chico y unas paraditas…

 

-Debiste haber nacido chica.

 

-¡¿Qué?! – Escucho protestar al bajito mientras se volteaba para verlo con mirada asesina.

 

¡Rayos! Había pensado en voz alta.

 

-¿EH? ¿Tocas la guitarra? – Fue lo único que se ocurrió preguntar para hacerse el idiota.

 

Liam se le quedo viendo unas segundos más antes de darle la espalda.

 

-Algo – Aún se sentía un poco el enojo en su respuesta - ¿Así que quieres ir a por la cabeza de la reina?

 

Ahora Liam se había sentado en su cama, Bruno se sintió un poco confuso el chico parecía querer que ese sentara también ¿pero dónde? , la cama estaba llena de ropa y libros al igual que la única silla del lugar, Bruno opto por quitar las cosas de la silla “que desordenado” pensó esta vez asegurándose de no decirlo en voz alta.

 

-      Pues sí… pero – Se quedó pensativo.

 

-      -No sabes cómo hacerlo – Completo Liam.

 

Pues era la verdad por más vergüenza que le diera a Bruno reconocerlo, no tenía la más mínima idea de cómo iban a hacer eso.

 

-      Relájate, todo ha sido fríamente calculado- A Bruno de eso no le quedo duda cuando Liam le dio esa sonrisa gatuna que le hacía tener escalofríos.

 

Después de contarle a Bruno su plan Liam pudo ver la duda en la cara del jugador, lo cual lo llevo a la desesperación.

 

-¿Qué? ¡A qué viene esa cara!

 

Vio al grandote suspirar y pasarse las manos por la cara.

 

-¿No… Es demasiado?

 

Increíble, lo bueno sería que ahora el gigantón se echara para atrás.

 

-¿Demasiado? , Muy bien Bruno pongamos las cosas claras, si te estas arrepintiendo este es el momento… dejemos así las cosas.

 

-¿Qué?, ¡no!.

 

-Piénsalo bien,  después de esto no hay vuelta atrás,  habrá muchos problemas para nosotros dos – En realidad era Liam quien ya no se sentía tan seguro, quería molestar a Lana y a los cabeza huecas  pero también pensaba en toda la discriminación y problemas que tendrían que enfrentar – Es decir ¿vale la pena?

 

Bruno se quedó callado y de pronto se levantó tan rápido de su puesto que lo asusto.

 

-Lo vale – Desde que todo empezó era la primera vez que Veía una mirada gélida en el grande, ni siquiera cuando le estaba contando sobre la infidelidad, le había visto así, tan…tan macho - Ese pensamiento le hizo estremecer.

 

-Habrá discriminación – Pronuncio queriendo ver más de esa determinación.

 

-Lo sé.

 

-Acoso – Quería detenerse, pero la mirada de Bruno le estaba calentando la sangre.

 

-Entiendo.

 

-Chismes y burlas.

 

Entonces Bruno apoyo sus manos a cada lado de la cama quedando frente a frente con él.

 

-No será tan malo como para ellos les destrozare el orgullo, destruiré sus sueños, Se arrepentirán -

 

Dios estaba a punto de gemir de la excitación que le estaba despertando el atleta.

 

Después de unos segundos en la misma posición Bruno cambio su expresión a una más suave.

 

-¿Estas bien?, te ves rojo.

 

Fue cuando reacciono, apartando la mirada y empezando a echarse fresco con la mano.

 

-Si…es que está empezando a ser calor – No puede ser acaso era un pervertido.

 

-Bruno se alejó viéndolo un poco extrañado.

 

- Lo siento…- Dijo Bruno apenado, Liam pensó mierda me descubrió- Tienes razón no es el momento para dudar – A era eso respiro Liam más tranquilo – Además no es como si Lana me quiera en realidad solo le estaremos hiriendo el orgullo – Al escuchar la voz melancólica de Bruno decidió volver a mirarlo y solo vio a un chico muy triste.

 

-Oye, de verdad solo quieres vengarte por la infidelidad…digo… no se… no pareces del tipo que puede dejar pasar ese tipo de cosas- Ni siquiera sabía porque estaba diciendo eso.

 

-Mmmm, Pues si lo pensé… pero realmente odio a las personas que solo se aprovechan de los demás por propia conveniencia – Rayos, eso no era muy bueno, Liam pensó en ese dicho “al que le caiga el guante…”.

 

-Mggg, como sea, entonces seguimos adelante – Dijo Liam tratando de hacerse el aludido ante su propio pensamiento.

 

-Seguimos adelante – Le respondió Bruno ofreciéndole la mano como aquella vez en la cafetería, solo que esta vez Liam decidió recibirla con un fuerte apretón.

 

Después de todo ya no había vuelta atrás, para bien o para mal.

 

Cuando terminaron de planear los detalles Bruno decidió irse.

 

Justo bajando apareció la mamá del bajito.

 

-Cariño no te quedas a cenar – Liam la vio con cara de ¡no!

 

-Lo siento, pero mi madre está en casa hoy y quede de acompañarla en la cena – Esa era la razón por la cual había decidido ir a casa de Liam a hablar del asunto, realmente no quería que su madre sospechara nada de lo que estaba pasando y justo hoy tenia descanso del hospital.

 

-Hay que maravilla – Le dijo la bajita mirando a Liam como diciéndole deberías aprender.

 

Bruno estaba a punto de preguntar por los niños cuando se escuchó llorar a la pequeña Susi y gritar al abuelo de Liam afuera de la casa, todos salieron , para encontrarse con la tía de Liam cargando a la pequeña Susi y a los gemelos escondidos detrás del abuelo, quienes discutían con un borracho.

 

-Tks, ¿Qué rayos haces aquí? – Fue contra el ebrio la madre Liam, a quien tuvieron que agarrar para que no se fuera contra el ebrio.

 

-Mamá tranquilízate.

 

-SHiiii… si tranquilízate ¡Bruja!, vine, bien a ver a mis hip..hijos.

 

-¡Tú, no mereces ser su padre! – Grito un poco histérica la mamá de los gemelos asustando aún más a los niños.

 

Bruno no tardó mucho en darse cuenta de lo que pasaba, así que se paró en medio del borracho y la familia.

 

-Sera mejor que entren… con los niños- Fue lo que le escuchó decir Liam a Bruno con una voz bastante vacía.

 

Fue cuando todos parecieron caer en cuenta que los gemelos también habían empezado a llorar desconsoladamente.

 

Entonces la madre de Liam tomo a los niños y a su hermana del brazo para empezar a entrar en la casa, el hombre borracho al ver lo que pasaba, quiso avanzar hacia ellos, pero Bruno lo detuvo poniendo una mano en su pecho.

 

-¡Quien rayos, te crees muchacho! – Le grito este apartándole la mano, casi perdiendo el equilibrio.

 

 

 

 Liam y su abuelo estaban a punto de intervenir cuando Bruno volvió a hablar esta vez un poco enojado.

 

- Piense en cómo se sienten sus hijos al verle en ese estado señor – Liam se sorprendió al ver como Bruno le sostuvo la mirada a su tío de una forma desconocida para él.

 

Finalmente el hombre retrocedió y empezó a irse, no sin antes seguir gritando improperios como ¡esto no se queda así! “tengo derechos”.

 

Entonces Bruno dio una gran exhalación, acompañando de una sonrisa.

 

-Bueno, ya me voy – Trato de mostrarse animado.

 

-Gracias muchacho – Le dijo el abuelo quien había presenciado todo y se sintió un poco avergonzado al darse cuenta que un chico tuvo que hacerse cargo de una situación de la cual solo un adulto debería hacerse responsable.

 

-¡Eh! Jejeje no es nada, ¡Nos vemos mañana Liam!

 

-¿Eh?, claro, ¡Chao! – Liam aún estaba algo aturdido remembrando todos los acontecimientos que había vivido durante la visita del gigantón.

 

-Y ¿Cómo dices que se llama tu amigo?

 

-¿Eh? – Se dio cuenta que su abuelo le había preguntado.

 

-Ah.MMMm Bruno – Al ver que su abuelo parecía querer el nombre completo se lo dijo también- Bruno Santander.

 

-¿Ah? y me imagino que le gusta el ajedrez – Bueno eso comentario por parte de su abuelo le termino de despertar.

 

-Pues sí pero como es tu…

 

No pudo terminar la frase cuando vio a su abuelo negando con la cabeza mientras empezaba a sonreír y se metía a la casa.

 

-El mundo es un pañuelo – Fue lo que lo último que escucho decir a su abuelo.

Notas finales:

 

 


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