Las 3 de la mañana y Shuichi había vuelto a vomitar, pero esta vez estaba lucido y mas alterado que en la tarde
-Creo que la cena no me hizo bien- Shuichi se encontraba sentado en el baño con Yuki a su lado- Voy a tener que hacer una dieta por algunos días T^T
-No seas idiota, lo glotón no te lo quitan las dietas ¬¬ - Yuki ayudo a Shuichi a lavarse para después llevarlo a la cama- Si mañana vuelves a vomitar nos vamos si o si ¿Entendiste?
-Demo… No podemos irnos!!!!... a demás si me encuentro enfermito no voy a aguantar un viaje de 6 horas… y tu no quieres limpiar el auto si llegase a pasar algo O.o –Eiri lo miraba con una gotita en la cabeza… maldición, el mocoso tenia razón.
-U-U De acuerdo… creo que tanto vomitar te esta vaciando todo lo malo que tienes en el cerebro- Shuichi ignoro el comentario de su pareja y se acurruco en su pecho
-No me dejes solo… Onegai, tengo… miedo- Eiri lo abrazo protectora mente y comenzó a besarle la cabeza.
-No lo haré, si ya no te bote antes entonces no lo haré ahora… duerme- Acurruco mas al cantante en su pecho para luego ambos quedarse profundamente dormidos.
Habían pasado 2 días sin pormenores, Shuichi ya se encontraba bien y no habían vuelto a mandarle esos mensajes, todo había pasado, o al menos eso creía. Shuichi se encontraba solo en la mansión mientras los demás estaban en el lago, el pelirrosa estaba buscando su traje de baño, el cual había perdido la noche anterior al intimar con el escritor, no lo encontraba por ninguna parte, hasta que lo vio debajo de la cama, pero no estaba solo… había una fotografía de él y el escritor la noche anterior, cuando se supone estaban solos, volteo la foto y había otro mensaje; al leerlo, Shuichi entro en un estado de pánico y comenzó a gritar.
-DEJENME TRANQUILO!!!!!!!!!!!- Rompió la fotografía, pero no podía borrar el mensaje de su mente
“… ¿En serio se quieren tanto?... lástima que en algunos días no lo veras… cuídate…”
El pelirrosa se encogió y se quedó en la habitación, hasta que el escritor, Thoma y Ryoga entraron en esta; Ambos rubios fueron a ver el estado de Shuichi, el cual se había desmayado después de un ataque de histeria que había tenido momentos antes de que llegaran.
-Me lo voy a llevar hoy mismo de aquí!!!- El escritor ya no sabía que hacer, su pareja no se encontraba bien y él tampoco, su preocupación era demasiada
-No creo que sea buena idea, Shindou-san esta teniendo ataques de pánico, si te lo llevas solo puede pasarles algo en el camino, a demás en la ciudad es mas probable que le vengan peores ataques que este- Thoma no tenia la sonrisa de siempre.
-Seguchi tiene razón, es mejor que se relaje aquí, puedo llamar a un psiquiatra para que venga- Ryoga comenzó a deambular por la pieza- Shindou-san dejo todo destrozado, seguramente algo lo asusto de sobremanera… iré a llamar al psiquiatra.
-No vas a llamar a nadie a menos que yo te lo pida- Eiri estaba alterado- Hay que preguntarle a Shuichi cuando despierte si es que quiere o no.
-¿Piensas preguntarle? Shindou-san no esta dentro de sus 5 sentidos, yo no confiaría en el- Ryoga estaba algo sorprendido por la decisión que había tomado el escritor- Debería tratarse esos ataques.
-No te metas en asuntos que no te conciernen- Eiri se paro de donde estaba y con un movimiento les pidió a ambos amigos que se retiraran, cuando se encontró solo con el pelirrosa, se sentó a un lado de la cama y comenzó a mirarlo, había estado llorando- ¿Qué es lo que te ocurre?- Comenzó a acariciarle la cabeza, pero el cantante se despertó y se alejo de esas muestras de cariño.
-No me toques- Shuichi comenzó a llorar de nuevo- No quiero que nos dañen.
-¿Quién?... Shuichi, si no me cuentas lo que te pasa no puedo ayudarte.
-No lo sé.
-Shuichi… por favor, dime quien te esta haciendo eso.
-NO LO SÉ… me están enviando mensajes, dicen que me cuide… me están vigilando… TENGO MIEDO- El escritor lo abrazo y ésta vez, el pelirrosa no lo rechazó.
-Shuichi… a lo mejor tienes que ir a un médico… alguien que te quite esos pensamientos… estas en un estado de psicosis- Shuichi se separo con esas palabras, mirando extrañado y con dolor al escritor.
-¿No me crees?... piensas… que estoy loco- Shuichi se iba separando cada vez del abrazo del escritor.
-No Shuichi, yo no…
-POR SUPUESTO QUE LO PIENSAS!!!!...
-NO LO HAGO!!!!- Eiri intento abrazar nuevamente al pelirrosa, pero este se paro y salio de la habitación, no pudo ir muy lejos porque Hiro lo había interceptado, el cantante comenzó a llorar en los hombros de su amigo.
-Shu-chan… tranquilo- Hiro intentaba consolarlo.
-Sácame de aquí Hiro… onegai, no quiero estar con Yuki por hoy- Shuichi lloraba demasiado, Hiro no pudo objetar nada y, mirando al escritor, asintió.
-Vamos a mi cuarto para que duermas- Hiro lo tomo de los hombros y lo ayudo a caminar, Eiri se quedo ahí, sin habla.
Ya había pasado media hora, Shuichi se encontraba en la cama que Hiro compartía con Ayaka, mientras estos se encontraban a su lado hablando, no estaban solos, ya que también se encontraban Ryuichi y Tatsuha escuchando de la boca de Shu todo lo que estaba pasando, al terminar todo se quedo en silencio.
-Es… algo difícil de entender Shu… a lo mejor es verdad lo que Yuki-san piensa y no te haría mal tener un psiquiatra, no lo estas pasando bien en absoluto- Hiro estaba al lado de su amigo con un brozo en los hombros de este en señal de apoyo.
-¿Todos creen lo mismo?- Shuichi quedo a la expectativa de que, por lo menos alguien le creyera, pero el silencio que se produjo le dio la respuesta- ¿Qué pasaría si viene el medico y no tengo nada? Y ese tipo sigue aquí intentando matarme ¿Es que no se ponen en mi lugar?
-Shuichi, si en verdad hubiera alguien nosotros nos habríamos dado cuenta, mira, la primera carta que te llego no era gran cosa, a lo mejor te estas pasando una película con respecto a eso, después de todo, la psicosis puede producirse por problemas como eso, no estas loco Shu-chan- Ayaka daba a entender su punto de vista.
-Mi hermano en verdad esta preocupado por ti… te quiere mucho para dejar que algo malo te pase, si lo hubieses visto la noche en que tenias fiebre, jamás vi tanto miedo en sus ojos de solo pensar que algo malo te pudiera pasar… trata de comprenderlo- Tatsuha se había acercado a la puerta con intenciones de salir- Voy a ver como esta Eiri- Y con estas palabras salio dejando a un Shuichi muy pensativo.
Eiri se encontraba sentado al frente de la ventana, ya era de noche y no había querido salir de la habitación, se había tranquilizado después de hablar con Tatsuha y que le dijera que el pelirrosa se encontraba mejor, aún así no dejada de sentir ese vacío por el rechazo y la desconfianza de Shuichi para con él mismo, estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien había entrado y estaba atrás de él, solo sintió unos brazos y el respirar de su pequeño atrás suyo.
-Gomen ne… no debí decirte eso- Shuichi se encontraba en verdad arrepentido, sabia que el escritor estaba preocupado y no se había puesto en sus zapatos- Te… amo.
-Yo también lo hago Shuichi- El corazón del pelirrosa latió a mil por hora al escuchar esas palabras por primera vez, el escritor se dio la vuelta para quedar cara a cara con el- Estoy preocupado y no se que hacer para ayudarte... por favor…
-Shhhhh… iré al psiquiatra del pueblo… pero ahora… quiero estar contigo- Shuichi tomo la iniciativa y lo beso para después dejar que el escritor lo arrastrara a la cama.
Fuera de la habitación se encontraba una persona que, al terminar de escuchar la conversación, se retiro con una sonrisa en los labios tarareando un suave Réquiem.