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¿Guía espiritual? por TsubasaHatsukoi

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Notas del capitulo:

Y he aquí el útlimo capitulo de este pequeño fanfic, espero les guste <3

Oh sí, estaba a punto de hacer una locura demasiado descabellada hasta para él. Aceptaba que no era su mejor idea, pero en ese momento no estaba para pensar en otras cosas. Sólo rezaba a todos los santos que no se le ocurriera a ningún policía patrullar por allí en ese momento.

Miró desde abajo la ventana del cuarto de su chino (esperaba con todo su corazón que si fuera el cuarto de Hiro), recorrió con la mirada el camino de piedras y enredaderas que había definido para poder usar de escalera. Y se dispuso a subir.

Cuando regresó al café para buscar a Hiro se dio cuenta de que el lugar estaba cerrado, así como todas las luces apagadas por dentro, se sorprendió, eso significaba que se la pasó lloriqueando demasiado tiempo en la banca del parque. Pero unas luces apagadas no lo iban a parar en su misión de confesarle su amor a Hiro. Fue cuando se dio cuenta que que se había equivocado al decir que todas las luces estaban apagadas; desde afuera, se podía ver cómo había una luz prendida en una de las habitaciones de arriba, era el cuarto de Hiro.

Su Hiro bonito estaba despierto.

Y ahora estaba ahí, orando por no darse en la madre durante su movida.

Todo sería más fácil si los Hamada tuvieran una casa humilde de un solo piso, pero noo, tenían que ser exitosos en la vida con dinero suficiente para tener una casa tan grande como esa.

Se arremangó su chaqueta, se colocó el girasol en la boca, se dio fuerza mental y puso un pie en un ladrillo salido cerca del suelo, para luego sostenerse de otros de más arriba, agradecía a la plantita que había decidido crecer como una enredadera para poder usarla de soporte, sólo esperaba que fuera lo suficientemente fuerte para aguantar su peso.

Siguió con su labor, sumamente concentrado hasta que llegó a la ventana con la luz encendida, fue difícil pasar por el toldo del café pero lo logró. Soltó un suspiro de alivio por haberlo logrado y agradeció mentalmente al arquitecto que diseño esa casa por ponerle una especie de volado por debajo de la ventana, ideal para los locos que se quisieran parar allí.

La ventana estaba abierta pero la cortina estaba cerrada, no podía ver para dentro y Hiro no podía verlo a él. Dejó la flor a la orilla de la ventana, preparándose para entrar. Pero ¿debería entrar? ¿no asustaría a Hiro? ¿debía llamarlo primero? ¿y si estaba dormido con la luz prendida? Se detuvo. Ni siquiera pensó bien en que decirle, estaba seguro de lo que sentía, sí, pero no tenía idea de como decírselo al otro. 

Se acomodó bien en su lugar y se recargó de la orilla de la ventana, pensando. ¡No se iba a dar por vencido! No había hecho toda esa escalada profesional para nada.

Tomó la flor con delicadeza y se quedó viéndola por unos segundos. La música siempre lo había ayudado, para celebrar, para desahogarse, para que lo escucharan.

No tenía su guitarra.

Pero tenía su voz.

Pensó un momento, se acercó aún más al marco de la ventana. Respiró profundamente.

   

(Esta vez Miguel canta en inglés, pero solo pongo la traducción ~)

 

Todo ha cambiado desde que te conocí.
Mi corazón estaba roto.
Mi esperanza estaba acabada.

Comenzó a cantar suavemente, lento. No es como si quisiera llevarle una serenata o algo por el estilo, simplemente quería hacerle llegar unas lindas palabras de amor.

Corriendo al vacío.
Corriendo fuera del tiempo. 
Pensé que había perdido la cabeza.
Pero todo cambió desde que te conocí .

Escuchó el rechinar de una silla dentro de la habitación. Su corazón comenzó a latir con mucha fuerza. Hiro ya lo había escuchado.

Nada es igual desde que te conocí.
Los momentos difíciles son fáciles de atravesar,
Haces que huyan y se escondan.
Porque nada es lo mismo desde que te conocí .

De un momento a otro la cortina de la ventana se abrió abruptamente, mostrando a un chico pelinegro sorprendido y con una cara de total confusión. Siguió cantando, Hiro tenía la boca abierta, como si quisiera decirle algo, pero debía terminar esa corta canción que le preparó.

 Aquí y ahora. 

Sólo escúchame.
En medio del temor y la duda.

 

Hiro suavizó un poco la mirada y se acercó aún más a la ventana. Miguel le sonrió con ternura en medio de la canción.

Yo nunca te dejaría caer.

El mexicano tomó con delicadeza una de las manos de Hiro que descansaba en el marco de la ventana, acariciándola con dulzura.

Yo nunca te dejaría caer...

Hiro sólo lo miraba fijamente mientras terminaba su canción, sin apartar la mano ni decirle ni una palabra. Tragó grueso, no sabía si esa reacción era buena o mala. Estaba dispuesto a ponerse a hablar, pero Hiro le ganó.

- ¿Terminaste? - preguntó serio, Miguel lo vio confundido.

- Pues sí ¿por...? -

- ¿¡Qué demonios estás haciendo ahí!? ¡Te vas a caer! - exclamó casi en un grito, acercándose por completo a la orilla de la ventana para poder mirar hacia abajo.

- Tenía que hablar contigo - comentó bajito Miguel, como si lo acabaran de regañar.

- ¿¡Y no podías llamar por teléfono!? -Hiro seguía con su ceño fruncido, no sabiendo si agarrar a Miguel para que no se cayera, o dejar de moverse para que no perdiera el equilibrio.

- Quería hacerlo en persona - 

- ¡No creo que escalar por las paredes sea la mejor opción para hablar con alguien! ¡Entra antes de que te resbales! - y de esa forma se hizo a un lado, dándole a entender a Miguel que podía entrar. Y así lo hizo, tomó el girasol que estaba a un lado de él, y agarró impulso para entrar en el cuarto. Ya dentro, Hiro lo volteó a ver con un signo de interrogación en la cara.

- ¿¡Qué rayos hacías ahí!? ¿Qué es lo qu...-? - Miguel no lo dejó continuar. No supo de donde sacó los huevos para hacer eso, pero lo hizo sin darse el tiempo de pensar en las consecuencias antes. Besó a Hiro, con ternura, sintiendo el calor en los labios contrarios es ese beso robado. Hiro se sorprendió en un principio, que ni siquiera pudo moverse, pero al sentir la mano de Miguel acariciar su brazo con cariño, dejó toda su sorpresa previa para corresponder el beso, colocando sus manos sobre el pecho de Miguel. 

Duraron así unos minutos, sintieron esa incapacidad de querer separarse de los suaves labios del otro, con esa acción ambos comprobaron que muy probablemente, sí eran el uno para el otro.

Miguel fue el primero en separarse, e inmediatamente después le extendió el girasol a Hiro, quien lo tomó dudando un poco por la determinación de Miguel.

- Hiro me gustas - ya lo dijo - Simplemente pasó ¿sabes? La verdad es que pienso que eres una persona súper linda, y un chico muy inteligente y bueno, la primera vez que te vi, no supe que pensar, simplemente pensé que Dante quería hacer amigos o algo así, pero con los días pues me di cuenta que me gustaba pasar tiempo contigo y te volviste mi amigo, nunca tuve un amigo como tu, eres increíble y para cuando reaccioné ya estaba pensando en ti todo el día, los días que no te veía quería salir y buscarte. Estuve todo un día pensando en lo que sentía por ti ¡Incluso busqué en Wikihow cómo sabía si estaba enamorado de alguien!  - Hiro lo veía con atención mientras escuchaba la tan sincera confesión del  moreno, que seguía y seguía hablando - Y bueno ¿a qué iba? - para esa pregunta, Hiro lo único que pudo hacer fue acercarse hasta y MIguel, y esta vez fue él el que le robó un beso, corto, rapidito, sólo para que se tranquilizara y dejara de hablar.

- Tú también me gustas Miguel - y sonrió, sonrisa mata mexicanos que se cargaba.

- ¿En serio? Vaya no esperaba llegar tan lejos - Hiro rió.

- ¿Crees que hubiera salido en una cita con alguien que no me gusta? -

- No lo sé, eres raro - 

- Lo dice el señor "mejor entro por la ventana" -

- ¡Estaba todo cerrado y no quería molestar a tía Cass! -

- Es temprano es probable que este despierta -

- ¿¡Y yo cómo voy a saberlo? - hizo un puchero a la vez que cruzaba los brazos falsamente ofendido. Hiro se sentó en su cama, con su girasol entre las manos. Se quedaron en silencio, viéndose el uno al otro - ¿Entonces? - Miguel se acercó, quedando de pie justo frente a Hiro.

- ¿Entonces qué? - 

- ¿Quieres ser mi novio? - Hiro lo miró un poco extrañado ¿después de todo lo que pasaron ese día esa era su última pregunta?

- ¿Tienes que preguntarlo? - 

- Hay que estar seguros - nadie sabe, mejor prevenir que lamentar. Hiro soltó una risilla, definitivamente amaba a Miguel con todo y sus ocurrencias. Dejó el girasol sobre su escritorio, y jaló a Miguel para que se sentara a su lado. Lo abrazó por el abdomen y escondió su rostro en el cuello del mexicano.

- Sí, sí quiero ser tu novio - en el rostro de Miguel se dibujó una sonrisa boba al escuchar esa respuesta y lo abrazó por la cintura, correspondiendo al abrazo que le daba su novioN o v i o. Tenía novio, el mejor novio del mundo, bueno al menos para él su lindo genio gruñón era el mejor de todos. Hiro se separó del abrazo, para recostarse en la cama, dándole la espalda a Miguel - Quédate aquí hoy, no creo que quieras volver a escalar por los muros. -

Definitivamente tenía que agradecerle a Dante por la mañana. 

 

 

 

Notas finales:

La verdad no soy muy conocedora de canciones en español por eso terminé poniendo una de mi repertorio xd Pero creo que funcionó que fuera en inglés, porque si yo tuviera un novio cantante extranjero me gustaría que me cantara en mi idioma no en el suyo xd


Gracias a todas las personas que leyeron, gracias por llegar al final de estar historia chiquita <3 La verdad es que yo le pienso mucho para comenzar un fanfic porque nunca soy buena con los horarios de las actualizaciones y con el tiempo como que yo sola me hago bolas(?), pero me alegra haberme arriesgado con este <3


Nos vemos en el epílogo ;)


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