Hassim sigue atendiendo su tienda como si fuera un día normal. Ione sigue durmiendo desde anoche, y Kiran se ha ido apenas unos momentos después de que viera. Cree que puede encontrar ese lugar ahora porque no hay dos montañas iguales. He esperado desde entonces, poniendo atención a lo que me dicen los fantasmas. Sé que debería estar feliz de que encontremos a Hadrien, pero no me siento bien, algo saldrá mal. Es una de esas cosas que solo sabes, una afirmación que no necesita de fantasmas parlantes. Kiran no quiso llevarme cuando se lo pedí, no le insistí más porque creo que será peligroso y él no ocupaba cuidarme de cualquier cosa que pase allá.
— ¡El pastel!
— ¿Ione?— se sienta, agitando las manos— ¿Estas soñando?
— ¿Han? ¿Qué paso?
— te quedaste noqueado cuando llego Kiran. Él fue por Hadrien, debe estar buscándolo ahora.
— Lo siento, no quise dormirme…
— No importa, sirvió mucho, gracias— de no ser por Ione nos tardaríamos mucho en encontrar a Hadrien— ¿Estás bien? creo que tengo una poción para el cansancio.
— estoy bien, nunca había hecho una ilusión de algo que no conozco. Me siento increíble, y tú debes estar feliz de que volverás con Hadrien… o quizá no ¿Qué pasa?— Dudo unos momentos, Ione ha sido agradable y el único amigo que he tenido en mucho tiempo.
— creo que va a pasar algo malo… no saldrá bien eso de ir. Yo quería ir pero Kiran dijo que no ¿es una molestia que yo este allá? No quería molestar, y no sé cómo desparecer. Ah, pero si voy las cosas pueden salir peor ¿no? con la mala suerte…
— eh… no creo que seas molestia, pero si hay una pelea será peligroso y es mejor esperar a que Kiran nos diga algo.
— Quiero ir ¿Qué pasa si a Kiran le matan?— Ione ni siquiera se molesta en ocultar que no cree que Kiran pueda morir— pero si Kiran es alguien normal, es fuerte pero no inmortal y mucho menos invencible, podría perder.
— No hables del futuro, ayer hable con Hassim y no lo entiendo para nada— El futuro es complicado, me he dado cuenta ahora que escucho a los espíritus. Sabía que no es seguro porque he vivido con Hadrien y he aprendido más cosas de las que creí— ¿Estás seguro de que quieres seguir con Hadrien?
— ¿umm? Sí, no tengo a donde más ir, y es un buen maestro.
— da miedo.
— a veces, pero me ha cuidado. Quizá de ahora en adelante me enseñara más cosas.
— si quieres aprender más cosas debes decirlo. Está bien si eres egoísta de vez en cuando, porque siguen siendo los malos— me sonríe, usa esa frase que yo uso, eso de que somos los malos.
— ¿Qué es lo que harás tu? Ha sido divertido ver las series y leer comics con alguien que si lo entiende.
— Lo sé, siempre pensé que era el único de nosotros al que le gustaban esas cosas. Será aburrido volver al parlamento.
— Si practico mucho podría hablar contigo por medio de los espíritus— Ione hace una mueca, niega con la cabeza.
— Es un poco escalofriante y no puedo verlos como tú— Ah, cierto, con todo lo que hemos hecho me olvide de que Ione no es un nigromante.
— Umm, ojala tuviéramos una forma de seguir hablando. Sera aburrido otra vez.
— ¡Iremos a un evento de comics!— ¿Qué? Creo que él sigue algo dormido— más bien, como dijiste eso, pensé que podríamos ir alguna vez a uno de esos eventos. Te lo prometo.
— ¡Ah! ¡Sí! ¿Cuándo? ¿A cuál? Que sea una donde pueda entender lo que dicen, y comprar muchas cosas…— solo de imaginar un lugar lleno de las cosas que más me gustan, donde no seré raro y en donde a todos les gustan— pero no resuelve el problema de cómo vamos a hablar— Y con Hadrien no nos quedamos mucho tiempo en un mismo lugar— Ojala tuviera un teléfono. Casi convencí a Hadrien para tener uno, pero al final pasaron muchas cosas.
— no me dejan tener aparatos de esa clase.
— ¿Y cómo es que ves los programas?
— Voy al cine… y tengo una computadora portátil oculta— de verdad me agrada mucho Ione, no es como los demás del parlamento que siguen todas las normas y lo que otros les dicen que es lo correcto. Nunca me intereso ser parte del parlamento, y no porque Hadrien les deteste ni porque supiera que yo no soy bienvenido con ellos. Simplemente las cosas que quiero y las que ellos quieren no son las mismas— Deja de burlarte, es complicado estar escondiéndome todo el tiempo.
— pero tu hermana te cubre, ella lo sabe y no dice nada.
— no lo dice porque no es importante y no está prohibido ver programas, solo tener aparatos. Saben que me gustan esas cosas pero nadie puede saber cómo es que tanto. Supongo que piensan que lo hago cuando salgo de misión y tengo tiempo libre.
— Le preguntare a Hassim si no sabe cómo podemos hablar…— Tiene tantas cosas que podría servirnos cualquier cosa. Abajo no hay clientes, acabo de escuchar la campanita sonando y solo Hassim está aquí. No entiendo porque tiene una tienda pudiendo tener cualquier otro negocio. Vender cosas viejas en Egipto no está entre las cosas que quiero hacer o que haría si tuviera el poder para hacerlo que quiera, además ¿Qué hace con el dinero que gana? No creo que un ifrit ocupe dinero. No, no es eso lo que voy a preguntar.
— Hanley, ¿Qué se ha perdido?
— nada ¿tienes noticia de Kiran?
— No, no somos amigos precisamente. Le ayudo como un favor a Hadrien— de seguro luego cobrara ese favor ¿Qué es lo que ha pagado Kiran?
— ¿puedes llevarme a ese lugar?
— Podría, pero no— ah, lo imagine, no tengo nada que pueda usar para pagar— Hanley, no temas usar tu poder— la tienda se abre y entra otro grupo de personas, una familia. Me quedo mirando en la escalera. Es una familia pequeña, una pareja y dos niños, no escucho lo que dicen pero todos se ven contentos, tomándose fotografías y viendo los objetos que hay aquí. Los niños son pequeños, o eso creo.
¿Así es como nos veíamos en casa? no recuerdo haber salido muchos con mis padres, y ahora que pienso en ellos, también los estoy olvidando. Ya no recuerdo bien el rostro de mi madre, ni la voz de mi padre ¿tenía un trabajo? Recuerdo que jugábamos en la sala, o en mi habitación. Tenía muchos juguetes y películas… mi mamá cocinaba y a veces le ayudaba. Eso no lo he olvidado, tampoco que no había más niños en casa y no me dejaban salir a jugar con los otros niños en la calle. Nunca pregunte porque pero ahora sé que ellos solo querían protegerme, no hay forma de explicar mis ojos o mi cabello. Yo quería un hermano, o hermana ¿nos veríamos como esos niños? ¿Podría usar magia también? ¿Sería igual que yo? Quizá mis padres no pensaban en tener otro hijo si creían que sería como yo, o quizá solo no tuvieron tiempo. Los recuerdos más claros que tengo de ellos están cubiertos de rojo, el olor a muerte y la sangre manchando todo es lo que recuerdo perfectamente y entre esas manchas rojas y la sala sucia de a casa, esta Hadrien. Y prácticamente mi vida comienza desde allí…
— ¡Ione!
— Wow, te vas a caer si corres así.
— Necesito ir a donde Hadrien, ahora.
— Han…
— Ahora— Si Hassim no puede ni quiere llevarme, la única otra persona que puede hacerlo es Ione— Es importante, no te lo pediría si no fuera así.
— ¿te dijeron algo?
— No, esto es…— como lo que sentí cuando vi a Hadrien por primera vez: Sabia que estaría bien ir con él, que no iba a pasarme nada y que no tenía que tener miedo, ahora lo que siento es que debo estar allá de inmediato— es diferente, no pierdas el tiempo haciéndome hablar.
— eh... ah, maldición, nunca he… no tengo mucho haciendo desapariciones, no conozco el lugar y llevarte también…
— Por favor— Ione suspira, da unos pasos atrás y luego da unas vueltas a una de las mesas, pasándose las manos por el cabello.
— Arg, ¡Bien, vamos! Lo que pides… Kiran va a echarme bronca si vamos, pero si no vamos será Hadrien quien lo haga y entre los dos no dudo quien será peor— Me extiende la mano, paso sobre la mesa para alcanzarlo— voy a intentarlo, no esperes que atine a la primera…
— Confió en ti, Ione.
— Mierda…— No puedo preguntarle por eso, pues desaparecemos. Esto de aparecer y desaparecer siempre me gusto, es como parpadear y encontrarte en otro lugar diferente. Las pocas veces que lo hacemos siempre son lugares increíbles, pero Hadrien prefiere usar los transportes humanos, dice que es más seguro. Siempre intento no cerrar los ojos, pero es imposible, ahora que llegamos parece que sigo viendo una de las ilusiones de Ione: Estamos de pie frente a la casa que nos mostro, rodeados de arboles, aunque todo está nublado y lloviendo.
— Ah…— Quiero decirle a Ione que llegamos, él tiene los ojos muy cerrados y su mano me está apretando mucho los dedos— ¿Ione?
— lo siento, me he equivocado.
— No lo hiciste, abre los ojos— Lo hace, y parece muy confundido— Solo está lloviendo.
— no. esta lluvia no es normal… ¡Kiran!— me hace correr, creo que no se dio cuenta de que no nos soltamos. La casa está más lejos de lo que parece, porque aún no llegamos y estamos jadeando, intentando subir por la colina. Estar aquí pica, como si cientos de chispas pegaran en mi piel, esa es la sensación de la magia, mucha magia. Intento correr más, pero no puedo usar una mano para correr bien y tropiezo al mismo tiempo que un rayo cae en la casa, nos deja ciegos y medio sordos unos momentos.
— ¿eso es normal?
— No… ¿estás bien?— Ione no se cayó porque me soltó la mano.
— sí, lo siento pero esta todo resbaloso y lodoso. Me gusta el lodo, pero…— se ríe y me extiende la mano otra vez. Caminamos a la puerta, es pesada pero se abre cuando la empujamos entre los dos. La casa esta medio destruida por dentro, como si hubieran metido una demoledora aquí dentro.
— ¿Por dónde deberíamos ir?
— Umm… por allá— nunca me pierdo, es lo bueno de ver fantasmas que me dicen el camino— es increíble aquí.
— es muy tenebroso y escalofriante… me gusta ¿Dónde se metió Kiran? No puede ser tan grande este lugar— El camino que tomamos nos lleva a una sala o lo que queda de ella, el techo se cayó, la alfombra esta mojada y llena de polvo y pedazos de techo— ¿Qué paso aquí?— lo escuchamos entonces, un lamento… el movimiento de alguien— Kiran…— Si, quien está allí en medio del agua y los muebles volcados es Kiran, no parece herido. Lo huelo primero, el olor a metal de la sangre, olerlo me hace recordar las manchas rojas en el piso de mi casa bajo el cuerpo de mamá.
— ¡Hadrien!
— Ah ¿necesitas ayuda? ¿Kiran?— Ione es quien me suelta, corre hasta Kiran y… Hadrien. No le había visto por la mesa de té que esta tirada cerca. La sangre es de él. Comienzo a escuchar un zumbido que cada vez es más alto, hasta que solo veo las bocas de Kiran y Ione moverse. Poco a poco todo se pone oscuro, negro y rojo… y de nuevo estoy recodando ese primer encuentro con Hadrien, en la sala de mi casa… solo que esta vez no espera, de pronto solo se aleja y se aleja…
— ¡Hanley!— escucho y veo a Ione como si estuviera en un televisor mal sintonizado. La cabeza me duele y siento que no estoy en este mundo por completo— ¡Han!
— ¿Qué?... ¿Qué dices?— Solo veo que mueve los labios. Creo que quiere que me vaya, porque no deja de hacer señas hacia la puerta— No quiero irme. Yo puedo ayudar— Ione no dice nada más, vuelve con Kiran y aprovecho para acercarme un poco más. Kiran luce cada vez más serio, más desesperado, su expresión me dice que las cosas no van bien aunque no pueda escucharle.
— ¿Qué hago?— Si, que debería hacer.
— No lo sé, no puedo… esto es demasiado rápido para mí, cada vez lo siento más lejos— si la vida fuera como los dibujos animados este sería el momento justo para que despertáramos un nuevo poder, una habilidad increíble que nos pueda ayudar, o llegaría alguien con esas habilidades para salvar el día y tendríamos un buen final. Pero si alguien puede hacer algo ahora es Kiran y no está logrando mucho. Que Kiran también pueda sentir que Hadrien está muriéndose no me hace pensar mejor en algo. Otra vez pienso en ese día, en Hadrien de pie en la puerta de la casa y alejándose en lugar de encontrarme como paso realmente, me imagino llamándole, gritando aunque no escucho mi voz, corriendo tras él e intentando detenerlo con toda la fuerza que un niño puede tener.
— Hanley, estas poniendo todo oscuro…
— Cúralo— Ione se queda callado, Kiran me mira, está completamente agotado.
— Han, he hecho todo lo que se, Hadrien ya está…
— Si no lo haces ahora se va a morir de verdad— ¿lo que digo es verdad? Quisiera que sea así y no solo mi imaginación intentando arreglar todo. Lo que si estoy seguro es que estoy deteniendo lo que queda de Hadrien, una invocación diferente a lo que hago. El dolor de cabeza es más fuerte, y me siento cada vez más cansado, como estar sosteniendo una roca para que no caiga al vacío: Sé que si lo suelto todo acabara— Solo una vez más…
—…— No veo que hace Kiran, ni sé si dice algo… creo que me quede dormido o algo así porque cuando vuelvo en mi Kiran está otra vez usando magia— Lo que sea que estés haciendo, sigue así— Ojala fuera tan fácil.
— Han, la magia de Kiran esta funcionado otra vez— comienzo a temblar del esfuerzo imaginario que hago.
— Ya no puedo…— es demasiado.
— ¡Puedo ver fantasmas! Han está trayendo fantasmas… y zombis.
— Ione, concéntrate…— las voces están lejos, y todo se pone oscuro, como si entrara a un túnel. Lo próximo que se es que Ione me llama, siento que me muevo hacia todos lados y ya no sé dónde queda el piso.
— ¿Han?
— ¿Qué? ¿Se fueron los zombis?
— queda uno que otro pero están por… ¡no! ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que hiciste? ¿No te paso nada?
— estoy bien… no me duele nada pero estoy cansado.
— tampoco preguntaste por Hadrien.
—es que sé que está bien… bueno, no está muerto— Ah, no puedo quedarme de pie. Si Ione no me estuviera sujetando solo me dejaría caer al piso mojado.
— ¿Cómo están por allá?
— Bien… o eso creo— murmura eso último— no sé qué paso— No respondo porque tampoco sé que paso, creo que hice algo importante pero es como en los videojuegos donde logro hacer algún poder sin saber que botones presionar y luego no puedo repetir— ¿Y Hadrien?
— vive… eso es lo importante— lo sabía.
— ¿Vas a desmayarte ahora?— me rio, no sé si lo pregunta en serio o es una broma, pero no me voy a desmayar, solo me siento cansado— Kiran ¿Qué hacemos ahora?
— No ocupas preguntarle nada ¿Qué quieres hacer tú? No vienes con él— Ione me mira, Kiran ni siquiera le puso atención a lo que pregunto— Yo quiero ir a casa, quiero ver a Hadrien, quiero estar con Morrigan en la cama leyendo comics y tengo hambre. Si pudiera haría eso, pero ahora no es el mejor momento ¿sabes? pensé que alguien iba a salvar el día, como en las historias.
— yo también lo esperaba, quizá no el día pero tu si salvaste a Hadrien— Yo solo me aferre a él como un niño para que no me dejara. La ropa mojada me hace temblar cuando deja de llover y el viento entra por el techo caído.
— hey chicos ¿Qué hay? Cambie de opinión, ayudare un poco— todos miramos a Hassim, que no parece darse cuenta de cómo está la situación por aquí y me hace reír, mas al ver la cara que pone Kiran— ¿Qué? ¿Ya acabo? ¿Tan rápido? Incluso cerré la tienda.
— A Hadrien le divertirá mucho esto— comento.
— ¿y bien? ¿Necesitan ayuda?
— solo sácanos de aquí— las desapariciones de Hassim son más increíbles todavía porque su magia es diferente, no lo noto y siempre es agradable, como viajar entre nubes suaves, calientitas y con olores que me gustan.
Aparecemos en la casa donde estuvimos antes de ir con Hassim. El lugar esta tal y como lo dejamos la última vez y eso me hace sentir que han pasado muchos meses desde entonces, pero solo fueron unos pocos días. Nuestras cosas también ya están aquí, incluso Morrigan sale corriendo debajo de la mesa y salta al sofá, ronroneando feliz. Hassim le va diciendo a Kiran algo sobre escondernos, protección y algo que ya no entiendo. Lo que paso en ese lugar antes de que llegáramos debiera ser increíble.
— Hadrien estará bien, no te preocupes más.
— no estoy triste por eso… la pelea que hubo debió ser increíble y no vimos nada.
— Me alegra no ver nada, es peligroso ¿Todavía tienes hambre? No quedo comida aquí y no soy bueno con los hechizos de comida, iré comprar algo fuera, aun es temprano… O mejor ¿Vamos? Si no estás muy cansado…
— ¿No es solo porque no quieres dejarme a solas?
— No estás a solas, pero un accidente ahora no sería lo… creo que mejor le pediré a Hassim que nos ayude con eso hoy, no queremos que alguien muera después de lo que ha pasado.
— pero si lo único que nos separa de la muerte es el tiempo, todos moriremos algún día. Cada día mueren miles de personas en el mundo, desde bebés a gente vieja, es lo único seguro para todos, incluso para nosotros que usamos magia.
— Me da escalofríos escucharte hablar de la muerte.
— Pero es verdad.
— Eso no lo hace mejor…— Quizá no, siempre me olvido que no todos piensan igual que yo sobre la muerte, que yo y que los nigromantes. La muerte, lo oculto… cosas que otros prefieren ignorar solo porque es desagradable— Aunque ver a los fantasmas llegar así… ¿Cómo lo hiciste? Vi tu magia, pero no parecía estar haciendo algo más que atraer la atención.
— no recuerdo a los fantasmas, solo quería que Hadrien no se fuera… no sé si hice una invocación— lo que imagine mientras estábamos allá me deja confundido— ¡Por fin podre mostrarle que puedo invocar fantasmas y hablar con ellos! Tendremos que buscar otro plan, porque una de las joyas fue destruida y no podemos hacer más nigromantes con lo que quedo…
—…
— ¿No ibas por Hassim? Todavía tengo hambre.
—Claro…— espero que se me ocurra otro plan, o a Hadrien porque ese quizá ya no sea tan bueno…