CAPÍTULO 8
[Cambios]
Esa noche Tao apaciguó la curiosidad de su hijo compartiendo con él toda la tarde, viendo películas en la televisión y comiendo palomitas hasta que el menor se encontró dormido apenas entrada la noche. Con cuidado tomó al niño en sus brazos, acariciando su cabello con suavidad al ver que este hacía un ademán por despertar y lo llevó directo a su habitación, apoyándolo con todo el cuidado del mundo sobre su cama y depositando un beso corto en su frente como todas las noches desde que había nacido.
Y aprovechó ese momento para observar al menor. Baekhyun tenía razón, la genética le había hecho una mala jugada a Tao, no había rastro en él que rememorara su familia, desde su tez, su nariz, sus ojos, su sonrisa y hasta sus gestos, todo era igual a Baekhyun. No había manera de negarlo o seguir huyendo. Y aunque decirle la verdad a Tai Heng era una idea que siempre le había rondado por la cabeza, las excusas para no enfrentar la realidad tampoco le habían hecho falta. Ahora era el momento de salir de su burbuja.
- Dormido parece un angelito -La voz de Yifan lo tomó desprevenido.
- No escuché cuándo llegaste -Observó Tao, viendo como su esposo entraba a la habitación para darle también un beso de buenas noches a su hijo.
- ¿Cómo te fue hoy? -El mayor lo interrogó cuando ambos se encontraban en el pasillo.
- Bueno… hoy fue un día extraño. Tengo dos noticias para tí, una buena y una mala -Fue todo lo que dijo Tao, sabiendo que había un tema que tenían que tratar esa noche que no sería muy placentero.
- Esta bien, te escucho. Dejaré que tú decidas el orden.
Tao se removió nervioso en su lugar.
- Yifan -el que Tao lo llamara así quería decir que se trataba de algo serio.
- Sabes que llevamos un tiempo intentando por otro bebé y estuve sintiéndome mal los últimos días -comenzó a Tao- Así que hoy fui al médico a hacerme un chequeo y según la doctora lo logramos, vamos a tener otro bebé.
- Un bebé -susurró Kris perplejo- ¿Es enserio?
Tao asintió, por primera vez sintiendo emoción, quizá contagiado por la felicidad que explotó en el rostro de su esposo.
Kris rió y lo abrazó fuertemente contra su pecho.
- No lo puedo creer -dió un beso en la frente de Tao- No lo puedo creer -repitió esta vez besando sus labios.
Pero la burbuja de felicidad se rompió cuando Kris se separó ligeramente de él en un movimiento brusco, y mirándolo directamente a los ojos preguntó.
- ¿Y cual es la mala noticia? ¿Pasa algo malo con el bebé? ¿Se trata de Tai Heng?
Tao negó evitando el contacto visual, no queriendo observar cómo aquella felicidad se transforma en enojo o algo peor.
- ¿Entonces por qué esa cara? -Como siempre Yifan pasó sus dedos por su espalda para reconfortarlo- ¿No puede ser tan horrible, verdad?
Con cuidado Tao lo apartó completamente de sí. Era ahora o nunca.
- Baekhyun estuvo aquí… -Soltó de golpe.
- ¿Baekhyun? ¿Byun Baekhyun? ¿Ese Baekhyun? -Tao pudo notar la repentina molestia en su voz y el cambio inmediato en su expresión.
-Sí, sabe que TaeTae es su hijo y quiere una oportunidad con él -Kris frunció el ceño. Ahora venía la peor parte- Y yo quiero darle una oportunidad -Fue tajante con sus últimas palabras.
- ¿Una oportunidad?
- Sí
- ¿Y por qué justo ahora? ¿Por qué después de tanto tiempo decide aparecerse? Cómo puede creer que todo será tan fácil como pararse frente a tí pretendiendo estar arrepentido después de haberse se comportado como un imbécil, jugar contigo y herirte -Kris luchó por conservar la compostura- ese sujeto no es de fiar.
- Así no fue como sucedieron las cosas, él no fue totalmente culpable de todo. Y en todo caso fui yo quién le ocultó las cosas. Baekhyun tiene derecho de conocer a su hijo.
- ¡NO! -Explotó al fin- ¡Tai Heng es mi hijo y no voy a dejar que un desconocido venga a hacerle daño! ¡¿OK?! ¡Ni a él ni a nadie de mi familia! -Respiró profundo- ¿Crees que no sé que después de Tae va a tratar de acercarse a tí? ¿O de verdad creíste que todo en él son buenas intenciones?...
Como contagiado por la ira del otro Tao sintió el enojo subir por su cuerpo ante aquellas palabras que entre líneas ponían en duda su propia lealtad.
- ¿Qué quieres decir? -Frunció el ceño enfrentando a su marido- ¿Tan mal piensas de mí? ¿Crees que en cuanto lo vea voy a tirar estos seis años de matrimonio a la basura e iré corriendo a sus brazos? ¿Acaso es tan difícil que confíes en mí?...Y yo que creía que las cosas ya estaban funcionando entre nosotros.
Tao no lo soportó más y salió de ahí. Era imposible razonar con Yifan. Necesitaba pensar.
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Para Kris no fue difícil encontrarlo después de darle varios minutos para que se calmara y calmarse él mismo. Justo como lo imaginaba, lo encontró en su habitación, sentado al borde de la cama, ya sin rastro de enojo, sólo tristeza y preocupación.
De inmediato Tao captó su presencia y con una simple seña le pidió sentarse a su lado, y así fue como hizo Kris.
- Lo siento -como era de esperarse las primeras palabras de Yifan fueron una disculpa- por comportarme tan… inmaduro. No debí explotar así y mucho menos insinuar que desconfío de ti -Kris fue totalmente sincero con su marido, se acomodó mejor en su lugar y miró directamente a los ojos del pelinegro- Pero no puedo dejar de pensar que en cualquier momento puede apartarlos de mi. Es algo que siempre me ha perseguido Tao, desde que decidimos darnos una oportunidad. Dejé tantas cosas por ti -Kris tomó las manos de su esposo entre las suyas y repasó con las yemas de los dedos el anillo de matrimonio en su dedo anular- pero a pesar de todo no me arrepiento, Tao. Ustedes son lo más importante para mí, no podría soportar perderlos.
- Lo sé y yo estaré siempre inmensamente agradecido por quedarte a mi lado -Tao lo abrazó con fuerza, queriendo transmitirle un poco de la tranquilidad que Yifan siempre le traía cuando lo abrazaba a él- Eres lo mejor que me ha pasado en esta vida. Ambos éramos unos niños cuando Tai Heng llegó a nosotros y resolvimos las cosas como pudimos en ese momento. Pero tú más que nadie debería entenderme. Mantener una mentira nunca es sencillo y aunque en un inicio todo parecía ir bien, mientras más veía crecer a mi bebé, más me daba cuenta de lo injusto que era, de lo egoísta que había sido con ustedes. Piensa en todo lo que le arrebatamos a Tae, le quitamos su país, su idioma, su cultura, parte de su familia… le negamos a su padre.
Kris lo negó con su cabeza, la verdad dolía, él mismo lo había pensado tantas veces.
- Yo soy su padre.
- Lo eres -Tao acarició el corto cabello de Yifan- Siempre lo serás. Pero Baekhyun también es su padre y yo no puedo impedir que vea a su hijo.
El rubio soltó un profundo suspiro. Tai Heng merecía saber la verdad de su pasado y por más que quisiera mantener al menor en una caja de cristal toda la vida para que nadie lo dañara, entre más pronto se enterara de las cosas sería mejor para procesarlas.
- Está bien -Cedió- Puede verlo, pero el amor de Tai Heng y nuestra confianza se los tendrá que ganar; y sólo podrá estar con él mientras alguno de nosotros esté acompañándolos.
Tao asintió.
- Hablaré con él mañana -entrelazo sus dedos con los del mayor y los llevó hasta sus labios.
Fue entonces que notó la duda en el rostro del mayor- Pero… ¿Está todo bien? Necesito que ambos estemos seguros de hacer esto, si algo te molesta puedes decírmelo.
- Lo siento, Tao -Kris fue totalmente sincero con su marido, se acomodó mejor en su lugar y miró directamente a los ojos del pelinegro- Pero ¿Y si estamos tomando una mala decisión? ¿Y si estamos condenando a esta familia?
Con sus dedos delineó el rostro del menor, en todos estos años juntos Tao y Tai Heng se habían convertido en su mundo. Nada era más importante para él que ellos dos.
- Gege -Tao sonrió conmovido por sus palabras- Yo también tengo miedo -confesó- pero esto no tiene porqué ser un problema. Al contrario, verás que ahora nuestra familia será más fuerte que nunca.
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Nada iba a cambiar, todo lo hacían por el bien de Tai Heng, se repitió mentalmente Kris esa noche mientras Tao dormitaba en sus brazos y él acariciaba la suave piel de su vientre, tratando de desaparecer la inquietud en su pecho.
Nada iba a cambiar.
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El lugar era grande, muy grande, con paredes cubiertas de tonos pastel y los más adorables cachorros corriendo de un lado a otro o simplemente durmiendo en su lugar favorito.
Dentro, Tao ya lo esperaba en una de las mesas con una taza de café frente a él, su expresión tranquila, casi ilegible. Y, a unos pasos de él, el pequeño Tai Heng en cuclillas acariciaba con sumo cuidado el lomo de uno de los cachorritos.
- Hola -saludó Baekhyun cuando se hubo acercado lo suficiente y se sentó frente a Tao, nuevamente sin poder creer lo bien que se veía.
- Hablé con Kris sobre TaeTae - Tao fue directo al tema- Él no está de acuerdo en que quieras tomar el lugar de padre después de tanto tiempo, pero está de acuerdo con que lo veas, que formes un lazo con él primero.
- Gracias. No tienes idea de lo mucho que he tenido que esperar para verlos, trabajé día y noche para terminar una carrera, para tener un trabajo, para al fin poder venir a buscarlos. Siempre pensando en cómo sería -Baekhyun sentía que brincaba de felicidad. Tomó las manos del chino entre las suyas, apretandolas con fuerza- Gracias -volvió a repetir.
Sin quererlo las mejillas de Tao se colorearon levemente, y con cuidado de que el mayor no lo notara, rehuyó su contacto.
- TaeTae -Zitao llamó a su hijo. Quién, de inmediato, con la agilidad propia de un niño de cinco años se levantó de su lugar tomando en sus brazos al cachorro al que tanto había admirado y caminó hasta su padre, temeroso de dejar caer su tesoro.
- Mira baba, es tan lindo ¿Me lo puedo quedar? -Preguntó ilusionado el menor mostrando con orgullo al cachorro regordete.
- No TaeTae el cachorrito ya tiene una familia aquí y estarán muy tristes si nos lo llevamos.
El niño miró triste al perrito y lo bajó al suelo. Yendo después a sentarse enfurruñado al lado de su padre.
Desde su asiento Baekhyun no pudo evitar sonreír al verlos, se veían tan tiernos juntos. Nunca, jamás, ni en sus sueños más locos podría imaginarse lo bien que hacía Tao de papá. ¿Sería él igual de bueno?
- TaeTae, baba y Byun-laoshi tienen algo importante que decirte -la voz de Tao lo regresó de sus pensamientos a la tierra.
- Veras bebé -Tao acomodó suavemente el flequillo de su hijo con los dedos- tu sabes que Corea y China están un poco lejos -el niño asintió- Bueno pues…-Tao procesó unos segundos el cómo comenzar su relato- Antes de que tu nacieras yo y Baekhyun nos queríamos mucho y estábamos juntos en Corea…
- ¿Se querían? ¿Como en los dramas que vé Jiejie en la televisión?
Tao asintió.
- Exactamente, como en los dramas, pero las cosas no salieron muy bien y yo tuve que regresar a este país justo cuando supe que tú venías en camino. Al final Baekhyun no pudo venir con nosotros, así que Papá Kris decidió cuidarte en su lugar y darte todo el amor que necesitabas.
El menor estaba quieto en su lugar, la mirada centrada en sus pequeñas manitas con el entrecejo fruncido en una cara de profunda concentración.
- Entonces ¿Eso quiere decir que Byun-laoshi también es mi papá? -TaeTae los miró confundido.
Frente a él los dos adultos se miraron entre ellos, tratando de pensar en qué decir después.
- Así es, Baekhyun es tu papá -fue Tao quien habló.
- ¿Pero entonces papá Kris no es mi papá? -los ojos del niño se llenaron de agua.
- Kris siempre será tu papá, Tai Heng. Él te quiere mucho y cuidó de tí como nadie mientras yo no estuve -Esta vez fue Baekhyun quien habló, impidiendo que el menor llorara- Y por eso estaré agradecido, siempre.
Aquello fue suficiente para calmar la pequeña mente del infante, sin embargo su cejo permaneció fruncido.
- Pero si papá Tao es mi baba* y papá Kris es mi fuquin** -Dijo muy seriamente aquello que perturbaba su mente- y tengo tres papás... ¿Entonces cómo lo voy a llamar a usted? -Señaló a Baekhyun dudoso.
- Yo puedo ser tu mamá, si quieres.
Aquello hizo a Tai Heng soltar una carcajada e inevitablemente los mayores rieron con él.
- O puedes decirme Appa -soltó Baekhyun inseguro.
- ¿Appa? -el niño ladeó su carita sin comprender.
- También significa papá, pero en coreano -le aclaró Tao a su hijo.
- Pero puedes decirme como tú quieras -se apresuró Baekhyun en cuanto vió que menor no decía ni una palabra, lo mejor era no forzar las cosas- incluso puedes continuar diciéndome maestro si tu quieres...
- ¡Es perfecto! ¡Será Baekhyun-appa! -Resolvió Tai Heng de repente, al parecer sin prestar atención a las últimas palabras del castaño- Porque usted es de corea, debe tener un apodo coreano- Cruzó sus bracitos y asintió satisfecho con su argumento.
Baekhyun dirigió su mirada hacia Tao, como pidiendo aprobación para aquello. Y sólo bastó un asentimiento del pelinegro para darle el visto bueno. Sin embargo, pronto la atención de ambos fue reclamada nuevamente por el menor, quien de repente sentía curiosidad por saber más palabras en coreano.
Pero, mientras los adultos reían de las ocurrencias del menor, al otro lado del escaparate un hombre los observaba con satisfacción, sin poder creer que en sus manos tenía lo que podía ser la noticia titular más jugosa de ese mes, al tiempo que con su teléfono celular tomaba una fotografía de los tres.
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