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Resplandor Carmesí por Iazumayaoi12

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Notas del capitulo:

Este capítulo fue escrito por Arenita-chwan <3 Mucho love para este cap <3 

Dos horas antes.

12:40 a.m.

Viernes.

Otoño.

 

Volvía cabizbajo sosteniendo a duras penas su paraguas para protegerse de una leve llovizna que había comenzado hasta hace 15 minutos pero parecía intensificarse con el paso del tiempo. Así recorría las calles en dirección a su domicilio con ambos párpados cediendo de a poco al sueño, al cansancio, al agotamiento. Sentía como avanzaba y como cada paso que daba hacían que sus piernas se volvieran gradualmente más pesadas, mientras que su alma se iba desprendiendo lentamente de su adormecido cuerpo para al fin encontrar el descanso.

 

Había pasado una jornada entera de 8 horas en el trabajo, y tener que soportar a los clientes, sus quejas, problemas y excusas no era algo que lo emocionara en lo absoluto de su oficio.  Pero ese día, y sólo ese, había tenido que hacerse cargo de aquel fastidioso deber porque nadie más podía, ni quería hacerlo. Y él como un buen compañero de trabajo decidió tomar el puesto. De todas formas sólo sería ese día, el resto de los días se ocuparían sus otros compañeros como un acuerdo final al que llegaron todos.

 

Todo ese problema porque a quien le correspondía todo el trabajo de atención a los clientes y administración de la empresa sufrió un colapso por enfermedad y no iba poder presentarse en el trabajo por una semana.

 

"Justo hoy tenías que enfermarte, Kaminari" pensó.

 

Pero dentro suyo comenzaba a percatarse que el problema no era ese, sino el ambiente que había ahí... El día no era importante ni especial, mucho menos se sabía de alguna crisis que sufriera la empresa; aun así, el peliverde lo consideraba como uno de los peores días de todos los años en los que llevaba trabajando.

 

Había algo raro.

 

Un miedo extraño que le trepaba por la nuca, casi instintivo, ocasionando que todo a su alrededor se viera aumentado. El ruido de su oficina, los olores corporales, las voces de sus clientes, cada movimiento pasaba frente a sus ojos de forma lenta.

 

Definitivamente el día más raro de su vida.

 

Estaba llegando a su casa, sus pies hacían un último esfuerzo por dirigirle a la entrada. Abrió la puerta de su departamento, entró con parsimonia y fue directo a su cuarto, dejando sus zapatos en la entrada y maletín en el sofá. Se quedó analizando la situación, perdiéndose en sus pensamientos como era de costumbre, pero tratando de encontrar alguna respuesta coherente a todas esas dudas que le nacían y que, de momento, no tenía tiempo para responder.

 

¿A qué se debía?

¿Había algo que sucedía y él no estaba enterado?

¿O tal vez nadie se dio cuenta?

¿O sólo sigue con los nervios de punta por el agitado día?

¿Pero, cómo no estarlo?

 

Si su memoria no le fallaba, desde las seis de la tarde en adelante y a medida que pasaban las horas, las personas a las que atendía se volvían cada vez más... ¿extrañas? Algunos venían eufóricos con la ansiedad a punto de explotarlos desde adentro, otros se encontraban fuera de sí y balbuceando cualquier disparate sin prestarle atención, inundados en sus propios pensamientos por lo cual costaba entenderlos.

 

Nunca decían nada coherente y sólo lo hacían perder el tiempo, combinado con la forma en sus sentidos parecían fallar constantemente.

 

Pero los peores eran aquellos que se paraban en la puerta, la golpeaban en seco y luego se iban sin más. Como no había tiempo que perder, todo el personal administrativo ahí presente los ignoraba o…

 

¡Momento! Ahora que lo pensaba mejor, no sólo los clientes estaban así, parte o la mayoría del personal complicaba aún más el trabajo, cometiendo más errores de los usuales y actuando torpemente entre ellos…

 

¿Acaso no era exceso de trabajo?

¿O acaso él era el único que estaba así por lidiar con el personal y los clientes?

 

Se levantó de la cama, pues había aterrizado allí como un muñeco sin vida creyendo que el sueño llegaría. Pero, en cambio, tenía su cerebro trabajando cien veces más de lo normal. Diez mil veces más. Por alguna razón, todo su cuerpo gritaba;

 

Peligro.

 

Salió a la calle y miró a su alrededor, dedicó unos minutos a observar cada mínimo detalle y señal. El espíritu dentro de él le comenzaba a picar mandando una señal de que algo no estaba bien. Comenzó a erizarse y un frío seco le recorrió toda la columna vertebral.

 

El sonido de la lluvia se detuvo por unos instantes.

 

Era de noche, y casi todo a su alrededor estaba consumido por la oscuridad y una leve neblina que se había formado sin que se diera cuenta. Pero aun así podía verlo. Verlo y sentirlo; su corazón comenzó a latir como si de una arritmia se tratase, no tenía duda alguna.

 

Sólo bastó un minuto antes de poder notarlo.

 

La gente seguía actuando rara y fuera de sí. Todos los transeúntes que se encontraban alrededor tenían la mirada en blanco, con sus órbitas fuera de control, habían algunos corriendo sin sentido y tropezando con otros que se encontraban cabizbajos.

 

Pasó el minuto y miró hacia arriba.

 

Allí estaba.

 

Aquella terrible maldición profesada hace varios años atrás, que llegó a sus oídos cuando aún era tan sólo un niño. Eso explicaba porque su cuerpo se sentía así, como guardián, él debía estar preparado para actuar, para luchar. Todo su cuerpo estaba entrando en sincronía con el espíritu milenario del guardián que habitaba dentro de sí mismo y desde que tenía memoria le había preparado para este día.

 

Pero jamás pensó que le tocaría vivirlo tan pronto. Era su primera Luna Roja y sentir que su cuerpo ya no le pertenecía, era definitivamente la parte más dura de enfrentar. O eso creía.

 

La luna de sangre… –balbuceó, aún incrédulo ante la situación.

 

Casi se cae de espaldas al contemplar sólo unos segundos la imponencia que causaba aquel brillo carmesí emitido, era intimidante y tenía el poder de esclavizar a quien lo viera, sacando lo peor de sus impulsos con el único objetivo de lograr conseguir que todo en esa noche se tiñera de rojo.

 

Hasta la más mínima grieta.

 

Entonces el espectro dentro de él comenzó a golpearle el pecho, para hacerlo reaccionar y presionar al ahora desesperado Midoriya a actuar. No dudó más. En ese momento, totalmente despabilado, soltó el paraguas con el que había salido y comenzó a correr, decidido y casi poseído, esquivando cualquier contacto con las personas ya sumergidas en su locura.

 

Corría sin parar en dirección a la residencia de aquella persona que siempre fue su primer pensamiento en cada momento, aquella persona que sin importar cualquiera sea la situación debía proteger o de lo contrario él enloquecería cien veces más de lo que ya había enloquecido la ciudad entera.

 

“¡¿Qué hora es?!”

“¡¿Qué estará haciendo?!”

“¡¿Estará en casa aún?!”

 

Ahora él comenzaba a desesperarse con cada minuto que pasaba.

 

Sacó su celular sin dejar de correr, y al mirar la hora notó que marcaban la 1:20 am.

 

“Desde la avenida hasta la casa de Kacchan me tardaré aproximadamente media hora…”

 

“¡Agh! ¡Maldición!”

 

“No hay taxis, ni buses... las calles no son seguras para conducir… ¡AAH!  ¡Su número! Espero que no lo haya cambiado…”

 

Alcanzó a escribir 3 mensajes lo más rápido que pudo:

 

“NO MIRES LA LUNA.”

“POR NINGÚN MOTIVO MIRES LA LUNA.”

“¡¡KACCHAN!!”

 

Y volvió a la carrera contra el tiempo para llegar hasta su casa. Corría desesperado y gracias a la lluvia, que ahora subía de intensidad peligrosamente, su teléfono se resbalaba de sus manos. Una llamada iluminaba la pantalla de su estropeado aparato y contestó torpemente.

 

– ¿¡¡HOLA, KACCHAN!!?– preguntó agitado.

 

–...– silencio.

 

– ¿¡¡¡HOLA!!!?– preguntó ahora impaciente.

 

– Habla Todoroki.

 

– ¡TODOROKI! ARRIBA ESTÁ. LUNA ROJA. AVISAR. TU. TODOS. DEBO. KACCHAN. CUIDAR. DEBO IR. – Ya no podía más con los nervios atacando a su corazón y entorpeciendo su razón, para su desgracia, eso fue lo mejor que pudo articular en ese momento. No obstante, Todoroki logró captar el mensaje.

 

–Lo sé, esperaba a que llegaras a casa para salir los dos juntos pero veo que es hora–. El sonido de una puerta cerrándose le indico a Izuku que Todoroki estaba saliendo de su casa–. Es peligroso para ti andar sólo en esta situación. Envíame la dirección, espera ahí y voy a encontrarme contigo–. De forma directa, terminó de hablar y colgó.

 

Todoroki, aunque parecía calmado, en realidad estaba frustrado. No importaba cuánto tiempo pasase al lado del peliverde, este jamás se percataba de las cosas que a él le molestaban. Ya fuera entrenando juntos o estudiando para algún examen, siempre aparecía Katsuki como un fuerte recordatorio de que tenía que enfocarse en su trabajo como guardián y de que siempre estaría en segundo lugar cuando se trataba de la pequeña bestia rabiosa. Maldito esclavo de la luna que no podía controlar sus impulsos, cada vez que hubiera un ataque o un desastre ocasionado por él, Todoroki e Izuku debían correr a limpiar sus berrinches.

 

Justo como ahora.

 

Recibió al minuto un mensaje del culpable de sus cavilaciones y se encaminó a su encuentro.

 

Aun así, y a pesar de todo, él estaba decidido a no dejar las cosas tan sencillas para cierto rubio problemático. Sin saberlo, siempre tuvo lo que él más quiso servido en bandeja de plata pero nunca se percató de ello y estaba dispuesto a arrebatárselo antes de que lo notara.

 

2:00 a.m.

 

Por otro lado, Midoriya estaba al borde de contraer algún tipo de neumonía por correr sin control en medio del frío y, totalmente empapado, llegó a la casa de Bakugou, sólo para volver a correr al instante de haber llegado, pues el susodicho no se encontraba ahí. Marchó esta vez en dirección a donde este trabajaba, esperando y anhelando desde lo más profundo de su corazón que él estuviera ahí.

 

Estaba al borde del descontrol y sabía que ahora Genbu, el espíritu guardián que luchaba tercamente por poseerlo, no le ayudaría en lo absoluto. Puesto que sus habilidades no le favorecían para nada en ganar más velocidad.

 

Podría tener la piel y escamas más duras que el acero pero no le servirían de nada en estos momentos.

 

Fin del Capítulo 2

Notas finales:

Espero hayan disfrutado este nuevo capítulo y como prometí subiría uno por semana, así que da igual que el de la semana pasada lo subiese el martes x'D Sólo quería subirlo pronto <3


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