CAPÍTULO 5
[Ruptura]
Baekhyun cerró el casillero con fuerza.
- ¿Me estás evitando? –Preguntó invadiendo el espacio personal del chino, colocándose a centímetros del otro, enervándose más cuando éste, a pesar de la corta distancia, rehuyó su mirada.
Ya eran casi dos semanas que Tao lo ignoraba completamente, no contestaba sus llamadas y no acudía a sus acostumbradas reuniones.
- Lo siento, estoy ocupado –Le dijo Tao dándole un empujón y saliendo de allí, sin siquiera preocuparse por tomar lo que necesitaba para su clase.
Ahora, más que nunca, había algo raro en el panda, además de que se veía más pálido que un fantasma a pesar de que estaba ganando un poco de peso (Y no es que el realmente se fijará en esas cosas, claro que no) ¿Sería que Tao estaba enfermo o…? Suspiró, ignorando esos pensamientos y como siempre se dirigió al salón de música, dónde únicamente Chanyeol había llegado, no había rastro de Xiumin, Chen ni Kyungsoo ¿Acaso era tan temprano?
- ¿Por qué esa cara? -Le preguntó Chanyeol nada más al verlo entrar con su expresión sombría.
- Hay algo raro en Tao -respondió sin más- Y está evitándome ¿Kris no te ha dicho algo?
- No, no lo he visto mucho -Chanyeol dejó su guitarra a un lado- Ahora que lo mencionas Kris también ha estado un poco raro últimamente -Observó Chanyeol.
- ¿Pero no te ha mencionado nada sobre qué sucede con Tao? -insistió.
- No ni idea, sólo me mencionó que debía comprar unos boletos para ir a China -Recordó el más alto- Pero no es nada raro, hace mucho que no ve a sus padres, tal vez hasta quiera que lo acompañe para presentarnos -sonrió.
- ¿China?
- Sí, pero no tiene nada que ver con tu novio.
- Supongo que no…
Pero fueron interrumpidos por la puerta abriéndose, dándo paso a los tres faltantes.
- ¡¿Están listos para rockear?! -Preguntó Xiumin uniéndose a sus dos amigos interrumpiéndolos por completo sin percatarse.
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Suho vio a Tao acercarse y de inmediato dejó las colchonetas que estaba por guardar en el almacén, ya no quedaba nadie más en el gimnasio, observó.
- ¿Cómo sigues Tao? -Fue lo primero que le preguntó al pelirrojo viendo como este se veía aún peor que la vez que se había desmayado en el gimnasio.
A lo que el menor lo primero que hizo fue doblarse en una pronunciada reverencia.
- Lo siento, Junmyeon-gege
- ¿Qué sucede Tao? -Suho trató de hacer que se levantara para verlo a los ojos, notando como éste evadía de inmediato su mirada.
- Ya no podré seguir más con ustedes en el club -dijo con un dejo de tristeza en la voz- Voy a regresar a China mañana.
Aquello sorprendió al mayor, quién no se había imaginado nada tan serio como para que el menor regresara a su país natal. Pero definitivamente había algo que Tao se estaba guardando.
- Es una pena, tú eras lo mejor que teníamos, no sé cómo nos irá en la siguiente competencia sin tí -Comenzó Suho- Pero Tao… ¿Está todo bien?
Levantó el rostro el pelirrojo para encontrar que este estaba reteniendo las lágrimas.
- Suho gege ¿Qué debo hacer? -Sollozó Tao abrazando al castaño con más fuerza de la necesaria.
A lo que Suho prosiguió con una suave caricia en la espalda del más alto.
- Sabes que puedes confiar en mí, Tao, para lo que sea -Le aseguró tratando de darle confianza al chico.
- Prometes no decirle a nadie.
Suho asintió, ayudando a Tao a sentarse en una de las gradas del gimnasio.
- Y-yo cometí un error y ahora lo arruiné todo -Tao limpió un poco sus ojos- Voy a tener un bebé -soltó.
Aquello no sorprendió a Suho. Realmente eso explicaba el aspecto de Tao.
- Un hijo nunca es un error Tao -Suho tomó su mano- Quizá ahora lo veas así porque es una situación en la que nunca te imaginaste, pero cuando menos te des cuenta ese bebé se convertirá en lo mejor que te haya pasado.
- Se lo diré a mis padres, pero no quiero que se molesten conmigo.
- Te aseguro que lo estarán -Suho no podía decirle mentiras, el pelirrojo debía estar preparado- Pero no pueden estar molestos por mucho tiempo, ellos te aman ¿Irás solo? -Tao negó- Bien. Y recuerda que sin importar qué suceda, aquí en Corea también tienes apoyo.
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No muchos días después en otra de sus reuniones en un club con todos sus amigos, donde claramente los dos alumnos de intercambio de China hacían falta, Baekhyun se enteró, por parte de Chen (Quien parecía siempre estar en todo) que Tao había regresado a China en compañía de Kris. Pero por alguna razón esa noticia no le hizo para nada feliz, al contrario, creó una sensación extraña en su pecho... ¿Angustia?
- ¿Puedes creerlo? –Chanyeol se quejaba ampliamente mientras en su mano sostenía su quinta cerveza- Ni una llamada, ni un mensaje, ¡Nada! Solo se fue con Tao así como así. ¡Y yo pensándo que me presentaría a sus padres!
- No creo que se hayan ido sin decirle nada a nadie… -Había algo sospechoso en todo eso, él por otra parte no había tocado para nada su bebida- ¿Qué más sabes, Chen?
- Yooo… Nada -Aseguró levantando sus brazos y miró hacia ambos lados corroborando que no hubiera nadie más- Pero acá entre nos, quién puede saber algo es Kim Junmyeon, ya saben, era como la madre de Tao.
- Sí, y hay rumores de que Tao estuvo faltando a todas sus prácticas por motivos de salud. Seguro Suho sabe algo -Añadió Sehun, compañero de Kris y Tao en el equipo de basquetbol.
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Tao se revolvía en el asiento del automóvil, habían acordado con Kris que lo primero que harían al bajar del aeropuerto era llamar a los padres de Tao y concretar una cita con ellos. Y Tao había rogado a todos los dioses que conocía que sus padres estuvieran ocupados o que no estuvieran en la ciudad, pero para su infortunio, inmediatamente aceptaron cancelar todo su itinerario para encontrarse con él, después de todo su único hijo había viajado desde Seul a verlos.
Nada más bajando del auto, fue recibido por los brazos de su padre.
- Qué bueno verte, Hijo -Le sonrió con orgullo apretando sus hombros antes de darle espacio a la señora Huang de abrazarlo.
- Te veo muy pálido Taozi -Observó la mujer retirando los mechones de cabello del rostro de su hijo, pero Yifan la interrumpió antes de que pudiera seguir analizando a Tao.
- Señor Huang, es un gusto verlos -Saludó- ¿Creen que podamos pasar adentro a hablar sobre algo importante?
- Claro que sí, cariño -La señora Huang acentuó su sonrisa- Justo le pedí a la señora Wang que preparara la mesa con algunos aperitivos. Deben estar hambrientos -Los apresuró a entrar.
- Yo estoy bien así -Tao negó la taza de café que le ofrecía su madre. A su lado Kris aceptó el café, pensando en su mente que lo que más les hacía falta en ese momento era precisamente una bebida más “fuerte” para ayudarlos a soltar la bomba.
- ¿Tus padres están en la ciudad? -Preguntó el Señor Huang, sacando a Kris de sus pensamientos.
- No, ellos siguen en Canadá. Pero hay algo que Tao y yo queríamos hablar con ustedes urgentemente.
Aquello extrañó a ambos mayores, seguramente habían tenido algún problema con la escuela, pensaron, pero prefirieron no adelantar conclusiones.
- ¿Y bien? -la señora Huang los apresuró a hablar antes de morder una galleta.
Tao acomodó sus manos sobre la mesa y se atrevió a mirar a sus padres directamente a los ojos por primera vez desde que llegó, esperando que la alegría en sus rostros no cambiara por decepción con lo que estaba a punto de decirles.
- Estoy esperando un bebé.
La señora Huang dejó caer la galletita que sostenía entre los dedos y el señor Huang casi se atraganta con su café.
- Más te vale que esto sea una broma, jovencito -Le reprendió su padre, mirando a Tao y después a Kris.
- Es cierto, señor Huang -corroboró el rubio.
- Lo siento papá -Sollozó Tao bajando la mirada otra vez.
- ¡No puede ser! ¡Eres un niño! ¡Ningún nieto mío, va a nacer fuera de matrimonio! –Dejó salir la Señora Huang- ¿Quién es el padre ZiTao? Si no nos das un nombre en este mismo instante, despídete de ese niño, mañana mismo te llevaremos a una clínica a abortarlo.
Tao solo lloraba en silencio.
Kris apretó sus puños, lleno de ira por esas palabras y se armó de valor.
- Es mío, yo soy el padre –Su profunda e imponente voz se elevó sobre las otras- Y no creo que usted quiera ser tan estúpida como para matar al futuro heredero de los Wu.
Y aquello era totalmente cierto, no sólo los Wu eran sus amigos de toda la vida, sino también sus socios más importantes de negocios.
Como si fueran palabras mágicas, la señora Huang se calló y se sentó nuevamente de golpe en su asiento. Y todos esperaron en silencio a que el señor Huang dijera algo, cosa que hizo después de largos y tensos minutos.
- Estoy muy decepcionado de ambos -Dejó salir duramente- De tí - Señaló a Kris- Dejé ir a Tao a Corea porque se suponía que eras un muchacho responsable y cuidarías de él. Y de tí -Señaló a Tao- De verdad creía que te habíamos enseñado mejores valores que esos. ¡Esto es una deshonra!
- Lo siento, papá -repitió Tao en voz queda.
- Ninguna disculpa va a cambiar las cosas -lo regañó su padre- Ahora vayan a descansar del viaje, que yo iré a hablar con los señores Wu sobre esto. Por lo pronto les puedo asegurar que no regresarás a Corea Tao, y si por lo menos tienes un poco de conciencia tú tampoco Yifan. ¡Súban a su habitación!
- ¿P-pero los dejaremos solos? -Interrumpió la señora Huang.
- Ya tienen a un bebé en camino ¡Qué cosa peor podrían hacer! -Dijo el Señor Huang con ironía, saliendo en dirección a su oficina.
Su madre observó a Tao con tristeza, entendiendo que quizá había sido un poco cruel con él, se acercó a él, ayudándolo a ponerse de pie y limpió sus mejillas con los pulgares.
- Hagan como dice tu padre -Señaló con voz suave- Hablaremos más tarde. Kris, llévalo a descansar, hicieron un viaje muy largo.
Kris asintió, guardando un bajo perfil.
- Vamos Tao.
Y ambos subieron las escaleras hacia la habitación de Tao, aquella que siempre compartían cuando la familia de Kris estaba de visita, desde que ambos tenían uso de razón.
- No tienes que hacer esto, ge. Tus padres se molestarán contigo ¿Y qué pasará con Chanyeol-hyung? -preguntó Tao con la mirada perdida en el cielo raso cuando ambos estaban recostados sobre la cama.
El rubio lo calló con un beso en su frente.
- No te preocupes por eso, ya lo resolveremos después –Y sin más envolvió la delgada figura de Tao, resguardándolo en su abrazo hasta que este se durmió. Seguramente el estrés debía estar agotando al menor, pues no tardó más que unos minutos para caer rendido.
A su lado, sobre la mesa de estar, el teléfono de Yifan vibraba anunciando la llamada de Chanyeol en la pantalla.
La llamada nunca fue contestada.
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- ¡Kim Junmyeon! -Le gritó Baekhyun en cuanto éste salía del gimnasio, Chanyeol acompañándolo.
- Tú eres Baekhyun -Suho lo reconoció- Pero... ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con Tao -dijo sorprendido.
- Es justo de Tao de quien quería hablar -Baekhyun lo tomó del cuello de la camiseta arrastrándolo a contestar ignorando por completo la diferencia de alturas- ¡¿Qué sabes de Tao?!
Al parecer teniendo éxito cuando notó que Junmyeon se ponía nervioso.
- Dijo que iría a ver a sus padres para decirles del bebé, pero yo pensé que tú lo sabrías ¿Eres su novio no? -fue un milagro que la lengua de Suho no se trabara de tan rápido que habló.
- ¿Bebé? -Baekhyun soltó a Suho perplejo.
Chanyeol se acercó sin poder creer lo que escuchaba- ¿De qué estás hablando?
- De Tao, ¿De quién más?
- Se fue con Kris -dijo Chanyeol en voz baja encajando ciertas cosas en su cabeza, los celos, las ausencias en los últimos días, el viaje repentino.
Y Junmyeon simplemente no entendía nada.
- Pero ¿Por qué se irían juntos? -Baekhyun pensó en voz alta.
- ¿Y si Yifan es el padre? -Empezó a atar cabos Chanyeol.
- No lo creo. Aunque... cuando hablé con Kris sobre Tao no se veía nada sorprendido… -Suho razonó.
- No -Negó Chanyeol, - Eso explica por qué no contesta sus llamadas, ni sus mensajes. Además de lo raro que había estado las últimas semanas.
- ¡Eso es ridículo, Chanyeol! -Gritó Baekhyun negándose a la idea, con el único recuerdo de él y Tao la noche que se conocieron, en la mente. Aquí el único padre podría ser él.
- No es ridículo ¿Por qué no nos dirían nada, entonces?
El acuerdo, el estúpido plan, seguramente Tao lo había confesado todo, pensó Baekhyun. Kris creía que estaba jugando con Tao y por eso no confiaron en él.
- Es mi culpa... -Confesó. Ahora estaba en demasiados problemas como para también echarse a Chanyeol encima, pero en algún momento tenía que decirle la verdad.
- ¿Qué hiciste Baekhyun? -La pregunta de Chanyeol estaba cargada de una mezcla entre el enojo y el miedo a la respuesta.
- Yo y Tao solo dormimos juntos una noche, después de eso fingimos salir, queríamos que tú y Kris se separaran, se suponía que no era nada serio, pero Tao es demasiado tonto y debió malinterpretar todo, y yo... - ¿Él qué sentía si no era amor? - ...Kris debió enterarse y se lo llevó.
El más alto de los tres se echó a llorar y Baekhyun juró que pudo ver el momento exacto en el que su corazón se rompía. Había lastimado a su mejor amigo.
- ¡Por favor Chanyeol! ¡Me equivoqué, pero eso ya no importa! ¡Primero tenemos que encontrarlos y solucionar este enredo! -Baekhyun empezó a dar vueltas buscando una solución rápida que no lo dejara como un imbécil- ¡Tengo que verlo, Chanyeol!
- ¿Y qué piensas hacer? ¿Ir hasta china a buscarlo? ¡China no está a la vuelta de la esquina! Entiende que ya se han ido, seguramente no volveremos a verlos.
- No, el que debe entender eres tú, ¡No puedo dejar que se vaya! ¡Ese niño es mi hijo!
- ¡No me importa que ese niño sea tuyo Baekhyun! Si no vuelves a verlo es por tu culpa y de nadie más. ¡Eso te ganaste por creer que podías jugar con los sentimientos de los demás! Por su culpa perdí a mi prometido, si tú y Tao no fueran tan estúpidos Yifan y yo estaríamos bien ¡NO QUIERO SABER MÁS DE ELLOS! ¡NO QUIERO SABER NADA MÁS DE TI! -Chanyeol lo soltó con brusquedad y sin querer entender razones, completamente destrozado y se fue sin decir más.
- ¿Que voy a hacer? -Baekhyun detuvo su andar, al fin sintiendo como toda la tensión hacía mella en él.
- Lo siento, yo no sé qué decirte -Por fin habló Suho, que seguía plantado en el mismo lugar- Me gustaría ayudarlos pero… no sé cómo. Chanyeol tiene su punto de razón, ustedes fueron muy ingenuos al creer que no habría consecuencias si jugaban con los sentimientos de los demás.
Suho tenía razón. Había sido muy tonto y demasiado ciego para pensar que todos los abrazos, todas las sonrisas, todos los besos no habían significado nada, que todas las tardes juntos no lo hacían feliz, demasiado estúpido por buscar algo en otro lugar cuando ya lo tenía justo a su lado.
- Pero...yo...lo amo – Sin darse cuenta una lágrima cayó por su mejilla al pensar en todas las oportunidades que había perdido por aferrarse a un amor que ya no existía con Chanyeol. Por culpa de sus tonterías nunca se dió cuenta de todo lo que estaba pasando entre él y Tao.
Ahora lo había perdido y con él, a su hijo.
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