Narra John
Me sentía realmente agotado, me dolían muchísimo las piernas pese a los calmantes intravenosos que me estaban inyectando, solo esperaba volver a retomar mi vida normal dentro de unas semanas, pestañé un par de veces para aclarar la vista…acababa de sobrevivir a un nuevo atentado terrorista. De pronto lo vi observándome con profundidad, su rostro serio, sin ninguna imperfección estaba analizando cada una de mis acciones, finalmente sonrió a ver que había despertado
—¿día difícil? —preguntó con sarcasmo, murmuré un gruñido en afirmación a modo de respuesta, nos mantuvimos en completo silencio manteniendo la seriedad que ameritaba la situación, sin embargo nuestras miradas se cruzaron y ambos rompimos a reír simultáneamente, era una escena absurda, finalmente Sherlock se detuvo y me observó con expresión divertida —me alegra que te encuentres fuera de peligro, nos tenías preocupados—dijo con sinceridad
—¿te enteraste por la señora Hudson?
—si, Mary la llamó para notificarle lo sucedido—respondió con algo de indiferencia mientras cruzaba las manos en su espalda, manteniendo la actitud presumida de siempre
—si…
—¿dónde está ella por cierto? —preguntó con repentino interés
—estuvo horas acompañándome, pero estaba cansada, le pedí que me dejara y se fuera a descansar, no estoy tan mal como se ve, solo me duelen horriblemente las piernas, pero las quemaduras no son graves…quizás quede alguna marca cuando se salgan, pero sinceramente es lo que menos me preocupa ahora—respondí, el verdadero calvario era estar postrado en esa camilla, deseaba irme cuanto antes de ese hospital.
—¿qué fue lo que sucedió John?
—ah…es algo confuso—dije sujetándome la frente, me costaba recordar—solo sé que estábamos esperando el último tren en la estación de vuelta a Londres, estaba de pie junto a las vías, vigilando la llegada de la línea que tomaríamos en nuestro retorno, era la última del día y de pronto sentí un ruido fuertísimo, fuego y alboroto por todas partes, al parecer habían puesto una bomba cerca de la boletería, desafortunadamente estaba demasiado cerca y la explosión me alcanzó antes que pudiese correr, al parecer me golpee en la cabeza porque perdí la conciencia. Solo recuerdo despertar con un escozor desesperante en ambas piernas, mientras me trasladaban en ambulancia rumbo aquí. Varias personas murieron, la estación estaba repleta a esas horas, tuve suerte de salir con vida Sherlock—el rizado me observaba en absoluto silencio mientras relataba mi accidentada historia.
—¿y Mary? —pronunció enarcando las cejas en señal de duda
—¿qué hay con ella?
—¿sufrió alguna contusión? … supuestamente estaba a tu lado—preguntó con genuino interés
—no, ella…no recuerdo que estuviese conmigo al momento de la explosión ¡ah sí” había ido momentos antes al baño y a comprar comestibles, estaba a salvo…afortunadamente la detonación no la alcanzó a ella…creía que podíamos tener un día normal en las afueras de Londres, conocer gente nueva…como cualquier civil —contesté con cierta nostalgia y frustración
—si…lamentable—respondió Sherlock con la mirada distante, parecía haber dejado de prestarme atención
—bueno, y cuéntame de ti… ¿qué hiciste hoy?
—nada en especial—evadió manteniendo el aire de misterio, mientras acercaba una silla para sentarse junto a mí, rodé los ojos…nuevamente estaba presumiendo, solo faltaba que se subiera el cuello del abrigo
—¿Lestrade te contactó para algún caso?
—sí, bueno nada importante…más adelante te contaré los detalles, ahora debes descansar, lo necesitas, luces agotado…como si hubieses sobrevivido a una bomba—bromeó sonriendo, su mirada se mantenía fija en mis ojos, quizás era por el efecto de los relajantes intravenosos, pero…cuando humedeció sus labios con su lengua lentamente, juraría que sus movimientos eran deliberadamente sensuales, no pude evitar concentrarme en ese movimiento hipnotizante.
—¿te irás? —pregunté algo decepcionado, sentía que se acercaba la despedida
—¿quieres que me quede? —dijo enarcando una ceja, esbozando una sonrisa ladina.
—bueno…me gusta la compañía cuando la tengo y el cráneo atrae demasiado la atención—dije imitando su voz y expresiones, exagerando su arrogancia, rodó los ojos ante mi broma
—debo sesionarme que mi Blogger favorito esté fuera de peligro— contratacó, lo miré ofendido…
—tu bogger favorito, ¿así es como me ves?
—mi persona favorita—corrigió sin pudor alguno, dedicándome una profunda mirada, me percaté que se había acercado más de la cuenta, sentía su delicioso perfume, su aliento rozando mi nariz, mi respiración comenzó a hacerse más pesada, sus labios estaban tan cerca…volvió a sonreír con expresión seductora ¿quién era ese Sherlock? ¿por qué se estaba comportándose de esa forma?… “esto está mal John…recuerda todo el daño que te ha hecho” pensé, cerré los ojos un breve segundo y alejé el rostro pero Sherlock fue más rápido y me besó en la mejilla, cerca de los labios, mantuvo la cercanía unos segundos más de lo apropiado, sentí su calidez envolverme por unos instantes, posó sus labios en mi oído, mi piel se erizó…un placer desconocido comenzó a recorrer mis fibras nerviosas mientras respiraba a escasos centímetros de mi cuello…—no volveré a tocarte de esta forma, hasta que tú lo desees…aunque la tentación me consuma por dentro—dijo en un susurro casi imperceptible, manteniendo esa expresión tan deseable… cerré los ojos reprimiendo un suspiro que amenazaba por salir delatando mi excitación e intenté controlarme…deseaba mantener mi compostura, no debía ceder…pero se alejó tan rápido como se había aproximado a mi y volvió a su pose distante y fría de siempre, cruzando las piernas con elegancia. Lo observé con extrañeza, fue entonces cuando me percaté que mi móvil estaba sonando, lo cogí desde la mesa de estar, era Mary…sentí una punzada de culpa al haber sido partícipe de la situación anterior, no podía traicionar a Mary observé por última vez a Sherlock antes de contestar
—Hola amor—escuché al otro lado de la línea, le había dicho que era demasiado pronto para llamarnos con esos apodos tan “cariñosos” pero se había empeñado en usarlo…era testaruda.
—hola—contesté con algo de vergüenza, los sentidos de Sherlock eran increíblemente agudos, de seguro iba a escuchar toda la conversación, le dediqué una mirada bastante expresiva para que me diera un momento a solas, pero no se dio por aludido
—¿cómo sigues?
—estoy mejor, vino Sherlock a visitarme …le conté lo que sucedió, aunque aun estoy bastante confundido—respondí atropelladamente
Mary guardó silencio un momento—vaya, creía que las cosas no estaban tan bien entre ustedes, me alegra que se haya preocupado por ti, eso es lo que hacen los amigos…ayudan a los otros cuando están en apuros, dale saludos de mi parte—dijo con su habitual amabilidad
—Si, la verdad yo también estoy bastante sorprendido—comenté divertido, la verdad es que no me esperaba que Sherlock Holmes dejara de lados sus casos para venir a visitarme, era un elogio saber que en ocasiones yo era más importante que su trabajo.
— iré a visitarte mañana por la mañana. John, quería contarte que antes de irme del hospital hablé con el doctor, dijo que si seguías evolucionando bien podrían darte el alta mañana mismo…estaba pensando que quizás sería mejor que vinieras a quedarte aquí algunos días…yo podría brindarte los cuidados necesarios, ya sabes…sé que en Baker Street los casos no paran, puede que necesites atenciones especiales John
—lo pensaré Mary, adiós. Nos vemos—dije sin esperar contestación, cortando rápidamente.
Volví a observar a Sherlock, su ceño estaba fruncido, y tenía los labios apretados
—era Mary—dije sintiéndome como un competo estúpido por decir algo que seguramente ya sabía
—no estoy de acuerdo
—de que hablas
—John puedo tolerar que te pasees por Londres con esa mujer sin hacer ningún comentario al respecto…es tu vida, me dejaste muy en claro que no me entrometiera… pero debes volver a Baker Street debes reponer fuerzas ahí…prometo esforzarme en poner de mi parte para atenderte en lo que necesites junto a la señora Hudson.
—¿acabas de escuchar una conversación privada? …olvídalo, la propuesta de Mary es buena, ella me podría apoyar bastante Sherlock ¿por qué quieres que vuelva tan repentinamente a Baker Street?, a veces me voy por días y no te inmutas en lo más mínimo…de hecho ni siquiera lo notas
—porque es nuestro hogar…—dijo ignorando mis protestas, observándome nuevamente con intensidad, había un profundo mensaje que se escondía tras esas palabras, no me atreví a contradecirlo, además también pensaba que volver a Baker Street, la propuesta de Mary era demasiado prematura…quizás siempre sería demasiado prematura…
—está bien…pero necesitaré que me pases a buscar si es que mañana me otorgan el alta…—le advertí, era tan propio de Sherlock dejarme plantado
—lo prometo—dijo con expresión de triunfo, de pronto fijó la mirada en mi celular, repentinamente me lo arrebató y vio el fondo de pantalla
—¡hey que haces! —exclamé alarmado al darme cuenta que no había cambiado el fondo de pantalla que Mary había puesto en el móvil.
—la foto, no te gustan las fotos…no la sacaste tu—aseveró con seguridad.
—sí, la tomó Mary hace unos días, me la puso de fondo de pantalla…es romántico…bueno tu no entiendes de estas cosas, pero la gente lo hace cuando comienza…
—¿la tomó hace unos días? —se preguntó a sí mismo
—sí, la tomó con una cámara instantánea, esta podría decirse que la de mi celular es…la foto de la foto ¿entiendes? Se la tomé a la que ella sacó desde la cámara.
—entiendo, ya debería irme—dijo finalmente, incorporándose apresuradamente sin darme tiempo de responder, antes de salir de la habitación asomó nuevamente la cabeza y dijo —llámame cuando sepas si te darán el alta, vendré a buscarte— me quedé extrañado por las reacciones de Sherlock, aunque supongo que esas actitudes estaban dentro del espectro normal de Sherlock Holmes