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El favorito por Lily_Takano30

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Notas del capitulo:

Aquí os traigo el segundo cap :3

Ritsu 

 

—Takahashi-chan, ya puedes entrar— decía mi maestra dulcemente, aún no me acostumbro a mi nuevo nombre.

 

—S-si Minako-sensei — dije tímidamente y con un pequeño sonrojo de la vergüenza, por estar expuesto ante todas esa miradas de mis, ahora, compañeros.

 

Sensei empezó a escribir mi nombre y edad en la pizarra. Aunque la edad no se porque, total, todos tenemos la misma edad… ¿no? 

 

—Bueno, desde hoy, Takahashi-chan se incorporará en esta clase, espero y lo tratéis bien — acotó para luego mirar a todos, quienes respondieron con un simple “Si”.— bien, Takahashi-chan, siéntate al lado de Haitani-chan ¿de acuerdo? — señaló hacia una mesa vacía al lado de un pelirrojo, cuyo nombre desconocía hace un par de segundos… 

 

Iba pasando por el pequeño pasillo que formaban las mesas en paralelo, a cada paso que daba, sentía como me miraban fijamente. 

 

"Me incomoda que me miren tanto" 

 

Cuando llegue a donde se supone que es mi lugar, el pelirrojo cuyo nombre es Haitani, me saludo con una amable sonrisa, y para no parecer descortés, le devolví el gesto, pero note como este se puso un poco colorado. 

 

"Solo fue una sonrisa, ¿Por qué se habrá puesto así?" 

 

Las clases dieron comienzo cuando estuve ya sentado, tuve que tragarme 3 horas de palabrerías de la sensei, note como varias miradas estaban puestas en mi en toda la hora, incomodandome, pero al fin tocó la campana de mi salvación. 

 

Por fin podía volver a ver a… a… 

“¡Wuaaaaaah! ¡Que malo soy! ¡Me olvide su nombre!” pensé con pánico y vergüenza. 

 

—Takahashi — me llamo Haitani — Este… quería saber si… Bueno… quería saber si te gustaría venir conmigo a almorzar — dijo rascándose nerviosamente su mejilla. 

 

—Ah… Lo-lo siento, pero ya había quedado con alguien en el recreo — dije con suma vergüenza — ¿te parece que mañana comamos juntos? — dije para intentar suavizar un poco el ambiente que se formó alrededor suyo. 

 

—¡Si! — grito repentinamente, con una sonrisa bastante alegre. 

 

"que raro es Haitani-San"

 

Después de haber acordado eso con Haitani-San, me fui corriendo rápidamente al otro edificio en donde se encontraría ese chico de esta mañana. Para cuando llegue, lo vi hay sentado, como esta mañana. 

 

“Creo que lleva ya un buen rato ahí” pensé mientras me acercaba poco a poco, recuperando el aliento poco a poco. 

 

—¡Ah! Hasta que llegas Ritsu. ¿Te importa que te llame así? — negué, dándole acceso de poder llamarme así. Sinceramente… 

 

“oyendo como dice mi nombre, suena bastante bien viniendo de él… ¡ES-ESPERA! ¡EN QUE ESTOY PENSANDO!” me sonrojo fuertemente ante lo que pensé. El pelinegro enfrente mío, me miraba con confusión, no me extraña, ¡quien se sonroja sin más! 

 

—¿Te pasa algo Ritsu? — pregunto el pelinegro preocupado — te has puesto rojo de repente.

 

—N-no me pa-pasa nada, no T-te preocupes — dije nervioso y tartamudeando. Reí nerviosa mente ahora— dis-disculpa, me ol-olvide como te lla-llamas — pregunte apenado y cabizbajo con un fuerte sonrojo de la vergüenza. 

 

Escuche como se rio levemente y acariciandome el pelo — me llamo Saga Masamune — dijo sonriente. 

 

"Saga... Masamune, que lindo nombre, está vez no se me olvidara" 

 

Yo, bastante feliz de saber su nombre, sonreí internamente, luego de eso, estuvimos hablando de muchas cosas, y da la casualidad que ambos somos fanáticos de la lectura, además de tener gustos bastantes similares. Me la pese tan bien que no me percaté de lo rápido que pasó el tiempo. 

 

Las campanas que indicaba el final del recreo, hizo que nos tuviéramos que ir a nuestra clase. Pero lo bueno es que quedamos en vernos en la salida para ir a mi casa. 

 

Cuando ya era hora de salida, le vi saliendo con su característica postura, me sonroje por la belleza que desprendía. Tuvimos que esperar a mis “hermanos” Takahiro y Misaki, ya que todavía no me sabía el camino de vuelta a casa. Cuando llegaron empezamos la caminata a casa, pero… note como Saga-san estaba un poco distante conmigo, hablaba más con Misaki que con conmigo, es como si yo fuera el mal tercio. Takahiro-san al notar lo incómodo que estaba, se puso a mi lado y quiso entablar una conversación, supo respetar mi incomodidad cuando tocaba el tema de la familia. Al final, todo el trayecto no fue tan malo, pude conocer más a mi oni-san Takahiro pero... Sigo echando de menos a mi mami. 

 

En todo el camino no podía parar de mirar de reojo a Saga-San y Misaki-San, cada vez que ese azabache le sonreía a Misaki, me sentía enfadado, pero sobre todo... Triste. 

 

Cuando llegamos a nuestra casa, nuestra madre estaba en la entrada de la casa esperandonos. 

 

Misaki y Takahiro la saludaron alegremente, pensé en hacer lo mismo, pero me costó un poco — Y-ya llegue, ma-madre 

 

—Hai, bienvenido Ritchan— dijo con una tierna sonrisa que hizo que me pusiera feliz y sonriera, como cuando estaba con mi madre. 

 

Al parecer, que yo sonriera hizo que la sorprendiera, pero me devolvió la misma sonrisa de antes, pero más grande. 

 

—¿Y este muchacho tan guapo nos hace visita acaso? — preguntó madre. 

 

—Ah, si… muy buenas tardes señora Takahashi — Dijo Saga-San con una reverencia — espero no ser una molestia, vine porque me invito Rits… di-digo Takahashi-kun — dijo con un leve… ¿sonrojo?

 

—S-si, espero y no te molestes ma-dre — dije apenado. 

 

—No os preocupéis, venga, pasad, no os quedéis en la entrada — se hizo a un lado y entramos dentro. 

Vi como Saga-San iba a acercarse de nuevo a Misaki, pero antes de que llegara a él, lo agarre rápidamente del brazo, y sonrojado le pregunte si quería ir a mi cuarto, a lo que acepto. Internamente estaba muriendome de felicidad. 

 

Subimos y cuando entramos me dijo que estaba lindo la habitación, estuvimos toda la tarde jugando y hablando, de vez en cuando, notaba como me miraba Saga, eso hacía que me pusiera más nervioso de lo que estaba. 

 

—Etto… Sa-Saga-san, ¿tus padres te dejaron venir? — pregunte ya que tenía esa duda desde esta tarde — es-es que como nos fuimos directamente a mi casa no tuviste tiempo para avisarles ¿verdad? 

 

—Ah, bueno, no es que les importe mucho a mis padres — dijo como si nada, pero notaba que al mencionarlo, estaba muy triste. Intento disimularlo con su característica seriedad, pero... A mi no me podía engañar, sabía que no estaba bien, por lo que solo atiene a ir rápidamente hacia el y darle un abrazo, ocultando mi cabeza en su pecho y el apoyando su cabeza entre mi cuello y cabeza. Escuche como empezó a sollozar silenciosamente. Así estuvo un par de minutos. Para cuando se separo me dedico una de sus hermosas sonrisas que me mataban. ¡Pero que digo, estoy mal de la cabeza! 

 

 

 

Omnisciente 

 

 

 

El pobre Ojiverde estaba bastante sonrojado, el azabache solo seco las lágrimas y veía como la tierna cara del ojiverde se ponía cada vez más rojo. Pero lo que el ojiverde sentía era la confusion por sus sentimientos hacia el azabache. 

 

“no se que me esta pasando, llevo así desde esta mañana, nunca he experimentado este sentimiento, ni con mis padres, ni con nadie. ¿Acaso estoy enfermandome? Pero… esto solo ocurre con Saga-san… ¿acaso Saga-san tiene una enfermadad contagiosa y me lo pego?” con esos pensamientos inocentes del ojiverde, no se percato que el azabache llevaba buen rato llamándole muy preocupado por su silencio. 

 

—¡Ritsu! — grito como último intento el azabache. 

 

—¡HA-HAI? — respondió con los ojos abiertos y un poco asustado por el repentino grito. 

 

—siento haberte asustado, pero llevo un buen rato llamandote ¿te ocurre algo? — le miraba bastante preocupado el azabache, mientras que el castaño se sentía culpable por ser la causa de su preocupación. 

 

—N-no te preocupes Saga-san, solo estaba en mi mundo… pensando en…. Algo — dijo el castaño no muy convencido de si mismo. 

 

El azabache tampoco estaba muy convencido con la respuesta dada del ojiverde, pero prefirió dejarlo en paz. Así, después de ese acontecimiento, siguieron hablando y haciendo actividades los dos juntos, hasta que anochecio. 

 

El azabache se iba a despedir, pero el castaño fue más rápido y le propuso quedarse esa noche con la excusa de que era muy tarde. Al final, después de muchas insistencia de parte de Ritsu, el azabache no le quedó de otra, no es que le molestase su compañía, es más, se puso bastante feliz por la inisitencia que ponia Ritsu. El azabache estaba igual que el castaño, ya que sintió una fuerte atracción la primera vez que lo vio. 

 

"me estaré volviendo loco, acabo de conocerlo, no puede gustarme... O... ¿Si?" pensó el azabache mientras miraba a Ritsu. 

 

— Saga-san, se que estas asustado, ya que nada más conocernos de un día te estoy invitando a dormir en mi casa, pero… veras, si te ocurriera algo en el camino a casa, nunca me lo perdonaría... — dijo el castaño cabizbajo y con los ojos cristalinos — S-si soy una mo-molestia, siento serlo, pe-pero, solo qued-RITSU — interrumpió el azabache al verlo en ese estado. 

 

—No te preocupes — dijo suavemente esta vez y con una sonrisa cálida — no me molesta en absoluto tu presencia, es más, lo disfruto. Así que ya deja de preocuparte — dijo apoyando la mano en la cabeza del castaño y acariciandolo suavemente. 

 

—¡H-hai! — dijo esta vez más animado y secando con la manga de su camiseta las lágrimas que se quedaron en sus ojos. 

 

Abrazo al azabache fuertemente y sintió como era correspondido de la misma manera. El castaño sintió como el azabache le beso la cabeza con dulzura, y por primera vez, lloro descontroladamente de felicidad. 

El azabache al oir su repentino llanto se preocupo, intento alejarlo para ver que le ocurria, pero el castaño se aferraba y no apartaba la cabeza del pecho del mayor, ocultándose más. 

 

El castaño con una sonrisa no paraba de llorar de felicidad, sólo pudo pensar que lo mejor que le a ocurrido fue conocer a ese azabache de ojos miel. Masamune pudo escuchar un leve murmullo, pero no alcanzó a oírlo, iba a preguntar que fue lo que dijo, pero, al ver la gran sonrisa que tenía Ritsu, se quedó ahí, abrazando lo fuertemente. 

 

 

Esas simples palabras que murmuró Ritsu, se quedaron en esa habitación, esperando a que el viento no se la llevase. 

 

"Te amo... Masamune" 

 

Notas finales:

Continuará... 


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