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El conserje rockstar por Fullbuster

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¡No podía negarlo! Gaara tenía toda la razón. Él mismo conocía a muchos artistas y al final... sus relaciones no duraban demasiado o acababan por tonterías, pero él estaba convencido de que lo que sentía por Sasuke no era sólo una obsesión, era algo real, algo que nunca antes había sentido. Aun así entendía que Sasuke tuviera miedo, era normal y comprensible.


Lo que todavía no tenía nada claro era la obsesión de Gaara por ir a la cena. Esa semana había estado muy misterioso con todo el asunto. Por alguna razón y pese a que él fue uno y el principal en darle en visto bueno a Kabuto, ahora no parecía llevarse demasiado bien con él. Además, había estado unos días yendo a buscar a Sasuke para practicar con él la guitarra. Estaba casi convencido de que sólo era eso, pero aun así, estaba un poco celoso por que practicasen juntos tanto tiempo.


Frente a la puerta de la casa de Kabuto, Naruto seguía pensando que era una muy mala idea, pero allí estaban todos dispuestos a pasar una noche hablando de cualquier tema menos música, precisamente... porque él no quería tocar ningún tema relacionado con ello. Kabuto era completamente idiota en esos temas.


- ¿De verdad tengo que hacer esto? – preguntó Kiba en susurro hacia Gaara.


- ¿Quieres despertar mañana con tu perro en la habitación?


- Vale, vale... seguiré tu plan – se quejó. Gaara le daba mucho miedo como para comprometer la integridad de su perro. ¡Hasta le había amenazado con raparlo!


La puerta se abrió frente a los cuatro integrantes, dándoles Orochimaru la bienvenida con una sonrisa que Naruto prefería haberse evitado. ¡Era siniestra! Pero pese a ello, fue empujado por Neji y Gaara, obligándole a entrar en la casa.


- Por favor... vayámonos pronto – exclamó Naruto hacia Gaara – y nada de músi...


- Vaya, qué casa tan bonita, lo que es raro no ver ninguna guitarra por aquí – susurró Gaara, lo que le indicó a Naruto, que la música era el centro de conversación de esa noche.


- Pregúntale mejor por "meteoritos" – se quejó Naruto en un susurro casi inaudible que hizo reír a Kiba.


- Están en el cuarto de instrumentos – sonrió Orochimaru.


- ¡Qué clase! Hay un cuarto de instrumentos, me muero por verlo – dijo Gaara, aunque su expresión seguía igual de seria que siempre.


- Será como la sala del terror más bien – exclamó nuevamente Naruto en susurro, volviendo a sacar una sonrisa por parte de Kiba.


La puerta se abrió y todos los presentes sonrieron y silenciaron aquella conversación. Ninguno quería ir a esa cena, excepto Gaara y era lo más raro de todo.


- Bienvenidos – sonrió Orochimaru en la puerta – por favor, pasad, la cena estará lista en breve.


Se sentía como si entrase en la guarida del lobo feroz. No le caía bien Kabuto y para colmo, le fastidiaba que siempre estuviera encima de él. Naruto sabía perfectamente que quería algo con él pero... también era consciente de que seguramente no era por su personalidad o porque le quisiera, sino porque era famoso y por las cosas que podría hacer para impulsar su carrera. Era diferente a Sasuke.


Sasuke temía ser sólo una conquista en manos del artista, y el artista temía que sólo le quisieran por sus influencias y lo que podía hacer por ellos. Aquel pensamiento le hizo sonreír, porque en algún momento, ambos deberían superar sus miedos para arriesgarse en esa relación.


- ¿Por qué sonríes como un idiota? – preguntó Neji al ver a Naruto en ese estado.


- Por nada... ya lo hablamos en casa.


No quería tocar el tema de Sasuke estando allí, más que nada, porque había visto cómo Orochimaru lo trataba. Era casi como un esclavo, un ayudante al que no le pagaban, lo tenía de chico de los recados para que fuera la sombra de su hijo. ¡Tampoco su hijo le trataba bien! Así que prefirió no sacar su nombre.


- ¿Podría indicarme dónde está el aseo? – preguntó Gaara, lo que hizo dudar todavía más a Naruto. ¡Había ido antes de salir de casa! No podía mearse ya.


- Es ese pasillo, la tercera puerta a la derecha – le indicó Orochimaru.


- Gracias – hizo una reverencia antes de dar el primer paso hacia el pasillo, siendo su brazo detenido por Naruto, quien aprovechó para susurrarle.


- ¿Qué tramas?


- No te preocupes tanto, sólo distráelos.


- ¿Que los distraiga? ¿Con qué?


- No sé... habla de meteoritos – sonrió Gaara.


Con aquello y la cara de malhumor que puso Naruto, se quedó contento y relajado como para empezar a buscar esos documentos. Tenía que ser un plan perfecto mientras no tardase demasiado en el aseo. Kabuto estaría pendiente de Naruto, tratando de ligar con él y molestándole con su conversación y su poca cultura musical. Una tortura para su compañero, pero que a él le beneficiaba y le daba vía libre. Orochimaru, en cambio, seguiría en la cocina terminando de preparar la cena.


Abrió todas las puertas del pasillo, revisando siempre hacia atrás antes de abrirla, asegurándose que nadie le miraba. El cuarto de Kabuto era un desastre, allí sería imposible encontrar nada, pero tampoco esperaba que la cinta la tuviera él, ¡no! Algo tan importante Orochimaru lo guardaría personalmente. Cerró la primera puerta sin siquiera revisar el cuarto y continuó a la segunda. La habitación de Orochimaru.


Ésta estaba recogida, limpia, perfectamente ordenada pero no tenía demasiados muebles. Sería rápido buscar algo allí. Cerró la puerta tras de sí con cuidado y empezó a revisar los cajones. ¡No quería meter la mano entre la ropa interior! Pero era uno de los lugares más conocidos donde la gente guardaba las cosas. Tampoco creía que fuera tan estúpido como para meterlo en un sitio así, pero prefería asegurarse. Los cajones de la mesilla también estaban limpios. No había rastro de la cinta y eso que miró hasta bajo el colchón por si acaso.


No tenía demasiado tiempo así que salió con rapidez del cuarto, siendo cauteloso al salir para no levantar sospechas y encaminándose a la siguiente habitación. El despacho. Aquello iba a ser más duro que la habitación. Estaba lleno de estanterías, libros, planos, papeles y cajones, era el lugar perfecto para esconder algo y tardaría toda la vida en revisar aquella sala.


- Maldita sea – se quejó -. ¿Por dónde empiezo?


Intentó pensar dónde sería más probable guardar una cinta. Empezó por los armarios revisando con rapidez las cosas que allí se encontraban y continuó por las estanterías. No había rastro de la cinta, sólo libros y que además... ninguno tenía que ver con música. Encima de la mesa, había unas pocas revistas de rock donde salía su grupo. Entrevistas personales que le darían información para su propósito, porque Gaara sabía perfectamente que quería que su hijo saliera con Naruto para lanzarle a la fama.


Odiaba sus trucos baratos y que utilizasen a otra persona con un don para la música para obtener sus propios propósitos. Pero no podía hacer más que seguir buscando esa cinta si quería arreglar todo ese lío, sin embargo, no podía hallarla.


Al salir de la oficina, la voz de Naruto le sorprendió.


- ¿Qué haces ahí dentro? – preguntó con tono inquisitorio.


- Shhh, baja el tono o me descubrirán. Además, tú deberías estar distrayendo a Kabuto.


- Kabuto ha ido a poner la mesa, por suerte para mí. No quiero tener que explicarle quién es Jimi Hendrix y todo lo que proporcionó al rock con las distorsiones y los innovadores acoples que generó en la guitarra. ¿Cómo no puede conocer al creador de los sonidos electrónicos?


- Bueno... le doy el beneficio de la duda ahí porque tuvo una carrera profesional corta, ya lo sabes.


- Cuatro años, pero creó el sonido electrónico, es mítico – se quejó Naruto – y no me cambies de tema. ¿Qué estabas haciendo ahí dentro?


- Lo siento, Naruto... pero no puedo contarte nada.


- ¿Qué? No, no... de eso nada monada, empieza a hablar.


- Prometí que no diría nada, así que lo siento, Naruto.


- ¿Prometiste? ¿A quién? – preguntó, aunque Gaara ya volvía hacia el salón.


¡Le enfadaba! Esa forma reservada de ser y de ignorarle le sacaba de los nervios, pero no podía hacer demasiado. Apretó los dientes y el puño y salió tras el bajista de su grupo. Aunque al llegar al salón, se chocó contra la espalda de su compañero al frenar en seco.


- ¡Ay! – se quejó al instante por el golpe –. ¿Se puede saber qué te ocurre frenando así de esta manera?


No respondía, Gaara miraba algo a lo lejos, encima de una estantería. Era la cartera que Orochimaru siempre llevaba al trabajo y al estar ligeramente abierta, pudo ver él mismo que sobresalían unos pocos papeles y una carpeta trasparente con una cinta dentro.


- Mierda – se quejó Gaara al darse cuenta de que no podría sacarla de ese maletín sin ser descubierto. Pero al menos sabía una cosa... la llevaba encima, siempre la llevaba encima. Necesitaba otro plan, uno para que Orochimaru perdiera de vista su maletín y poder hacerse con la cinta.


- ¿Se puede saber qué ocurre? – preguntó Naruto.


- Nada, vayamos a cenar.


¡Sacada del restaurante Hakushu en el barrio Shibuya! ¿Cuántas veces había comido él y Naruto allí? Les encantaba la carne, solían ir todas las semanas y ese sabor era inconfundible. Seguramente Orochimaru habría pedido la cena para llevar. Por un instante y tras probar el primer bocado, tanto Naruto como Gaara se miraron y sonrieron. No quisieron decir nada, pese a que Orochimaru parecía mantener la farsa que la había cocinado él mismo.


- Y dime, Kabuto... ¿Cuál es tu cantante de rock favorito? – preguntó Gaara –. Es decir, siendo vocalista, seguro que hay alguno en el que te fijarías más para los registros de voz, ¿no?


- Pues... yo diría que Justin Timberlake.


Los cuatro integrantes se miraron unos a otros. Pensaron si realmente habría escuchado bien la pregunta o es que no tenía ni idea de rock, porque el cantante que había nombrado era reciente y además... de pop.


- Ya veo – sonrió Gaara.


Esa misma pregunta se la había realizado a Sasuke días atrás. Cantando como lo hacía, sabía perfectamente en quién se había fijado. En John Forgety, cantante, compositor y guitarrista estadounidense, uno de los mejores registros de voz en el rock. De hecho, era el número cuarenta en los cien grandes guitarristas y el setenta y dos en los cien mejores cantantes según la revista "Rolling Stones". Fue un gran influyente en otras grandes figuras musicales del rock. Él había tenido el privilegio de escuchar cantar a Sasuke y aseguraba que tenía la influencia de ese destacado cantante.


- ¿Qué opinas de John Forgety? – preguntó Naruto al darse cuenta de que su registro cuando cantó en los ensayos y en la prueba era muy similar y claramente influenciado por ese compositor y cantante, sin embargo, Kabuto no lo había ni mencionado.


- Era un gran actor, sí – sonrió Kabuto, lo que dejó a todos un poco extrañados – su voz era increíble. De hecho, dio voz en "Los ángeles de Charlie", me encanta esta película.


- Ése es John Forsythe – aclaró Neji al ver el desconcierto de todos sus compañeros y es que ellos... ni conocían a ese actor. Eran unos fanáticos de la música, pero de cine sabían poco.


- Mi hijo siempre es un gran bromista – intentó arreglar Orochimaru al ver la metedura de pata de su hijo.


- Claro... bromeaba – sonrió Kabuto, aunque los demás estaban todos perplejos.


- ¡Mátame, por favor! – susurró Naruto en voz baja hacia Gaara. No soportaba un segundo más intentando hablar de música con alguien que no entendía ni su propia música. ¿Cómo era posible que no supiera en quién se influenciaba cuando su registro estaba tan claro? – Acaba esta cena ¡ya!


¡Una tortura! La cena fue exactamente eso y Naruto dejó claro que jamás volvería a pisar esa casa.


- ¿Dónde vas? – preguntó Gaara al ver cómo se adelantaba y cambiaba de dirección.


- A buscar a Sasuke. Necesito una conversación decente de música. Y si vuelves a idear una cena así, no cuentes conmigo.


 


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