CAPÍTULO 16
[ Todos merecen un final feliz ]
El verdadero reto vino después, cuando al fin llegó el momento de decirle la verdad a Tai Heng, que hasta ese punto vivía ignorante de que sus padres se estaban separando.
Pero el niño lo tomó mejor de lo que creían, aceptándolo así sin más. Quizá porque no lo llegaba a comprender del todo, pero para él lo único importante era que sus padres fueran felices. Porque aunque no pasaban tanto tiempo juntos los tres, al menos ahora sus dos papás habían vuelto a ser felices como antes.
Y las piezas en la vida de Kris y Tao empezarona encajar por sí solas. Como dicen, después de la tormenta siempre llega la calma. Para ambos llegó de forma diferente. Para Kris en forma de más tranquilidad, menos presiones en su trabajo y mucho más tiempo de calidad con su hijo. Para Tao en forma de amor.
Baekhyun colocó a Tao sobre la repisa de la cocina tratando de esa manera eliminar su diferencia de altura mientras Tao luchaba por desabrochar los botones de su camisa con urgencia al mismo tiempo que ambos se devoraban a besos casi sin separarse para respirar.
- ¿Y Tai Heng? -Logró formular Baekhyun entre jadeos, cuando separaron unos centímetros para deshacerse del suéter de Tao.
- Está con Kris -respondió rápidamente Tao, aprovechando también para desabrochar el cinturón del castaño.
- ¿No crees que deberíamos ir a tu habitación? -Preguntó esta vez, a lo que el más alto asintió dándo un salto para bajar de la repisa. Tomando su mano y corriendo hacia su habitación.
Una vez ahí entre un beso y otro ambos terminaron de deshacerse de todas las prendas faltantes siendo la última de ellas la ropa interior del mayor. De la cual Tao se encargó con maestría, sin siquiera separar un centímetro sus labios del cuello del mayor.
Baekhyun aprovechó ese momento para voltear sus posiciones en la cama, quedando Tao bajo él, mientras él acariciaba sus largas piernas, queriendo memorizar cada centímetro de él.
- Te amo -Le susurró Tao con la voz un poco entrecortada justo un segundo antes de que el castaño entrara en él.
- Te amo -Le correspondió Baekhyun cuando ambos estuvieron al fin unidos como uno sólo.
Y sacando quedos gemidos de Tao, Baekhyun se fue moviendo, primero con una cadencia lenta, aumentando el ritmo a medida que su placer iba en ascenso. Besándose una y otra vez, entre un jadeo y otro. Susurrando sus nombres y otras palabras de amor en el oído de su amante, hasta que ambos no pudieron hablar más y llegaron al clímax de emociones, Tao primero entre sus vientres y Baekhyun segundos después dentro del pelinegro.
Últimamente así había sido su relación desde que Tao le había anunciado al castaño que estaba oficialmente soltero otra vez hace ya varios meses. La primera vez que volvieron a pasar una noche juntos había sido la misma noche que Tao había conseguido un nuevo apartamento. La siguiente una semana después que salieron a beber algo para celebrar el cumpleaños del castaño, de eso siguió otra vez en la cocina del castaño y otra en la sala de Tao, seguido de otras muchas hasta que definitivamente perdieron la cuenta. Y aquí estaban ahora, enredados el uno con el otro otra vez mientras sus corazones recuperaban el ritmo habitual.
- ¿Qué somos? -preguntó Tao acariciando el cabello castaño en la nuca de su amante.
- No lo sé -Baekhyun depositó un beso en su pecho, cerca de su clavícula- ¿Solo amigos? -Bromeó, haciendo que Tao se riera con él.
- Tengo tanta suerte de tenerte -confesó el pelinegro.
- Lo sé -Baekhyun se acomodó mejor en su pecho, adormilándose con el latido de su corazón.
- Sólo me gustaría que Yifan-gege también encontrara a alguien -susurró Tao, creyendo al castaño ya dormido.
Baekhyun abrió sus ojos de inmediato, renunciando a su sueño y apoyó su cabeza en su mano, poniéndose de lado para escucharlo mejor.
- ¿Kris? -preguntó fingiendo enojo- ¿En serio vamos a hablar de tu exesposo en ESTE preciso momento? -hizo un movimiento señalándoles a ambos.
- ¡Es en serio! -lo regañó Tao dándole un ligero empujoncito en su hombro, para segundos después mirarlo con tristeza- Es solo que ya va a ser un año desde que nos separamos y no creo que lo esté llevando muy bien.
- El amor llega cuando tiene que llegar -recito Baekhyun volviendo a usar su pecho como almohada.
- Sí, lo sé -Miró al cielo raso- Pero no puedo dejar de pensar… ¿Y si el amor de su vida ya estaba junto a él pero por mi culpa se separaron?
Baekhyun lo pensó unos segundos, a decir verdad, eso definitivamente se podía arreglar.
- Creo que tengo un plan -Soltó Baekhyun mientras con sus dedos delineaba la silueta del ombligo de Tao.
- No otro de tus planes, por favor -El Chino lo miró un tanto asustado.
- Este funcionará, lo prometo -Se acercó lo suficiente para susúrrale algo al oído.
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Todos se encontraban en Corea durante las vacaciones de invierno a petición de Tai Heng que había rogado por pasar su cumpleaños junto a sus abuelos, obligando incluso a Kris a acompañarlos. Y hasta ese momento había sido un buen viaje, lleno de recuerdos junto a su hijo. Al menos hasta que Tao y Baekhyun se empecinaron en conseguirle una cita.
“Estás de vacaciones, necesitas conocer gente nueva” recordó las palabras de Tao siempre que trataba de convencerlo “Te vas a quedar viejo y solo” siempre le seguía Baekhyun. Había sido tanta la insistencia de los dos, que al fin había accedido a acudir a un encuentro con unos de los amigos de Baekhyun.
- No sé porqué acepté hacer esto… -Se quejó Yifan acomodando el nudo de su corbata.
- ¡Vamos Gege! -le animó Tao aún guiándolo hacia su “cita a ciegas” que lo esperaba al interior de un restaurante tradicional coreano.
Y sólo bastó un vistazo a través de las ventanas para que Yifan reconociera la figura que lo esperaba adentro. ¡Ese par lo había engañado!
- Tao… no puedo -Susurró Kris haciendo ademán de darse la vuelta- pensé que sería alguien más.
- Yo te dije claramente que sería un amigo de Baekhyun y ya estamos aquí así que ahora ¡Entra!
La decisión en la mirada de Tao daba a entender que el moreno estaba dispuesto a arrastrarlo ahí dentro de ser necesario y teniendo en cuenta la experiencia de Tao con las artes marciales, Kris no quería retarlo.
- ¡Esta bien! -Se rindió y acomodó su cabello por enésima vez antes de entrar.
- Hola -lo saludó tomando su lugar en la silla de enfrente.
- Hola -Chanyeol sonrió- Así que ese par también logró convencerte -Observó.
- Así es -rió Kris- lograron salirse con la suya.
Compartieron una tímida risa entre ellos.
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Mientras tanto, afuera del restaurante, escondido en la comodidad de una parada de autobús y oculto tras unos lentes negros Baekhyun esperaba a que Tao llegara a confirmar el estatus de su plan maestro.
Cuando al fin el chino llegó a su lado con ambos pulgares arriba, ambos pudieron celebrar ¡Había funcionado!
Tao y Baekhyun chocaron sus palmas en un gesto de victoria. Misión cumplida pensaron los dos, alejándose de la escena para darle privacidad a los dos. Pero mientras se alejaban por la avenida Tao recordó la sorpresa que tenía para el castaño.
- Espera -Dijo deteniéndose de repente y sacando de su saco un sobre- Olvidé dartelo esta mañana.
Baekhyun tomó el sobre y de él sacó un papel viendo que se trataba de un acta de nacimiento y un pasaporte coreano.
- Byun Taehyung -Leyó el mayor en voz alta, abriendo grandes los ojos- ¿Es enserio?
Tao asintió.
- ¿Y Kris está bien con eso?
Tao volvió a asentir.
- Hay algo más adentro -le dijo con una sonrisa imborrable en el rostro, cosa que hizo a Baekhyun sospechar.
Metió su mano en el sobre, notando que, efectivamente había un papel más en el sobre, lo tomó en sus dedos notando que el papel era similar al de una fotografía, pero al sacarlo y ver que se trataba de nada más y nada menos que un ultrasonido, sus ojos se llenaron de lágrimas.
- ¿E-es enserio? -Volvió a preguntar esta vez entre una lágrima y otra.
- Sí -Fue lo único que alcanzó a decir Tao antes de que el castaño lo apretara contra su pecho, plantandole un beso ahí frente a todos.
- Cásate conmigo -Susurró en sus labios, buscándo algo en su bolsillo para terminar con un anillo en la mano.
Tao lo observó sorprendido sin poder disimular su sonrisa.
- ¡Sí! -Casi gritó besándolo nuevamente separándolo del suelo los centímetros que tenían de diferencia de altura.
- ¿De dónde sacaste el anillo? -Preguntó al fin Tao sin poder contener su curiosidad.
- Lo tengo conmigo desde hace tiempo-Confesó Baekhyun- Lo compré antes de venir a China.
Y ambos volvieron a unir sus labios esta vez con más calma, sintiendo que flotaban en su propia burbuja.
No podían esperar para darle todas las buenas noticias a Tai Heng.