Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vampiros. por Seiken

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Shura siguió su combate con Kiki hasta detenerse enmedio de una autopista, que a esas horas de la noche, únicamente era transitada por pesados bólidos de carga, que retumbaban el piso cuando pasaban, los que debían esquivar, para no ser arrollados por estos. 
 
—Mu en algún momento fue mi amigo y el te tenía en buena estima, decía que eras un hombre cabal, una buena persona, pero... ya no. 
 
Kiki sangraba del hombro, del costado, sabía que pronto perdería su combate y estaba listo para eso, porque la muerte era mucho mejor que vivir sin su toro a su lado. 
 
—Lo perdí, perdí a mi amado y debo decirte que su muerte dejo un vacío en mi corazón, que aún puedo llenar, si Harbinger me da una nueva oportunidad de hacer las cosas bien. 
 
Shura negó eso, acaso no lo veía, esos niños les tenían miedo, con justa razón, eran vampiros enfermos del pasado, de la clase que no puede sobrevivir. 
 
—¿Matando a sus vecinos? ¿Matando a todas las personas que alguna vez se cruzaron en su camino? ¿Matando a sus padres? 
 
Kiki se vio sorprendido, no creía que la inteligencia de los Walden fuera tan eficiente, pero aún así, sus padres evitarían que ellos les amaran, que estuvieran a su lado, los pondrían en su contra. 
 
—Hice lo que tenía que hacer, lo que tú habrías hecho de tener otra oportunidad de amar a Radamanthys... de ser correspondido. 
 
Así que todo el mundo sabía de su amor por Radamanthys, el que no fue correspondido, pero a diferencia de sus pares, el había aceptado esa decisión, con tal de mantenerse a lado de su compañero de armas. 
 
—Yo no mataría a sus seres queridos, ni le obligaría a amarme, así que no me confundas con los de tu tipo, yo no he perdido la razón. 
 
No importaba, la única forma de mantenerlo alejado de su toro era destruyendo su cuerpo, Shura lo sabía, pero estaba dudando, eso le daba la victoria. 
 
—No puedo dejarte vivir, Kiki, lo sabes, porque de hacerlo seguirás persiguiendo a esos niños... 
 
Shura con su espada en su mano estaba listo para realizar su deber impuesto por su honor, para atacar a Kiki, el que inmediatamente respondiendo a su golpe, usando sus garras, deteniéndose cuando el cuerpo de su enemigo se retorció como si tuviera una convulsión.
 
—Con esto será suficiente...
 
Eso era el tesoro del cielo y con este Shura ya no podría seguir interfiriendo en su camino, al menos eso era lo que Shaka pensaba, esperando que Kiki no lo atacará, que no cometiera esa locura. 
 
—Mu está muerto, así que tú promesa de proteger a su toro ha muerto con el, en cambio, si me ayudas yo te daré lo que más deseas, el tipo moreno será tuyo, Harbinger. 
 
Kiki me había prometido a Mu proteger a su toro, pero este había muerto y ya no importaba ese juramento, mucho menos cuando fue él, quien arruinó todo, él que con su locura destruyo su plan meticulosamente planeado. 
 
—Aldebaran le ayudo a escapar en esa vida, cuando tú lo destruiste, así que es justo que el pague su error y tú me regreses a quien me arrebataste. 
 
Eso era lo que más amaba de los vampiros, cuando deseaban algo no les importaba nada más, con tal de saciar su sed de sangre. 
 
—Sabía que tú serías un hombre mucho más cabal que Mu...
 
*****
 
Harbinger se quedó dormido poco después, en la habitación que le había dado Saga, la ropa que había encargado llegó en apenas tres horas y el profundo, la abominación, ingreso en la habitación de Aldebarán para entregarle sus prendas, encontrandolo sentado en su cama, con una expresión demasiado derrotada. 
 
—Aldebaran... te traje ropa nueva... 
 
Aldebaran la tomó con un ligero gracias, un movimiento de su cabeza, Saga podía ver qué tan deprimido estaba y deseaba poder borrar sus recuerdos, pero eso era imposible. 
 
—Lo que dijiste, de que al fin era libre de ti, eso no es cierto... 
 
Saga acarició su mejilla, esperando una respuesta del toro de cabello largo, quien desvío la mirada. 
 
—El amor que sentía por mí fue aquello que lo destruyo, que le hizo caer en desgracia y ahora está muerto. 
 
Saga pensaba que los años que estuvo a su lado debieron ser los mejores de su vida, por eso quería repetirlos, deseaba revivir cada uno de ellos. 
 
—Yo pienso que el amor que sintió por ti, fue lo único que mantuvo en pie su humanidad, lo que le evitó morderte, para volver a cometer el mismo error. 
 
Aldebaran volteo a verle, suspirando para no empezar a llorar de nuevo, aunque le dolía demasiado su muerte, el que no bebiera de su sangre. 
 
—¿Porque no bebió mi sangre entonces? 
 
Le pregunto cerrando los ojos, sin comprender la razón detrás de su renuencia a beber su sangre, porque prefirió morir a morderlo, si ya había bebido su sangre antes. 
 
—Porque estaba demasiado débil, su cuerpo se quemó y él no se habría controlado, no quiso matarte. 
 
Aldebaran supuso que tenía razón, al ser un vampiro malherido, bebería toda la sangre de su cuerpo y Mu no deseaba matarlo, su amor era real, después de todo. 
 
—No entiendo porque lo extraño y tampoco entiendo que es lo que veía en mi, porque aceptarme a su lado si era perfecto, si era hermoso, cuando yo no lo soy. 
 
Saga negó eso, no se trataba de una belleza clásica, pero si era atractivo, tenía un cuerpo agradable, era apuesto y era gentil, era un buen prospecto. 
 
—Ven, quiero que veas algo. 
 
Aldebaran se levantó, recordando una ocasión parecida, en donde también le hicieron verse en un espejo. 
 
—Vete bien en el espejo...
 
Lo hacía y nunca le había gustado lo que veía, era demasiado alto, demasiado fuerte, parecía un toro, o algo parecido. 
 
—Tal vez tú no estés de acuerdo, pero lo que yo veo es un hombre muy atractivo, alto, fuerte, cabello largo, lacio y sedoso, de un rostro apuesto, debes de tener más de un admirador o admiradora... 
 
Aldebaran se sonrojo, pero también estaba molesto, porque pensaba que Saga mentía, al decirle que lo veía de esa forma, porque si se comparaba con el cazador de vampiros a su lado, no podía compararse con él. 
 
—Pero eso no es todo, también eres amable y gentil, eres lo que cualquiera desearía como un compañero, aún Mu dió su vida por ti, te espero todo este tiempo para volver a verte... 
 
Saga al ver que no le creía, únicamente suspiro, palmeando el hombro del joven toro, antes de intentar marcharse de esa habitación. 
 
—No me veo como tú, ni como Shaka ni como Mu... no soy hermoso como ustedes. 
 
Saga cerró la puerta de nuevo, sabía que Aldebaran ya le había visto, su forma verdadera y si lo encontraba hermoso, entonces, porque no podía verse como alguien agradable. 
 
—Mira, lo que estoy a punto de decirte es horrible, completamente fuera de lugar y moralmente cuestionable, tomando en cuenta por lo que has pasado, pero... así soy yo. 
 
Aldebaran arqueó una ceja, sorprendido, riéndose por esas palabras, logrando que Saga sonriera también. 
 
—Me estás gustando mucho, demasiado diría yo, así que cuando está locura termine si tú estás de acuerdo, quiero intentar seducirte, invitarte a salir... lo normal, ya pasaste la prueba dorada, no corriste despavorido al ver mi verdadera forma. 
 
Saga entonces se paró de puntitas para darle un beso en los labios, un beso casto, casi inocente, antes de marcharse, dejando solo al joven toro, que no entendía que estaba pasando en ese momento. 
 
—Descansa, yo los mantendré seguros...
 

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).