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El último Milagro de Sherlock Holmes por sherlocked221B

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Notas del capitulo:

Hola, a continuación les dejo una nueva actualización del capítulo, espero que les guste y por favor no olviden dejar sus comentarios al finalizar la lectura. Creo que este fanfic ya está en sus últimos capítulos. 

—¡Sherlock! —grité sin aliento, espantado por la escena que se producía frente a mí, todo se había ido de nuestras manos…el peor de mis temores estaba pasando de nuevo. Sherlock me observaba a lo lejos, desde la azotea del Hospital Bart´s se veía tan frágil, su abrigo flameando a su espalda, sus rizos despeinados por el viento, su pose vulnerable pero decidida a saltar en cualquier instante, amenazando con terminar con su vida de una vez.

—John, yo…no puedo bajar así que tenemos que hacerlo así—dictaminó con la voz entrecortada

—¿qué está ocurriendo? Sherlock por favor…no hagas esto…no de nuevo.

—me disculpo, todo es cierto…todo lo que dijeron sobre mí, yo inventé a Sebastian Brown…él no existe…

—¿por qué dices esto? —interrogué, sus palabras se clavaban como puñales en mi mente, no podía pensar con claridad, solo deseaba detenerlo.  

—yo soy falso…siempre lo fui John, todos se dieron cuenta menos tú, todos intentaron advertirte pero no escuchaste, nunca escuchas…quiero que le digas a Lestrade, quiero que le digas a la señora Hudson y a Molly, de hecho dile a cualquiera que te escuche…diles que yo cree a Sebastian Brown para mis propios propósitos…

—¡deja de hablar!, la primera vez…la primera vez que nos conocimos, tu supiste todo sobre mi hermana ¿no? Sherlock tú…siempre has sabido todo sobre mi, cada detalle…siempre deduciéndome...

—nadie puede ser tan inteligente

—tu si, yo siempre he creído en ti Sherlock…hasta cuando tu mismo dudabas, por favor…por favor no hagas esto, no otra vez—supliqué con mis últimas fuerzas, sentía que no podía mover mis pies, deseaba avanzar, pero algo me obligaba a mantenerme expectante, observando a Sherlock desde mi lugar, como un mero espectador.

—te investigué John…antes de conocernos averigüé todo lo que pude para impresionarte…es solo un truco, solo un truco de magia, siempre lo ha sido…soy un ilusionista, una farsa—dijo enfatizando en las últimas palabras, su voz sonaba vacía…como una especie de guion aprendido, este no era el Sherlock que yo conocía, era el frío sociópata que se mostraba frente a las otras personas

—no, ¡ya basta Sherlock! voy a subir—amenacé decidido a ir por él, a detenerlo, evitando la catástrofe, intentando moverme con todas mis fuerzas, logrando avanzar un par de pasos

—¡No!, quédate justo donde estas, no te muevas, quiero tus ojos viéndome a mí, por favor ¿harías eso por mí?

—¿hacer qué? —cuestioné con las lágrimas cayendo por mis mejillas, ahora lo entendía…él se iba a sacrificar, por mí...

—esta llamada es…mi nota. Lo que las personas hacen ¿no John? Dejar una nota...

—no…Sherlock, por favor

—adiós John…—dijo fríamente para luego tirar el móvil y lanzarse al vacío. Corrí hacia él con todas mis fuerzas, deseando frenar su caída, queriendo volver el tiempo atrás, detenerlo de hacer esa locura, esta vez fue diferente, la estación de ambulancia ya no cubría mi vista, pude ver claramente como Sherlock se estrellaba contra el pavimento, varias personas se acercaron a socorrerlo, corrí empujándolos a todos, abriéndome paso entre la muchedumbre,  tomé su rostro ensangrentado entre mis manos, aparté sus rizos y vi esos ojos intensos…que ahora yacían sin vida mirando al vacío, intenté mantener mis ojos abiertos pero las lágrimas comenzaron a nublar mi vista hasta que solo pude ver oscuridad…

***********************

Desperté sobresaltado, tosiendo frenéticamente con la garganta seca, abrí los ojos para ver a Sherlock observándome con expresión neutral, vi sus ojos Verdi azules llenos de vida y suspiré con la reconfortante sensación de tenerlo a mi lado…a salvo y vivo. Acerqué una de mis manos delineando su rostro, cada facción de su cara, para asegurarme que este no era un sueño más.

—¿pesadillas? —preguntó con la voz ronca, mientras me seguía contemplando con actitud distraída

—a veces las tengo…igual que tú…supongo

—yo no sueño…—evadió él con una repentina mueca de molestia

—claro que sí, todos los humanos sueñan alguna vez.

—los humanos…—replicó despectivo, rodando los ojos

—tu eres humano…a veces

—a veces tengo la molesta sensación de que todos lo somos…—dijo pensativo. De pronto se sobresaltó, como si hubiese recordado algo importante

—¿qué hora es? —pregunté mientras me estiraba perezoso arrugando aun más las blancas sábanas

—tarde—replicó levantándose, dirigiéndose al baño, lo miré algo apenado

—pensé que podíamos aprovechar el tiempo juntos—dije con actitud provocativa, me observó por unos instantes indeciso entre si ceder ante mi propuesta o dirigirse al baño—no hay ningún caso que requiera nuestra atención Sherlock…—repliqué ante su muda protesta, palpando las sábanas para que volviera a mi lado. Se aproximó y depositó un beso en mi frente, cerré los ojos instintivamente ante la calidez de su cercanía

—lo lamento John…se nos agotó el tiempo—susurró moviendo los labios contra mi piel—cuanto lo siento…

—yo más—dije con decepción. Abrí los ojos y vi a un Sherlock realmente afectado, mantenía el ceño fruncido y la mirada fija en el piso—¿Sherlock, que sucede?

—nada, todo está bien…debo…ir a alistarme—se aproximó al baño

—¿saldremos?

—yo…debo hacerme cargo de algunos asuntos con mi hermano…es mejor si voy solo, es un asunto de “ultra secreto: nivel 3” —dijo rodando los ojos con actitud teatral, sonreí divertido. Finalmente cerró la puerta del tocador tras él. En unos cuantos minutos Sherlock lucía exquisitamente atractivo con sus rizos húmedos tras la ducha, vestido elegantemente con uno de sus costosos trajes, realmente se había esmerado en verse especialmente bien ese día.

—woow—dije admirándolo de pies a cabeza, sonrió de lado al ver mi impresión alzando la vista con actitud presumida—luces perfecto—admití acerándome a depositar un beso en sus labios—desvió la mirada con una actitud extraña, tomé su rostro entre mis manos para encontrarme nuevamente con sus ojos, lucía triste, aunque intentaba ocultarlo bajo esa media sonrisa…—soy muy afortunado Sherlock

—¿a que te refieres? —interrogó con genuino interés

—por amarte… dije sonriendo, mientras absorbía su delicioso perfume

—la fortuna es mía…—confesó en un profundo susurro, estrechándome entre sus brazos—siempre ha sido mía…y la verdad…no sé si la merezco, sin embargo estoy agradecido…de tenerte en mi vida John Watson—besó mis labios con delicadeza, fue un roce cargado de sentimientos, respondí a su beso con pasión, nos separamos junto en el momento en que nuestra inocente muestra de afecto comenzaba a transformarse en algo más,  al separarse tomó su eterno abrigo y su bufanda

—adiós John—dijo dedicándome una sonrisa desde el umbral de la puerta.

—Nos vemos más tarde, ¡si me necesitas solo llámame! —exclamé. Suspiré mirando nuestro hogar, necesitaba una limpieza…desde la ventana pude ver como Sherlock tomaba un taxi, antes de subir volteó hacia el apartamento y me dedicó una última mirada, para luego desaparecer entre las calles de Londres, confundiéndose entre muchos otros vehículos.

—¡señora Hudson! —grité desde mi piso, esperando que nuestra casera lograra escucharme, luego de unos minutos escuché unos pasos menudos por la escalera junto a esos quejidos tan familiares

—John, oh la edad me ha pasado la cuenta, estos dolores a la cadera… ¿me llamabas querido? Oh por dios, mira este lugar…se ve…polvoriento, hay suciedad por todas partes —dijo observando apenada nuestro piso, asentí algo avergonzado.

—si, quiero aprovechar que Sherlock no está para limpiar un poco…son los únicos ratos libres de este oficio de tiempo completo, ¿tiene algunos productos de limpieza? Creo que no tenemos nada aquí…a Sherlock no le gusta que asee...adora el polvo esparcido por los muebles

—así, Sherlock…—dijo pensativa—lucía extraño esta mañana, ¿no crees? Me lo encontré en la puerta, su mirada…había algo raro ahí, querido, me abrazó al despedirse, nunca lo hace…ya sabes, es tan frío…igual que mi difunto esposo…

—si, lucía extraño…me dijo que iba a reunirse con Mycroft, supongo que ahí está la razón de su malestar—dije sonriendo maliciosamente—nadie en su sano juicio está feliz de hablar con “el hombre de hielo”—

—tienes razón…ese hombre me causa escalofríos—dijo sacudiéndose con pavor—me pone los nervios de punta cada vez que pisa Baker Street, cuando lo veo siento que me va a dar algo, ¡es muy desagradable!, esa actitud arrogante…se cree dueño del mundo

—si…en parte lo es—admití recordando el asombroso poderío que tenía Mycroft en el gobierno británico, como podía hundir al pez gordo que él quisiera por la seguridad y bienestar de la política Londinense.

En unos minutos nos organizamos y logramos sacudir la mayor parte de los muebles y repisas, estaba quedando todo impecable, me incliné pasando un brazo por uno de los recovecos bajo  la chimenea comprobando satisfactoriamente que Sherlock no había vuelto a depositar alguna reserva de drogas o cigarrillo, al parecer esos meses había permanecido limpio de todo. Me incorporé y una carta con mi nombre llamó mi atención, estaba apuñalada por el cuchillo con el que Sherlock acostumbraba a ensartar los documentos de casos sin resolver y las cartas dirigidas a Baker Street. Tomé el escrito y supe enseguida quien había sido su autor, reconocería esa letra en cualquier parte, como un chispazo acudieron a mi mente todas las señales de esa mañana, las palabras de la señora Hudson y mi propia pesadilla

—¿qué sucede querido? —dijo la señora deteniendo sus labores ante mi evidente turbación, junto a mi repentina palidez.

—creo que…necesito un momento—dije corriendo hasta la habitación de Sherlock, encerrándome con llave…

—John, ¿estás bien? ¿Qué ocurre? —decía la señora Hudson golpeando la puerta de la habitación. Pero yo no podía oírla, mis ojos…mis sentidos se concentraban la una única frase escrita con tinta negra frente a mi “Estimado Doctor John Watson.  Atentamente S.H.” abrí el sobre con mis dedos temblorosos, rompiendo torpemente el costoso papel.

“Querido John Hamish Watson

Espero que cuando estés leyendo el contenido de este escrito, todo haya terminado para mí y puedas comenzar de nuevo una vida tranquila, sin el peligro constante de los enemigos acechando nuestro hogar, ni la lúgubre amenaza de la muerte…no es mi intención justificar mis acciones con estas palabras, soy plenamente consciente que cada una de mis decisiones será tomada siempre bajo mi propia responsabilidad, haciendo lo que considero correcto para proteger a quienes amo.

John Watson…siempre tú, eres el propósito de cada uno de mis actos, creo que este trozo de papel no sería suficiente para describir todo lo que significas para mí, quizás jamás logre expresar con palabras el inmenso cúmulo de emociones que me provocas, porque ni yo mismo soy capaz de descifrarlo del todo…tu me mueves John, amo cada parte de ti, cada nueva faceta que voy descubriendo en ti. Decidir hacerte mi pareja fue la mejor decisión de todas, y créeme…no me arrepiento absolutamente de nada, porque contigo fui más feliz de lo que jamás había imaginado, sabes bien que no soy partidario del romanticismo ni de las cursilerías, sigo y siempre seguiré fiel a mis convicciones racionales, me desconcertaba ver personas felices caminando de la mano por las calles de Londres o el rostro absorto de un enamorado… y nunca me imaginé compartiendo mi vida con alguien, me consideraba casado con mi trabajo y la soledad era mi mayor protectora…o eso pensaba en ese entonces, pero desde que te conozco tú te convertiste en mi principal fortaleza, preocupándote por mí, soportando mi arrogancia, mi estilo de vida con una paciencia admirable, amándome incondicionalmente (aunque jamás he entendido qué logras ver en un adicto que resuelve crímenes para no drogarse)…salvándome hasta mí mismo.

 Te estaré eternamente agradecido por todo lo bueno que has aportado a mi vida John…a nuestra vida juntos…desde el comienzo, desde ese primer encuentro en el hospital Bart´s en que logré deducir tu historia de vida tras solo un vistazo, comenzaste a dejar tu huella en mí…tú me entendías, a tu propia forma y por alguna extraña razón admirabas lo que hacía, veías la mejor versión de mi… ya no soy el mismo que te dirigió la palabra en ese laboratorio, tu sacas a la luz mi lado más humano, quizás jamás me atreveré a decirte estas verdades en voz alta…pero quiero que seas consciente de todo lo bueno que has logrado en estos años, el verdadero genio aquí eres tú John...yo solo soy un patético sociópata que juega a ser detective para escapar del aburrimiento y de sus propios demonios…

Es por esto que no deseo que me esperes nuevamente, ya has hecho suficiente John, has soportado todo el dolor y la carga emocional que podía tolerar un ser humano, quiero que reinicies tu vida…que te olvides de mí, quiero ser tan solo un recuerdo entre la infinita red de experiencias y buenos momentos que te quedan por vivir…te juro que hice todo lo posible para proteger lo nuestro…pero hay alguien que desea destruirte John y debo salvarte, ese es y será siempre mi deber, pues no soportaría un mundo sin ti.

Espero que en algún momento puedas perdonar mi cobardía por no ser capaz de decirte esto de frente, pero sé que me seguirías, aunque te pidiera que me dejaras resolver esto por mi cuenta, usando mis propios medios, te aferrarías a mí con todas tus fuerzas, y ya no voy a exponerte al peligro, no más…pondré fin a todas las amenazas que te rodean, todos los peligros que he atraído hacia ti con mi sola presencia. Aunque el cumplir mis objetivos me cueste la vida, es absolutamente necesario, tú ya me salvaste de todo ahora es mi turno de protegerte.

Esto no será como la última vez John, los eventos se desenvolverán de una forma distinta, catastrófica…y debo detenerlos antes de que sus efectos lleguen a ti. Esta es mi nota de despedida, disfruté cada momento a tu lado, cada beso y caricia compartida en la intimidad de nuestro hogar, no puedo evitar añorar más días junto a ti compartiendo la época más bella de nuestras vidas…el mejor de los tiempos.

Te ama incondicionalmente, Sherlock Holmes.”

Notas finales:

gracias por leer, ¡por favor no olviden dejar sus comentarios con sus impresiones!

-Boni-


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