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Resplandor Carmesí por Iazumayaoi12

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Notas del capitulo:

El tercer capítulo fu escrito por mí :D Sí, por fin llegamos a algo que yo hice x'D Espero lo disfruten ;) 

 

 

Luego de haberse reunido con Kacchan en el lugar de trabajo de este, Izuku comenzó a pensar en varias hipótesis sobre el raro estado de las personas. Entre ellas, había muchas en donde la “Luna Roja” era la responsable de este desastre en grandes proporciones. Lo que recordaba de todas esas horas entrenando como guardián y estudiando para convertirse en el mejor guerrero era el brillo peculiar de la Luna y el efecto esclavizante de esta.

 

Aunque era difícil de creer que el brillo y el tamaño fueran los únicos responsables, estaba claro que lo que percibía de aquel satélite era más extraño que cualquier cosa. Debía haber algo más dentro de todo esto.

 

O eso es lo que pensaba Midoriya, quien murmuraba y murmuraba todas sus teorías al lado de Kacchan, quien ya se estaba impacientando al escuchar esos susurros tan molestos en un lugar que, por estar casi vacío, hacía sentir el eco de ese bisbiseo.

 

–¡¡Ya cállate, maldita sea!!–. Del estruendo provocado por la voz de Katsuki, Deku pegó un salto.

 

–Lo-lo siento, Kacchan–. Midoriya parecía un conejo de gelatina, probablemente por el frío que el sudor y la lluvia mezclados en su ropa le ocasionaban. Era lo normal, podría hasta coger un resfriado si seguía así.

 

No era su intención abrumar a su amigo con su cháchara, pero ese momento tampoco era el mejor para estar sacando conclusiones apresuradas o sin fundamento alguno; después de todo, había uno o más factores que no calzaban del todo en esta situación. Aunque tampoco se les podía deducir al momento, puesto que, no tenían suficiente información para seguir especulando. Quizás el conocimiento de la “Luna Roja” que le fue otorgado en su momento, no fue la información completa. ¿Qué sería aquello que faltaba?

 

–Idiota–. Chasqueando la lengua, Katsuki le lanzó a Midoriya la parte de arriba de su uniforme para que tuviera algo con que entrar en calor. En esos momentos, era crucial evitar más problemas que hacerlos. – ¿Y bien? ¿Alguien más evitó ser afectado por la luna?

 

–Sí, puedo asegurar que Todoroki viene en camino. Como viene en auto, la lluvia y las personas no serán mayor problema.

 

– ¿Todavía tienes contacto con el bastardo mitad-mitad?

 

–Por supuesto que sí. Él me ha estado ayudando con un montón de información sobre la “Luna Roja”.

 

– ¿Y esa información es?

 

Katsuki no quiso pedir la información con un simple “Explícame”, haciéndolo a su manera de la forma que era. A las bestias no se les educa o se les prepara para una Luna Roja; o cazan o son cazados. No había puntos medios en este asunto. Pero el muchacho mojado no tardó en entender la situación y decidió dar paso a una serie de explicaciones que la gente comúnmente tenía sobre este fenómeno astronómico, antes de pasar al plano espiritual que les interesaba.

 

– ¿Tienes lápiz y papel?

 

–En el escritorio, ve por él.

 

Ya con lápiz y papel en mano, Midoriya se dispuso a dar su explicación completa de lo que recordaba.

 

–Aquí están el Sol, la Tierra y la Luna. En este fenómeno, la Tierra se interpone entre la luz del sol y la luna, por ello, nosotros eclipsamos a la luna. Sin embargo, nuestra atmósfera dispersa la luz verde y azul, dejando pasar sólo la luz roja. De este modo, la luna pasa por nuestra sombra y recibe toda la luz roja.

 

–Es más simple de lo que se escucha–. Katsuki no tardó en procesar la información, puesto que las explicaciones de Midoriya en dibujos eran muy sencillas de seguir.

 

–También existen otras razones por las cuales la luna se torna carmesí y son las que nos conciernen–. Esta vez su tono se agravó, sus manos dejaron con cuidado el papel y el lápiz sobre la mesa antes de buscar con decisión el rostro de Katsuki. Los ojos de Midoriya se tornaron completamente negros y su mirada estaba fija en los orbes rubí de Bakugou.

 

– Oye, ¿qué demo-

 

–Soy Genbu, guardián del norte, guerrero de la tierra y el invierno–. La voz que provenía de la boca de Midoriya seguía siendo la misma de siempre, un poco más grave y con un tono casi burlón, pero si no fuera por los ojos, no habría mucha diferencia–. ¿Sabes cuál es tu papel, bestia maldita? Es el de no causar problemas, bola de pelos. Tendrás que matar al mocoso si quieres obtener sangre para tu señora.

 

Ahora estaba muy confundido.

 

Las manos sobre sus mejillas definitivamente eran las de Midoriya, y el rostro que ahora estaba a centímetros del suyo nopertenecía a nadie más sino al nerd de cabello alborotado.

 

Entonces, ¿Por qué una versión yandere de Deku le sonreía como si fuera escoria?

 

– ¿De qué demonios estás hablando?– Katsuki comenzaba apasar de la confusión al enojo en un tiempo récord.

 

– No trates de hacerte el inocente, Bestia. Siempre es igual con ella, busca sangre para conseguir su inmortalidad, lucha en vano contra el Sol pretendiendo traer la oscuridad eterna y nosotros, los Guardianes, arruinamos su festín. Solo te queda escoger de qué lado estás, siervo de la Luna. ¿Te quedaras quietecito o el mocoso tendrá que matarte?

 

Genbu finalizó su sentencia y Midoriya pegó un fuerte estornudo que le trajo de vuelta, rompiendo totalmente la atmósfera de aquel momento. Katsuki se alejó de un salto, entre sorprendido y asqueado, pues le había estornudado en toda la cara, y miró con cautela a Deku. Este todavía estaba mojado y le miraba como si nada hubiera sucedido, había tenido la chaqueta en las manos todo el tiempo que estuvo poseído y tampoco pareció importarle a Genbu. Además, parecía ser que no quería usar la chaqueta para secarse como si de una toalla se tratase.

 

– ¡Si te la di es para algo! – consiguió decir Katsuki. Si Deku no tenía ni idea de lo que acababa de suceder, él no iba a ser quién se lo dijera.

 

No sabía muy bien porqué pero, de los dos, el que más jodido estaba era él. No tenía que hundir a Deku también.

 

No quería.

 

Arrebatándole la chaqueta, Katsuki se dispuso a secarle el cabello al todavía húmedo Deku, quien lo mejor que pudo hacer en ese momento era despojarse de su ropa para así dejarla secar. Si la seguía llevando puesta, había muchas posibilidades de que se resfriara.

 

–Ahora que recuerdo, por ahí debe haber un uniforme de repuesto–. Katsuki comenzó a alejarse. – Iré a buscarlo.

 

– ¡Espera! –El chico de pecas sujetó una parte de la camisa de Kacchan, no queriendo causar problemas–. Así estoy bien. Todoroki quizás me traiga ropa de cam-

 

Ignorando toda su palabrería, Katsuki se dirigió a buscar el uniforme de repuesto a un casillero cercano que había allí. Sacó lo esencial: Pantalones, camisa y otra chaqueta, puesto que la suya estaba empapada por haberla usado como un sustituto de toalla.

 

–Quítate la ropa y ponte esto–. Le lanzó toda la ropa encima y se giró para darle una privacidad improvisada, cosa que en realidad no era entendible por el pecoso pues ambos eran hombres. El hecho de sentirse incómodos el uno con el otro de por sí era extraño.

 

Con movimientos algo torpes, Izuku comenzó a sacarse la ropa, desde la parte de arriba y luego los pantalones; decidió quedarse con su ropa interior ya que esta se había salvado de no mojarse tanto con la lluvia. Se colocó la camisa y los pantalones de forma ordenada, haciéndolo parecer también un guardia de seguridad en servicio. Cuando ya estuvo completamente ordenado, tocó el hombro de Katsuki en señal de que estaba listo y que no necesitaba seguir mirando hacia otro lado.

 

–Gracias por la ropa. Prometo que la devolveré limpia y seca.

 

–Soy el único con turnos nocturnos esta semana, puedes devolverla en ese transcurso–. Lo dijo con un tono de rudeza, pero nada fuera de lo común.

 

“Si todavía estoy para entonces” pensó con amargura.

 

– ¿Y bien? ¿A qué hora piensa llegar el bastardo mitad-mitad?

 

–Intentaré llamarlo.

 

Buscando su celular entre sus mojadas prendas, no tardó en hallarlo y hacer pronto la llamada a su compañero Todoroki. El pitido de marcación sonó una, dos, hasta tres veces. Recién en la quinta fue cuando Todoroki contestó de forma algo agitada, al parecer estaba teniendo complicaciones con las personas de la calle que estaban en ese inusual estado de pseudo-zombificación o aturdimiento.

 

– ¿Todoroki?

 

– ¡Midoriya!–. Todoroki usó un manos libres para comunicarse con el de pecas, de esta forma, le era más fácil maniobrar el auto que haciéndolo con una sola malo–. Las personas han tratado de abalanzarse hacia el auto en reiteradas ocasiones. Parece que estamos lidiando con algo aún más agresivo de lo que esperábamos. Necesito que apenas llegue al edificio donde están, bajen y entren al auto. Llegaré en cinco minutos aproximadamente.

 

Sin dejar hablar siquiera a Deku, Todoroki había colgado.

 

Midoriya miró a Katsuki y le comentó rápidamente lo que escucho de Todoroki. No dudaron y fueron a la puerta de salida, donde desde afuera se veía una exorbitante cantidad de personas, quizás esperando que salieran. Lo único que podría tumbar a ese gentío sería el auto, e incluso si eso llegara a dañarlos, lo primordial ahora era que aquellos no afectados por la luna roja se reunieran en un lugar seguro.

 

Eso sí aún había gente que no tuviera el efecto zombificador de la luna.

 

Los cinco minutos no tardaron en transcurrir, Todoroki llegó y casi estrelló el auto contra un poste de luz. Midoriya y Katsuki salieron rápidamente del edificio, esquivando hábilmente a las personas y por fin entrando al auto de un salto.

 

Fin del capítulo 3

Notas finales:

Espero hayan disfrutado de este cap, si piensan que está narrado de forma rara es porque una de las chicas tuvo que retocar ciertas partes para que el fanfic quedase con más sentido, así que me agregó unos párrafos, pero aún así, espero lo hayan disfrutado

 

Dentro de una semana el próximo capítulo~


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