La granja de los Kent.
“solo lo diré una vez y será mejor que lo hagan murmuren la palabra Kryptón, háganlo saber a sus allegados, en diez minutos activare un zumbido a nivel nacional que aturdirá por días a todo aquel que intente actos violentos, habrá muchos en los hospitales, unos cuantos tal vez mueran por su alto índice de violencia. Pero es un precio justo por todo lo que está sucediendo.”
Conner se asusta ante esa idea, Batman lo observa al igual esta horrorizado por lo que está por activar Lex.
— Lex… no lo hagas…
Superboy también lo llama.
— Padre… no es necesario…
“Claro que si hijo… no hay forma de llegar a la paz sin una acción violenta… la cuenta regresiva, hagan lo que les dije.”
Conner no puede permitir tal atrocidad, el caos entre las castas está empeorando por culpa del enemigo que Talía Al Ghul les menciono antes de morir, las cuerdas de la tolerancia fueron estiradas, si un omega como Lex provoca algo tan atroz, no solo sentenciara a los alfas si no también a la parte contraria dando por hecho lo que el enemigo teme.
— Sr. Wayne…
Batman no voltea, lo ignora, Conner volaba a un lado de la nave, observa y escucha como el mayor se comunica con Tim para que rastree la señal de Luthor, pero entre la llamada y todo oye la discusión que Jasón tiene con el tercer robín.
— Deberías de dejar que Luthor realice todo eso, los Alfas nos lo merecemos… mi madre murió por culpa de Alfas que la explotaban, se saciaron de ella hasta matarla.
Tim se negaba aceptar la lucha de Lex a ese extremo, había aceptado algunos términos para apoyar a empresas Wayne y Luthor, pero llegar a eso sería dejar a los Alfas como simples muñecos sin voluntad a merced de Omegas.
¿Acaso no serían como los Alfas que quieren que los Omegas no tengan voluntad ni libertad?
— Jasón eso jamás va a pasar…
El mencionado sonríe de oreja a oreja, su compañero al igual que todos con los que convive no permitirán que eso suceda.
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Conner vuela hasta estar frente la nave de Batman el cual se detiene.
— Sr. Wayne… mis padres y hermanos están en Kansas…
No puede creer lo que escucha, la señora Kent siempre negó saber sobre el paradero de Clark.
— Batman lo que dice Conner es cierto, pero… es solo la ubicación de un portal a la Ciudad de Argo, lo que quedo de la capital de Kryptón.
Escucha a Red Robín en el comunicador de su oído, todo este tiempo ellos han estado tan cerca y quizá tan lejos, por eso esa tranquilidad de la señora Kent.
Sin decir más se dirige a toda velocidad en su nave a Kansas, mientras que Tim lo calma, sabe que Bruce está molesto tanto con él como con Clark y Lex.
— Ya interferí la señal, lo que quiera hacer Lex no lo podrá hacer al menos de que esté presente.
Conner iba ir tras del mayor pero la nave se había alejado a toda velocidad, en el comunicador de su oído escucha a Jasón decir.
— Oye, no lo tomes a mal, es solo que B a cargado con algunos problemas que Lex le dejo y ahora con todo lo que está sucediendo, tu padre que hace acto de presencia solo para alterar la poca cordura que le queda en medio de este caos.
Conner comprende, pero no debe dejar que Wayne y Lex emprendan una pelea campal por todos los asuntos pendientes que cargan.
Los aliados se comunican con los transmisores, dan noticia de todo lo que está sucediendo y de lo que están deteniendo, evitando así que estallara una Guerra Civil en los E.U.
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— Señor Wayne…
Conner había volado a toda velocidad para tratar de hablar, Batman detiene la nave abre la cúpula de esta.
— Entra…
El menor lo mira con cara de porque si él puede volar, Bruce hace su típico gesto.
— Tt… ¿Quieres que las fuerzas aéreas aterricen en la granja Kent y descubran todo?
Al escuchar eso comprende lo que quiere decir el mayor, la nave tiene tecnología avanzada, ningún radar lo puede rastrear y a vista de todos es invisible, pero en cambio él puede ser visto. Entra a la nave sentándose a un lado.
— Lo siento…
Emprenden el viaje a Kansas, Bruce deja la nave en automático se pone de pie para dirigirse a un compartimento donde extrae ropa de civil.
— ¿Qué es lo que sientes en realidad Conner?
El muchacho voltea desvía la mirada al notar que Bruce ya no lleva el traje de héroe, se encuentra desnudo con solo la ropa interior, está de espaldas y no vio cuando Conner se ruborizo hasta las orejas. Titubeando responde:
— No… no entiendo su pregunta… señor Wayne.
Desliza los pantalones negros por sus piernas cubriéndose y ajustándolos.
— Dices que lo sientes… pero ¿Qué sientes? Sientes el hecho de no me habías comentado que estaban en Kansas… un portal hacia la ciudad de Argo… no solo tienen comunicación con mi hijo Tim… sino que él también sabe la ubicación de Lex.
Conner se encoje en su asiento, entiende el porqué Bruce está molesto.
— Señor Wayne… yo…
Bruce desliza la camisa blanca en sus brazos, en tono serio le repite.
— Ya te he dicho que me llames Bruce…
Observa el rostro del hijo de Clark, parece la de un cachorro a punto de llorar.
— Recuerdo que habías mencionado que escapaste… ¿Hay alguna razón por la que tus padres no vinieran en tu búsqueda de inmediato? ¿Qué más estas ocultándome Conner?
La nave aterriza en la granja en la parte despejada, Martha Kent esta en las caballerizas junto con unos niños
— Bueno niños creo que su hermano mayor finalmente regreso de su tour en Gotham.
Conner rápidamente levita hasta con Martha, la abraza.
— Hola ya regrese…
Los dos niños de escasos 8 años se abalanzan al muchacho.
— Conner ¿Por qué has tardado en regresar?
— Nos dejaste solos con mi abuela mientras que mamá y papá están en el espacio evitando que los malos lleguen a la Tierra.
Bruce se había apresurado a alcanzar al muchacho, cuando llega hasta donde está la mujer, observa a los dos niños uno es idéntico a Clark en su cabello rizado negro y sus ojos azules, mientras que el otro tiene el cabello rojizo y rizado, tanto es el parecido a Lex que cree que regreso a su infancia.
— Son tus…
Conner lleva en brazos a los dos niños.
— El de cabello negro es Jonathan y el de cabello rojizo es Christopher son mis hermanos menores, aun falta Kara que es la que sigue de mi, si no esta es porque…
Martha saluda a Wayne.
— Hola Bruce cuanto tiempo sin verte.
El mencionado se dirige a ella para saludarla con cariño.
— Señora Kent… Martha… ¿Por qué no confió en mí?
Ella niega, alza su mano para acariciar el rostro pálido del mejor amigo de su hijo.
— Bruce… ya cargas con la responsabilidad de ser Batman, de tener a toda una manada bajo tu ala y por si no lo sabes, se rumora que si decides lanzarte a la presidencia tendrás el apoyo de más de la mitad de los Estados Unidos. Lo de Clark y Lex es un asunto tan delicado que han ido investigando en todos estos años de ausencia, no han estado de manos cruzadas, han pasado por tanto, que lo correcto fue que no te involucraras.
El magnate es llevado por la mujer hasta el interior de la casa mientras que Conner se queda con sus hermanos afuera respondiendo cada pregunta que le realizan.
— Sé que debo disculparme por no confiar en ti, pero como mencione lo correcto era mantenerte al margen de lo que ellos están realizando e investigando.
Bruce observa el interior de la casa de los Kent.
— No quiero sus disculpas… tuvo sus razones y no la juzgo… lo que me preocupa es lo que Lex iba hacer, lo de aturdir a los Alfas… en especial los violentos… y en el peor de los casos iban a morir varios…
La mujer sonríe.
— No creas todo lo que dice Lex, el vela primero por sus hijos… aun si se arriesgara a realizar semejante empresa, lastimaría directamente a Kon y es lo que menos quiere.
Las risas de los niños con Conner atraen la mirada del hombre, toma la taza de Té que la Señora Kent le ofrece, al observarlos por la ventana se enternece por la escena, el hijo mayor de Kal es tan atento que pareciera que es el padre de ellos. Martha nota esa mirada que le da a su nieto mayor.
— Kon… en realidad estaba deseoso por conocerte en persona... así que me atreví a quitar los campos de protección de la granja para que se marchara. Era duro verlo tan triste… no es un capricho el amor que te profesa.
Bruce la escucha, no quita la mirada en esa escena que le dan los hijos de Clark y Lex, una escena que vio años atrás cuando aún era un niño sin casta, en esos sueños aparecía un joven de cabellos negros, piel perlada, su sonrisa la más radiante que lo cautivaba, al inicio fue un sueño donde solo lo miraba a él con detenimiento, jugando en el maizal con otros niños, pero conforme crecía ese muchacho le hablaba con cariño, sus ojos azules cambiaban a un tono turquesa, el color más hermoso que había mirado. No sabía si ese muchacho era en realidad un Alfa pues siempre aparecía rodeado de esos niños de cabellos azabaches que lo seguían como cachorros tras su madre, siempre en sus sueños lo llamaba con cariño, conforme creció su casta extraña surgió, no estaba definido y tras la muerte de sus padres, no tenía tiempo de soñar, solo de entrenar su mente y de olvidar a su compañero, pues aquel que se parecía era a Superman, pero claramente este era atraído por Lex.
Sonríe con cierta burla.
— Que ironía… el hijo de mis mejores amigos resulto ser ese joven…
La mujer lo toma de la mano sonríe.
— Conner no es una ironía es un acto de amor entre dos personas que se odiaban.
Recuerda lo que Tim le explico sobre ese crecimiento acelerado, quiere preguntar tantas cosas, quiere saber qué sucede con Lex y Clark.
Martha tiene razón tiene a tantas personas a cargo, tantos deberes y obligaciones, ahora con Conner deberá aceptar toda la verdad y cargar otro peso más.
Ella nota esa mirada de preocupación y de dudas, comprende, hay secretos que deben ser rebelados por el bien no solo de Conner sino de Bruce.
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... C o n t i n u a r a...