CAPÍTULO 9
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Días después, en un imponente edificio que se alzaba sobre el horizonte de la ciudad, el CEO de la compañía hacía su entrada como siempre, siendo seguido de cerca por el becario, el cual le informaba los pendientes que tenía en su agenda.
- Y… señor Wu -el chico dudó unos segundos en hablar, cuando ya había terminado de recitar su itinerario.
- ¿Si? ¿Hay algún problema, Si Cheng?
El chico se aclaró un poco su garganta antes de continuar.
- Su madre lo está esperando en su oficina, dijo que deben hablar urgentemente -sentenció y aquello le cayó como un balde de agua fría a Kris.
- Está bien -soltó resignado- ¿Tiene mucho tiempo esperando?
- Llegó hace unos minutos, pero se veía algo… molesta.
- Bien, gracias Si Cheng, prepara todo para la junta de las 10:00, yo iré a ver qué quiere mi madre.
Sin más Yifan se acercó a paso lento a su oficina, sabiendo que le esperaba un día bastante estresante si la primera persona que veía era su madre. Y no lo malinterpreten, él amaba a su madre, pero desde la muerte de su padre (hace casi un año) estaba siendo un poco difícil lidiar con ella y sus exigencias.
- Puedes explicarme qué significa esto -la mujer lo recibió dejando caer unas fotos sobre la superficie de su escritorio, nada más cruzar el umbral de su oficina. Claramente el asunto era tan urgente que ameritaba saltarse los saludos.
- Hola Mamá -Pero él de ninguna manera sería grosero.
Sin evitarlo su mirada se desvió hacia las imágenes traídas por su madre. En ella claramente se veía a Tao y Tai Heng riendo al lado de Baekhyun, el parecido entre los últimos dos evidente a pesar de la distancia en la que había sido tomada la imagen.
Maldición, pensó Kris. Sabía que debía aclarar las cosas con su familia, pero había pensado en hacerlo en otro momento.
- ¿Quién es ese hombre? -Exigió su madre de inmediato- ¿Por qué está con Zitao? ¿Hay algo que debas decirme, Yifan?
La respuesta era un poco evidente y el rubio estaba seguro que su madre ya había hecho sus conjeturas, pero estaba esperando a que él las confirmara.
- Ese hombre es Byun Baekhyun, mamá -sería mejor que lo dijera de una buena vez, sin rodeos- es el padre biológico de Tai Heng.
- ¡Qué! -la mujer casi saltó de su asiento- ¡Lo sabía! -señaló- Desde el día en que ese niño nació supe que había algo raro en todo esto. ¡Que deshonra! Y pensar que un chico del linaje de Zitao es capaz de semejante barbaridad, mira que engañarte de esa manera. Nunca lo hubiese imaginado de Zitao, que fuera un...
- ¡Hey! -Kris la detuvo de inmediato- ten cuidado con lo que dices, estás hablando de mi esposo y mi hijo.
- ¿Tu hijo? Por favor Yifan… -se acercó unos pasos con cierta cautela- ...es un bastardo -lo último lo susurró la mujer, no queriendo que nadie la escuchara.
- Pues bastardo o no, es mi hijo y heredero. Y te lo advierto madre, no vuelvas a hablar así de mi familia -la firmeza en la voz de su hijo hizo que la mujer bajara un nivel a la intensidad de sus palabras, pero definitivamente no estaba dispuesta a dejar el tema.
- ¡Qué escándalo! -chilló la mujer llevándose una mano a la frente como si tuviera jaqueca- ¿Qué haremos cuando la prensa se entere de esto? Tienes suerte que me enteré por un contacto de estas fotografías y las pude comprar a tiempo, de lo contrario la imagen de la compañía ya estaría por los suelos.
Como era de esperar, lo que le preocupaba a su madre era la imagen de la compañía. Lástima para ella que a Kris no le importaba en absoluto.
- Yo lo resolveré cuando sea el momento, madre. Por ahora, por favor, no te intrometas.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo, después de que te engañaran todo este tiempo?
- No madre, yo lo sabía desde el principio -defendió a Tao- Nadie me engañó, ni obligó a hacer nada. Al contrario, yo lo hice para proteger a Tao.
- ¿Lo sabías?
- Sí, así es.
- ¿Y no piensas hacer nada al respecto?
Kris suspiró con cansancio.
- No mamá, no pienso hacer nada al respecto.
- ¿Entonces dejarás que tu esposo se pasee por ahí con otro hombre a tus espaldas? ¡Eso es absurdo! Te recuerdo lo que dicen Yifan: donde hubo fuego cenizas quedan. No deberías ser tan confiado, cuando menos te lo esperes tu matrimonio estará terminado.
Su madre había puesto el dedo en la llaga, de aquella inquietud constante en la mente del más alto, pero aún así no cedió, recordando lo que le había dicho Tao, debían confiar el uno en el otro.
- No se trata de eso madre, esto es por Tai Heng, Baekhyun sólo quiere ver a su hijo. Tao y yo no planeamos separarnos, mucho menos ahora con otro bebé en camino.
La mujer casi se va de espaldas.
- ¡¿Un bebé?! ¡Con más razón deberías deshacerte de ese hombre! ¡No puedes dejar que esto se salga de control! Sabes que tu padre tenía muchos contactos, y si tu lo deseas con una sola llamada podríamos encargarnos del problema.
- Espero que no estés insinuando que le haga daño al padre de mi hijo.
- Claro que no tonto, me refiero a algo más… diplomático, por ejemplo, con una llamada podemos hacer que tenga problemas con su visado y lo deporten de regreso a Corea.
- Mamá, por favor -casi rogó Kris, esperando que esta vez su madre si entendiera- Manténte al margen y por lo que más quieras, no se te ocurra ir a molestar a Tao por esto. Ahora mismo entre menos estrés reciba es mejor.
- ¿Porqué? Él mismo se lo buscó, nadie más que él es el culpable de éste enredo -La mujer rió con sarcasmo- Yo quería otro nieto, pero ahora no estoy segura con todo esto ¿Y por lo menos esta vez estás seguro que si es tu hijo o piensas volver a hacerte responsable por otro de sus problemas?
Aquello fue la gota que derramó el vaso, de no ser porque se trataba de la misma mujer que le había educado y le había dado la vida, así como por la promesa de cuidarla que le había hecho a su padre en el lecho de muerte, ya habría cortado lazos con ella, sólo por ese simple comentario. Pero alguien tenía que comportarse como adulto en esa habitación.
Se puso de pie, caminó y abrió la puerta de la salida.
- Tengo una junta en unos minutos, será mejor que te vayas.
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Había terminado su segunda reunión con Baekhyun en la cafetería y Tai Heng caminaba de la mano de su padre, contento mientras lamía una paleta que su appa le había regalado.
- TaeTae -le llamó Tao con tranquilidad- ¿Cómo te la pasaste? -indagó.
El menor dejó de lado su golosina un momento para analizar la pregunta hecha por su padre.
- ¡Genial! Me gustan mucho los perritos-resolvió Tai Heng con simpleza.
- ¿Y qué piensas de Baekhyun?
Contrario a lo que Tao pudo esperar el menor sonrió de oreja a oreja con la mención de ese nombre.
- Me gusta mucho -soltó alegre- tener tres papás es todavía más genial que tener sólo dos.
Zitao sonrió, feliz de que su bebé lo tomara tan bien, y con cuidado lo ayudó a subir a su asiento en la parte trasera del automóvil.
Horas más tarde, la rutina había vuelto a ser la misma de siempre.
Hace unos minutos habían terminado la cena y faltaba poco para que Liyin tuviera que marcharse a casa, al parecer su hermano Yixing pasaría por ella aprovechando que su última clase había sido unas cuadras cerca.
Tai Heng como siempre había insistido en querer permanecer despierto hasta que su padre llegara del trabajo, pero como era de esperarse se encontraba oscilando entre la conciencia y el sueño, casi desde que decidió sentarse en el sofá de la sala a esperar.
Tao por su parte se encontraba al lado del menor, mirando las fotografías de su Weibo de manera distraída, cuando la puerta de la casa sonó. Aquello les extrañó a ambos, porque Kris no debía llegar hasta dentro de al menos otras dos horas y Yixing apenas había mensajeado que estaba en camino. Debía tratarse de alguien más, ¿pero quíen podría ser a esa hora?
- Llevalo a dormir, por favor Liyin-jiejie. Yo veré quién es.
La chica asintió a la orden de su jefe tomando al menor en brazos, y llevándolo a su habitación.
Tao abrió la puerta de su casa, esperando encontrar a alguien más en la puerta, nunca se imaginó una visita de su suegra en ese preciso momento ¿No se supone que estaba en Canadá?
La mujer entró hecha un tropel a su casa, como siempre que estaba molesta por algo. Tao suspiró. “Aquí vamos” pensó.
- Me he enterado de las buenas noticias -Saludó la mujer con una sonrisa de oreja a oreja evidentemente maligna- Te he traído algunos tés que son muy buenos para el embarazo.
Eso lo explicaba todo.
- Muchas gracias -por más que quisiera Tao no podía olvidarse ser educado, recibió el regalo de su suegra dando una leve reverencia de agradecimiento.-
- Les traeré un poco de té -La voz de Liyin sonó a su lado, al parecer habiendo cumplido eficientemente la tarea de recostar a Tai Heng sin despertarlo.
- Gracias querida -le sonrió la señora Wu, tomando asiento en la sala, sin apartar su mirada escrutadora de Tao.
- ¿Está todo bien? -La interrogó Tao, al darse cuenta que había algo más detrás de la visita de su suegra. ¿Qué tanto le había dicho Yifan?
- Bueno, Zitao, tu sabes que desde que murió mi esposo, mi hijo pasó a ser el soporte de esta familia, pero como sabemos Yifan está tan ocupado con los negocios y alguien tiene que encargarse de proteger y resguardar la dignidad de la familia Wu, así que yo con gusto he tomado esa responsabilidad en mis manos.
- No entiendo… ¿De qué me está hablando? -Odiaba cuando su suegra le daba tantas vueltas a las cosas, mejor que le diera su nueva queja de una vez por todas.
- Estoy hablando de que sé los secretos que escondes, sé que mi nieto no es más que un bastardo y que su padre ha venido a buscarlo -La mujer sacó de su bolso las mismas fotografías que le había mostrado a su hijo esa mañana- Más te vale que no estés jugando con mi hijo…otra vez. Evitémonos la molestia de tener que hacer la petición pública de una prueba de ADN cuando este nuevo niño nazca -señaló su vientre con desdén.
- ¡Qué rayos..! -Tao se detuvo a tiempo de decirle algo peor a la mujer.
- Yo estoy dispuesta a lo que sea por defender el honor de mi familia. Espero que tú estés dispuesto a defender el poco honor que te queda. Como también espero que le ahorres el disgusto a mi hijo de oír sobre esta conversación.
Justo como siempre, como caída del cielo, Liyin apareció en la habitación con una bandeja, interrumpiendo las hostilidades.
- Su té, señora Wu.
La mujer vió a la muchacha y después a su nuero otra vez.
- Muchas gracias Liyin eres muy dulce querida, pero Tao y yo ya hemos terminado -puntualizó, no había más que declarar. Y sin siquiera despedirse del pelinegro se puso de pié y se marchó.
- ¿Qué rayos ha sido eso? -dejó salir Tao al ver como la puerta se cerraba detrás de la mujer. Y en su interior agradeció que su hijo estuviera dormido y no escuchara nada de esa desagradable conversación.
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Hoy más que nunca Baekhyun se sentía con muy buen humor. Esa misma tarde la había pasado nuevamente con Tao y Tai Heng. Entre risas y juegos las cosas no podían ir mejor, incluso había llegado a mostrarle a su hijo algunas fotos de su lado de la familia en Corea y el menor se había mostrado más que entusiasmado por irlos a conocer algún día.
Después de despedirse de ellos, una sensación cálida en su pecho lo había seguido en todo a su camino a casa. Y no desapareció en todo el tiempo que siguió, su humor era inmejorable y su inspiración estaba en su punto álgido después de mucho tiempo. Así que sin darle muchas vueltas, se sentó en su escritorio a completar el trabajo que tenía pendiente.
El encontrarse en otro país no impedía que tuviera que trabajar, por suerte el suyo era un trabajo que perfectamente podía realizar a distancia mientras el plazo de entrega se cumplía. Baekhyun estaba inmerso terminando los últimos toques de su composición cuando el teléfono sonó a su lado.
Dejó a un lado la pluma en su mano y acomodó mejor sus lentes sorprendido de ver el remitente de la llamada: “Chanyeolie~ah” decía la pantalla de su celular.
Tomó el aparato y algo intrigado deslizó su dedo para contestar.
- Baekhyunnie~! -Empezando por ahí, eso sólo podía significar problemas.
- ¿Si?
- No quiero molestarte, pero ¿Crees que puedas venir a recogerme al aeropuerto?
Por un momento sintió el alma saliendo de su cuerpo.
- ¿Aeropuerto? Pero si tú estás en corea... ¡¿Dime que no estás hablando del aeropuerto de Qingdao?!
- Jajaja ¿De qué otro lugar estaría hablando? -La voz de Chanyeol se escuchaba inusualmente juguetona.
- Tienes que estar de broma.
- Por qué tan gruñón si fuiste tú quien me dijo que cerrara el ciclo.
Maldita sea ¿Porqué justo ahora Chanyeol decidió seguir uno de sus concejos si lo había ignorado casi toda una vida?
- Lo sé pero no me refería a esto.
- Es un poco tarde para sermones Baekhyun, acabo de bajar de mi avión.
- ¡¿Qué?! -por poco el castaño deja caer el teléfono al suelo.
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