-¿Por qué estamos en un parque?- preguntó Mu llegando a donde el griego lo había citado. Ahora estaba sentado con una pequeña niña de cabello rubio.
-Porque es una función infantil de títeres, ahí veremos a Minos.
-Te dije que no quería verlo- negó rodando los ojos con fastidio- ¿Quién es la niña?- preguntó sentándose a su lado sobre la manta en la que estaban.
-Me la robé- Mu lo miró desconcertado –Es mi sobrina, Thetis. Mi hermano me la prestó ya que sin ella no podríamos entrar.
Sonrió desperezándose sobre la manta mientras Mu miraba a la tierna niña que los acompañaba. Había acudido ahí tras el texto que el peliazul le había enviado, se había adelantado a pensar que era algo sobre Shaka y ahora vería al idiota de Minos.
-El tonto se acostó conmigo y después preguntó por Kiki, pero quizá algo bueno salga de esto. Ven Thetis.
Mu tomó a la niña para acercarse, ya que la función había terminado y la pequeña se moría por conocer al genio tras las marionetas.
-¿Minos Yárna?- se acercó Mu saludando a su acostón de hace tantos años. Lucía tan diferente ahora, sin el acné y los estúpidos frenos. Estaba my apuesto.
-¿Mu? Vaya, ¿Qué haces aquí?
-Estoy cuidando a la hija de un amigo- asintió con una sonrisa.
-¡Genial! Así que ¿Viste el mágico show?
-Sí, les encanta a los niños ¿No es así?- sonrió Mu mirando a Thetis tocar todas esas marionetas de peluche.
-¿Cómo está Kiki?- el pelilila torció el gedto y chasqueó la lengua.
-Yo estoy bien Minos, gracias y Kiki está por casarse.
-¿Qué? pero…
-Sí, con un chico genial, ¿Sabes? Debo irme, creo que Thetis quiere matar a esa marioneta que se parece a Kiki.
Sonrió tomando a la niña para alejarla de una marioneta que en efecto, era igual a Kiki. Minos vio aquello con terror tomándola con gran afecto observando cómo se alejaban.
-No puedo creer que durmiera con ese tipo- se quejó el pelilila en cuanto llegó con el griego, quien lo miraba extrañado.
-¿Dónde está Thetis?
-Esta es Thetis.- dijo señalando a la pequeña.
-No, no lo es- negó el griego al ver a esa otra niña rubia que Mu llevaba de la mano. El pelilila soltó un gritó ahogado para enseguida arrodillarse y tomar a ese niña desconocida por los hombros.
-¿Qué pasa contigo? ¿No te enseñaron a no irte con extraños?- le regañó, pero la pequeña parecía confundida no asustada.
-¿Qué pasa contigo? ¿No notaste que tenías un ser humano diferente?- le dijo Saga esta vez algo molesto.
-Yo…
-¡Thetis!- gritó el mayor saliendo disparado para buscar a su perdidiza sobrina.
-Bien ¿Cómo es tu madre?- preguntó Mu mientras la pequeña le sonreía.
-----------------------
-No te compraré más comida hasta que encuentres a Shaka- dijo Mu pagando por un helado para Saga y otro para la verdadera Thetis.
-Si era tan perfecto ¿Por qué no funcionó la primera vez?- el pelilila torció el gesto.
-Amm… pactamos perder la virginidad juntos, pero él se fue a la India y yo rompí con el pacto.
-¿Con quién? ¿Quién de los veinte era mejor que Shaka?
-Ya lo encontraste- dijo sonriendo con un leve sonrojo, enseguida Saga lo miró con una sonrisa enorme.
-¿Minos? ¿Perdiste la virginidad con el titiritero?- el pelilila asintió avergonzado.
-Lo sé, lo sé, me dio lastima y estábamos en proceso de experimentación- se justificó mientras Saga se partía de la risa.
-Ay, Mu, eso es impresionante, te subestimé, ahora eso es lo que más me gusta de ti.
-¿Mi sentido del humor sexual?- preguntó sonriendo haciendo reír de nuevo al peliazul.
--------------------------
Esa tarde tenía una cita con Kiki, lo había invitado a comer los dos solos, seguro estaba a punto del colapso y necesitaba estabilidad.
-Hola.
-Hola, Mu. Nos acompañará papá y por favor no te vayas- saludó Kiki en cuanto el pelilila se sentó frente a él.
-No puedo ver a papá, no planché mi camisa- musitó tratando de alisar su ropa.
-No se ve, luces bien.
-¿No les has dicho que nuestro padre vendrá a tu boda?
-No.
-¿Y por eso estoy aquí?
-Sí.
-¿Y mi camisa luce bien?
-No- aceptó nervioso- Mu, no puedo decírselo solo. Genbu quería venir, pero sé que contigo aquí será más fácil.
-Bien, pásame la mantequilla- resopló Mu dándose por vencido y tomando uno de los panes del centro sin darse cuenta que alguien llegaba detrás de él.
-Hola, papá- saludó Kiki.
-Hola, mis niños- saludó Shion besando las mejillas de ambos, sólo que con Mu se detuvo para ver su camisa y darse cuenta que no estaba planchada.
-Hola, papá- musitó el pelilila frunciendo los labios.
-Llamó el banquetero ¿Tu novio Shura es un vegetariano muy estricto, cielo? ¿Podría cenar un poco de pollo por una vez?
-Shura no vendrá, terminaron- soltó Kiki.
-¡Kiki!
-¿Qué? Otra vez, no, Mu- se quejó Shion rodando los ojos.
-Papá vendrá a la boda- contraatacó el pelilila mirando a Kiki con molestia.
-¡¿Qué?!
-¡Mu!- fue el turno de Kiki de gritarle a su hermano para después pasarse una mano por el cabello recibiendo una mirada reprobatoria de Shion.
-Kiki, ¿Cómo pudiste hacerme esto?
-No te estoy haciendo nada, papá.
-Sólo hacer imposible el que yo asista a tu boda.
-¿No vas a ir a mi boda?
-Si va tu padre, no.
-Papá será el acompañante de Mu ahora que está soltero. Ignóralo y estoy seguro de que la pasarán muy bien- y con eso finalizaron la plática de la boda. Decidieron mejor comer y hablar de los platillos y demás arreglos.
-Adiós, papá- se despidieron viendo a Shion subirse a su auto.
-Tienes que arreglar esto- soltó Kiki en cuanto Shion se alejó.
-Lo haré cuando vuelva- dijo Mu girándose para ir hacia su casa.
-¿A dónde irás?
-A Francia a hacerme un estudio de la próstata.
-¿Por qué?- Mu se giró para mirar a su hermano con una sonrisa.
-¿Te acuerdas de Camus Faure-Dumont?
-¿El que vomitó en nuestro lavavajillas?
-Sí, y ahora es urólogo.
-Pero está muy lejos, Mu.
-Sí, lo sé, pero no he tenido suerte con los demás- soltó con cansancio- Se me acaba el tiempo, el dinero y se acerca la disfunción eréctil.
-Exagerado- negó Kiki- ¿Buscar a tus exnovios es más importante que ayudarme con mi boda?
-Sé qué te parece tonto, pero es importante. Siento que todos avanzan con sus vidas menos yo.
-Mu, estoy a favor de avanzar, pero esta búsqueda parece una locura.
-Kiki, si Genbu no te hubiese dado otra oportunidad no te estarías casando- el menor pareció pensarlo- Además necesito ese estudio. Cuídate hermano.
Sonrió girándose para tomar el camino a casa, ordenar sus papeles, maleta y salir de Grecia a encontrar al amor de su vida… o eso creía.