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'AVENGERS. I Love You por amourtenttia

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I Love You

Capítulo 9

 

 

 

 

 

 

Fue una pregunta cruel. Teniendo en cuenta que debió ser capaz de sumar dos más dos. Sin embargo, por alguna razón, no pudo atreverse a preguntar de un modo distinto. Cualquier otra manera de abordar el tema le sonaba inapropiada. Cuando el tema era ya de por sí difícil. Su padre se mostró tan tenso de pronto que Peter temió que estuviese sufriendo un ataque de algo.

Su respiración cambió.

—¿Cómo...?

El menor removió el fondo de su bolsillo, al tiempo en que Tony finalmente volteaba para verlo. Parker caminó los pocos pasos que los separaban, y acomodó la foto en sus manos. Observó casi con tranquilidad la forma en que la mirada de su padre se oscurecía. Se sintió avergonzado de sí mismo cuando la mirada del mayor estuvo sobre él.

—Sé que no es mi asunto... Pero... Lo encontré aquí. Cuando fui por él... —señaló el saco que usaba, proveniente de un viejo armario de su padre— Intenté no pensar mucho en eso... Pero luego encontré los documentos de adopción...

Cuando su padre lo abraza el gesto le deja helado por más segundos de los que quiere admitir. ¿En qué momento ha sido él quien se ha descontrolado? Él debería estar consolando al mayor. No al revés.

—Lo lamento...—murmura Tony— He estado pensando tanto en él que te he desplazado sin notarlo... Perdóname.

Escuchar sus propios gemidos le hace darse cuenta de hasta dónde sus sentimientos le han controlado. Ha acusado su ausencia sin haber sido plenamente consciente de ello. Abraza de vuelta a su padre, ocultándose en su protector tacto.

—Oh, Peter... Lo siento...

Incluso cuando la mayor parte del tiempo dedicaba toda su atención a él, durante el mes de abril siempre terminaba desconectándose del mundo. Y Peter se daba cuenta de ello cada vez. Un ciclo anual con el que se había familiarizado sin pensar demasiado en ello. Nunca se había atrevido a preguntar. Y, como buen niño adepto a la tecnología, se había informado por sus propios medios a través de Internet. Sitio lleno de información falsa, o mal intencionada.

Por ello fue sencillo desarrollar cierta apatía por Rogers. Porque para el mundo entero, Anthony Edward Stark era culpable de la separación el matrimonio del siglo. ¡Y él se negaba a creerlo!

Si ese fuese realmente el caso, ¿por qué parecía que Steve solo venía a disculparse cada vez que tenía oportunidad? No tenía sentido alguno.

Entonces encontró la foto. Luego regresó demasiado temprano a casa... Y finalmente fue momento de que Tony le explicase lo que había pasado en verdad.

¿Qué sentido tenía ocultarlo?

—Eres joven, Peter... Y hay cosas que te tomará tiempo entender. Sé que lo harás, eventualmente... Pero por ahora, por favor, escucha antes de juzgarnos.

Era joven, era cierto, pero fue lo suficientemente maduro como para obedecerle en ese momento. No con cierta dificultad. Tony lo ayudó a sentarse sobre la zona más alta en su mesa de trabajo, y respiró profundo antes de comenzar.

—Steve y yo nos queríamos mucho. Lo quise más que a nadie... Y él a mí. Por eso decidimos casarnos... Éramos diferentes. Eso no es un secreto. Siempre tuvimos nuestras diferencias, pero eso no era motivo para separarnos. Aprendimos a convivir y a vivir juntos. A veces, cuando quieres mucho a alguien, incluso los defectos que crees que nunca podrás aguantar, son agradables.

"Cuando nos conocimos, yo ya era dueño de la empresa. He crecido moldeado por ella. Mis responsabilidades son grandes ahora, y lo eran más antes. Si no fuera por ti tía Potts, probablemente habría enloquecido allí... Steve fue... Un alivio en ese momento. Él salvaba al mundo mientras yo me dedicaba a encontrar una manera de ayudar a las personas sin usar el legado de tu abuelo... No fue fácil. Y me tomó mucho tiempo lograrlo.

"Un día mientras Steve y yo paseábamos por las calles de la ciudad, nos encontramos una situación de la cual no puedo darte demasiados detalles... Conocimos a la madre de Samuel allí... Ella... No tenía razones para quedarse con el niño, y yo no podía juzgarla por ello, era comprensible. Pero Steve... Él creía que lo mejor era que lo diese en adopción... A decir verdad... Si no hubiese sido por él, seguramente nunca habríamos llegado a adoptar a nadie en ese momento. Las cosas se dieron solas... Sé que suena raro viniendo de mí, pero, hey... A veces el destino es algo caprichoso.

"Tu hermano es... Fue... Un bebé hermoso. Creo que si lo hubieras conocido sabrías a qué me refiero. Ninguna fotografía le hacía justicia. Quién sabe, quizá sea solo porque soy su padre... Pero... Era realmente algo..."

Tony guardó silencio durante unos segundos, mientras el menor le miraba con los ojos todavía irritados. Stark se encontraba en las mismas condiciones. Cuando la pequeña mano de Peter alcanzó la suya, le miró con cariño. Respiró hondo.

—Éramos felices... Nunca dudes de eso. Por el tiempo que duró, Steve me hizo el hombre más feliz de la tierra... Por eso no me gusta cuando lo tratas así.

Peter no respondió, pero en su mirada estaba escrito su recelo. "Te hirió, eso es más que suficiente para mí" parecía querer decirle, y Tony, conociéndolo como lo conocía, reconoció el gesto a la perfección, con una sonrisa que mezclaba diversión y nostalgia dijo:

—Pudo ser tu padre, trátalo con respeto...

Ante la incomodidad del menor soltó una risotada.

—Lo sé, tampoco puedo imaginarlo.

Peter se mostró de acuerdo, cuando la duda lo asaltó.

—No entiendo, ¿entonces cómo fue que se separaron?

Aunque la incomodidad fue visible en su padre, a Peter le pareció que estaba más relajado que antes. Quizá hablar de ello fuese lo que hacía falta.

—Pasaron cosas inesperadas... Honestamente no se me ocurre una mejor manera de ponerlo.

—¿Samuel?

Los ojos de su padre adquirieron de nuevo ese tono triste.

—Sammy... Enfermó mientras que yo no estaba... —dijo, y por la manera inconsciente en que su mano se quedó en su pecho, para Peter fue sencillo entender dónde estaba él durante ese momento, continuó tras unos segundos— Falleció antes de que alguien pudiera saber qué estaba mal con él.

Ante la mirada de su hijo explicó.

—No, cariño... Stephen no fue quien lo atendió en esa ocasión. Tenía sus propios problemas en aquel entonces... Y no estábamos tan en contacto como ahora—agregó, pensativo

Parker no podía imaginarse aquello. Desde que llegase a la vida de Tony, no recordaba que algún otro médico le hubiese atendido. Incluso por una mínima molestia que Tony le descubriera, su padrino siempre estaba allí para examinarlo. Al principio fue muy molesto, hasta que el señor doctor le explicó que para su padre la salud era un tema muy serio que no debía tomar a juego.

—Padre...

Tony le miró de nuevo, atento. Recibió el abrazo casi de manera automática, mientras que el menor susurraba.

—Lo siento.

No lo comprendió inmediatamente.

—Sé lo que se siente perder a alguien querido... Así que... Lo siento.

Nunca se esperó que aquella calma que tanto buscaba, estaba en las manos de quien menos esperaba.

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Cuando Peter sintió una especie de caricia que le recordó tanto a su padre, supo inmediatamente de quién se trataba. Levantó la vista —sin recordar en qué momento había decidido que el suelo era tan interesante— solo para encontrarse con la mirada del Profesor. Se le notaba taciturno, sus ojos melancólicos. Peter se sonrojó a tal grado que casi pudo sentir colorearse hasta el último de sus cabellos. ¡Había olvidado completamente al lado de quien se encontraba!

—Nunca pensé que mis intentos por alejarte serían el desencadenante... —comenta Xavier, y el menor le toma apenas un minuto comprender a qué se refiere.

Las cartas que tanto hacían rabiar a su padre...

—Creí que, si le pedía que dejara de pensar en él, le ayudarían a centrarse en lo que realmente importaba. No fue la mejor idea...

No pudo evitar enojarse un poco al oírlo.

—Samuel siempre tendrá un lugar importante en su corazón. No puedo competir contra eso...

Charles tuvo que corregirse inmediatamente.

—Discúlpame. Me he expresado mal... Sé que es importante, Peter... Lo que trataba de decir... —busco las mejores palabras antes de formular— Temía que se alejara de ti por vivir en el pasado... He tenido mis propias peleas... Y entiendo lo fácil que es dejarse llevar por los recuerdos...

Peter parecía aun algo herido. Erik, quien no había perdido atención de la conversación, apenas necesitó información para comprender lo que estaba pasando. Dejó de lado la moneda con la que se encontraba jugando desde hacía un rato para luego dedicar una mirada a su esposo, este le miró con vergüenza, con esa expresión que se le escapaba cuando metía la pata sin darse cuenta.

—Como padre puedo decirte que nada es más doloroso que saber que tus hijos pelean por tu afecto.

Peter le miró sorprendido. Una parte por que era la primera vez que se metía en la conversación, y en otra porque nunca se habría esperado un comentario así viniendo de él. Un hombre tan intimidante, con esa mirada tan fría...

—Si Stark te escuchara, probablemente se sentiría mal consigo mismo... Y eso es justo lo que Charles quería evitar.

El menor intentó comprender su punto. Miró al pelirrojo, antes de mirar de nuevo al Profesor. Éste hizo un gesto de culpa mientras le mostraba uno de sus recuerdos. Uno que fue celosamente guardado. La sensación de arrepentimiento estaba marcada con fuego.

Lo vio primero desde fuera, como si otra persona le estuviese observando. Se sonrojó cuando entendió que, efectivamente, en ese momento, el Profesor se había mirado desde los ojos del otro, en un vínculo tan bien formado entre ambos que apenas eran conscientes de las veces en que el Profesor hacía aquello.

Nunca buscando información en su mente, pero siempre presente, de un modo extraño.

Erik le observaba desde el fondo de la habitación, mientras movía las piezas de ajedrez del tablero con parsimonia. Charles se encontraba frente a su escritorio, varias hojas apiladas alrededor suyo en perfectas bolas de basura. Siempre frustrándose con la manera en que expresaba lo que estaba pensando.

Inició una nueva carta.

Querido amigo:

Para el momento en que tengas esta carta en tus manos, el día, seguramente, ha llegado... Odio ser quien traiga el tema a colación, pero estoy seguro de que tú te me has adelantado nuevamente con ello.

Continuó largo rato antes de desecharla. Inició nuevamente.

Lamento tu pérdida infinitamente. Siempre tendrás en mí un amigo en quien confiar, un hombro donde llorar, o un compañero para salir a distraerte... Si me dieses la oportunidad de hacerlo...

La arrugó.

He de insistirte, como en cada oportunidad, que me dejes ir a verte. Sé lo difícil que debes de estarlo pasando, y, aunque no pretendo que ignores el dolor que continúas sintiendo, te pido que por favor pienses en tu hijo. Más que Samuel... Peter te necesita en este momento...

Se apoyó en el respaldo de la silla, antes de sentir el cálido tacto de unas manos acariciando sus hombros. Peter casi podía sentir la intranquilidad como suya en ese momento. El recuerdo se volvió borroso, había una parte de éste que, claramente, el Profesor no estaba dispuesto a mostrarle...

—Está herido, y no puedo hacer nada para ayudarlo...

Erik acarició su rostro, y solo hasta que se observa a través de los ojos de Magneto nota las pequeñas lágrimas en los orbes azules.

—Podemos tomar el jet inmediatamente... Pero eso no es lo que te detiene...

Charles esconde su rostro entre sus manos por unos segundos, mientras que el otro se dedica a dibujar formas por sobre su espalda, en un intento de tranquilizarlo. Lleva varios días así. Varios años así.

Luego de que Stark desapareciera y las cartas mensuales cesaran, Charles pasó semanas intranquilo. No ayudó demasiado que Erik, en aquel momento, tuviese una de sus epifanías que le orillaban a tratar de conquistar el mundo. Para cuando las cosas volvieron a calmarse, las noticias ya hablaban sobre el divorcio del año. Eso afectó el humor del telépata de modo notable. Y fue más evidente cuando las cartas continuaron sin llegar.

No se atrevió a mandar ninguna al principio, aunque ganas no le faltaron. Escribió borrador tras borrador, sin llegar a enviar nada tras varios meses, meses que pronto se volvieron años. Tantas cosas ocurrieron entonces...

—Él no va a recibirme fácilmente, Erik... ¡Lo abandoné!

—Tenías tus propias preocupaciones.

Charles frunció el ceño, molesto. Apartó al otro de golpe.

—¿Y por quién fue eso?

Erik no respondió. Claro que sabía que eso había sido su responsabilidad.

Charles sintió deseos de jalar su cabello de la desesperación. Su preocupación había aumentado en niveles increíbles desde que Strange le llamara. El doctor, preocupado por la salud del genio, y tras hablarlo con el coronel Rhodes, había decidido que lo mejor era contactar al único que había sido capaz de encaminar al terco hombre más de una vez.

—Te ha respondido antes, incluso estando molesto contigo, ¿por qué debe ser diferente ahora?

El Profesor no responde. Demasiado irritado como para molestarse en hacerlo. Pero el comentario del otro tiene un punto. Evidentemente, sus peleas de antaño poco o nada pueden compararse con la situación que tiene por delante.

—Estoy metiéndome en sus asuntos más de lo que nunca hice. Siempre que intento encaminar a alguien a hacer el bien, nunca termina bien para mí...

Si su esposo se ha ofendido por ello, no puede percibirlo.

—Si te considera su amigo, te escuchará.

El Profesor le mira con enfado mal disimulado. Erik toma su mano entonces, pese a que el malestar continuó en su mirada, la ira se va disipando a cada segundo que pasa.

—Él nunca ha sido como yo... E incluso si lo fuera... Eres la persona más insistente que conozco. Va a escucharte, no lo dudes.

Finalmente, la verdadera preocupación de Xavier sale a relucir cuando la mano del otro está fuertemente agarrada a la suya.

—Erik... ¿Él me odiará por esto?

—Estás intentando salvar la relación que tiene con su hijo... Quizá le duela ahora... Pero algún día sabrá agradecértelo... Tal como yo lo hice.

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Peter ahoga un gemido de sorpresa cuando escucha el familiar carraspeo tras ellos. Siente que palidece, y la frase de envejecer segundos tiene sentido para él, finalmente.

—Tu y yo tenemos una conversación pendiente, jovencito... —dice Tony, serio, mientras coloca una mano en su hombro.

Ha pasado olímpicamente de los otros dos, que están sentados frente a ambos. Aquello sería un gesto grosero viniendo de él —a sabiendas de que, al menos uno de los dos, es un amigo que no ha visto en mucho tiempo—, pero teniendo en cuenta de lo que pasa últimamente en sus vidas ser políticamente correcto es la última de sus preocupaciones.

—Hola, padre... —saluda, intentando sonar sereno, sin éxito.

Tony le dedica una mirada helada, pero no dice nada más.

Charles interviene entonces, con una sonrisa amplia en los labios.

—Así que... Ha pasado un tiempo desde que nos veíamos aquí... ¿No es así?


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