17. PRIMERA VEZ PT. 1
La mañana siguiente Barry despierta más temprano de lo usual. Termina de llenar los informes tratando de matar algo de tiempo. Son las 7:00 de la mañana, faltan algunas horas para que Oliver llegue.
Se mete al baño. Se da una lucha larga mientras trata de alejar su mente de cualquier cosa que la haga pensar en el rubio.
"Un cambio de ropa" repite su mente.
Se sonroja hasta la médula.
No puede evitar pensar en que dondesea que Oliver le lleve, terminará, citando al sabio Homero S. Con resultados sexuales.
"Es Oliver Queen" recuerda que dijo Cait la primera vez que le hablara sobre sus sentimientos por el mayor.
¿Será acaso que Oliver sólo desea acostarse con él? La idea le produce un escalofrío. Desecha la idea mientras se relaja en la tina del baño.
Su vida no es ninguna novela juvenil donde la idea de ser objeto sexual le escandalice hasta el punto de llevar su reciente relación al fracaso.
Es lo suficientemente consciente de que son adultos, Oliver es mayor que él incluso, así que el que pudiera ser todo un plan para un acostón y ya es, aunque mínimamente, probable.
Pero lo conoce.
Quizá no como la palma de su mano, pero lo suficiente como para saber que Oliver no lo usaría simplemente para tener relaciones.
"Para conseguir información de mi equipo quiza" piensa divertido el castaño, luego sorprendiéndose por la facilidad con la que aquel pensamiento que le heló la sangre fácilmente fue disipado por una fuerte confianza al mayor.
Suspira mientras cierra los ojos. Se deja llevar por la tranquilidad de aquel instante y una sonrisa se forma en su rostro.
"No pensaré en dramas innecesarios" se dice "Si al final todo es una mala broma, seguirá valiendo la pena, por él"
Oliver llega por el castaño a la hora acordada. Barry sonríe ampliamente al abrir la puerta, le invita a pasar.
—¿Quieres tomar algo?—pregunta mientras entran, Oliver observa las distintas fotos y no puede evitar tomar una en sus manos.
El castaño sonríe reconociendo la foto. Abraza a Oliver por la espalda mientras suelta una risita nerviosa.
—Nos falta algo asi—comenta el menor
Oliver asiente mientras deja la foto de lado, tomando la mano del menor.
—Quizá no sería lo más prudente—observa Ollie.
—Este es nuestro secreto... Lo sé... Sólo desearía que pudiéramos llevarlo más allá.
—Si lo nuestro no funcionase, todo se volvería incomodo con los demas—dice Oliver mientras da la vuelta hasta ver cara a cara al menor, quien suspira pasando se una mano por el cabello.
—Habla la voz de la experiencia
—Habla la voz de la razón—corrige Ollie, antes de dejar un beso en la frente del menor.
—¿Por qué haces eso?—se medio queja Barry, avergonzado— No soy un niño...
—Eres un mocoso—acepta Oliver divertido
—¡Oliver!—gruñe Barry, tentado a sacar la lengua.
—Eres lo que más aprecio ahora mismo. Cosas que nunca creí hacer, quiero hacerlas contigo...
El menor se sonroja ligeramente mientras Oliver toma su rostro entre sus manos, acerca sus rostros hasta que sus narices chocan ligeramente
—Cursilerias que me resultaban estúpidas, frases que sonaban demasiado empalagosa, actos que eran demasiado vergonzosos... Barry Allen, me haces queda hacer todo eso y más.
El chico rie ligeramente en la misma posición.
—Si eso no es una confesión de amor, no sé que es—dice burlón.
Oliver frunce el ceño, ofendido.
—Vaya modo de arruinar el momento—dice, alejándose al tiempo que rueda los ojos.
Barry lo alcanza antes y deja un beso en su mejilla. Para su sorpresa, Oliver se sonroja.
—También me haces querer hacer esas cosas, Oliver...
Salen del departamento de Barry antes del medio día. Para sorpresa del menor, Oliver ha llegado en moto hasta Central City.
—Viajaste desde que hora, ¿la madrugada?—suelta tan pronto como ve la moto.
—No eres el único que puede ir a gran velocidad—explica Oliver con simpleza, pasándole un casco al castaño.
Se sube a la moto luego de colocar la mochila del menor junto a la propia en el mínimo espacio en la parte final de la moto.
Barry se acomoda trás de él para luego colocarse el casco. Oliver hace lo mismo y arranca mientras siente los brazos de Barr aferrarse fuerte a él.
—¿Tienes miedo a algo de velocidad?—murmura burlón el Queen.
Barry se ríe con él unos segundos antes de abrazarlo un poco más.
—Cualquier excusa es buena... para abrazarte en público—reconoce el chico risueño.
No tardan demasiado para llegar a su destino. Es un terreno fuera de la ciudad, pero no perdido del mundo. Si los cálculos de Allen son correctos han avanzado poco más de 15 kilómetros fuera de la ciudad.
Es una cabaña pequeña. Tanto que Barry sospecha que ese sitio ha sido, más bien, construido en base a algún diseño muy específico. Oliver le explica luego que, efectivamente, aquel sitio era la guarida de su madre, quien ordenó construir un espacio discreto, pero agradable.
En cuanto se bajan de la moto Barry no desaprovecha la oportunidad para robarle un beso al mayor, quien sonríe antes de besarlo de vuelta con hambre.
—Estás tentándome, Allen—advierte sobre sus labios.
—Aun no entiendo por qué no has caído ante mis encantos—resopla el otro con diversion.
Se besan un largo rato, como si sus labios solo fueran capaces de vivir entre los ajenos.
Es un ambiente tan íntimo que ni siquiera notan cuando se les termina el aliento. Entran a la cabaña minutos más tarde, y Oliver se ofrece a preparar la comida.
A Barry le brillan los ojos en cuanto mira la cantidad de alimento que el otro prepara.
—Si alguna vez pensé en regresar con el otro Oliver, quiero que sepas cuán arrepentido me siento—comenta sin dejar de ver la comida.
Oliver sonríe con malicia.
—Eso pensé...
—Celoso de ti mismo, ¿eh?—se burla Barry, Oliver rueda los ojos sin responder nada, no queriendo admitir que, efectivamente, no le agradaba tanto su otro yo, no si era capaz de captar la atención de SU mocoso.
Barry toma una porcion antes de que el mayor pueda verlo, pero, para su sorpresa, un zape llega hasta su cabeza.
—Quizá no pueda verte hacerlo, pero lo he notado—responde Ollie antes de que Barr abra la boca.
El chico hace un puchero que Oliver guarda entonces en su memoria como un preciado recuerdo.
Cuando terminan de comer Oliver se dispone a lavar los platos pero el menor ya ha terminado incluso antes de que se ponga de pie.
—La comida estuvo deliciosa, gracias—dice el menor mientras comienza a acomodar lentamente los trastes.
Oliver le ayuda para luego encerrarlo entre la repisa y su cuerpo. La respiración del otro en su nunca le pone nervioso.
—Ollie...—murmura Barry
Oliver besa su cuello, haciendolo temblar.
—Quiero ir lento contigo... pero me lo haces tan dificil... —se queja Oliver, su aliento choca contra el sensible cuello del castaño.
—Solo hazlo—suspira Barry.
El rubio besa con cariño la coronilla del velocista, para luego hacerlo voltearse.
Se comen a besos, y entonces Barry enreda sus brazos alrededor del otro. Las manos comienzan a recorrer de manera traviesa la piel del contrario. La ropa parece convertirse en un estorbo y antes de que alguno de los dos pueda pensarlo demasiado comienzan a desvertirse entre ellos mientras se besan profundamente.
Las manos de Oliver recorren el abdomen desnudo de su mocoso, quien suelta un gemido bajo cuando los dedos tocan directo su piel. Barry imita los movimietos de Oliver, deleitandose con la sensación de los músculos del mayor bajo sus dedos.
Se besan apenas mientras Oliver acomoda al menor entre sus brazos y toma una de sus piernas, Barry pronto acomoda estas a cada lado del cuerpo de Ollie y este le levanta con facilidad. Barry vuelve a enredarsus brazos en su cuello y entonces Oliver se desplaza hasta la habitación con el castaño entre sus brazos.
Barry solo siente como Oliver lo acomoda sobre la cama antes de unirse a él mientras acerca sus labios de nuevo. Se miran apenas antes de unir estos de nuevo. Se besan con intensidad mientras sus manos se exploran mutuamente.
El calor comienza a expandirse entonces a cada rincon de sus cuerpos y pequeños gemidos llenan la habitación.
Se separan cuando las manos de Barry alcanzan el pantalon de Ollie, quien le mira atentamente unos segundos.
Quiere preguntarle, realmente desea hacerlo. No quiere obligarlo a nada. Pero incluso antes de que pueda hacerlo Barry lo abraza, escondiendo su rostro en entre su cuello y hombro.
—No te detengas ahora—susurra.
Y Oliver no puede más que cumplir sus órdenes.
18. PRIMERA VEZ PT. 2
Las manos de Oliver recorren el torso desnudo del menor, quien suelta un suspiro cuando lo dedos de Oliver llegan hasta su pantalon. Siente los labios del mayor perderse en su cuello, repartiendo besos lentamente.
Apenas nota cuando el otro ha logrado colar su mano bajo el pantalon, solo logra gemir en cuanto Ollie le toma por encima de la tela de la ropa interior y comienza a masajear de manera turtuosa.
Oliver siente un inesperado placer al oír los gemidos del castaño. Lo ve morderse el labio y entonces siente una punzada en la zona inferior.
Lentamente aparta los boxers del otro, sin llegar a quitar realmente las prendas. Comienza a masturbarle al tiempo en que sus ojos miran fijo el rostro de Barry.
Guarda celosamente aquello que ve. Nadie más debe poner sus ojos nunca en aquella imagen. La forma en que muerde sus labios. La forma en que sus ojos le observan. Ese detalle en sus cejas. Su respiracion agitada.
—Ollie—escucha que suelta mientras cierra los ojos.
Siente que acaricia el cielo con la punta de sus dedos. Siente que está tan cerca...
Pone sus manos temblorosas por tantas sensaciones sobre los hombros del rubio, quien hace oidos sordos ante las palabras entrecortadas del menor. Apenas logra medio sentarse cuando nota que el mayor aumenta la velocidad de sus movimientos.
—Para...—musita sintiendose en el borde— Ollie...—gime— Si sigues... —murmura con voz ronca
No ha alcanzado a terminar de hablar cuando lo siente. No ha soltado a Oliver. Termina apoyando su frente en el torso desnudo del mayor.
Trata de reponerse y pronto esta besando de nuevo al rubio mientras terminan de quitarse la ropa. No le cuesta demasiado rodar hasta quedar Oliver bajo su cuerpo, él acomodado a cuclillas sobre sus piernas. Oliver se entretiene en su abdomen mientras el menor sonrie divertido.
Lo empuja hasta que este cae recostado en la cama y vuelve a besarlo con hambre. El rubio acaricia cada centimetro expuesto y se entretiene en la cadera del menor. Barry pierde sus manos sobre el pecho de Oliver, recorriendo desde sus músculos hasta sus cicatrices.
Todo en él es tan nuevo de pronto.
Siente como Ollie comienza a bajar sus pantalones y no hace más que llevar sus propias manos a las de la ropa ajena.
Desabrocha el pantalon con facilidad mientras Oliver termina de bajar el suyo, dejandolo solo en boxers.
Vuelven a besarse mientras Oliver masajea los glúteos del menor entre sus manos, este suelta un gemido que muere en sus labios.
Oliver cambia de posicion. Dejándolo entre las sábanas y su cuerpo. Se quita el resto de ropa antes de apresarlo y besarlo con cierto desespero. Las manos de Barry acarician la espalda del mayor, descienden hasta su trasero y regresan hasta colocarse en su cuello.
Se separan para respirar y Barry termina de desvestirse para luego mirar al otro a los ojos.
Oliver no ve rastro de duda en los orbes ajenos y entonces besa de nuevo, ahora lentamente. Barry suspira cuando besa su cuello.
Oliver ha encontrado ya su debilidad.
Va dejando un rastro de besos mientras desciende hasta sus piernas. Barry lo siente besar el interior de sus muslos y tiembla visiblemente en cuando el aliento del mayor choca con la piel de su intimidad.
Suelta un gemido en cuanto el rubio lo engulle. Oliver succiona ligeramente y Barry cree que puede ver estrellas tras sus párpados.
Es entonces cuando siente unos dedos palpar por encima de sus labios, entreabre los ojos y lame estos mirando los azules orbes.
Oliver le prepara con calma, chupando en busca de distraerlo de la invasion a su cuerpo. Se deleita mientras le oye gemir entre gustoso y culpable.
—Ollie—murmura en un tono de voz que al mayor le resulta insultante.
Aquella voz, aquel temblor en su nombre... Quiere oirlo para siempre.
Cuando lo considera adecuado Oliver abandona la zona baja y sube hasta besar los labios del menor, quien se sonroja con fuerza al sentir los restos de su propia escencia.
El rubio se alinea perfectamente y Barry nota como entra lentamente en su cuerpo. El gemido de Oliver le resulta demasiado... Podría morir ahi mismo de gusto.
Comienza a moverse lento, arrancandole gemidos a ambos.
—Barry—gruñe Oliver en su oido, causandole un temblor ligero.
El mencionado entierra sus dedos en la espalda trabajada del otro.
—Ollie—suspira, sin poder creer el cúmulo de sensaciones que le recorren.
Barry olvida por un instante su velocidad, y no puede evitar pensar que aquel momento en que todo parece pasar en cámara lenta no es más que un sueño.
No quiere despertar. Quiere vivir ahi por siempre.
La velocidad aumenta paulatinamente. Escucha apenas como sus cuerpos chocan y, a su vez, como la cama comienza a moverse con ellos.
Se pierden en ese instante. Se dejan llevar. Oliver disfrutando de los gemidos de Barry mientras este busca tocar todo el cuerpo del otro.
La sensacion de su piel bajo sus dedos envia una descarga electrica en su cuerpo.
Se mueven más rápido.
La cama comienza a soltar sonidos con ellos y no pasa mucho para que ambos alcancen el ansiado orgasmo con el nombre del contrario escapando de sus labios.
Oliver sale lentamente del menor y se acomoda a un lado de este sobre la cama. Los cubre con la sábana y nota su respiración agitada, al igual que la de Barry.
Siente al menor removerse un poco, y se acomoda hasta mirarlo de perfil. Sonrie mientras observa a Barry tratar de hablar sin exito.
—Nunca te habia visto tan exhausto—se burla Queen.
El menor replica con voz entrecortada
—Ni yo... Eso... Es increíble—suelta divertido.
Oliver suelta una carcajada antes de depositar un beso en su frente. Barry le mira con un brillo especial en sus ojos.
Juntan sus frentes mientras cierto cansancio les embriaga. Barry es el primero en bostezar ligeramente. Oliver lo recibe entre sus brazos y acaricia sus cabellos mientras le escucha decir
—Gracias, Ollie.