7. SINCERIDAD NOCTURNA PT. 2
Oliver se levanta de la cama y se dirige al primer cajón que encuentra, toma una camisa cualquiera con Barry esperando paciente con una sonrisa tranquilizadora en el rostro. Oliver suspira mientras se sienta de nuevo.
—Te contaré... Pero debes jurar que nadie sabrá de esto.
—Nunca diría nada que tu no quisieras—se apresura decir el corredor, antes de sonreír ligeramente— Será un nuestro secreto.
Oliver asiente no muy convencido antes de iniciar su relato. Barry sospecha que debe escuchar sin interrumpir.
"Lo conocí en Lian Yu hace varios años... Debes haber oído de él ya. Con todo lo que ha hecho, es reconocido mundialmente. Slade Wilson.
Yo era muy joven, Barry. No tenía experiencia alguna en la vida más que fiestas,alcohol y mujeres.
Herí a muchas personas viviendo de ese modo, y de entre todas las personas terminé lastimando a Laurel. Creo que no hay nada de lo que me arrepienta más que del hecho de no ser capaz de corresponderle.
Mientras estuve en la isla su recuerdo es lo único que me mantenía despierto. La decisión de disculparme por todo, de intentar reponerlo. La idea de que la quería más que a nadie más... La idea de que nunca volvería a verla. Me perdí. Durante ese tiempo, aun cuando pensaba en ella, no había sentido en seguir creyendo que me esperaría... O quizá eso fue lo que quise creer.
Slade fue un amigo. Un hermano. Fue alguien en quien pude apoyarme para sobrellevar esa experiencia y él me veía de la misma manera.
Quizá eso fue lo que nos unió.
El sentirnos protegidos. Sentir que había alguien a quien aún le importábamos...
Me enamoré de él, Barr.
Lo dejé estar tan profundamente en mi vida que terminé girando a su alrededor. Ese fue mi error. Traté de huir de esos sentimientos pero él logró ver a través de mi cada vez que intentaba negar lo evidente.Fue algo tan intenso que incluso dudé de mis sentimientos por Laurel, fue entonces cuando acepté los hechos. Yo no la amaba. Al menos, no la llegué amar como amé a Slade.
El tiempo pasó y cada quien tomó su camino. Él tomó decisiones que nunca aprobé, y yo tomé decisiones que él no podía aceptar. Quizá si hubiésemos logrado ir al mismo ritmo, si hubiéramos llevado la misma sincronía que teníamos en batalla a nuestra vida íntima todo sería distinto.
Regresé a Starling City, y lo dejé atrás.
Intenté olvidarlo. Intente retomar mi anterior vida.
Intenté amar a Laurel.
Solo terminé engañándome, y engañando a los demás. John. Roy. Felicity. Incluso Thea creyeron en mí... Pero Laurel... Ella no se creyó ninguna palabra que salía de mi boca. Me conocía demasiado bien.
Luego de que Slade reapareciera e hiciera todo lo que hizo... Ella lo descubrió. Ella siempre lo supo. Mi corazón ya no era suyo. Había dejado, incluso, de ser mio.
Wilson apeló a ello durante nuestras peleas. Él sabía que no me atrevería a matarlo. No a él.
Aun no sé por qué lo hizo. No he logrado perdonar lo que hizo. Y no creo hacerlo nunca. Asesinó a mi madre, y recuperé el sentido. Starling City necesitaba a Arrow, no a Oliver Queen. Hice lo necesario para proteger a esta ciudad, pero desde entonces tuve que enterrarme a mi mismo.
Laurel fue la única que lograba traerme de regreso de tanto en tanto... Y la perdí.
Nunca debí dejarla unirse al equipo... Si hubiese sido más consciente lo habría notado. Ni siquiera sé por qué te estoy contando todo esto... Solo..."
Barry sigue en silencio, mirándole con una mezcla de dolor y tristeza. Solo logrando solo asentir mientras trata de formular una respuesta.
—Nada de lo que pasó fue tu culpa—logra decir luego de unos segundos— Fue un accidente. Un horrible accidente.
—Un accidente que me seguirá toda la vida—murmura el mayor con voz ronca.
—No puedes dejar que esto te consuma, Oliver... No estás solo.
—Barr...
— Si tu te hundes. Me hundiré contigo...
El rubio le mira con los ojos aun cristalinos.
—No quiero que toques fondo...—dice Oliver
—Entonces estaré ahi hasta que logres salir.
8. ¿CONFESIÓN?
Están a centímetros cuando lo siente posar su mano tras su nuca, obligandolo a cortar la distancia. En el momento en que reducen el espacio que los separa sus labios se tocan.
Contiene el aliento con sorpresa pero no duda en responder el suave movimiento. Le besa tan dulcemente que siente que nada podría quebrar aquel momento.
El beso se intensifica, Barry pone sus manos alrededor del cuello de Oliver y suspira entre sus brazos cuando lo siente morder su labio.
Oliver abandona sus labios para recorrer su cuello, luego de mirarle como si se tratara de lo más precioso que ha encontrado en la tierra, y es en ese momento que le escucha...
—Slade.
Algo muy dentro se rompe. Todo a su alrededor se oscurece violentamente y finalmente despierta.
Sigue en casa de Oliver. Reconoce la habitación de este de inmediato. Se levanta al reconocer el aroma a panqueques. Se dirige a la cocina mientras trata de olvidar el incómodo sueño. La seriedad casi abandona su rostro cuando encuentra a Oliver cocinando.
Observa bien. Solo hay dos platos servidos.
"Bueno. Se vale soñar"se dijo a sí mismo.
Oliver le mirá con curiosidad a través del reflejo del refrigerador. Nota cierta inconformidad en el otro pero decide dejarlo pasar.
—¿Alguna vez dejaste de quererlo? Luego de todo lo que ha pasado...
La pregunta salió tan repentinamente que Oliver casi deja caer el sarten que estaba manejando.
—Barry...
El rubio puede ver lo que está pasando. Ha aprendido su lección. Es consciente de hay algo naciendo entre ellos. Existe algo que poco a poco va a hacerlos acercarse más.
No se siente capaz de negar lo obvio. No sabe si es amor. Pero, definitivamente, Barry despertaba en él algo extraño. Algo nuevo.
Y puede ver que Barry comienza a sentir algo más por él.
—Solo responde...
Oliver apaga el fuego para luego acercarse a Barry.
—Allen... Sabes que no puedo decirte eso.
—¿Por qué no?
—No quiero lastimarte.
—¿Por qué habrías de hacerlo?
—Eres un libro abierto, Barry... Tu rostro. Tus ojos... Todo en ti te delata.
Oliver ha cortado la distancia restante. Barry está entonces con la espalda casi pagada a la pared más próxima mientras Oliver está cortándole el paso.
—Oliver...—intenta detenerlo el menor.
—Siempre puedes huir, Allen... ¿Es realmente eso lo que quieres?—murmura el otro cuando sus rostros están demasiado cerca.
Barry se sonroja de pies a cabeza cuando el otro termina de cortar la distancia. Un tierno beso es depositado en su frente, entonces Oliver se aleja.
—No puedo hablar sobre Slade. No contigo. No quiero lastimarte más de lo que lo he hecho...
Barry sigue ahi, congelado. Oliver le da la espalda mientras enciende el fuego de nuevo.
—Me halagas... Guardando esa clase de sentimientos para mí, pero...Eso no funcionará bien para ti
Oliver le da la espalda mientras enciende el fuego de nuevo.
—No creo ser capaz de corresponderte como mereces, Barry. No ahora.
Se queda en silencio. Barry trata de procesar lo ocurrido mientras Oliver termina de servir el desayuno.
—¿Alguna vez lo harás?—pregunta luego de unos minutos mientras que Ollie deja los platos en la mesa.
—¿mh?
—Corresponderme, Ollie...
Un pequeño brillo aparece en los ojos del mayor, y esto no pasa desapercibido.
—Ya lo hago, Barr.
El corazón del castaño se acelera.
—Pero no necesitas tan problemático como yo. Mereces a alguien mejor...
—¿Solo por eso me rechazas?
—Temo que te vayas—admite el rubio, lavándose las manos— Temo que llegue a quererte tanto que cuando me dejes no pueda vivir de nuevo.
—Nunca te dejaría...—asegura el menor colocandose en el asiento frente al rubio.
—Eres muy joven. No puedes saberlo.
Barry esta a punto de quejarse cuando Oliver agrega.
—Come, Barry. Tendremos tiempo para hablar de esto luego... En otra ocasión quizá.
El castaño quiere quejarse pero termina por tomar aire antes de mirar el plato frente a él. Se levanta a lavarse las manos incluso antes de que el otro pueda decirle.
El rubio sonríe complacido mientras, en silencio, comparten el desayuno.
Es un momento corto, que para cualquiera parecería insignificante, pero es ese momento el que atesoran por el resto de la semana, y que da lugar a una serie de sentimientos que poco a poco los alcanzarán.