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DC. Nuestro Secreto {Olivarry} por amourtenttia

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 EXTRA 06


 
El ambiente es tenso. El silencio prolongado provoca incomodidad en el aire que se respira. Los ojos del menor viajan de su prometido a su padre, traga grueso. ¿Por qué había accedido a eso en primer lugar? Oliver le ha dicho días antes que necesita hablar personalmente con el detective, para aclarar ciertas cosas con respecto a su relación.
En el momento, aquello le había parecido una excelente idea.
¿En qué estaba pensando?
Están los tres parados en la entrada de la casa. Más bien, los otros dos están en la puerta, Barry está unos pasos atrás, sin atreverse a interrumpir el duelo de miradas que se ha generado desde el momento en que llegaron.
Una voz que familiar le llama entonces con emoción, y el castaño desea que la tierra se lo trague. No es un buen momento. Claro que no.
—¡Barry! Oh, has llegado temprano... Eso no es propio de ti.
Saluda a la morena con una sonrisa incómoda, deseando salir corriendo de ahí.
—Hey... Iris... Sí...
Ninguna palabra más sale de su boca.
La chica le sonríe.
—Papá mencionó que nos presentarías a alguien, ¿así que ya tienes novia? ¿eh? —menciona, y alza una ceja con diversión.
Barry abre la boca, pero nada mínimamente coherente sale de sus labios. Iris se ríe bajo y sube los escalones, encontrándose con el rubio. Frunce el ceño, claramente confundida.
—Wo... ¿Oliver?
—Iris...—saluda él, serio
—¿Ocurrió algo? ¿Necesitas reunir al equipo? —cuestiona ella, preocupada, y luego mira a su hermano, quien luce incómodo— ¿Cancelarás la cena? Oh, nene. Tu chica tendrá que esperar...
Finalmente, Joe carraspea justo cuando ve que su hijo no puede sonrojarse más de lo que ya está. Oliver está sonriendo, para sorpresa del moreno, y piensa por un momento que se tipo está disfrutando todo aquello.
—Iris, cariño... Oliver vino con Barry.
La chica le mira frunciendo el ceño.
—Por supuesto, vino por él, ¿no?
—No estás entendiendo...
Justo cuando Allen piensa que la situación no puede volverse más incómoda, Wally está subiendo los escalones para saludarlos cuando el rubio dice sin vergüenza alguna.
—Venimos juntos... Como pareja.
La chica les mira con sorpresa, mientras Joe se remueve en su sitio incómodo. Wally, tras ellos, les mira asombrado.
 
 
Iris boquea cual pez fuera del agua mientras su hermano menor parpadea varias veces, evitando mirar al rubio directamente. Demonios. Eso no se lo esperaba.
—Solo por curiosidad... —menciona la morena de pronto, de espaldas al par, Oliver se ha cruzado de brazos mientras el castaño mira a su hermana curioso— La cena de aquella vez...
—Creo que no necesito explicar nada sobre eso—le corta Oliver con calma.
—Oh...
El silencio vuelve a instalarse, y Joe continúa mirando fijamente al novio de su hijo. Dios. Nunca imaginó que tendría que pensar en algo así. Suspira audiblemente luego de algunos minutos, y se relaja.
—Pasemos de una vez, escuché que una tormenta se acercaría.
—Maldita sea la ironía—escucha Barry en voz baja.
Podría enfadarse, si no fuera por la diversión en el tono que el menor de la familia ha utilizado. Quizá se mostrase sorprendido, pero parece estar ahora tan calmado que el castaño puede darse cuenta que tiene, hasta ahora, un aliado.
Los West entran primero a la casa, y la joven pareja espera unos segundos antes de entrar. Barry se adelanta, pero Oliver toma su mano antes de acercarse a su oído y murmurarle.
—No te preocupes, todo saldrá bien.
Allen asiente apenas.
"Claro que saldrá bien" piensa "¿Qué podría salir mal?" se dice con sarcasmo.
Queen parece haber leído aquello en sus ojos, pues una sonrisa burlona adorna sus labios.
Aunque ha resultado incómodo al principio, poco a poco los menores de han ido adaptado a la presencia del rubio. Para la hora del postre, el único que sigue mostrándose renuente es Joe. Iris y Wally se han ofrecido a levantar los platos, y mientras estos están en la cocina el mayor de los tres finalmente vuelve a tomar la palabra.
—Así que, Oliver... ¿Cuáles son las intenciones con mi hijo?
Sobra decir que Barry, quien había tomado un sorbo del vino que Oliver ha llevado como presente para el mayor, estuvo a punto de ahogarse. Mira al mayor con incredulidad y luego está por maldecir en voz alta cuando la voz del Oliver suena.
—Respetarlo y amarlo hasta el día en que muera.
El castaño se sonroja, y Joe frunce el ceño.
—Eres consciente de que, con el trabajo que tú... ambos... hacen... Morir podría estar a la vuelta de la esquina.
—Lo sé.
—¿Qué pasará entonces? Si tu falleces...
—Todo cuanto tengo pasará a ser de él.
—Entendí que tu familia se fue a la quiebra.
Barry se hunde en su asiento. Incómodo. No va a ponerse a argumentar contra eso ahora mismo. Él no necesita el dinero de Oliver, en primer lugar. Es perfectamente capaz de mantenerse por sí mismo, eso ya lo ha demostrado.
—Aún soy dueño de algunos terrenos, y pequeñas acciones... En caso de morir, ya he formado un testamento con uno de los mejores abogados en Starling... Claro que una parte de todo pasaría a manos de mi hermana Thea, por supuesto.
Barry no está seguro si ha visto bien, pero aquello parece agradarle a su padre.
—¿Has pensado tanto en fallecer? —cuestiona, pero no hay malicia en su voz.
—Usted mismo lo ha dicho... Nuestro trabajo es peligroso. No contemplar la muerte como una opción, es un lujo que no puedo darme.
El detective asiente, y se quedan en silencio.
Los menores regresan segundos más tardes, y el ambiente parece estar muchísimo más tranquilo que cuando se retiraron. Iris mira a la pareja de tanto en tanto con curiosidad, finalmente, una pregunta escapa de su boca.
—Así que... ¿Desde cuándo están juntos?
Oliver y Barry se miran entre ellos unos segundos, y el castaño disimula una sonrisa mientras muerde su labio. El rubio da un trago a su copa mientras el menor responde.
—Cumpliremos 6 meses la próxima semana.
La chica abre los ojos como platos, y Joe parece igual de sorprendido. Es básicamente el mismo que ha pasado desde que Henry...
—Barr, mira, no tengo nada en contra, pero... ¿No es demasiado pronto para pensar en...?
El rubio mira con tranquilidad a la morena, y es quien responde.
—Las circunstancias que nos unieron fueron, por decir lo menos, extraordinarias... Honestamente, su hijo captó mi atención desde el primer momento, pero no planeaba que nada ocurriera entre nosotros—aclara, ante la mirada ofendida de Joe.
El castaño dudó si intervenir o no. Hablar sobre su viaje, sobre todo lo que sabía sobre Flashpoint. No deseaba reabrir viejas heridas. No tenía corazón para eso. Luego de analizarlo un día, tratando de recordar cuanto detalle podía había notado tanto.
Wally se había convertido en Kid Flash, por eso Oliver y él vivían en Starling.
Iris se había casado con Eddie, quien nunca falleció.
El que sí no había sobrevivido era Joe, tras un tiroteo (al menos a esa conclusión llegó, luego de recordar un viejo periódico que tenía guardado en casa del rubio)
Luego estaba el tema del pequeño niño Will...
No, no se pondría a hablar de ello ahora.
Iris asintió luego de lo dicho por el rubio, y pareció mostrarse más relajada. Sonrió con empatía y luego miró a su padre con cariño, como queriendo decirle que todo estaba bien.
—Todavía me cuesta creerlo... Tú y Oliver... —musita Wally, sonriendo ligeramente.
No le es incómodo. Para nada.
Pero no deja de ser sorprendente.
Barry sonríe también, alegre.
—No tienes idea lo difícil que fue—confiesa, entre avergonzado y orgulloso.
Oliver se ríe bajo, y los otros tres les miran curiosos.
—Oh vamos, tienen que contarlo—declara Iris, sonriente.
—Fue tan vergonzoso—menciona el castaño, y Oliver mira a su chico con amor.
—Fue hermoso—corrige, y este se sonroja de nuevo.
—Oh Dios mío, es demasiada azúcar para mí—les corta la morena, divertida, y Wally está igual soltando una risotada.
Joe niega, sereno.
—Hablando en serio—dice de pronto él, sin perder la sonrisa que se le ha formado al ver el amor con el que se observa el par— ¿Cómo pudo pasar algo como esto?
El rubio mira al techo un momento, buscando las palabras adecuadas. Y luego mira al mayor de la familia al decir:
 
—Es placentero estar con alguien con quien puedo ser yo mismo.
 
El resto sonríe ante esto, sí, son inesperadamente dulces, y Joe se da cuenta de que no hay nada más que pueda decir al respecto.
 
Un rato más tarde llega la hora de irse. Wally se ha despedido primero, antes de irse a su habitación, alegando que tiene demasiada tarea, y demasiado sueño. Ni siquiera tiene idea de qué atenderá primero. Oliver ha sonreído un poco ante esto, murmurando algo como "Había olvidado como luce un chico universitario"
Iris ha tenido que morderse la lengua para no replicar que está saliendo con uno. El castaño luce malditamente bien, tanto que, no le sorprendería, en algunos años Wally lucirá como un joven adulto, mientras él continúa con su pinta de niño.
—Quisiera hablar contigo a solas antes de irme—dice el castaño, mientras observa a Joe levantarse de su asiento, este asiente comprensivo.
Iris, tras ellos, mira a Oliver.
—Deberían llevar algo de lo que quedó, es demasiada comida para nosotros... ¿Me acompañas a la cocina?
El rubio asiente, y va tras ella mientras padre e hijo se dirigen a la sala.
El silencio entre ellos es inevitable. Joe parece muchísimo más relajado que al inicio de la noche, pero sigue luciendo un poco intranquilo. Barr se muerde el labio mientras piensa en cómo decir lo que quiere decirle.
—Papá... Yo...—inicia, pero no sale nada más.
¿Por qué es tan complicado?
—Está bien, Barry—responde el moreno, relajado, y mirándolo con cariño— Está bien...
—No está bien... —replica el menor, y mira al suelo entre ambos—Lo siento... Sé que esperabas cosas de mí y yo... Te he decepcionado
 
—Pero no lo has hecho.
El castaño alza la mirada, y le observa con sorpresa.
—Eres mi hijo, y siempre estaré orgulloso de ti... ¿Cómo podrías decepcionarme?
—Pero... pensé que... Yo... Con otro hombre.
—Barr. Siempre supe que algo así podía pasar. No, no me malinterpretes... Nunca se me ocurrió que querrías salir con alguno, simplemente... —el mayor suspira, y se relaja a sí mismo antes de decir— Estaba asustado, no porque vayas a casarte con otro hombre, pero que hayas elegido casarte con él.
—Oliver es un buen hombre.
—Ahora lo sé.
El castaño parece confundido ante la sonrisa del detective.
—La forma en que te mira, y la forma en que tú lo miras a él... No necesito saber nada más, su unión está bien para mí... Tienen mi bendición.
Los ojos del menor se han humedecido sin poder evitarlo, y pronto se encuentra a sí mismo abrazando al mayor, que parece estar igual de sentimental.
—Gracias...
—Solo lamento el no poderte disfrutar más tiempo en casa... Desearía que hubieses sido un crío para siempre...
El menor se ríe.
—Es una lástima, envejecer, y mirar como tus hijos dejan de necesitarte... Demonios, no estoy preparado psicológicamente para eso.
Barry se separa ante esto, y le mira seriamente.
—Joe...
El detective le observa curioso.
 
—Nunca nadie podría reemplazarte... Eres mi padre. Y siempre necesitaré de ti.
El mayor le mira con una expresión entre triste y alegre, y vuelve a abrazarlo.
—Gracias, hijo—murmura, enternecido.
Sigue pensando que es demasiado joven para pensar en casarse. Pero si es con Oliver, quien parece observar el cielo infinitamente perfecto al verlo, está bien para él.
 
 
Oliver nota un cambio inmediato en el ambiente en cuanto se ha quedado solo con Iris. La chica se mueve por la cocina en busca de los platos adecuados para guardar la comida mientras él se queda simplemente observando. Ella parece estar frunciendo el ceño, pero no puede asegurarlo cuando le da la espalda.
—¿Pasa algo? —cuestiona, con cierta curiosidad.
—Sabes que soy reportera, ¿cierto?
El rubio asiente, mientras ella deja las cosas sobre la barra entre ambos, mientras le observa con cierto enfado. Queen se muestra serio ante esto.
 
—Descubro cosas que la gente preferiría mantener ocultas, Oliver... Cosas como tener un hijo.
La expresión del rubio no cambia en ningún momento, solo le observa con cierta frialdad. Se recuerda a sí mismo que la chica frente a él es la misma que no dudó si quiera en publicar aquella foto donde bien podría haberse revelado la identidad del protector de Gotham.
—¿No tienes nada que decir al respecto? —cuestiona, irritada.
—Exactamente ¿qué esperas ganar con esto? —responde él a su vez
—Estás engañándolo, él realmente piensa que eres el hombre perfecto. Libre.
—Soy un hombre libre—le corta molesto, y ella solo le observa— Sí, tengo un hijo, pero definitivamente no tengo ninguna especie de relación con la madre de este, si es lo que intentas insinuar... Iris, puedo llevar la fiesta en paz contigo si es lo que Barry quiere, pero para ello debes poner de tu parte... Mantente lejos de mis asuntos.
—Si tú no le dices nada, te juro que le diré todo lo que sé...
Escuchan un carraspeo, y la mirada serena del castaño cae sobre ellos.
—No será necesario... Lo sé.
—¿Qué? —exclama ella, incrédula
—Fue a la primera persona a la cual acudí en cuanto lo supe. Incluso antes de lo nuestro...—responde Oliver, todavía a la defensiva.
Le agradaba que ella estuviese dispuesta a enfrentar a quien fuera con tal de defender al muchacho, pero no le agradaba la invasión a su privacidad. De ninguna manera.
—Barr...
—Está bien, Iris. Estoy al tanto de la situación...
—¿Y estás de acuerdo con eso? Barry...
—Iris. Por favor... Entiendo que estés preocupada, pero no debes hacerlo. Me alegra que estén bien con mi relación, pero quizá estás confundiendo las cosas... No necesito su aprobación.
La chica le mira con pena. Baja la mirada mientras frunce el ceño. Oliver maldice para sí mismo, las cosas se han puesto tensas de nuevo. Niega con la cabeza y se acerca a su prometido.
—Barr. Cálmate. Ella solo trataba de ayudar...—dice, y el menor le mira con sorpresa
Es consciente de que al rubio no le terminaba de agradar la chica, pero sabe mejor que nadie lo importante que era para el castaño contar con el apoyo de esta. Se muerde el labio, y Oliver besa su frente.
—Arregla esto, esperaré fuera... —murmura solo para él.
El mayor abandona la habitación, y ambos hermanos evitan mirarse. No están seguros de cuánto tiempo pasa, pero Barry termina siendo quien rompe el silencio.
—¿Cómo te enteraste? —cuestiona el castaño, mirando los contenedores que la otra ha llenado de comida para ellos— ¿Para qué necesitarías ese tipo de información?
—Barry yo...
—Sabes lo peligroso que sería exponer información de Oliver en la prensa. Iris, él es Green Arrow... ¿Por qué querrías perjudicarlo de ese modo? Ni siquiera sabías que él y yo...
—Creo que Oliver debería tener más cuidado con las personas en las que confía... —dice ella, suspirando, y se nota verdaderamente arrepentida— Felicity Smoak es mi fuente. Ella es quien me dio toda la información.
El castaño no puede creerlo, y se nota en la decepción en sus ojos.
—Planeaba difundirlo en cuanto consiguiera fotografías del niño. Y, en cuanto supe que tú y Oliver... Barr, realmente creí que estaba engañándote.
—¿Por qué?
—No confío en él. No puedo. No es tan fácil... Lo sabes mejor que nadie, un hombre con ese tipo de pasado... Puedo ver que te ama, pero... ¿Realmente es él con quien deseas pasar el resto de tus días?
—Más que nada en esta vida—confiesa Barry, y ella parece contener el aliento— Sé que no es fácil, no espero que les resulte sencillo entenderlo, pero... Por ahora denle un voto de confianza, por favor. Por mí... Si no puedes confiar en él, confía en mí.
La morena le mira con inseguridad unos segundos, y finalmente suspira. Corta la distancia entre ellos y abraza al más alto mientras esboza una sonrisa pequeña.
—De acuerdo.
Para cuando salen de la cocina Joe y Oliver están hablando entre ellos, algún comentario del rubio ha hecho reír fuerte al mayor mientras el rubio le mira confundido.
—Ustedes chicos, van a matarme... —dice, ante las miradas de sus hijos.
—¿Qué? —murmura Iris, sin entender.
—¡Llevan viviendo 2 meses juntos!
Iris abre los ojos como platos, y nota entonces que esa carcajada, más que de diversión, es una risa histérica. Disimula la risa, comprendiendo finalmente a qué se refiere. Solo espera que no le dé un ataque por la impresión, o algo.
—Y ustedes—menciona, apuntando a la pareja, poniéndose serio de pronto.
Tanto Oliver como Barry le miran atentos. Observan a Wally de reojo al bajar las escaleras, y despedirse de ambos con la mano mientras camina hacia la cocina.
—No puedo esperar a que tengan hijos, y ellos los torturen. Me reiré en sus caras. Entonces entenderán todo lo que han hecho pasar... Ahora vayan, vayan...
El par no dice nada más, mientras que la chica contiene la sonrisa que quiere escapar de sus labios. Si su padre supiera... Mira a la pareja irse, y en cuanto queda a solas con su padre le oye soltar un suspiro nostálgico.
—Crecen tan rápido...
Ella no responde, pero no puede evitar estar de acuerdo con él.

 


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