Esa mañana era fría, Adam despertó, miro lo que había en el refrigerador que por cierto estaba lleno de todo tipo de comida, pero decidió solo llevarse una manzana, pensó que comería en la cafetería.
Esa mañana camino durante 5 minutos para llegar a la escuela, sonó su teléfono y contesto.
--¿Si?
--Hola Adam, --respondió su padre
--¿Qué paso Eduardo?
--Ven a casa mañana, tengo algo que hablar contigo...
--Llegare a las 7 ¿esta bien?
--Perfecto, entonces adiós.-- guardo el celular.
Él y su padre jamas habían podido llevarse bien, no eran padre e hijo, era una relación que mantenía muy marcadas las lineas limitantes de dos completos extraños, si acaso se veían una vez a la semana era mucho. Aunque Eduardo fuera el padre biológico de Adam, su forma de ser tan detestable para Adam hacían que la mayoría de las veces que pasaban juntos terminaran discutiendo fuertemente, por eso la distancia entre ellos era abismal.
En el primer reseso los chicos estaban en una mesa de los comedores,
--¿De verdad? ¿por que lo haría?--pregunto Santiago.
--No lo se, pero así fue y ahora ya estoy en danza... --explico Adam animado. En ese momento llego Milo y se sentó abatido.
--¿Qué pasa? --pregunto Adam
--No voy a conseguirlo...
--¿Qué?--pregunto Cris mientras se acercaba a Milo
--Comprar el boleto de oro
--¿De que hablas? --pregunto Adam
--Quiero el boleto premium de oro para el concierto de WHM donde los conoces y todo..... vendrán en 3 meses--lloriqueo Milo mientras se acostó sobre sus brazos en la mesa.
--¿Por eso querías trabajar? --pregunto Santiago.
--Si
--¡Ay Milo! solo pídele dinero a tu padre, obviamente te lo dará. --dijo Cris rodando los ojos.
--Ya lo hice, pero mi padre se negó porque saque malas notas en algebra.-- respondió y Cris rió.
--Pues tiene razón... --Milo lo miro con furia. --que te digo, necesitas asesorías...
--Basta Cris, dime Milo ¿cuanto dinero necesitas?
--2000 euros --dijo con timidez, Adam escupió el trago de agua recién tomado en una reacción automática, Salpicando toda la meza.
-- lo siento... ¡¿QUEEE?! --dijo atónito. --¿estas loco?
--Milo no es posible que cueste tanto dinero, es un robo. --dijo Santiago
-- ¡ay por favor! su padre se gasta esa cantidad en un día...--dijo Cris.
--lo vale... son tan... ¡hermosos!--dijo Milo.
Santiago y Cris se fueron a servir en sus charolas, mientras Milo y Adam se quedaron esperando en la mesa.
--¿no vas a comer? --pregunto Milo que había traído su propia comida en un toper.
--ah no, he desayunado un montón, no podría... --mintió, Milo lo miro unos segundos. Desde que lo había conocido Adam siempre había sido muy quisquilloso con la comida, casi nunca lo había visto comer, no le gustaba ser observado mientras lo hacia decia.
--¿Van a ir? --llego Santiago con su comida y puso una hoja color amarillo sobre la meza, era un anuncio de una fiesta el día siguiente.
--Si, pero. ¿puedo quedarme con alguien? mi casa esta muy lejos para regresar tan noche.
--Quédate conmigo --dijo Cris sonriente.
--Con alguien me refiero a Adam, si me quedo contigo solo voy a escucharlos coger toda la noche --explico Milo y Cris soltó una carcajada.
--Claro que puedes, solo que aun no se si iré.
-¡¿Por que!? --reclamo Milo con un puchero.
--Tengo algo que hacer por la noche y no se a que hora termine.
--Ve andaaaaa... ¿que voy a hacer con estos dos tortolitos? --
--Eh Milo mira allá...--le dijo Santiago señalando con un movimiento de cara detrás de él. Milo confundido volteo y vio a Cross que se acababa de sentar en una de las mezas de la terraza con sus amigos, entre ellos Alex y Carlos.
--¿Me perdí de algo? --pregunto Adam viendo donde Milo miraba.
--¿No te ha dicho? a Mil le gusta Cross de octavo...
--¿¡Qué!? --dijo Milo sorprendido y confundido viendo a Santiago quien solo le sonrió y lo miro fijo. Milo carraspeo un poco.
--¡Milo de verdad! creí que eras menos caliente --lo molesto Cris a lo que Milo se sonrojo, no sabia que decir ni que hacer, suponía un esfuerzo que tenia que hacer si queria conseguir algo con Cross.
--¿De verdad te gusta él? --pregunto Adam mirando a Cross. --es decir, no es que este mal ni nada, es solo que es completamente lo opuesto a ti, es alto, fornido, super serio y lo rodea un aura tenebrosa.... y lo peor de todos es que es del grupito de Alex --dijo Adam y Santiago rió.
--Yo digo que es lo que necesitas Milo, esta buenísimo, ademas se ve que la tiene enorm...--no termino porque Santiago le dio un zape en la cabeza. --ow ¡oye! solo animaba a Milo. --reclamo y Santiago un poco molesto aparto la mirada.
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Era el ultimo receso y Milo había salido 3 minutos antes de que la campana tocara, se dirigió por el pasillo a los últimos grados, queria intentar toparse por "casualidad" con Cross. En su sano juicio nunca habría hecho tal cosa, pero el ser el primero en entregar resultados lo persuadía de una extraña manera.
Cuando al fin llego al edificio norte en los pasillos de los de octavo grado la campana sonó haciendo que Milo diera un tremendo salto, los grupos comenzaron a salir llenando el pasillo de alumnos, él se quedo parado en medio de todo el tumulto buscando en puntillas a Cross. Lo vio al cabo de unos minutos salir de su salón, se detuvo unos segundos para guardar sus cosas en los casilleros pero después comenzó a caminar en su dirección; Milo se quedo inmóvil ante tal acción, no sabia que debía hacer, se había quedado paralizado.
--hola... --dijo en su oído un suave susurro que lo hizo dar un brinco del susto.
--!Alex¡ --dijo al voltear y verlo. Alex solo rió brevemente y miro donde hacia unos segundos Milo miraba fijamente. "por favor... no es lo que estas pensando" dijo en su mente Milo, no había podido salir peor su plan.
--eres Milo ¿verdad? ¿del primer día?--
--si.... vamos en el mismo salón --
--es verdad, es verdad. --dijo Alex con una sonrisa mientras tocaba el hombro de Milo, volteo a ver a Cross que caminaba hacia él y luego pregunto --¿Buscas a alguien?
--y...yo... no en realidad, ya me iba...
--¿seguro? Cross y yo iremos a comer a los campos, ¿no quieres venir? --pregunto, pero a Milo esa escena lo comenzaba a estrezar.
--Gracias, pero tengo que hablar con el tutor.. nos...v...vemos --balbuceo y se fue lo mas rápido que pudo. --¡que estúpido soy!--dijo en un susurro mientras llegaba con el corazón a mil a su salón. Tenia que ser mas cuidadoso desde ahora si queria hacer las cosas bien.
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Ya eran las 7 de la noche y Adam aun seguía en el salón de danza, el profesor le había encargado las llaves y le había pedido que las dejara en la recepción cuando se marchara a casa.
Practicaba y practicaba un salto que no le había salido como él queria, aunque si lo hacia mucho tiempo su pierna derecha comenzaba a doler y tenia que tomar un descanso. Hacia estiramientos de todo tipo, pero era evidente que tanto tiempo de no hacer nada habían atrofiado su cuerpo en gran medida. Cuando al fin decidió terminar estiro una ultima vez y comenzó a sacar su cambio de ropa de un casillero a un costado de la entrada para cambiarse ahí mismo, se quito primero las zapatillas negras que utilizaba y después el pans, dejando descubierta su cicatriz de unos 15 centímetros de largo en la pierna derecha.
A veces cuando la veía no podía evitar sentir una creciente impotencia, una desesperación de volver el tiempo atrás y evitar que ese accidente ocurriera, se preguntaba una y otra vez todos los "hubiera" que pudo haber elegido, también al ver la longitud de la marca se preguntaba si eso era real, si de verdad todo se había arruinado ya, si no era un mal sueño o una pesadilla nada mas. Era un camino que solo lo llevaba al mismo lugar siempre, se arrepentía y se reprendía.
Tantos años de esfuerzo y dedicación, todo el sufrimiento y el dolor que había tenido que pasar, las horas y horas de trabajo interminable que había sumado, todos los sacrificios que había tenido que hacer, todo, absolutamente todo, había quedado en el olvido, todo tirado a la basura en un solo instante.
Adam se sorprendió al escuchar un silbido proveniente de la puerta, Era Alex que miraba su cicatriz.
--Cielos... --dijo y Adam rápidamente se vistió. No admitía que ninguna persona viera esa cicatriz.
--¿Que haces aquí?
--pasaba por aquí cuando te vi. ¿es ya un poco tarde no?
--¿vienes a molestarme otra vez? --Alex soltó una risista.
--En realidad te traje esto... --Alex le tendió una bolsa de papel que tenia un logotipo que decía, Pan de Oro. -- son los mejores bollos rellenos que he probado en mi vida.
--¿son para mi? ¿por que te molestaste en esto?
--Creí que seria una buena forma de hacer las paces, ademas supuse que no habías comido nada desde el ultimo receso de hoy, toma--explico y Adam tomo la bolsa, estaba caliente, la puso sobre sus piernas y la abrió, un exquisito olor a pan recién orneado emano de ella, dentro estaban los bollos espolvoreados con azúcar, se veían deliciosos, su estomago rechino, no había comido nada mas que mucha Agua y una manzana en todo el día. No sabia que hacer, comenzó a tener un conflicto interno, solo podía contar todas las calorías que contenía cada pieza, el porcentaje de azucares, las grasas saturadas.
--¿Vas a contemplarlos o comértelos?--Alex lo saco de sus pensamientos.
--Creo que mejor los dejare para cuando llegue a mi casa. --explico cerrando la bolsa.
--Pero esos bollos se comen calientes, cuando lleguen a tu casa estarán completamente fríos -- Adam trago saliva, no sabia que decir.
--Si quieres puedes comer tu...
--Nos comemos uno juntos ¿quieres? --insistió Alex y se sentó en la banca, abrió la bolsa y saco uno. Adam solo lo miro conflictuado, iba a decir algo pero Alex lo interrumpió -- vamos... --Adam tomo al fin uno, Alex le dio una gran mordida y sonrió.
Adam miro el bollo, hacia años que no comía una pieza de pan. La tomo y le dio un pequeño mordisco
--Hombre eso no es una mordida --Dijo Alex y Adam volvió a morder, el sabor se expandió por su boca, era delicioso en verdad, el chocolate del relleno estaba caliente y se escurrió en su boca, tenia tanta hambre que se lo devoro en segundos y tuvo que tomar otro.
Cuando salieron de allí Adam cerro el salón y juntos caminaron por los pasillos en dirección a las oficinas para entregar la llave y después caminaron a la salida.
--¿Así que te sentías culpable de haberme atropellado? --pregunto Adam
--Un poco si...
--Si eso significa que me estarás acosando habitualmente... prefiero perdonarte para que no sientas culpa. --Alex rio divertido
--Es evidente que no me toleras, aunque si es una molestia podrías perdonarme y finalmente podría seguir mi vida --dijo Alex en un tono algo sarcástico.
--Mira no tienes que sentir culpa, te perdono por haberme atropellado
--Bueno... creo que esto es el fin entonces... --le dijo Alex sonriendo, ya habían llegado a la entrada. --nos vemos... --dijo y se dio media vuelta con dirección a el estacionamiento. Adam lo vio desaparecer y después se fue caminando en dirección opuestas hasta llegar a su departamento.
Entro y dejo sus cosas, se metió en la cocina y saco un toper repleto de estofado con carne y lo calentó en el orno, se sentó en la meza y comenzó a comer desesperadamente, cuando finalmente termino se quedo unos minutos ahí, bajo la penumbra de los rayos lunares que entraban tenue mente por la ventana.
Culpa, eso sentía a medida que los segundos transcurrían, comenzó a respirar hondo intentando relajarse.
--Vamos Adam, puedes hacerlo... puedes... puedes...--se repetía, se inclino y recargo la frente en la mesa. Corrió al baño e inclinándose sobre la taza comenzó a vomitar todo lo que minutos antes había engullido hasta terminar.
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