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Los jóvenes salían de clases en medio de risas y relajación, como era Viernes ahora venía el fin de semana para un buen descanso. Pero sin previo aviso empezó la lluvia a caer provocando que los estudiantes vayan a refugiarse rápidamente para evitar enfermarse.
-¡Yami!
-Hola...Joey...
-Oye viejo levanta esos ánimos, Haz estado así toda la mañana
-Lo sé...pero...Yugi...no ha venido
-Ya decía yo, que tenía que ver con Yugi.
Habló el rubio de ojos mieles con una expresión graciosa llevando su mano a la cabeza desordenando su propio cabello.
-¿Vamos a la casa de Yugi, te parece?
-Sí vamos
-Bien, por espero que pare la lluvia
-Yo me adelantaré
-¡Espera! ¡Yami!
Muy tarde el tricolor ya empezó su carrera para llegar a la casa del menor, usó a su maleta como paraguas para no empaparse mucho, hubo varias veces en las que caía en los charcos de agua o algunos autos le salpicaban, mojandolo más de lo que se imaginaba.
-...Yugi....ya casi llego...
Desde la mañana que Yami había tenido un mal presentimiento de algo,pero había decidido no tomarle importancia. Ahora se arrepentia de ello.
A lejos, la casa-tienda se mostraba, aceleró su paso y llegó a la entrada de la tienda de juegos, entró haciendo sonar la campana avisando al abuelo que había un nuevo cliente.
-Bienvenido....oh Hola Yami
-Buenas tardes abuelo, ¿Está Yugi?
-Si, pero no se siente muy bien
-¿Le ocurre algo? ¿Está enfermo?
Preguntó rápidamente el de ojos rojos al abuelo de Yugi, este sonrió para si mismo.
-Pasa hijo estás en tu casa, Yugi está en su habitación.
-Gracias abuelo
Con esto dicho, pasó cerca del abuelo y entró a la casa, preocupado llegó a la sala donde se encontró con la mamá de Yugi, saludandole subió las escaleras a la habitación del menor, tocó dos veces las puerta pero al no recibir respuesta decidió entrar.
- ¿Yugi?
- Ya-Yami...¿Qué haces...aquí?
El tricolor mayor cerró la puerta tras de sí y se acercó a la cama, donde el menor estaba en pijama abrazando la almohada mientras se limpiaba los ojos que estaban empapados por lágrimas.
-Aibou, ¡¿Estás bien?!
-Y-Yami....yo...
Las lágrimas volvieron a salir del rostro del menor y su voz se quebró nuevamente, el oji-rojo reaccionó rápidamente, fue a su lado para darle un cálido y reconfortante abrazo
-Tranquilo yo estaré a lado tuyo cuando me necesites.
El menor al escuchar esas palabras calmaba su llanto poco a poco al igual que sus lágrimas.
Pasaron unos minutos hasta que Yugi se tranquilizó completamente, Yami por su parte llevó su mano a los ojos amatistas del menor, secando los rastros que dejaron las lágrimas.
-¿Quiéres contarme?
-S-si.....m-mi pequeño....Shay se fue...
-¿Se fue? ¿A donde?
-A....un lugar...m-mejor...
-Oh...
Inmediatamente le volvió a abrazar, entre lágrimas Yugi repetía el nombre de su mascota.
- snif....Shay...n-no....no te vayas...
-Shh....Tranquilo, el ya se encuentra con Ra y ahí estará muy bien....
-El mayor acarició los cabellos del menor con una delicadeza admirable, mientras que empezó a emitir una dulce melodía, con una gran destreza empezó a cantar aliviando el dolor de la pérdida de Yugi.
La melodía en sí, era triste pero a su vez transmitía una paz y tranquilidad que ayudó mucho al de ojos amatistas. Al terminar la canción Yami sintió la respiración tranquila y pausada del menor, sonrió al darse cuenta que este se durmió en su pecho.
-Siempre estaré para ti aibou
Y dicho esto dejó un beso en la frente del menor para proceder a acomodarlo mejor en la cama y no se apartó de su lado en toda la tarde.
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