Dean había pensado que la etapa de pañales apestosos y lloriqueos en la madrugada había sido lo más difícil estaba totalmente equivocado. Su mundo se puso de cabeza cuando Stiles comenzó a hablar, el niño era listo así que no tardó mucho en aprender a hablar y cuando lo hizo nadie lograba callarlo, el niño de los lunares hablaba hasta por los codos.
─¿Poque no puedo tener un perro? ─pregunto Stiles por quinta vez.
─Porque tengo mala experiencia con los perros, especialmente con los de Crowley. ─respondió simplemente, a veces Dean olvidada que Stiles solo era un niño y no entendía mucho sobre las criaturas que los rodeaban.
─Ah. ─respondió el pequeño. ─¿Porque? ─ volvió a preguntar, Dean suspiro. Stiles era como Castiel en ese ámbito una sola pregunta no les bastaba.
─Por que son perros invisibles muy feos que me querían llevar al infierno.
─Si son invisibles. ─Stiles hizo una mueca al estar pensando en la posible respuesta. ─¿Cómo sabes que eran feos?
─No lose. ─respondió Dean pensativo, su niño era muy listo.
─¿Poque?
─Stiles…─bufo el cazador, el niño rio pero no se calló.
─¿Poque tío Sam no se corta el cabello? ─pregunto Stiles con interés.
─Porque es una señorita.
─Pero tío Gabe dice que las chicas tienen bubis y el tío Sam no tiene. ─dijo moviendo sus bracitos en forma de ademanes. ─El es plano como una tabla y tampoco usa vestido. ─se quedó pensativo. ─ Hay chicas que no usan vestido. ─recordó a Charlie la amiga de sus padres. ─¿Porque no usan vestido? ─y antes de que Dean lograra decir algo el pequeño bocazas volvió a hablar. ─¿Yo puedo usar vestido? ─esa pregunta realmente sorprendió a Dean, las verborreas de Stiles siempre le daban una sorpresa. El cazador no sabía que decirle en ese momento. ─ ¿Me compras un helado? ─Dean ahora noto lo que Castiel decía, Stiles divagaba con facilidad perdía la total atención en un segundo.
─Está bien pero no le digas a papá Cas que comiste algo dulce antes de la cena.
─Papá. ─le llamo el pequeño castaño.
─Papá ya tuvo suficientes preguntas por hoy. ─comento sin dejar de ver el camino.
─Tengo sueño.
─Yo también cariño. ─ concordó Dean, acelero un poco más para llegar rápido a casa. ─Tu papá Cas a veces olvida que yo si necesito dormir.
─¿Poque? ─y ahí venia de nuevo con sus interrogatorios.
─Porque soy humano y los humanos necesitamos dormir. ─respondió pidiéndole a Chuck más paciencia.
─¿También soy humano? ─pregunto Stiles, voltio a verlo a través del retrovisor. Y se encontró con unos ojitos cafés demasiado tiernos. Sonrió como idiota porque era uno de esos momentos que jamás imagino que podría tener.
─Eso creo Stiles. ─respondió dudoso.
─¿Puedo ser un vampiro?
─¡¿Qué?! ─Dean sin querer termino frenando de golpe. ─ ¿Por qué quieres ser un jodido vampiro?
─Sería como Batman. ─tomo su manta y se la puso de capa. ─Los vampiros son como murciélagos. ─dijo con obviedad. ─Y los murciélagos son el símbolo de Batman.
─Chuck, sirve de algo y dame paciencia. ─murmuro Dean mirando al cielo.
El resto del camino fue silencioso por que el pequeño hiperactivo se quedó dormido. Al llegar al motel donde se estaban de paso Castiel y Sam los estaban esperándolos. Con un brazo carcajeaba a un babeante Stiles dormido en su hombro y con la otra traía la cena en bolsas de comida rápida. Sam se acercó a él cuándo su hermano extendió su mano con las bolsas, las tomo y fue a dejarlas a la mesita.
─¿Deberíamos dejarlo dormir o lo despertamos para que cene? ─le pregunto Dean a Cas.
─Déjalo dormir. ─ le respondió Cas tomándolo en sus brazos para llevarlo a una de las camas de la habitación. ─¿Qué tal estuvo su viaje?
─Pues nuestro niño dijo que quería ser un vampiro, ¿Pues creerlo? ─soltó una pequeña risa nerviosa.
─Si así quiere podemos buscar algún nido de vampiros y…─dejo de hablar cuando vio la cara de horror de Dean.
─Cas. ─hizo una mueca. ─¿Qué dijimos de darle todo lo que Stiles pida?
─Que solo lo malcriaremos y será como Lucifer. ─repitió Castiel como su marido le había dicho miles de veces. ─Pero mi hermano ya está reformado.
─Tal vez ya no quiera volver a tratar de desatar el apocalipsis pero sigue siendo un arcángel encaprichado. ─le recalco Dean.
─Pero. ─Castiel iba a defender a su hermano pero Sam lo interrumpió.
─Lucifer y Gabriel son mala influencia para mi sobrino. ─Dean le sonrió a su hermano por apoyarlo. ─Suficiente tiene con Dean para mal influenciarlo. ─entonces la sonrisa de Dean se esfumo.
─Yo puedo mal influenciarlo todo lo que quiera. ─alego el rubio cenizo, se dejó caer en el feo sofá y abrió una cerveza, fue una tarde agotadora y el merecía una. ─Cambie sus pañales apestosos y me quedaba despierto con el hasta que lograra dormir.
─No es cierto, muchas veces te dormías antes que Stiles. ─comento Castiel con el ceño fruncido.
─Castiel…─le reprocho Dean.
Cual quiera que los viera dirían que no son aptos para hacerse cargo de un niño pero que importaba, eran felices y a pesar de correr peligro junto a ellos a la vez estaba en el lugar más seguro del mundo. Dos cazadores y un ángel velando por su bien estar, aunque de vez en cuando un par de arcángeles los visitaban, cuya estancia solo desataban caos y preguntas extrañas como aquella vez que Gabriel le dijo a Stiles que le preguntara a Dean que era “Casa erótica”.
Ese día a Dean casi le da un paro cardiaco por ver a su pequeño con el DVD porno en sus manos.