Gaara le miraba con unos ojos realmente extraños. No entendía el motivo por el que lo hacía, pero tampoco se fiaba demasiado de Suigetsu. Ambos habían estado solos durante el rato que él se había ido al baño y eso no le terminaba de gustar. Conocía bastante bien a Suigetsu como para saber que podía llegar a ser muy bocazas. Evidentemente, no era algo voluntario, simplemente, es que las cosas se le escapaban.
Por suerte y pese a la mirada extraña, Gaara no parecía haberse enterado de nada puesto que mantenía el silencio. Tenía la mala costumbre de desconfiar un poco de su mejor amigo, que sin maldad alguna... acababa siempre contando más de lo que debería.
- ¿Cómo sabías dónde encontrarme? – preguntó Sasuke.
- Naruto me comentó que te vio tocando aquí hace unas semanas. Me dio curiosidad.
- Creía que tenías un ensayo con la banda.
- Sí, pero es una pérdida de tiempo. He ensayado millones de veces esas canciones y no podemos ponernos con la nueva porque al parecer... Kabuto no se digna a aparecer.
- Ya veo.
- Aunque su padre ha dicho que mañana vendrá al ensayo. Ya veremos si es verdad o no.
- ¿Mañana? Me muero por ver eso – susurró Sasuke sin creerse que fuera a aparecer cuando no sabía cantar.
Hasta ahora se había escabullido bastante bien, pero en algún momento debería empezar a ir a los ensayos. No le quedaba más remedio. Seguramente estaban ganando tiempo para idear un plan. Era posible que ya tuvieran uno para decir a ciencia cierta que mañana realmente, acudiría Kabuto al ensayo.
- ¿Te vienes a la casa o...?
- No, no, me voy a la academia. Mi hermano está allí y tengo trabajo toda la semana.
- Ya veo. ¿Libras el sábado? He pensado que podríamos ir a tomarnos algo.
- ¿Tomarnos algo? ¿Tú y yo? Eso sí que es raro.
- Algo informal, sólo para hablar sobre música y esas cosas.
- ¿Fuera de la casa vuestra? Desde luego no querrás ensayar la canción de Naruto.
- No es sobre su canción o bueno... podemos hablar de ello si quieres, pero preferiría estar en otro lugar. Conozco un buen bar, tocan grupos de jazz y suponía que te gustaría puesto que tienes una base clásica de jazz y blues.
Por momentos pensaba esa idea. Su padre era un amante del rock, pero también lo era del jazz y el blues. Esos fueron sus primeros inicios y aún recordaba escuchar sus viejos vinilos en el salón de casa. Era un momento especial para ambos que posteriormente, se desplazó a unos auriculares en la cama de un hospital, pero aun así, seguían escuchando los clásicos juntos.
- ¿Qué tipo de blues? – preguntó Sasuke con curiosidad y casi para cerciorarse que Gaara conocía grupos de Blues.
- Al estilo B. B. King y Johnny B. Goode – sonrió – hay muchos imitadores. Realmente tocan increíble. Vamos... sé que te gustaría, quizá hasta podríamos tocar algo juntos. Mañana es noche abierta, podemos apuntarnos y marcarnos un blues.
- ¿Pero sabes tocar blues?
- Por favor... ¿Crees que sólo toco rock? Claro que sé algo de blues, me crié en una casa donde sólo se escuchaba blues y jazz. Vamos...
- Yo no canto – le añadió Sasuke enseguida.
- ¿Y si cantamos juntos?
- Debería ser algo que conozca bien y no me hago responsable de lo mal que pueda salir.
- ¿Eso es un sí?
- Ni hablar – sonrió Sasuke – no pienso cantar.
- Dime al menos tu canción favorita para practicarla esta noche.
- ¿De blues? Pues... "hound dog".
- El rey del rock and roll, Elvis Presley, buena elección. El creador del "Rockabilly" una fusión de country y rock de tempo rápido. Inició con un guitarrista y un contrabajista únicamente.
- ¿Y no crees que es perfecto? – sonrió Sasuke – tú tocas el bajo y yo la guitarra.
- Sólo por curiosidad, ¿qué es lo que más te gusta de Elvis Presley y su música?
- Quizá su primera influencia de música gospel y afroamericana y más tarde... como has dicho, el rockabilly, es propio suyo, es el creador. El "Sun Records", ese estilo vocal crudo y emotivo, la mala pronunciación y el énfasis en la sensación rítmica del blues con las cuerdas y el rasgueo de la guitarra del country.
¡Entendía de lo que hablaba! Estaba claro que ese chico había pasado largas horas hablando con su padre y seguramente, escuchando música juntos. Su padre le enseñó todo, le ayudó a perfeccionar su oído para distinguir esos "rasgueos de guitarra".
- Perfecto, pues... te espero mañana. Te mandaré la dirección del local. Trae tu guitarra, no me falles.
***
¡Estaba completamente loco! Esperaba frente a la puerta del local, con su hermano Itachi y con Ino a su lado y la guitarra a su espalda. Ni siquiera podía creerse que un miembro reconocido de la banda "Kyuubi" fuera a ir a ese local de mala muerte a tocar un blues con él.
- Quizá no aparece – sugirió Sasuke, tratando de escaparse del lugar.
- Alto ahí, vendrá.
Itachi había agarrado con firmeza la parte de atrás del cuello de su camiseta y le empujaba para evitar que se escapase. Ino, por otra parte, no entendía nada sobre blues, ni rock, tampoco de jazz, pero... ¡Iba a conocer al bajista de "Kyuubi"!, y eso la tenía completamente ensimismada y entusiasmada.
- No habéis venido aquí por la música, ¿verdad?
- ¿Estás de coña? – preguntó Ino con una sonrisa imposible de borrar -. ¿Quedas con Sabaku no Gaara y crees que vengo a escuchar blau?
- Blues – le corrigió Sasuke.
- Como sea.
Ino no dejaba de mirar a todos lados, deseando que el chico pelirrojo apareciera en cualquier momento ante sus ojos para poder conocerle. Le había visto en cientos de revistas. ¡Hasta tenía pósters de él en su cuarto! Era su admiradora número uno o bueno... algo por el estilo.
- No tienes remedio.
- Soñar es gratis – sonrió Ino -. ¿De verdad crees que un bajista famoso como él se fijaría en mí? ¡Claro que no! Pero al menos estaré una noche entera a su lado, eso no lo puede decir cualquier fan.
Una sonrisa apareció en el rostro de ambos hermanos. Ino era una chica muy hermosa y practicaba ballet. Quizá no era la mejor de la academia, pero sin duda alguna, ellos la habían visto bailar y les había puesto el vello de punta. ¡Era una chica increíble! Y aun así, ella no terminaba de verse importante. Sasuke creía que era por su madre, porque siempre estaba ocupada, porque no le prestaba demasiada atención. Todo le pasó factura llevándola a esa baja autoestima. Para ella, siempre había una bailarina mejor, con mejor físico, con mejor postura, que hacía algo que ella no podía.
- Ahí está – sonrió Itachi al ver aparecer al pelirrojo con la funda del bajo a su espalda – parece que viene solo.
- Había quedado con él, no con toda la banda. Venga, chicos... que sólo tocaremos una canción y ya está.
- ¡Ay, madre mía!
Los dos chicos se giraron hacia Ino, aunque Itachi fue el primero en abrir la boca al notar la presión de los dedos de la chica en su brazo, agarrándole con tanta fuerza, que creyó que le arrancaría medio músculo.
- Ino, ¡por Dios! Suéltame – casi gritó Itachi, lo que hizo que la chica, nerviosa como estaba y ante la risa de Sasuke, soltase el agarre disculpándose enseguida.
Siguió caminando hacia ellos y cuando llegó con su seriedad habitual, miró primero a Sasuke y posteriormente, a sus acompañantes. ¡Se notaba que era su hermano! Eran muy parecidos esos dos y al igual que él tenía hermanos mayores, sabía bien cómo solían comportarse. Eran sobreprotectores, por lo tanto, entendía que estuviera allí. Sin embargo, sus ojos se posaron sobre la chica de al lado. ¡Era guapa! Pero no la conocía.
Por unos segundos, se quedó paralizado, observando a esa chica que tartamudeaba y finalmente, guardaba silencio también, con los ojos abiertos a más no poder y su mirada fija en él. Podría decir que asustaría a cualquiera, pero no era cierto, él jamás se asustaba por nada y ahora mismo, sólo podía mirarla algo embobado.
- ¿Entramos? – preguntó Sasuke finalmente.
- Sí, claro – susurró Gaara sin apartar la mirada de la chica rubia.
Con una sonrisa, Sasuke miraba a esos dos caminando delante de él. Se miraban de reojo pero sin decir ni una palabra. Fue entonces cuando Sasuke decidió intervenir. Ino no tendría otra oportunidad así para estar con uno de sus ídolos.
- Se llama Ino Yamanaka – susurró Sasuke, pasando a su lado.
- Ino – susurró Gaara para sí mismo.
Al llegar a la barra, los cuatro se sentaron y esperaron a que el camarero llegase hasta ellos para pedir algunas copas. Sasuke fue el primero en iniciar con un refresco, el cual fue cambiado inmediatamente por Gaara, quien pidió sake para todos.
- No voy a beber sake.
- Calla – sonrió Gaara –. Hay que beber algo antes de actuar, eso te desinhibe un poco.
- Yo no tengo pánico escénico – se quejó Sasuke.
- Ya, claro, y eso lo sabes porque habrás actuado muchas veces frente a un gran público – dijo con ironía, sabiendo que Sasuke sólo había actuado en la calle.
- ¿Te limpio la baba? – preguntó Sasuke con un susurro al ver que Gaara todavía miraba a la chica sentada entre ambos hermanos.
- Cállate.
- Hace ballet – sonrió Sasuke nuevamente, metiendo el dedo en la llaga.
- Sasuke... a callar.
- Pero si le miras con ojitos.
- Cállate y bebe.
Finalmente, el primer trago llegó. Sasuke se lo tomó de golpe y luego colocó esa cara como si hubiera sido asqueroso o demasiado fuerte para su gusto.
- Ponga otro, por favor – ordenó Gaara.
- No, no... nada de eso. Ya estoy bien.
- Toma otro, te lo aseguro. Vas a necesitarlo. Toda esa gente de ahí esperará que no destrocemos la canción del Rey del rock.
Aquello pareció poner nervioso a Sasuke, porque agarró el siguiente vasito y se lo tomó de un sorbo como el anterior. A la media hora, Gaara veía con asombro cómo Sasuke estaría dispuesto a lo que fuera. Sólo esperaba que cantase para poder escuchar su voz. Tenía un mal presentimiento de todo aquello desde que Suigetsu le dijo que Sasuke cantaba.
- Pues... al escenario – ordenó Gaara al escuchar el nombre de ambos. Evidentemente, muchos allí se giraron al reconocer el nombre de Gaara.
Los dos subieron al escenario y prepararon los instrumentos. Estaban ya afinados de la noche de antes puesto que habían estado practicando esa misma canción. Sasuke elevó el cinto y se lo pasó por el pecho para colocar en posición la guitarra. Gaara le imitó y entonces, inició él la cuenta para darle el inicio. Los dos comenzaron a tocar pero fue Gaara el único que cantó.
Sasuke no parecía motivarse a hacerlo pese a las miradas insistentes de Gaara para que se uniera y pudiera seguir él. ¡Parecía que no lo lograría! Y entonces... justo en el estribillo, aquella melodiosa voz empezó a sonar junto a la suya¡La conocía! Era la voz que Kabuto había utilizado en la audición, la recordaba perfectamente. ¡Era la voz que él había contratado para su banda!
¡Increíble! Ahora tenía muchas dudas. Él, que mantuvo prácticamente los ojos cerrados durante toda la audición, era capaz de reconocer esa voz. Silenció su voz poco a poco y dejó que finalmente, la bebida hiciera efecto y Sasuke emocionado, siguiera cantando solo aquella famosa canción en la que todos se habían quedado asombrados.
Suigetsu tenía razón, era la mejor voz que había escuchado en su vida y de hecho... era la voz a la que él había dado su mejor puntuación en la audición, pero no era el mismo chico. ¿Qué narices estaba pasando allí? ¿Por qué no se presentó a la audición? ¿Por qué Kabuto tenía su voz? Todo eran dudas y más dudas. ¿Debía contarle eso a Naruto y al resto de la banda?