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JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

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Notas del capitulo:

Olis, nuevo one-shot. Btw sigan haciendo streaming, hoy Taemin perdió y no es justo. Debemos esforzarnos mas. Tambien voten en el Mcountdown y el Idol Cahmp app apra el Show Champion. Me dio mucha pena verlo hoy cuando perdió. En Genie tbn debemos hacer streaming, hay links en twitter donde podemos entrar para apoyarlo.

 

Enjoy it :)

Kim Jonghyun era una persona táctil. Él palmeaba a los hombres en la espalda, besaba las mejillas de las mujeres y daba ocasionales apretones de hombro a la gente que le gustaba. De hecho, Lee Taemin se dio cuenta mientras tomaba su whisky, que Jonghyun tocaba a todos excepto a él.

En los seis años que ellos se conocían, él fácilmente podría contar con una mano el número de veces que su mejor amigo había hecho algo más que estrechar su mano, siempre después de una de las rupturas de Taemin. Entonces era cuando él le daba un abrazo y algunas veces un beso en la mejilla.

Levantó un dedo hacia el mesero. Si fuera preciso él no sería capaz de recordar cuántos dedos había levantado en pocos minutos.

― Vas a emborracharte y tendré que llevarte a casa. ― Dijo una voz junto a él. Aunque el aliento de Jonghyun rozó la oreja de Taemin, ninguna parte de ellos se tocaron.

― ¿Qué te importa? Ve a tocar a alguien más.

Mirando al hombre al que quería más que a nada, pero que hacía daño a su corazón. Echó hacia atrás la cabeza y dejó que la fuerte bebida bajara por su garganta.

― Ahora esto es simplemente una falta de respeto, tragarse un costoso licor así. Sé que es costoso porque mi amigo no es barato. ― Jonghyun se burló. Él tomó la barbilla del Taemin con sus dedos, girando su cabeza hasta que él miró a su amigo.

Taemin contuvo el suspiro que siempre quería escapar de sus labios cuando miraba dentro de esos brillantes ojos cafés. Taemin pensaba que eran la cosa más hermosa en el universo.

― ¿Qué está mal Taemin? ¿Minho está siendo un idiota?

La simpatía en la voz de su amigo casi fue su ruina, pero sabía que podía mantener la calma, él sólo necesitaba más alcohol en su sistema.

― Minho se fue. Rompimos la semana pasada ― confesó.

― ¿Por qué? ― Un ceño se formó en la frente bronceada de Jonghyun. ― Pensé que estaban bien juntos.

Taemin no podía explicarle cuan atrapado se había sentido en la relación, incapaz de respirar.

― ¿Por qué un hermoso hombre como tú no puede mantener a un chico? ― Preguntó Jonghyun pensativamente. ― Eres rico, más hermoso que la mayoría de las personas en el planeta, y está el corazón de un dulce hombre. ¿Por qué siempre estás buscando nuevos novios? 

― Al parecer, porque no estoy disponible emocionalmente. ― Le llenó de amargura el recordar la conversación con su ex-novio.

― ¿En serio? ― Jonghyun liberó la barbilla de Taemin y deslizó su cabello detrás de la oreja en un gesto de cariño. El contacto hizo temblar a Taemin. ― Eso es lo que obtienes por salir con un psiquiatra.

Con esfuerzo, se obligó a seguir la conversación y no sentarse allí sólo suspirando como una adolescente con su primer amor.

― Pensé que habías dicho que era perfecto para mí.

― Creí que él te ayudaría con tus problemas personales, no que se añadiría a ellos. ― La boca sexy de Jonghyun adoptó un triste gesto y su voz tenía un aire de ira. ― Si hubiera sabido que él iba a hacerte sentir como una mierda me hubiera deshecho de él.

― Cosas como éstas son la razón por la que mi asistente piensa que eres un asesino a sueldo.

Jonghyun era dueño de una empresa de seguridad a cargo de vigilancia electrónica y de protección personal para clientes de alto perfil. Los dos se conocieron cuando Taemin necesitó ayuda para descubrir una falla de seguridad en su laboratorio. Jonghyun organizó su seguridad y lo ayudó a atrapar al ladrón, ahorrándole a Taemin millones de dólares en investigaciones en proceso.

Él levantó la mano al mesero por otra ronda. Jonghyun agarró su muñeca. ―Él tuvo suficiente, ― le dijo al camarero.

El hombre asintió mientras le deslizaba a Taemin un pedazo de papel a través de la barra. ― Llámame si quieres salir en algún momento.

El mesero le dio una amplia sonrisa y un guiño antes de regresar al otro lado de la barra.

― Definitivamente es tiempo de llevarte a casa antes de que el mesero lo haga.

Jonghyun pasó un brazo alrededor de Taemin cuando él se deslizó de su asiento en la barra.

― Él es bastante lindo.

― No es lo bastante bueno para ti ― él creyó oír que Jonghyun murmuraba mientras su amigo lo aseguraba.

Jonghyun soltó un pequeño gemido cuando el cuerpo de Taemin se apoyó en el suyo. Después de haberlo conocido hacía seis años, Jonghyun sabía que no había ninguna razón para continuar saliendo con otros hombres, o incluso con mujeres. Después de encontrar a su alma gemela, otras personas eran tan sólo una manera de pasar el tiempo. Lee Taemin, con su cabello color chocolate y ojos chocolate, hacía que el corazón le corriera más rápido. Nadie podía compararse con su amigo...y si él no podía tener a Taemin, no quería a nadie más. Su amor merecía algo mejor que un maltrecho ex-mercenario con un pasado sangriento.

Lo peor de todo era que su amigo tenía un horrible gusto en hombres.

Después de su inicial aversión por cualquiera que tocara a Taemin, Jonghyun decidió que un psiquiatra podría ser un buen partido para su complicado amigo, pero después de unos pocos meses se dio cuenta que Minho no comprendía a Taemin. Afortunadamente el idiota se movía demasiado rápido. Él no sabía de los problemas de Taemin sobre sentirse atrapado en una relación. Por más médico en jefe que fuera.

Él abrazó al hombre borracho asegurándolo a su lado y lo condujo hacia la puerta. A mitad de camino él vio a entrar a Minho.

― Mierda.

― ¿Algo va mal? ― Preguntó Taemin con una mal pronunciada voz por el licor.

― Nada que yo no pueda manejar, cariño.

Echándoles un vistazo, el psiquiatra camino directamente hacia ellos. ― Veo que Jonghyun está aquí para recoger las piezas... otra vez. ― Minho le dio a Jonghyun una sonrisa hostil. ― Debe ser lindo tener siempre alguien a mano listo para atraparte cuando caes. Pensé que yo había conseguido ese trabajo, pero al parecer estaba ya tomado cuando nos juntamos.

― ¿De qué estás hablando?

― Déjalo en paz, Minho. Él bebió demasiado. Lo estoy llevando a su casa.

― Quizás debería ir para asegurarme de que no te aprovechas de él

― ¿Es una maldita broma?

La rabia llenó a Jonghyun con el pensamiento de que alguien tocara a Taemin cuando él no estaba con todos sus sentidos. Incluso no quería pensar acerca de cuántos hombres en el bar serían más que felices de poner sus manos sobre Taemin.

― Está bien, Minho. Jonghyun nunca podría tocarme. Él no me quiere de esa manera.

Taemin se inclinó más y acarició a su ex novio en el hombro. Jonghyun rápidamente envolvió más fuerte su brazo alrededor del hombre ebrio para mantenerlo estable. Su amigo jamás le perdonaría si Jonghyun le dejaba caer de cabeza sobre el piso, borracho o no.

Minho le dio a Taemin una suplicante mirada. ― Siento haberte dejado, bebé. Vine a disculparme y ver si podemos hacer que funcione. No tenemos que irnos a vivir juntos enseguida. Podemos tomarnos nuestro tiempo.

Taemin sacudió su cabeza. Jonghyun le sostuvo cuando él se tambaleó. ― No estaba funcionando. Soy una decepción para ti. No soy lo que necesitas.

― Ves, problema resuelto. Vete, Minho. ― Jonghyun miró airadamente al otro hombre, dejando que sus ganas de asesinarlo se viera en sus ojos.

Minho palideció. ― Yo... yo te llamaré más tarde, Taemin.

― No te molestes, ― gruñó Jonghyun.

Minho giró y se apresuró a alejarse entre la multitud, casi haciendo perder el equilibrio a un par de bailarines en su prisa.

El cuerpo de Taemin tembló. Con su cabeza inclinada hacia abajo, Jonghyun no podía ver su expresión. El remordimiento lo golpeó profundamente.

― Oh, dulzura. No sabía que querías retenerlo. Lo llamaré y haré que te vea por la mañana.

Taemin miró hacia arriba, sus brillantes ojos llenos de risa. ― Eso fue lo más divertido que nunca he visto.

El alivio corrió a través de Jonghyun. No había arruinado nada después de todo.

*******************************************************************

Taemin despertó a la mañana siguiente con una sonrisa en su rostro, a pesar del atroz dolor de cabeza.

Suspirando, trastabilló dentro de la cocina para encontrar una nota, de puño y letra de Jonghyun, colgada bajo un imán en su refrigerador.

"El jugo está en el refrigerador. Llámame si necesitas algo"

Taemin estaba casi seguro de que no tenía jugo en su refrigerador la noche anterior. Él sonrió, se dio cuenta de que Jonghyun debió de haber ido de compras.

Bebió un vaso de jugo mientras pensaba cuando podría conseguir a Jonghyun para él. Después del beso tierno de anoche sabía que estaba a un tiro del sexy hombre.

Sonó el celular de Taemin y sonrió cuando vio el nombre de Jonghyun en la pantalla.

― Hey, gracias por traerme seguro a casa anoche.

Taemin deseaba que Jonghyun se hubiera quedado a compartir la gran cama con él.

― No hay problema, compañero. Hey, creo que tengo un avance sobre un chico.

El estómago de Taemin se revolvió, y su jugo amenazó con volver.

― ¿Qué... qué quieres decir?

Jonghyun rió. ― Realmente estabas borracho anoche. Dijiste que podía encargarme de encontrarte a un chico ya que te va tan mal en eso.

― Oh. Oh, bueno.

Era increíble que él pudiera hablar a pesar del dolor que le cerraba el pecho.

― Es un chico muy agradable. Un contador. Él podría ayudarte a hacer el seguimiento de todo tu dinero.

― Sí, eso sería práctico. O sólo podría mantener a mi actual contador el cual hace un gran trabajo y no sonsacar ayuda gratis a un total desconocido.

― Tendré que recordar eso. ― La voz de Jonghyun fue un bajo y divertido susurro en el teléfono.

― ¿Recordar qué?

― Eres un malhumorado cuando te levantas después de una borrachera.

Taemin dejó escapar un suspiro ― OK, ¿cuál es el nombre del chico?

― Jinki. Es un contador.

― ¡Ya dijiste eso!

El corazón de Taemin dolía y si tenía que seguir escuchando mucho más a Jonghyun hablar de su amigo, Taemin iría al departamento de Jonghyun y le daría un puñetazo en la cara.

― ¿No te gustan los contadores?

― No. Estoy seguro de que él está bien.

― Arreglé que almuerce contigo hoy a las dos.

― ¿No es digno de una cena?

― No quiero que él piense que puede llegar a tener suerte.

― ¿Entonces cuando llegará a tener suerte? ¿Hago un programa? ¿Muevo la cena a la segunda cita, en la tercera?

― Si no quieres salir con él, sólo dilo ― lo cortó Jonghyun.

― No lo sé. Aún estoy saliendo de lo de Minho.

― No estabas tan metido con Minho. Dudo que necesites un periodo de luto. Y como lo hablamos anoche, voy a encontrar a tu príncipe azul.

Taemin gimió, agarrando su adolorida cabeza. ― Tengo que admitir que no recuerdo mucho acerca de anoche.

― Aceptaste dejarme a cargo de tu vida amorosa.

― ¿Por qué haría eso?

― Porque sigues escogiendo idiotas como Minho. Te encontraré a alguien bueno.

― Bien. Voy a ir, pero si él es un idiota iré a tu oficina y te patearé el culo.

Jonghyun se rió ― Es un trato. Incluso si no encuentran una conexión amorosa, él es un buen tipo. ― Seguro.

Después de recibir los detalles de la cita, Taemin colgó, deprimido. ¿Por qué Jonghyun no podía amarlo? ¿Había algo mal en él?

Fue al baño a cepillar sus dientes y se miró en el espejo. Sus ojos color chocolate estaban bien, su nariz derecha y tenía una bonita sonrisa que más de un hombre había alabado. ¿Qué tenía él que no atraía a Jonghyun? Taemin trató de pensar en las personas que había visto con el otro hombre, pero, aunque su amigo anduviera con un montón de gente, no podía pensar en nadie por el que Jonghyun hubiera parecido atraído. Hizo una nota mental para preguntar sobre el tipo de su amigo.

Después de todo, sería bueno devolver el favor y encontrarle alguien propio a Jonghyun ya que obviamente no quería a Taemin.

Deprimido después de comenzar el día con esa nota optimista, Taemin se vistió y pasó la mañana mirando fijamente la televisión hasta que fue hora de ir a su cita.

*******************************************************************

Según el reloj de su teléfono Taemin todavía tenía diez minutos antes de su cita, por lo tanto, el chico estaba nervioso o era un idiota. Los ojos negros del rubio se ampliaron cuando Taemin entró en el comedor y se le acercó. ― Discúlpame, soy Lee Taemin. ¿Eres el amigo de Jonghyun? 

― No sé quién es Jonghyun, pero soy su nuevo mejor amigo. ― El hombre se levantó y extendió su mano. ― Kim Jongin. Encantado de conocerte.

Cuando Taemin estrechó su mano una sacudida de atracción pasó a través de él, pero la mirada en los ojos del otro hombre le dio un escalofrío de una especie diferente. Era como mirar una hermosa serpiente, bella, pero mortal. Este no era el tipo de hombre al que quisiera conocer demasiado.

― Fue agradable conocerte también, pero mejor espero por el amigo de Jonghyun. No quiero que él piense que lo dejé plantado.

― Si él llega tarde para conocerte, él se lo merece. ― Los ojos de Jongin se volvieron hacia la ventana. ― Sin embargo, voy a encontrarme con alguien también.

Él metió la mano en el bolsillo de la chaqueta apoyada sobre una silla y sacó un sobre de tarjetas de visita. Lo abrió y sacó un rectángulo blanco. ― Aquí está mi tarjeta. Dame una llamada y estaría feliz de salir contigo. ― Él miró alrededor del restaurante con una mueca. ― A algún lugar más bonito.

― Gracias ― dijo Taemin. Él no tenía intención de llamar alguna vez al otro hombre. Las vibraciones procedentes de Jongin gritaban 'Idiota abusivo', no importaba si estaba envuelto en un bonito paquete. Aunque Taemin era conocido por tener mal gusto en hombres, hasta el momento no había sido así de malo.

― Discúlpame, ¿eres Taemin? ― preguntó una tímida voz detrás de él.

Él giró para ver a un rubio de aspecto dulce vistiendo una camiseta y pantalones vaqueros.

― Sí.

― Soy Jinki. Jonghyun me hablo acerca de ti.

― Encantado de conocerte, Jinki - Estrechó la mano antes de educadamente decirle adiós a Jongin, quien dio a Jinki una fría mirada, provocando que Taemin tomara el brazo de Jinki y rápidamente lo condujera hacia una mesa para dos en la esquina. ― Vamos a tomar un bocado. ― Dijo él casualmente alejándose por completo.

Él no se relajó hasta que vio por la esquina de sus ojos como Jongin se iba después de que ordenaron su comida.

― Te daré un consejo que no pediste, pero yo me quedaría lejos de ese tipo, ― dijo Jinki.

Los ojos de Taemin volvieron a su cita. ― ¿Lo conoces?

― No. Pero él parece acarrear malas noticias y no estoy diciendo esto sólo porque piense que eres caliente.

Taemin se rió. ― Sí, también tuve una escalofriante sensación acerca de él.

Complacidos por estar de acuerdo sobre algo, se acomodaron frente a su comida para una larga charla.

Después de una hora de hablar, Jinki dijo lo único en lo que Taemin estuvo pensando todo el tiempo.

― Esto no funcionara.

― ¿Qué? Acabamos de conocernos.

― Sí, pero puedo ver que no estás conmigo, y a pesar de lo hermoso que eres, yo no necesito ese tipo de desamor.

Taemin le dio una sonrisa de disculpa. ― No me malinterpretes, creo que eres un chico agradable, sólo es que yo estoy colgado por alguien más.

― ¿Jonghyun lo sabe?

― ¿Qué te hace pensar que es Jonghyun?

Jinki sonrió. ― Porque él hizo toda una investigación policial, menos una búsqueda completa en mis cavidades antes de decidir si estaba bien que nos conociéramos, y lo he conocido desde hace dos años. Llegué aquí más porque quería conocer al hombre de Jonghyun que porque necesitara una cita.

Taemin sacudió su cabeza, su corazón latiendo casi fuera de su garganta. Cómo deseaba que las palabras de Jinki fueran ciertas. ― Él no está interesado en mí. Si lo estuviera, no trabajaría tan duro para encontrarme una cita.

Jinki se encogió de hombros. ― El amor es una cosa extraña. Quizás sea su manera de cuidarte. Es del tipo viril, tú sabes. Con personalidad de protector.

― Pensé que Jjong había dicho que eres un contador.

― Tomé psicología en la Universidad.

― Ahhh.

Taemin cambió el tema. Él no se atrevía a levantar sus esperanzas acerca de Jonghyun. Si Jonghyun quería a Taemin sabía dónde encontrarlo. 

*******************************************************************

A la mañana siguiente Jonghyun se deslizó sus gafas oscuras y suavemente salió de su casa. Su cabeza tronó cuando la luz solar apuñaló sus ojos como dagas luminosas y su estómago amenazó repetidamente con decorar la acera, pero maldito si él no iba a ver a Taemin, ver su rostro cuando hablara de Jinki. Cuanto más pensaba sobre ello más sospechaba que se burlaba de él.

Taemin no era el tipo de hombre que caía enamorado a primera vista, Jonghyun por lo menos esperaba desesperadamente que no. Tanto como quería que Taemin se llegara a enamorar, pensar que él realmente lo hiciera hacía doler su pecho. Él lo frotó distraídamente mientras caminaba hasta el departamento de su amigo.

Acercándose al edificio notó a un hombre apoyado en el poste de luz al otro lado de la calle del edificio de Taemin. Jonghyun no hubiera pensado nada de ello, pero el chico estaba tratando tan duro de parecer despreocupado que sus instintos gritaron peligro.

Mantuvo un ojo sobre el hombre mientras caminaba hasta el edificio. Como si sintiera que Jonghyun lo observaba, el hombre se apartó del edificio y se alejó por la calle.

Jonghyun lo observó hasta que el hombre giró la esquina y desapareció de la vista, entonces, siguió su camino hasta la puerta de Taemin y golpeó. El episodio entero le molestaba. La paranoia lo llenaba mientras revivía el encuentro en su mente. Probablemente no significaba nada, pero ciertamente mantendría un ojo abierto.

Taemin abrió la puerta, húmedo y sin camisa, con una toalla envuelta alrededor de sus delgadas caderas. Incapaz de resistirse, los ojos de Jonghyun siguieron los escasos bellos oscuros que formaban un feliz sendero hacia abajo por el cuerpo de su amigo.

― ¿Ves algo que te guste?

Los ojos de Jonghyun regresaron hasta el rostro divertido de Taemin. ― Si no quieres gente mirando, no abras la puerta medio desnudo.

Empujó a su amigo para pasar, cuidando de empujarlo con el hombro, resistiendo las ganas urgentes de tocar toda esa expuesta piel aun cuando su boca babeaba con el pensamiento de seguir las brillantes gotas con su lengua.

― Lo lamento, acabo de salir de la ducha y pensé que no querrías esperar ante mi puerta.

Visiones del precioso hombre bajo un chorro de agua humeante hizo endurecer el pene de Jonghyun dentro de sus pantalones. Sólo lo empeoró cuando él mentalmente se insertó a sí mismo en la misma escena. ― Deberías comprobar mirando antes por el agujero cuando respondes a la puerta. Nunca se sabe quién viene.

― Sí, papá, incluso miraré ambos lados antes de cruzar la calle.

Los labios de Jonghyun tiraron con diversión, pero se rehusó a caer en la tentación de sonreírle a su atractivo amigo. ― Bien. ― Él señaló con su dedo a Taemin. ― Y no hables con extraños.

― Ya aprendí de ese error. ― Taemin le relató su incidente en el restaurante.

― ¿Todavía tienes la tarjeta del tipo?

Taemin frunció el ceño. ― Um, debería estar en mi bolsillo. ― Caminó hasta su dormitorio. Jonghyun lo siguió, sin evitar jadear cuando vio el desorden.

― ¿Hubo una advertencia de tornado y me la perdí?

― Ja, ja, muy gracioso. ― Taemin se inclinó y agarró su pantalón del suelo. ― Aquí esta. ― Agitó victoriosamente un pequeño trozo de papel en el aire.

Jonghyun se lo arrebató de sus manos. Leyendo el nombre, su corazón se saltó un latido. ― ¿Sabes quién es?

― ¿Un rubio aterrador?

― Es la mano derecha de Cho Kyuhyun.

― ¿El mafioso?

― Sí. Trafico de drogas, prostitución, ... tu nombre... ¿Le diste tu nombre?

Taemin asintió. ― Pero no dije nada de donde vivía.

Jonghyun agarró a Taemin por los hombros y lo sacudió. ― Él no necesita que le dieras tu dirección. Tú no te escondes precisamente. Cualquiera de sus contactos podría encontrarte.

― Mierda. Bueno, la buena noticia es que probablemente ya haya olvidado todo acerca de mí, ¿verdad? ― Taemin le dio una esperanzadora sonrisa.

Jonghyun miró a su amigo de arriba a abajo, antes de sacudir su cabeza. ― Con lo mucho que me encantaría estar de acuerdo, no lo estoy. No eres fácilmente olvidable. ― El Señor sabía que él había estado intentando olvidar cómo de magnífico era Taemin cada día desde que se conocieron.

Él teléfono de Taemin sonó. Mientras aun miraba a Jonghyun con una expresión de perplejidad, contestó. Su rostro cambió de preocupado a molesto ― No, no vengas aquí, Minho. Terminamos. No, no quiero hablar de nada. No. No. ― Taemin colgó. ― Mierda.

― ¿Minho no está tomando bien la ruptura?

Taemin sacudió su cabeza, enviando su cabello marrón chocolate sobre su rostro. Jonghyun distraídamente lo peinó hacia atrás.

― Minho quiere venir y discutir nuestra relación. ― Usó sus dedos para poner comillas imaginarias de la palabra 'relación' mientras hablaba.

Jonghyun no pudo detener la sonrisa que cruzó su rostro ante el tono de descontento de Taemin. Por la expresión de su amigo, Minho podría haberle pedido que bebiera veneno.

― Minho es un idiota.

― Sí, ― acordó Taemin. Tirando para abrir un cajón, agarró una.

Jonghyun tragó para obtener algo de humedad en su repentinamente garganta seca. ― Um. Busquemos algo para que uses más tarde.

Los brillantes ojos de Taemin se volvieron soñadores. ― Me gustó Jinki. Gracias por juntarnos. ¿Quieres prepararte algo para desayunar?

Apenas pudo hablar a través del aplastante dolor en su pecho. ― Sí, ummm, desayunar estaría bien. Podría tomar algo de café. ― Necesitaba salir de allí antes de que Taemin dejara caer su toalla.

Después de que Jonghyun rellenó la cámara de agua de la cafetera, Taemin caminó desde el dormitorio, su camiseta y sus sueltos pantalones cortos cubrían todas las partes interesantes.

― Hey, ¿Estas bien? ― Una cálida mano rozaba círculos en la espalda de Jonghyun, él se volvió para ver unos ojos color chocolate, que lo miraban con preocupación.

― Seguro. Creo que bebí demasiado anoche. ― Se sacó sus gafas de sol y las colocó en la encimera.

― Iré a buscarte algunas aspirinas para el dolor de cabeza. ― Con una amistosa palmadita en su espalda, Taemin pasó a su lado. Jonghyun resistió las ganas de agarrar al otro hombre mientras se alejaba.

Taemin regresó rápidamente con una familiar botella blanca. ― Aquí tienes. ¿Alguna razón en particular por la que has estado bebiendo? ― Ojos compasivos le estudiaron. ― Puedes decirme si tienes algún problema.

― No. Nada de eso. He tenido mucho en mi mente y estúpidamente pensé que tomando algo haría desaparecer todo.

Taemin sonrió. ― No se puede decir que no he estado allí... justo la otra noche, de hecho.

Jonghyun dio a su amigo una débil sonrisa. Quería hablar con alguien acerca de su problema, pero la única persona con quien normalmente discutiría sus problemas se hallaba junto a él. Necesitaba hablar con Jinki y hacerle saber que él no podía jugar con los sentimientos de Taemin. Él no iba a dejar que alguien rompiera el corazón de este hombre, inclusive si era otro amigo.

Caminó alrededor de la isla de la cocina y tomó asiento en la banqueta lejos del toque reconfortante de Taemin. Aceptando el vaso de agua con un suave gracias, tomó las pastillas blancas mientras silenciosamente trataba de explicar a su erección por qué él no podía saltar sobre el sexy hombre.

― ¿Quieres tus huevos fritos o revueltos?

― Fritos. Término medio.

Taemin sacudió su cabeza, sonriendo. ― Sé cómo te gustan tus huevos fritos, Jonghyun. Te he preparado el desayuno durante seis años.

Minutos después Taemin deslizó una taza de café recién echa sobre la barra. Jonghyun incluso no tenía que mirar para saber que estaría perfectamente preparada. Detuvo su taza de café a mitad de camino a sus labios cuando la verdad lo golpeó. Taemin tenía razón. A pesar de que su amigo tenía novios dentro y fuera de su vida, los dos habían caído en un patrón. Cuando ellos hacían algo juntos Jonghyun venía y Taemin le hacía el desayuno.

Jonghyun sorbió su café y observó a Taemin cocinar con rápidos y eficientes movimientos. De la manera que las personas hacían cuando estaban cómodos en la cocina.

Jonghyun se preguntó cómo sería tener a Taemin como su novio y que él le cocinara el desayuno después de una noche de pasión. Que este magnífico e inteligente hombre le perteneciera.

*******************************************************************

Taemin estaba sentado en el bar bebiendo una margarita y masticando algunas papas. Ideas para su próximo proyecto llenaban su cabeza. Agarró una servilleta, tomó prestada un lapicero de la mesera y comenzó a delinear el concepto flotando en su mente.

Vagamente notó cuando alguien se sentó.

― Así que nos encontramos otra vez.

Parpadeando para sacarse a sí mismo del aturdimiento, miró a los ojos de Jongin. ― Oh, hola.

― Hola. ― Jongin lucía sexy vistiendo su suéter negro cuello de tortuga y unos ajustados caquis. ― ¿Te encontrarás con alguien aquí esta noche?

― Sí.

― Que vergüenza, parece que siempre estás demasiado ocupado para mí. ― Dijo las palabras como una suave queja, pero Taemin escuchó el hilo de ira por debajo de ellas.

― Tal vez la suerte no está de nuestro lado. ― Él probó con una sonrisa de disculpa.

― Verdaderamente eres el hombre más bello que he conocido.

Taemin sintió calor caliente en sus mejillas. No es que nunca hubiera recibido elogios, pero la mirada de Jongin perforaba un poco demasiado profundamente, como si el hombre estuviera tratando de sondear su alma.

― Gracias. ― Realmente, él no sabía qué más decir. El hombre podía ser atractivo, pero aun provocaba escalofríos a Taemin.

― ¿Cuándo vas a sacar tiempo para salir conmigo?

― Lo siento, me retrase.

Taemin sonrió ante el sonido de la voz de su amigo. Nunca había estado tan feliz de ver a alguien en su vida. Deseoso de deshacerse de Jongin se levantó y plantó un beso en la boca de Jonghyun. Fue breve, pero aún dio un paso atrás lamiendo el gusto sobre sus labios.

― Hola, dulzura. ― Dio a Jonghyun su más brillante sonrisa, con la esperanza de que su amigo le siguiera el juego.

― Um, Hola.

― Él es Kim Jongin.

Los ojos de Jonghyun adquirieron un frío adicional. ― Piérdete, Jongin.

En lugar de lucir ofendido, el otro hombre le dio a Taemin su encantadora sonrisa de serpiente. ― Te veré más tarde, Taemin.

Sin esperar una respuesta, Jongin se fue sin dar otro vistazo a Jonghyun.

― Es atractivo para ser un asesino.

― Si te gusta ese tipo. Es un poco demasiado reptil para mí.

― ¿Reptil? ― se rió Jonghyun.

― Sí, él me recuerda a una serpiente. Escalofriante. ― Taemin dio un exagerado estremecimiento.

Jonghyun resistió las ganas de cazar al otro hombre y matarlo... la única manera segura para lograr que Jongin nunca consiguiera acercarse de nuevo a su hombre. Sus labios aún picaban por el toque de Taemin. El roce de la boca del otro hombre contra la suya lo había golpeado como la descarga de un rayo.

Jonghyun señaló por una cerveza al mesero y esperó por la atención de Taemin. Él sonrió ante la concentración del genio, mientras más garabatos aparecieron junto a los primeros. La cerveza sabia amarga comparada con el salado y ácido de la margarita del beso de su amigo. Haría casi cualquier cosa para conseguir otra probada.

Después de unos minutos más, Taemin guardó la servilleta en el bolsillo y le dio a Jonghyun una sonrisa cegadora.

― ¿Lo resolviste?

Taemin se encogió de hombros. ― Tal vez. Mis anteriores ensayos no resultaron bien, pero creo que podría haber averiguado el problema.

― Bien. ¿Listo para pedir una mesa?

― Sí. ― La atención de Taemin regresó a Jonghyun, y siguieron adonde les gustaba sentarse. No hablaron nuevamente hasta estar sentados en una mesa alta y tener sus bebidas y papas junto a ellos.

― ¿Cómo te encontró Jongin?.

Taemin frunció el ceño como si pensara sobre esa idea. ― No creo que lo hiciera. Creo que sólo me vio y vino a decir hola.

― Mantente lejos de él. Definitivamente no está en mi lista de novios aprobados.

Taemin sonrió. ― ¿Tienes una lista?

Jonghyun hizo una mueca avergonzada mientras Taemin continuaba burlándose.

― ¿Entonces si Jinki ya no funciona tienes...qué? ¿Chicos de respaldo?

― Cállate.

Afortunadamente la mesera se acercó y distrajo a Taemin de su interrogatorio.

Ellos hicieron sus pedidos y esperaron bebiendo sus bebidas. ― ¿Así que... que acerca de ti? ― Los ojos de Taemin le miraron con intensidad.

― ¿Qué acerca de mí?

― ¿Cómo podemos encontrarte un nuevo novio?

― Que gracioso. ― Jonghyun sonrió. ― No estoy buscando un hombre para mí mismo.

― ¿Una chica?

El corazón de Taemin saltó en su pecho. Si su amigo quería a una mujer, ningún saludo desnudo ante su puerta atraería a Jonghyun a su lado.

― No. No busco a alguien.

― ¿Por qué no? ― Los fríos ojos de Jonghyun lo miraron fijamente por un momento.

― Porque sólo quiero a una persona y está fuera de mi alcance.

― Oh. ― Taemin acarició el brazo de Jonghyun, sin dejarlo ver que él sabía que Jonghyun lo quería, pero en su interior saltaba de regocijo. Siguieron charlando mientras esperaban por su comida.

**********

Taemin sonrió a Jinki cuando tomó asiento junto a él. Habían originalmente planeado encontrarse por unas bebidas antes de la obra, pero Jinki sobre la hora tuvo una reunión con su jefe y se retrasó. Taemin le había enviado su boleto por correo antes de venir.

― ¿Problemas en el trabajo?

Jinki sacudió su cabeza. ― Me ofrecieron un ascenso como jefe para supervisar el departamento.

― Felicidades. ― Taemin se levantó y le dio a Jinki un incómodo abrazo sentándose en el apoyabrazos.

― Gracias. ― La sonrisa de Jinki era amplia y amistosa. No por primera vez él pensó que podría caer por este dulce hombre sin complicaciones.

― ¿Has visto antes esta obra?

― Sí, me encanta Shakespeare. Vi ésta hace años en un festival.

Taemin miró a su alrededor repasando el teatro. ― A veces es mejor verlas fuera, pero al menos aquí no hay mosquitos.

― O personas en sillas altas sobre el césped que bloqueen mi vista.

Rieron suavemente mientras comentaban sobre las diferentes obras al aire libre que habían visto hasta que las luces parpadearon anunciando que la obra estaba a punto de comenzar.

Observaban en silencio hasta el intermedio donde salieron a conseguir unas bebidas para calmar sus gargantas secas mientras que discutían sobre los actores, la escenografía y los trajes hermosos.

― Gracias por invitarme, Taemin. Sé que lo hiciste para molestar a Jonghyun, pero estoy pasando un gran momento.

Taemin sonrió. ― Yo también, pero si puedes mencionar que me gustó el lubricante saborizado en tu conversación con Jonghyun también sería genial.

Jinki echó atrás la cabeza y se rió. ― Considéralo hecho.

― Nos encontramos otra vez.

Taemin se volvió a ver los fríos ojos de Jongin ― Parecemos hacer eso mucho últimamente. ― Demasiado, de hecho. Nadie encontraba tantas veces por casualidad a alguien. Tenía la incómoda sensación de que lo estaban acechando.

La sonrisa de Jongin tenía la calidez de un caimán cuando él volvió su mirada de reptil hacia Jinki. ― Veo que están saliendo otra vez. El hombre con quien estabas la otra noche al menos se veía fuerte, un verdadero hombre. ¿Para qué quieres a éste?

Taemin le ofreció una sonrisa cortes. ― Él es flexible.

Una breve y fría sonrisa tocó los labios de Jongin. ― Interesante. ― Su mirada helada barrió a Taemin nuevamente. ― Esperaré tu llamada mañana.

Con esas palabras se alejó, desapareciendo en la multitud.

― Espeluznante ― dijo Jinki con un escalofrío.

― Mmhmm.

Jinki empujó a Taemin con su hombro. ― Primero lubricante saborizado y ahora flexible. Vas a hacer que suene como una puta.

Taemin le dedicó una sonrisa amplia. ― Dijiste que querías una cita más. ¿Quién no quiere un hombre flexible y sabroso?

Riendo, Jinki tomó el brazo de Taemin y le arrastró hacia el teatro.

*******************************************************************

Taemin aún estaba medio dormido a la mañana siguiente cuando algún idiota comenzó a golpear su puerta. Girando, lo ignoró, seguro que algún vecino estaba perdido.

Su teléfono celular sonó en su mesita.

Gimiendo, él lo agarró. Al menos la persona dejó de golpear su puerta.

― Hola. ― Estaba tan cansado que incluso no comprobó quien llamaba.

― Abre la maldita puerta.

― Ugh.

Se deslizó de la cama, camino a través de su apartamento y tiró para abrir la puerta.

Los ojos de Jonghyun recorrieron el desnudo cuerpo de Taemin como un misil buscando calor. Entró y cerró la puerta detrás de él con un golpe. ― ¿Quieres impresionar a tus vecinos? ― Gruño él.

― No, quisiera estar en mi cama durmiendo, pero cierto idiota vino a molestarme.

― Eso es porque Jinki llamó y me contó todo sobre su sorprendente lubricante saborizado.

Antes de que Taemin pudiera detenerlo, Jonghyun pasó rápidamente a su lado y directamente fue hasta su dormitorio.

― ¿Qué haces?

― Controlando.

Observó asombrado como Jonghyun tiró de sus cajones de la mesita de noche y examinó sus suministros sexuales.

― Ja, sin sabores.

― ¿Cómo sabes que no usamos paquetes individuales?

― Taemin, ¿Por qué estás tratando de hacerme pensar que tuviste sexo con Jinki?

― Porque entonces tal vez te des cuenta de que no voy a esperar por ti por siempre.

Jonghyun se congeló. ― ¿Qué quieres decir con esperar por mí?

Taemin nunca conseguiría una mejor oportunidad para probar las aguas. Si Jonghyun lo rechazaba, por lo menos sabría dónde se encontraba parado. De lo contrario siempre se preguntaría lo que podría haber sido.

Él se levantó e invadió el espacio personal de Jonghyun hasta apenas existía lugar entre ellos. Taemin levantó una mano, acarició la mejilla de Jonghyun, pero manteniendo sus movimientos lentos y constantes como si fuera a calmar a un animal salvaje.

― ¿Qué pasa si no quiero a otro hombre? ¿Qué pasa si sólo quiero al que se encuentra en mi habitación?

― No puedes sólo decidir conservarme. ― La voz de Jonghyun fue apenas más alta que un susurro. Taemin le dio a su objeción la atención que merecía.

― Seguro que puedo.

Sin dar oportunidad al otro hombre de objetar, Taemin presionó sus labios sobre los de Jonghyun. Su amigo había ahuecado su rostro con sus manos. El poder del beso picaba todo el camino hasta sus dedos. La sensación de los labios de Jonghyun firmemente contra los suyos arrancó un gemido de su pecho.

Había anhelado a este hombre durante años. Ahora, finalmente el hombre que amaba era suyo. Jonghyun deslizó sus manos hacia abajo hasta pasarlas alrededor de la cintura de Taemin, tirándolo más cerca y emparejando sus erecciones entre sus cuerpos, sacando otro gemido de Taemin.

― ¿Que? ― Él no pudo mantener el tono petulante fuera de su voz. Finalmente tenía a Jonghyun justo donde lo quería, y ahora el hombre estaba tratando de poner fin a sus besos. ¿Él estaba loco?

Dejó sus quejas cuando vio la grave expresión de Jonghyun. ― Si hacemos esto, si tenemos sexo, nunca te dejaré ir. No podremos volver a ser simplemente amigos. No puedes dejarme entrar hoy en tu cama y patearme fuera mañana si crees que me estoy acercando demasiado. Una vez que entre en tu cama serás mío, para siempre.

Un temblor recorrió de arriba a abajo la columna de Taemin ante las palabras de su amigo. La voz de Jonghyun tenía un escalofriante carácter definitivo. Se preguntó qué pasaría si su relación no funcionaba. Incluso con las mejores intenciones, las relaciones no siempre duraban, pero incluso el pensamiento de dejar que Jonghyun le rompiera su corazón no era suficiente para hacerle abandonar a su amigo. Había esperado demasiado tiempo para renunciar en este momento. Decidió responder con honestidad.

― No quiero perderte Jonghyun, pero si al menos no intentamos ver lo que está sucediendo entre nosotros, siempre me preguntaría lo que podría haber ocurrido si sólo hubiera tenido las agallas para besarte.

Él ahora no podría retractarse de sus palabras, aunque no quería hacerlo. Todo lo que dijo era cierto. A veces lo que podría haber sido era peor que el estrellarse y quemarse. Al menos si intentaba tener una relación con Jonghyun y no funcionaba, podría consolarse a sí mismo pensando que por lo menos lo había intentado. Taemin podría no tener un buen historial con sus novios, pero en su vida empresarial era conocido por tener éxito con las nuevas ideas. Ideas que otras personas podrían encontrar arriesgadas, Taemin lo considerada como parte del proceso creativo.

La sexy media sonrisa de Jonghyun hizo acelerar su corazón. ― Dulzura, no hay duda en mi mente de la electricidad entre nosotros. Siempre he sido tuyo para que me tomaras. Yo sólo seguía esperando que tuvieras mejor gusto.

Taemin plantó un beso en los calientes labios de Jonghyun. ― Créeme Jonghyun, nada sabe mejor que tú.

Obtuvo una amplia sonrisa ante sus burlas, pero perdió el control del abrazo cuando el hombre mayor lo agarró por las caderas y le levantó del piso. Taemin dio un asustado chillido, antes de ajustar rápidamente sus piernas alrededor de las caderas de Jonghyun. ― Podrías haberme advertido.

Jonghyun le dio un beso para detener su queja mientras caminaba fácilmente al dormitorio de Taemin como si el peso adicional fuese nada para él. ― Podría haberte advertido, pero entonces no habría sido capaz de impresionarte con mi viril fuerza.

Taemin se rió. Era un sonido sin aliento porque mierda si él no estaba impresionado por Jonghyun, fuerza viril o no. Nadie le afectaba tanto como el hombre que lo llevaba a su habitación como si fuera un preciado tesoro.

Jonghyun lo bajó suavemente sobre el colchón donde rebotó ligeramente mientras él miraba al otro hombre.

― Última oportunidad, ― advirtió Jonghyun. ― Una vez que te folle, te conservaré.

― Dices eso como si me hiciera cambiar de opinión. ― En lugar de eso hizo que su corazón latiera más rápido y que toda su sangre corriera hacia el sur.

Jonghyun bajo su mirada sobre la cama, todo lo que siempre había querido en su vida estaba allí. Taemin yacía sobre un edredón de terciopelo. Este delgado, brillante hombre tenía la completa capacidad de aplastarlo de forma en que soldados, francotiradores y narcotraficantes nunca pudieron.

Incapaz de detenerse a sí mismo, paso un dedo a través de la mejilla de Taemin. Tanta emoción corría a través de su cuerpo que cerró el puño de los nervios. Le tomó unos cuantos intentos antes de que pudiera aclarar su garganta y hablar.

― No lo digo para que cambies de opinión. Lo digo porque no puedo creer que finalmente seas mío.

Taemin sonrió. Jonghyun no pudo detener el temblor que recorrió todo su cuerpo. Conseguir finalmente a Taemin era todo lo que siempre había querido conseguir envuelto con un grande y gordo lazo... o en este caso un desnudo y sexy chico.

Hipnotizado por la expresión en la cara de Taemin, Jonghyun se quitó su camisa y sonrió ante el suave sonido de necesidad hecho por el otro hombre. La vista del pene de Taemin saludándole erguido le hizo olvidar su propósito de desnudarse. En cambio, cayó de rodillas y avanzó lentamente, empujando su camino entre los muslos de Taemin.

― He querido poner mi boca sobre ti por seis largos malditos años. ― Él sujeto sus manos sobre los muslos de Taemin para mantener quieto al hombre mientras él tragaba su pene.

El hombre menor trató de corcovear, pero no era un rival para los músculos de Jonghyun. Se mantenía en buenas condiciones por su trabajo y a pesar de los constantes entrenamientos de Taemin, nunca tendría una enorme masa muscular como Jonghyun.

― ¡OH, mierda! ― Taemin gritó por encima de él.

Jonghyun tarareó su reconocimiento. Taemin sabia dulce, ácido y como cada sueño que él había tenido. Ahuecó sus mejillas mientras trataba de succionar más, satisfecho por los estrangulados sonidos provenientes de su amante.

Taemin tiró de su cabello. A regañadientes él levantó su boca.

― ¿Qué?

― Quiero estar dentro ti cuando me venga, o tu dentro de mí, cualquiera.

― La próxima vez. ― Él estaría maldito si soltaba su premio. Además, a pesar de sus grandes palabras, no estaba seguro completamente de que Taemin no lo patera después del sexo. Su amigo no tenía el mejor récord en pánico cuando las cosas se volvían serias, y nadie era más serio sobre Taemin que Jonghyun.

El tirón en su cabello se volvió más rudo.

― ¿Que? ― Sabía que la molestia sonaba en su voz, pero maldición, había soñado con probar a Taemin durante años.

Los ojos de Taemin brillaban con lujuria y risas, una expresión que quería ver siempre en el rostro del otro hombre. ― ¿Estás seguro de que no quieres más bien follarme?.

― No te preocupes dulzura, tendremos mucho tiempo más tarde. ― Él no iría a ninguna parte hasta que Taemin pateara fuera su culo y aún entonces encontraría una manera de conseguir su camino de vuelta. Él era como un gato callejero al que nunca se debe alimentar. Una vez que probó el sabor de Taemin nunca iba a dejarlo ir.

Ignorando tranquilamente las protestas de Taemin, envolvió su boca alrededor de la punta de la erección de Taemin, hundiéndose lentamente hacia abajo ejerciendo tanta succión como le era posible. Un momento después el hombre dio un grito y un líquido caliente y pegajoso pulso abajo por su garganta. El sentir venirse a Taemin, hizo que el pene de Jonghyun pulsara y llenara el interior de su ropa interior.

Jadeando, dejo que Taemin se deslizara fuera de su boca. ― Creo que voy a necesitar pedirte prestado algo de ropa interior.

Valió la pena la vergüenza por escuchar la encantada risa de Taemin.

― Vamos Jonghyun, vamos a tomar una ducha y haré algo para comer.

Media hora más tarde él estaba sentado en la misma banqueta viviendo su sueño. Lo único que faltaba aún era despertar sobre la misma cama, después de pasar la noche juntos. Este era su objetivo para esta noche.

― ¿Qué tal una tortilla de tocino y queso cheddar y algunas galletas? Ayer compre algo de mantequilla.

― Grandioso.

Su cuerpo estaba relajado y por primera vez que él pudiese recordar, se sentía completamente en paz. Él sabía que estaba sonriendo como un idiota, pero no podría parar incluso si lo quisiera. 

― Jonghyun ... ¿Por qué esperaste tanto tiempo para hacerme saber que estabas interesado?

Tomando una profunda respiración, decidió ir con total honestidad. ― Porque he visto y hecho cosas malas, Taemin. Asesiné a más que unas pocas personas, algunas lo merecían más que otras, y quería a alguien diferente para ti. Yo quería que encontraras a un hombre sin sangre en sus manos.

Taemin caminó alrededor de la barra y envolvió sus dedos alrededor de las manos de Jonghyun. La sensación de las pequeñas manos de Taemin contra las suyas envió una sacudida de protectora ternura a través de Jonghyun. Quería mantener seguro a este hombre con cada fibra de su ser.

― No soy una buena persona, ― susurró como si estuviera confesándose en la iglesia. ― Yo quería que tú tuvieras a alguien bueno.

Taemin se rió. Jonghyun levantó la mirada, incapaz de resistirse a ojear la sonrisa de su amante.

― Bueno o no, todo lo que siempre quise es a ti. ― Absorbió la ternura de la sonrisa de Taemin como una flor en el sol. ― Sólo salí con todos esos otros hombres porque pensé que no me querías.

Jonghyun tragó el nudo en su garganta.

― Algunos días te quiero tan mal, que apenas puedo respirar hasta que escucho tu voz.

El suave roce de labios contra los suyos sacó un gemido de su garganta. Envolviendo sus brazos alrededor del hombre menor, tiró de él más cerca hasta que no existía ningún espacio entre ellos. Hundió sus dedos en el grueso cabello de Taemin inclinando la cabeza de su amante hasta que ellos estuvieron perfectamente alineados. Una fuerte necesidad lo llenó cuando presionó sus labios contra los de su amante. Recogió los trozos de ternura, los cuales durante mucho tiempo pensó muertos, y le transmitió todo el amor que sentía por este hombre durante esa suave comunicación entre labios.

Un olor acre llenó el aire, logrando que los hombres se apartaran.

― Mierda, mi tocino. ― Taemin se abalanzó sobre su ardiente desayuno. Dio a Jonghyun una tímida sonrisa mientras metía la sartén en el lavadero para que se enfriara. ― Por suerte tengo más.

Rápidamente buscó una nueva sartén. Tan pronto como hubo terminado sacó su gran fuente que Jonghyun sabía que había pertenecido a la abuela de Taemin. Sonriendo, observaba a Taemin mezclar con el batidor las famosas galletas de su abuela.

Un destello en la puerta doble del horno de Taemin lo hizo girarse.

Miró por la ventana. El brillo del sol se reflejaba en algo en la azotea al otro lado de la calle.

― ¡Agáchate!

Colocando sus manos sobre el granito, Jonghyun se impulsó sobre el mostrador y empujó a Taemin.

― ¿Qué mierda, Jonghyun? ¿Qué está pasando?

Cayeron vidrios cuando la puerta superior del horno doble de Taemin se astilló.

― Alguien nos está disparando.

― ¿Que?

Ojos chocolate lo miraron fijamente con asombro, el fuerte cuerpo debajo de él temblando en estado de shock. A Jonghyun se le ocurrió que probablemente nunca habían disparado antes a Taemin.

― No te preocupes. Te mantendré a salvo. ― Incapaz de resistir esos labios tan cerca de los suyos, Jonghyun dio al joven un duro beso antes de deslizarse hacia atrás. ― Quédate aquí.

Aun agazapado detrás del mostrador y cubriendo a su amante, sacó su celular de su bolsillo. Trabajaba en piloto automático con la misma serenidad antinatural que sentía durante las batallas. Planeó en su mente las medidas necesarias mientras marcó el número de su empresa.

― Protección Kim, ¿cómo podemos ayudarlo? ― La alegre voz de su recepcionista le llegó por la línea.

― Taeyeon, envía a un equipo a esta ubicación. ― recitó la dirección de Taemin y explicó la situación.

La voz de Taeyeon pasó de alegre a fría. ― Te mandaré a Changmin y Siwon.

― Bien. Que comprueben el edificio cruzando la calle. El tirador probablemente ye se fue, pero no tomaré ningún riesgo con Taemin.

― Sí, jefe. ― Ella se desconectó para seguir con su trabajo.

Una mano se deslizó en la suya.

― ¿Quién querría dispararme?

Por primera vez desde el incidente, Jonghyun dio a esa pregunta alguna atención. ― ¿Tienes algún enemigo?

Las manos de Taemin apretaron la suya. ― No que yo sepa. El espionaje corporativo no suele llevar a las balas.

Acunaba a su amante en sus brazos cuando vibró su celular. Al mismo tiempo hubo un golpe en la puerta. Presionó el botón del altavoz del teléfono para responder.

― Déjanos entrar, jefe. ― La voz de Changmin pronunció en el altavoz.

Deslizándose sobre Taemin hasta estar fuera de la vista de la ventana, se levantó y caminó a la puerta. Miró por la mirilla. Comprobando que fuera su gente, abrió la puerta.

― El tirador se fue, ― dijo Changmin, su boca dibujaba una línea estrecha.

― Encontramos casquillos, pero ningún signo de otra cosa, ― afirmó Siwon.

El sonido de vidrios siendo recogidos hizo que todos se volvieran hacia el ruido.

― Cuidado, no vayas a cortarte. ― Jonghyun se acercó apresuradamente.

Taemin sacó la escoba fuera de su alcance. ― Creo que puedo imaginar cómo limpiar vidrio sin que hagas de niñera.

― Perdón. Estoy preocupado.

El joven suspiró mientras rodaba sus ojos ante las maneras protectoras de Jonghyun. ― También estoy preocupado. Tenemos que informar de esto a la policía y llamar a alguien para que reparen mi cocina. A pesar de que estés convencido de que soy un indefenso nerd, manejo una empresa de millones de dólares. Por lo que puedo manejar un poco de vidrio sin cortarme un dedo.

Taemin sofocó su sonrisa para hacer frente a los recién llegados. A pesar del humor que se mostraban en sus medias sonrisas, ambos tenían la misma expresión en sus ojos que él veía ocasionalmente en Jonghyun.

Se asustó cuando Jonghyun pasó un posesivo brazo alrededor de él. ― Taemin, estos son Choi Siwon y Shim Changmin, ellos trabajan para mi empresa. Empezaron unos meses después de que terminaron sus servicios. Señores, éste es Lee Taemin, un buen amigo mío.

Eso explicaría las acosadas expresiones.

― Encantado de conocerlos.

Él iba a adelantarse un paso para estrecharles las manos, pero Jonghyun le retuvo.

― Quiero que llames a la policía mientras hablo con mis hombres.

Taemin asintió. Él no sabía qué secretas cosas necesitaba Jonghyun comentarle a sus hombres, pero él necesitaba llamar a la policía. ― Terminaré de barrer el vidrio y les haré una llamada.

Jonghyun dudó como si tuviera un argumento en la punta de su lengua. ― Ok. Estaremos en la sala de estar.

Limpiando rápidamente los restos de su horno, Taemin descartó el vidrio y agarró su celular para llamar a la policía. Le cayó el impacto de lo sucedido, el tener que llamar realmente a las autoridades hacía que todo el incidente fuera más real. No sabía cuánto tiempo sostuvo fijamente el teléfono antes de que unos fuertes brazos lo envolvieran acunándolo cerca.

― Está bien, te tengo, está bien. ― La voz de Jonghyun retumbó por encima de él. Apretado contra el pecho de su amigo, el cálido y familiar olor a masculino y a colonia picante lo calmó más que todos los tópicos del mundo.

― ¿Quién puede quererme muerto? ― Sabía que sonaba como un niño pequeño, pero no podía evitarlo. El mundo seguro en que vivía fue destrozado como la puerta de su horno.

― No lo sé, pero voy a averiguarlo. ― Había un frío cálculo en la voz de su amigo que hizo que se inclinara a mirar la cara de Jonghyun.

― Llamé a la policía, ― dijo Changmin acercándose a la pareja.

Taemin dio al hombre una tímida sonrisa. ― Gracias. ― Él movió nerviosamente sus pies cuando el hombre de cabello oscuro, le devolvió una sexy sonrisa. ― Eres muy bienvenido.

― ¿Por qué no comienzas a hacer algunas llamadas telefónicas y averiguas si alguien tiene un contrato sobre Taemin? ― La voz de Jonghyun tenía un filo acerado, un tono que Taemin rara veces había escuchado. Él se volvió para ver a su amigo mirar airadamente a su empleado.

― Sí, jefe. ― Changmin le guiñó un ojo a Taemin antes de volver hacia la sala para hacer sus llamadas telefónicas.

― ¿Quieres que comience a sondear a los vecinos? ― Preguntó Siwon.

― No. Deja que la policía lo haga. No quieres tener problemas por interferir en una investigación. Ve a empacar la maleta de Taemin. Nos iremos tan pronto como él hable con los policías.

― ¿Irnos? ¿A dónde mierda voy a ir?

Jonghyun suspiró. ― Voy a llevarte a casa conmigo. Tengo un mejor sistema de seguridad y me gusta la idea de ti en mi cama.

― Oh. ― Taemin se sintió como un idiota, no era una sensación que tuviera muy seguido. ― Puedo empacar mis propias cosas, ― protestó. Él no sabía cómo se sentiría acerca de que un completo extraño hurgara sus cosas.

― Siwon es un profesional, ― dijo Jonghyun. ― No meterá sus dedos en tus boxers de seda o a burlarse de tus juguetes sexuales.

Taemin escondió su rostro en el cuello de Jonghyun. ― Bien.

El cuerpo de Jonghyun se sacudió con diversión, pero dado que sus brazos abrazaban a Taemin de una suave y satisfactoria manera no dijo nada. Oyó los pasos del otro hombre alejarse antes de que levantara su cabeza para ver que los ojos de su amigo estaban iluminados con risas.

― Recuérdame golpearte más tarde.

― Seguro, iremos directo a eso.

Taemin sacudió su cabeza ante las bromas de su amigo. Él sabía que Jonghyun estaba tratando de aligerar su estado de ánimo, pero nada funcionaría si ellos no podían averiguar por qué alguien había intentado dispararle en primer lugar.

Changmin volvió a la sala, con una expresión seria en su rostro. ― ¿Jonghyun, puedo hablar contigo un momento, en privado?

― Puedes hablar frente a Taemin. ― Jonghyun no lo dejó ir, continuando con su acogedor abrazo enfrente de su empleado. Cuando Taemin intentó alejarse el abrazo se hizo más fuerte contra el musculoso pecho de su amigo.

Suspirando, se acurrucó en el abrazo de Jonghyun.

― Ellos están detrás de ti.

― ¿Qué? ― Jonghyun liberó a Taemin tan rápido que casi consiguió tirarlo. ― ¿De qué estás hablando?

Changmin aclaró su garganta. ― Quieren eliminarte porque sin ti Taemin no tendría mucha protección. Los rumores callejeros dicen que buscan al científico y si no estás allí sería más maleable.

Jonghyun reía. ― Eso es porque no conocen a Taemin.

―Al parecer Kim Jongin está convencido de que Taemin y tú son pareja y la mafia quiere a Taemin. ― Los ojos de Changmin observaban estrechamente a los dos hombres que estaban de pie, pero no hacían comentarios.

― No estamos saliendo, ― dijo Jonghyun, su tono mordaz envió al corazón de Taemin directo a sus zapatos. ― Desde ahora estamos viviendo juntos. Vamos, Taemin, si saben de mí tenemos que llevarte a una casa de seguridad.

La mandíbula de Taemin cayó abierta. ― ¿Por qué yo? Tú eres el único a quien le dispararon.

Jonghyun sacudió su cabeza. ― Podría fácilmente haberte dado a ti. La bala estuvo demasiado cerca.

― Bueno, yo no me iré. ― No había forma de que fuera a dejar solo a Jonghyun para que le disparara algún sicario.

El fuego brilló en los ojos del otro hombre. ― Harás como te digo. No voy a permitir que consigas que te asesinen porque estas demasiado cerca cuando un sicario incompetente intenta dispararme.

― Si él es un sicario pagado por la mafia esto no tiene ningún sentido ya que él no se arriesgaría a perderme. ― Taemin cruzó sus brazos sobre el pecho y echó un vistazo a su hermoso amigo.

Jonghyun se encogió de hombros. ― A veces los tiradores fallan. Tú aún estás en peligro. Si quieren tomarte por tus experimentos necesitamos aumentar tu seguridad.

― ¿Por qué no puedo ir contigo?

― Si saben quién soy yo, mi casa no será lo suficientemente segura. Tenemos que ocultarte hasta que decidamos qué hacer.

― ¿Y qué hay de ti? ¿Crees de verdad que voy a ir a sentarme sobre mi culo en una casa segura mientras te acecha algún asesino? Si yo voy a algún lugar seguro, tu vienes conmigo.

Por un momento pensó que conseguiría hacerlo a su forma. La expresión de Jonghyun se suavizó mientras caminaba hacia Taemin y le acunó las mejillas acogedoramente.

― Dulzura, yo no puedo trabajar si estoy preocupado por ti. Ahora si vas a la casa de seguridad te llamaré esta tarde. Voy a cazar a Jongin y averiguaré que es lo que él o su empleador quieren. Probablemente escuchó de algunos de tus experimentos y quieren acaparar el mercado con tu próxima invención. O usar uno de ellos para sus negocios.

Taemin miró a los fríos ojos de Jonghyun y supo que no podría detenerlo. Después de todo, esto era lo que Jonghyun hacía. Él sabía todo acerca de los tipos malos y seguridad y de mantener segura a las personas. Taemin sólo le obstaculizaría.

― Ok. Iré a tu casa de seguridad, pero será mejor oír de ti pronto. No voy a perderte. No cuando acabamos de juntarnos.

Jonghyun se inclinó y le dio un apretado abrazo a Taemin. ― Confía en mí, Taemin. Siempre volveré a ti. ― Él se giró a Changmin. ― Llévalo a la casa de seguridad y recuerda no bajar la guardia. Además, asegúrate de hacerle algo de comer. No hay nada peor que un genio malhumorado. Le haré frente a los policías cuando lleguen y les haré saber lo que ocurrió. Querrán hablar con Taemin, pero tengo las suficientes conexiones como para que esperen hasta mañana.

― Las tienes. Haré los arreglos, ¿pero cómo lo haremos salir de aquí sin que nadie lo sepa? Estoy seguro de que el lugar está vigilado.

Recordando al hombre en la calle, Jonghyun tuvo que estar de acuerdo. ― Viste a Siwon con ropa de Taemin. Él puede distraerlos en el frente mientras lo sacamos por atrás. Cuando Taemin se mudó aquí yo comprobé todas las salidas. Hay una puerta de servicio en el sótano.

― Entendido. ― Changmin miró fijamente a Jonghyun. ― ¿Estarás bien?

― Estaré mejor una vez que sepa que Taemin está seguro.

Siwon salió de la habitación de Taemin con una gran sonrisa en su rostro, arrastrando una pequeña maleta tras él. ― El pastelito tiene una vena perversa.

Taemin dio a Jonghyun una mirada airada.

― Pensé que te dije que fueras profesional. ― dijo bruscamente Jonghyun.

Siwon perdió su sonrisa. ― Lo siento.

― ¿A qué te refieres con... perverso? ― Él no debería preguntar, sabía que no debería, pero el pensar que su hermoso Taemin dejara a otros hombres hacerle cosas degradantes hizo revolver su estómago.

Taemin le codeó en las costillas.

― ¡Ay!

Siwon se rió. ― Nada grande. Un poco de cuerda, un par de puños, una paleta, algunas abrazaderas para pezones. A tu chico le gusta ser atado durante el sexo.

Él se giró a Taemin, quien se encogió de hombros. ― ¿Qué?

Jonghyun sacudió su cabeza intentando impedir que la imagen de Taemin, atado y dispuesto para él, descarrilara sus pensamientos, pero él no tenía control sobre su polla... a la que realmente le gustó la idea.

― Siwon, quiero que te pongas algunas de las ropas de Taemin y salgas por la puerta del frente. Changmin y yo le sacaremos por atrás. ― Siwon dio una afectada mirada hacia Changmin pero no objetó.

― Iré a vestirme.

Minutos más tarde apareció luciendo un par de descoloridos pantalones, una sudadera y la gorra favorita de Taemin. 

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Taemin cuidadosamente bajó sus pies y buscó sus zapatos. Los encontró debajo de la cama. Sin ningún comentario se los puso y abandonó la habitación. Una mano agarró la parte posterior de su camisa.

― ¿Dónde crees que vas?

― Voy a proteger a Jonghyun.

― ¿Tú vas a proteger a Jonghyun?

― Sí.

― ¿Y cómo vas a hacer eso?

Changmin cruzó sus brazos sobre el pecho, una pequeña sonrisa cruzaba sus labios como si la declaración de Taemin fuera completamente absurda.

― Fácil. Llamaré a Jongin y le haré reunirse conmigo. Entonces haré un trato con él.

La mente de Taemin ya corría con las diferentes formas en que él podría conseguir mantener a Jonghyun lejos de Jongin. Su teléfono celular comenzó a sonar.

El identificador le dijo que era Jinki. ― Hey, Jinki, ¿Cómo estás?

― Um... Taemin. ― La voz del otro hombre tembló, dando a Taemin una mala sensación.

― ¿Qué está mal? ― La fría sensación que se asentó en su estómago no lo ayudaba demasiado.

― Necesito que vengas por mí. Dice que me dejará ir si vienes. ― La voz de Jinki temblaba tanto que era difícil de reconocer las palabras.

― ¿Quien, quien te tiene?

― Yo lo tengo. ¿Ahora tendrás tiempo para un pequeño encuentro? Me parece que se ha despejado tu agenda. ― La presumida voz de Jongin le llegaba por la línea.

― ¿Dónde y cuándo?

Taemin anotó la información, su mano temblaba mientras escribía. Él nunca se perdonaría a sí mismo si algo le sucedía a un hombre inocente debido a su investigación. Por lo menos Jonghyun sabía cómo tratar con los chicos malos.

― No llegues tarde y ven solo. ― Jongin colgó.

Taemin colgó y tomó una profunda respiración.

― ¿Estás bien? ― Changmin le palmeó en la espalda.

― Jongin tiene a Jinki. Él va a usarlo para capturarme.

― Sin ofender, pero... ¿Por qué eres tan importante?

Taemin se volvió a mirar a los ojos a Changmin. ― Ellos me quieren por mi mente. Con mis invenciones podrían espiar a cualquier persona que desearan o asesinar a cualquiera sin ser detectados. Mis invenciones son por el bien de la humanidad, pero pueden ser mal aprovechadas fácilmente en las manos equivocadas.

― Llama a Jonghyun.

Realmente no quería involucrar a Jonghyun, pero sería peor si él intentaba hacer esto sin su ayuda. ― Jongin me dijo que fuera solo.

― Él nunca verá a Jonghyun.

Taemin pensó sobre lo que podía hacer para salvar a su amigo. ― Tengo una idea. Tu llama a Jonghyun. ― Si podía iba a evitar hablar con Jonghyun hasta que toda esta cosa terminara.

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Jonghyun se congeló. Las palabras en el teléfono no tenían sentido. ― ¿Qué quieres decir con que Taemin quiere dejar la casa segura e ir a reunirse con Jongin? ¿Estás loco?

― Mira, Jongin no lastimará a Taemin. Lo necesita por su cerebro o algo así. Tú eres al que quiere matar, si hacemos que se reúna con Taemin podremos tratar con esta situación. Taemin probablemente sea la única persona que puede acercarse y no conseguir una bala.

― ¿Cómo? La policía no le puede vincular con el tirador. Él es demasiado inteligente para hacer algo directamente y no querría secuestrar a Taemin mientras tenemos nuestros pulgares sobre su trasero.

― Taemin tiene un plan.

― ¿Cuál es su plan? ― El hielo que recubría su corazón no se derretía. Taemin no estaba capacitado para meterse en una situación como ésta.

― Algo acerca de nanos. Realmente no lo entendí, pero él parece seguro de su trabajo y tú dijiste que era un genio.

― Ponlo en el teléfono.

― Claro, espera. Mierda. Tengo que irme. Él se marchó.

Aire muerto llenó el teléfono mientras Jonghyun se quedó allí mirándolo fijamente como si fuera su tabla de salvación. El mundo sería un lugar muy gris sin un par de inteligentes ojos chocolate.

No se molestó en presionar la rellamada —si Changmin estaba persiguiendo a Taemin no quería distraer al hombre. Ellos lo contactarían cuando estuvieran listos. Trató de no dejar que la idea le molestara.

Paseó preocupado por su departamento, hasta el momento en que la bala golpeó a través de su cuerpo y el mundo fue una línea dolorosamente borrosa. Lo último que escuchó fue el golpe de su puerta al abrirse y a Siwon gritando, ― Mierda, Jonghyun, se suponía que te mantendría a salvo. Changmin va a matarme.

*******************************************************************

Jongin esperaba en el bar del restaurante donde Taemin se encontró con Jonghyun el otro día. El restaurante era propiedad de un muy buen amigo de Taemin quien tenía instrucciones específicas acerca de la bebida para Jongin. Mientras se acercó, Taemin pensó que era una vergüenza que el hombre fuera tan malditamente guapo ya que definitivamente sólo era superficial.

― Buenas tardes, Jongin.

Jongin se levantó cuando él se acercó. ― Hola, Taemin. Estoy tan contento de que pudieras reunirte conmigo para beber algo.

Taemin aceptó el beso del hombre en la mejilla, aunque pensó en arrancarse su piel por hacerlo. 

El mesero colocó dos vasos de agua sobre su mesa.

― ¿Puedo traerles un aperitivo?

― ¿Qué tal un plato de calamares? ― Preguntó Jongin.

Taemin pensó que sería un milagro si él pudiera tragar algo sin vomitarlo de regreso. ― Es mi favorito. ― Esperaba que su sonrisa no se viera tan falsa como se sentía.

― Excelente. ¿Te gustaría algún vino?

― No, gracias. Agua está bien por ahora.

― Eso será todo. ― Jongin despidió al mesero como un rey despidiendo a un peón. Taemin contuvo su objeción. Necesitaba agradar a este tipo al menos durante los próximos quince minutos.

― ¿Dónde está Jinki? ― Él no vio al otro hombre por los alrededores del lugar.

Jongin recogió su agua y bebió la mitad del vaso. Lamía sus labios cuando vio a Taemin viéndolo. ― ¿Ansioso por ver a tu novio?

― No es mi novio. Él es sólo alguien con el que salí un par de veces.

― Lo sé. ― Jongin le dio una sonrisa fría. ― Por eso tuve que sacar a Jonghyun de la ecuación. Estás demasiado aficionado a él.

El frío de los ojos de Jongin enviaba escalofríos por su columna vertebral. Él no podía pensar en Jonghyun o lo que podría haberle ocurrido. Tenía que creer que su amor estaría bien o su plan iba a desintegrarse por completo. ― ¿Dónde está Jinki?

― Él está en mi auto. Mientras aceptes venir conmigo, no tendremos ningún problema.

Taemin bajó la mirada hacia la mesa por lo que el otro hombre no veía la rabia en sus ojos. ― ¿Qué le hiciste a Jonghyun? ― Se atrevió a mirar el otro hombre.

Jongin tomó otro sorbo de agua, mirando fijamente a Taemin como si fuera su postre favorito. ― No te preocupes por Jonghyun.

Por primera vez en su vida Taemin verdaderamente odiaba a alguien. No sentía absolutamente ninguna culpa por sus acciones.

― Háblame de ti, Jongin. ― ¿Qué haces para vivir?

Jongin apoyó su vaso de agua vacío un lado de la mesa para ser rellenado. ― Soy un empresario. Trabajo para una empresa local, protegiendo sus activos.

― Entiendo. ― Sonaba bien hasta que uno cambiaba la palabra 'mafioso' por 'empresario' y 'asesino entrenado' por 'proteger activos'.

Él necesitaba quince minutos para que las nano-bombas se absorbieran en el torrente sanguíneo del Bezel. Su comida llegó y comieron en un apacible silencio hasta que sonó el celular de Taemin. El texto en la pantalla casi lo hizo vomitar su comida sobre la mesa.

2Disparó a Jonghyun. Está en el hospital"

― ¡Hiciste que dispararan a Jonghyun! ― Él no seguiría jugando al señor agradable. Él quería sangre.

Jongin le dio una sonrisa zalamera. ― Pensé que no estabas viendo a nadie.

― Hiciste. Que. Dispararan. A. Jonghyun.

Jongin perdió su sonrisa. ― Mantén baja la voz.

― Oh, yo mantendré baja mi voz. Tu mejor ruega porque Jonghyun sobreviva a su cirugía.

― ¿Y por qué haría eso?

― Porque ese vaso de agua que tomaste estaba lleno de pequeñas nano-bombas. ― Taemin sacó un pequeño detonador de su bolsillo. ― Si él muere, estaré muy contento de ver que lo sigas.

Jongin palideció. ― Tú los fabricaste.

― Y no pienses siquiera en tomar esto o asesinarme porque di por correo electrónico las instrucciones de detonar las bombas a varios amigos míos, y si algo me pasa a mí, uno de ellos tendrá el gran deleite de activarlos.

― ¿Qué quieres que haga? ― La voz de Jongin se volvió frenética. ― No puedo volver el tiempo atrás.

Taemin se levantó, tirando la servilleta sobre la mesa. ― Llévame con Jinki ... y mejor reza por haber contratado a un sicario incompetente.

Saliendo del restaurante, se alegró de no vomitar. Era importante que pareciera fuerte incluso si sus entrañas se sentían como huevos revueltos. Jongin lo llevó a su auto y sacó a Jinki de él. Las manos y tobillos de su amigo estaban atados y un trapo cubría su boca.

― ¿Ahora qué?

― Déjalo libre. ― Exigió Taemin.

Con un gruñido, Jongin sacó una navaja, cortó las cuerdas de Jinki y desató la mordaza. El rubio dio a Taemin una mirada agradecida.

― Lo siento mucho... ― Jinki comenzó.

― Shh. ― Taemin pasó un brazo alrededor de Jinki, dándole apoyo mientras sus piernas atadas fueron puestas en libertad.

― ¿Qué hay de mí? ― Lloriqueó Jongin.

Taemin le dio su mirada más fría. ― Te llamaré una vez que sepa que las personas que amo están seguras. Si tocas a alguien, o si Jonghyun muere, no esperes sobrevivir.

― ¡No puedes obligarme a esperar para a ver si tú vas a matarme!

Taemin sonrió, una sonrisa que era tan fría y de reptil como las que Jongin le había dado. ― Tienes suerte de que no te asesine ahora.

Envolviendo un brazo alrededor de Jinki se alejó del otro hombre, confiando en que no los siguiera.

Changmin se reunió con ellos en el lugar dispuesto a pocas cuadras del restaurante.

― ¿Cómo reacciono él?

― Como se esperaba. Vamos al hospital.

― ¿Siwon también te mandó un mensaje de texto?

Taemin asintió. 

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Acostumbrado a la fuerte personalidad de su amigo, fue un shock ver como se encontraba el otro hombre. Sólo por esto, casi presionó el botón del detonador.

Limpiándose las lágrimas, tiró la silla más cerca de la cama y se sentó junto a su amigo. ― Lo siento mucho, Jonghyun. Pensé que podría llegar a él antes de que consiguiera hacerte daño. Esto es toda mi culpa.

― No lo es. ― Las palabras sonaron tranquilas. Su primer pensamiento fue que él se las había imaginado.

Subiendo la mirada, vio abiertos los ojos de Jonghyun. Estaban colmados con tanta emoción, que el corazón de Taemin quedó atrapado en su garganta. ― Lo es. Si yo no hubiese hablado con él, tú nunca hubieras recibido un disparo.

― Y si no hubiese intentado juntar al hombre que amo con alguien más, nunca habrías ido allí.

La boca de Taemin se secó. Jonghyun dijo las palabras. Realmente las dijo.

― ¿Tú me amas? - Su voz graznó al final, pero ¿cómo podría alguien culparlo?

Jonghyun tomó la mano de Taemin que descansaba sobre la cama. ― Yo te he amado desde el primer día que nos conocimos. Puedo entender si no sientes lo mismo, pero nunca intentaré engancharte con alguien más. Es demasiado doloroso imaginarte con otra persona.

Taemin sonrió a través de sus lágrimas. ― No quiero a nadie más. Sólo fui al teatro con Jinki porque dijo que podría ponerte celoso. Yo preferiría más bien arrastrar tu reacio trasero al teatro cualquier día. ― A pesar de la palidez de su piel y el gran vendaje sobre su hombro izquierdo, nunca había visto a Jonghyun con tan buen aspecto.

― ¿Qué hiciste con Jongin?

Taemin pasó los siguientes minutos explicando a su amante - que tenía sus ojos como platos - lo que hizo. ― Envié a Jinki a su casa.

― Mierda, eres un tipo aterrador.

Sus mejillas quemaban bajo la mirada de admiración de Jonghyun. ― No seré un ex militar duro, pero puedo proteger lo que es mío.

― ¿Soy tuyo?

― Absolutamente.

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Taemin acomodó las flores y centró el pastel sobre la mesa. Había pedido a los amigos de Jonghyun que vinieran más tarde porque quería saludar a Jonghyun primero. Era su último día de rehabilitación y la llamada de Changmin confirmó lo que había dicho el doctor de Jonghyun ... él había sanado bien.

La herida de Jonghyun podría molestarle de vez en cuando, pero básicamente estaba curado.

― Cariño, estoy en casa.

― Por aquí.

Desde que Jonghyun regresó del hospital los dos hombres habían sido inseparables. Encontraron un nuevo departamento que satisfizo la necesidad de Jonghyun por la seguridad y el amor al lujo de Taemin e hicieron un nuevo hogar para ambos.

Jonghyun se detuvo en su lugar y tuvo una vista completa de Taemin.

― ¿Qué es todo esto?

― Quería celebrar tu recuperación, ― le dijo Taemin, moviendo el pastel y globos.

― No estaba preguntando sobre el pastel o globos.

― Oh, ¿Tú hablas de esto? - Taemin agitó una mano vaga hacia su propio cuerpo. Él usaba una camiseta de malla, y pantalones cortos ajustados de cuero y nada más.

― Sí, eso. ― Jonghyun caminó hacia Taemin y envolvió sus grandes manos alrededor de las caderas de Taemin. ― ¿Qué sucedió con el traje?

― ¿Qué? ¿No te gusta? ― Trató con un enojado tono, pero podía ver por la expresión de su amante que él no era muy convincente.

― Sabes que te amo con todo o con absolutamente nada.

― Quería que nuestra primera vez fuese especial.

Jonghyun le frunció el ceño. ― No es nuestra primera vez. En caso de que te hayas olvidado, hemos hecho varias veces el amor después de que conseguí salir del hospital.

Eso era verdad, lo había hecho, pero cada vez fue un lento y cuidadoso amor ya que Taemin tenía miedo de lastimar las heridas de Jonghyun.

Jonghyun por suerte no había pasado los últimos seis años, ignorando los gustos de Taemin. Conocía a su hombre.

― Ahh, entiendo. Quieres tener toda la gama de movimientos. ― Jonghyun riendo tiró a Taemin dentro sus brazos.

Taemin escondió su rostro en el hombro recién sanado de Jonghyun. No quería tener esta conversación, quería que su amante leyera su mente y lo follara.

Antes de que él tuviera la oportunidad de intentar siquiera expresar sus deseos sonó el timbre.

― Yo atiendo, ― dijo Jonghyun, bloqueando protectoramente a Taemin que iba de camino a la puerta. Era extraño que el portero no hubiera llamado para anunciar que alguien estaba allí.

Jonghyun abrió la puerta para mostrar a Jongin y al jefe de la mafia Cho Kyuhyun. Sin esperar una invitación caminaron a través de la puerta con los suficientes guardias de seguridad para formar su propio equipo de fútbol.

Taemin cruzó sus brazos mientras estudiaba al grupo. ― ¿Puedo ayudarles, señores? ― Estaría maldito si él les hiciera saber cuán sacudido estaba por dentro o cuán avergonzado estaba de que le vieran en sus ajustados pantalones de cuero.

― Oí que tiene algunos robots dentro de mi chico, ― dijo Kyuhyun. Sus ojos eran fríos y planos y ni una vez abandonaron el rostro de Taemin.

Le gustó un poco él con esa fría cortesía, pero eso no significaba que él fuese a ceder.

― Intentó asesinar a mi hombre.

― He hecho algunas investigaciones sobre usted. Es un chico aterrador.

Taemin no sabía si debería estar asustado o complacido de que un jefe de la mafia pensara que era aterrador, por lo que permaneció en silencio.

― Estaba esperando que pudiéramos llegar a un acuerdo.

― ¿Qué tipo de acuerdo?

― Quiero paz entre nosotros. No quiero tener que preocuparme de lo que estoy comiendo o bebiendo porque nosotros lo ofendimos de alguna manera. ¿Qué podemos hacer para arreglar todo entre nosotros?

A lo largo de toda la conversación Jongin estuvo viéndole con hambre en sus ojos.

― Necesito saber que mi hombre está seguro. Que pase lo que pase nadie intentará matarlo. ― Miró directamente a Jongin. ― No queremos que haya otro ataque contra Jonghyun.

― Me aseguraré que tu hombre esté seguro si usted me da el control de los nanos de Jongin.

La mirada de pánico en los ojos de Jongin habría afectado a Taemin, si el hombre no hubiera hecho disparar a Jonghyun.

― Iré por él.

― Me gustaría enviar a uno de mis guardias con usted.

― Me parece justo.

Por lo que todos ellos sabían, Taemin podría volver de su habitación con un arma. No quiso ni pensar sobre lo horrible que sería vivir de esa manera.

El guardia guardó totalmente silencio mientras Taemin entraba en la habitación y volvió a salir con el control remoto. ― Aquí esta. ― Él lo giró para abrirlo y exponer un compartimiento oculto. ― Si pulsas el azul y el rojo juntos desactivará los nanos. Aunque ellos siempre se pueden reactivar.

― Excelente. ― El jefe de la mafia tomó el control y le dio a Jongin una amenazante mirada. ― Esto será un recordatorio de que no siempre puedes obtener todo lo que quieres. ― Él le dio una mirada juzgando a Taemin. ― Considero esto cerrado.

Sin otra palabra, el hombre dejó el apartamento.

― No puedo creer que le diste al hombre el control de Jongin.

Taemin se encogió de hombros. ― No es como si no tuviera tres más en mi oficina del centro.

― ¿Tú qué?

― Tengo más controles. Creo que al menos tres.

Jonghyun envolvió sus brazos alrededor de Taemin y lo hizo girar alrededor. ― Te amo.

― Um, también te amo.

― Eres el genio más malicioso que he conocido.

Taemin se rió. ― Me alegro que lo veas como algo positivo.

― Oh sí. Ahora, vamos a ver cuánto esfuerzo lleva el sacarte de esos apretados pantalones cortos.  

Jonghyun se acercó más, olvidándose de todo excepto de Taemin. Taemin lo miró y se acercó derecho a sus brazos. Sus labios se encontraron, y Jonghyun se centró en el sabor del otro hombre y la sensación de que sus cuerpos finalmente se tocaban. El contacto desde el pecho hasta la ingle, a pesar de que sus ropas estaban todavía en el camino, fue aumentando su excitación muy rápidamente.

La erección que había bajado un poco durante el viaje estaba de vuelta, empujando contra la cremallera estaba su creciente polla lo suficientemente dura para hacerle daño.

El beso se profundizó cuando Jonghyun deslizó una mano para sostener la nuca de Taemin. Taemin gimió y abrió la boca más, cuando estaba tratando de devorar a Jonghyun. Cuando se retiró de nuevo para recuperar el aliento, las mejillas de Taemin se sonrojaron y su respiración se hizo más rápida.

—¿Dormitorio? — Taemin señaló detrás de él. Jonghyun asintió con la cabeza, siguiendo al otro hombre a lo largo de un corto pasillo.

Todo se quedó en un segundo plano cuando Taemin dio un paso atrás en sus brazos. Las manos de Taemin se deslizaron alrededor de la cintura de Jonghyun y el otro hombre comenzó a tirar de la camiseta y de los pantalones vaqueros de Jonghyun. Podía apoyar esa idea. Una vez que la camiseta había sido retirada y cayó al suelo, hizo lo mismo con Taemin.

Lentamente, deslizó la mano por el brazo de Taemin, moviéndose a través de los fuertes músculos, sintiéndolos apiñarse bajo su tacto. Los pectorales del otro hombre fueron los siguientes, y una vez que alcanzó el pezón, la boca de Taemin estaba abierta y sus pupilas dilatadas.

Rodeó el pezón, sin tocarlo todavía, acariciando la piel suave que lo rodeaba. Taemin jadeaba cuando finalmente tocó el pequeño brote. Experimentalmente le giró entre el pulgar y el índice. Taemin cerró los ojos y se empujó dentro de su mano. Él sacó su otra mano y le dio al segundo pezón el mismo tratamiento. Taemin echó atrás la cabeza y gimió.

—Más duro. Por favor. —La voz de Taemin era ruda con la excitación.

—La cama primero. — Jonghyun quería que el otro hombre pudiera centrarse en los toques, no en permanecer en posición vertical. Taemin asintió y se movió hacia atrás, confiando en que Jonghyun no le dejara tropezar. Eran sólo tres pasos, y Taemin se hundió en la cama con un suspiro de alivio. Se deslizó de nuevo hasta que estuvo en el centro. Jonghyun le siguió, a caballo entre los muslos de Taemin.

Se llevó las manos a los lados del hombre, justo por encima de la cintura y las deslizó hacia arriba, hacia el pecho. Taemin gimió cuando Jonghyun llegó a los claramente sensibles pezones, estiró los brazos sobre su cabeza y se apoderó de las barras para apoyo.

—Dios, eres sexy —susurró Jonghyun.

Los ojos de Taemin se abrieron. Luego sonrió y empujó su pecho a las manos de Jonghyun. Jonghyun experimentalmente pellizcó un pezón y las caderas de Taemin brincaron, incrementando la presión sobre la desesperada dura polla de Jonghyun. Jonghyun Pellizcó el otro y obtuvo la misma reacción. Se inclinó y la lamió alrededor, rápidamente siguiéndole un camino con su lengua a través antes de empezar a chupar. Taemin gemía, torciendo la cabeza hacia atrás y hacia adelante. Cuando Jonghyun usó sus dientes para morder ligeramente el excitado brote, Taemin lanzó un grito.

—¡Sí! —La cabeza de Taemin se acercó por un momento—. Sí.

Jonghyun estaba demasiado ocupado con el primer brote, y luego con el otro pezón para responder. Cada vez que Taemin se retorcía era insoportable a causa del aumento de la presión en la polla de Jonghyun, levantó la cabeza.

—No te detengas. —Los ojos de Taemin se nublaron con la lujuria, el pelo alborotado en un lío. Él nunca había estado más sexy.

Taemin deslizó sus manos desde las rodillas hasta los muslos, rodeando su polla y sus bolas, como para asegurarse de que Jonghyun le prestara atención. Él estaba prestando toda la atención.

— Suministros — Jonghyun abrió el cajón de la mesita de noche y sacó algunos condones y una botella de lubricante—. No quiero distraerme demasiado.

Taemin asintió con la cabeza y se recostó hacia abajo, separando las piernas tentadoramente. El hombre estaba centrado definitivamente. No menos atento a sí mismo, Jonghyun cubrió su polla con un preservativo antes de abrir la botella y cubrir sus dedos. Lanzando la botella cerrada hacia la parte inferior de la cama, se inclinó hacia adelante y deslizó sus dedos manchados entre las piernas de Taemin.

El otro hombre sacó sus rodillas hacia arriba y afuera, presentando una imagen de necesidad y lujuria que hizo babear a Jonghyun. Llevó un dedo a la apretada arruga, rodeándola unas pocas veces y empujó lentamente en el interior mientras que Taemin levantaba sus caderas en un gesto inequívoco de "adelante con ello".

Hundiendo el primer nudillo esperó unos pocos segundos para asegurarse de que Taemin estaba bien. Cuando el otro hombre asintió con la cabeza, empezó a deslizar su dedo dentro y fuera. Viendo primero como uno, luego dos y finalmente tres dígitos se desvanecieron en el cuerpo de Taemin que le tenía apretando los dientes con el esfuerzo de frenarse. Finalmente decidió que era suficiente y retiró sus dedos.

Colocándose entre las piernas de Taemin y apuntando su palpitante polla en la apertura del hombre, le observó a los ojos muy abiertos mientras empujaba dentro. Taemin siseó en el trecho, pero su mano en la cadera de Jonghyun le dijo que él no quería que lo hiciera lento. Cuando tocó fondo, se detuvo. Fue tanto para permitir a Taemin ajustarse como para tratar de conseguir manejar su propia excitación. Si no tenía cuidado, iba a correrse antes de que le hubiera dado a Taemin lo que el otro quería.

—Vamos, hombre. — Taemin estaba jadeando para respirar, y su mano en la cadera de Jonghyun apretó su agarre—. Fóllame, ya. — Jonghyun se retiró lentamente, y luego empujó de nuevo dentro. No había resistencia, Taemin estaba definitivamente preparado para él—. ¡Sí! — Taemin agarró sus hombros.

Jonghyun se apoyó en sus manos y comenzó a empujar, finalmente cediendo a la necesidad de avanzar. Se reunía con Taemin en cada golpe, haciendo que su carne abofeteara juntas en cada movimiento hacia el interior. Cuando Taemin comenzó a apretar sus músculos, todo había terminado.

Jonghyun se inclinó, besando al hombre mientras aceleraba hasta tratar de verdad de follarlo dentro del colchón. Pequeños susurros eran todos los sonidos que Taemin parecía capaz de hacer. Sus manos sostenían los hombros de Jonghyun con tanta fuerza que estaba seguro de que tendría contusiones mañana. Nada de eso importaba. Sus bolas hormigueaban y aceleró, lo que hizo gemir a Taemin. Estaba a punto de levantar una mano para empezar a masturbar al otro hombre, cuando Taemin se arqueó de nuevo y su polla empezó a pulsar esperma a través del estómago de Taemin.

El olor hizo que Jonghyun se mareara, y golpeó dentro al otro hombre, asegurándose de que su orgasmo durara tanto como fuera posible. Cuando Taemin había terminado, volvió a caer sobre la cama, Jonghyun le soltó y llenó el condón en demoledores espasmos. Él se retiró de la boca de Taemin para no morder al hombre cuando se estremeció por su liberación.

—¡Mierda! — Jonghyun se derrumbó sobre el pecho agitado de Taemin.

—Sí. — Taemin se echó a reír.

Tan pronto como Jonghyun se sintió capaz de moverse, se salió, dejando el condón usado en el bote de basura al lado de la cama. Taemin le pasó una pequeña toalla del cajón que seguía abierto, y limpió a los dos tanto como fue posible.

Se quedaron allí jadeando, intentando regular sus alientos. Taemin se abrazó a su amante, absorbiendo el calor de Jonghyun.

― Te amo.

La calidez llenó el pecho de Taemin ante las palabras. ― También te amo. ― Apoyando su cabeza sobre el pecho de su amante, Taemin se acurrucó. La alegría lo llenaba. Sabía que tendría que levantarse pronto y tomar una ducha, pero nunca en su vida se había sentido tan feliz. Por primera vez desde que sus padres habían muerto, sentía como si estuviera en casa.  

 

FIN

Notas finales:

Apoyemos a Taemin!!!!

Gracias por leer :)


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