-Choi Minho…
-Hola Taemin.- Cada célula en su cuerpo vibró al momento de pronunciar su nombre. Estaba aquí, frente a él, después de tanto tiempo. -¿Cómo has estado?- Tragó con dificultad, observando la mueca que aquel chico hacía ante sus palabras.
-Jonghyun me dijo que me estuviste buscando.- Taemin apretó los labios, no dando señales de querer seguir hablando.
Para Minho era obvia la barrera que Taemin estaba colocando. Esta no era una conversación por los viejos tiempos, ni siquiera de cortesía. Y no podía creer que ya no podía identificar al chico que estaba sentando frente de él. Era tan diferente ahora, con su cabello más corto, arreglado y luciendo su tono natural. Además, a pesar de tener las orejas perforadas por completo, sólo estaba usando un arete en cada lado. Tampoco llevaba puesto todo el maquillaje que antes le caracterizaba. Este era un Taemin mucho más mesurado en su apariencia, que el que había dejado cuatro años atrás. Incluso, su estilo de vestir había dejado de ser un poco escandalosos, inclinándose hacia el lado de lo cómodo. Definitivamente, este era un Taemin adulto, que ahora le miraba con incomodidad, royendo el interior de su mejilla en lo que esperaba una respuesta. Sus manos cruzadas sobre la mesa se crispaban nerviosamente de manera disimulada, ante la agonía del silencio.
-…Si, te estuve buscando.- Exhaló, enderezando su postura. No quería verse amenazador, pero Taemin realmente lucía que estaba a dos segundos de ponerse en pie y salir corriendo. -Quería saber de ti.
Su ceño fruncido, junto con la incredulidad en su mirada fueron más que pistas que Minho registró; Taemin no quería estar ahí, no quería hablar con él, y definitivamente, no estaba comprendiendo los sentimientos que Minho tenía embotellados desde hacía meses, cuando decidió volver.
-Fue difícil hallarte,- comenzó a explicar. -sobretodo porque yo no contaba con nadie a quien preguntarle. Me tomó un tiempo, pero al final logré dar con Jonghyun, quien me dijo cómo podía hallarte…Y también mencionó a tus hijos.
Si pudiera describirlo de algún modo, Minho diría que Taemin estaba al borde de atacar. Se veía retraído en sí mismo, totalmente incómodo.
-No entiendo por qué me buscabas, pero aquí estoy.- Gruñó por lo bajo, dejando totalmente de lado el comentario de los niños. Probablemente deseaba que, si no eran más mencionados, Minho realmente dejaría de cuestionarse ese hecho. -¿Qué es lo que quieres Choi?
Una dolorosa punzada atravesó a Minho.
-Quería saber de ti. Honestamente.- Exhaló, hundiendo los hombros. Tal vez si era sincero, Taemin dejaría de estar tan a la defensiva, y pudieran hablar de manera adecuada. -De todas los pensamientos que llegué a tener, que me pedían volver a casa, sólo el tuyo fue el que me terminó de impulsar a regresar.- Confesó. -No estuvo bien como dejamos las cosas, y…Supongo que, tenía que disculparme de la manera adecuada.- Porque lo notaba, no había espacio absoluto en un intento de regresar a ser una pareja. Taemin no estaba en lo absoluto interesado, ni siquiera a verle. -Fui un patán, me antepuse por completo, cuando éramos una pareja. Debí haberlo hablado contigo primero, explicado todo lo que estaba sintiendo. Tal vez las cosas hubieran sucedido de distinto modo…
-Si, debiste, pero no sucedió.- Taemin le interrumpió, con la mirada seria, y los hombros cuadrados. Exhaló por lo bajo, asintiendo. -De acuerdo, te perdono. Pero no hay más que podamos hacer al respecto. Eso ya es pasado, las cosas no cambiaran de como fueron. Sólo queda seguir adelante, siempre es así.- Se encogió de hombros.
-Taemin...- Le detuvo de inmediato. Se notaba a kilómetros la desesperación, sus ganas de querer salir de ahí urgentemente. Y todo eso, sólo le indicaban a Minho lo que tanto estaba temiéndose. -Todavía hay algo de lo que tenemos que hablar.- Indicó, bajando el tono en su voz, siendo cuidadoso. -Tus hijos, tienen cuatro años.- Se lamió los labios, preguntándose cómo continuar. -Yo me fui hace poco menos de cuatro años…¿acaso ellos…?
-Son míos, Minho.- Taemin cortó.
-Pero deben de tener otro padre.
-No importa quien es su otro padre, no lo necesitan. Me tienen a mí.- Entonces se puso de pie, dispuesto a irse. Si no hubiese sido porque Minho se adelantó y le tomó por la muñeca, con la mirada rogante.
-Por favor, Taemin. Necesito saberlo, ¿ellos son mis hijos?
~*~
Taemin exhaló, tocando el timbre. Se sentía exhausto, en tantos niveles, que no sabía por dónde empezar a descansar. La puerta abriéndose le indicó que dejara su mal rostro atrás, pusiera su máscara de alegría de nuevo y su actitud positiva ante la vida.
-Hey.- Heechul le saludó, haciéndole pasar. -¿Cómo salió todo?
-Supongo que de algún modo resulto.- Taemin se encogió de hombros, saludando rápidamente a Momo que se encontraba en la mesa, con un libro entre manos. -¿Dónde están los mellizos?
-Se quedaron dormidos hace media hora, tuvimos una fiesta de baile y eso los dejó exhaustos.- Heechul rio, señalando la habitación extra, en donde ambos niños se encontraban durmiendo. -Así que tenemos tiempo, cuéntame qué sucedió.
Otro suspiro, esta vez Taemin dejando de lado su cara de alegría. Sus hijos dormían, así que no le verían tan decaído, estaba bien dejar de pretender.
-Él lo sabe.- Asintió, dejándose caer en el sillón de la sala. No se sorprendió al ver que Momo había dejado su estudio, y se acercaba, también portando un mueca preocupada como la que Heechul había puesto al escuchar las noticias. -No tuve ni siquiera oportunidad de pretender.- Se cubrió la cara con ambas manos, ahogando un grito en el fondo de su garganta. -Cuando Jonghyun me dijo que le había mencionado que tenía hijos, estaba aterrado. Cuando me llamó, creí que lo mejor era decírselo, pero entonces cuando le vi sentado ahí, en la cafetería. Estaba tan asustado, que pensé que si no lo mencionaba, quizás todo saldría bien. Que podría irme sin más…
-Taemin, está bien.- Momo colocó su mano sobre el brazo de su amigo, tratando de darle algo de consuelo.
Taemin suspiró, buscando tranquilizarse un poco antes de continuar.
-Pero él ya lo sabía.- Sus hombros se hundieron, luciendo totalmente derrotado. -Minho nunca fue idiota, sumo dos y dos mucho antes de que yo llegara. Sabía que eran sus hijos, sólo me pedía que se lo confirmara.
-Ellos no son sus hijos.- Heechul le interrumpió, cruzado de brazos. -No se merece ni siquiera estar mencionado en la misma oración que los mellizos. Tomó su decisión de manera egoísta, y las consecuencias de ello es no ser padre de los mellizos.
Taemin asintió, pasándose la mano por la cara, exhalando.
-Así pensaba, pero entonces…
-No me los vas a quitar.
-No te los quiero quitar, sólo quiero conocerlos…
-Se ve tan arrepentido de la decisión que tomó hace cuatro años, y se muestra tan interesado en conocer a los gemelos.
-¿Vas a permitirlo?- Le cuestionó Momo. -Es tu decisión, después de todo.
-No es mi decisión, Momo.- Los ojos de Taemin se llenaron de lágrimas. -Por más que no lo desee, es el derecho de ellos. El conocerle, saber de su existencia.
-¿Y qué hay de ti, Taemin? Tenías el derecho de recibir su ayuda, y no la tuviste.- Heechul se mostraba genuinamente enojado.
-Sabes bien que fue mi decisión, Hee. Y sabes por qué lo decidí.- Le sonrió a medias, exhalando. -Si sólo quiere conocerlos, no puede haber mayor daño, que el ya hecho.
Heechul suspiró, dejándose caer al otro lado de Taemin. Le palmeó el brazo, y entonces agregó:
-¿Qué opina Jihoon al respecto?
Taemin mordió su labio inferior, terminando por agitar la cabeza.
-Esa es una buena pregunta, ya que todavía no se lo he dicho.
~*~
-Entonces le llamé y quedamos en reunirnos.- Minho exhaló, cruzándose de brazos. Había ido con la única persona que sabía escucharía toda la situación desde una posición neutral. -Kibum, no tienes idea de como fue.
-Ciertamente, no puedo creer nada de lo que me dices.- Frunció el ceño, apoyándose en el mostrador. -Taemin, simplemente no suena a él.
-Eso creía yo…- Exhaló. -Y cuando le vi en la cafetería, me quedó claro que estaba viendo a otro Taemin. Tan diferente, tan cambiado…Y seguía siendo él.- Sonrió a medias, con una tibia sensación de nostalgia en el pecho. -La forma en que tuerce los labios cuando no está seguro de algo, o como mira al encontrarse receloso de alguna decisión. Estaba tan asustado de estar ahí, tenía los sentimientos a flor de piel, y no había forma de que lo escondiera. Y entonces le enfrenté, le pregunté por los niños.
-Cielos…esto realmente es increíble.- Kibum señaló.
-Lo es, y más cuando ves cómo sus ojos se iluminan al hablar de los niños. Incluso, por más que trató de desviar el tema. No puede esconderlo.
-Y entonces Minho, ¿lo son?- Le dedicó una mirada algo preocupada. Después de todo, si esos niños eran sus hijos, Taemin había hecho tanto para esconderlos, y le había funcionado tan bien su plan. ¿Cómo no fue capaz de darse cuenta en cuanto su joven amigo cambió radicalmente de actitud? Eso hacía que Kibum se sintiera un poco culpable.
-Si, ellos lo son.