Martes por la mañana, Milo iba en el auto rumbo a la escuela. Se sentía extrañamente ansioso y nervioso, jamas le había ocurrido algo parecido, pero suponía que a lo largo del día este sentimiento se disiparía poco a poco.
Por la tarde se vería con Cross en la sala de tareas para adelantar un poco de trabajo.
Las mesas eran grandes y largas, había varias sillas alrededor. El lugar estaba solitario, a esa hora casi nadie iba allí, pero era mejor, el silencio hacia que Milo pudiera concentrarse mejor, después de que saco sus cosas y las puso sobre la mesa, pasaron algunos minutos, primero 10, luego 15, 20, 30, 40. Recargo tan solo un minuto la cabeza sobre sus brazos y en un instante se quedo dormido.
-
-
--¿Puedo rime ya?
--¿A donde tienes que ir con tanta prisa? --pregunto Sebatian.
--No te incumbe... --espeto Cross, tomo su chaqueta y se la puso, miro su reloj y apretó la mandíbula. Cuando se dio vuelta de inmediato Sebastian le tomo del brazo y Cross se giro sorprendido.
--Soy tu superior, todo lo que a tu vida respecta me incumbe cabrón... --le sostuvo la mirada, pero la verdad era que, Cross podía ser demasiado aterrador, incluso para él.
--Sera mejor que me sueltes si no quieres que te mate... --le respondió Cross con una mirada que mataba, Sebatian dudo pero poco a poco lo soltó.
al salir del edificio corrió hasta su moto y se fue a toda velocidad, Cuando al fin llego, con la respiración un poco agitada se asomo por la puerta de la sala. Se quito el casco y lo vio. Milo aun dormía sobre sus brazos, parecía tranquilo. Cross se acerco lentamente hasta donde él estaba.
Milo tenia, una belleza triste que Cross no podía ignorar, de algún modo siempre que se encontraba con él, sentía una profunda pero extraña necesidad de cuidarle.
Se sentó en la silla de alado, se sentía culpable, ya habían pasado casi 70 minutos de la hora acordada.
--Milo... --le llamo moviendolo un poco del hombro. Milo frunció el ceño y gimió mientras se removía.
--Cross... --pronuncio dormido y se acurruco. Cross sonrió y se llevo una mano al tabique nasal mientras cerraba los ojos "¿En que esta soñando?." se pregunto.
--Milo despierta... -- le dijo cerca del oído en un tono que pareció susurro. Milo se movió mas y entre abrió los ojos un poco confundido, cuando su vista se enfoco en Cross y callo en cuenta que estaba a un lado suyo dio un tremendo salto y Cross se sorprendió.
--¡Dios!.... lo siento... --Milo trago saliva. -- me asustaste ... -- explico un poco avergonzado. Cross soltó una risa fugaz.
--Me di cuenta, perdón, debí encontrar una forma mas sutil de despertarte y también disculparme por haber llegado tan tarde --explico Cross.
--N...No importa, en realidad no sentí el tiempo pasar.
--Bueno... ¿Comenzamos?, aun tenemos una hora... --abrió sus libreta, Milo asintió y así comenzó, Cross era muy paciente y bueno enseñando, incluso aunque a Milo le costaba concentrarse teniéndole tan cerca, las cosas comenzaron a verse mas sencillas.
A veces sucedía un fenómeno muy simpático, entre las palabras que se deslizaban lentamente de sus bocas, había minúsculos segundos que dedicaban a mirar al otro, una dedo, las uñas, la piel que se asomaba de las mangas, las orejas y coronilla, la comisura de los labios, la nariz, incluso otros detalles, como la forma de tomar el lápiz, la forma de la letra; la de Cross era alargada, un poco inclinada y junta, como si restos de cursiva quedaran en ella, la de Milo era redonda, mediana y un poco separada, mucho mas sistemática.
--Supongo que podríamos dejarlo aquí por hoy. --Cross dijo mientras escribía unas anotaciones en la libreta de Milo.
--Si... ya es un poco tarde.
--creo que podrías entrar a estos sitios web, vienen algunos ejercicios parecidos a los que vimos, para que puedas practicarlos...
--si, gracias.... --respondió Milo y nerviosamente guardo sus libros, no tenia idea de lo que iba a hacer. --¿Cross? --le llamo sin mirarle. -- ¿Quisieras ir a cenar?
Cross termino de guardar sus cosas, lo miro y apenas se pudo notar una sonrisa invisible.
--Creo que es una manera de pagarte por ayudarme... --se giro por fin, tenia las mejillas rojas, estaba nervioso, nunca había hecho eso. Esperó paciente la respuesta de Cross, era difícil mantenerle la mirada, siempre lo era.
--No pienso que deberías pagarme, pero justamente tenia pensado ir a cenar...
Sonrió levemente y ambos salieron de la biblioteca.
--¿Alguna vez has ido en moto? --pregunto Cross que iba por delante dirigiéndose a la moto.
--Jamas... --respondió Milo y Cross volteo para sonreirle, era una sonrisa un tanto maliciosa.
--Hoy probaras... ten --le dio un casco y Milo se lo puso.
--¿Que tengo que hacer? --pregunto y Cross soltó una breve risa.
--Solo montante aquí y agárrate fuerte --dijo y se monto. Milo titubeo un segundo pero después se subió y con un poco de timidez se agarro de la chaqueta del moreno, Cross se giro y tomo las manos de Milo y las llevo dentro de su chaqueta y lo jalo. el cuerpo de Cross era cálido.
--Así estarás mas seguro.
Arranco la moto y en unos pocos minutos llegaron a una pequeña plaza donde había un restaurante en la parte de arriba.
--Manejas muy rápido...
--¿Eso crees? a veces ya no me doy cuenta. --Milo dejo salir una risita, la primera en toda la noche, Cross se sorprendió y formulo una fugas sonrisa.
--Me gusta.
--¿Si? creí que posiblemente te daría miedo.
--Me das mas miedo tu... --dijo Milo sin pensar y cuando cayó en cuenta de lo que había dicho, su cara se tiño de rojo y sus ojos saltaron brevemente para luego comenzar a jugar nerviosamente con los dedos -- ¡No! es... decir... yo, bueno es verdad que eres imponente, p..pero me refiero a que tienes esta personalidad tan genial, me gusta.... ¡no, no quise decir eso no es así, bueno si, es que tu y yo..--termino su ráfaga apresurada de palabras, se giro y le dio la espalda unos segundos mientras se llevaba una mano a la cara, parecía que meditaba algo antes de volver a girar. Mientras tanto Cross se había quedado atónito y estupefacto ante tal situación, no entendía que había sucedido. por fin Milo se volvió a él y lo miro sin sostenerle mucho la mirada, Cross expectante --Olvida todo lo que acabas de presenciar ¿p...podrías?
Cross se mantuvo en silencio unos segundos y luego no pudo evitar soltar el aire de una risa suprimida.
--¿Entramos?
Ambos se sentaron en la terraza, la noche era fresca pero no tanto.
De algún modo lo que acababa de ocurrir sembró un ambiente de incomodidad para Milo, no podía mirar a Cross a los ojos por mas de 5 segundos sin sentirse cohibido y cualquier intento de abrir una conversación había desaparecido de su vocabulario, había metido la pata, pero no solo una o dos, tres veces a la vez, ¿había algo peor?
--¿Que pedirás?--lo interrumpió Cross de sus pensamientos, la mecerá estaba a un lado esperando la orden de Milo.
--¡ah! si... --miro la carta unos segundos. -- Quiero unas alitas con salsa de tamarindo, la plancha de pierna con relleno de verduras pero quiero la extra plancha, unas papas fritas con queso extra y el aderezo italiano y.... el especial de la casa con arrachera y guacamole en molcajete. -- la señorita apunto y se fue enseguida.
Cross sonrió y Milo se enrojeció de nuevo, siempre y sin falta las personas hacían evidente su basto apetito, había intentado contenerse en varias ocasiones, comer poco o al menos lo normal, pero casi siempre sucumbía, ademas de que su cuerpo no rendía mucho tiempo.
Sin embargo, Cross solo lo miro con una sonrisa ligera y no dijo una sola palabra al respecto. Era innegable no sorprenderse al pensar que un cuerpo tan pequeñito y delgado pudiera contener todo ese alimento, pero no le pareció de su incumbencia meterse en esos asuntos, ademas Milo se veía saludable en todos los aspectos y eso era suficiente para él.
--Milo... ¿Tienes hermanos?
--No. Soy hijo único
--¿De verdad?
--Si, aunque a veces es aburrido. me pregunto que hubiera sucedido si hubiera tenido un hermano o hermana.... -- se quedo unos segundos imaginando -- ¿y tu?
--Hijo único.
--¡wa! ¿enserio? --se vio sorprendido por tal coincidencia. -- Entonces quizás me comprendas.-- Cross rió suavemente.
Había dos posibilidades, la primera, que Milo no supiera que era adoptado y la segunda, que lo hubiera reprimido o simplemente olvidado.
--Si, Aunque en realidad mi núcleo familiar nunca fue unido, así que supongo que pocas veces tuve tiempo de imaginar algo tan optimista. --Respondió y Milo borro la sonrisa de su rostro, al parecer se sentía un poco incomodo. --oh no, no te sientas mal, la verdad es que siempre he vivido muy bien.
--¿Vives solo?
--Si, pero es cómodo, por esta zona hay muchas casas que se rentan a bajo costo. ¿y tu?
--suena interesante, aunque me resulta demasiado para alguien como yo. --soltó una risita -- yo vivo con mis padres, pero me quedo casi siempre en los departamentos del colegio, es por la cercanía.
--He escuchado que son algo especiales...
--si, bueno, es que tienen que llevar un control, así que hay horarios y ese tipo de cosas, pero estoy seguro que casi nadie los sigue.
--¿y tu?
--¿yo? --soltó una risita nerviosa, era difícil aceptarlo, pero Milo era un pequeño conejito indefenso y temeroso que no rompía una sola taza. -- a veces... --Cross sonrió, de alguna forma Milo podía acaparar toda su atención con sus expresión tan evidentes y obvias, nunca había conocido a alguien tan descuidado con sus reacciones, era un libro abierto para él y un basto oasis de inocencia. --¿Cross? --lo llamo con inseguridad. --¿has hecho algo ilegal? --soltó, era su primera movida, había aprovechado una buena oportunidad para comenzar una indagación mas profunda.
Cross no pudo evitar pensar en la larga lista de delitos en los que había incurrido, eran de todos tipos y colores que se pudieran imaginar.
-- Si... --soltó, Milo sintió una oleada fría en la espalda y la respiración se le corto durante un segundo. No podía ser. -- una vez robe un sombrero por accidente.--respondió. Milo se quedo inmóvil mientras procesaba lo que acababa de oír.
--¿un sombrero?
--Si. -- Cross se rasco la nuca.--fui a una tienda de ropa y ahí había muchas cosas, en fin... por algún motivo olvide traer el sombrero puesto, compre mis cosas, y me fui, un rato después me di cuenta pero ya estaba casi en mi casa. --explico, Milo trago saliva y dejo salir una risita que después quizás por los nervios se convirtió en carcajada.
--¿eso es posible? ¿la señorita que cobro no se dio cuenta tampoco?
--No, ni por un momento. --Milo soltó una risita nerviosa
.
--¿Un sombrero?-- pregunto Santiago a lo que Milo le había contado.
--Eso me dijo...
--¿Estas consiente que eso es una tontería verdad?
--Bueno... tal vez no tiene nada que ver con los Cetus. --Santiago se acerco a Milo y le acaricio la cabeza.
--Eres un angel... --le dijo. Era verdad, Milo podía ser muy ingenuo, pero en esta ocación había sido otra cosa la que lo había impulsado a crees en Cross, una de la que no seria fácil huir.
--------------
---------
---
--
-
.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español