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Blonko por RozenDark

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Notas del capitulo:

“CAPÍTULO EDITADO”

No iba a actualizar en un buen tiempo, pero como tenía escrito un buen pedazo del capítulo, decidí que era justo darles una actualización.

Aunque muy probablemente la próxima actualización será algo tardía, pues ando algo deprimida. Recordarán que yo cuidaba a mi madre enferma, pues el pasado 24 de abril ella falleció, así que sabrán cómo andamos en mi familia. Espero y comprendan y sean amables de darme aviso en caso de anomalías en cuanto a mis fics :(

En fin, los personajes de Ben 10 y Danny Phantom son propiedad de sus respectivos autores. La imagen de la portada fue hecha por su servidora. La imagen del capítulo es propiedad de Dera Fujita y es una de las más esperadas por mí. Y la canción “Un mundo ideal”, pertenece a Disney, yo solo decidí cumplir el capricho de algunas lectoras que deseaban que la incluyera :D

El fic está basado en el popular film de Disney, “Aladdin” y los fan-arts de Dera Fujita, con un buen toque de RozenDark :3

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

"El Tercer Deseo Es..."

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

Kevin estaba más que preocupado. En todos esos años sabiendo manipular al Sultán, jamás se había sentido tan preocupado por su futuro, pero con la clara amenaza del príncipe y que el dichoso Sultán insistía en casar a su nieto, Levin temía demasiado lo que le deparaba el futuro.

Sin que nadie se diera cuenta, entro a su cuarto secreto, lugar donde su fiel sirviente, Argit, lo esperaba con una burlesca sonrisa.

 

—Al juzgar por tu cara, puedo afirmar que no te fue tan bien como esperabas —comentó con burla.

—El maldito príncipe me amenazó —dijo—. Y por culpa de esa maldita rata callejera, yo no tengo la lámpara en mis manos. Ahora solo debo esperar a que el lindo príncipe Omega se case con uno de sus bolonios pretendientes y luego, tal vez me mande a matar —dramático dirigió sus manos a su cuello. Temiendo que en verdad a Ben se le ocurriera mandarlo a la horca.

 

Argit solamente lo vio con fastidio, pues de cierta forma, también temía por el futuro que les esperaba cuando el príncipe se volviera rey de todo. Entonces captó algo de lo que Kevin dijo.

 

— ¿Y si tu fueras el bolonio esposo? —preguntó.

— ¡¿Qué?! —Kevin lo miró indignado por el insulto—. ¿Me dijiste bolonio?

—No lo has entendido Kevin —Argit se golpeó con la palma de su mano en su frente—. ¿Qué tal si tu fueras el Alfa que logre casarse con el príncipe? —comentó con entusiasmo.

— ¿Si yo fuera el Alfa que se case con el príncipe? —murmuró aquella pregunta, y al pensarlo detenidamente, captó lo que Argit quería decirle—. Automáticamente me volvería el Sultán de Bellwood —murmuró, mientras una sonrisa surcaba su rostro.

—Exacto mi amigo —aplaudió el Beta—. Y no solo eso, ser el esposo de ese caprichoso príncipe te daría demasiados beneficios. Podrías vengarte al doblegarlo, además, hay que estar ciego o estúpido para no aprovechar demasiada belleza.

 

Y era verdad, muchos de los pretendientes llegaban con las claras y oscuras intenciones de por fin hacerse dueños del indomable Omega heredero de Bellwood, así que uno tenía que ser demasiado estúpido -o incluso ciego-, como para no aprovecharse de la situación.

 

— ¡Vaya Argit!, de vez en cuando tienes ideas geniales, así que te compensaré apenas logré mi cometido, y ¿quién sabe?, tal vez me guste la vida de casado, especialmente si eso me ayuda a doblegar a mi futuro esposo.

 

Kevin salió de su guarida, con las claras intenciones de encontrar al Sultán y hablar seriamente acerca de su futura boda, claro, su fiel báculo no podía faltar -así como tampoco uno de los viejos pergaminos del palacio-, especialmente, cuando sabía que el Sultán le daría un no a la primera.

 

~.o0o.~

 

Blonko se miraba una y otra vez en el espejo de cuerpo completo, que Danny muy amablemente le había hecho aparecer. Y la verdad, no podía creer lo que veía, pues toda su harapienta ropa había sido sustituida por completo.

Claro, aun con todo ese cambio y que ahora parecía tener toda clase de servidumbre y tesoros a su alrededor, Blonko tenía muy en cuenta que eso no cambiaba el hecho de que era más que un pordiosero.

 

—Bien Blonko, es tiempo de ir por ese príncipe —Danny se mostraba muy entusiasmado, especialmente cuando le habían prometido liberarlo apenas terminaran con esa misión.

—Creo que tienes razón  —respondió nervioso, pues ahora no era el momento de pensar en cosas tan banales, más cuando el genio ya le había cumplido su deseo.

—Entonces es hora de comenzar —Danny cambio de manera rápida su aspecto, en dado caso de que estuviera andando como genio delante de su amo, no quería que los descubrieran.

 

De una manera rápida, el genio hizo aparecer toda clase de finos animales, para que llevarán todas las riquezas que ahora Blonko poseía, y para su propio disfrute y para desquitarse un poco con Spider, decidió convertir al monito en un gran elefante.

Obviamente, el antes mono, lo miró de mala gana, a lo que el genio sonrió con completa burla.

 

—Recuerda que me la debías sinvergüenza —le dijo divertido.

—Para mí te ves bien Spider —Blonko comenzó a admirar a su ahora elefante con fascinación, aun cuando sabía que Spider lo miraba con rencor y que no estaba del todo contento.

—Hay que darnos prisa Blonko, o te lo pueden ganar —comentó con burla Danny y soltó una risa llena de gracia al ver la cara de espanto que su amo había puesto.

 

Ya no se dijo más, así que Danny hizo que todos los sirvientes y los animales comenzaran a caminar con prisa y elegancia con dirección al palacio, mientras que Blonko era llevado en el lomo de un muy disgustado Spider.

 

~.o0o.~

 

Después de caminar por todo el palacio, Kevin por fin logro dar con el paradero del Sultán, y la verdad, se reprendió por no haber pensado antes en ese lugar.

 

— ¡Majestad, justo a usted buscaba! —exclamó con falsa alegría, mientras se acercaba al Sultán Maxwell.

— ¡Oh, Kevin!, ¿qué se te ofrece?, ¿no estarás peleando con Ben otra vez? —preguntó con una nerviosa sonrisa, esperando que su adorable nieto no estuviera metiéndose otra vez en problemas con su consejero.

—Para nada majestad —respondió, mientras hacía gesto con sus manos para restarle importancia—. Lo buscaba con tanta urgencia, porque por fin pude encontrar la solución a sus problemas, ya sabe, el tema del matrimonio del príncipe.

—Max lo miró ansioso—. ¿En serio? —preguntó.

—Así es majestad —respondió Kevin, mientras sacaba de entre su vestimenta, un pergamino enrollado perfectamente. Lo abrió con mucho cuidado y comenzó a leerlo—. Aquí dice que si el príncipe no encuentra un futuro esposo antes del día de su cumpleaños veinte, el Sultán puede elegir a un posible pretendiente.

— ¡Yo no podría hacer eso!, ¡Ben jamás me lo perdonaría Kevin! —

—Aún hay más, Sultán —dijo más que ansioso por mencionar la otra parte—. En dado caso de que el Sultán no pueda elegir algún pretendiente, oficialmente el próximo prometido sería el consejero real… pero eso se refiere a… se refiere a mí —con falsa sorpresa, se señaló así mismo, mientras miraba intrigado al Sultán.

— ¡¿Qué?! —más que confundido, Max le quitó a su consejero aquel pergamino—. ¡Eso no puede ser! —exclamó sin creerlo—. Yo leí que solamente un Alfa de la nobleza podía casarse con el príncipe.

— ¿Qué se le va a hacer majestad?, si es algo que está escrito en uno de los viejos pergaminos, entonces habrá que acatarlo, ¿no? —con falsa ironía, dijo aquello, casi como si estuviera por hacer un sacrificio, cuando era todo lo contrario.

—Pero solo eres el consejero real —comentó algo apenado.

 

Kevin se mostró completamente harto de seguir tratando de convencer a ese torpe que tenía por Sultán, así que sacó su fiel bastón y lo acercó a los ojos de Maxwell.

 

— ¡Me casaré con el príncipe Ben! —le ordenó.

—Los ojos del Sultán perdieron brillo—. Te casarás con el prínci… ¡espera! ¡Ben te odia!

— ¡Me casaré con el príncipe Ben! —volvió a ordenar, ciertamente no esperaba que su hipnosis no funcionará la primera vez.

—Te casarás con el príncip… ¿Qué es ese ruido? —

 

Kevin maldijo al Sultán, cuando este logró salir de su trance y acercarse al gran ventanal a ver de qué se trataba todo ese alboroto.

Para Max, un ser divino le había mandado una posible solución, mientras que para Kevin, era un posible fallo en su nuevo plan.

En todo caso, parecía que otro pretendiente había llegado para ganar la mano del príncipe Ben, quien por cierto, al escuchar tanto alboroto, decidió observar desde su habitación, y al ver a otro presumido con las claras intenciones de obtener su aprobación, decidió ignorarlo y esperar a que su abuelo lo mandará directamente con él.

 

—Llegó un juguete nuevo, Rath.

 

~.o0o.~

 

Blonko estaba más que fascinado. Jamás se hubiera imaginado que todas las personas de Bellwood lo alabarán de aquella manera y menos los que siempre lo repudiaban o juraban que lo matarían. Obviamente se aprovechó de ese deseo, y lanzó demasiadas monedas de oro a la gente pobre.

Miró ansioso hacia el palacio, porque en verdad estaba ansioso de ver una vez más al Omega que lo había enamorado. Sin embargo, salió de su ensoñación, cuando se dio cuenta de que Danny no estaba ni cerca. La última vez que lo había visto, el genio se encargaba de hacer más grande la multitud que le daba alabanzas.

 

— ¿Dónde andará Danny? —

 

~.o0o.~

 

Danny seguía causando gran alboroto entre el gentío. Sin duda alguna, el deseo de su nuevo amo, le permitía divertirse después de tanto tiempo encerrado en esa lámpara.

Sin embargo, detuvo su andar, cuando sintió un fuerte aroma, que le traía viejos recuerdos que creía olvidados desde hacía mucho tiempo atrás.

Él no podía creer que su lado Omega volviera a salir a la luz, y menos por un Alfa que era un perfecto extraño, sin embargo, aquello estaba ocurriendo, y lo que creyó un mito lleno de romanticismo, resultaba ser verdad, pues aquel Alfa parecía ser su destinado.

 

—Supongo que tú eres parte de todo este innecesario espectáculo, ¿no? —comentó aquel Alfa con una sonrisa sarcástica.

—Danny detectó aquel tono, y obviamente entendió la burla—. Considerando que como consejero de ese príncipe, hice mi trabajo al descubrir que puro estirado venía a pedir la mano del príncipe de Bellwood, entonces sí, soy parte de ese espectáculo —respondió de la misma manera—. Y si me disculpa, supongo que debo volver a ser parte del espectáculo, así que con permiso, señor.

—Espera, espera —el Alfa tomó con prisa el brazo de aquel Omega—. Lamento si te ofendí —dijo con una imperceptible sonrisa.

—Danny enarcó una ceja al ver esa especie de rara disculpa—. Eso no suena, ni se ve como una disculpa —mencionó de brazos cruzados.

—El Alfa solamente soltó una risotada—. ¡Vaya!, es la primera vez, que un Omega me lleva la contraria —comentó más que interesado—. Permíteme presentarme, soy Vladimir Masters —se presentó con una pose llena de orgullo.

—Danny lo miró con fastidio—. ¿Y me importa, por qué?...

—Porque tú y yo tendremos una linda velada esta noche, y no acepto un no por respuesta.

— ¿Y qué pasaría si no estoy interesado? —preguntó con burla.

— ¡Oh, pequeño!, esa no es una opción, así que te espero en este mismo lugar, al anochecer —respondió el Alfa de la misma forma.

 

Danny solamente negó con molestia, para después alejarse  hasta llegar a un lugar oculto y tomar de nueva cuenta su forma de genio.

 

—Definitivamente ese no es mi Alfa destinado… ¡Me niego! —se dijo así mismo, para después volverse invisible y regresar con Blonko.

 

Mientras que aquel Alfa solamente seguía sonriendo por haber descubierto a alguien sumamente interesante.

 

—Amo Masters, debe darse prisa o ese otro príncipe se le adelantara con el príncipe Ben —comentó el consejero de aquel Alfa.

—Paso —respondió seriamente—. Mi abuelo dejó estipulado que si encontraba a mi destinado, este absurdo intento por encontrar un consorte se terminaría y ese Omega es mi destinado.

 

El consejero no dijo nada más, pues sabía a la perfección que Vladimir Masters jamás jugaría con el tema de los destinados.

 

~.o0o.~

 

Una vez que Blonko y su mágico y sorprendente séquito entraron al palacio, decidió que era hora de terminar de impresionar al Sultán para así ganarse el derecho de ganarse al príncipe Ben.

Así que parado encima de la graciosa alfombra, Ship, voló hacia el gran ventanal donde el Sultán miraba fascinado todo lo que había presentado.

 

— ¡Saludos Majestad! —

—Saludos joven… ¿quién es usted? —Max respondió aquel cordial saludo, mientras preguntaba aquello que tanto le interesaba justo ahora.

—Mi nombre es First Rooks, príncipe de las lejanas tierras de… Revonah —respondió no muy seguro y sintiéndose un completo idiota al solamente agregarle una “S” de más a su apellido.

— ¡Fascinante! —exclamó el Sultán más que maravillado, para después acercarse a su nervioso consejero—. Tal parece que no tendrás que casarte con Ben, Kevin —le dijo en susurro, completamente aliviado.

 

Levin vio con odio a ese odioso príncipe, para después, comenzar a maquinar alguna excusa, para que el Sultán no cayera ante ese usurpador.

 

—Majestad, ni siquiera sabemos con exactitud, dónde queda ese lugar, además, este hombre llegó sin avisar siquiera, haciendo toda clase de escándalo por todo Bellwood —dijo aquello, mientras se acercaba de manera amenazante a aquel extranjero que se le hacía de cierta forma familiar, pero aquello era imposible, más si tomaba en cuenta que ese pordiosero estaba más que muerto—. Además, y si me permite decirlo… No creo que este escandaloso príncipe esté a la altura del príncipe Ben, y menos después de ver todo ese escándalo.

—Créame que soy más apto que cualquier otro pretendiente, incluyéndolo a usted, señor —rebatió Blonko completamente ofendido de las palabras de aquel intento de consejero.

— ¡Calma ya tu ímpetu, Levin! —exclamó Maxwell—. Créeme que Ben lo aceptará encantado —dijo completamente fascinado.

—Pero alteza, sé que este no será del agrado del príncipe —trató de disuadirlo.

— ¡Tonterías Kevin!, yo sé que el príncipe First será del entero agrado de mi nieto —aseguró más que encantado.

—Y yo estoy más que seguro que el príncipe Ben también será de mi agrado, majestad —comentó Blonko presuntuoso, al recordar a ese Omega.

— ¡¿Y yo no tengo derecho de dar mi opinión?! —

 

Los tres Alfas miraron hacia la puerta de aquella habitación, sorprendidos de ver al Omega, por el cual discutían hacía unos segundos atrás.

 

—Digo, considerando que están hablando de mi futuro matrimonio, creo que tengo todo el derecho a dar mi opinión, ¿no? —Ben se internó en aquella habitación con una dura expresión llena de enojo y los brazos cruzados.

— ¡Oh, cariño!, no debes enojarte, nosotros solamente hablábamos de lo que te convenía —Max trato de calmar a su nieto, considerando los antecedentes del Omega al deshacerse de sus pretendientes, debía tratar de calmarlo.

—Ben enarcó una ceja ante lo dicho por su abuelo—. ¿Discutiendo lo que me conviene? —preguntó con enojo—. Suponiendo que obligarme a casarme con un perfecto extraño, que por cierto, podría ser un pervertido, ¿a eso te refieres con mi conveniencia?, porque a mí me parece todo lo contrario —dijo cizañoso, mientras miraba con recelo a ese recién llegado.

—Es justo lo que le decía al Sultán —dijo Kevin con una sonrisa llena de victoria, mientras miraba a ese extraño Alfa.

—Y tú eres el peor Levin —Ben miró con odio a ese hipócrita—. ¡Los tres me tiene harto!, yo no soy un maldito trofeo, tengo sentimientos y puedo pensar por mí mismo, pero tal parece que no tengo derecho a decidir por mí mismo al Alfa con el que me veré obligado a pasar mi vida.

 

Los tres Alfas miraron el suelo completamente avergonzados. Las duras y verídicas palabras del príncipe, les habían dado a cada uno en su orgullo.

Y aunque quisieron disculparse, Ben fue más rápido, y ya había salido completamente furioso por todo lo que había presenciado.

 

— ¿Estará bien? —murmuró Blonko, completamente preocupado.

—Lo lamento príncipe First, Ben suele ser así, pero le aseguro que no es un mal muchacho, solo hay que darle algo de tiempo y espacio —dijo Max, completamente abatido por lo sucedido.

 

Blonko solamente asintió no muy seguro, sin embargo, decidió que le daría tiempo a ese testarudo príncipe, ya luego se aseguraría de ganárselo.

Kevin sin embargo, desapareció, después de hacer una reverencia, pues con la repentina llegada de ese príncipe, debía planear como deshacerse de él, para poder casarse con Ben.

 

~.o0o.~

 

— ¿Y bien?, ¿Ya eres el futuro esposo del príncipe Ben? —preguntó Argit apenas divisó a Kevin entrar en la guarida.

— ¡Maldita sea! ¡No! —Levin miró exasperado a ese bocazas.

— ¿Qué ocurrió? —quiso saber completamente desesperado.

—Un nuevo pretendiente, eso es lo que ocurrió —respondió de mala gana—. Ese maldito extraño llegó de la nada, haciendo toda clase de espectáculos, junto con una ruidosa y extravagante entrada al palacio, obviamente le estúpido Sultán quedó encantado con todo eso.

— ¡¿Y no piensas hacer nada Kevin?! —preguntó alterado el Beta.

— ¿Quién dijo que no haría nada Argit?, es obvio que tengo que hacer desaparecer a ese príncipe de pacotilla, y para mi buena fortuna, los guardias son demasiado fáciles de controlar.

 

Kevin Levin estaba completamente dispuesto a hacer lo que sea, con tal de obtener el trono y unos cuantos beneficios extras. Así que tomando en cuenta de que hacía uso de la magia para su propio beneficio, era obvio que el príncipe First sufriría las consecuencias de sus oscuros deseos.

Así que con prisa, comenzó a hacer un brebaje, para potenciar el efecto de su bastón y así tener bajo su entero control a los guardias reales.

 

~.o0o.~

 

Ya había anochecido, y Blonko miraba completamente exasperado la ventana que daba al cuarto del príncipe Omega.

Había ido al jardín real, con la excusa de alimentar a su mascota, sin embargo, solamente tenía unas inmensas ganas de ver aunque sea de lejos a Ben.

 

— ¿Qué se supone que debo hacer?, es decir, ahora que me veo y actuó como un príncipe, Ben no quiere ni verme —desesperado, arrugó el Fez, hasta el punto de dejar la pluma completamente torcida.

—Tal vez esto tenga un lado positivo, y al príncipe no le gustas ahora —comentó el genio con diversión, esperando que su amo entendiera lo que había querido decirle.

— ¿Qué quieres decir Danny? —preguntó completamente confundido.

—Danny negó ante la estupidez que tenía ese amo suyo—. ¡Dile la verdad! —le dijo en voz alta, mientras comenzaba a flotar—. Es obvio que al príncipe no le gustas como lo que aparentas ser, le gustas por quien eres en realidad, Blonko.

 

Blonko pensó en las palabras que el genio le había dicho, sin embargo, si decía la verdad, significaría que Ben no estaría a su lado y que cualquier otro príncipe llegaría a tratar de volverse la pareja de ese Omega.

 

— ¡No digas tonterías Danny! —respondió Blonko, mientras subía encima de Ship—. Si digo la verdad, Ben elegirá a un príncipe de verdad. Solamente debo ser más insistente y más galán, y claro, actuar como el príncipe que ahora soy.

—Danny rodó los ojos, mientras se cruzaba de brazos—. Como se ve que conoces a los Omegas, Blonko —dijo con sarcasmo, mientras tomaba su apariencia humana—. Pues si tú te diviertes mintiendo, yo iré a dar un paseo y nada me lo va a impedir.

 

Spider decidió que mejor se dormía, en lo que Blonko trataba de ganarse al príncipe y Danny se iba a un lugar que no le interesaba, especialmente porque ahora era un pesado elefante que se agotaba demasiado rápido.

 

~.o0o.~

 

Ben estaba más ocupado en cepillar el pelaje de Rath, mientras murmuraba toda clase de improperios en contra de aquel príncipe que recientemente había llegado. Sin embargo, detuvo todo lo que hacía, cuando vio una sombra justo en su ventanal.

 

— ¿Quién anda allí? —preguntó exigente, mientras miraba a Rath—. Si no hablas, mi amigo se alimentará bien esta noche —dijo con burla, al ver que Rath se alistaba para atacar.

— ¡Soy yo, alteza! —Blonko se mostró, ante el príncipe y aquella “dulce” mascota que este poseía

— ¿Y se puede saber qué haces en mi balcón? —preguntó con enojo, aquello era lo que le faltaba, un pretendiente acosador.

—Yo quería disculparme por todo lo ocurrido esta tarde —se explicó completamente nervioso.

—Ben y Rath se miraron entre sí—. ¿Y qué más?, porque para serte sincero, dudo mucho que hayas querido invadir mi balcón solamente para disculparte —con fastidio, decidió acercarse al Alfa.

—Bueno, también quería decirle y claro, si me lo permite… usted es demasiado, lindo… digo listo y también es… —y aunque Blonko no quería actuar como un idiota frente al Omega, pero Ben no se lo dejaba nada fácil, y menos con la repentina cercanía.

— ¿En serio? —preguntó de manera encantadora—. También soy sumamente rico.

—Sí… —respondió Blonko completamente embobado.

—Y poderoso.

—Lo sé…

—Y un príncipe.

—Lo tengo completamente claro, majestad…

— ¿Así?... entonces sabrás que cualquier Alfa que llegue a casarse conmigo, tendrá todo eso, junto conmigo, ¿no? —le pregunto de manera seductora.

—Eso es lo mejor —respondió completamente embobado, mientras sonreía como idiota.

— ¿Y sabes en que te convierte eso? —

—En un ganador —respondió como un baboso.

—No. Eso te convierte en un arrogante, insensible e interesado que no le interesa nada más que su propia conveniencia —le dijo furioso, mientras metía la cara del Alfa en el Fez—. ¡Ahora largo! —ordenó, mientras observaba como Rath se acercaba a ese acosador de manera amenazante—. Será mejor que te largues antes de que Rath te dé una lección.

— ¡Espera! —Blonko no pudo evitar ir justo al barandal de aquel balcón—. ¿Acaso no te importa si caigo?, digo, es una gran altura —le dijo completamente nervioso.

—La verdad, no me importa en lo absoluto —respondió Ben de brazos cruzados, mientras le daba la espalda.

 

Blonko miraba nervioso a ese “lindo gatito” y luego a ese obstinado príncipe, sin embargo, no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de enamorar a Ben, así que de manera dramática, se subió al barandal, y miro con tristeza al príncipe.

 

—Si no le intereso a usted, entonces no tiene caso seguir aquí —dijo dramático, mientras miraba al Omega—. Adiós, príncipe Ben.

— ¿Qué? —Ben vio completamente aterrado como aquel loco Alfa saltaba—. ¡Espera!, ¡no lo hagas!

 

Y aunque corrió para impedir que el Alfa cometiera una estupidez, este ya había saltado, sin embargo, cuando Ben acecho para ver que ese príncipe estuviera bien, este estaba subiendo de poco en poco.

 

— ¿Qué?, ¿qué pasó? —Blonko se mostraba completamente burlesco, ante la preocupación del príncipe.

—Te vi saltar, ¿cómo es que estás flotando? —preguntó Ben, demasiado fascinado.

— ¡Oh!, eso es gracias a mi amigo Ship, es una alfombra mágica —explicó restándole importancia.

— ¡Eso es fascinante! —exclamó con una sonrisa, mientras tocaba a la alfombra Ship.

—Lo mejor es la vista que otorga —mencionó de manera galante.

— ¿En serio? —preguntó completamente interesado.

—Claro que hablo en serio, y si quieres, puedo mostrarte —respondió sonriente, mientras extendía su mano hacia el príncipe—. ¿Confías en mí? —preguntó ansioso de una respuesta positiva.

— ¿Qué dijiste? —preguntó asombrado de volver a escuchar esa pregunta.

—Blonko sonrió con más ánimos—. ¿Confías en mí? —volvió a preguntar.

 

“¿Confías en mí?”, esa pregunta la había escuchado por primera vez de un Alfa de la misma especie que ese príncipe. Y aunque al principio odiaba a First Rooks, ahora ya no le parecía tan estúpido y presuntuoso como la primera vez que lo vio.

¿Confías en mí?, tal vez estaba loco, pero definitivamente confiaba en ese Alfa.

 

—Sí. Confío en ti —respondió, mientras tomaba la mano del Alfa.

 

Yo te quiero enseñar un fantástico mundo.

Ven princesa y deja a tu corazón soñar.

Yo te puedo mostrar cosas maravillosas.

Ven princesa y déjate llevar a un mundo ideal.

 

Blonko se aseguró de llevar a Ben por todo Bellwood. Y para que su mágica velada fuera perfecta, la noche vista de la noche le ayudaba demasiado.

Lo llevo por justo a conocer el mar, lugar donde Ben metió sus manos y salpico agua con completa fascinación.

 

— ¡Esto es hermoso! —exclamó completamente maravillado.

—Y solamente es el inicio, príncipe —dijo Blonko, dispuesto a darle una magnífica velada.

 

Un mundo ideal.

Un mundo en el que tú y yo

Podamos decidir cómo vivir

Sin nadie que lo impida.

Un mundo ideal que nunca pude imaginar.

Donde ya comprendí que junto a ti el mundo es un lugar para soñar.

Fabulosa visión, sentimiento divino.

Voy volando contigo hacia un nuevo amanecer.

 

Danny no podía creer que aquel Alfa fuera demasiado atento, y más aún, romántico. Si bien su primera impresión, fue pésima, ese Vladimir Masters le había demostrado que por él, podía llegar a ser menos presuntuoso y más atento.

El Alfa se había asegurado de usar sus riquezas para complacerlo en todo momento, y eso incluía un bello paseo por los lugares más hermosos y románticos de todo Bellwood. Y aunque en sus años como genio había visto magníficos y mágicos lugares, nada se comparaba con estar al lado del que era su destinado.

 

—Sí que me sorprendes Masters, y yo que pensé que solamente te interesabas en ti y solo en ti —comentó Danny burlesco.

—Pequeño, si es algo que no sea merecedor de mi interés, entonces soy así de frívolo, sin embargo, tu eres lo más perfecto e interesante en este lugar —dijo con una galante sonrisa—. A todo esto, tú ya sabes mi nombre, sin embargo, aún no me dices el tuyo.

—Danny se sonrojo apenas—. Bueno, hace mucho que no hablo de esta manera con alguien… mi nombre es Daniel, pero mis amigos me llaman Danny —dijo completamente apenado.

—Vlad sonrió complacido—. Creo que prefiero llamarte por tu nombre, porque no quisiera desperdiciar ni una letra de tan bello nombre.

 

Danny sentía su corazón bombear a gran velocidad. Hacía tantos años que no sentía lo que ahora ese Alfa le hacía sentir.

Por primera vez en tanto tiempo, Danny tenía la esperanza. Blonko le había prometido liberarlo y justo después, había encontrado a su Alfa destinado, ¿acaso algo podía arruinarle esos momentos?

Y mientras Blonko trataba de ganarse a su Omega, Danny disfrutaba de la esplendorosa vista que Vlad le había otorgado, pues el Alfa había preparado un show de fuegos artificiales.

 

Un mundo ideal.

Mira bien lo que hay.

Allí mil cosas voy a ver.

Conteniendo el aliento.

Soy como un haz de luz que lejos va.

Y nunca ya podrá volver atrás.

 

Blonko se había asegurado de llevar a Ben por las zonas más bellas de toda Bellwood y cuando vio el cielo iluminarse de vividos colores, decidió parar en la zona más alta de su bella Bellwood.

 

— ¡Fue magnífico! —exclamó el príncipe encantado.

—Sí, lo fue —respondió Blonko con una mirada soñadora.

—Y la noche parece estar de tu lado —le dijo burlesco, pues era verdad, la noche era más que perfecta y el paseo en una alfombra voladora, era sumamente hermoso.

 

Un mundo ideal.

Un horizonte a descubrir.

Un mundo para ti.

Para los dos.

Déjate llevar a un mundo ideal.

Un mundo…

 

Ben estaba más que encantado con todo lo que el Alfa había hecho por él, sin embargo, algo que aquel Alfa había dicho, le hizo querer golpearlo y abrazarlo al mismo tiempo.

 

—A Spider le hubiera encantado esto —comentó Blonko, sin darse cuenta de que había revelado algo de suma importancia.

—Sabía que te me hacías familiar —con enojo, le quitó el Fez y lo miró con reproche—. ¿Se puede saber, por qué me mentiste Blonko? —le exigió saber de brazos cruzados.

—Bueno Ben, la verdad es que yo… —el Alfa se sentía atrapado, y aunque el recuerdo de las palabras de Danny estaba frecuentando su mente justo ahora, no era una opción en esos momentos—. Lo que pasa es que a veces me escapo de mis deberes como el príncipe de Revonah y me visto de plebeyo para disfrutar de la vida —respondió de manera rápida y nerviosa.

 

Ben estaba renuente a creerle a ese Alfa, sin embargo, al oír sus excusas, se sintió completamente identificado.

 

—Sabes, en un principio creí que te habían matado por algo sumamente injusto, pero me alegro demasiado de ver que estas bien y sumamente atento.

 

Blonko se sintió sumamente feliz de sentir como el Omega se acurrucaba en su pecho. Miró a Ship, y al ver como la alfombra revoloteaba alegre, supo que había logrado su cometido.

 

—Creo que es hora de volver —murmuró sin ganas de que aquella velada terminará.

—Supongo que tienes razón, puede que mi abuelo entre a mi habitación y si no me encuentra, seguro se pone histérico —respondió Ben completamente apenado.

 

El viaje de regreso al palacio, fue corto, demasiado corto para ambos. Y al llegar, Blonko se aseguró de llevar al príncipe de regreso al balcón. Y con sumo cuidado, se aseguró de que sus pies tocaran el suelo.

 

—Espero que la velada te haya gustado Ben —murmuró apenado el Alfa.

—Fue más que perfecta First, ¿o debería llamarte Blonko? —si bien le había encantado la velada, tenía ganas de vengarse del Alfa por no haberle dicho la verdad.

—Por ser tú, puedes decirme como mejor te plazca Ben —respondió embobado.

 

Ambos se quedaron viéndose mutuamente, casi como si el tiempo se hubiera detenido. Así que mientras ellos estaban ocupados en mirarse mutuamente, Ship se encargaba de bajar poco a poco, sin embargo, al ser testigo de lo lentos que eran esos dos, Ship decidió darles una ayudita.

“Y al fin… la distancia se acortó, en su primer beso bajo la hermosa luz de la luna”. Todo gracias a que la alfombra decidió darles más que un empujón a ese par de lentos.

Después de unos cuantos segundos, que parecieron lo más hermoso para algo, ambos se despidieron con la firme promesa de verse al día siguiente. Y así, mientras Blonko suspiraba completamente enamorado, Ship se aseguraba de bajarlo con calma.

 

—Eso fue magnífico —murmuró más que enamorado.

—Al menos te divertiste en tus últimos momentos.

— ¡¿Qué significa esto?! —

 

De manera repentina, Blonko se vio rodeado de cuatro individuos, quienes no escatimaron en golpear su estómago y amarrarlo de pies y manos.

 

—No se ofenda príncipe First, pero estaba por arruinar mis planes —

—Blonko vio con rencor a aquel Alfa—. ¿Cómo te atreves?, tú eres el consejero del Sultán —le dijo con furia, mientras trataba de liberarse.

—Kevin sonrió con maldad—. Y muy pronto seré el esposo de ese Omega.

—Blonko lo miró con horror—. ¡No te atrevas a hacerle daño a Ben! —le dijo completamente preocupado por el Omega.

—No necesito escuchar nada más de tu parte —con frialdad, miró a uno de los guardias y este se aseguró de amordazar al “príncipe First”—. Es hora de deshacerse de la basura.

 

No tardaron en llegar a las afueras, así como tampoco tuvieron arrepentimientos al atar los pies de Blonko a una roca.

Y sin testigos, esos cuatro individuos lanzaron al mar a aquel Alfa que interfería en los malévolos planes de Kevin Levin.

Blonko estaba completamente desesperado. Sentía que no podría aguantar más, así que moviéndose con desesperación, logró quitarse el Fez, así que con las pocas fuerzas que ahora tenía, se acercó lo suficiente, para lograr tocar la lámpara, para que Danny lo salvara a tiempo.

 

~.o0o.~

 

Danny disfrutaba de la hermosa velada a lado de aquel Alfa, cuando repentinamente sintió el llamado de su reciente amo.

 

— ¡Debo irme! —dijo completamente alterado.

—Pero si la estábamos pasando bien —respondió el Alfa completamente nervioso.

—Danny lo vio completamente apenado—. Te juro que esto ha sido maravilloso, pero en serio Vlad, debo irme —le dijo con prisa al ver por el reflejo de la copa que tenía en sus manos, que su cabello se estaba tornando blanco.

— ¿Nos volveremos a ver?, ¿no es así? —Vlad se aseguró de preguntarle aquello.

—Te aseguro que así será Vlad.

 

El Alfa no tuvo más opción que soltar a ese Omega, esperando que de verdad, se volvieran a ver lo más pronto posible.

En cuanto a Danny, una vez que se alejó, tomó su forma de genio y se transportó donde sentía que lo estaban llamando.

 

—Blonko, más te vale que esto sea importante o yo tendré que… ¿qué sucedió? —

 

Más que alarmado, tomo de los hombros a su amo, pero al ver que este no reaccionaba, supo que había tardado demasiado al responder su llamado.

 

—Vamos Blonko, si no dices “deseo que me salves la vida”, yo no puedo hacer nada —le dijo con una sonrisa nerviosa, esperando aunque sea, que el Alfa abriera los ojos, pero al ver que su cabeza caía a un lado no pudo aguantar más—. Tomaré eso como un deseo.

 

Fue cuestión de que hiciera un movimiento de manos, y para cuando Blonko pudo abrir los ojos y escupir toda el agua que había tragado, él y Danny ya estaban nuevamente en el jardín real.

 

— ¿Estás bien?, casi haces que me dé un infarto —Danny se acercó preocupado a su amo.

—Estoy bien… gracias por salvar mi vida Danny —le dijo como pudo.

—No tienes que agradecer Blonko.

—Ahora debo apresurarme y salvar a Ben.

 

Danny no entendía lo que estaba pasando, pero se aseguró de ocultarse dentro de la lámpara y observar todo desde allí.

 

~.o0o.~

 

Ben se encontraba cepillando el pelaje de Rath, pero a diferencia de unas horas atrás, lanzaba suspiros enamorados cada tres segundos.

Pero al ver a su abuelo entrar a su habitación, decidió dejar a Rath dormir y decirle a su abuelo, que por fin había elegido a su futuro esposo.

 

—Grandes noticias abuelo. He decidido casarme con…

—Te casarás con Kevin, hijo —Max miró seriamente a su nieto, mientras interrumpía lo que este estaba a punto de decirle.

 

Ben lo miro completamente horrorizado, especialmente, porque justo después de que su abuelo dijera esas palabras, Kevin hizo acto de aparición y entró a su habitación como si él le hubiera dado permiso alguno.

 

— ¿Disculpa? —preguntó sin creerlo—. Abuelo Max, yo ya he tomado mi decisión, y créeme que Kevin no está en ella —le recalcó cuanto odiaba a ese tipejo.

—Tranquilízate Ben, te aseguro que haré que cambies de opinión —Levin ni siquiera le hablaba con respeto, y menos cuando estaba logrando su objetivo—. Ya sabes, pronto seremos esposos —le dijo, mientras se tomaba la libertad de acariciar el brazo del príncipe, ansiando ya poder dominarlo como mejor se le plazca.

 

Ben, más que molesto y asqueado, se separó de aquel Alfa, para después acercarse a su abuelo.

 

—Abuelo Max, yo ya he decidido casarme con el príncipe First Rooks —le dijo con tristeza, mientras lo tomaba de los hombros.

—No discutas Benjamín. Te casaras con Kevin Levin y es mi última palabra —respondió el Sultán, casi como si estuviera en un extraño trance.

— ¿Abuelo qué te ocurre? —inquirió completamente alterado—. Tú no estás bien abuelo Max.

— ¡Ya Ben!, al menos es un buen Omega y complace la voluntad de tu abuelo. Tienes que casarte conmigo —Kevin estaba disfrutando esos momentos.

— ¡Jamás! —exclamó completamente en contra de aquella unión.

 

Kevin estaba a punto de hacer uso de su hipnosis en ese obstinado Omega, cuando repentinamente, aquel Alfa entró completamente empapado a la habitación.

 

— ¡Príncipe First! —Ben se mostró completamente entusiasmado de ver a aquel Alfa.

— ¡Imposible! —dijo completamente sorprendido de verlo allí y completamente ileso.

—No es imposible, ¿por qué no les dices la verdad?, ¡diles Kevin!, ¡diles que me quisiste ahogar! —

—Tonterías, ya deja de lanzar estas falsas acusaciones en mi contra y más en estos momentos, en los que el Sultán ha tomado una importante decisión —completamente nervioso, se acercó al anciano, mientras se aseguraba que Max siguiera viendo los ojos de su bastón.

—Es cierto. Benjamín se casará con Kevin Levin —dijo una vez más completamente en trance.

—Abuelo, por favor, deja ya de actuar de esa manera tan extraña —pidió Ben, completamente desesperado, su abuelo estaba actuando demasiado raro.

—Blonko vio lo que sucedía, así que con prisa, le quitó al consejero aquel raro bastón—. Ya veo lo que pasa. Levin estaba controlando al Sultán con esto —molesto, partió a la mitad aquel bastón.

 

El Sultán Maxwell comenzó a mover su cabeza con confusión, y para cuando se dio cuenta de lo que había sucedido, encaró furioso a aquel traidor.

 

— ¡Tú!... ¡eres un traidor! —Max comenzó a acercarse para encarar a aquel que lo había manipulado de la peor manera posible.

—Y eso no es todo, abuelo, planeaba obligarme a casarme con él para así tener el trono —Ben también se estaba acercando a ese vil traidor.

— ¡Guardias! —

 

Los guardias reales aparecieron apenas escucharon el llamado del Sultán, y en cuestión de minutos, Kevin Levin se vio así mismo, rodeado por todo el mundo.

 

— ¡Es hora de que tengas tu merecido! —

 

Kevin vio furioso a ese insolente. Por culpa de ese príncipe sus planes se vieron completamente arruinados. Pero justo cuando creyó que todo estaba perdido, vio que en la cintura del príncipe First, justo en el Fez, se encontraba la lámpara mágica, captando así, que ese maldito Alfa Revonahgander, le había hecho una mala jugada. Sonrió satisfecho por su recientemente descubrimiento.

 

—Ya pronto sabrán de mí —dijo, para después lanzar una bola de humo rojo y desaparecer de aquel lugar.

— ¡Encuéntrenlo y enciérrenlo en un calabozo! —ordenó completamente alterado el Sultán.

 

Los guardias asintieron, para después hacer lo que el Sultán había ordenado.

Mientras que Max se lamentaba por todo lo que había ocurrido, y más al pensar que estuvo a punto de entregar a su hijo a ese maldito traidor.

 

—Ben, lamento todo lo ocurrido hijo —apenado, viro a ver a su nieto, llevándose la sorpresa de verlo abrazando al príncipe First—. ¿Qué está ocurriendo aquí? —cuestionó, ansioso de esperar una respuesta positiva.

—Abuelo, he decidido casarme con el príncipe First —le dijo Ben con una sonrisa y un adorable sonrojo adornando sus mejillas.

—Maxwell sonrió completamente encantado—. ¡Maravilloso hijo! —exclamó, mientras iba a abrazar a ese Alfa y a su nieto —. Hay que hacer todos los arreglos para anunciarlo mañana. No hay que perder más tiempo —dijo más que alegre por la noticia—. Y luego vendrá la boda y por supuesto, la coronación.

— ¿Coronación? —preguntó Blonko completamente nervioso.

—Así es muchacho, una vez te cases con mi nieto, yo ya no tendré que seguir siendo el Sultán, ese poder te lo entregaré a ti, para que reines Bellwood a lado de Benjamín —respondió sonriente el Sultán.

 

Blonko siguió abrazando a Ben, sin embargo, lo último que había dicho el Sultán, lo había dejado completamente aterrado. ¿Cómo podría ser el Sultán?, es decir, el solamente era un plebeyo que tuvo demasiada suerte. Sus intenciones no eran volverse el gobernante de Bellwood, el solamente quería casarse con Ben.

 

~.o0o.~

 

Argit guardaba con prisa e histeria, todas las cosas que tenían en aquella guarida. Sabía lo que había ocurrido, por todo el alboroto que se había hecho, y ahora sí, creía que él y Kevin serían atrapados dentro de poco, sin embargo, Kevin parecía sumamente tranquilo, y sonreía como si tuviera algo en mente.

 

—No sé lo que te ocurre, pero debes apresurarte a guardar tus cosas Kevin —le dijo completamente preocupado.

—No lo haré Argit —respondió Levin—. Ese maldito príncipe First, no es más que un mentiroso y un ladrón —dijo furioso de recordar lo ocurrido.

— ¿Qué quieres decir Kevin? —cuestionó el Beta completamente intrigado.

—Que ese tal, príncipe First, no es más que Blonko, la rata callejera que se quedó con mi lámpara —respondió furioso.

— ¿Eso significa que él tiene la lámpara? —preguntó ansioso.

—Y muy pronto, ya no la tendrá.

 

Kevin y Argit comenzaron a reír, ambos ya estaban comenzando a armar un plan para obtener la lámpara mágica.

 

~.o0o.~

 

La mañana había llegado y Blonko no podía estar más nervioso. El Sultán había sido rápido, pues ya había alistado todo para el anuncio de su compromiso.

El Alfa no temía al compromiso, pues lo que más anhelaba era casarse con Ben, sin embargo, la parte de convertirse en el próximo Sultán, lo tenía completamente aterrado.

El miedo trae consigo muchas cosas, entre ellas, demasiadas inseguridades, y justo ahora, Blonko estaba a punto de romper una promesa.

 

— ¿Qué te sucede Blonko?, por fin vas a tener lo que querías —Danny se mostraba completamente preocupado, pues su amo no estaba sonriendo como debería.

—Sé perfectamente que ya tengo lo que quería, pero…

— ¿Pero? —Danny estaba completamente confundido.

—Lo de ser el esposo de Ben, eso es sin duda lo mejor que me pudo haber pasado, pero lo de ser Sultán, yo soy un plebeyo, no un príncipe y…

 

Danny vio completamente preocupado a su amo, pero al ver como Blonko veía con gran insistencia la lámpara, supo para donde iba el tema, y esperaba estar equivocado.

 

— ¿Qué vas a hacer Blonko? —le pregunto con seriedad.

—El Alfa ni siquiera lo miro—. Lo lamento Danny, pero no puedo liberarte, no después de lo que el Sultán dijo —susurró completamente apenado.

— ¡Lo sabía!... Sabía que no debí confiar en alguien y menos si este alguien tiene la lámpara en su poder —llenó de coraje, Danny dijo aquello. Sin duda alguna, se había llevado tremenda decepción, y justo después de que había pensado por un momento, que por fin tendría la felicidad que tanto anhelaba.

—Danny, tu no lo entiendes… —quiso explicarse.

— ¡Oh, amo!, claro que lo entiendo. Como siempre, confíe en la persona equivocada, y otra vez, tendré que esperar una eternidad, para conocer a otro amo y que otra vez deba conceder tres malditos deseos. Solamente hazme un favor, date prisa en pedir ese deseo, para poder permanecer en paz en mi prisión dorada —dijo todo lo que justo ahora lo tenía completamente molesto y decepcionado, para después, entrar a la lámpara.

— ¡Bien!, ¡haz lo que quieras Danny! —dijo completamente exasperado, mientras se acomodaba el Fez en su cabeza y dejaba la lámpara en la cama.

 

Blonko salió de aquella habitación completamente furioso, sin darse cuenta de que alguien veía con fascinación que la lámpara estaba justo al alcance de sus manos.

 

—Que descuidado es —dijo sonriendo, mientras entraba a la habitación y tomaba entre sus manos aquella lámpara—. Hora de obtener lo que por derecho me pertenece —murmuró ansioso, mientras frotaba la lámpara.

— ¿Ya vas a pedir tu maldito deseo? —preguntó Danny con enojo, hasta que vio que no era Blonko el que lo había llamado—. ¿Quién es usted?, ¿dónde está Blonko? —cuestionó completamente nervioso.

—Ese tipejo no interesa, lo que ahora interesa es que debes hacerme caso a mí, tu nuevo amo.

 

Danny supo de inmediato, que aquel Alfa era sumamente peligroso, solo esperaba que no le obligara a hacer nada malo o de verdad lo lamentaría.

 

~.o0o.~

 

El Sultán había dado el magnífico anuncio. Muy pronto, su nieto se casaría con el príncipe First y a su vez, este se volvería el Sultán de todo Bellwood.

Todos en Bellwood comenzaron a ovacionar por las buenas noticias. Sin embargo, todo su festejo quedó en segundo plano, cuando escucharon la voz de alguien sumamente conocido.

 

—No creo que nada de eso se realice… majestad —con sarcasmo, dijo la última palabra.

—Kevin Levin, ¿no te basto con manipularme?, ahora vienes a arruinar esto —le dijo completamente indignado el Sultán.

—Kevin frotó la lámpara y al ver al genio salir sonrió complacido, especialmente al ver la mirada llena de sorpresa de Blonko—. Genio, deseo convertirme en el Sultán de Bellwood.

—Como ordene, amo —Danny movió sus manos y en un dos por tres, Maxwell se vio despojado de sus elegantes ropas y estas vistieron al nuevo Sultán.

— ¿Cómo te atreves? —preguntó Ben completamente furioso—. Un par de vestimentas no te hacen el Sultán, traidor —espetó con odio.

—Kevin miró con recelo a ese insolente Omega, más al ver que aun con la ropa, los guardias estaban dispuestos a proteger a Max y a Ben—. Ya que eso no funciona, genio, deseo ser el mago más poderoso de todo este basto mundo —dijo furioso.

— ¡Danny no lo hagas! —le pidió Blonko completamente alterado.

—Lo lamento Blonko, pero no tengo opción —murmuró apenado, mientras movía sus manos.

 

Todos observaron el cambio de Kevin. Sus ropas tenían colores rojos y negros y de sus manos salían luces rojizas que lucían peligrosas.

 

—Príncipe Ben, me alegra que haya mencionado el tema de las ropas, y tiene razón, uno no cambia lo que es realmente, solo por lucir más elegante —con malicia, usó sus nuevos poderes, para quitarle a Blonko su apariencia de príncipe, así como hizo aparecer al ahora elefante y regresarlo a su verdadera forma—. Ese es tu supuesto príncipe, una vil rata callejera —le dijo de manera despectiva.

— ¿First? —Ben se mostraba sumamente confundido.

—Lo lamento Ben… Él dice la verdad —murmuró apenado.

—Eso no me importa —le dijo Ben preocupado.

—Que ternura, el príncipe caprichoso se enamoró de la rata callejera, es una lástima que ese Alfa deba morir —dijo más que ansioso, mientras hacía uso de sus nuevos poderes y hacía levitar una de las torretas del palacio—. Hora de morir, ¡maldita rata callejera! —con maldad, lanzó a Blonko y a Spider en aquella torreta, la cual, lanzó lo más lejos posible de aquel lugar.

— ¡Blonko! —Ben vio completamente aterrado, como Kevin lograba su cometido.

—Pobre príncipe Ben, pero te aseguro que eso no es nada, a comparación del infierno que les voy a hacer pasar a ti y a tu abuelo.

 

Ben y Max vieron completamente preocupados a ese loco. Mientras que Danny esperaba que Ship hubiera sido lo suficientemente rápido para salvar a Blonko. Solo esperaba que el Alfa no lo volviera a decepcionar y esta vez hiciera las cosas bien.

 

 

Continuará

Notas finales:

Y eso ha sido todo por esta vez.

Datos curiosos. La frase: “Y al fin… la distancia se acortó, en su primer beso bajo la hermosa luz de la luna”, fue idea de Alma Angelica Badillo (usuario de Wattpad), pero la verdad, me encanto esa bella frase y decidí incluirla, así que los créditos de la frase, son de ella :D

Y como buena persona que soy, les daré spoilers.

 

.- Se nos viene el tan esperado “deseo cumplido” de Kevin (si Alma Angelica Badillo, lo digo por ti) xD

.- Blonko logra ganar la batalla

.- Danny queda liberado

Todo eso y más “El Deseo Más Ansiado”

 

En fin, nos leemos pronto

Chau chau (^3-)/


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