Todo estaba en silencio solo dos respiraciones se escuchaban una un poco acelerada y la otra calmada.
- Q… Qué es lo que haces aquí?- Tartamudeo al verlo parado enfrente de la puerta.
- Viene a terminar con lo que empezamos ayer- dijo tranquilamente mientras no lo dejaba de ver.
- Glup- trago saliva al escuchar esas palabras- de qué estás hablando?- dijo mientras daba un paso hacia atrás pero choco con la cesta con balones.
Rukawa dejo de recargarse en la pared y bajo sus brazos, comenzó a caminar mientras Sakuragi lo veía, con su mirada trato de buscar un salida pero todo parecía invadido de utensilios de gimnasia, solo el camino que estaba despejado era por el que atravesaba Rukawa, al verlo acercarse dio otro paso hacia atrás y la cesta se movió desequilibrándolo volteo hacia atrás para ver que pasaba pero unas manos sostuvieron la cesta por ambos lados empujándola a la pared quedando inclinado sobre de él, el nerviosismo se hacía presente, los corazones latían con rapidez.
Su mente estaba en blanco y solo podía dejarse llevar por esa mirada profunda pero el no era un conejo asustado que se quedaba inmóvil por el medio para que lo pudieran devorar, apretó los dientes y se dispuso a enfrentarlo.
-“NO SERE DEVORADO”- pensó y se reincorporo levantándose para quedar a su altura.
- Qué quieres zorro apestoso?- le dijo mientras lo sostenía de la playera.
- A ti- le dijo sin titubear y sin dejar de verlo.
- Deja de estar bromeando conmigo?- grito.
- No estoy jugando, hoy serás mío?- dijo sin más.
- No lo entiendo- su rostro se mostraba confundido pero sin quitar el agarre de su playera y su voz seguía escuchándose furiosa.
- Lo sé eres un torpe
(⊙.⊙) Sus ojos se abrieron como platos, no sabía si enojarse o es que el no entendía la situación, mientras Sakuragi estaba desconcertado por las palabras de Rukawa este aprovecho para tirarlo al piso.
- Aaah- se quejó al caer al sentir como caía al suelo pero al igual que la primera vez alguien lo sostuvo para que no callera de lleno.
Rukawa lo observaba y aprovechando el desconcierto del otro, en cuestión de segundos jalo un par de colchonetas acomodándolas debajo del chico y se subió sobre de él.
Sakuragi no entendía nada y sin darse cuenta se encontraba acostado en las colchonetas con Rukawa sujetando sus brazos, cuando proceso lo que estaba sucediendo era demasiado tarde
- Maldito Rukawa, suéltame de una vez- forcejeaba para liberarse.
- En serio quieres que te suelte?- le pregunto mientras lo observaba, por un momento Sakuragi palideció pero él no iba dejarse arrastrar y volvió a enfrentarlo.
- Claro que si idi…….- fue callado por un beso, sus ojos se abrieron por la sorpresa y trato de separarse pero el otro sostuvo su cabeza con los brazos impidiéndola mover, con su lengua lambio su labio inferior, haciéndolo que abrirá la boca para aprovechar y meter su lengua, mientras se deleitaba con ese sabor el otro se resistía pero poco a poco iba cediendo hasta dejarse llevar y corresponder el beso .
Minutos pasaron y finalmente se separaron, sus respiraciones eran agitadas por el beso tan intenso que se habían dado.
- Dime- su voz era seria- que es lo que pretendes al hacer eso?- su mirara era firme ya no había titubeos, ni juegos, ni riñas, quería la verdad y algo que lo convenciera.
Rukawa suspiro no esperaba ver esa reacción por parte del pelirrojo, Sakuragi solo puso cara de no entender las reacciones del otro (Í â—‰_◉᷅ ).
- No quería ponerme serio pero ya que lo pides- solto otro suspiro pero nunca se levantó- eres un idiota, fastidioso, escandaloso, te la pasas molestándome y siempre quieres ser el centro de atención- hizo una pausa, Sakuragi ardía del coraje (•ï¸¡ç›Šï¸ •) .
- OYEEEE, QUIERES EMPEZAR UNA PELEA?- lo amenazo.
- Pero sin darme cuenta comenzabas a invadir mis pensamientos, siempre estaba concentrado en el Basqueball y nada más me interesaba, las chicas que me rodeaban solo eran un fastidio y nunca he sentido atracción hacia alguien pero…-hizo una pausa- comencé a observarte y mis pensamientos se llenaron de ti, de un momento a otro tu estabas invadiendo mi cabeza, a cualquier lado que volteaba siempre estabas tu.
El sonrojo en la cara de Sakuragi comenzó a crecer, no podía creer lo que escuchaba, se sentía pasmado en realidad lo que él pensaba de Rukawa no era tan diferente a lo que acababa de oír.
- Entonces eso quiere decir que te gusto?-estaba atónito.
Rukawa se tocó la cabeza soltando el agarre que tenía sobre él, desvió la mirada y un ligero sonrojo cubrió sus mejillas- Rayos por eso no me gusta hablar.
Aunque no haya recibido una respuesta afirmativa, aunque no haya dicho las palabras que esperaba escuchar, el estaba completamente seguro que su respuesta era un si, su corazón comenzó a latir y ese sentimiento de dolor que muchas veces lo había invadido iba desapareciendo , era doloroso recordar el pasado cuando aun tenia a sus padres que a pesar de ser pobres los amaba viviendo felizmente con ellos, que por cosas del destino ambos enfermaron y murieron dejándolo solo y en este momento el chico que estaba enfrente de él se estaba convirtiendo en la persona más importante para su existencia, estiro su mano hasta tocar su mejilla haciendo que lo voltee a ver y con su otro brazo comenzó a acercarlo para depositar un beso simple, sin movimiento, donde apenas sus labios se tocaron pero con tanto sentimiento plasmado en el que Rukawa no podía reaccionar.
- Te amo- solo con dos palabras hizo que aquel pelinegro perdiera la razón y que en su mente solo rondara el pensamiento de poseer a aquel chico con el que había soñado.
Todo era silencio alrededor solo se escuchaban sus respiraciones y el golpeteo de su corazón.
Rukawa levanto su mano para acariciar esa cabellera pelirroja, deslizo sus manos por su rostro hasta acercarse a sus labios que comenzó a delinear con uno de sus dedos, siguió deslizando su mano hasta abrirse paso, acerco su rostro depositando un par de besos, con su lengua preparo el área para soltar una mordida y comenzar a succionar, causando gemidos de placer a su pareja.
Sus manos continuaron bajando hasta acariciar su torso, subiendo lentamente la camisa, se separó para quitársela en su totalidad, se inclinó y empezó a succionar sus pechos, pero sus manos no dejaban de moverse, con cuidado comenzó a bajar su short junto con su ropa interior, cuando sus manos llegaron a su límite se separó, dejando a su paso un camino de besos mientras seguía bajando su ropa hasta retirarla por completo, dejando a la vista aquel cuerpo desnudo que le pertenecia.
Sus manos se posaron en sus rodillas para comenzar a escabullirse entre ellas y llegar a aquella entrada que tanto ansiaba- Ahhhh- se quejó Sakuragi al sentir como su entrada era profanada, Rukawa introdujo un dedo para empezarlo a acostumbrar, después inserto el segundo iniciando un movimiento de tijera para dilatar la entrada pero un quejido de dolor se hizo escuchar que no pasó desapercibido por el pelinegro, así que se acercó para besarlo y distraerlo, comenzó con sus labios se deslizo hasta su cuello soltando una mordida para introducir el tercer dedo, su entrada era húmeda y caliente, excitándolo a quererlo penetrar de una vez, la preparación termino dejando a un jadeante y acalorado Sakuragi tirado enfrente de el, se retiró con rapidez, despojándose de su ropa para quedar iguales.
Sus miradas se cruzaron demostrando pasión y lujuria era el momento se acomodó entre sus piernas levantando una de ellas y con su mano acomodo su miembro cerca de la entrada listo para penetrarlo cuando… se escuchó una puerta abrirse.
- Hanamichiiiiii, ya venimos por ti- grito el ejército de Sakuragi que se encontraba en la puerta.
- Eh? Parece que no está?
- Qué hacemos lo esperamos?
Los dos jóvenes encerrados en el almacén pararon sus acciones al escuchar aquel alboroto.
- Maldición no sabía que iban a venir- susurro al oído de su pareja.
- Quítate que nos pueden encontrar- volvió a susurrar mientras le daba pequeños empujones para alejarlo.
- No- dijo seriamente.
- Eh?- su cara era de sorprendido.
- Hoy serás mío- su mirada era determinada, así que se acercó para introducir su miembro.
- No espera Rukawa Ahhhh- soltó un quejido silenciado por sus manos al sentir invadida su entrada.
- MMMM creo que no está, donde se habrá ido?
- Deberíamos irlo a buscar al salón, quizás olvido algo ahí?
- Sus cosas aun están en el salón del club
- Puede que se haya ido a comprar una bebida
- Bueno- suspiro- y nosotros que venimos para regresar todos juntos a casa
- quizás está haciendo un entrenamiento secreto?
El vaivén de las caderas era lento para empezarlo ha acostumbrar (que buen entrenamiento no creen? (¬â€¿¬)).
- Vámonos ya
- Pero hay que esperarlo
- Pero ni siquiera sabes a que hora llegara
- Mejor mañana venimos por el
Todos asintieron y cerraron la puerta para alejarse, cuando no escucharon más ruidos, el pelirrojo logro liberar aquellos quejidos que trataba de silenciar y Rukawa comenzó ha arremeter más contra él.
- Aaah aaah aaaah- gritaba mientras era embestido por su pareja.
Alzo sus brazos para sostenerse de su cuello y abrazarlo mientras esta lo embestía con mas fuerza, liberándose al sentir como su miembro comenzaba a golpear su próstata, llevándolo a la éxtasis del placer.
El placer inundaba a ambos jóvenes, Rukawa se recargo sobre Sakuragi, levantando sus piernas para poderse adentrarse más y comenzó a embestirlo con fuerza, Sakuragi se sostuvo de nuevo de su cuello, ambos estaban a punto de terminar y con una estoca que le propino al pelirrojo gimió de placer encajando sus dientes en el cuello del otro y derramando su semilla en sus vientres, dos estocadas más y el pelinegro se vino dejándose caer sobre el pecho del pelirrojo.
Pum! Se escuchó un ruido seco y era Sakuragi golpeando a Rukawa.
- Idiota como te atreves a hacerme eso que tal si nos descubren- su ira y rubor crecían a la par.
- Pero no nos descubrieron- dijo sobándose la parte afectada.
- No puedo creerlo hasta para mi esto es irracional?- estaba atónito.
- Irracional? no sabía que conocías esa palabra- dijo quitándole importancia a lo dicho por el pelirrojo.
- Esto no puede estar pasando- lloraba a cantaros.
- Claro que si ahora eres solamente mío- le dijo mientras se acercaba para darle un beso.
Al día siguiente todo continuo con normalidad, se pelearon en la entrada, se durmieron en la clase, se golpearon salir, ambos parecían normales solo con una diferencia de los días anteriores y esta era que ambos estaban llenos de cicatrices y curitas, finalmente las clases terminaron dirigiéndose a la práctica siendo estos los últimos de salir del salón cuando entraron al gimnasio todos los observaban por unas extrañas marcas en su cuerpo, siendo el centro de atención de todo el equipo.
- sssssh shhhh acérquense un momento, oigan ya vieron a Hanamichi y Rukawa? Se habrán vuelto a pelear?- susurro Takemiya
- No lo sé pero los dos parecen como siempre- comento Noma
- Pero la pelea de esta vez pareció que fue más fuerte no creen?- Takemiya comenzó a sacar dulces de sus bolsillos para comerlos.
- Eh? Por qué lo dices?- Occus se unió a la conversación
- Esta vez se agarraron a mordidas miren las marcas de dientes que tienen ambos en sus cuellos- señalando a ambos jóvenes que comenzaban a discutir.
- Se habrán creído perros rabiosos?- Dijo Occus con su mano en su mentón y viéndolos detenidamente.
- Sus instintos naturales salieron a relucir- Dijo Noma como si lo que hubiera dicho fuera una gran idea.
- Je, tienen razón sus instintos naturales salieron a flote pero no como ustedes creen
- Eh Yohei tu sabes algo?- todos lo miraron esperando su respuesta
- Digamos que solo lo imagino- soltó una risa mientras mantenía sus manos en sus bolsillos.
- Ah ya sé, quizás por eso no estaban practicando ayer, se fueron a pelear y terminaron en ese estado- completo Occus imaginando lo que sabía Yohei
- No puede ser, por qué Sakuragi y Rukawa no pueden llevarse bien?- dijo con tristeza Haruko, aunque solo uno de los presentes sabia la verdad.
- “Jejeje nadie se imagina lo bien que se llevan ahora pero me pregunto por qué habrán terminado en ese estado?”- pensaba Yohei después de escuchar las palabras de Haruko.
En una esquina de la cancha dos chicos discutían.
- Maldito Rukawa todo por tu culpa estamos así.
- Torpe si no hubieras empezado a discutir, nada nos hubiera pasado.
- Yoooo? tu tuviste la culpa y también me mordiste ahora todos se nos quedan viendo, que vergüenza.
- De que te quejas tu también me mordiste.
- Hmp es diferente la mía fue por amor y la tuya por placer “ok esto no ha sonado bien”- su rostro enrojeció por percatarse de lo que acababa de decir.
- Olvida lo que dije pero fue tu culpa que termináramos así- sentencio.
- No recuerdo que eso haya sido así- contesto el pelinegro al comenzar a recordar.
------Flash Back-----
Después de su apasionada sesión de amor ambos chicos empezaron a vestirse y se levantaron de aquel lugar.
- Maldito zorro apestoso, como te atreves ha hacer eso? Que no ves que casi nos descubren- seguía discutiendo el mismo tema.
- Pero no nos descubrieron- dijo tranquilamente mientras se ajustaba su short
- AAAAAAAAH- grito por la desesperación sujetándose su cabeza, bajo las manos y se acercó a él pero cuando iba a dar un paso una punzada en la parte inferior lo hizo detenerse de golpe.
- No deberías moverte mucho vas a estar adolorido- el sonrojo en el chico pelirrojo comenzó a crecer de nuevo.
- Deja de molestarme- grito mientras arrojaba un balón que estaba cerca de él y el otro lo esquivo sin esfuerzo.
- Pero…- levanto su mirada al escuchar su voz- pronto te acostumbraras- sonrió para su pareja.
- Tuu Tuu idiota- se paró sin importarle el dolor aventó un balón que encontró y después le comenzó a tirar puñetazos, sin darse cuenta el balón reboto en la esquina dándole a una pila de utensilios de gimnasia que comenzaron a tambalearse y cayeron sobre de ellos
- Torpe
- mañana no me voy ha poder levantar
----- Fin Flash Back-----
Se escuchó un suspiro salir de ambos chicos mientras se miraban uno a otro una sonrisa se asomaba en sus rostros, después de tanto tiempo estaban juntos , sin que nadie se diera cuenta Rukawa tomo la mano del pelirrojo y la acerco a su boca para depositar un beso sobre de ella haciendo sonrojar y una deslumbrante sonrisa surco sus labios, por la felicidad de tener a la persona que amaba a su lado.