¡No la encontraba! No dejaba de remover todo a su paso en ese cuartucho de limpieza, pero no conseguía encontrar la dichosa partitura, ni la letra de su canción. Estaba convencido de que la había dejado dentro de la funda de su guitarra y aunque había mirado mil veces allí dentro y hasta sacado la guitarra, no podía encontrar el papel.
Eran las doce del mediodía, todos los artistas del grupo seguían durmiendo a excepción de Naruto, que se marchó a la sesión fotográfica que el día anterior tuvo que cancelar. ¡Estaba jodido! Si no encontraba esa canción y llegaba a manos de Naruto... todo estaría perdido. Naruto se daría cuenta de que era su canción, porque... literalmente... era la respuesta a toda la letra de esa canción que sólo había ensayado con él. Si Naruto hablaba en su canción de lo solitaria que era la vida de un artista, él le respondía que siempre habría alguien allí, sus compañeros o incluso él...
- Maldita sea – susurró Sasuke buscando entre los armarios del detergente -. ¿Dónde narices está?
- ¿Buscabas esto? – preguntó una voz conocida desde la puerta. Ese chico tenía un papel en sus manos.
- ¡No me jodas, Kabuto! Dame eso ahora mismo.
Sasuke se acercó a él con rapidez, intentando quitarle el papel de los dedos, pero Kabuto elevó el brazo e impidió que Sasuke pudiera agarrarlo.
- De eso nada. ¿Para qué mantener una canción así escondida? ¿No querías dármela o qué?
- No es lo que crees, si cantas eso toda tu mentira quedará al descubierto. Dame esa canción.
- Claro... eso lo dices para que no la utilice. Te he escuchado tocarla y cantarla por los rincones, escondido como un delincuente. Es lo mejor que has compuesto hasta el momento y no querías que yo me enterase de esa obra de arte.
- Ya te he dicho que no es lo que crees. Dame eso, por favor.
- Ni hablar.
- Kabuto, no estoy para bromas, dame la dichosa canción.
- Ahora es mía, Sasuke, asúmelo. ¿O prefieres que mande a tu hermano a la cárcel?
- ¿Eres idiota o qué te pasa? Si utilizas esa canción, mi hermano también irá a la cárcel. Naruto va a reconocerla y tu padre seguro que manda los documentos incriminatorios a la policía si se descubre la verdad, así que estoy jodido si la utilizas y tratas de joderme como si no la utilizas – sonrió Sasuke – el resultado es el mismo, así que dame la puta canción.
Kabuto sonreía pero desde luego, a Sasuke no le hacía gracia alguna estar jugando con la vida de su hermano. Ni siquiera sabía cómo puñetas Kabuto sabía sobre esa canción o dónde buscarla, pero estaba claro que su privacidad contaba poco con esas víboras. Cabreado como estaba, se abalanzó sobre Kabuto en un intento desesperado por arrebatarle el papel.
Inmediatamente, el forcejeo empezó. Kabuto tratando de sacar de su alcance la canción mientras Sasuke intentaba alcanzarla a la desesperada. El condenado era alto y por más que intentaba llegar a la hoja, no había forma de lograrlo. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder ante el otro y viendo Kabuto que pronto se quedaría sin recursos para frenar aquel arrebato del moreno, empezó a dar algunos pasos hacia la guitarra. ¡Era la única forma de frenar ese ataque por parte de Sasuke! Él haría lo que fuera con tal de mantener la guitarra intacta.
Estaba muy cerca de la guitarra, tanto, que casi podía alcanzarla. Estiró la otra mano que no tenía el papel y tomó la guitarra para parapetarse con ella. Al ver aquello, Sasuke cesó enseguida, apartándose un poco para evitar hacerle algo a la guitarra.
- Voy a llevarme la canción, Sasuke.
- Deja la guitarra en su sitio, Kabuto – le amenazó Sasuke.
- ¿Me amenazas? No estás en posición de hacerlo, Sasuke.
Sasuke intentó respirar profundamente aunque la situación le sacaba de los nervios. En ese instante, habría estrangulado a Kabuto. No tenía un plan para salvar la guitarra y la canción, de hecho, se encontraba contra las cuerdas en ese instante y sabía que Kabuto sería capaz de cualquier cosa, aunque... también tenía presente que necesitaba su música. Romper la guitarra o hacerle algo, sería contraproducente para él.
- Vamos, Kabuto, suelta la guitarra. ¿Cómo crees que tocaré tus canciones sin ella?
- ¿En serio, Sasuke? ¿Me crees tan idiota?
¡Era un sí! Realmente le consideraba idiota, y no sólo él, prácticamente toda la banda, que empezaban a olerse algo raro con eso de que no tuviera ni idea de música. Bueno... en realidad Gaara ya sabía que era un inútil.
Por la cara que puso Sasuke, Kabuto supo lo que estaba pensando. ¡Sí le consideraba un idiota! Y eso le enfadaba. Sasuke siempre se había creído mejor en cualquier aspecto pese a estar fregando suelos. Su orgullo y arrogancia no había forma de bajarla. Para colmo de todo eso... Naruto parecía estar muy interesado en él, tanto a nivel artístico puesto que a veces ensayaban juntos, como a nivel romántico. ¡Hasta se había disfrazado de dinosaurio sólo para que le perdonase! ¿Cómo conseguía Sasuke tenerle tan embelesado?
Tomó la guitarra por el mástil y la alzó con ambas manos, lanzándola con fuerza contra uno de los cantos de la pared. Aquello paralizó a Sasuke, observando cómo la guitarra se partía por la mitad y astillas volaban por el cuarto. ¡Paralizado! Así se había quedado Sasuke al ver su guitarra convertida en pedazos.
- No me amenaces, Sasuke, de ti ahora mismo sólo necesito tu voz. Me importa una mierda si tocas o no la guitarra – sonrió Kabuto, satisfecho de haberla destrozado.
La reacción de Sasuke no se hizo esperar. Se abalanzó nuevamente contra Kabuto. No le habría importado matarle allí mismo. Estaba realmente enfadado pese a que angustiosas lágrimas brotaban de sus ojos. ¡Era la guitarra de su padre! Lo único que le quedaba de él, lo único que le dejó antes de morir y ese tipo la había hecho añicos frente a sus ojos.
Casi alcanzaba a Kabuto. ¡Iba a ahogarle! ¡Iba a darle de puñetazos hasta que se cansase! Pero un brazo se agarró a su cintura y le empujó hacia atrás alejándole de su objetivo.
- Suéltame, maldita sea – gritó Sasuke entre lágrimas.
- Ey... vale, ya está, ven aquí – susurró Naruto, agarrándole mejor para poder abrazarle.
- ¡SUÉLTAME NARUTO! ¡VOY A MATARLE!... voy a... - empezó a disminuir el tono de su voz.
- Shhh, ya está, cálmate, Sasuke – intentó relajarle Naruto pese a que él estaba igual de enfadado. Había llegado al escuchar el ruido y se encontró con la guitarra destrozada y Kabuto en su cuarto – Gaara, llévate a Sasuke de aquí.
Gaara agarró a Sasuke para llevárselo, aunque éste no dejaba de llorar y mirar con odio hacia Kabuto. Estaba realmente afectado por aquello. La guitarra era lo más preciado que tenía aparte de su hermano, no le quedaba nada más en la vida y ahora... ya no podía recuperarla.
El cuarto empezó a vaciarse, dejando a solas a Naruto y a Kabuto. Desde luego, al ver el destrozo, Naruto no tenía demasiadas ganas de conversar con ese tipo. Se agachó y recogió las dos mitades de la guitarra, intentando recuperar también las astillas que habían saltado por todas partes.
- Él... - intentó hablar Kabuto.
- Me importa una mierda lo que tengas que decir – se quejó Naruto –. Lo que me interesa es saber cómo vas a pagar una Fender Stratocaster y no una cualquiera de quinientos o hasta mil quinientos dólares, sino la mejor Fender Stratocaster que te vas a encontrar porque pertenecía a un famoso guitarrista, su valor es incalculable y la has destrozado. Era una guitarra de coleccionista y las has destrozado contra una mugrienta pared – sonrió Naruto casi con incredulidad – es increíble, pero no sé ni por qué hablo contigo de todo esto, seguramente ni siquiera sabes qué tipo de guitarra era, pero aunque sí sabías el valor sentimental que representaba para Sasuke, te ha dado igual.
- Pero es que...
- ¡CÁLLATE! – gritó Naruto – no quiero oírte. Me da igual si empezaste tú o él la discusión que teníais, me da igual por lo que sea, has destrozado la guitarra y como artista, deberías ser el primero en saber que es de las peores cosas que le podías hacer. Ni siquiera yo a mi mayor rival le haría algo semejante. Los instrumentos son sagrados. Ve pensando cómo vas a pagarla, porque te aseguro que te perseguiré hasta que le pagues el último centavo. ¡LÁRGATE! – le gritó para que se marchase del cuarto.
Kabuto ni siquiera dijo nada, aunque por lo menos, tenía la canción en su poder. Ahora era un tema que no parecía demasiado importante. Nadie se percataría de ello, ni siquiera Sasuke con lo afectado que estaba por lo de su guitarra. Naruto, en cambio, se quedó allí un rato más, tratando de hacerse con todos los pedazos repartidos por el cuarto y meterlos en la funda de la guitarra.
- No digas nada – dijo Naruto al escuchar unos pasos tras él, seguramente o Gaara o Neji.
- Tengo algún contacto... - susurró Gaara – no es barato, pero... quizá la podría arreglar si le llevamos todos los pedazos.
- No será la misma guitarra.
- Será la misma, sólo que llevará mucho trabajo recomponerla entera. Sasuke se sabe la afinación de la guitarra a las mil maravillas, él la afina todos los días, podría...
- El sonido puede que no sea el mismo, lo sabes bien. Una vez se rompen...
- Sasuke encontrará su sonido de nuevo, es bueno y tiene un don para la música – intentó asegurarle Gaara.
- ¿Dónde está ese tío?
- En Shinjuku. La tienda se llama Kurosa...
- Kurosawagakki – terminó de pronunciar Naruto.
- Sí, esa.
- He ido muchas veces, se especializan en cuerdas. Dudo mucho que puedan reparar una guitarra en este estado.
- Ya te he dicho, Naruto... que es un colega, pero no saldrá barato. Piénsalo bien, dudo que Sasuke pueda permitirse restaurarla. La otra opción... es que se compre una guitarra nueva, pero dudo que le vaya a gustar esa idea siendo la guitarra de su padre.
- Dame el teléfono de tu colega – dijo Naruto con seriedad.
- ¿Estás seguro?
- Joder, Gaara, que me des el puto teléfono. Ya me has avisado, es una fortuna, vale. Hablaré con mi representante, me da igual como si tengo que aceptar tocar en cientos de mugrientos bares por unos yens, o si tengo que hacer mil anuncios publicitarios y quinientas entrevistas, voy a sacar el dinero para restaurársela.
- Voy al cuarto a buscarlo – comentó – lo tengo en una tarjeta de la tienda.
- Gaara... y no le digas nada de esto a Sasuke. Si se entera que voy a hacer esto, querrá pagarme la guitarra y no tiene ni donde caerse muerto ahora mismo.
- Si pagas la guitarra, no la aceptará y lo sabes a menos que él pueda devolverte el dinero. Es muy orgulloso para sus cosas.
- Lo sé pero problema a problema. Primero arreglar la guitarra y luego... ya veré cómo consigo devolvérsela sin que me deba esto.
- ¿Qué hacemos con Kabuto?
- Hablaré con el representante de la banda. No quiero a ese tipo en el grupo. ¿Qué hará si se enfada con nosotros? ¿Destrozarnos todos los instrumentos?
- Firmó un contrato, Naruto, no será fácil echarlo ahora y lo sabes.
- Tengo que leer todo lo referente y saber por cuánto tiempo tiene el contrato para trabajar con la banda. Mientras voy a la tienda a revisar si pueden hacer algo por la guitarra, hazme el favor y mantened vigilado a Sasuke, no quiero que mate a Kabuto, más que nada por él, no vaya a ser que se meta en algún lío.
- Lo vigilaré. No hará nada, te lo prometo.
***
Orochimaru miraba a su hijo. ¡Cierto que la canción era buena! Pero no había escuchado el ritmo ni nada que le indicase que sería buena, aunque viniendo de Sasuke, debía serlo. Sin embargo, también sabía que le ocultaba algo más por el rostro que traía.
- Suéltalo de una vez, sé que tienes más cosas que contarme aparte de que has encontrado esta canción que Sasuke escondía.
- Es que... me he cargado su guitarra – susurró Kabuto – fue un arrebato y...
Orochimaru suspiró, pensando en las posibilidades, los problemas y repercusiones que ese hecho traería.
- ¿Has perdido la cabeza? – preguntó su padre con una sonrisa incrédula.
- Es que me saca de los nervios, siempre es tan... capullo y...
- ¡Es Sasuke! – se quejó su padre – claro que es altanero y orgulloso. ¿Te crees que a mí no me pone de mala leche cuando nos saca el dedo tocando? ¿O cuando hace bromitas cambiando las cuerdas de la guitarra o cuando afina la guitarra en tonos más cercanos al heavy que al rock? Claro que sí, pero se le controla de otra forma, no le destrozo la guitarra. ¿Sabes lo que significa esto? Que nos podemos olvidar de que salgas con Naruto.
- Pero me prometiste que saldría con él.
- Claro, cuando tenía planes y a Sasuke controlado, ahora lo has desmadrado todo. ¿Crees que puedo poner a Naruto de nuestra parte? Por favor... se pondrá de parte de Sasuke y con razón. Lo has lanzado hacia Sasuke.
- Pero... yo quería salir con él, dijiste que era la forma más rápido de ser famoso y conocido.
- Claro que sí, ahora tendremos que hacerlo por la vía lenta por tu arrebato quinceañero. Lo bueno es que no necesitamos que Sasuke toque la guitarra, sólo que cante. Tendré que ver cómo convencerle para que haga caso ahora después de lo que has hecho.