Itachi y Naruto habían logrado llegar al hospital, en cuanto cruzaron la puerta una enfermera se acercó con una camilla para el doncel, este se acostó y fue llevado a urgencias para revisarlo.
En cuanto la camilla cruzó las puertas del consultorio el pelinegro desesperado, aunque sin demostrarlo, esperaba noticias sentado en una incómoda silla de plástico.
-Familiares de Naruto Uzumaki
-Soy yo ¿Cómo se encuentra? - finalmente tendría noticias.
El doctor sólo dio un suspiro, mala señal.
-Sé que usted es médico, lo dice el formulario que se le dio anteriormente, así que seré sincero. El estado en el que se encuentra es delicado, aún me sorprende el que siga consciente...
Tiene 2 costillas rotas, varios hematomas en todo su cuerpo, señal de varios golpes bastante fuertes, su labio está roto y su mejilla derecha está inflamada, en su ceja derecha tiene un corte algo profundo y ha perdido una considerable cantidad de sangre, también presenta algunos rasguños...
Itachi estaba impactado, ¿su hermano era capaz de tal cosa? Parecía que si, una gran decepción lo invadió.
-Gracias doc...
-No es todo.
-¿Qué? - no era posible ¿aún seguían las malas noticias?
-El paciente estaba sangrando de su entrepierna, parece que sufrió una penetración con los dedos sin ningún tipo de preparación, su ano se encuentra lastimado, aunque sigue siendo virgen, además su pene está irritado, parece que alguien lo haya frotado con mucha fuerza.
Ahora si estaba en shock ¡¿a ese extremo había llegado su hermano?! ¡¿Cómo se atrevía a lastimar de esa forma a un ser tan puro como Naruto?!
-Será operado inmediatamente, necesito que llene algunas formas.
-Claro.
Acompañó al doctor para llenar algunos papeles y se pudiera operar a Naruto. Después de terminar el doncel fue transportado al quirófano.
Se sentó en una de las sillas fuera de este, cada tanto volteaba a ver aquella luz roja símbolo de que la operación seguía en curso, rogando porque Naruto saliera bien.
-¿Cómo pudiste hacerlo Sasuke?
No lograba encontrar explicación alguna a las acciones de su hermano, no podía creerlo, pero la prueba estaba dentro de las puertas. La ira comenzó a invadirlo, por mucho que fuera su sangre no dejaría que saliera impune, pagaría por el daño causado.
-Maldición - frustrado hizo su mano puño y pegó a la pared más cercana en un intento de sacar su furia.
Salió de sus pensamientos al ver que el doctor salía de la sala, inmediatamente fue con él.
-¿Qué pasó?
-Fue un éxito, las dos costillas fueron tratadas y se le hicieron transfusiones de sangre, las heridas más graves ya fueron desinfectados y curadas, dentro de unos días podrá salir con tratamiento.
-Muchas gracias.
-Le recomiendo que cuando el chico despierte lo lleve a un psicólogo, generalmente este tipo de eventos suelen dejar traumas graves y es necesaria toda la ayuda posible.
-Si, gracias.
Con esas últimas palabras el médico se retiró, Itachi fue a recepción para preguntar en qué habitación se encontraba Naruto, no lo demostraba pero estaba desesperado.
-Disculpe, ¿dónde se encuentra el paciente Naruto Uzumaki?
-Está en la habitación 503, tercer piso a la derecha.
-Gracias.
Inmediatamente se dirigió al lugar indicado, tenía la necesidad de verlo y comprobar que estaba mejor. Cunado encontró la habitación abrió despacio la puerta, y la imagen que vio le partió el corazón.
Ahí estaba, el hermoso doncel se encontraba conectado a varios aparatos que monitoreaban sus signos vitales, su piel antes bronceada se encontraba pálida, y por sus mejillas logró ver el rastro de lágrimas secas, era deprimente ver a un ángel en ese estado.
-Naru... - se acercó a la camilla y tomó asiento en una silla a su lado, con delicadeza agarró la mano que no tenía conectado el suero y la acarició con su pulgar.
-Espero despiertes pronto, no me gusta verte en esta cama, tú eres alguien fuerte y puedes recuperarte de esto - una lágrima salió de sus ojos - como lamento que te haya pasado esto, si no te hubiera dejado tal vez nada de esto habría pasado, pero el hubiera ya no existe...
Le miró unos momentos, contemplado su rostro.
-No te preocupes Naru, a partir de ahora yo te cuidaré, no volveré a permitir que alguien te haga daño. Pensé que si me alejaba de ti podría olvidarte... Deshacerme de estos sentimientos.
Levantó la fría mano del rubio hasta la altura de sus labios y depósito un suave beso en el dorso.
-No es el momento, pero yo siempre te amé, me enamoré de ti desde hace años, pero mi hermano también lo hizo, estaba dispuesto a luchar por ti, pero se notaba que tú querías a Sasuke, no podía hacer nada, si él era tu felicidad entonces no interferiría, fue por eso que me marché, para poder dejarte ser feliz e intentar olvidarte pero... No funcionó, estabas en mi mente día y noche, tus bellos ojos eran la causa de mis desvelos, muchas veces pensé en regresar e intentar estar contigo, pero eras el novio de Sasuke, ahora veo que no fue buena idea dejarte, y nunca más lo haré. Te amo.
Finalizó su discurso con un beso en su frente, estaba a punto de retirarse hasta que un débil agarre en su mano lo detuvo, al voltear se topó con una mirada azul, tan pura, tan sincera.
-¿Es cierto?
-¿Qué?
-Lo he escuchado todo.
Rayos, había pensado que Naruto estaba dormido y no escucharía nada, pero se equivocó. Aspiró profundamente, lo hecho, hecho estaba y no podía retroceder ahora.
-Si, cada palabra es cierta.
-Repitelo, por favor, repite lo que dijiste.
Itachi se agachó hasta que sus ojos quedaron a la altura de los de su amado, estos estaban llenos de lágrimas, lo veían con un extraño sentimiento el cual no supo descifrar.
-Te amo Naruto, amo cada parte de ti, tu forma de ser logró cautivarme, siempre te mostraba fuerte e independiente, querías demostrar que no necesitabas de nadie para triunfar, aún si eras un doncel. Fue esa determinación la que logró lo que muchos intentaron, entraste en mi corazón y ahí te quedaste.
Lágrimas seguían callando de los ojos azules, Itachi las limpió con su pulgar para después acercarse a sus labios y, de forma cálida depositó un beso en ellos, solo un roce que terminó enseguida.
-Te amo Naruto Uzumaki.
Esas fueron las palabras clave para que el oji-azul se lanzara en un abrazo hacia el azabache, ignorando el dolor en todo su cuerpo, se aferró a este con todas sus fuerzas mientras dejaba fluir su llanto en el pecho de este. Itachi solo correspondido el abrazo con la misma fuerza, depósito un beso en la coronilla del menor y le acarició su cabello.
-"Tal vez, esto es lo que necesito, tal vez Itachi sea la solución. Ahora mismo estoy dolido, mi amor hacia Sasuke no puede olvidarse tan fácil, pero tengo derecho a comenzar de nuevo".
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Absurda cenicienta, así me sentí. Pero es hora de dejar el cuento de hadas