Nuestra primera pelea
Rukawa y Sakuragi llevan tres meses saliendo, hasta el momento nadie se ha enterado de la relación que mantienen en secreto, aunque ninguno se lo imaginaria si viera a ambos peleando, gritando y golpeándose cada que sus miradas se cruzan.
Después de las practicas se quedaban entrenando en el gimnasio, todo parecía tan típico de ellos, entrenando cada uno en un lado de la cancha, sin dirigirse la mirada o la palabra pero cuando guardaban el equipo, se escondían entre las colchonetas de gimnasia para demostrar el amor que sentía el uno por el otro, se besaban y abrazaban y en una que otra ocasión lo hacían en ese lugar.
- Sakuragi- gritaba una joven muy animada corriendo a su encuentro.
- Haruko- susurro como si su voz se empezara a trabar
- Qué bueno que te encuentro- tomo un poco de aire- me dijo Ayako que hoy no habrá practica
- Y eso por qué?- pregunto desconcertado
- Lo que pasa es que hoy van a fumigar el gimnasio antes de la última clase, hoy y mañana estará completamente cerrado y nadie podrá entrar hasta el día lunes- le explico
- Aaaaaaaaah con razón estaban sacando las cosas del almacén- se puso en pose pensativa.
- Le puedes avisar por favor a Rukawa también- su voz era tímida.
- Y yo por qué tengo que hacer eso?- se exalto un poco ya que apenas hace unos minutos se había peleado en el salón con él.
- Lo… loo- comenzaba a ponerse nerviosa- lo pasa es que tu estas en su misma clase y se sienta enfrente de ti, seria… más fácil si tú le avisaras- seguía siendo la misma que en primer año, cuando hablaba de él se ponía tímida y nerviosa, ella aún seguía enamorada de Rukawa, Sakuragi sintió una punzada en el corazón que hizo que se sintiera un poco deprimido, nunca imagino que la chica de la cual estaba enamorada en primer año y por la cual entro al equipo de Basquetbol le siguiera gustando Rukawa y sentía como si la traicionara porque ella se ha convertido en una gran amiga y él se encontraba en una relación con aquel pelinegro
- Si, está bien Haruku- dijo un poco desganado.
- Muchas gracias Sakuragi, iré a avisarle a los de primero- se despidió y salió corriendo.
Vio con tristeza como se alejaba, quizás aquella joven era una de las razones por la cual no se atrevía a hablar sobre su relación con el pelinegro, bueno no era solo una razón, ella era la razón principal, suspiro y camino hacia el baño.
La hora del almuerzo comenzó y Sakuragi se reunió con sus amigos a comer.
- Últimamente los días están muy aburridos, no hay nada que hacer- dijo Occus jugando a sostener un lápiz con su labio superior y su nariz.
- Si desde que entramos a segundo, ya ni siquiera vagamos o peleamos con alguien, todas las escuelas de alrededor no se atreven a armar un alboroto por la leyenda del maniático sanguinario de cabello rojizo
- Mmmmm- alzo la cabeza porque todos lo estaban volteando a ver.
- Pero nuestras calificaciones han mejorado y mi mamita ya no me regaña- hablo Noma levantando el dedo índice para recalcar el lado positivo
- Qué les parece si hacemos una competencia?- dijo Occus animadamente.
- Si como una de comida- completo Takemiya
- Gordo tu solo piensas en comer- dijo Occus aventándole su lápiz a la cabeza
- Que es una buena idea?- dijo Takemiya mientras se empinaba la bolsa de papas
- Y si hacemos una competencia atlética como unas carreras, levantamiento de pesas o algo asi?- ahora hablo Noma
- Eso es ridículo, además Hanamichi ganaría todas las competencias- respondió Occus
- Y qué tal si se ponen a estudiar?- dijo Yohei, los tres se voltearon a ver y siguieron hablando
- No, necesitamos algo más entretenido como el record de rechazos de Sakuragi- habló Occus
- Malditos, solo les gusta burlarse de mis desgracias verdad- gruño, todos se asustaron y se escondieron atrás de Yohei
- Y si salimos por ahí el día de hoy, a ver que encontramos para entretenernos- dijo Occus
- Me parece buena idea, también podríamos ir a los videojuegos- completo Noma
- Siiii y por algo de comer- dijo Takemiya
- Gordo otra vez tú y la comida?- coloco su mano en su cabeza y la agito- Hanamichi quieres acompañarnos?, hoy no tienes entrenamiento verdad?- dijo Occus
- Si, me dijo Haruko que hoy no habría entrenamiento porque van a fumigar el gimnasio- hablaban con la boca llena
- Bueno pues ya está decidido hoy a la hora de salida nos veremos en el gimnasio- afirmo Occus
-Y por qué en el gimnasio? si va estar cerrado- pregunto Noma
- Muy fácil, porque detrás del gimnasio es donde las parejas van a confesarse quizás podamos tener un buen espectáculo- dijo Occus giñando un ojo
- Siiiiiiiiii vamos a ver si encontramos a otro desdichado como Hanamichi que sea rechazado por la sociedad y las mujeres- grito Takemiya
- Siiiiiiiiiiiiii- gritaron Occus y Noma
- Trio de idiotas- grito desde su lugar y se paró- si los atrapo los voy a mataaaaaaaaaaaaar
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah- corrían en círculos por toda la azotea y Yohei se reía de ellos
A la hora de la salida.
- Y los demás?- pregunto Sakuragi sorprendido al no verlos.
- Se adelantaron, ya sabes como son- dijo Yohei soltando una sonrisa ladina
Caminaron hacia el gimnasio y llegaron a la entrada pero no vieron a nadie, de repente escucharon murmullos detrás del gimnasio y se acercaron para observar viendo a los tres jóvenes escondidos detrás de los arbustos, ambos se rieron y se acercaron silenciosamente y pum, pum, pum les dieron un zape a cada uno que hizo que su cabeza se hundiera en el arbusto.
- Jajajaja- los dos se rieron
- Cállense- habló Occus mientras hacia una seña de silencio y los jalaba del brazo para que se agachen y observen el espectáculo
- Esto es épico miren- señalo a la pareja que se encontraba detrás del gimnasio habló Takemiya
- Son- hizo una pausa- Rukawa y Haruko?- pregunto el pelirrojo con cara atónita
- Si, parece ser que finalmente Haruko se le declarara a Rukawa- dijo Takemiya
- Si después de tanto tiempo al fin va a confesarse- completo Occus
- Aunque me pregunto por qué decidió hacerlo ahora?- hablo Takemiya
- Quizás sus amigas la animaron, ambas están escondidas detrás de esa pared- señalo el lugar donde las dos jóvenes se escondían respondió Noma
- Escuchen parece que ya va hablar
- Ruukawa- tartamudeaba al hablar
- Que quieres?- hablo secamente
- Yo… yo quería decirte que desde hace mucho tiempo me… me… me gustas- se sonrojo
- MMMMM- parecía fastidiado
- Bueno eso es todo- intento correr hacia donde estaban sus amigas y se tropezó con una piedra
- Aaaah- grito pero fue sostenida por la cintura para que no se cayera, su sonrojo creció mas, volteo a ver a sus amigas que la animaban a que siguiera, no la había rechazado, quizás tenía una oportunidad, giro su rostro hacia él y se colgó de su camisa, se paró en las puntas de sus pies y le dio un beso en los labios, Rukawa abrió los ojos de par en par y se alejó de inmediato
-Ssssh- fue el sonido que escucho cuando un pelirrojo salió de detrás de los arbustos su rostro parecía afligido.
- Ha…- estiro su mano pero aquel joven se fue corriendo a toda velocidad.
- Ru…- Haruko volteo a ver a Rukawa y trato de hablar con él pero la mirada de odio que le soltó la hizo estremecer, sus ojos estaban llenos de ira.
- No te me acerques- hablo con voz fuerte y grave, paso de largo de ella
- Hanamichi- grito y salió corriendo tras el pelirrojo, ella solo vio cómo se alejaba pero alguien le obstruyo el paso.
- Quítate, necesito ir tras de él- parecía angustiado
- No dejare que te le acerques – traía las manos dentro de sus bolsillos y semblante era serio
- Yohei, qué es lo que está pasando?- preguntaron los tres al ver la pose en la que estaba, sabían que estaba preparado para pelear con todas sus fuerzas.
- Ustedes tres vayan detrás de él y vean que no le pase nada- les ordenó
- Pero….- intentaron hablar porque no entendían que era lo que pasaba
- Vayan de una vez- los volteo a ver, su mirada era afilada y seria, como cuando iban a enfrentar a un enemigo bastante fuerte, ellos solo se miraron entre si y se fueron tras de él.
- Qué es lo que quieres?
- Te lo advertí, te dije que si le hacías daño te enfrentarías a mí, vamos ponte en guardia- saco sus manos de sus bolsillos
- No tengo tiempo para esto- intento esquivarlo pero Yohei se colocó enfrente de él, Rukawa retrocedió un paso al ver venir un golpe directo a su estómago que detuvo con una mano.
- Vaya tendré que esforzarme un poco más- sonrío
-Eh?- se sorprendió por la sonrisa de Yoei y en un instante
- Agg- se quejó al sentir como su otro puño lo golpeaba en el estomago
- Créeme no saldrás ileso de este lugar y no te iras hasta que esté satisfecho
- Tengo que ir tras de él, si no lo hago se alejara de mí y no lo podré recuperar
- Esta bien pero primero te daré una lección
-Pov Haruko-
Hoy fui convencida por mis amigas para que me declarara a Rukawa, la verdad desde hace años he estado enamorada de él pero por mi timidez nunca me atreví ni siquiera a acercarme, lo cite detrás del gimnasio para hablar con él, a sus espaldas estaban mis amigas dándome apoyo desde lo lejos.
- Me gustas
Finalmente lo había dicho pero no recibí respuesta, me puse nerviosa e intente alejarme lo mas rápido posible pero tropecé con una piedra y sentía como caía, pero él me sostuvo mi sonrojo creció más era la primera vez que me tocaba, mis amigas me incitaban a que lo hiciera, así que me levante un poco lo tome de la camisa y le di un beso, para mi esta era mi única oportunidad y no podía desperdiciarla, después de tantos años finalmente pude decirle lo que sentía y probar aunque sea una vez sus labios, él se exalto estaba sorprendido.
Se escuchó un ruido detrás de nosotros, gire a ver y vi a Sakuragi, su cara parecía triste, pensé que era porque él estaba enamorado de mi desde que me conoció pero al ver a Rukawa me sorprendí parecía preocupado y un tanto asustado, intento hablar pero pude ver como Sakuragi corría, quise hablarle pero sus ojos estaban llenos de rencor y odio
- No te me acerque
Esas palabras me dieron miedo, sentía como me quería apuñalar con ellas, en un instante se encontraba corriendo en dirección donde estaba Sakuragi, yo intente seguirlo para disculparme, sentía que había hecho algo malo pero no sabía que y vi como Yohei le impedía el paso.
- Necesito ir tras el
- No dejare que te le acerques
- Te lo advertí, te dije que si le hacías daño te enfrentaras a mí
- si no lo hago se alejara de mí y no lo podré recuperar
Fueron las frases que resonaban en mi cabeza, hasta que encontré su significado y recordé que cuando Rukawa se alejó grito el nombre de Hanamichi, me di cuenta que el no mostraba ese rostro por mi sino por Rukawa y comprendí porque Rukawa me veía con tanto odio, sin darme cuenta he cometido un gran error.
-Fin Pov Haruko-
Lejos de aquel lugar un joven pelirrojo se encontraba corriendo a toda velocidad sin ningún rumbo en específico.
-Pov Sakuragi-
Pensé que el día de hoy sería un día divertido pero me equivoque, al verlos escondidos en los arbustos sabía que habían encontrado algo entretenido y nos divirtió molestarlos, cuando vi a quienes espiaban solo permanecí inmóvil.
Eran Rukawa y Haruko, justo hoy en la mañana estaba pensando en este secreto que tenemos y lo afectada que ella estaría si se enterara y en estos momentos me tope con esta escena que hace que mi corazón duela- sujeta su pecho con su mano mientras aprieta la camisa.
- Me gustas
Esas palabras resonaron en mi cabeza, trate de pensar en lo positivo, ella era mi amiga y la quiero mucho, está bien que ella se declare, aunque sabía que Rukawa no le iba a corresponder, al menos eso fue lo que intente pensar por que al subir mi mirada pude ver como el la sostenía por la cintura y ella lo besaba, no podía soportarlo más, me levante de mi lugar, mirándolo a los ojos, esperando una respuesta pero cuando intento hablarme mis piernas fueron más rápidas que mi cerebro y empezaron a correr.
No quería verlo, no quería escucharlo, ni siquiera a ella, yo solo quería que ella desapareciera y esos pensamientos hacían que me confundiera aún más.
-Fin Pov Sakuragi-
Después de una hora de correr sin rumbo finalmente se detuvo, se sentó en una banca debajo de un árbol, veía como las hojas se movían y dejaban pasar pequeños rayos del sol, dejo que la brisa lo refrescara y le ayudara a calmarse.
- "Qué es lo que me pasa?"- bajo su cabeza al nivel de sus piernas mientras la sostenía con sus manos- "Sabia bien que el era muy popular con las mujeres pero siempre pensé que el me quería al menos un poco"- una lágrima se asomaba por el rabillo del ojo- "Aunque quiero pensar que es algo bueno para Haruko porque es mi amiga, aún así en realidad yo lo quiero solo para mi"- se lamentaba por esos pensamiento.
Cerca de ese lugar un joven pelinegro buscaba a alguien con desesperación.
- "Maldita sea, dondé demonios se habrá marchado?"- ya llevaba más de 30 minutos buscándolo
Pregunto a algunas personas que iban pasando y le dijeron que había visto a un pelirrojo cuando pasaban por el parque, el agradeció la información y se fue a buscarlo.
En una banca, con la cabeza agachada y su mirada fija en el suelo, se encontraba aquel muchacho, tenia un aura deprimente.
- Al fin te encontré- se estremeció al escuchar esa voz y volteo a ver a la perdona que le pertenecía.
- Rukawa?- su tristeza se había ido ahora estaba sorprendido al ver el estado en el que se encontraba, su ropa estaba sucia parecía que se había revolcado, su cara tenia unos cuantos moretones y de su labio escurría sangre- "Parece que se metió en una pelea"
Rukawa comenzó a caminar hacia el estaba a pocos pasos.
- NO TE ME ACERQUES- su voz estaba llena de rencor
- Déjame explicarte- estiro sus manos como tanteando el terreno
- NO HAY NADA QUE EXPLICAR, YO SÉ LO QUE VI- no quería escuchar explicaciones, él se seguía acercando
- SI TE ACERCAS MÁS TE GOLPEARE HASTA MATARTE- seguía furioso, Rukawa suspiro
- "Esto va a ser difícil, todo por ese maldito que no me dejo irme, tendré que hacer eso otra vez" Torpe- lo miro con desgano
- MALDITO ZORRO APESTOSO TE MATAREEEEEE- grito y corrió desde su lugar para acertarle un golpe en la mejilla
- Agg- se repuso de inmediato y se puso en posición de defensa, aunque Sakuragi lo golpeaba con todas sus fuerzas en ningún momento contraatacó.
- MALDITO ZORRO ATACA- seguía soltando golpes
- No- Sakuragi dejo de golpear
- Por qué no te vas con ella?- su voz sonaba muy débil
- A que te refieres?
- No te estabas besándote con Haruko, ella se te confeso y después se besaron- el decir esas palabras hacia que su corazón doliera
- "Otra vez entendió todo mal"- giro los ojos- Si se me confeso- puñalada a su corazón- pero yo no la bese, ella lo hizo cuando me distraje
- MENTIROSOOOO la estabas sosteniendo por la cintura- gruño
- Si, porque se iba a caer y la sostuve
- Entonces eso fue lo que paso?- se sorprendió al escuchar lo que paso en realidad
- Si
- NO ES CIERTO, ADEMÁS POR QUÉ TARDASTE TANTO EN ENCONTRARME? Tu seguías con ella
- No pude encontrarte antes porque Yohei no me dejo ir tras de ti y terminamos peleando
- Eh? Entonces por eso estas todo golpeado?
- Si
- Jajajaj- se rio a todo pulmón- maldito zorro te lo mereces por estar engañándome pero, espera acaso Yohei sabe de nosotros, desde cuándo?- su rostro parecía pálido
- Si, desde el principio
- AAAAAAAAAAAh no puede ser y yo que trate de ocuparlo- estaba hecho bolita en una esquina
- Y como me encontraste?
- Fui detrás de ti y salí de la escuela, como no te encontré regrese, nunca me imaginé que estuvieras detrás del parque de la escuela
- Eh? Si yo solo me heche a correr y apenas pare
- Torpe ni siquiera te diste cuenta que corriste en círculos
- MALDITO ZORRO APESTOSO NO ME DIGAS ASÍ- grito a todo pulmón pero él lo sujeto de los brazos y lo beso
- Aaaaagg como te atreves, ni creas que…- lo volvió a besar- oye…..- lo volvió a besar- deja…..- volvió a callarlo con un beso- hey….- finalmente se rindió y se dejó llevar
- Ya estás bien?- Sakuragi suspiro e hizo un puchero
- Pero no vuelvas a dejar que nadie te bese de nuevo
- Ni siquiera tú?
- Grrr solo yo puedo besarte
- Está bien
A lo lejos un joven pelinegro observaba a la feliz pareja que ahora se reía.
- Bueno parece ser que ya todo se arregló- sonrió y se alejó silbando alguna melodía
Los celos de Sakuragi
Kaede Rukawa siempre ha sido muy popular con las mujeres desde que estaba en secundaria pero ahora que están cursando su tercer año de preparatoria, las cosas se están poniendo más complicadas para cierto pelirrojo que pareciera que en cualquier momento va a estallar.
- Kyaaaaaaaaaaaaaaa- gritaron todas a la par- Rukawaaaaa eres el mejor
Las animadoras de Rukawa aumentaron considerablemente, casi toda la escuela iba a verlo, hasta los grupos de primer año tenían un calendario para turnarse los días en que lo irían a apoyar.
En su primer año de escuela fue el novato estrella nombrado como uno de los mejores 5 durante el campeonato, llego a las nacionales, jugo contra el mejor equipo de las nacionales y gano aunque después perdieron, fue seleccionado para representar a Japón, en segundo año gano las nacionales y ahora en tercer año fue nombrado como el capitán del equipo de Basquetbol claro está que ninguna recuerda que no fue solo su participación sino que fue gracias a todo el equipo que llegaron tan lejos como un pelirrojo que no se cansaba de dar vueltas de un lado para otro.
-Te amamos Rukawaaaa
- POR QUE DEMONIOS NO SE LARGAN QUE NO VEN QUE NO NOS DEJAN ENTRENAR- gritaba mientras apretaba el balón
- Siiiiiiii Rukawa tu puedes
- Malditas mujeres como las odio- refunfuñaba apretando unas pinzas para hacer ejercicio
- Cálmate Hanamichi ya hasta deberías estar acostumbrado ha sido así desde que entro a la escuela- dijo Yohei
- Pero este año el número de animadoras aumento considerablemente- dijo Occus
- Yo escuche que hasta se están turnando para venir animarlo- completo Takemiya
- En serio?- pregunto Yohei
- A mi me dan ganas de amarrarlas y aventarlas a un barranco- ya se imaginan quien hablo
- Pero si te metes con una de ellas te metes con todas- dijo Occus
- Eso es verdad, como lo que le paso a ese chico de segundo año Rinura… Rianna… Riiii…..- hablo Noma
- Ah hablas de Ryusuke de la clase B- dijo Occus
- Si ese mismo
- Qué fue lo que le paso?- pregunto Yohei
- No te enteraste?, según sé, se atrevió a tomar una foto de Rukawa que le pertenecía a una de las animadoras y la rompió frente a sus ojos
- Y que paso?
- pues entre todas lo apalearon con las escobas, pupitres y todo lo que encontraron
- Ah ya, fue el que casi fue a parar al hospital por tanto golpe
- Si ese mismo
- Solo alguien tan valiente o tan tonto se atrevería a hacer algo así enfrente de ellas
- Es verdad, sería mejor hacerlo y que no se enteraran quien fue
- Si pero aun así intentarían buscar al culpable y cuando lo encuentren será peor
- Hanamichi tu qué opinas?
- "Es verdad, puedo deshacerme de todas ellas en muy poco tiempo, si les hago una que otra broma terminaran huyendo despavoridas, se alejaran de este gimnasio para siempre y ya no estarán revoloteando como moscas alrededor de Rukawa, es perfecto"- pensó mientras se reía para sus adentros- MUY BIEN ESTA DECIDIDOOOOOO- se levantó y dio su grito de guerra finalmente podría descansar de tanto grito.
Primer día: Eran las 9 de la noche cuando un joven pelinegro se despedía de un pelirrojo al dejarlo en su casa, el entro a su casa dejo sus cosas y espero 5 minutos, salió de su casa y se asomó por la entrada para ver si ya se había ido su novio, al ver que no había moros en la costa regreso corriendo, tomo un pañuelo negro y lo amarro en su cabeza tipo ladrón, agarro su mochila y se fue corriendo hasta llegar al gimnasio, lo abrió con el duplicado que había sacado a escondidas de la sala de profesores, de su mochila saco un paquete de bolsas en forma de salchicha como de 2 metros de largo, su contenido parecía viscoso lo acomodo en las orillas que quedaron unidas a lo largo del todo el gimnasio.
- Con esto será suficiente- sonrió maliciosamente- pronto me librare de esa plaga jajajajaja- reía como maniático
Al día siguiente la práctica comenzó.
- Rukawa, Rukawa eres el mejor, Rukawa, Rukawa eres el mejor, Te amamos Rukawaaaa
- "Malditas arpías, me las pagaran"- su sangre hervía del coraje- "jejeje es momento de comenzar"- canturreo para sí mismo, se escabullo a la entrada más lejana de las canchas, tomo dos hilos y los jalo, las bolsas se rompieron y de ellas empezó a salir una sustancia viscosa y resbalosa.
-RUKAWA, RUKAWA ERES EL MEJOR, RUKAWA, RUKAWA ERES EL ME….. AAAAAAAAAAAAAH- gritaron todas las animadoras que estaban en el segundo piso al resbalarse
- Qué es esto?
- agh no me puedo levantar
- Mi uniforme se ensucio
Chillidos y quejidos se escuchaban desde el segundo piso y un pelirrojo sonreía satisfecho.
- Muy bien- alzo la voz mientras aplaudía con sus manos para llamar la atención- vamos a entrenar- dijo ignorando los quejidos de las chicas.
Dieron las 6 de la tarde y todos estaban limpiando el gimnasio.
- Quien habrá hecho esto?
- No lo sé pero ahora tenemos que limpiar todo este desastre antes de irnos y la práctica termino más temprano
- Si ahora tenemos más trabajo
- Hey ustedes dejen de estar hablando y apúrense a limpiar- grito desde las cachar Sakuragi
- Si- gritaron a la par
Un pelirrojo corría de un lado al otro limpiando el lugar y mientras tarareaba una canción
- Parece que el Sakuragi sempai está de muy buen humor a pesar de que tenemos que estar limpiando por culpa de alguien mas
- Si yo pensé que estaría gritando y pataleando porque no quería hacer limpieza
- Quizás algo bueno le paso
- Bueno al menos hoy pudimos descansar de los gritos de todas las chicas
- Si a veces aturden con tanto grito
-MMMMMM- dijo mientras veía a un pelirrojo alegre correr de un lado a otro.
Esa misma noche Sakuragi se escabullo de nuevo al gimnasio vestía todo de negro, usaba una mascarilla y en la espalda cargaba una mochila de fumigación.
- Bien es el momento de empezar- pasaba de un lado a otro roseando las cortinas con un líquido extraño mientras reía como loco maniático
Al día siguiente cuando iba empezar la practica
- Vamos chicas, hoy si vamos a apoyarlo
- SIIIII- Gritaron todas pero cuando subían las escaleras un aroma nauseabundo las hizo salir corriendo, los integrantes del equipo subieron a ver que pasaba y salieron corriendo de la misma manera.
- Pero que está pasando? huele horrible otra vez nos va a tocar limpiar allá arriba
- Si, pero al menos podremos practicar ya que aquí abajo no huele a nada
La práctica volvió a terminar temprano, algunos se tapaban la nariz con las manos, otros se pusieron unas pinzas y otros prefirieron limpiar abajo.
- Bueno, terminemos rápido para irnos- se coloco un pañuelo en la nariz y subia y bajaba de las escaleras para descolgar las cortinas, las metia en una bolsa y entregaba un paquete a cada alumno para que las lavaran.
- Parece ser que el sempai hoy también tiene mucha energía
- Si al menos ya no nos tocó bajarlas a nosotros
- Tienes razón
- MMMMMMMMMMMM "algo extraño está pasando"- pensó mientras lo miraba sonreír
Esa misma noche volvió a entrar al gimnasio, llevaba una cubeta y un trapeador , bailaba de un lado a otro mientras mojaba el piso con una sustancia extraña.
- jejeje dentro de poco esto terminara y finalmente podre estar tranquilo- dijo viendo su obra terminada.
- Bien chicas todo parece normal, subamos- antes de subir miraron si había algo extraño alrededor pero todo parecía bien, subieron las escaleras y a mitad del camino.
- Aaah, qué es esto?, mis zapatos se quedaron atorados.
- No otra vez- varias intentaron subir pero se quedaban atoradas en todo el camino, el piso de arriba también está igual- gritaron otras chicas
Así paso el resto de la semana haciéndole bromas a las chicas, como lanzarles insectos o mojarlas antes de entrar al gimnasio
- "jejeje al menos esta semana pude descansar, el fin de semana montare mi última trampa con eso todas ellas dejaran de venir"- pensó mientras se reía para si mismo
Nuevamente se quedaron a limpiar todo el lugar, la noche llego y se fueron a casa, como era costumbre Rukawa se quedaría el fin de semana con el, cenaron, se bañaron y se fueron a dormir, pasaba de media noche y un pelirrojo abrió un ojo buscando alguna señal que le indicara que su acompañante estaba despierto, como parecía profundamente dormido se levantó con cuidado y salió a hurtadillas.
- Bien con esto no creo que se acerquen nunca jajjajajaja- se carcajeaba a todo pulmón- es hora de empezar, saco las herramientas de su mochila y empezó trabajar.
- Trrr, trrr, clack, clack, sssh- eran los ruidos que se escuchaban por todo el gimnasio, acababa de cortar una madera cuando una sombra apareció detrás suyo, un escalofrió recorrió su espalda al reconocer la sombra, giro lentamente la cabeza y se quedó inmóvil, abría la boca como intentado sonreír.
- Rukawa?- intentaba esconder las herramientas detrás de su espalda pero fue cachado con las manos en la masa, comenzó a sudar con desesperación al ver que la cara de aquel joven no cambiaba de expresión e intento correr pero fue atrapado de su camisa.
- Y bien?- comenzó su interrogatorio- que estás haciendo?
- Qué haces aquí?- estaba en shock
- Un tonto me dejo abandonado en la cama, vi como salías a hurtadillas de la casa y te seguí- se notaba el enojo en su tono de voz
- Así que tu eras el que estaba haciendo todas estas cosas- lo miraba imponentemente desde arriba
- MMMMM- otra vez comenzó a sudar
- por qué lo estabas haciendo?
- es que… estaba aburrido
- mmmmmmmm- su mirada era acusadora no creía nada y el pelirrojo lo sabia, no soporto la presión y comenzó a hablar.
- Es que estoy harto- desvió la mirada
- De qué?- puso una expresión de no entender
- Todas esas chicas están de escandalosas, no me dejan concentrar, se la pasan gritando tu nombre, gritan que te aman y todo el tiempo quieren estar pegadas a ti y aunque tu no les hagas caso siguen detrás de ti, solo quería que se alejaran un poco- seguía sin mantenerle la mirada
Rukawa lo vio y analizo cada expresión del pelirrojo
- Bien- parecía que le había creído- pero- un escalofrió lo recorrió al ver un brillo extraño en sus ojos- como tienes tanta energía tengamos una noche entera de sesiones de amor para que no sigas con esto
- Eh? no RUkawa espera, no lo volveré hacer, ya estoy muy cansado con lo de hace rato, por favor compadécete de mí, RUKAWAAAAAA- gritaba mientras era arrastrado por toda la calle por un pelinegro que estaba imaginando todo lo que iban a hacer mientras se saboreaba sus labios.
Llegó el lunes, hoy era el día donde todas las animadoras se reunían el lugar estaba a reventar y las jóvenes estaban más emocionadas que nunca.
- RUKAWA, RUKAWA, ERES EL MEJOR, RUKAWA, RUKAWA ERES EL MEJOR
- Aggg malditas mujeres ojala viniera un remolino y se las llevara a todas a la tierra de oz- estaba furioso mientras apretaba el balón hasta que lo reventó, gesto que no pasó desapercibido por cierto pelinegro.
- Bien- aplaudió- reúnanse todos- hablo Rukawa- dio las instrucciones a todo el equipo ellos asintieron y se separaron, Sakuragi suspiro resignado y comenzaba a alejarse.
- Hanamichi – la voz de Rukawa le hizo detenerse, para el no era extraño responder a su nombre pues siempre se hablaban por sus nombres cuando estaban a solas, pero para el resto del equipo fue un acontecimiento que llamo la atención de todos, lo tomo del hombro e hizo que se girara un poco, le sostuvo el mentón y se pegó a su costado dándole un beso por la espalda dejando a todos atónitos, el silencio invadió todo el lugar, Sakuragi al darse cuenta de lo que había pasado se puso rojo
- Por qué?
- Con esto todo se resolverá- dio una sonrisa y él le correspondió
Días después las practicas continuaron, aunque ahora el gimnasio estaba completamente solo, ninguna de las chicas volvió a aparecer después de lo que hizo Rukawa todas sus animadoras desaparecieron, el primer día muchas lloraron y la escuela entera parecía deprimida, pero para dos jóvenes sentían mucha tranquilidad a pesar de ser vistos por todos.
- Está bien que hayas hecho eso? Ahora todos se nos quedan viendo de forma extraña
- Si, además también me estaba hartando de todo ese escandalo
- Pero ahora todo el mundo sabe que somos pareja
- Lo sé
- Y eso está bien?
Si porque ahora puedo besarte en cualquier momento que tenga ganas- se acercó a él y le robo un beso
- Vayamos a clase- le sonrió
- Maldito Rukawa no hagas eso en público-estaba rojo de la vergüenza y se cubría con su mano
Todo el mundo sabía que ambos eran pareja y por la forma en que se comportaban nadie podía dudarlo, más ahora que Rukawa expresaba su amor tan abiertamente, besando y abrazando a aquel pelirrojo que había cautivado su corazón y Hanamichi estaba feliz por poder estar con él sin ocultarse como lo habían estado haciendo.
Fin