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El último Milagro de Sherlock Holmes por sherlocked221B

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Notas del capitulo:

finalmente un nuevo capítulo! gracias a quienes leen el fanfic y por favor no olviden dejar ssu comentario al finalizar la lectura, sus impresiones son muy importantes!

—¿Era Lestrade? —pregunté irrumpiendo en la habitación. Sherlock no contestó, estaba con los ojos cerrados manteniendo actitud concentrada absorta en sus propios pensamientos, como si estuviese realizando un gran esfuerzo mental—¡Sherlock! —exigí jalando de uno de sus brazos. Abrió los ojos de golpe y me dedicó una mirada indignada para callarme de una vez, comenzó a pasear por la habitación con pasos nerviosos, despeinándose el cabello con desesperación

—¡idiota, idiota! Todo este tiempo he sido un maldito idiota…un ciego…tan ingenuo…—se recriminó con furia

—¡Holmes dime de una maldita vez que está sucediendo! —grité harto de su extraña actitud

—¡Silencio John!, intento pensar—me observó unos instantes—no…no me mires así—finalmente rodó los ojos con fastidio— Está bien si era Lestrade…siguiente pregunta.

—¿qué quería?, ¿descubrió algo?, ¿qué dijo? —bombardeé de improviso

—soy yo…

—¿que? —dije arrugando la nariz ante esa respuesta tan ambigua—¿Sherlock qué demonios está sucediendo?

—El piensa que el asesino soy yo…todas las pruebas…apuntan hacia mi—dijo bajando la voz, se restregó el rostro con actitud derrotada. Al escuchar esas palabras se me heló la sangre…estaba sucediendo otra vez, lo estaban culpando a él…de los crímenes, tal como años antes había sucedido con…Moriarty, un escalofríos me recorrió al recordar ese nombre.

—pero…pero eso no es posible. Sherlock esta tarde le dijiste a Lestrade que tenías pruebas contundentes en contra de Sebastian Brown, le entregaste las fichas de los pasajeros…las victimas de asesinatos, le indicaste que fuera a Airplane, tu…

—Sebastian Brown no existe—me interrumpió alzando el rostro

—¿de qué…de qué estás hablando? —se sentó sobre la cama, escondiendo el rostro entre sus manos.

—no existe…al menos no con ese nombre

—pero el…es el gerente de Airplane…es real, lo conocimos, es amigo de Mary…Sherlock hablaré con Lestrade, podré convencerlo… esto es una estupidez, no puede estar dudando nuevamente de ti

—ya no tiene caso…no cuando esa idea se plantó justo en su cabeza, John…todas las pruebas que tiene…me inculpan, el maldito de Brown estuvo plantando pruebas, manipulando todo a su favor…las cintas de seguridad junto al Támesis me muestran a mi eligiendo a las víctimas de asesinato, cuando en realidad estaba intentando encontrar algún indicio que me llevara al asesino, recrear sus movimientos. en Airplane…las cámaras me muestran a mi suplantando a un guardia de seguridad, infiltrándome en los archivos de la compañía para crear una coartada…y ahora encuentran un collar en el perro degollado con una huella digital mía…puedes creerlo John, fui tan ciego…creí que podía adelantarme a sus pasos que ya lo tenía…—Sherlock hablaba a gran velocidad, a medida que aparecían los recuerdos en su mente,  apenas podía asimilar todo lo que me decía…la carga de información era muy grande, me costaba creer que Brown hubiese podido planear todo esto por sí solo.

—pero Sherlock, Sebastian Brown es el gerente de Airplane

—no…es una identidad falsa…un nombre ficticio, no trabaja en la compañía

—¿entonces como pudiste encontrarlo hoy cuando fuiste a esa empresa?

Sherlock levantó el rostro sorprendido por mi pregunta, pareció meditarlo por un momento, de pronto se incorporó levantando las manos como si acabara de tener la revelación del siglo—ohhhhh

—¿que…qué sucede?

—John…eres excelente

—bu…bueno lo sé, gracias—dije algo alagado por su comentario, al parecer había hecho algo bien.

—él lo tenía todo preparado, supo exactamente el momento en que iría a buscarlo a Airplane, supo infiltrarse en la compañía, evitar las cámaras de seguridad, lo estudió todo con antelación, quería que quedara una evidencia visual de mi violando la seguridad de la compañía para crear esa supuesta coartada con la cual desentenderme de los crímenes…pero claro… también deseaba continuar permaneciendo invisible, montó todo como una obra de teatro…

—te refieres a que…él sabía que irías y se paseó por toda la empresa sin problemas…sin ningún obstáculo, evitando las cámaras y aparentando ser el gerente de la compañía…un desconocido

—cualquiera puede entrar a donde sea si escoge el momento adecuado…—se quedó pensando unos segundos en silencio con las manos en su sien— ¡claro! Hoy era día de inspección…Brown llevaba una carpeta con el logo de inspección de salubridad, con una credencial podía entrar a cualquier lugar sin que nadie se lo impidiera, pero lo conocía…debió trabajar antes allí, o estar subcontratado…todo esto fue un montaje…la pregunta correcta es ¿Cómo supo que yo iría a enfrentarlo en ese preciso momento?...el estuvo aquí hace unas semanas, se dirigió a tu habitación, dejó una advertencia…para él no hay puertas cerradas—dijo girando sobre sus pies enfatizando con las manos, intentaba no perderme en sus observaciones, había vuelto a hablar apresuradamente— tomó una foto de la ventana de nuestra sala, me envió un mensaje con la imagen…quería que supiera que no estábamos seguros ni en nuestro propio piso—dijo saliendo de nuestra habitación apresurado, lo seguí al instante, había notado algo— estuvo parado justo aquí, pero esa visita no fue solo con el objeto de presumir su capacidad de entrar y salir de lugares a  puertas cerradas, tenía un propósito…quería mantenernos vigilados John…—entonces los comprendí, ese maldito había puesto una cámara, Sherlock se encaramó sobre la estantería de libros—Algo fue removido últimamente, pero el polvo…el polvo John…es elocuente, debe haberla dejado escondida…

Escuchamos el sonido de mi móvil, Mensaje de Lestrade.

“John, Dónovan notificó las pruebas que inculpan

a Sherlock a mi superior, me removieron del caso, van para allá”

—¡Sherlock! —exclamé alarmado ante la noticia, en unos momentos estaríamos rodeados de policías.

—¡Ajá! —Exclamó Holmes con actitud triunfal extrayendo una diminuta cámara desde un rincón de la estantería

—Creo que aun me quedan amigos en Scotland Yard. Sherlock vienen para acá, llegaran en unos minutos, te van a arrestar por sospecha de homicidio—Sherlock se volteó a observarme con expresión contrariada—Debemos irnos—insistí con seriedad

El móvil de Sherlock vibró, observó la pantalla unos instantes, apretó los labios solo un breve segundo, lo suficiente para darme cuenta que algo había cambiado…era él, era Sebastian, lo estaba retando a un nuevo enfrentamiento—No, no debemos…solo yo—dijo al final dedicándome una solemne mirada

—No vuelvas a comportarte como un cretino Holmes, deja esa manía de querer hacer todo solo…deja de lado ese maldito ego Sherlock

—John…no es eso—dijo tomándome de los hombros, observándome con una auténtica mirada de preocupación—no quiero hacerte pasar por esto otra vez…no ahora, yo soy sospechoso, no tu…debo probar mi inocencia, no quiero que te transformes en un fugitivo por mí, no es necesario

—no te dejaré…sabes que siempre estaré contigo, déjame ayudarte Sherlock—dije aferrándome a sus brazos, estaba despidiéndose.

—Lo estás haciendo…—dijo juntando su frente con la mía—John, eres quien más me importa…déjame protegerte, mientras más lejos estés de mi más probabilidad hay de que estés a salvo. Quiero que vayas con Lestrade, quédate en la estación de policía, Brown no se arriesgará a buscarte allá…mantente a salvo John—ambos escuchamos las sirenas de policía a lo lejos

—Sherlock n…—me calló con un beso con sabor a desesperación, a temor…no pude evitar corresponderlo, profundizando nuestra muestra de afecto, temiendo que fuese la última vez que podría tocar sus labios, volví a sentir la amargura de una nueva despedida, lo vi tomar su abrigo y su bufanda para luego desaparecer en las sombras de la noche, no sin antes observarme desde el umbral de la puerta por última vez con genuina tristeza traspasando su fría mirada.

—te amo…—susurré sintiendo el miedo agolpándose en mi pecho, subiendo por mi garganta, hasta impedirme respirar con normalidad. Tenía un horrible presentimiento de lo que estaba por suceder…

***********************************

­—Terminemos con esta mala broma de una vez…ya no tiene gracia, se ha vuelto “aburrida”—replicó Sherlock en la oscuridad, caminando lentamente por los pasillos de la casa abandonada en la que habían encontrado a la primera víctima, intentando divisar alguna silueta entre la negrura…algún indicio que le comprobara que Brown estaba ahí. Las luces se encendieron, encandilándolo por unos segundos, forzó la vista para ver una esbelta y rubia figura femenina, aunque mucho más baja que él.

—Buenas Noches Sherlock—dijo Mary con actitud neutral, tras una exhaustiva observación. El detective no habló, parecía intentar deducir lo que estaba por suceder. Mary Morstan vestía totalmente de negro, traía guantes de piel, evitando dejar cualquier tipo de prueba corporal que la inculpara del crimen que estaba a punto de cometer.

—Así que el cobarde decidió enviarte a ti…a hacer el trabajo sucio—Observó el rizado, sin desviar la vista de los fríos ojos de Mary. De pronto ella sacó un arma apuntando directo hacia el corazón del detective

—deja de esconderte tras ese antifaz Sherlock Holmes, tienes miedo…todos lo tienen, en realidad no quieres morir, te preocupa que sucederá con John…

—Ahora eres una experta en deducir a la gente—ironizó Sherlock

—¡Dije que basta!

—entonces deja de intentar meterte en mi cabeza…no te va a gustar lo que encontrarás…

—ni en los momentos más difíciles dejarás esa actitud presumida Holmes…podrías aprovechar estos últimos instantes para redimirte.

—no puedo desprenderme de ella como de una prenda vieja, está en mi…soy yo. Pero bueno, ya que estamos aquí…y supongo que él no vendrá puedes aclararme ciertas dudas. La primera es…

—yo no lo sabía—interrumpió Mary, el arma tembló en su mano solo un instante—creí que él era…inofensivo, pensé que éramos amigos…me ayudó tanto desde que me mudé a Londres…confiaba en él, pero esta tarde vino a visitarme, me obligó a elegir…—una lágrima cayó por su mejilla

—¿qué clase de elección?

—si él te obligara Sherlock…si tú no tuvieras más elección que suicidarte o matar a John…que elegirías—el detective no se movió de su sitio, tampoco respondió a esa pregunta

—y bien…entonces lo comprenderás…lo demás puedes deducirlo por ti mismo

—Así que te dio a elegir…entre matarme a mi o asesinar a John…

—él lo sabe todo…de mí, hoy amenazó con exponerme…si lo hiciera, bastarían solo minutos para que decenas de mafiosos y criminales de todo tipo... comenzaran a buscarme para darme caza.

—tu pasado de asesina pagada te persigue eh…supongo que jamás podemos escapar de él, por más que nos esforcemos Mary…la vida siempre se encarga de recordarnos quienes fuimos.

—¿Lo dices por Moriarty? Jamás pudiste escapar de él porque es parte de ti…también Sebastian, tu ya perdiste Sherlock él desea destruirte, tu reputación, tu imagen, tu vida…y a quienes amas…¿lo entiendes verdad? Intento protegerlo…siempre he intentado cuidar a John de ti…si tan solo no hubieses vuelto, yo le habría dado una gran vida, habríamos sido felices juntos…y este preciso momento jamás tendría que haber pasado

—Mary…tu eres quien más conoce a Sebastian Brown, si me das la información necesaria…si colaboras conmigo te prometo que lograré atraparlo

—no podrás—replicó Mary con total certeza

—créeme, no soy un simple detective

—eres un hombre…un simple hombre…hay quienes son más que eso Sherlock

—John sabrá que lo hiciste…—dijo Sherlock acercándose, con extrema lentitud—Mary él te quiere, no nos hagas esto…no me alejes de él, por favor…puedo protegerlo, puedo salvarlo

—No, ¿no lo entiendes? Tu eres una amenaza para él, su vida corre peligro siempre que está junto a ti, ¡tú le haces mal Holmes! Él no logra darse cuenta…pero…tu no te lo mereces, si hubieses muerto… John te habría superado…y ahora ambos llevaríamos una vida normal juntos…quizás nos habríamos casado y tenido hijos…él te habría olvidado.

—John ya es lo suficientemente adulto para tomar sus propias decisiones y asumir la responsabilidad  de sus actos, John es la mejor persona que he tenido la fortuna de conocer en la vida, y si…estamos de acuerdo Mary, quizás jamás sea digno de él,  pero por alguna extraña razón que aun desconozco John Watson saca lo mejor de mí, y me ha elegido como su pareja, solo quiero protegerlo…deseo brindarle estabilidad, dame la oportunidad de intentar hacerlo feliz, porque él se lo merece más que nadie…yo…lo amo, con toda la calidez e intensidad de la que soy capaz…por favor, no nos alejes Mary

—tú no eres capaz de amar a nadie, un paso más Holmes y disparo—advirtió con los ojos inundados de lágrimas—yo lo protegeré de ti.

—si vas a disparar hazlo de una vez, pero no justifiques tu asesinato con el pretexto de “proteger a John” la única que se está protegiendo con esto eres tu…poniendo a salvo tu identidad falsa, escapando de los demonios de su pasado que jamás dejarán de perseguirla…a ti no te importa John, solo te importa seguir con vida…

—¡Mientes! —exclamó la rubia quitando el seguro del arma

—Mary…escúchame, podemos derrotarlo—dijo Sherlock con voz tranquilizadora, por un instante notó que un pequeño brillo de esperanza aparecía en los ojos de Mary al escucharlo—eres mejor que esto Mary Morstan, ayudaste a John con su depresión durante dos años, él te aprecia, no te vuelvas a ensuciar las manos por resolver los asuntos de otros—el detective se decidió y avanzó un paso más confiado por el cambio de expresión de la rubia.

Se escuchó el eco de un estruendoso disparo resonando en cada cuarto de la residencia abandonada, las aves volaron despavoridas hacia el amanecer…a kilómetros de ahí en un cuarto oscuro rodeado de computadoras Sebastian Brown sonreía con sincera felicidad frente a la pantalla por lo que acababa de registrar la cámara, la “bella” escena que acababan de ver sus ojos…el juego finalmente había terminado para el intrépido detective Sherlock Holmes…

 

 

 

 

 

Notas finales:

gracias a quienes leen el fanfic y por favor no olviden dejar ssu comentario al finalizar la lectura, sus impresiones son muy importantes!


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