- Hola Naru.
- Sasuke Hola...
- ¿Porque no me avisaste que te ibas a ir ese día, que no era el sábado si no el viernes?
- Porque se adelantó el vuelo.
- No mientas Naru.
- No lo hago Sasu...
- Te extraño Naru.
- Sasu...
- Sé que quieres estar con tus padres, pero aun así es difícil ver a mi mejor amigo, prometido y confidente lejos de mi lado, cuando desde pequeños siempre hemos estado unidos.
- Sasuke.
- Te iré a visitar.
- No es necesario.
- Si lo es.
- ¿Has pensado en anular nuestro matrimonio?
- No.
- ¿Porque?
- Porque no sería bueno.
- Como te dije de que antes te dijera, si no nos amamos y terminamos sintiendo amor hacia otra persona, es mejor terminar nuestro compromiso Sasuke.
- ...
- Y a ti te gusta Karin ¿O no?
- No hablamos ni de ella ni de nuestro compromiso, lo que hablamos aquí es de ti y yo.
>> Me haces falta Naruto Usumaki.
- Debo colgar ahora Sasuke.
- Bueno, cuídate, no comas sólo ramen, procura no resfriarte o coger alguna que otra enfermedad ¿Me escuchaste?
- Si papá Sasuke.
- Más te vale Dobe.
- Teme.
Sonreí ante la conversación que habíamos tenido Sasuke y yo hace un mes atrás.
Siendo solo mensajes que me mandaba por día, preguntando como estaba o que hacía.
Pasando un mensaje por semana o una llamada por mes, ya que el señor Fugaku-san quería ya dejar de administrar la empresa e irse de viaje con Mikoto-san dejó a cargo de las empresas y hotelerías a Itachi y Sasuke.
Deidara también me ha hablado en estos últimos diez meses que he dejado Japón.
Estaba esperando un hijo de Itachi, sería tío en siete meses más.
Itachi está muy impaciente y nervioso, lo bueno es que todos los males del embarazo lo tiene Itachi y no él.
Que sólo tiene el cambio de humor jejejeje al final resultó una pareja cómica ambos.
Lo bueno es que pudieron arreglar su asunto y estar bien ahora. Ya que tanto Konan y Sasori no los molestaría para nada.
Por algo uno se encontraba en la cárcel y el otro a diez metros bajo tierra.
- Naruto compra un helado.
- De acuerdo.
Me levanté y me dirigi al señor ambulante que se encontraba cerca nuestro.
Nos encontramos en la playa, en un día soleado, feo clima. Calor del mortal.
Decidimos ir a la playa a refrescarnos, mis padres se quedaron en nuestra casa, mientras yo vine con Gaara mi primo y su esposo Sai.
Siendo yo su violinista.
- Cerecita creo yo he debemos buscarle un novio de verano a Naruto.
- Pero que dices tonto.
- De que necesita pareja.
- Él ya lo tiene.
- Él no se enterara de ello.
- ¿Tú quieres que Sasuke nos mate?
- No, pero mira que están lejos y no hay nada malo que tenga un romance de verano.
- Auch.
- Mejor cállate Sai.
Fruñí el ceño y negué con la cabeza al oír su conversación de buscar pareja a Naruto.
- Tomen sus helados.
- Gracias.
Dijeron ambos al uniso, cogiendo su helado y comiéndolo. Vi que no había mucha gente en la playa y que unos ya se estaban yendo del lugar.
Ya se estaba haciendo tarde.
- ¿Vas a venir cuando tu sobrino nazca?
- No lo sé Dei...
- Debes venir ¿o acaso te piensas quedar por allá para siempre?
- No pero aún no quiero regresar.
- Eso no quita que es tu sobrino Naruto, además hasta nuestros padres van a venir a verlo.
- Si pero la empresa...
- La empresa ya se está recuperando, es más, nuestros padres en un año más volverán a Japón ¿y tú te piensas quedar allá en Francia?
- No, es eso.
- ¿O acaso no quieres venir a Japón por Sasuke?
- Tampoco es por ello.
- ¿Entonces porque?
- Yo...
- ¿Estás saliendo con alguien?... omg
- ¡¿Qué?! ¡No!... Deidara, oye, ¿Hola? Dei...
Alejo el celular de mi oreja y veo la pantalla que se ilumina y sale el resultado cinco minutos con dos segundos...
Llamada Finalizada.
¡Me cerró ese mal hermano!
- Joven Naruto.
- ¿Si?
- Tiene una llamada del extranjero.
- ¿De quién?
- Del joven Sasuke.
- Entiendo, pásamelo a mi línea de teléfono.
- De acuerdo.
- ¿Quién es?
- ¿Quién es quién Sasu?
- El nombre del tipo con el cual saliste esta tarde.
- Yo no salí con nadie...
- No mientas Naruto, Deidara me contó todo.
- ¡¿Qué?!
- Bueno le contó a Itachi y ahí fue que me enteré.
- ¿Escuchas conversaciones ajenas Sasuke?
- No les prestó atención a menos que se traten de mi prometido.
- No salí con nadie.
- ¿Por él, no quieres venir a Japón?
- No es eso...
- Debo colgar ahora, pero esta conversación no se va a quedar así.
- ¿Qué? Sasuke no es lo que tú crees... Hola, Sasuke, oye...
¿Que hoy es el día de finalizar llamadas sin que les diga lo que pasa?
- ¿Que hacen?
Mire al par de novios sentados en el sillón con palancas en mano que le hablaban al juego , del cual jugaban bien metidos en su mundo.
- Jugamos.
- ¿Qué cosa?
Obvio que se que juegan, pero a que cosan juegan es, eish ¿ porque no son normales?
- Fortinite.
- ¿Foti que?
- Es un juego de supervivencia.
- Oh...
- ¿Te gustaría jugar?
- No gracias, prefiero ver un anime o leer algo de manga.
- Bueno.
- Por cierto.
- ¿Si?
- ¿Es cierto que tuviste una cita con un chico ayer por la tarde?
- Puffff...
El agua que había llevado a mi boca, salió disparada por donde había entrado y fue directo a la cara de Sai.
- ¡Eso no es cierto!
- Que cochino.
- ¡Waaa me matan!
- ¡Eso no puede ser!
- ...
Suspiro al ver que ya no me van a parar atención, siendo que más siguieron en su juego.
Esta semana ha sido rara.
¿Fue porque me cayó sal, cuando le estaba poniendo a la pasta?
Si, seguro que fue eso.
Un año y cuatro meses ha pasado desde que me he ido de Japón, del cual no he sabido nada de Sasuke hace dos meses atrás.
Todos aun piensan que salgo con un chico fantasma. Excepto mis padres.
Supe que Sasuke ha estado viajando a China y a Korea por un proyecto en mente que ha tenido.
Sasuke de veinte años ya a echo muchas cosas y yo aún sigo de vago... debo buscar algo que me deba de gustar para conseguir un trabajo.
Sasu estudia la Universidad con clases a distancia y trabaja en la empresa de hostelería y turismo.
Yo dejé mi carrera de medicina botada, bueno ni que haya echo tres años, sólo fue un año.
No sé qué seguir.
Deidara es el que se encargará de la empresa de nuestros padres y yo pensaba ser doctor o eso creía.
Ahora no sé qué hacer.
- Se diseñador.
- ¿Diseñador?
- Si, te va bien con el dibujo ¿no?
- No me va bien con el dibujo.
- Entonces se un Chef.
- ¿Porque?
- Te gusta el Ramen ¿no?
- ¿Qué tiene que ver el Ramen en todo esto?
- Que podrás cocinar todo el ramen posible e inventar nuevas recetas de ramens.
- Eso puedo hacerlo sin necesidad de un título.
- A bueno pues si... Entonces se.
- Ya déjalo Hinata, ya me doy por vencido con ello.
- Busca carreras y ve en que podrías ser bueno o gustarte.
>> Al final de cuenta esa carrera será tu futuro y con la cual tendrás que compartir por el restó de tu vida, así que elige bien.
- A menos que estudié dos carretas y si no me gusta una puedo ir con la otra.
- Tenías que ser Naruto-Kun, mejor sólo sigue tu instinto, contigo no se puede.
- Jajajaja me saluda a los demás chicos.
- Cuenta con ello.
- Chao Hinata.
-Chao Naruto-Kun.
Cerré la llamada y me acosté en la cama.
Ahora que me pongo a pensar desde que estoy en Francia no he salido a ninguna parte a menos la vez que fui a la playa con Gaara y Sai, de ahí me la he pasado en la casa y cuarto.
Que antisocial soy.
Sasuke me pego su amargura de no hacer amistades.
Eso es malo. Tomaré clase de socialismos.
- ¿Entonces tu nombre es Marito?
- No, mi nombre es Naruto.
- ¿Mayuto?
- Naruto.
Definitivamente fue una mala idea venir a clases de socialismos, aquí no se puede hablar bien.
Mi francés es pésimo y siento que hablamos a piedras.
- Vienes de Latinoamérica ¿no?
- No, vengo de Asia.
- ¿De qué parte de Asia?
- Japón.
- Oh, yo tengo familia por allá.
- ¿Enserio?
Lo miré sorprendido, Konohamaru se veía más joven que yo, tambien dijo que había nacido aquí.
- Si, mis abuelos viven allá y mis padres también nacieron en ese país, aunque mis padres se vinieron a vivir acá desde que se casaron.
- Entiendo, entonces...
- Naruto.
Gire mi cabeza y lo vi, parecía el mismo Rey del inframundo que se encontraba a distancia de nosotros.
- Y así negabas a tu hermano que no habías tenido ninguna cita ese día en la tarde del viernes.
¿Pero qué?
- Oye no sé lo que piensas, pero no es lo que crees.
- ¿Es un conocido Naru?
Vi como Sasuke apretaba más la mandíbula y fruñía más el ceño. Siendo que sólo pude asentir a la pregunta de Konohamaru.
- Es mi prometido y soy el único que le puedo decir Naru a Naruto aparte de su familia y la mía.
- Lo-lo siento...
- Espérate ¿Qué haces Sasuke?
- No es obvio, alejarte de este individuo.
Me alzó como costal de papas a su hombro y me alejo sin más de Konohamaru, el pobre ni pudo reaccionar a nada y las demás personas nos veían raro.
No engaño a nadie señores, ¿pero qué es lo que le pasa a Sasuke?
- ¡Bájame!
- No lo haré.
- Que lo hagas Uchiha.
- Olvídalo Usumaki.
- ¡SASUKE!
- Al aeropuerto.
¿¡Que qué!?
Entramos al auto que más seguro era el auto que alquilo para la estancia aquí lo más seguro.
Me sentó en sus piernas y me abrazo como cinturón de seguridad.
No podía moverme o soltarme, apretaba duro.
- Oye, estas de broma ¿no?
- Claro que no.
- ¡Pero no puedes hacer eso!
- Claro que puedo hacerlo, por algo lo estoy haciendo ahora.
- Déjame ir.
- No quiero, además te dije que te dejaría ir, a menos que sea en Japón.
- Estás loco, no puedes hacer eso, no me puedes llevar así como así. Te demandare por intento de secuestro.
- Somos prometidos, pensarán que nos vamos de luna de miel adelantada.
- Que estás loco, suéltame, oye, hazme caso, Sasuke.
>> ¡SASUKE!
Como es que termine en la cama con un Sasuke desnudo, yo de la misma forma y los padres de él, en frente nuestro con la boca abierta.
¿Acaso este idiota me violó?
Continuara.