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Ese día era uno nublado y con intenciones de llover, Yami había llegado ya al Instituto, se sentó en su lugar a esperar a que lleguen sus amigos especialmente su aibou. En eso cierto castaño de ojos azules que estaba sentado unos cuantos asientos más atrás empezó a hablar.
-¿Y entonces, ya decidiste?
-Aún no, lo estoy pensando Kaiba
-Más vale que te apresures, no tengo todo tu tiempo.
El de ojos rojos ya no respondió y se mantuvo en silencio hasta que llegaron sus amigos.
-Oye amigo, ¿estas bien?
-Si Joey tranquilo.
-¿Seguro mou hitori no boku?
-Seguro aibou
Sonrieron ambos entre sí, para luego entrar el profesor y así empezar las clases del día.
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-Pueden salir chicos
Rápidamente la entrada del salón ya estaba siendo atacado por los estudiantes, tratando de salir lo más pronto para llegar a la cafetería y poder comprar antes de que se termine.
-¿Ya podemos irnos?
-No Joey, no quiero morir aún
-Pero chicos si no salimos se acabarán lo que hay en la cafetería
-Tranquilo amigo, si se acaba nosotros te compartimos del nuestro.
En eso cierto castaño se acerca al grupo de amigos, se gana las miradas curiosas del grupo al ver como extiende un obento al de cabello rubio, este por su parte aún sorprendido lo mira fijamente.
-¿Qué te traes riquillo?
-Tsk...No te confundas perro-
-¡Que no me digas perro, gruñón!
-En realidad parece perro porque lo emperras
-¡Tristán!
Seto cansandose de estar ahí en el bullicio colocó el obento en la cabeza de Joey, este lo tomó antes de que se le cayera
-¡Oye!
- Mokuba aprendió a preparar varias comidas y no se por que razón, me pidió que la pruebes.
-Jmm solamente porque Moky lo preparó lo comeré, ya que él no sería capaz de matarme, como cierta persona...
Sin decir nada más, el castaño volvió a su lugar, pero pudo escuchar un pequeño susurro por parte del de ojos mieles.
-Gr-gracias....
Con esto se sentó en su lugar sacando su laptop la cual ocultó la pequeña sonrisa que se formó en los labios del mayor.
-¡Viejo, estas rojo!
-¡Agh! ¡Silencio Tristán!
Joey se dio la vuelta con el obento en manos y salió del salón seguido poco después por sus amigos excepto Yami, quien tenía sus manos en los bolsillos y con una sonrisa de medio lado se dirigió hasta donde estaba el presidente de KaibaCorp y sentándose frente a él, empezó a hablar.
-Te ayudaré con Joey.
-Ya te dije que no es ayuda para mí sino para Mokuba
-Si claro como no.
Usó un tono sarcástico sin dejar de mirar a Seto, este sin prestarle atención, siguió tecleando en su muy costosa laptop.
Con Yugi
El tricolor menor y el rubio estaban sentados debajo del árbol de siempre, esperando a sus amigos que habían ido a comprar algo.
-Oye Joey
-¿Qué pasa viejo?
-¿Enserio irás a la mansión de Kaiba?
Ante esta pregunta el de ojos mieles casi se atranca con la comida.
-¡Cof cof...Yug, amigo, iré a donde vive el riquillo pero no porque quiera!
Un pequeño sonrojo afirmó el rostro de Joey, obviamente Yugi lo notó y sonrió.
-¿Entonces?
-L-lo haré por Moky, me preparó...El almuerzo y-y quiero agradecerle
-Si claro, como tu digas Joey
-¡Te digo la verdad!
-Joey....¿cuando vas a aceptar que te gusta Kaiba?
-¡N-No! No me gusta, como me va a gustar ese engreído gato!
Alzó un poco la voz abandonando su acción de comer, poniéndose sumamente nervioso ante su amigo.
-Ambos son muy orgullosos para aceptarlo....
Pensó para si mismo el tricolor de ojos amatistas.
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