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Yugi estaba de brazos cruzados mientras veía como cierto chico de cabello azabache y ojos azul grisáceo estaba terminando de hacer las tareas.
-¿Y bien amigo, me dirás que pasó con Yami?
-No paso nada con él...
-Claro y yo les ganó a ustedes en un duelo de monstruos.
El rubio uso su tono sarcástico, se encontraba sentado al lado del menor, Mokuba por su parte estaba en la mesita de centro, concentrado en sus cuadernos pero desviaba la mirada de vez en cuando hacia los otros dos.
-¿Discutieron?
-Algo por el estilo....
-Lo bueno es que el abuelo salió junto a tu mamá de compras, así que no harán preguntas por tu comportamiento.
Así es, los dos jóvenes y el pre-adolescente estaban en la casa-tienda, el menor de los Kaiba también había ido con Joey cuando recibió la llamada del tricolor y como su hermano seguía en la Corporación aprovechó.
-Yami no se controló....
-¿Qué? ¿Te hizo algo?¿Te golpeó? Dimelo Yugi, para ir de una vez y partirle su madre.
Habló el rubio serio mientras se levantaba de su lugar llamando la atención completa del chibi.
-T-tranquilo Joey...Yami No me golpeó...s-sólo que es..u-un tragon...
-¡¿Qué?!
-S-se comió mis hamburguesas... que dejé en el refrigerador..
Habló Yugi mientras desviaba la mirada y Mokuba volvió su vista a sus cuadernos pero poniendo atención a la conversación.
-Oye Yug....No crees que exageras..
-No es sólo eso....también, no me quiso responder cuando le pregunté quién le había llamado ayer cuando estuve en su departamento.
-Bueno eso-
-Cuando le llegó la llamada se alejó de la habitación para contestar y despues de un rato volvió con una sonrisa.
-¿Y si estaba conversando con alguien de su familia?
-Cuando está conmigo nunca se aleja cuando le llaman, siempre contesta.
El chico de ojos amatistas bajó su mirada junto al tono de su voz.
-Yugi...
Justo en eso el sonido del celular de Yugi se escuchó por la sala, este buscó su teléfono y al leer quien lo llamaba, lo volvió a dejar a un lado.
-¿No piensas contestar?
-No quiero...Si se fue a una junta con Kaiba, para qué me llama teniendo cosas más importantes que hacer.
-¿¡Espera qué!? ¡Quieres decir que salió por un rato sino que se fue donde el ricachón de Seto!
-Si...
-Escuché a mi hermano hablar por teléfono, en la mañana antes de irme a la escuela, por como hablaba parece que era Yami
Esto fue dicho por el menor de los Kaiba, el cual iba cerrando sus cuadernos y guardandolos en su mochila.
Yugi observó la expresión de Joey al escuchar lo que contó Mokuba.
Unos cuantos minutos después los golpes en la puerta se escucharon, Yugi se levantó para abrir la puerta encontrándose con el de ojos rojos.
-Aibou...
-¿Qué quieres Yami?
-Aibou déjame hablar contigo por favor...
-Estoy ocupado
A lo que iba a cerrar la puerta, el pie derecho del mayor se interpuso en su camino, impidiendo que se cierre la puerta.
-Mou hitori no ore, por favor déjame explicarte
-Oye Yug quié-..
Joey había caminado a la puerta para ver porqué su amigo se demoraba tanto, encontrándose con Yami y Yugi empujando cada quien la puerta para abrirla o cerrarla. Obviamente Yami no utilizaba toda su fuerza por miedo a lastimar a su aibou.
-¡Joey!
Gritaron ambos a la vez, este por su parte no sabía a quien ayudará, hasta que la puerta fue abierta, haciendo que Yugi diera unos cuantos pasos hacia atrás por la fuerza.
-Mokuba, perro al auto ahora
Seto Kaiba había hablado, apareciendo detrás del oji-rojo, Mokuba salió de la sala con su mochila saliendo de la casa-tienda y subiéndose al auto.
-Si nii-sama
-Mueve perro
Kaiba entró tomando de la muñeca al rubio e ir con dirección al auto para luego subirse y arrancar a la mansión.
-Aibou...
Yugi entró y subió a su habitación cerrando la puerta con seguro, Yami lo siguió cerrando la puerta y corriendo pero llegó tarde ya que el otro ya se había encerrado.
-Aibou, por favor...No es lo que tu crees, nunca te haría daño mou hitori no ore
-....
Ambos tricolores se quedaron en silencio hasta que un sonido hizo que Yami alzará la mirada viendo como la puerta se entreabria.
-Aibou...confía en mí, nunca te engañaria.
-No se...Yo...
El mayor envolvió al menor en un cálido abrazo, y ambos entraron a la habitación para sentarse en la cama.
-¿Con...quién hablabas ayer?
-Aibou yo...lo lamento, ayer hablé con Kaiba pero no puedo decirte más, no por el momento
-Mou hitori no boku...¿todavía me amas?
-Yugi, no tienes que dudarlo nunca jamás, te amo y no lo olvides por favor.
Ambos se miraron entre sí, para luego acercar lentamente sus rostros hasta que ambos labios se tocaron formando un tierno beso, el cual demostraba todo el amor que estos se tenían.
El beso se volvió cada vez más apasionante haciendo que ambos cayeran sobre la cama dando paso a una laaaaarga y agitaaaada tarde-noche.
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