Rogers se remueve nervioso en su asiento. No está sintiéndose muy bien últimamente. La preocupación se nota en cada centímetro de su rostro y la incomodidad se escapa de sus pupilas mientras mira de reojo, cada cierto tiempo, la silueta del hombre de sus pesadillas.
No es que sienta algo horrible al verle, cabe aclarar, es la inconformidad que le provoca las sensaciones placenteras que él le produce.
Ya no está tan seguro de ser completamente heterosexual.
Eso le provoca pesadillas.
De ninguna manera encuentra aceptable el ver esos sueños de otra manera.
Natasha, sentada a un lado suyo, alza una ceja. Se mantiene en silencio, limitándose a observar al actual objeto de su atenciones.
No es estúpida.
Esta segura de que, aun cuando Steve intenta mantener el interés sobre su persona, sus ojos terminan inevitablemente sobre el millonario.
Niega para sus adentros.
No hay nada que pueda hacer al respecto.
Tony es consciente de la pesada mirada del rubio. Ha notado la insistencia de éste sobre su persona, pero termina por ignorarle de manera inmediata cuando el hombre frente a él le sonríe con cierto nerviosismo.
Incluso cuando su rostro procura mantenerse estoico, Stark distingue el miedo en sus ojos.
Alza una ceja.
—Enfrentaste a situaciones de vida o muerte en más de una ocasión... ¿y esto es a lo que le temes?
Bucky le observa con los fríos orbes que provocan un estremecimiento imperceptible en el menor.
Algo en los ojos del otro le emociona de un modo indescriptible.
—Ni siquiera yo esperaba esto...—le recuerda Barnes, en voz baja.
Tony le concede aquello. Era de esperarse, de cualquier modo. Barnes era un candidato perfecto para padecerlo.
Pánico escénico.
—Antoshka...—murmura tan bajo que el castaño apenas puede oírle.
Tony coloca sus manos en las mejillas del más alto. Acarcia apenas mientras dice:
—No tienes que hacerlo si no quieres... Tuviste la intención.
Bucky coloca su mano sobre la del otro.
—Solo dame el nombre. Seguro encontraré algo en YouTube.
—No lo entiendes...
—Cariño. Casi todo es digital ahora... Dime un nombre y la encontraré...
Aleja sus manos del rostro del otro mientras este asegura la mano dentro de la suya con cariño.
Por la posición en la que se encuentran, a varios metros del resto, solo un par de ojos verdaderamente curiosos podrían darse cuenta del gesto.
—No hay manera en que la canción esté en internet...
Tony le mira confundido.
—Es imposible... Porque recién la terminé ayer.
El castaño abre los ojos sorprendido por apenas segundos. Bucky suelta su mano cuando Potts se acerca a ambos.
—Todo está listo... Cuando guste...—dice, mirando a Barnes.
Él asiente y observa a Tony una última vez, le guiña un ojo antes de separarse para dirigirse al improvisado escenario que se ha montado en la sala del piso común la torre.
Tanto Tony como Peper se encaminan directo a sus asientos mientras el resto se acomoda mejor en su sitio.
El encuentro es íntimo. Salvo algunos miembros del equipo, pocos fueron invitados al pequeño evento.
Buck no estaba muy acostumbrado a tocar frente a otras personas, pero había pensado en que no sería algo demasiado complicado.
Oh, su grave error.
Al estar ahí de pie frente al resto de los Vengadores sintió la ansiedad golpearle.
Sus ojos buscaron insistivamente la calma, y el azul de sus orbes chocó con una pared del mismo tono antes de caer en una mullida calma de color chocolate.
Steve estaba nervioso. Demasiado.
No solo Tony le ponía así. Deseaba que fuera así. Sin embargo él cambio de actitud de su mejor amigo para con él le había descolocado.
Casi temía que, luego de exponer su opinión sobre las relaciones entre personas del mismo sexo, Barones tuviera una especie de fijación con él.
Era extraño.
Luego de una discusión que tuvo con Tony, la actitud de Bucky cambió.
Lo sentía tan... Distinto.
Sencillamente extraño.
Barnes se aclaró la garganta en cuanto sintió la serenidad regresar a su cuerpo. Desde su asiento, Tony recuperó la sonrisa discreta al notarlo.
—La canción que interpretaré para ustedes... Es mi invención... Habla sobre... Como me sentí... Siento. No lo sé... Solamente estoy seguro de que fue gracias a ti... Lo sabes, ¿cierto?
Steve se retuerce en su asiento, Tony sonríe ampliamente.
La melodía empieza a sonar cuando los dedos de Barnes alcanzan las cuerdas de la guitarra.
—Es para ti—murmura, sin ver a nadie en particular, concentrando su visión en la guitarra que guarda celosamente en sus manos.
A medida que la canción avanza un ambiente tenso se va formando en la habitación.
Es el día más solitario de mi vida...
Bucky mantiene la calma tanto como le es posible, se vuelve particularmente consciente de las miradas del resto cuando canta el coro.
Y si te vas... Quiero ir contigo.
Se arma de valor cuando nota la tensión incrementar. Avanza dos pasos, sin dejar de tocar, desciende lentamente los pocos escalones que lo separan del improvisado público y canta mientras sus ojos buscan los del castaño.
Y si mueres... Quiero morir contigo.
Pasa de largo de Steve, que se ha tornado pálido en su sitio, y alcanza al hombre que está a unos asientos atrás de éste.
Tomar tu mano, e irnos lejos.
Tony se muerde el labio cuando Barnes se detiene frente a él mientras toca un increíble solo de guitarra. Ese mismo que ha hecho eco en los pasillos las últimas noches, todo para que quedara perfecto.
Las últimas notas se acompañan con la grave voz del de ojos claros, que suelta la guitarra, dejándola caer a su costado para cantar la última linea al millonario.
Es un día que me alegra haber sobrevivido.
Silencio.
Es lo primero que se nota en el aire cuando la canción termina. Natasha da una rápida mirada a su alrededor , pronto su mirada y la de Potts se conectan. El acuerdo mudo es inmediato.
Aplauden lento, poco a poco los demás se unen. Clint suelta un chiflido digno de final de partido de campeonato mientras su prometido intenta recordar cómo respirar.
Era consciente del coqueteo entre ambos. Claro que sí. No es como si Tony fuese precisamente discreto. Pero de eso a esto...
El carraspeo del Capitán es el que instala un nuevo silencio. Tony mira de reojo a éste mientras le dedica una sonrisa al atrevido intérprete, que ofrece su mano para ayudarle a ponerse de pie.
Podría reñirle por tratarle como si fuese una damisela, pero extrañamente encuentra el gesto agradable.
Es quizá su parte favorita de aquello.
Con cualquier otro se sentiría tremendamente humillado... Mientras que con James es todo tan... Correcto.
—¿Bucky?
La confusión en la voz del rubio es palpable, y provoca cierta gracia en el resto, especialmente a su acompañante, que adivina la línea de sus pensamientos.
—Debí decírtelo antes... —dice Barnes a modo de respuesta, mientras Anthony toma su mano, colocándose de pie a su lado.
James no llega a soltarle.
—Creí que... Pero tú...
Barnes se permite sonreír ampliamente cuando dice, sin dejar espacio a duda alguna:
—Estoy estúpidamente enamorado de él, Steve...
Rogers abre los ojos como platos.
Bruce tuvo que darle un codazo al arquero cuando este soltó una risa ante la expresión del anciano.
Natasha ahogó un suspiro alejándose de él, siendo alcanzada segundos más tarde por Virginia.
Visión miro a su lado izquierdo, buscando respuestas a las repentinas preguntas que se iban formando en su mente, Wanda negó cariñosamente, haciéndole entender que no era el mejor lugar para hablar de ello.
Happy recibió una llamada de su esposa, y abandonó el lugar con un semblante aliviado.
No quería estar ahí cuando explotase la bomba...
—Y, con todo y mi maldita suerte, él también de mi.
.
.
.