¿Alfa?
Noticia de último momento, el diplomático y empresario Bruce Wayne quien desde hace años está dando de qué hablar por su intervención en los derechos de los omegas, sufrió otro de los tantos atentados que ha tenido desde que comenzó la lucha igualitaria de las castas. Para aquellos que lo quieren ver claudicar, solo les diré, no está solo en esta pelea.
Soy Luisa Lane del Daily Planet
— ¿Quién es nuestro invitado especial?
El hombre castaño de ojos café atrae a Conner en un abrazo, el menor se sonroja, pues aunque sea un leve aroma, ese omega mayor emana un agradable perfume de almendras y madera, tan tenue, pero que su olfato desarrollado distingue.
— Ho... hola... Mi nombre es... Conner Kent Luthor — Habla en voz bajita, con timidez al verse rodeado de gente que no conoce del todo.
Amistosamente el mayor lo aprieta con fuerza.
— Yo soy Harold Jordán, pero puedes llamarme Hall, Sabemos quién eres, bueno nosotros los que conocimos a tu padre más estrechamente, en realidad tienes un gran parecido, me da gusto saber algo de ellos.
Conner asiente, no sabe qué hacer, solo siente la mirada analítica de Wayne, Jordán se da cuenta, se acerca al empresario.
— Oye, oye, deja de mirar tan mal al muchacho, deberías de agradecerle, de no ser por él y por Slade estarías gravemente herido.
Los mira con desdén, sin responder se aleja de ellos, Hall sonríe, le da un leve golpe en el costado al menor, sonríe.
— Observa pequeño súper ¿Cómo molestar al señor tenebroso?
Se encamina hasta Wayne, lo rodea de los hombros hasta estrecharlo.
— Oye... oye, mira que han venido todos tus protegidos, que ya observándolos bien, parecen sacados de una revista de modas. ¿Acaso has ido a la misma agencia de modelos para adoptarlos?
Bruce lo sigue ignorando, sabe que esa es la comidilla de la JL, no es porque los seleccione, sus hijos adoptivos tienen cierta similitud con el empresario ya sea en la forma de pelear, analizar o atractivo, lo último es lo que los remarca y distingue, los chicos Wayne son atractivos y unas joyas hermosas para la sociedad que quiere saber más de ellos. El empresario sabe que Hall no se rinde y continúa con sus comentarios, no importa lo bromista que sea, no puede golpearlo, no al piloto estrella que contrato la empresa Queen y que sobre todo es amigo de Oliver y Barry, no, no puede golpearlo en medio de toda esa gente de sociedad, sonríe levemente al recordar que cuando se ponga el traje de Batman lo hará con todo el gusto del mundo, así que se aleja ignorándolo soberanamente.
— Oye no me ignores... no me vas a desmentir...
Conner sonríe ante la actitud de Bruce, no cabe duda de que ese hombre es elegante y sutil, no importa que demuestre que esta calmado en medio de varios omegas, Bruce le tiene desconfianza. En eso Hall ve a Barry que pasa con una charola de canapés comiendo como si no hubiera un mañana.
— ¡Barry! ¡Barry! Hey bro, dime si no es cierto...
El velocista estrella de JL voltea y dice un montón de palabras sin sentido por tener la boca llena de comida.
— ¿Ah?... no te entiendo bro...
Wayne se aleja de ellos, la JL mando a todos sus compañeros para protegerlo de otro ataque, habían tenido noticias del atentado contra su vida quien gracias a Slade y al hijo de Kent salió ileso. Diana Prince lo acompaña, amablemente lo toma del brazo para que la guíe.
— Cariño no deberías de tener esa cara de pocos amigos, es normal que estemos preocupados por ti.
Bruce con la seriedad que lo distingue la guía hasta donde están los empresarios más importantes con sus compañeros.
— Saben que puedo cuidarme... no necesito de su protección...
Susurra al oído saludándola con un casto beso en la mejilla.
— Sí, lo sabemos... pero no podemos arriesgar al hombre más famoso, el que ha puesto al Congreso de cabeza a favor de los derechos omega, no, no debemos permitir que tengas otro atentado y no solo al Congreso de los Estados Unidos lo tienes de cabeza, sino a todo el mundo.
Bruce toma una copa de vino saluda a los empresarios y compañía.
— Me alegra que se encuentre bien señor Wayne...
Habla un hombre mayor, con un aroma a alfa, un aroma que molesta a Wayne, ese aroma indica dominio, ordena sumisión.
— El gusto es mío Maroni...
El hombre sonríe al ver a la hermosa mujer, toma su mano para besarla, ella con seriedad expone su casta ante el hombre, la expone para mantenerlo a raya y que respete las reglas que han surgido para los omegas.
— Sr. Maroni, está de más presentar a nuestra invitada de honor, Diana princesa de Temiscira.
Maroni se queda congelado al ver esos ojos fieros de la amazona juzgándolo por mostrar su aroma para intimidar a Bruce.
— Le pido de la manera más atenta Sr. Maroni que se comporte como el caballero que es... y respete las recientes reglas hacia los espacios donde queremos tener la igualdad con los Omegas.
Maroni carraspea, se peina su cabello canoso hacia atrás.
— Lo hare madame, disculpe mi descortesía.
El resto de los presentes se aproxima para saludar a la princesa guerrera, dos de los jóvenes Wayne se encontraban saludando a los que van llegando, cada uno dirigiendo con galante porte a las damas hacia las mesas que les corresponde para la recaudación de beneficencia de la Fundación Martha Wayne.
— Bienvenidos...
Solamente el segundo de los hijos adoptivos, se encontraba vigilando la entrada, observando y simulando un cordial saludo, mientras que sus hermanos Omega encaminan a las damas.
— Todo en orden viejo...
Slade que lleva puesto un traje negro y gafas obscuras, responde taciturno buscando cualquier movimiento sospechoso entre los autos que los chicos de servicio llevan a estacionar.
— Todo en orden mocoso...
Jasón gruñe bajito al escuchar que le dijeron mocoso.
— Sabes que soy más alto que Dick y todos dicen que me veo mayor...
El veterano se burla por el infantil reclamo del joven mercenario.
— Pero no dejas de ser un niñato berrinchudo...
Jasón se burla.
— Ja! Viejo rabo verde... que le gusta cambiar pañales...
En sus transmisores se escucha una interferencia, logrando que ambos dejen de discutir.
— Veo que están más interesados en ver quién es más idiota, les recuerdo que deben de vigilar a los presentes.
Slade carraspea al ser regañado por el menor de la familia, Jasón por su parte trata de calmar el enojo del omega.
— Timbo, estamos al tanto, todo está tranquilo... además soy yo el que debería de estar molesto...
En el otro extremo Drake dirige a una mujer mayor a su mesa, la saluda con cortesía, despidiéndose para recibir a otro invitado.
— Y dime ¿Por qué deberías de estar enojado?
Jasón suspira, sigue observando a todos los invitados buscando algo extraño en el ambiente.
— Simple, ¿Desde cuándo eres tan amigo de ese pequeño súper?
Wilson apaga el transmisor para evitar escuchar la discusión de esos dos, por otro lado Conner quiere hablar con Bruce, pero este parece que se aleja de él, se siente solo y ni de qué hablar de Tim, ahora se encuentra ocupado discutiendo con Todd.
— En realidad fue mala idea, pero si no me hubiera aparecido...
Murmura para sí mismo, alguien lo escucha.
— Entonces es cierto... eres el hijo de Superman...
La voz de aquella mujer lo saca de sus pensamientos, quien estaba frente de él afirmando lo que todos sospechaban, era nada más ni nada menos que Luisa Lane reportera del Daily Planet y puesto que nadie lo había presentado a la sociedad, pero rumoreaban sobre su parecido con el hombre de acero, ella hace acto de sacar a relucir dicha noticia.
— Ah... yo...
Bruce que había vigilado al muchacho en todo momento, se dirige con rapidez hacia la mujer que estaba por presentar al joven ante los invitados, que gracias a la agradable música y puesto que todos están en su mundo, no se daban cuenta de la gran noticia que se estaba presenciando, noticias de saber que sucedió con el Hombre de Acero y con Alexander Luthor.
— Al menos de que seas un pariente, como un primo... ya que si fueras su hijo, al menos tendrías unos 9 años o diez, pero teniendo en cuenta que están viajando en el espacio, el tiempo puede correr distinto... ¿Cuál es tu nombre?
Bruce toma del brazo al menor, sonríe para ambos.
— Lo siento señorita Lane, pero el muchacho viene conmigo... si quiere alguien parecido al Hombre de Acero en su físico, bueno puede rentarlo en una agencia de modelos.
Luisa sonríe, no se traga el cuento.
— ¿A quién quiere engañar señor Wayne? Todo es tan obvio, me entere por medio de las cámaras viales que su súper chico lo salvo de una inminente muerte.
Conner se ruboriza al sentir el contacto de ese cuerpo que se pega con él, el aroma a ese perfume tan especial en cada Omega, el aroma de un omega maduro, Bruce es elegante, sensual, no puede evitar sentir lo que aflora, lo que sus sentidos le gritan a los cuatro vientos.
— "Tú omega"... tuyo...