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Cette Fois por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Oh sí, yo otra vez.

 

Que lo disfruten.

 

 

Falta muy poco para el final.

 

lunes 24, mayo 2021.

 

 

Cette Fois

XX

Si l'amour existe  

 

 

Con mi cabeza en alto llegué a la mansión de Gaunt. No había guardias. No había runas de contención en el suelo. La puerta estaba abierta y caminé hasta el pequeño comedor en que solíamos comer; era pequeño a diferencia del comedor principal, tenía grandes ventanales y a esta hora de la tarde noche se puede observar una hermosa vista desde ellos, no había velas o indicio alguno de querer impresionar, la cena ya estaba servida y Gaunt miraba hacia los ventanales con una copa en mano. Tomé mi lugar e igual bebí de la copa destinada para saciar mi sed.  

--Por un momento, todo el día en realidad, creí que no vendría. --dijo Gaunt.  

--Yo no esperaba tener el tiempo suficiente para despedirme de mi familia en caso que en tu mente hubiese ganado la paranoia. --contesté.  

--¿Así es como me ve? ¿Como se narra en el diario? --no había matiz en su voz.  

--Siendo sincero, no. No a tal extremo. No como un monstruo, solo como alguien que es testarudo y no sabe lo que significa una negativa además de seguir con el título de Ministro por tantos años que me extraña nadie ha protestado.  

--Dicen que he hecho bien, he traído paz la mayoría del tiempo que he estado en el poder. --ante mi ceja levantada recordando los diferentes atentados a su persona, prosiguió --Esos rebeldes no cuentan, hubo ciertos ataques pero al capturar a uno todos los demás cayeron enseguida. ¿A caso nunca pensaste en la razón por la que no volví a ofrecerte el puesto como guardaespaldas?  

--La verdad no. --sonrió como resignado.  

--Volviendo al diario, entiendo el porqué le llamas ficción. Esas páginas cuentan situaciones inimaginables, atrocidades hacia la Magia misma y hacia la vida, --sin duda se refería a la manera en consiguió la inmortalidad en aquél mundo, pensé --vivir en un mundo así no sería algo que le deseé a alguien. Vi las razones por las que desde que te tuve enfrente me evitabas, no había la admiración que todo alumno portaba en sus rostros al verme, o la molestia implantada por las familias que antes de mi total inicio en el poder estuvieron en mi contra --todos los hijos de las familias que pertenecieron al original Orden del Fénix, no la organización fundada para apoyo de los magos de primera generación, Squibs o descendientes de criaturas mágicas, recordé --también explica el basto conocimiento en hechizos letales y sobre todo, esa madurez que solía confundirme.  

--¿Cómo el evitarlo todo el tiempo cuenta como madurez? --exigí.    

--Me refiero a las pocas interacciones que tuvimos, jamás actuaste como un niño de catorce años, tu entendimiento a lo que sucedía y la manera de lidiar con ello era lo que me llamaba la atención de tu persona. A diferencia de los otros participantes nunca buscarte la oportunidad de "aprender" de mí, de tratar de complacer mis gustos con tal les fuera dedicada una mirada.  

--Tampoco lo hizo Charly.  

--La señora Diggory fue una de las más apegadas a Albus Dumbledore, mi enemigo jurado quien se encargó de esparcir sus ideas a sus más allegados, como los Potter y sus amigos cercanos.   

--Dudo en cuanto a Cedric de igual manera.  

--El joven señor Diggory era influenciado en ese entonces por su padre, si piensas bien recordarás a Amos Diggory como alguien que haría lo posible por estar en un buen puesto en el Ministerio, incluso convencer a su hijo que aprendiera de mis gustos y los adoptara para tener ventaja en cuanto al premio de Consorte.  

--Aun me pregunto si en ese año no se hablaba más de quién podría ocupar el lugar a su lado ¿cómo es que hasta hoy nadie cuestione su soltería?   

--Hubo algunos, con las acciones correctas su atención cambiaba de igual manera.  

--Las leyes y nuevos tratados. --añadí.  

--Exacto. Señor Evans, vallamos al punto por decirlo de manera simple. ¿Qué piensa hacer con el conocimiento escrito en ese diario?  

--Mi decisión está tomada, Ministro, ¿Qué no me ve aquí? Sentado a su mensa, sin armaduras ni armas, la única decisión que hace falta es la suya.  

--Mis intenciones siempre fueron claras.  

--¿Aún ahora? Luego de leer lo escrito en ese diario, donde si todo fue cierto, fuimos enemigos, peleamos e incluso una versión de usted murió a mis manos. Sabiendo esto, ¿seguirá con sus "intenciones"?  

--No soy como los demás, señor Evans, no estoy demente como esa versión que murió por su causa, como bien sabe, lo más me atrae mi atención es el Poder en todos sus aspectos. Político, Social, Mágico... nombrelo, si destaca en alguno de ellos se dará por hecho que sé su nombre. Sin embargo, un día apareció de la nada un chico muy peculiar, se notaba la tensión en su postura y su rostro que ya había observado todo al rededor y era evidente que no quería ver a otro lugar más a la que era su directora en ese entonces. Era un niño muy lindo, estaba por descartarlo cuando lo escuché hablar, lo vi actuar y presencié que realizaba un Patronus corporeo que tan solo pocos Aurores logran realizar por todos los requisitos para lograrlo con cada desempeño de su fuerza e inteligencia se metió en mi cabeza el tenerlo cerca, lograr hacer algo para que no regresara de la tierra que un objeto mágico arrebató una noche de otoño aunque este chico con una gran seguridad nada propia de su edad rechazaba cada uno de mis movimientos...  

--¿Me va a contar todo lo sucedido, todo este tiempo, desde su punto de vista? --interrumpí.  

--Me parece innecesario en este momento. --dijo exasperado, casi ocultando una sonrisa tras su copa.    

 

 

"*´"*´"*´     "*´"*´"*´     "*´"*´"*´
 

 

Por fortuna Gaunt no fue tan paranoico, no me dio condiciones, no temía que fuera a liderar algún golpe de estado, tampoco puso vigilantes a mis movimientos... de una manera, la vida siguió su rumbo.  

Seguí viajando por el mundo muggle, seguí en contacto con Scott y obtuve su permiso para plasmar su historia en un libro que fue publicado en ambos mundos, incluso en el mundo Mágico su hermosa historia de amor fue reverenciada, por fortuna usé un alias o tendría varios magos y brujas exigiéndome aclarar si es verídica, si los procedimientos de los muggles son tan brutales o si Scott sigue vivo.  

Fue en mi cumpleaños número treinta y seis, aún joven para estándares mágicos que Gaunt se volvió a presentar en mi vida. Hubo almuerzos, cenas e idas al cine y teatro; hablamos sobre Scott y tomó bastante bien la noticia que sí estuve un tiempo en una relación con él pero no funcionó, ambos sentimos que los besos eran extraños y cualquier intento por ir más allá resultaba en puros "lo siento" susurrados, él se disculpaba por verme como un reemplazo y yo me disculpaba por sentir que traicionaba a Azafrán. Gaunt también me contó que los años que estuve en el mundo muggle él estuvo comprometido con una bruja que parecía tener poder político y tampoco era débil de carácter pero descubrió que ella no era auténtica, seguía una especie de manual de cómo comportarse ante él para atraer su atención.  

Dejamos claro, pese no haber tenido una pareja estable sí dormimos con otras personas; él antes de conocerme y algunas veces cuando estuve ausente del mundo mágico, yo en mis viajes decidí experimentar de todo y claro que tuve cuidado al elegir las posibles parejas de una noche. Hablamos como adultos. Acordamos tratar de conocernos nuevamente, nos volvimos a llamar pareja para la aparente desdicha de papá y Sirius quienes sacaron a relucir mi ultimátum de "yo no creo en las segundas oportunidades", les recalqué también que los cambios son parte de la vida, las experiencias parte de lo que forma nuestro carácter y que estuvimos separados varios años y estábamos conociéndonos nuevamente, otra vez agradeciendo la vida longeva de todo mago. También le dije a Sirius que él no tenía derecho a juzgarme en cuanto a relaciones amorosas siendo que a él le tomó muchos años más el aceptar que tenía al amor de su vida justo al lado.  

Y sí, acepto que de lo que yo tanto estaba enamorado era del concepto del romanticismo. No podía obligar a nadie a ser como no son en realidad, no podía decirle a Gaunt que me gustaría que fuera detallista, que siempre sí quería las flores y cartas que una vez mencionó cuando nos conocimos en aquél Torneo. También sería una locura que le pidiera memorizar el significado de las flores, inventar un lenguaje secreto o que declamara alguna de esas palabras del dramaturgo que ambos admiramos. Acepté que su manera de ser detallista era su respeto a mis decisiones y más con aquellas que le parecen descabelladas como mi gusto por la casa en Londres que Charly me obsequió ante la mirada divertida de papá, el que abriera un pequeño bistro en el callejón Diagón especializado en comida italiana o mis vistas a Scott y su familia en su nueva residencia en Australia o mi reciente voluntariado a las reservas de dragones para hacer uso de ese don del que no se ha escuchado hablar aquí en Gran Bretaña... no si por cada petición él me pide que deje crecer mi pelo un centímetro más.   

Algo me dice que extraña mi pelo largo.    

 

 

"*´"*´"*´     "*´"*´"*´     "*´"*´"*´
 

 

 

No faltan el jueves último de cada mes la ida a ver Titanic. El mánager hasta nos conoce de vista. En uno de los tantos debates sobre la película, los actores, el guión original, su creador o tantas otras cosas que siempre surgen... me dijo que él no querría que yo fuera su Rose o su Jack, dijo que me veía más como el señor Adrew; un visionario, el creador de algo tan enorme que lo llevó a la historia. Le dije que a él lo veía más como un Cal, seguro de sí mismo, como un rey con un tremendo letrero en su espalda que ruega porque alguien le dé un par de golpes para ponerle los pies en la tierra.  

Fue una semana después que comprendí la analogía de Gaunt era un gesto romántico. Y yo lo arruiné. Merde.  

Decidí arreglarlo. También decidí hacer uso de ese aspecto del romance que tanto me llama la atención: besos. Los tipos de besos para ser más precisos.  

Día uno.   

Era un día atareado en el bistro, como solía frecuentarlo Tom, sí volvimos al uso de los nombres simples, varias tardes estaban reservadas como este día estaría abierto solo medio día por ser antes de Navidad (uso los nombres muggles para las festividades solo para ver cuántas veces Tom me rueda los ojos) desde la hora del almuerzo había mucha actividad, Tom seguía ocupado en el Ministerio con su política y solo asistió para tomar té y su almuerzo del día sin importar las veces que insistí en beber vino con la comida... también tenía sus maneras de hacer que perdiera mis cabales.   

No pude acompañarlo, él se sentó en una mesa cerca de la cocina donde podía observarme cocinar, también solía decir que me la pasaba comiendo a pesar que le corregía ya que tenía que probar el resultado de la comida para no entregar algo con mal sabor. Seguí atareado, Tom estaba por marcharse y antes de darse la vuelta para salir del lugar llamé su nombre y con su atención en mi subí mi mano derecha a mis labios para colocar un beso en mi palma, coloqué luego mi palma hacia arriba y a la altura de mi barbilla para soplar mi beso hacia Tom. Sonreí con todo el afecto que pude reunir, murmuré un "Ciao bello" y sacudí mi mano en son de despedida.  

Fue breve su reacción, abrió un poco más sus ojos y su postura se puso un poco rígida, justo cuando algo le sorprende. Como me di la vuelta para seguir con la comida ya no pude verlo. En la tarde que logré verlo nuevamente de vez en cuando me miraba de reojo, al parecer no quería que lo tomara por sorpresa una segunda ocasión.  

Día dos.   

No cabe duda que papá y Sirius siguen contra la idea de mi relación con Tom, igual decidieron celebrar Navidad, con árbol y adornos y regalos y una gran cena. Charly estaba recostada en su sillón favorito frente a la chimenea descansando sus pies pues era su último mes de embarazo, Cedric seguía levitando adornos y algunos muérdagos murmurando los otros usos de tal planta y confundido hasta los pelos de porqué alguien debía besar a otra persona si pasaban bajo tales hojas... Sirius siendo Sirius estaba en su canina forma brincando por todo el lugar, llevaba algunos adornos de una sección a otra de ancestral casa de los Potter, Remus amenazaba con amarrarlo afuera mientras seguí envolviendo y etiquetando los regalos, papá estaba ayudándome en la cocina aunque más bien parecía no dejarme salir a acompañar a Tom que estaba adornando un árbol por su cuenta en el comedor principal.  

Ya al sacar la comida de la cocina hacia el comedor, solía salir con las manos ocupadas y con platillos bien elaborados ocupándolas, me encontré con Tom justo bajo un muérdago, ante la confusión de Tom y con los murmullos sin sentido de Cedric me negué a soltar lo que ocupaban mis manos y le pedí a Tom inclinarse hasta que nuestros rostros estuvieran muy cerca. Una vez más tratando de colocar todo el afecto que le tenía en mis ojos me acerqué lo más que pude a él y con lentitud rocé mi nariz con la suya. Quedó de piedra.  

--¿Qué? ¿No conoces los besos esquimal? --murmuré -- Un esquimal vive en zonas gélidas, un beso en los labios podría ser doloroso al quedarse pegados debido a las bajas temperaturas, así que para demostrar afecto es que se rozan las narices así --repetí el movimiento de narices quedándome esta vez admirando el olor que emanaban sus mejillas --no muchos saben sin embargo que esta acción también permite grabar el olor de la otra persona, sutilmente claro.  

Me separé con cuidado y pude ver que tenía sus ojos cerrados, claro que aprovechó para olisquearme de igual manera. Sonreí, volví a tomarlo por sorpresa. El resto de la noche vi a Charly intercambiar besos de esquimal con Cedric, también a Sirius y a Remus, parece que no solo Tom escuchó lo que le dije bajo el muérdago. Al despedirnos, pasé mis brazos sobre sus hombros y le obligué a inclinarse, volví a rozar nuestras narices congelando el movimiento por un instante que Tom aprovechó para suspirar, nos separamos después de quién sabe cuánto tiempo y al alejarse al punto de poder aparecerse a su mansión me dedicó una última mirada donde aproveché para enviarle otro beso volador.  

Día tres.  

Era mi turno de asistir a un evento a nombre de Tom, un gran baile obviamente donde gente importarte estaría haciendo fila para alabar el intelecto, poder y posición del ilustre Ministro. Y sí, seguían tratando de hacer que sus hijas, sobrinas, nietas y otras parientes entraran en los ojos de Tom así que tenía asegurarme de tener la atención de mi pareja en mí solamente. Seguía con mi disgusto con las túnicas por lo que fue un smokin negro con la camisa verde esmeralda además de un abrigo fracc de cola, por un momento imaginé en meterme en el papel del famoso Mr Darcy. Me gustó la idea y tras trenzar mi cabello sin dejar cabello suelto en mi frente hasta me sentí de la realeza. Pfff, claro. Aunque la expresión de papá y mis tíos, además la de Tom me hacían sentir un tanto orgulloso. Era hora de iniciar con el otro tipo de beso.  

Con una galantería digna de Mr Darcy me acerqué a Tom aún rodeado de magos insistentes en asistir a una que otra cena para conocer mejor a sus familiares, con la mirada de Tom en cada uno de mis pasos me acerqué y estreché mi mano, él estrechó la suya y sin dejar de mirar sus ojos me incliné a hasta su mano en la mía, expuse sus nudillos y coloqué un beso así, lento, cálido, con el sonido alocado de mis latidos como fondo.  

--Ministro, buena noche. --saludé.  

--Señor Evans, buena noche. --respondió con su voz diplomática, era su postura la que mostró su sorpresa, era su respiración ligeramente más frecuente lo que delató su deleite.  

Durante la velada nos separamos algunas veces, él seguía recibiendo cumplidos y elogios, yo di vueltas por el lugar declinando algunas propuestas pues lo que más me interesaba era no perder la vista de Tom que me siguió en cada paso. Bailé con papá, bailé con Charly, con Remus y con Cédric, también Sirius me llevó por la pista y me dijo que se daba por vencido y que aceptaba mi relación con Tom, dijo que nadie podría fingir la mirada que me ha estado siguiendo esta tarde, un poco más intensa y decidida con la que solía mirarme hasta ahora.  

Llegó el turno de Tom para bailar, dijo haberse escapado de tanta atención de sus colegas. No dejamos de bailar, no dejé de mirarlo e incluso le di otro beso de esquimal, su sonrisa me hizo saber que le gustaba, reímos y no paramos de movernos con la música. La gente fue despidiéndose, otros no insistieron tanto al ver al Ministro tan ocupado... solo quedaban los guardaespaldas de Tom, los instrumentos ya no tenían músicos sino que tocaban por algún hechizo, era hora de irnos a casa, me despedí nuevamente con una mirada intensa y un beso en sus nudillos y claro que al salir del lugar me volví para enviarle un beso volador. Sonreí al ver las expresiones desconcertadas de los guardaespaldas y a Tom llevarse una mano a su cara para ocultar su expresión. Estaba seguro que estaba avergonzado.  

Dormí casi todo el día, cuando llegué a casa eran padas las cinco de la mañana, lo bueno es que no tocaba abrir el bistro.  

Día cuatro.  

En realidad no había nada planeado para este día, después de interactuar con tanta gente la noche pasada no mi último pensamiento sería el salir de mi casa en el B412. Papá estaría en una cita con otra dama, al parecer no había nada en común con la señorita Everglow, ella quebró su imagen platónica de papá y papá descubrió que fue atrayente la idea de volver a las citas; Charly estaba con Cedric y sus padres, les tocaba pasar una temporada con ellos; Sirius y Remus fueron de viaje a Brasil para pasar el año nuevo en ese lugar soleado.   

Tom tampoco estaría libre, es una tradición el ir a almorzar con el anfitrión del baile realizado la noche pasada y donde no tardarían en presentar además de enumerar las cualidades de toda doncella soltera. Suspiré un tanto cansado, no dudaba de Tom pero sus allegados eran tan extremos que no dudo alguna de las pociones prohibidas pudieran aparecer por ahí a pesar de las sanciones que el uso de tales pociones acarreaba.   

Decidí volver a hacerme notar, tomé mi varita y me concentré en lo que deseaba lograr... de por sí era inusual un Ptronus Corpóreo como no es considerado algún tipo de ataque no hay protecciones contra tal encantamiento. Hacía tiempo que no veía a Prongs, lo acaricié con ternura y susurré lo que esperaba hiciera... partió con un solo destino fijo.  

Le dije que fuera con Tom, le pedí que se acercara despacio para evitar alguna reacción negativa, le dije que esperara a que Tom estuviera a su altura y tras la primera reacción de Tom, ya fuera observarlo o acariciarlo Prongs tenía que simular un beso en su mejilla y sí aún podía mantenerse activo, claro, simular un beso de esquimal. Solo esperaba que pudiera reconocer mi aura mágica en Prongs, o el esfuerzo por imprimir acciones en lugar de un mensaje hablado en el patronus sería desperdiciado.  

Pasaron dos horas, y tocaron a mi puerta, nunca recibía visitas por lo que pensé sería algún vecino. Era Tom. Su mirada intensa me descolocó, no era muy expresivo que sí que sabía interpretar su postura y al rededor de sus ojos... lo invité a pasar, me enseñó su otro brazo y vi flores. Ese simple detalle me derritió por completo. Lo miré directamente y dijo venir por el resto de los besos que planeaba darle.  

Sonreí.  

No había vuelta atrás.  

Rodé su cuello con mis brazos y lo atraje para besarlo en los labios...                                        

 

 

 

 

 

 

 

 

···Continuará....

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.

 

Por cierto, aquí estás los títulos de las canciones que usé:

cap VI    - XII  Mistral Gagnant- Renaud  

cap XII   - XVI Quelqu'un m'a dit -Carla Bruni  

cap XVII - XX  Si l'amour existe -M.Pokora (Robin des Bois)     

 

 

Hay varias traducciones, si no logran encontrar una que les guste diganme para colocar esas versiones en las que me he basado o que siento son más fieles a la traducción.


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