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BROTHERS'S LOVE por Alleisys

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Notas del capitulo:

Hola Guapas!!

La verdad he tenido que correr para poder entregarles este nuevo cap  (Y en vrd era ahora o dentro de dos semanas xq esta noche tomo un avión a Bruselas #Alleysisviajera xd)

El capítulo ya estaba listo pero bueno... Entre salidas, estudios, más escritura y las editadas de ultimo minutos henos aquí!

Quiero aclarar un par de cosas, en este capítulo, vamos a jugar con escenarios del pasado y del presente a la vez. Así que los acontecimientos de pasado estarán con cursiva y los actuales de forma normal. También habrá una especie de "separación" entre estos, ya lo veránIgual cualquier duda que tengan no duden en preguntármelo..

Personalmente este cap. tiene un simbolismo diferente para mí, espero que igual lo sea para ustedes.....

Para Ichiji las cosas no cambiaron mucho cuando Sora anuncio su embarazo. No lo cogió desprevenido que Judge desapareciera del mapa apenas escucho la noticia y muchos menos le sorprendió que su madre no hiciera absolutamente nada con respecto a la actitud tan egoísta de su padre.

O al menos así fue, hasta que una tarde al pasar de forma desinteresada al lado de la biblioteca – La vio tocándose el vientre con una clara muestra de dolor en el rostro – No supo porque no paso de largo, tampoco porque entro a la biblioteca y mucho menos porque la ayudo a sentarse sobre la mecedora. Arrodillándose frente a ella y preguntando si todo estaba bien, pero las simples palabras de su madre generaron una extraña sensación en su estómago.

–Está bien – Le sonrió – Solo se está moviendo..

–¿Necesitas que llame a Époni?

No es necesario... mañana es mi cita con la obstetra. ¡Le harán su primera ecografía! – Su emoción era palpable a medida que tocaba la ligera curvatura de su vientre – ¿A ti que te gustaría que fuese?

Estaba a nada de responder con un simple «Me da igual» pero ver la ilusión que le generaba su respuesta lo hizo cambiar en segundos las palabras que salieron de su boca – Niño o niña está bien.

«Solo espero que no sea como nosotros...»

Estaba dispuesto a retirarse después de eso, hizo el ademan de levantarse, pero fue entonces que Sora entrelazo de forma muy suave su antebrazo con el de ella– Quizás un poco de música le vendría bien al bebe – Ichiji siguió la mirada de Sora, la cual se había posado en el viejo piano blanco.

No era la primera vez que se lo pedía. De hecho, ya lo había hecho en varias ocasiones en el pasado. Sora quería revivir esas antiguas épocas y recordar aquel espacio que habían formado juntos cuando solía ser un niño. Fue quizás esa mirada tan llena de dulzura lo que hizo que se pusiera de pie y se dirigiera rumbo a esa antigua pieza de madera. Levanto la tapa viendo como las teclas habían perdido algo de su color con el pasar del tiempo, pero con solo tocar las primeras notas comprobó que la calidad de aquellos acordes aún se conservaba intacta en cada una de sus teclas.

Sora cerro los ojos complacida, mientras acariciaba su vientre. Aún era pequeño, pero ya se podía notar una pequeña curva que pasaba casi imperceptible ante su tan delgada y fina figura.

– Veo que sigues amando los clásicos...

– Bueno, Beethoven nunca pasa de moda ¿No?

..Cierto – Recordó la primera vez que le enseño a tocar las composiciones de aquel maestro alemán – Tu calidad no ha disminuido en lo absoluto Ichiji.. Cuando te gradúes podrías aplicar a cualquier escuela de música. No dudo que te aceptarían.

Por unos instantes las notas perdieron su continuidad tan fluida, solo para volver a la normalidad en un abrir y cerrar de ojos – No creo que a Judge le agrade mucho la idea…– Se permitió sincerarse por unos segundos. Lo mínimo que se esperaba de él al ser el primogénito de su familia, era la grandeza. Aún faltaban tres años para graduarse de la escuela, pero su padre ya le había presentado prospectos de escuelas de negocios dentro y fuera del país.

No importa lo que a él le agrade, sino a ti – No podía verla, pero por su tono de voz estaba hablando enserio –Ichiji, nunca hagas nada que te haga infeliz ¿Prométemelo, sí?

Pensó que sería como cualquier conversación intranscendente que tendría con Sora por lo que su respuesta fue rápida y simple – Solo si prometes dejar de interrumpirme mientras toco.  

La relajante risa de Sora hacia perfecta sincronía con los acordes de sus manos – Sabes, si es niña. Seria lindo llamarla Elise

No sería mala idea. Ya hicieron un pésimo trabajo conmigo y los otros. Le harás un gran favor si le das un nombre normal – Le contesto llegando a las notas más altas de la Bagatela.

La parte final de «Für Elise»

 

………………………………………………………

 

«Lo siento tanto Yonji, pero hoy no podre ir a verte. El embarazo me tiene muy cansada»

«Pero ¡Dijiste que

«Se lo que dije y lo lamento, en verdad»

Fue la primera vez en diez años que Sora falto a uno de sus juegos. Desde que tenía uso de razón siempre la veía en primera fila, animándolo en cada una de las disciplinas en las que participó. Campeonatos de natación, básquet, futbol, críquet, rugby.. y en todas salió como ganador.

Siempre estaba allí para él, pero a medida que su embarazo avanzaba, la veía mucho más agotada… y lo mas sorprendente de todo era que apenas iban cuatro meses.

El enterarse de la llegada de Reiju fue una noticia agridulce, porque era consciente que su madre se pondría muy feliz pero también que perdería su atención en gran medida. Nunca fue tan bueno en la escuela como Ichiji, tampoco era tan suspicaz como Niji, ni querido por todos como Sanji. Pero aun así su madre veía en él, algo que no vio en ninguno de sus otros hijos y eso fue lo que más le dio la fuerza para sobreponerse a cualquier obstáculo...

Pero nada lo preparo para lo que vendría el día que regreso a casa luego de ese maldito juego de conferencia.

No era tan tarde a comparación de otros días, pero la mansión se encontraba completamente a oscuras. Pensó entonces, que quizás su madre les había dado la tarde libre a todos los empleados, así que no se preocupo. Pero cuando llego a la cocina y vio a todos los sirvientes reunidos con una expresión de profunda tristeza y consternación en sus rostros lo supo...

Algo muy malo había pasado.

«Su madre callo inconsciente mientras paseaba por el jardín, joven Yonji. Al instante fue llevada al hospital, pero aún no tenemos noticias de su estado»

Nunca en su vida había corrido tanto, estaba casi seguro de que por poco lo atropellan dos veces de camino al hospital, pero en lo único que podía pensar era..

 «Que se encuentre bien» «Que no le haya ocurrido nada».

No fue una sorpresa encontrarse a Sanji sentado a un lado de la puerta de emergencias. Parecía haberse quedado dormido de la espera.

Pero yo no fui capaz de esperar y quizás ese fue mi primer error

Dar con ella no fue difícil, la habían trasladado a una habitación privada. Ver su nombre escrito en aquella puerta le transmitió tanta calma – pero eso solo fue el principio de mi mayor pesadilla – antes de girar la perilla, pudo escuchar una voz, pero no era la de su madre.

 

…Tuvimos que repetir varias veces los estudios…

…En un principio pensamos que altos niveles de estrógeno se debían al embarazo…

…Suele ser muy raro, pero no imposible…

…Lo siento tanto…

…El feto no nos permitió visualizarlo antes…

…Usted tiene un carcinoma en el útero…

…Le recomendamos finalizar el embarazo de inmediato e iniciar el tratamiento con quimioterapia y radioterapia lo más pronto posible…

 

–Esa fue la primera y desgraciadamente no sería la última vez que tendría contacto con el cáncer a lo largo de mi vida–

 

«¿Por qué a ella?»

Ella nunca fue una mala persona, jamás hizo nada malo…

Con la misma rapidez con la que llego al hospital, se fue.

Porque sabía que si él.. estaba con el corazón hecho pedazos. Su madre, estaría mucho peor y no era capaz de soportar una imagen así…

Había perdido la cuenta de cuantas horas había caminado sin rumbo. Su teléfono no había parado de sonar, sabía que era Carrot, pero no tenía ganas de hablar con ella ni con nadie. No quería, pero en algún punto tenía que volver a casa. Apenas cruzo el portal de la Mansión fue caminando sin rumbo hasta encontrar a Ichiji leyendo un libro en el sofá y Niji viendo cualquier estupidez de las que solía ver en televisión.

«No podía entender nada de lo que estaba pasando..»

¡Oye Yon! – Niji le hizo un llamado a la realidad – Hazte a un lado, tu cuerpo de gorila no me permite ver el partido.

–¿Dónde esta madre? – Pregunto son la voz seca.

–Supongo que en su habitación – Respondió Ichiji mientras pasaba la página del libro que llevaba entre las manos.

«¿Cómo podían estar tan tranquilos?» «¿Acaso no sabían que..?»

¿Qué creen que están haciendo?

–Yo estoy leyendo “En la corte del lobo” y creo que Niji está usando un aparato que se llama televi–

–¿¡Qué mierda creen que están haciendo!? – Su rugido callo de improvisto a los Vinsmoke mayores. Ichiji le devolvió la mirada, analizándolo, mientras Niji solo atino a hacer un carraspeo con su garganta.

–¿Nos puedes decir qué carajos te pasa?

–¿¡Qué carajos les pasa a ustedes!? ¿Acaso no saben que madre..?

–¿Estuvo en el hospital? – pregunto Niji de forma sarcástica, como si dijera algo que ya todos sabían – Claro que sí, y ya está de regreso.

«¿Qué cosa?»

–Dijo que solo fue una descompensación por anemia, no había nada de qué preocuparse. Ahora ¿Nos puedes explicar porque tienes esa expresión de haber matado a alguien?

No fue capaz de formular respuesta alguna, sus labios estaban entreabiertos, pero de ellos no salió ni una palabra. ¿Qué era lo que estaba pasando?

¿Y si todo había sido producto de su imaginación por exceso de entrenamiento?

Sea como fuese, tenía que comprobarlo en ese preciso instante. Sus piernas se revitalizaron dirigiéndose rumbo a la alcoba principal de la mansión, dejando a «Rojo» y «Azul» con la palabra en la boca. Ni siquiera espero a tocar la puerta. Debía de comprobar lo que había escuchado solo horas antes..

¿Y si quizás se equivocó de habitación? ¡Podría ser otra mujer embarazada! En verdad lo lamentaría mucho por esa persona, pero al menos su amada madre estaría a salvo.

Al ingresar vio a Sora de lo más jovial, riendo junto a Sanji mientras comían lo que pensó era un trozo de Brioche. Ella se veía tan vivaz y contenta pero su sonrisa desapareció al levantar la vista para ver a su hijo menor.

–Yonji, ¿Estas bien, hijo? – Pregunto preocupada al ver el estado en el que se encontraba el peliverde. Su ropa estaba sucia y su rostro estaba lleno de sudor. Además, el la veía como si estuviera observando al mismísimo satán.

–Whow ¿Qué te paso? Tenía entendido que habían ganado el juego de hoy, te ves como si–

–¡Cállate Sanji! – No tenía tiempo para lidiar con ese esperpento ahora.

La rubia vio la escena confundida, Yonji no solía ser tan agresivo y cortante, pero era claro que el peliverde estaba muy contrariado por algo – Yonji ¿Qué es lo que te pasa? – De repente se le vino a la mente una idea de lo que podía haber ocurrido – Si esto es por lo del juego, te dije que en verdad lo sentía y prometo que será la última vez que falte, ya que–

–M-Madre, y-yo – Tuvo que hacer una ligera pausa para recomponerse y poder hablar sin dificultadEscuche que te llevaron al hospital. Era lo único que podía atreverse a decir.

Y como por arte de magia, el cristalino rostro de Sora paso de la consternación a la ternura, sonriendo amorosamente mientras veía hacia el benjamín de sus vástagos – Sanji, ve a la cocina a traerme un tazón de ciruelas, por favor. Últimamente estoy teniendo muchos antojos.

El rubio entendió a la perfección las palabras codificadas de su madre y procedió a retirarse de la habitación no sin antes susurrar a su hermano «Descuida, ella está bien. Dijo que solo era anemia»

Apenas sintió que la puerta cerrace, fue corriendo hacia los brazos de su madre, quien extendió sus manos para recibirlo cariñosamente – Oh cariño. Descuida, no fue nada grave..

No se dio cuenta de en qué momento había empezado a temblar –Pensé que algo muy malo te había pasado.

De no haber sido porque estaba entre los delicados brazos de su madre Aferrándose a ella como si esta fuera a desaparecer. Se hubiera dado cuenta de la expresión que llevaba en el rostro.

Pero uando Sora y él se separaron, ella volvio a tener la misma expresión de serenidad.

–Entonces cuéntame ¿Qué tal estuvo el juego?

–¡Fue increíble, Madre! Es una lástima que te lo hayas perdido, yo solo logre hacer cinco Trys.

Escuchaba las hazañas de su hijo con una clara sonrisa de orgullo y devoción –¡Valla! Eso es estupendo Yonji. Estoy segura de que si te sigues esforzando de esa forma te llamaran para las ligas mayores. ¡Estas en camino a convertirte en toda una estrella!

Nunca se cansaría de escuchar esas palabras, él era único a sus ojos. Único y especial...

Le importaba un comino si Judge lo desheredaba, ¡Que Ichiji y Niji se quedaran con Germa!  Al menos su madre estaría allí para apoyarlo siempre y eso era todo lo que necesitaba.

Se quedaron hablando por horas sobre el juego, en el que Yonji le explicaba todas las jugadas y estrategias que habían empleado. Luego hablaron sobre su rendimiento académico, que su madre sabia, no era el mejor, pero aun así le insistió en que se esforzara si quería ir a la universidad con una beca deportiva. La cual, era consciente que sería una ventana para cumplir su mayor aspiración... Y por supuesto que también hablaron de sus sueños, llegar al Top 14.

–Bueno superestrella, será mejor que vayas a darte un baño. Cuando termines ve a comer algo ¿Si?

Claro, madre. Te veo en un rato – Solo se permitía ser dulce con ella y quizás con Carrot algunas veces, pero con Sora podía permitirse el mostrarse como realmente era. Una persona vulnerable y con muchas inseguridades a pesar de su apariencia.

Y era por eso que la amaba tanto…

Al cerrar la puerta de la alcoba de su madre, sonrió tranquilo. Todo había sido un completo malentendió ¡Su madre estaba muy bien y en perfectas condi–!

Pero al escuchar el gemido seco que salió de la voz de su madre seguido de varios tosidos lo hizo volver a la realidad…

Fue solo un poco, la abrió solo un poco, pero al ver la escena frente a él. Hizo que todas sus pesadillas cobraran vida.. Su madre sostenía fuertemente su abultado vientre con claros signos de un intenso dolor en sus ojos. Mientras que alejaba su otra mano de sus labios, solo para ver los rastros de sangre en que acumulaban en su palma.

Cerró la puerta tan rápido como la abrió, desconcertado.

Retrocedió con ambas piernas temblándole solo para chocar contra algo y voltear a la defensiva, solo para ver a su hermano mayor con los ojos desolados y completamente confundidos.

–¿Qué está pasando Yon? ¿Porque estas actuando de forma tan extraña? – La pregunta fue rápida pero extrañamente Yonji sintió que pasaron años para poder digerirla.

–S-Solo es.. – ¿Acaso había perdido la capacidad de hablar? – No es nada, Ichi. Iré a tomar un baño.

No tenía idea de que hacer.. en lo único que podía pensar era que su madre se encontraba enferma. Pero eso no era ni de cerca la realidad. Sora se encontraba grave – muy grave – y no pasaría mucho antes de que la verdad saliera a la luz..

 

………………………………………………………

 

Niji tenía serias sospechas de que algo nada buenoestaba pasando desde que vio a Yonji llegar de forma tan intempestiva hacia la mansión, incluso lo podía afirmar mucho antes de ese acontecimiento. Sabía que Sora no se encontraba del todo bien, ya sea por alguna estupidez como el estrés del embarazo o algo mucho más siniestro.

Fue por eso que en verdad se esforzó por no cabrear a su madre tan seguido desde que anuncio – como si de la llegada del hijo prodigo se tratase Que se encontraba en la “dulce espera”.

Y tenía que hacer énfasis en que al menos trato de esforzarse, ya que nada en el mundo podía evitar que siguiera en su lento y vil proceso de autodestrucción.

–Entonces ¿Tu mamá esta encinta? – Pregunto Lily mientras hacia un ovillo con un billete de cien euros.

–¡Que si joder! Y no me lo recuerdes más porque se me viene a la mente que mis padres aún tienen sexo y la sola idea me da escalofríos. – Le contesto fastidiado mientras ordenaba finamente y en línea recta el polvillo blanco.

–¿Y eso por qué? Tu madre esta buena – Le recrimino Dellinger mientras se acercaba lentamente a la mesa para esnifar la primera ronda. 

Era extraño que él lograra asquearse con algo, pero el comentario del rubio hizo que en verdad le dieran ganar de partirle la cara, y el escuchar las risas de Lily de fondo no contribuyo en nada a la situación.

–Tienes razón Dell, ¡Lo que daría yo por estar así a esa edad!

–¡Y por cómo vas, pronto te verás de esa edad! Auch.. ¡Ten cuidado golfa! – incluso Niji pudo sentir la fuerza con la que la rubia había lanzado su fino cojín hasta el rostro de Dellinger.

–Aunque teniendo en cuenta la clase de engendros que tiene como hijos en verdad me sorprende que tu madre se arriesgue en traer uno más al mundo.

Ya había tenido suficientes estupideces por un día. Sin previo aviso se levantó bruscamente del piso, tomo su chaqueta de cuero y abandono el Chalé de Lily sin decir ni una palabra. Y no se debutó, ni siquiera cuando escucho las falsas disculpas y sonoros reclamos de ambos rubios en su espalda.

Al entrar a su habitación, estaba dispuesto a tomarse un baño para eliminar todas las toxinas que hubiesen quedado en su cuerpo, pero justo cuando empezó a desvestirse vio a una figura peculiar sentado a un lado de su cama.

–Ichi, no sabía que tenías tu lado voyerista, pero te comprendo ¡Nadie puede resistirse a–!

–Algo no anda bien con Sora – Aparentemente, el pelirrojo no tenía tiempo para juegos y además habia llegado hacia la misma conclusión que él.

Prosiguió con su acción de quitarse la ropa hasta quedar completamente desnudo e ir rumbo a al baño privado de su habitación. Abrió la regadera dejando que el agua cubriera por completo su cuerpo y mientras se purificaba a través de las interminables gotas de agua, se aventuro a  preguntar.

–¿Por qué lo dices? Hasta donde sé, las embarazadas siempre tienden a exagerar.

–¿Sera por el hecho de que no ha salido de su habitación en semanas? Ya casi no habla con Sanji. Sin mencionar que prácticamente se ha olvidado de que tiene un hijo llamado Yonji que está a un paso de ser expulsado del equipo de Rugby y se me hace aún más extraño que no haya movido ni un dedo por eso.

–Yo siempre pensé que Vinsmoke Sora solo tenía dos hijos.. bueno tres con el que está en camino.

–¿Puedes separar tu lado sociópata de tu lado racional? Necesito que dejes de estar resentido con ella por unos minutos y que me escuches.

–Habla él imbécil que sufre de fobia social y nunca pudo superar que Sora prefiriera pasar sus tardes al lado de Sanji; que contigo y ese jodido piano.

–Niji, no estoy bromeando. Tengo un mal presentimiento – Intuía que algo no andaba bien cuando vio a Sora en la biblioteca y la reciente actitud de Yonji solo hacía que sus sospechas aumentaran considerablemente, estaba seguro de que el peliverde sabia algo que ellos ignoraban.

–Yo tampoco estoy bromeando, Ichi. – Cerro la regadera mientras abría la puerta de la ducha para que todo el vapor caliente saliera para esparcirse por toda la habitación – En verdad padeces fobia so–

–¿Sabes?, No entiendo porque pierdo mi tiempo contigo. Es claro que estas drogado, así que si prefieres consumir esa basura y seguir ignorando la realidad ¡Adelante! No te detendré.

–Eres increíble, Ichi.. – Estaba de espaldas, pero estaba seguro que el pelirrojo se había detenido para verlo de nueva cuenta – De hecho siempre he creído que eres alguien increíble y no necesariamente por las razones correctas, pero ¿Acusarme de ignorar la realidad? No me hagas reír. Tu ansiedad social ha hecho que alejes de absolutamente todo lo que te rodea y no te atrevas a negarlo o ¿Acaso me dirás que de un día para otro te importa Sora? Cuando los últimos años de tu vida has hecho hasta lo imposible por mantenerla lejos de ti. 

–Tal vez tengas razón, Ni. Pero prefiero mil veces tener fobia social a estar rodeado por la clase de parásitos que tienes a tu alrededor.

 La franqueza con la que Ichiji se había dirigido hacia su persona lo hizo verse por unos largos minutos frente al espejo. Podía ver a un chico joven, muy joven. Piel tercia, cabello azul electrico y rasgos juveniles pero sus ojos reflejaban lo mucho que había recorrido en ese corto lapso de tiempo. Siempre rodeado de excesos, fiestas y drogas. Siempre en busca de sentir algo más.

¿En qué momento se había jodido tanto a si mismo?

¿Y.. si Ichiji tenía razón?

Pensó que lo mejor era enmendar las cosas con el pelirrojo. A fin de cuentas, era el único con el que contaba al cien por ciento en esa casa, pero justo cuando estaba por salir rumbo a su habitación. Lo encontró parado justo frente a su puerta, apoyado sobre el balcón del segundo nivel de la mansión. Lo llamo, pero Ichiji estaba ensimismado en ignorarlo y al llamarlo por segunda vez pensó que solo lo hacía para hincharle las pelotas, así que tomo su hombro para hacerlo reaccionar, pero el pelirrojo solo respondió con un simple:

Mira eso.

No fue necesario preguntar a que se refería, ya que pudo escuchar perfectamente como uno de los jarrones de porcelana china de Sora, se hacía pedazos en el piso y al dirigir su vista hacia la ya extinta antigüedad pudo ver como Yonji empezaba a lanzar y destruir todo lo que se encontrara a su paso.

–Joder, luego dices que el que tiene trastornos sociópatas soy yo.. – Estaba sorprendido por la escena – «Yonji nunca había sido una persona violenta» – Pero la situación empeoro cuando Époni llego corriendo hacia el peliverde rogando que ya no destrozara nada más o despertaría a su madre. Por la mirada que le dio Yonji; Niji estaba casi seguro que el peliverde le lanzaría un puñetazo a la vieja.

Fue entonces que vino a su mente el recuerdo de lo que había pasado entre él y Sora hace unos meses. «¿Acaso él también había actuado así de irracional?»

–¡Oye Yon! ¿Acaso te dejaron con una contusión en la práctica? ¡Se que es difícil, pero trata de actuar como una persona con cerebro! – Era cierto que por la actitud que traía entre manos el peliverde en los últimos días, Ichiji podía haber esperado una reacción así, pero nunca pensó que fuera Niji el que trata de razonar con Yonji.

No supo si fue su mordaz comentario o tal vez fue que Yonji tuvo un ligero segundo de lucidez, pero gracias a su llamado, el menor de los Vinsmoke se debutó en su campaña de destruir la sala y con claras señas de confusión empezó a caminar con pasos inseguros rumbo a su habitación.

–Yon.. – Ichiji trato de llamarlo, pero el peliverde simplemente lo ignoro.

Cuando paso al lado del segundo de los hermanos. No dudo en empujar a Niji con su hombro, haciendo que este retrocediera molesto – ¿Qué mierda te pasa?

–¡¡Púdranse los dos!!

Finalmente fue el potente portazo en su puerta, el que hizo que Sanji saliera de su habitación para averiguar qué estaba pasando y por los rostros llenos de mezcolanza de los dos mayores. Intuyo que había sido Yonji el causante de destruir la mitad de la sala.

–¿Por qué está actuando tan extraño?

Si lo supiéramos no estaríamos parados en pleno pasillo haciéndonos la misma pregunta, idiota – Niji no podía evitar mostrar su molestia con Sanji. A pesar de que Judge había olvidado lo que había hecho con sus licores luego de la noticia de Sora, el jamás olvidaría que el imbécil de Sanji lo había delatado y tarde o temprano se las iba a cobrar.

–¿Acaso le diste algo de la basura que sueles usar? – No le importaba llegar a ser tan mordaz con Niji a estas alturas, ya estaba cansado del peliazul. 

–¡Que te den por culo, hijo de puta!

–Ya basta, si siguen gritando Sora saldrá de su habitación y conociéndola se volverá loca cuando vea lo que le paso a su sala.

–¡Hay que decirle que fue Sanji! a fin de cuenta es imposible que se enoje con él.

–¡Mira Niji, si crees qu..–

–Yo sé lo que le pasa – La aparición de Vivi desde la habitación de Sanji fue algo que ninguno de los tres hermanos espero.

–Oh.. – La voz de Niji se hizo muy aguda para seguidamente darle un palmazo en el hombro al rubio – Parece que por primera vez en tu vida harás feliz a padre, Sanji. ¡Felicidades!

Daria lo que sea porque dejes de decir estupideces por solo cinco minutos – Le susurro bajo a Niji, para seguidamente dirigir su mirada a la chica – Vivi, te dije que me esperaras adentro.

No es que estuvieran haciendo nada malo ¡Vivi era su mejor amiga! ¡Por amor de Dios! Solo estaban viendo una película en su Macbook hasta que la chica le dijo que estaba segura de que había escuchado un estruendo afuera y le pidió que fuera a ver de qué se trataba. 

–No, a lo que me refiero es que en verdad te envidio, ya que como sa–

–¡Sera mejor que te calles sino quieres que–!

–Expulsaron a Yonji del equipo de Rugby – Fue todo lo que Vivi tuvo que decir para que Sanji y Njji se quedaran mudos y la vieran con un gran signo de interrogación en la cabeza.

–¿Cómo lo sabes? – Ichiji, como siempre, reacciono primero. Sabía que el rendimiento deportivo de su hermano había disminuido exponencialmente desde hace unas semanas, pero luego de todos los títulos que Yonji había conseguido para la escuela ¿Llegar al extremo de que lo expulsen del equipo? Era algo exagerado, incluso para él.

Carrot me llamo en la tarde – No sabía hasta qué punto tenía que hablar de una conversación privada con su amiga, a los Vinsmoke pero ella también creía que algo no andaba del todo bien – Me comento que últimamente había visto actuar muy extraño a Yonji. Estaba demasiado arisco con ella y apenas le hablaba. Así que fue a encararlo luego de la práctica, pero al preguntarle al entrenador, donde estaba, este le dijo que lo había tenido que expulsar luego de que usara a Sentomaru como saco de boxeo hasta el punto de dejarlo con graves hematomas en todo el cuerpo.

Maldita sea, Yonji. – Escupió con ira el mayor de los hermanos mientras arrastraba sus hebras rojisas con las manos.

–¡Ja! ¿El idiota con peinado de niña? – Niji no pudo evitar reírse al recordar a ese fracasado –¡De seguro se lo merecía! 

¿Acaso tienes basura en el cerebro? – Vivi le resondro indignada – ¡Casi lo mata! Yonji debería estar agradecido de que solo lo expulsaran del equipo y no de la escuela.

–No solo en el cerebro.. – Comento el rubio.

–Mira Sanji, si me vas a decir algo ¡Dímelo a la cara y arreglamos esto de una buena vez!

–¡Sanji, no!

Ichiji veía como Vivi trataba inútilmente de detener a sus dos hermanos e ignoro sus llamados de ayuda para ir rumbo a la habitación de Yonji. Cuando empezó a tocar la puerta también pudo oír el sonido seco del puño de Sanji impactándose sobre el rostro de Niji y su quejido de dolor.

«Idiotas»

Sus golpes a la puerta se hicieron más fuertes, pero dudaba que Yonji pudiera escuchar algo con los gritos de Niji, Sanji y Vivi en el fondo.

Yonji ¡Abre la puerta! – Estaba seguro que se lastimaría las manos por la fuerza de sus impactos pero por lo visto Yonji estaba decidido a ignorarlo. – Por sino lo sabes, vivimos bajo el mismo techo ¡Puedo estar aquí todo el día!

–¡Quita tus asquerosas manos de encima, Sanji!

–¡No seas cínico! El jodido adicto hablando de asquerosidad.

–¡Se comportan peor que niños! ¡Ya deténganse!

Había hecho un gran esfuerzo por tratar de controlarse, pero todo el ruido que hacían esos imbéciles le hizo mandar al diablo su autocontrol. Los vio dispuesto a darles la putiza de sus vidas, pero ocurrió algo que no tenía planeado – ¡Niji! ¡Sanji! ¡Ya dejen de actuar como anima–

En cuestión de segundos Yonji había salido de su habitación y como si estuviera poseído por el mismísimo demonio lo tomo del cuello para enviarlo hacia el otro lado del pasadizo. Haciendo que su cuerpo impactara contra la dura puerta de Niji.

Lo primero que se le vino a la mente al pelirrojo, fue que lo que acaba de acontecer era una simple alucinación. Sin embargo, el dolor era demasiado real y cuando pensó que se podría reponer, fue levantado bruscamente por Yonji quien no perdió tiempo para gritarle a todo pulmón.

–¿¡Que mierda es lo que quieres, Ichiji!? – La forma en la que el rugido de Yonji se escuchó en toda la mansión y a solo centímetros del rostro del pelirrojo. Logro hacer que Niji y Sanji dejaran de golpearse para ver directamente al peliverde; y que Vivi retrocediera del miedo.

Al tener al peliverde a solo centímetros de él, fue que Ichiji captó un minúsculo, pero muy importante detalle – Yonji, ¿Acaso tu... – su voz fue lo suficientemente baja para que solo el peliverde lo pudiera escuchar – ..estuviste llorando?

Solo se necesitó de esa pregunta para que el rostro de su hermano menor se descompusiera y que Ichiji fuera testigo de algo que no había visto desde que eran niños. Poco a poco la presión en su cuerpo empezó a disminuir mientras que el cuerpo de Yonji se debilitaba y caía rendido al piso. Las lágrimas empezaron a acompañar al rostro lleno de desesperación del peliverde.

–O-Oye Yon. Descuida, el equipo de Rugby estará perdido sin ti. Ya lo veras, en un par de semanas te rogaran volver al equipo.

–E-Eh, si ¡Sanji tiene razón! – Le apoyo nervioso Niji, no tenía ni idea de que decir en esa clase de situaciones – Y si esto es por el cara de niña de Sentomaru, puedes estar seguro de que mañana orinare en su casillero.

A pesar de que se sintió asqueada por el comentario de Niji pensó que también ayudaría en algo que mostrara su apoyo con el pobre de Yonji – Y si deseas puedo hablar con el entrenador del equipo de Básquet – Tenia ciertos privilegios al ser la presidenta del consejo estudiantil – Estoy segura que con tu talento cualquier equipo–

–¿Creen que estaría así por algo tan estúpido como eso?

Cuando Niji lo escucho, en verdad pensó que algo estaba muy jodido ¿Qué Yonji mandara a la mismísima mierda lo único para lo que era bueno? Porque si el jodido rubgy no era la razón por la que su hermano estuviera en ese estado. No podía hacerse una idea de algo fuera mucho peor como para arrastrar a Yonji hacia ese estado.

Ichiji pudo escuchar la voz completamente destrozada de Yonji, y en vez de tratar de solidarizarse con él, pensó en que era lo que lo había conducido hacia ese estado. Y la respuesta fue tan clara que casi se golpea contra la pared por no haberse percatado antes.

Solo había una cosa que Yonji amaba mucho más que a su maldita rutina de deportes o a su obsesión con la popularidad y el reconocimiento social.

–Esto tiene que ver con mamá, ¿No es así? – Dio en el clavo, porque apenas la menciono, las lágrimas de Yonji se hicieron más abundantes, al igual que sus gemidos de dolor.

–Ichiji ¿A qué te refieres? – Sanji fue el primero en reaccionar, con solo mencionar a Sora un sudor frio le recorrió la espalda– Yon, si es por lo del hospital. Ya te lo dije, hablé con ella. Solo es anem–

–¡¡Que no, joder!! – Sentía que se ahogaba con sus propias lágrimas, paso su mano por su rostro, tratando de que esta se llevara toda el agua que acumulaba en sus ojos. No se sentía capaz de hacerlo, porque sabía que, si lo decía, ya no sería solo un pensamiento, se haría real, pero ya no podía cargar más con todo el dolor que sentía dentro de él.

–No seas estúpido ¿En verdad crees que por una jodida anemia no sale desde hace dos semanas de su habitación? ¡Se supone que tú eres el más atento con ella! ¡Debiste darte cuenta! – Ya ni siquiera sabía porque le estaba reclamando cosas sin sentido a Sanji.

–Yon, sabes que las embarazadas tienden a estar hormonales e insoportables ¡Quizás solo quiere estar sola!

–En ese aspecto le tengo que dar la razón a Niji. Sabes Yonji, muchas veces las mujeres somos un poco–

–No lo entienden. ¡Fui al hospital el día que llevaron a Sora!

La forma en la que se estaba tornando la conversación empezaba a poner cada vez más nervioso a Sanji –¿De qué hablas? Yo estaba allí y nunca–

–¡Nunca me viste porque te quedaste dormido, maldito imbécil! 

Fue entonces que el rubio recordó; era cierto. Se había quedado dormido luego de que pasaran varias horas sin poder ver a Sora. Si bien en un principio le pareció extraño que tardaran tanto tiempo en dar un simple diagnóstico de anemia. La tranquilidad que le transmitió su madre hizo que no sospechara en lo más mínimo pero..

Ningún doctor le confirmo el diagnostico de su madre, solo ella. 

–Ese día yo y mamá discutimos en la mañana por una estupidez. Se encontraba muy cansada por su estado y no podía asistir a mi juego.. – Le estaba costando articular cada palabra – Luego de eso, cuando volví y me dijeron que la habían llevado al hospital. En lo único que pude pensar, es en cómo había terminado nuestra última conversación. Así que me dirigí lo más rápido que pude hacia el hospital. Fue entonces que te vi, Sanji, pero honestamente lo que menos iba a hacer en ese momento era quedarme esperando como un idiota a que me dijeran como estaba mi madre. Así que les dije a unas enfermeras que me había luxado el hombro, por mi aspecto me creyeron en un segundo. Después de que me dejaran ingresar a emergencias, hallarla fue muy sencillo pero.. – En ese punto tuvo que empezar a respirar por la boca si quería que sus pulmones no se quedaran sin oxigeno

–¿..Pero? ¿Pero qué? – Sanji sentía que su corazón se iba a salir de su pecho, ya no podía soportar más la intriga – ¡Habla de una vez!

–Sanji, cálmate – Vivi tuvo que acercarse al rubio para evitar que siguiera presionando a Yonji.

–¡No! Vivi, tu no lo entiendes ¡Si algo le llega a pasar a mi madre y-yo-!

–Yonji ¿Qué fue lo que paso luego? – Niji podía intuir lo que había logrado poner a Yonji en ese estado, pero por primera vez en su vida deseaba con todas sus fuerzas estar equivocado, porque de tener razón. Estaba seguro de la decisión que habría tomado Sora, y no le gustaba en lo más mínimo.

–E-Ella no se dio cuenta que yo estaba alli. Estaba hablando con unos doctores y.. – Sabia que él nunca fue el indicado para revelar ese secreto, pero cargar con él, era un peso que ya no podía soportar. Había dejado de dormir, apenas tenía apetito, prácticamente había olvidado que tenía una novia, también la había estado cagando en grande en los últimos juegos. De hecho, la razón por la que casi deja en estado vegetativo a Sentomaru fue porque el idiota le dijo en una de las practicas que “Debía tener algún tipo de tumor en la cabeza como para estar tan desconcentrado en los juegos” y por supuesto que no se había atrevido a visitar a su madre nuevamente, porque sabía que se pondría como loco, pero ya no podía soportarlo más.

Tenía que compartirlo con alguien y aunque quizás ese no fue el momento ni el lugar. Los dados ya estaban lanzados...

–Mamá tiene cáncer...

 

………………………………………………………

 

Sanji nunca se había quejado de la vida que tenía. Era consciente de haber nacido con privilegios a los que contadas personas en el mundo podían acceder, nunca le falto nada, por el contrario; siempre creyó que tenía mucho más de lo que merecía y a pesar de haber sido visto como una escoria por su padre por el simple hecho de existir.

«El amor de Sora lo compensaba todo»

Y fue por esa misma razón que la sola idea de perderla lo asusto como nunca nada lo había asustado en su vida. Lo primero que sintió fueron los brazos de Vivi cubriéndolo, mientras ella lloraba repitiéndole lo mucho que lo sentía. Ichiji se había quedado en una pieza en el piso, como si esperara que alguien fuera a despertarlo de una mala noche de sueño. Yonji lloraba amargamente, sintiéndose finalmente libre de soltar aquello que tanto lo aprisionaba, pero con el pavor de saber que ya no era solo un pensamiento que nublaba su mente, la pesadilla se había convertido realidad.

Como pudo se liberó del agarre de Vivi, ante la sorpresa de esta y se dirigió rumbo a la Alcoba principal de la mansión.

–¿A dónde crees que vas, Sanji? – Le sorprendía que la voz y porte de Niji se encontraran en absoluta calma, pero ni aun con eso lo iba a detener.

–¡Oye retrasado! ¿Acaso no me oíste?

–¡Que no es obvio! Iré a ver Madre

–¡No seas estúpido, Sanji! –Niji trato de detenerlo tomándolo de los hombros – Tenemos que pensar con la cabeza fría, si le reclamas ahora solo empeoraras las cosas.

–Así que ahora quieres actuar como una persona normal ¿No? – Encaro a Niji viéndolo con los mismos ojos azules que ambos compartían – ¡A ti nunca te importo Mamá! ..Y a ella nunca le importaste tu...

Fue un golpe muy bajo –Eres un… – No lo quería aceptar pero eso le había dolido, sintió como el hueco que tenía en el pecho se hacía casi tan grande como un agujero negro y antes de siquiera golpear a Sanji con toda la fuerza de su puño, lo soltó.

–Haz lo que quieras.

–¡Sanji! –Vivi le recrimino su horrible comentario, ese no era el Sanji que ella conocía – ¿Qué te sucede?

–Vivi, solo vete a casa.

A medida que sus pasos apresurados se encaminaban por el gran pasadizo lleno de esculturas, espejos y cuadros que alto valor. Las paredes empezaron a perder color, en vez de blancas eran grises, en vez de cuadros había estantes y en vez de ver la puerta de su madre, lo único que tenía frente a él, era Zoro. Quien a pesar de no haber dicho palabra alguna y haberlo escuchado atentamente. Podía reconocer por su mirada, que su relato había movido un par de cosas dentro de él.

El peliverde solo se raspo la garganta, como si le estuviera diciendo «Bien, pongámosle pausa a tu desgarradora historia por unos minutos y ahora escúchame tu a mi»

–Cuando era niño, mi hermana rompió uno de mis juguetes favoritos tratando de imitarme. – Fue la primera espada que Mihawk le obsequio – Yo estaba tan molesto, que le grite como nunca y la espante diciéndole que por haber hecho eso, mis padres la devolverían al orfanato.Esa misma tarde, mi padre me dio la peor paliza de mi vida – Si bien en ese momento le dolió como los mil demonios, ahora recordaba el hecho con cariño – Estuve cojeando por semanas y tuve que decirles a todos que tenía escoliosis para que no se rieran de mi Si bien Shanks no estuvo de acuerdo con el castigo físico de Mihawk, el suyo fue mucho peor al dejarlo sin jugar por seis meses.

No sabía que era peor, el contar los peores momentos de su vida o la pésima historia que Zoro invento para tratar de animarlo, pero debía darle crédito. Le causaba gracia imaginarse a un pequeño peliverde siendo resondrado por sus padres.

– Pero esto no tiene que ver con–

–Déjame terminar; lo que trato de decir con este agridulce recuerdo. Es que, cuando alguien se deja nublar por la rabia, dirá cualquier estupidez con tal de ver herida a la otra persona y no importa que sea un niño, un estúpido adolescente o un adulto. Esta en nuestra naturaleza humana el herir a otros – No pudo evitar que la sombra de cierta morena de ojos azules se colase en su mente – Es algo que no se puede evitar.

–Entonces ¿Estas justificándome?

–No, para nada. En verdad fuiste un fanfarrón.

¡Claro que lo fue! Ese día toco una fibra muy íntima dentro de Niji y lo peor fue que el peliazul no fue el único afectado luego de ese día...

 

 

–¡Madre! – Ni siquiera espero a que le diera permiso para ingresar. Abrió la puerta de un solo portazo y tampoco le importo que Époni tratara de detenerlo en la entrada, rogándole que no ingresara.

Pero nada evito que al entrar a la majestuosa habitación viera a su madre dormida detrás de las finas cortinas de dosel Se veía tan tranquila, tan hermosa Se aproximo lentamente y a medida que las distancias se reducían pudo darse cuenta que su madre había perdido algo de su etéreo color y juraría que estaba un poco más delgada, algo que contrastaba mucho con el tamaño de su vientre.

–¿Madre? – Susurro bajo.

–¡Sanji! – El murmullo molesto de Époni lo hizo voltear molesto.

–¡Mira, Époni! En verdad me agradas y mucho, pero no voy a–

–…Sanji ¿Qué paso? – Ambos perdieron el hilo de su conversación al escuchar la cansada voz de Sora, estaba con los ojos cerrados, pero había estado consciente desde el momento en que su tercer hijo había ingresado a su alcoba.

–Madre.. – Traspaso las cortinas transparentes para tomar una de sus manos, estaba fría – ¿Te encuentras bien?

«Di que sí» «Por favor, di que si»

Sora siempre pudo ver a través de Sanji, era como verse en un espejo. Ambos eran muy parecidos entre sí y por esa misma razón pudo reconocerlo.

…Él lo sabía…

–No Sanji, no estoy bien – A medida que sus palabras eran procesadas por el joven rubio se dio cuenta que las pupilas de su hijo se dilataban cada vez más.

– Tengo cáncer.

Escuchar esas dos palabras hizo que todas sus esperanzas se destrozaran, en un segundo estaba tirado en el piso, llorando amargamente a los pies de su madre. Llorando lagrimas del dolor que él no podía sentir, pero por el que preferiría pasar mil veces si eso significaba que ella estuviera bien.

– ¡Madre! ¡N-No! ¡Tú no debes..!

–..Sanji

–¡No! – Se levanto en un santiamén – Buscaremos al mejor oncólogo del país, no, ¡Del mundo!

–Sanji, escúchame.

–No puedo creer que valla a decir esto, pero ¡En este momento llamare a Judge! Sus malditos negocios pueden esp–

–¡Sanji! – Solo tuvo que escuchar el llamado de su madre para quedarse en silencio y verla fijamente. A pesar de verse tan agotada sus ojos aun conservaban el mismo brillo de siempre.

– Quiero que sientas algo. – Aun tomados de las manos, fue que Sora dirigió su palma hacia ese pequeño bulto en su estómago y entonces lo sintió. Fueron solo segundos, pero el vientre de su madre se había movido. 

–Escúchame Sanji, yo tuve la suerte de nacer en una hermosa familia, con un padre y una madre que me dieron todo el amor del mundo. Tuve una increíble vida en Inglaterra. Luego me enamore e incluso me case y aunque mi matrimonio no resulto de la forma en la que yo hubiera esperado, aun así, yo siempre estaré muy agradecida con tu padre, porque él me dio cuatro hijos maravillosos. He vivido cosas increíbles, pero «Ella» ni siquiera ha podido ver la luz del día.

¿Qué clase de madre seria si no le puedo dar a «mi hija» ni una pequeña parte de lo que yo tuve?

–M-Madre… – La tomo de las manos fuertemente, llorando angustiosamente, dejando que sus lágrimas se derramaran entre sus dedos.

–Gracias, Sanji.

Lejos de esa habitación, Niji podía escuchar como Ichiji habla furibundo al teléfono, solo pasaron unos segundos luego de que Sanji se fuera para que el pelirrojo reaccionara y se pusiera de pie para llamar a directamente a Judge, pero por lo visto no parecía tener mucho éxito.

–¿¡Como que no puedes venir¡?..¿Y eso que? ¡Tu esposa está muy mal!... No te lo puedo explicar por teléfono ¡Tienes que regresar a Paris!

Se pudo hacer una idea de la respuesta de su padre cuando Ichiji lanzo su teléfono con toda la fuerza que tenía hacia la primera planta, rompiéndose en miles de pedazos en el piso.

–No vendrá ¿No?.. – Pregunto Yonji con un hilo de voz.

Pocas veces había visto a Ichiji con el entrecejo tan fruncido. Él nunca era de molestarse, de hecho, nunca era de sentir nada. Vio cómo se cubría el rostro con una mano para responder de forma entrecortada.

– Dijo que podría venir en ocho meses.

–Y porque carajos no le dijiste que aparte de que Sora tiene un engendro creciendo en su vientre ¡También tiene un maldito tumor! – Le reclamo Yonji a Ichiji.

…Un engendro...

No había que ser un genio para saber la razón, comprendía porque Ichiji no había tocado ese tema con su padre, él hubiera hecho lo mismo. Que Judge supiera esa noticia empeoraría aun más la situación para todos y lo que menos debían hacer en ese momento era presionar a Sora.

–Yonji, te recomiendo que te abstengas de expresarte así, si mamá llega a escucharte–

–¡No! ¡El problema es ese monstruo! Es por esa cosa que Sora no quiere tratarse y nosotros debemos de hacer que reaccione de una vez.

–¿Y qué es lo que pretendes? Encararla y decirle; Madre ¿Podrías someterte a un aborto para eliminar al bebe que con tantas ilusiones has esperado y así puedas tratar tu enfermedad? ¡Ni en sueños, Yonji!

–¿¡Por qué!? No es justo que mamá muera por algo así.

–Porque ella jamás acedera – Niji lo supo desde el momento que Yonji les revelo la verdadera enfermedad de su madre. Sora tenía todas sus esperanzas puestas en ese bebe y la sola idea de arrebatarle tal sueño era impensable.

El peliazul estaba seguro que Yonji lo lanzaría de las escaleras por lo que acababa de decir pero el último de los Vinsmoke solo vio a sus hermanos mayores con una mirada vacía.

–Sanji tenía razón, nunca te importo mamá, al igual que a ti. – Refiriéndose a Ichiji.

–Cuida tus palabras, Yonji – Ichiji no quería iniciar una discusión sin sentido con el problema de Sora acuestas. ¡Claro que quería ayudar a su madre! El problema era que la única forma de hacerlo sería destruyendo su mayor ilusión –¿Y si se somete al tratamiento sin tener que abortar? – Las palabras simplemente salieron de su boca, pero desde antes de formularlas sabía que la idea era imposible. 

–No seas idiota, la radiación mataría al bebe – Contesto cortante Niji.

–Al menos trato de pensar en una solución.

–¡Piensa en una solución que tenga sentido! –Yonji estaba empezando a caer en la desesperación – La única forma de salvar a Sora es matando al bebe primero y la única manera de salvar al bebe incluye en letras pequeñas la muerte de Sora y eso ¡Jamás lo voy a permitir!

–Aun si por alguna extraña anomalía en el universo, ella accediera a abortar, ni siquiera sabemos que tan avanzado esta su cáncer. Tal vez hasta sea inú– No pudo terminar al sentir como perdía el aire a causa del certero golpe de Yonji en la boca de su estómago.

Empezó a toser por la fuerza del impacto es su delgada figura, pero eso poco importo para el peliverde – ¡No quiero volverte a escuchar decir esas estupideces nuevamente! ¿Quedo claro?

–¡Maldita sea, Yonji! – Ichiji tuvo que acercarse a Niji al ver que este no paraba de toser. Si que le había dado con fuerza.

–..Oigan – Los tres levantaron la vista hacia Sanji, que acababa de regresar de la habitación de Sora. Se veía sereno, pero las comisuras de sus ojos estaban hinchadas, era claro que estuvo llorando – Mamá quiere hablar con los cuatro.

–¡Idiota! ¿Qué no vez que es un mal momento? – Le contesto arisco Ichiji mientras trataba de levantar a Niji, que trataba de llenas sus pulmones de oxígeno nuevamente dando fuertes bocanadas de aire.

–¡No me importa, Ichiji! Por una vez en tu triste y miserable vida te pido que me hagas caso porque si no.. – Antes de reiniciar otra pelea recordó las palabras de Sora. – Por favor.. solo vallamos con ella.

 –No puede ser.. – Yonji no quería ni pensar en el significado de las palabras del rubio.  

 

 –Luego de eso, mis hermanos a regañadientes acudieron a hablar con mi madre. Ella les dijo lo mismo que a mí. Como siempre Ichiji y Niji tomaron la noticia impasibles, pero lo aceptaron, a fin de cuentas ese era el deseo de mi madre. La fina línea de sus labios le mostro a Zoro lo amargo que fue ese momento en la vida de Sanji Sin embargo, Yonji.. fue quien peor tomo la noticia. Le dijo a Sora que lo estaba abandonando y ponía a ese bebe por sobre sus otros hijos. Luego lo golpee y él me golpeo a mí. Pensé que me mataría, pero, increíblemente fue Ichiji quien lo detuvo. El asombro que sintió cuando vio al pelirrojo haciéndole frente a la furia de Yonji sería algo que jamás olvidaría Esa fue la primera vez que él actuó como una persona con sentimientos.

Nunca supo que rayos fue lo que paso por la mente del pelirrojo, pero Ichiji tuvo un cambio muy drástico luego de enterarse de la situación de Sora y todo el proceso que le siguió a ese hecho. Sanji tenía sus teorías, pero, pareciese que la enfermedad de su madre le hizo caer en cuenta de que tan efímera era la vida en general.

«Aun así, no negaría que la mayoría de las veces seguía actuando como un cretino»

Después, nuestra madre nos hizo prometer que no le diríamos ni una palabra a Judge y nosotros le prometimos que la apoyaríamos en todo, sin importar que, pero… esa promesa se convirtió en una tarea tan difícil a medida que el embarazo de mi madre avanzaba Nuevamente sentía sus ojos acuosos y es que era imposible, el solo recordar los gritos de dolor de Sora ante el insufrible dolor lo hacía temblar de terrorPorque sabía que a medida que él bebe creciera y se hiciera más fuerte con cada día, su enfermedad también.

Sanji, no tienes que seguir hablando sino quieres.

–Fue verdaderamente horrible – En este punto ya no podía quedarse callado, había reabierto la herida y tenía que desangrarse o de lo contrario se infectaría –  Y-Yo la amaba y tuve que ser testigo de cómo su vida se extinguía día tras día.

–..Sanji

–¿Quieres saber algo mas? ¡Ella nunca tomo medicamentos! Tenía miedo de que pudieran hacerle daño a mi hermana. ¡Soporto tanto dolor solo por ella! – ¿Por qué sentía que estaba haciendo un gran esfuerzo por respirar? – Apenas y podía comer. Fue cuando nos dimos cuenta de que el cáncer se había expandido hacia su estómago. E-Entonces tuvimos qu–

–Sanji, ya cállate, es suficiente – Zoro lo tomo de los hombros, sino lo callaba ahora el rubio tendría otro ataque de pánico – Deja se torturarte, no fue tu culpa.

–¡No, tu cállate! No tienes idea de lo que se siente ver morir a la persona que te vio nacer... Ella fue tan valiente y-y nosotros s-solo–

Podía sentir las calientes gotas caer incontrolables por todo su rostro, como una lluvia de estrellas y también sintió como Zoro lo tomo entre sus fuertes brazos, abrazándolo mientras el dejaba salir todo el dolor que lo torturaba desde lo mas profundo de su mente. Sus demonios querían salir y su lucha interna por impedírselos lo estaba matando por dentro.

Estaba roto – al igual que todos sus hermanos –pero nunca culparía a Reiju por nada. De hecho, de no ser por ella estaba seguro de que en verdad se habría vuelto completamente loco.

–Sanji, quizás no pueda entender lo que se siente ver a una madre agonizar frente a su hijo – Él tuvo la suerte, disfrazada en desgracia, de ser abandonado por su madre biológica en un mugroso y pestilente orfanato. Porque de no haber terminado allí, jamás hubiera conocido el amor de una verdadera familia – Pero estoy seguro que ella hizo ese gran sacrificio, por la simple razón de que el amor de una madre es quizás el vínculo más fuerte del universo. Alejo al rubio de el por unos momentos para ver directamente a esos frescos azules y no tienes que atormentarte por eso.

Se puso de pie dispuesto a ir hacia la puerta de salida de aquel ático cuando sintió como Sanji nuevamente lo tomaba del hombro – No te vallas, por favor – La sola idea de que Zoro se fuera le causaba pánico – ¡No esta vez! No quiero estar solo.

–Tranquilo, no me iré – Su tono tan pausado lograba tranquilizarlo en solo segundos – Le pondré seguro a la puerta. Estas confiándome lo que quizás sea uno de los recuerdos más duros de tu vida y no voy a permitir que nadie, además de mí. Invada esa parte tan privada de tus memorias. 

 

………………………………………………………

 

 

Cuando realizo la última sutura, dando por finalizado el largo procedimiento, pudo escuchar miles aplausos alrededor suyo. Todas las enfermeras, internos y residentes que, a pesar de la hora, decidieron quedarse a observar como esa eminencia del campo medico, realizaba una de las cirugías más impresionantes que verían en mucho tiempo.

Alzo la vista hacia la galería superior, para observar a todos esos jóvenes – Lo veían como si fuera una especie de Dios con bisturí – Soñando con el día en el que ellos estarían en su lugar.

Se podía ver a sí mismo en esos chicos, ya que un día él también fue así...

Aunque muchas personas consideraban su trabajo como depresivo y trágico, él siempre había estado muy orgulloso de este. Desde un principio fue consciente de haber escogido una de las especialidades más duras y complejas de todas, pero su mayor satisfacción estaba al final. Cuando finalmente podía decir esas palabras que hacían que a los padres se les aguaran los ojos y a los niños saltar de alegría.

Pero esta fue la primera vez en toda su carrera que Trafalgar Law se sintió avergonzado de cumplir con su labor.

No se detuvo a escuchar halagos, ni a responder preguntas. Solo le pidió a Cossete que terminara con los procedimientos restantes y le informara a la familia que la intervención había sido un éxito. No tenía tiempo – ni deseos – de hablar con nadie. Quería salir lo más pronto posible de ese maldito quirófano.

Apenas ingreso a los vestidores, se arrancó a tirones la camiseta azul junto a toda la ropa quirúrgica. El tapabocas le estaba cortando la respiración, a la vez que se acumulaba todo el ácido gástrico en su tráquea. No pudo contenerse más cuando vio el lavamanos, las arcadas se acumularon en su boca y solo lo dejo salir.

Se sentía indigno de llevar esas ropas.

Solo cuando tomo su celular fue que se percató de cuánto tiempo había pasado en realidad. Había perdido la noción del espacio tiempo con todo lo que había ocurrido. Su teléfono estaba lleno de mensajes, pero solo uno merecía su atención. 

 

“Se que debes estar muy ocupado salvando vidas y esas cosas de Doctor que me hacen sentir tan orgulloso, pero haz un espacio para venir a casa mañana en la noche. ¡Tendremos una cena familiar!”

 

Te quiere, Papá.

 

La frase era corta, pero las palabras de Cora, lejos de alegrarlo, lo hizo sentir tan miserable...

Tomo una ducha en silencio, pensando en lo que seguiría ahora, pero ni el frio del agua ni todos los pensamientos que rondaban en su cerebro lo hacían reaccionar. Estaba cansado de todo..

Cuando salió de esa habitación, empezó a caminar sin rumbo a través del oscuro pasillo y fue entonces cuando la vio. Por lo visto, no se había movido de allí desde que empezó su cirugía y en verdad se lo agradecería. 

–No tienes que sentirte culpable de nada, hiciste todo lo que estuvo en tus manos. – Desde que conoció a Robin, siempre la considero una mujer extraordinaria. Tenía la extraña habilidad de ver en los corazones de las personas. Sabía lo que buscaban, lo que apreciaban y lo que los heria...

–A veces, solo a veces, me pregunto porque demonios sigo haciendo esto... – Recordaba perfectamente la razón que lo motivo, como si hubiera sido ayer. Había cambiado su mundo por completo y hasta le dio una nueva razón de vivir, pero luego de haber recorrido un camino tan extenso, lleno de éxitos y derrotas.

Ese recuerdo se hacía tan lejano.

Pudo sentir que la amena sonrisa de Robin se diluía en su rostro – ella sabía perfectamente lo que estaba rondando por su mente – Pensó que la ojiazul se alejaría de él, pero fue entonces que sintió las cálidas manos de la morena sobre su rostro, alzando su mirada y viendo a través de sus azabaches ojos.

 –Lo haces porque eres una persona increíble, que dedica su vida a salvar lo más hermoso que hay en este mundo. La sonrisa de un niño.

 

Entonces lo recordó…

 

«Usted es alguien increíble Doctor Trafalgar, aunque un poco extraño, pero me agrada ¡De grande quiero ser como usted!»

 

Tomo la mano de la morena entre las suyas y con esa voz tan fría que lo caracterizaba, pero a la vez llena de sentimiento le respondió en un susurro, de forma que solo ella lo pudiera escuchar.

– Gracias.

–De nada, Law.

Alejo sus manos del calor de la morena, aun tenía una última cosa que hacer. Decidido, emprendió camino hacia la planta superior del hospital, pero antes de tomar el ascensor se aventuró a preguntar.

 – ¿Sabes algo de Vinsmoke Ichiji?

–No – El tono de su voz la delataba, ella se sentía igual de abatida que él – No tengo ni idea de don.. – Atrajo su atención el repentino silencio de Robin, pero fue solo cuando escucho una maldición saliendo de sus labios que se giró. Estaba atendiendo su localizador y se veía seria.

–Es de la habitación de Yonji.

 

 

………………………………………………………

 

…¿Cómo puedes preferir a esa cosa antes que a nosotros?...

…¡Eres tan desconsidera!...

…¡Jamás te perdonare si no luchas por tu vida!..

 

«Por favor, madre, no me abandones»

 

Nunca se perdonaría toda la sarta de estupideces que le dijo a Sora cuando ella solo le pidió que la escuchara, pero era inevitable no sentir tanta impotencia ante la situación.

Un día su madre fue una mujer hermosa y al día siguiente, era solo una sombra de lo alguna vez fue.

A pesar de que Ichiji lo obligo a prometer que no le daría la espalda a Sora. No fue capaz de cumplirlo, para él, fue el mayor tormento de su vida ver como la vida de su madre se extinguía, mientras la vida en su vientre se fortalecía.

Que irónico.

Odió tanto a ese bebe, lo odió con todo su ser. Porque la mujer que más lo amaba en el mundo prefería sufrir dolores inimaginables por esa cosa que tratar de salvar su vida. En todo ese tiempo Yonji solo fue capaz de ver a Sora en un par de veces, porque no pudo soportar ser testigo de todo el proceso que conllevo su enfermedad.

Era increíble como Sanji pudo soportarlo, jamás se apartó de su lado o que Ichiji volviera a tocar el piano solo para tratar de amenizar un poco su dolor. Inclusive Niji, se abrió un poco a Sora en sus últimos momentos.

Pero él solo le alejo…

Y el día que Sora se fue para más nunca regresar, él ni siquiera se despidió.

 

«Madre, no te vayas»

 

Quería gritar, pero no podía ni hablar. Sentía que una piedra de millones de toneladas estaba sobre él. ¿Dónde estaba? Solo veía una oscuridad absoluta y sin fin, no comprendía nada de lo que estaba pasando en su entorno.

 

 –¡Madre! Toma las recogí para ti – Dijo muy alegre un pequeño de cinco años mientras entraba corriendo a la cocina y le extendía unas flores a su madre. 

Mi amor gracias, están her.. –Hizo una ligera pausa cuando se percató de los tallos de las plantas – Yonji ¿Las arrancaste del jardín?

–Uhh.. no.

–Yonji, no se arrancan las flores. Ellas tienen sentimientos y les duele cuando las jalas – La expresión de Yonji cambio en segundos y bajo la cabeza avergonzado. Al ver como la tristeza se apoderaba del menor de sus niños se agacho para darle un beso en la frente.

– Perdón Madre, pensé que les gustaban a las niñas.

Le causo mucha ternura el gesto – Claro que nos gustan y estoy segura que cuando crezcas y te vuelvas todo un galán, muchas chicas que serán incluso mucho más bonitas que yo te pedirán a gritos que les regales flo

–¡Entonces nunca le regalare flores a ninguna chica! – le refuto molesto.

«Basta»

–¿Por qué dices eso?

–¡Porque no hay chica más bonita que tú! – Le respondió seguro.

«Ya no más, por favor»

Y en la penumbra absoluta pudo escuchar como una voz lo llamaba, era melodiosa. – Casi como la de ella – Él solo la siguió, ya no soportaba estar más en ese lugar, siendo torturado por sus memorias.

Él ya no era esa persona, – y jamás lo volvería a ser – Tenia algo por que vivir e irónicamente era ese mismo regalo que tanto llego a despreciar.

Él estuvo equivocado y Sora siempre tuvo razón.

Ella no era un monstruo,

Era una nueva oportunidad en su vida y esta vez no la iba a perder.

Yonji, reacciona»– Nuevamente volvió a escuchar esa desconocida voz.

 

¡Ella lo necesitaba!

 

–¡Reiju! – Finalmente pudo abrir sus ojos pero lejos de encontrarse con el pequeño cuerpo de su hermana, vio a una hermosa mujer de cabellos negro…

–Yonji ¡Despertaste! – Su voz era tan pausada y tranquila que logro alejar toda la oscuridad que se encontraba su alrededor. Tenía una sonrisa tan perfecta y sincera que lo dejo sin palabras.

 ¿Quién era ella? Y ¿Por qué estaba así de feliz por él?, no sabía que decir.

No tenía idea de quien se trataba, pero por lo visto ella sabía perfectamente quien era él y era imposible que él la conociera – porque de haberlo hecho – jamás hubiera olvidado ese rostro tan hermoso.

–H-Hola.. – Joder, ¡Joder! Tener tan cerca a esa chica lo ponía nervioso – ¿Quién eres tú? ¿En dónde estamos? – Se sentía tan patético de hacer esas preguntas, pero necesitaba respuestas, estaba muy confundido.

–Me llamo Robin y.. soy una amiga. Se que tienes muchas dudas, pero primero necesito que te tranquilices – Hizo una pausa para entrelazar sus manos con las del peliverde – Estas en un hospital, y – Detuvo su explicación al escuchar los constantes vips de una de las maquinas.

Yonji se había puesto muy inquieto por el inesperado contacto y para Robin fue muy fácil darse cuenta cuando las pulsaciones de Yonji empezaron a sonar de forma descontrolada atreves del monitor de frecuencia cardiaca al que estaba conectado.

Para tener ese tamaño es muy tímido – Le pareció muy tierna la reacción del chico.

Pero el peliverde no solo estaba intranquilo por la pelinegra sino por el comentario que soltó luego de presentarse –¿Estoy en un hospital? – Empezó a tensarse – Entonces ¿Dónde está Reiju? ¿Ella está bien? ¿¡Acaso tuvo una recaída!? Lo último que recuerdo fue que… ¡Agh!

Tuvo que llevar la mano a su cien por el intenso dolor que sintió al tratar de recordar lo que había pasado esa noche en la que se quedó solo con Reiju y al palpar su cabeza sintió algo que no le agrado nada – Oh, mierda. Mi cabeza ¡Qué diablos le paso a mi cabeza!

–Yonji, cálmate – Tuvo que aplicar algo de presión en el peliverde para alejar sus manos de esa parte tan delicada de su cuerpo y Yonji se sorprendió de que aquel fino y delgado cuerpo tuviera una considerable fuerza en los brazos – Yo te explicare todo, pero por favor no te sobre esfuerces en recordar. No quiero colapses nuevamente..

Solo necesito de esas palabras para que su mente se tranquilizara en segundos. De un momento a otro ya no necesitaba respuestas, no habían más preguntas. Lo único que deseaba hacer era seguir escuchando esa hermosa voz.

–E-Esta bien.

…No hay chica más bonita que tú…

 

–Quizás estaba equivocado en eso también–

 

………………………………………………………

Las cortinas estaban entreabiertas, se podían ver los signos de los últimos rayos de luz y las hojas caídas de los árboles, junto a su marchito cobrizo que despedían al otoño para darle paso a al crudo invierno. Las frías ventiscas que entraban ligeramente por el balcón, como si solicitasen permiso para ingresar hacia aquel recinto, solo para poder ser testigos invisibles del espectáculo que se apoderaba del ambiente.

Dedicado exclusivamente para una persona.

Ahora era él quien se encontraba en el centro de todo. Sintiendo como sus dedos se movían solos, con elegancia y parsimonia a través de las notas; y ella, lo escuchaba atenta no muy lejos de allí

Ambos tenían los ojos cerrados, tratando de alargar la ilusión lo más posible. Ella, disfrutando de los pocos momentos de paz que tenía en el día a través de aquellas suaves tonadas y él, deseando que aquel momento no acabase nunca.

Él nunca fue bueno para expresar sus sentimientos, y se debía en parte a su personalidad tan reservada, pero era a través de la música que Ichiji podía expresar sus emociones libremente.

Sinfonías rápidas, piezas elegantes, composiciones complejas y harmonías pausadas.  

Finalmente – y después de tantos años – había aprendido a leerlas todas. Las reconocía, tenían vida propia, todas y cada una de ellas. Guardando dentro de sí un universo propio y lleno de ilusiones.

Tuvo que juntar una gran cantidad de aire en sus pulmones para poder articular, últimamente se sentía más y más agotada – Es nueva.

–Solo improviso un poco, no es muy buena, pero pensé que ya estarías cansada de escuchar a Debussy, Chopin o Stravinski diariamente.

Tienes razón, no es buena – Se dibujo una sonrisa sarcástica en el rostro de Ichiji, apreciaba su honestidad.

Es maravillosa, incluso diría mejor que Claude – Inmediatamente sintió que su hijo mayor se tenso, sorprendido. Ella sonrió contenta, acariciando su avanzado embarazo mientras sentía los ligeros movimientos que provenían de su vientre– y a ella también le gusta.

Detuvo sus flamantes movimientos para poder verla e hizo un gesto que estaba reservado solo para ella y no se atrevería a mostrar a nadie mas..

Una sonrisa, una sonrisa autentica.

Había perdido mucho peso, sus brazos y otras extremidades estaban muy delgados, el rubor en sus mejillas había desaparecido por completo para dar paso a una piel seca y enfermiza. Al contrario de su vientre, que había ganado un tamaño considerable con el pasar de los meses, pero a pesar de todo, esa flamante sonrisa seguía intacta y para Ichiji, Sora nunca había estado mas hermosa.

–Ichi.. –

–¿Qué ocurre? – Se levanto inmediatamente – ¿Te duele algo?

Pero la negativa de Sora lo tranquilizo – Solo quería saber ¿Qué fue lo que te hizo cambiar? ¿Es porque pronto ya no estaré más por aquí?

Los últimos meses, habían sido los peores, pero por mucho también los mejores de su vida. No sabia cuanto tiempo le quedaba, de lo único que estaba segura era que tenia que aguantar dos meses más, solo un par más y su hija por fin podría nacer. Los médicos habían sido muy escépticos con su enfermedad y la disparatada decisión que tomo. Sabia muy bien que a medida que los días pasaban, había menos probabilidades de supervivencia para ella, pero no le importaba. Aguantaría todo el dolor que fuera necesario y su mejor consuelo fue que en el ocaso de sus días, sus hijos finalmente se hayan podido acercar a ella.

La mirada de Ichiji se ensombreció, sabia tan bien como Sora que ya no le quedaba mucho tiempo. Los últimos estudios mostraban que su cáncer había hecho metástasis hacia su estómago. Luego de eso, las probabilidades de que llegaran a sus pulmones y necesitara de un respirador artificial para seguir con vida, eran muy altas.

–Con todo lo que hemos recorrido hasta ahora ¿Acaso importa ya?

–Todo lo que tenga que ver contigo me importa. 

–Eso ya no es relevante, madre.

–Ichiji – El sonido de su voz había cambiado, de uno cansado y sereno a serio y directo.

–¡Mamá! La cena esta lista – El ingreso de Sanji seguido de Époni trasladando consigo una mesa mayo a la biblioteca, rompiendo la atmosfera que se había creado entre los presentes.

Ichiji pudo ver a Sanji por el rabillo del ojo, le sonreía a Sora, hablándole como siempre solía hacerlo, incluso le hacia un par de bromas y se reía con ella, pero todo era un engaño, él lo sabía, Sanji lo sabía e incluso Sora lo sabía.

Sanji lloraba por dentro, pero por mas dolor que existiera dentro de él, tenia que hacer el mayor esfuerzo por demostrarle a su madre que ellos estaban bien y estarían bien.. cuando ella no estuviera más.

No había nada que Sanji odiara mas que la hora de comer y quizás esa era una de las cosas que el rubio más odiaba de la enfermedad de Sora. Antes solía ser uno de los mejores momentos de su día. Disfrutar de una deliciosa comida, hecha por él y su madre, juntos. Compartiendo esos efímeros y a la vez eternos momentos. Ahora, tenia que colocarle a su madre una sonda nasogástrica para que la bebe – ni siquiera Sora – pudiera obtener nutrientes.

Había olvidado cuando fue la ultima vez que pudieron sentarse a disfrutar juntos de algo tan simple como una cena.

–..Sanji! ¡Joven Sanji!

–¿Ah? ¿Qué cosa? – Los llamados de la anciana lo devolvieron a la realidad.

–Necesito que me entregue el catéter.

–Si.. claro – Hablo entre dientes, pero cuando se acerco a la charola para recoger el dispositivo, vio que el teléfono de su madre estaba brillando.

 

Era una llamada del hospital.

 

Estaba a punto de tomar el móvil cuando Ichiji se adelantó y tomo el aparato – Termina con lo que estás haciendo. – El pelirrojo lo dejo con la palabra en la boca cuando salió de la habitación rápidamente mientras contestaba la llamada.

Sanji – La voz de Sora siempre lo abstraía – Deja de preocuparte por todo, hijo. ¿Quién sabe? Quizás sea algo bueno –Nunca perdía su esencia, la siempre afable Sora – ¿Cómo te está yendo con el nuevo inicio de curso?

No hagas eso madre, no trates de minimizar lo que está ocurriendo» – Mordió sus labios con fuerza. No se suponía que ella lo consolara a él.

–Si, por supuesto.. gracias.

 

Nunca fue una persona que creyera en el destino. De hecho, siempre fue escéptico si de este se trataba. Las únicas cosas que tenían valides para él, eran aquellas que se podían probar y comprobar. – El hombre solo temía hacia aquello que era desconocido, hasta que se hiciese corriente y desechable – Sin embargo, habiendo llegado hasta el punto en el que se encontraban. Cualquier camino era válido, esta vez ya no podía valerse de las probabilidades.

Porque ya no había ninguna.

Cuando supo que Sora tendría a Reiju, trato de analizarlo de forma racional. Técnicamente, era posible, su madre aún era joven, pero… ¿Acaso era la decisión correcta? Cada uno de ellos eran hiedras venenosas, el más mínimo roce infectaría a cualquiera que se acercase y en especial si se trataba de un pequeño capullo.

–¿Qué querían? – Le cuestiono Niji, apareciendo detrás de él, con una pequeña caja entre las manos.

–Era su ginecóloga, básicamente pregunto por su estado y si estaba respondiendo bien a la alimentación por Sonda.

El peliazul guardo silencio, ¿Qué podía decir ante eso? «– Pero ¡Por supuesto! Le hubieras dicho que Sora adora que le introduzcan un tuvo de mas de tres metros por la nariz solo para poder alimentarse porque su cáncer esta tan jodido que ahora ni siquiera puede comer –»

Si vas a usar eso con ella – Lo hizo reaccionar, refiriéndose al contenido de la caja –, será mejor que empieces de una vez.

–Solo quiero comprobar algo, es todo.

–Bien, hazlo.

–¿A dónde vas? Necesitare tus habilidades de pianista frustrado. Nunca está de más una buena música de fondo para aminorar la tensión.

–Tengo algo más productivo en mente para dedicarle mi tiempo.

 –¿Cómo cuál? ¿Hacer que Yonji salga de su habitación? ¡Si lo consigues, prometo que te dare…

No – Lo interrumpió – Si él quiere estar solo no hay nada que podamos hacer.

Evitaban tocar el tema de Yonji, prácticamente se había borrado del radar de Sora y ella, a pesar de la gran tristeza que le causaba, lo entendía. Incluso él trato de razonar con el peliverde pero desgraciadamente para Ichiji; Yonji no deseaba tener ningún contacto con Sora o su embarazo… Solo esperaba que luego, Yonji no se arrepintiera de su decisión.

 

–Son treintaicuatro libras, señor.

–¿Mmm..? – La voz del conductor lo despertó de su ilusión, al girar la mirada vio que finalmente había regresado al Hospital.

 

………………………………………………………

 

–Échec et mat.  

Vinsmoke Niji fue la personificación de la perplejidad por unos cuantos segundos. Era la primera vez en su vida que perdía y lo peor, fue ante Sora. ¡Sora, joder! En un par de jugadas y solo con el alfil pudo derrocar muy fácilmente a su Rey.

–¿¡Cómo hiciste eso!?

Un mago nunca revela sus trucos, Niji – Al ver que la respuesta tan ambigua estaba haciendo enrojecer de la rabia al peliazul, decidió agregar un último comentario a modo irónico, pero con cierta jocosidad. – ¿En verdad creíste que tus dotes en el ajedrez eran por Judge?

Se tuvo que morder la lengua para no responder que sí. Nunca se le paso por la cabeza que Sora fuera una maestra del ajedrez, pensar que había heredado sus habilidades de su padre siempre fue lo más obvio para él.

–¡Te exijo que me enseñes esa jugada! Es tu deber como madre.

–Niji…

–¡No puedes decirme que no! Le enseñaste a Ichiji a tocar el piano y a Sanji a cocinar. Exijo mis derechos como tu hijo.

Al escucharlo, Sora solo atino a morderse los labios para que todas las emociones que se estaban formaron en su pecho, al escuchar esas palabras, no explotaran.

¿Acaso nunca te das cuenta que..? – Callo al ver a su madre a los ojos – ¡Oh no! ¡No! ¡Pero si no he dicho nada malo! Por lo que más quieras mamá, no llores.

–Ni-Niji – Jamás había escuchado que recitara su nombre con tal ilusión.

Lo que ocurrió a continuación, fue lo más cercano al cometa Halley que Niji estuvo – ya que, solo lo experimentaría por una única vez en su vida.

Su madre se alzó del diván en el que se encontraba solo para abrazarlo fuertemente mientras lloraba sobre sus hombros... pero a diferencia de todas las anteriores ocasiones en las que, por su culpa, soltó lágrimas de dolor, esa vez el llanto fue de felicidad...

–¡Claro que sí! ¡Claro que sí, Niji! Te enseñare todo lo que quieras.

¡Y-Ya!, Ya está bien – Era una sensación muy extraña pero ese calor lo reconforto bastaste – ¡Sora, ya suéltame! Vas a asfixiar al bebe. – Tener tan cerca el vientre de su madre lo ponía intranquilo.

–Oh, hijo. No te imaginas lo feliz que me haces.

«Hijo»

Un sonrojo involuntario causado por esa simple palabra, lo hicieron sentirse como un completo idiota. Agradecía con todo su ser el que su madre no lo estuviera observando.

¡Ya Sora! Suéltame, tengo que reacomodar las piezas para qué... ¿Sora? – Inesperadamente, sintió un mayor peso asentándose sobre sus hombros – ¡Sora! ¡Oye, Sora! !Mamá! – Al no sentir ninguna reacción por parte de su madre, fue que se dio cuenta.

¡No! ¡No! ¡No! Mierda ¡Mierda! – Su sangre se congelo en segundos cuando no pudo sentir el pulso de la rubia – ¡¡Ayuda!! ¡Necesito ayuda! ¡Mamá perdió la conciencia!

 

………………………………………………………

 

Cruzo las puertas del hospital rápidamente, las nubes estaban muy grises, lo que indicaba que pronto habría una tormenta. Estaba seguro de que Law lo mataría por haber tardado tanto, pero la verdad, le daba igual si el galeno le incrustaba un bisturí entre los ojos. Lo único que abordaba sus pensamientos era Reiju.

«¿Cómo será su vida luego del cáncer?»

Nunca se lo había planteado, todo pasaba tan rápido que ni siquiera tenia tiempo para detenerse a pensar en eso ¡Finalmente, Reiju podrá tener la vida de cualquier niña de nueve años! Y no sería para nada como su infancia, se aseguraría de que ella fuera muy feliz. Tal vez Sora ya no existía, pero ellos estaban allí, él estaba allí. Se encargaría de cumplir todos los sueños de Reiju, el tiempo ya no seria una limitante. La llevaría al Shakespeare's Glove y al Teatro Real, al Museo Británico, incluso a la Galería Nacional.

Sin mencionar que; Sanji ya no estaría cargado de trabajo, Niji finalmente podría terminar la universidad y Yonji ya no estaría luchando como gladiador romano a cambio de unos cuantos centavos.

Si podía asegurar el bienestar de su familia, aun a costa de convertirse en el esclavo personal de Katakuri por lo que le quedaba de vida… lo haría con gusto.

Porque ese fue el mayor deseo de Sora y.. también se convirtió en el suyo.

 

 

Ichiji podía percibir la rápida circulación de su sangre, estaba muy contrariado ¿Qué había ocurrido? Sora se encontraba estable cuando él la dejo y de un momento a otro se desplomo.

Sanji no paraba de moverse de un lado a otro. Incapaz de mantener, al menos en apariencia, la calma que mostraban los dos mayores – ¿Qué mierda fue lo que hiciste Niji? – Le exigió respuestas, molesto. Habían llegado hace unas horas al hospital y en todo el camino, el peliazul había permanecido como una tumba.

Cállate Sanji – Le ordeno el pelirrojo, lo ultimo que necesitaban era una escena en el hospital.

–¡Púdrete Ichiji! Este idiota ha tratado como basura a mamá siempre que ha podido. Ella estaba bien, luego se queda a solas con él y de la nada colapsa.

–Sanji – Siseo el pelirrojo en un tono de ultratumba – En verdad estoy haciendo un gran esfuerzo por mantener la compostura, pero si continúas gritando y culpando a Niji, no te prometo nada. Tienes que entender algo; Mamá no ha estado bien, no está bien y no estará bien ¡Tiene cáncer y como si eso no fuera suficiente, está embarazada! Maldita sea ¿Es tan difícil de entender?

Ante las crudas palabras de Ichiji, no le quedo otra opción que sentarse, debía confiar. Su madre era fuerte, saldría de esta y volverían a casa.

Ustedes nunca van a cambiar ¿No? – La presencia de una singular rubia de increíble altura apareció ante los tres hermanos e hizo desviar la tensión del ambiente – Desde que los saque del vientre de su madre no han hecho otra cosa que no sea pelear entre ustedes.

¡Doctora Gerd! – Sanji se acercó lo más rápido que puedo hacia la mujer – ¿Cómo está mi madre? ¿Se pondrá bien?

La mujer sintió lastima por las palabras del rubio, esos chicos eran solo unos niños, los conocía incluso desde antes de nacer. No podía imaginar todo lo que ya habrían visto esos profundos ojos azules; y lo que les faltaba por ver.

Gerd, Sanji te hizo una pregunta – La mirada tan intensa que le dedico Niji, casi, logra asustar a la doctora, casi.

Soltó un suspiro pesado, estas era la parte más difícil del trabajo – Ichiji, ven conmigo. Sora necesita hablar contigo. 

–¿Qué? – Rojo y amarillo formularon la pregunta al mismo tiempo; uno con incredulidad y otro con recelo.

¿Por qué Ichiji y no él?

Fue la misma pregunta que el pelirrojo se hizo, ¿Por qué él y no Sanji?

¿Estas sordo? ¡Rápido niño! No tengo todo él día. Y tu madre tampoco, pensó.

La bella doctora se perdía entre los pasillos, como si los estuviera conduciendo hacia un laberinto abandonado y sin salida – Ichiji, tu madre.. – Contuvo su voz por unos segundos y en pleno pasillo se dio la vuelta para ver a los ojos al pelirrojo – El colapso se dio porque su cáncer ha hecho metástasis a todos los órganos del abdomen, su tumor ha llegado a etapa IV.

¿Cómo se afronta la muerte?

Fue la pregunta que se hizo cuando supo de la enfermedad de Sora y su decisión. Científicamente, era algo por lo que pasaban todos los humanos en algún momento, un proceso natural, pero, si es un proceso natural ¿Por qué se le teme tanto?

–Ella no lo lograra ¿No?

¿Cómo superamos a la muerte?

La negación en el rostro de la rubia, solo acelero la velocidad del reloj de arena de Sora.

 

–¿Lo sabe?

Desde un principio lo supo, Ichiji – La seguridad en sus palabras llegaban a causarle un escalofrió. ¿Cómo es que Sora no se volvió loca sabiendo que tenía fecha de caducidad? – Tu madre presenta uno de los tipos mas agresivos de cáncer de útero. No había mucho que pudiéramos hacer.

Joder, solo faltaba una cosa mas para que se pegue un tiro.

–¿Qué hay del bebe?

A eso quería llegar. – Se acaricio el rostro, cansada. Gerd, era una mujer que aparentaba muy bien su edad. Cualquiera que la viese pensaría que está en sus treintas, pero la realidad era que esos ojos habían visto muchas primaveras ir y venir, pero ni en todos sus años como gineco-obstetra conoció a una mujer como Sora.

Nunca vio a una madre amar con tal devoción sus hijos

–Ichiji, la metástasis también se ha esparcido al cordón umbilical. Pronto se obstruirá y ya no le dará mas nutrientes al feto, él bebe morirá y… ¿Ichiji?

Las palabras de Gerd lo estaban mareando. Tuvo que sostenerse de la pared, todo estaba pasando muy rápido. Sin embargo, el pelirrojo tuvo la única reacción que rubia nunca espero.

–¿Ichiji? ¿Estas bien?

Sabia que era el peor momento y lugar, pero no podía evitarlo, se estaba riendo. De seguro se estaba volviendo loco – Es tan cómico – Tuvo que detenerse porque las carcajadas no paraban de salir – Hace solo siete meses mi madre estaba en perfecto estado y ahora ¡Cada célula de su cuerpo tiene cáncer! ¿No es gracioso? – Respiro hondo cuando sintió que la risa se había detenido – ¿Ahora qué? ¿Quieres que les día a Niji y Sanji que Sora y él bebe están tocando las puertas de los Elíseos?

No – Su tangente respuesta lo confundió – Tu madre ha tomado la decisión de inducir el embarazo – Nunca había conocido a una mujer tan testaruda, puede que no lo pareciese, pero sus Sora y sus hijos en verdad eran muy similares.

–¿Qué? Pero ¡Solo tiene siete meses! ¿Acaso el cáncer le llego al cerebro también?

Ichiji, cállate y escúchame – La mujer lo tomo fuertemente de ambos brazos, necesitaba la ayuda del niño para esta ultima parte – Mi juramento me obliga a decirte que tenemos la opción de tratar a tu madre con medicina paliativa. Eso le daría a Sora un par de meses más. Sin embargo, si ella da a luz en su condición actual, no sobrevivirá al alumbramiento.

Ya no lo podía entender, ¿Hasta que punto es capaz de llegar su madre?

–¿Él bebe sobrevivirá si nace en estas circunstancias?

–Tiene 29 semanas, muchos órganos se encuentran en desarrollo aún. En especial los pulmones, necesitara de un tubo para poder respirar…

Deseaba romperse los tímpanos, ya ni siquiera deseaba escuchar a Gerd. Sus palabras solo lo derrumbaban mas y más.

–Pero.. si es posible que sobreviva.

Esa palabra lo cambio todo.

No me trajiste aquí para tratar de convencer a mi madre – Jamás podría hacer eso, Sora no cambiaría su decisión por nada del mundo – Me tragiste para…

 

 

Finalmente habia llegado a recepción, necesitaba noticias del estado de Reiju y antes de que pudiera preguntar, se percató que la anciana que lo ignoro la vez anterior, ahora lo veía como si hubiera estado aguardando únicamente por el, con una sonrisa tatuada en el rostro.

–Buenos días.

–Buenos días, señor Vinsmoke ¿En que lo puedo ayudar?

–Quisiera saber sobre el estado de mi hermana luego de su cirugía – Trato de ignorarla, pero fue imposible cuando la avanzada mujer le alzo la ceja divertida.

–¿No le informaron, señor Vinsmoke?

El pavor que lo atravesó y cual rayo, paralizo sus pulsaciones –¿Informarme de qué? ¿De que está hablando?

–Pues vera..

–¡¡Tsuru!! – El grito que lanzo Trafalgar Law desde el otro lado del pasadizo llamo la atención de todos los presentes dejo boquiabierta a la veterana enfermera – ¡No tienes autorizaron para hablar con los familiares de mis pacientes sin mi consentimiento! Mas te vale que esto no se repita sino quieres colocar enemas hasta que te jubiles – Algo que Law en verdad deseaba que pasara pronto.

Todas las personas alrededor de la repetición se quedaron en silencio. La anciana mujer estaba perpleja, en sus más de cincuenta años de profesión, nunca había visto a un médico tan irrespetuoso y desvergonzado como Trafalgar Law. Tenía suerte de ser protegido por el apellido de su familia adoptiva, porque si no, hace mucho le hubiera pedido a Sengoku que lo despida del hospital.

– Claro, Doctor Trafalgar. Disculpe mi imprudencia, no se volverá a repetir.

–Mas te vale... – Después de lo ocurrido, había llegado a una decisión.

No se detendría hasta eliminar a todos y cada uno de los paracitos que habitaban en ese hospital. Empezando por los que lo obligaron a cometer la mayor injusticia de su profesión.  

–¡Law! ¿Dónde está Reiju? A que se refiere esa mujer – Pero antes de llevar a cabo su plan, debía de dar la cara a otras personas – ¡Respóndeme, maldita sea! ¿Dónde está mi hermana?

Por el rabillo del ojo pudo ver el brillo en los ojos de Tsuru – Ichiji, necesito que me acompañes. Tengo que hablar contigo, en privado.

Él ya había oído unas muy palabras similares hace mucho y no le gusto en lo más mínimo volver a escucharlas.

Law lo había llevado hacia el sótano, sin decir ni una palabra. Se encontraba tan reservado como siempre, pero con la diferencia que, extrañamente el medico estaba evitando su mirada.

Finalmente se detuvieron frente a una puerta, que el pelirrojo pensó, era la de Reiju, pero al asomarse por la ventana. En vez de ver el pequeño y frágil cuerpo de su hermana; se encontró con el de un jovencito de cabellos negros que dormía profundamente.

–N-No comprendo ¿Dónde está Reiju? – Su voz sonaba desesperada, pero Law ni siquiera se dignó a apartar su vista de la ventana. Fue entonces que lo tomo de la bata blanca para obligarle a verlo fijamente. Aun a pesar de que el pelinegro era, por varios centímetros, más alto que él, y cuando lo tuvo frente a frente le demando frenético.

–¡Te hice una pregunta, malnacido! ¿Dónde. Esta. Mi. hermana?

Pero Law, ni siquiera se atrevió a verlo a los ojos, seguía con la mirada clavada en aquel vidrio  cuando empezó a formular palabras – Él…. él es Monckey D. Luffy.

–Me importa una mierda, ¡Así sea el primer ministro o cualquier otro estúpido ingles! ¿¡Dónde está Reiju!? Te lo advierto, no me hagas volver a preguntar.

–Te equivocas Ichiji. Si te interesa quien es este chico.

–¿¡A que te refieres!? – Ya es estaba hartando, si bien no era un luchador nato como Yonji, si sabía cómo entablar un buen golpe y aunque tuviera que sacarle la verdad a la fuerza, iba a hacer que ese maldito médico le dijera donde estaba su hermana.

–Él.. fue la persona que recibió el trasplante que iba destinado a Reiju.

Inmediatamente sus brazos soltaron al galeno, sus músculos se desconectaron de los comandos nerviosos de su cerebro ¿Había escuchado mal?

–¿Q-Qué acabas de decir?

–Lo, siento tanto Ichiji. – Su voz se sentía pesada, nunca había tenido que bajar la cabeza ante nadie, pero esta vez, era incapaz de ver al pelirrojo fijamente. – Hice todo lo que estuvo en mis manos, pero esto se salió de mi control y no me quedo otra opción.

–Pe-pero tu dijiste que..

–No tienes que repetírmelo, estoy muy consciente de lo que dije, pero.. – Le afirmo con plena confianza, sus siguientes palabras fueron extremadamente difíciles de pronunciar – La junta médica tomo la decisión de dar el trasplante a un paciente con más probabilidades de supervivencia y..– No pudo continuar porque el pelirrojo lo tomo nuevamente del cuello, con los ojos completamente rotos y cristalizados

– ¡No puede ser! ¡Esto no puede ser, Law! ¡¡Mi hermana está a un paso de la tumba!! – No le importaba decirlo de forma tan ligera, a esta altura era lo de menos – ¡Ha perdido más de un año de su vida en este mugroso hospital! Esperando día tras día a que llegara un donante ¡¡Ya casi no le queda tiempo!! ¿Y me estás diciendo que unos malditos viejos con guardapolvo le dieron prioridad a un mocoso que apareció de la jodida nada? ¿¡Estas tratando de verme la cara de imbécil!?

–En verdad lo lamento, Ichiji.

Había experimentado muchas emociones aberrantes en las últimas horas, pero estas quedaban en nada con desesperación y rabia que se cernía desde lo más profundo de si, en esos momentos. 

Hace solo unos instantes todo estaba tan.. bien.

Law entendía que decirle toda la verdad a Ichiji solo lo destruiría más. Por lo que prefirió contarle la verdad a medias, así eso significara que el Vinsmoke jamás volviera a confiar en él. Prefería auto inculparse, a decirle que habían perdido esta única oportunidad que realmente tenían, solo porque no lograron conseguir algo tan estúpido y banal como lo era el dinero. Al igual que tampoco podía decirle que Sengoku lo había atado de manos y prácticamente lo había obligado a tomar el bisturí.

Mientras el pelirrojo solo empezó a reír amargamente tras las palabras de Law – Si claro, tu, «lo lamentas» y ¿Qué hay de mí, Law? Soy yo el que tiene una hermana con una enfermedad terminal, soy yo el que tiene que sacar adelante su familia ¡Soy yo el que tuvo que... ! – enmudeció inmediatamente. De repente el peso de aquel maletín sobre su hombro había paso a ser de toneladas, cayendo al piso en un sonoro choque que reboto por completo en la mente del pelirrojo.

 «No deberías soltar algo tan valioso de esa forma»

¡Si Reiju ya no iba a recibir el trasplante, eso significaba que..!

¿¡Había sacrificado su... cuerpo… en vano!?

–Yo Y-Yo ¡No! ¡No! ¡No! ¡No puede ser! – Empezó a gritar desesperado, esto era lo último con lo que podría vivir. No iba a soportar ser la perra de Katakuri si es que perdía lo más importante en su vida.

Law fue testigo de cómo el pelirrojo empezó a hiperventilarse, sino hacia algo pronto tendría un ataque de pánico –Ichiji, escúchame. Debes de tranquilizarte ¡Aun podemos hacer algo! Si retomamos el tratamiento quizás yo pueda...

–¡No! ¡Cállate! No quiero escucharte más ¡Ya no tienes derecho a opinar sobre la salud de mi hermana! Tú no eres su médico, ni mucho menos su amigo ¡Eres menos que nada!  

–Ichiji.. – El pelinegro nunca lo había visto tan abatido, jalando sus cabellos escarlatas y tirado en el piso.

Completamente derrotado.

El Ichiji lleno de determinación que conoció cuando iniciaron la larga batalla de Reiju y el Ichiji que veía en estos momentos eran dos personas completamente diferentes; era como si al pelirrojo le hubieran robado una parte de su esencia.

–¡Maldito seas! ¡Todo esto es tu culpa! – Law pensaba erróneamente que esos insultos iban dirigidos hacia él y los acepto, Ichiji tenía todo el derecho del mundo a estar tan frustrado, pero no podía estar mas lejos de la realidad.

Él pelirrojo maldecía a aquel hombre de ojos sangre, que había conseguido doblegar su voluntad y llegar hacia la parte más recóndita de él en un abrir y cerrar de ojos.

«Ichiji, con esto. Vas a devolverme con creses cada libra que te daré»

Su mente lo estaba traicionando, cual caja de pandora, finalmente había cedido ante la presión y no se detendría hasta drenar todo lo que estuviera dentro de esta.

–¡Basta!

«No apartes la vista de lo que estoy a punto de hacerte»

–¡No! ¡No!

–Ichiji – el pelirrojo se encontraba en un estado de Shock, debía de darle un tranquilizante o podría causarse daño a si mismo.

–¡Aléjate de mí! – Empezó a correr sin rumbo, llevando consigo la única prueba del pecado que había cometido. No sabía hacia donde se dirigía, sus pies se movían solos. Solo deseaba escapar, solo deseaba huir.

Había fallado, otra vez…

 

«Perdóname, madre.»

«No fui capaz de cumplir nuestra promesa.»

 

Al entrar hacia aquella habitación, pudo ver a Sora, o al menos, lo que él creyó era Sora. No podía reconocer su cuerpo tras todos los cables que sobresalían de su cuerpo, regalándole minutos de vida que no le pertenecían. La mascarilla de oxigeno apenas y le permita hablar. Ya no podía reconocer a la audaz y alegre persona de antaño.

Abrió sus agotados ojos que clamaban ya por descanso solo para ver una estela roja, supo de inmediato que Ichiji había acudido a su llamado.

Ichiji.. acércate – Sus palabras salían entrecortadas y en un hilo de voz.

Con pasos tensos se acercó hacia ella. Una vez que estuvo a solo centímetros de su cama, fue que Sora acuno sus manos entre las suyas.

Las cálidas manos que siempre la caracterizaban se encontraban frías.

 –Mi querido Ichiji. Nunca respondiste me pregunta...

Madre… – El verla es ese estado tan lamentable, era algo inenarrable y, aun así; con todo el dolor que podía soporta su frágil cuerpo. Aun tenia fuerzas para preocuparse por él – Eso ya no tiene relevancia a estas alturas.

–Claro que la tiene, Ichiji.

La mirada apagada de esos zafiros era el reflejo de lo que le quedaba a Sora, y no era mucho. Si estaba en sus manos poder cumplir uno de sus últimos deseos, lo haría. – Esta bien, pero te lo confiare únicamente a ti.

–Descuida, es una de las pocas cosas que llevare conmigo...

Se acerco lentamente hacia el oído de su madre, fue un simple susurro pero fue suficiente para que los ojos de Sora se cristalizaran en segundos.

 – Oh.. Ichiji. – ¿Los ángeles lloran? Ichiji lo podía confirmar. Era un espectáculo asombrosamente desgarrador. – Me embarga una gran felicidad y a la vez una profunda triste, daría lo que sea a cambio de tener un día más. ¡Solo un día más con todos ustedes! ¡P-Por Dios! No pude haber tenido mejores hijos..

Fuimos nosotros los afortunados de tener una madre como tu – No recordaba cuando fue la última vez que se halló en esa situación, quizás cuando era un niño, pero pudo sentir las gruesas gotas de agua salada caer sobre su rostro.

¿Lloraba por Sora? ¿Por él? ¿Por el escuro futuro que les esperaba? ¿Por impotencia?

¿Por qué nunca más la volvería a ver?

No lo sabía, era por ninguna y por todas a la vez.

Ichiji, mi pequeño rosal – Sora paso sus dedos por las interminables gotas saladas que recorrían el níveo rostro de su hijo, no recordaba la ultimas vez que lo había visto llorar. Era un espectáculo único – No permitas que nadie vea tus lágrimas. Un rostro tan hermoso como el tuyo no debe embarrarse nunca, hijo mío.

–C-Claro, Madre.

¿Hace cuánto no tocaba el rostro de Ichiji? Desde que era un niño tal vez. Se tomo su tiempo para pasar sus frágiles dedos por todo su rostro e hizo hincapié en esa característica ceja espiralada, sin duda era el rasgo mas bello de todos sus vástagos.

Tengo hijos muy guapos, ¿No? – río con cierta dificultad e Ichiji se sonrojo ante el cumplido, parecía una manzana. Sabía que era una persona bien parecida pero que se lo diga su propia madre, no dejaba de ser… extraño.

De repente, su risa se detuvo y con la poca fuerza que le quedaba entrelazo sus manos contra las del pelirrojo. Haciendo un gran esfuerzo, traslado las manos de ambos hacia su vientre.

Cuídala Ichiji. Prométeme que la vas a cuidar, a ella y a todos los demás.. – Para ese momento las lágrimas se desprendían cual riachuelos – No dejes que Niji salga mucho de fiestas y de preferencia instalo a buscar mejores amistades. Vigila que Sanji no fume, se que desarrollo ese mal habito por todo el estrés al que ha estado sometido, pero aún es muy joven; podría hacerle mucho daño y ayuda a Yonji con sus estudios, se que él no es tan habilidoso con los números o las letras, como Niji o tu. Sin embargo, necesita de los estudios si quiere obtener una beca deportiva. Estoy segura de que se convertirá en todo un deportista profesional y finalmente tú, Ichiji. Al menos considera la idea de ir a un conservatorio, tu dominio del piano es majestuoso, y no lo digo porque seas mi hijo ¡Podrías llegar muy lejos si te lo propones!.. También traten de llevar una buena relación con Judge, sé que tiene un temperamento muy difícil, pero no olviden que es su padre. Además, quiero que visiten al abuelo y le digan c-cuanto lo s-siento. – Era inevitable que su corazón se llenara de aflicción al recordar a su padre. Nunca se atrevió a revelarle su enfermedad, porque sabía que él roble que era Redleg Zed, quedaría destrozado – Siempre traten de estar juntos, entiendo que es difícil porque son muy diferentes, pero creo que en eso radica su mayor valía, cada uno de ustedes es especial a su manera. Por último, sé que no eres una persona muy afectiva y eso está bien, está bien ser diferente. Solo asegúrate de encontrar a alguien que te quiera por lo que eres y no por lo que tienes.

–Madre, eso no...

Ichiji, ¡Déjame terminar! – Seria la última vez que le llamaría la atención – Como decía, tienes que encontrar una persona que sea honesta. Enamórate de alguien que te haga sentir especial todos los días de tu vida, no interesa si es alguien de sociedad o no. Y cuando finalmente lo o la conozcas, ve a verme, y preséntame a esa persona tan especial... Y-Yo estaré muy c-contenta de.. – No pudo continuar, sentía que sus pulmones se quedaban sin aire al compas de sus llantos y tuvo que respirar hondamente por varios minutos para poder continuar.

No te encierres en tu coraza, allá afuera hay cosas muy bellas esperando por ti, pero nunca podrás verlas sino te atreves a salir ¿Entendido? Repite todo lo que te estoy diciendo a cada uno de tus hermanos ¡Por favor!

Las ultimas plegarias de Sora..

Por último, quiero que ella sepa que «no fue su culpa». Ella es mi más grande sueño. Recuérdaselo simpre. Prométeme que lo harás, Ichiji.

Si, madre – Su promesa fue sellada junto a la última gota que callo por su rostro, prometiéndose a si mismo no volver a llorar nunca y hacer todo lo que estuviera en sus manos para asegurar aquello que su madre defendió a capa y espada.

 – Lo prometo...

Oh.. I-Ichiji – Esa sería la última sonrisa que Sora le dedicaría – M-Muchas gracias, hijo. ¡Muchas gracias!  

Ese fue el último momento que compartiría con su madre.

Apenas se soltaron, Gerd ingreso junto a todo un grupo de médicos. Preparados para llevarse a su madre a un viaje sin retorno. Veía como le suministraban suplementos y hormonas, no para aliviar el dolor de Sora; sino para fortalecer los órganos bebe.

La rubia se acercó hacia su paciente y amiga de tantos años.

Había llegado el momento.

Es hora de irnos – Este sería por mucho, la cirugía más difícil que habría de hacer en su vida.

Oh, mi querida Gerd, desearía tener un poco más de tiempo...

No habría nada que pudiera decir para reconfortar a la pobre mujer, pero al menos le podía brindar un último consuelo.– Es tradición que el padre asista a la llegada de un nuevo miembro a la familia, pero teniendo en cuenta las circunstancias, voy a permitir que uno de tus hijos de acompañe..

Ver a los brillantes ojos de Sora en ese momento fue algo mágico para Ichiji, a pesar de todo el dolor que ella pudiera estar pasando, podría compartir de un último momento con su familia, pocos podían recibir ese regalo a las puertas del final.

¿No pueden ser los tres? – Pregunto en una contenida suplica.

–Lo lamento Sora. Son por razones de bioseguridad, si hay muchas personas en el quirófano corremos el riesgo de que él bebe contraiga una infección.

Está bien, madre – Ichiji trato de reconfortarla e inmediatamente su camino hacia la salida de la habitación. En busca de la persona, que estaba seguro, su madre escogería.

A fin de cuentas, fue él quien jamás se apartó de su lado, era un derecho que se había ganado y no tendría por qué molestarse por eso. 

– Descuida, hare que San..–

–Que sea Niji.

Ichiji se detuvo inmediatamente ¿Había escuchado bien? Volteo a ver hacia Sora, ella con una simple sonrisa y un asentimiento, le confirmo su ultimo pedido.

 – Nunca pudimos compartir algo juntos, quiero que al menos.. tengamos esto.

Su madre en verdad era una mujer fantástica...

 

 

Las nubes de tormenta colisionaban cual batalla homérica. El frio gris que siempre cubría Londres, estaba hoy más oscuro que nunca. No amaneciera, al menos, ya no para Vinsmoke Ichiji..

Las gruesas gotas de lluvia chocaban contra su fría piel, disminuyendo aún más la fría temperatura de su cuerpo. Tropezó luego de dar largas zanjadas bajo la lluvia, con su cuerpo cayendo de lleno en el barro.

Nunca se había sentido tan derrotado en su vida…

Vio sus manos, llenas de inmundicia y miles de gotas caer sobre estas, pero solo una, de entre tantas miles, llamo su atención...

Y fue la que salió de sus propios ojos…

Luego de casi nueve años, sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas que difuminaban con la tormenta. La sequía que había es su rostro, concluyo cuando las cristalinas gotas – Llenas de desesperación y desasosiego – cayeron por sus ojos.

«Otra promesa rota…»

Ya no tenía que aparentar nada, ni tampoco deseaba hacerlo. Empezó llorar desconsoladamente, como si de un niño se tratase, gritando y buscando en aquel oscuro cielo una respuesta a su tan desdichado destino...

Fue entonces cuando unos delgados brazos lo tomaron por detrás.

 

 

………………………………………………………

 

Cuando ingreso a hacia el quirófano en el que se llevaría a cabo la cirugía, fue recibido por la gran sonrisa de Sora –se veía tan contenta – a pesar de estar unida a todos esos extraños aparatos. Aun no podía creer que ella lo hubiera llamado específicamente a él.

Que guapo… – El alago fue apenas auditable, pero Niji lo tomo como tal, no todos los días se podía entrar a una sala de operaciones sin ni siquiera haber estudiado medicina.

Nunca imagine que tendrías un fetiche por los doctores – Quizás fue la única ocasión en la que Niji le pudo sacar una risa sincera a su madre.

–Con tu ingenio podrías ser un gran médico.

Nah, requiere demasiado compromiso – Algo que desgraciadamente él no era capaz de tener – Mejor dejémosle eso a Yonji – Enfatizo sarcásticamente, mientras se acercaba hacia la mesa de quirófano donde una sábana colocada de forma superior en el pecho de su madre, separaban la zona quirúrgica del resto de su cuerpo.

Niji.. – Le regaño extenuada, pero con una sonrisa juguetona. 

Hablo en serio mujer, él será el próximo Newton.

Jalo una silla para sentarse frente a la cabeza de su madre, estaba completamente cubierto de esas ropas azules a acepción de sus ojos. Se vieron por unos segundos que parecieron eternos... y que ambos desearon que fuesen así.

–…Niji

–No tenemos que hacer esto, Sora – Su momento para buscar la redención había pasado hace mucho. 

–Solo quería decir que, fue tu abuelo quien me instruyo a jugar. Cuando lo veas, dile que te enseñe un par de cosas de mi parte.

Nunca pudo compartir nada con Niji, ni siquiera le pudo enseñar algo tan simple como una estrategia de ajedrez... y fue por eso que quiso que lo acompañara en ese momento tan especial. Quería que él fuera el primero en conocerla, en escucharla, en tocarla. Sería el ultimo recuerdo de su vida terrenal y deseaba que fuera al lado de Niji. 

Sino fuera por el cubrebocas, Sora hubiera podido ver que su hijo estaba sonriendo tras esa mascarilla.

Mamá, yo.. – Si esta sería la última vez, entonces quería cambiar su historia. Disculparse por todo lo que le hizo pasar, pero las palabras no pudieron salir de su boca.

¿Con que cara podría atreverse a pedirle perdón?

Sora, ya vamos a empezar – Fue muy difícil para Gerd interrumpir ese momento, pero ya no quedaba más tiempo – Ya sabes cómo es esto, la anestesia local está haciendo efecto en estos momentos. Puedes estar tranquila.

Lo estoy... – murmuro sin apartar la vista de su segundo hijo.

En ningún momento del procedimiento despegaron sus ojos del otro. Niji veía hacia las inmensas auroras de Sora y ella se perdía entre sus eternos glaciales azules. Existiendo solo ellos dos en ese momento.

Pero cuando Niji se dio cuenta que su madre empezó a hacer un gran esfuerzo por respirar, supo que ya no quedaba mucho..

–Saturación de oxígeno en 60 y bajando.

–Temperatura central en 32°.

–¡Doctora Gerd!

En toda la habitación se podían escuchar a las maquinas resonando, a los médicos debatiendo y a las enfermeras yendo de un lado para otro, trayendo consigo bolsas de sangre, pero ellos lo ignoraban todo, nada les arrebataría ese momento tan especial.

–Sora, Niji; hay alguien que los quiere conocer..

Entonces paso, por un segundo todo se detuvo a su alrededor y en el universo. Ambos dirigieron su vista hacia el mismo punto. Una pequeña toalla que colgaba de los brazos de Gerd y dentro de esta, estaba lo más perfecto que Niji había visto en sus quince años de vida.

Era tan pequeña, también tenía un color muy extraño, incluso y la podía comparar con el tamaño de su mano, pero no se fijó en ninguno de esos detalles..

Sino en lo hermosa que era.

H-Hola mi amor – Las silenciosas lágrimas de Sora adornaban su rostro cual pétalos invisibles – Finalmente estas aquí.. O-Oh por Dios. Niji, mírala ¡Es perfecta!

«Perfecta»

Sostenla – Gerd le ofreció la fina toalla al peliazul, deseando que este cargara a su nueva hermana entre sus brazos.

–¿¡Ah!? ¿Que? ¡Claro que no! ¡Yo no sé cargar niños!

–Tomalá, Niji… – No pudo negarse ante la petición de Sora.

Apenas la sostuvo, sintió que era demasiado liviana, aun no abría los ojos, pero se veía tan tranquila, como si fuera ajena a todo lo que pasaron para finalmente conocerla. La acerco lo más que pudo a su madre y ella con el último aliento que le quedaba le dio un primer y último beso.

Uno de bienvenida, pero también de despedida...

Con aquella muestra de afecto, despertó de un profundo letargo. Abrió sus ojos por vez primera en su vida... y Sora no pudo contener su alegría...

Compartía los mismo zafiros de todos sus hermanos mayores.. ya podía irse en paz.

–¿Mamá? ¡Oye Sora!

–¡Es acidosis! – Escucho a lo lejos como el anestesiólogo hacia el rápido diagnóstico.

En un parpadeo le arrebataron a la bebe de las manos – Tenemos que llevarla a la unidad de cuidados intensivos neonatales, necesita una incubadora.

–¿Q-Que está pasando?

–¡Doctora Gerd! Tenemos que iniciar reanimación cardiopulmonar.

–¡Presión arterial de 60 sobre 40 y bajando!

Sin embargo, Gerd solo atino a retirar sus manos de la mesa de quirófano.

 

Ya no había nada más que hacer.

 

Sabía muy bien lo que pasaría a continuación, no faltaba mucho para que todo el cuerpo de Sora empezara a fallar de forma sistemática. El estado tan deteriorado de los órganos y la hemorragia causada por la cirugía hacían imposible cualquier chance de recuperación.

Solo le quedaba una última cosa por hacer a petición de la misma Sora – Niji, ya cumpliste lo que tenías que hacer aquí, es hora de que te retires.

–P-Pero.. ¡Tienes que hacer algo! ¡No puedes dejarla morir así!

–Yo sé muy bien lo que hago ¡Ahora, largo de aquí!  

 

 

Vinsmoke Sora, dio a luz a las 19:44 de un treinta de noviembre.  

Y a las 19:50 de ese mismo día, falleció…

 

 

–Niji.. eres tú.

Podía reconocer en donde fuese sus cabellos azules, el ligero peso del segundo de sus hermanos pegándose a su empapado cuerpo y el aroma tan natural que este emanaba sobre sus hombros le permitió reconocerlo.

No se atrevió a voltear al sentir las calientes gotas que recorrían por sus hombros, era la primera vez que veía a Niji llorar...

–Ni.. fallamos, les fallamos a las dos.

–No, Ichi. – Lo corrigió cerniendo lo vista sobre el gris absoluto – Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance y a pesar de toda la mierda que se nos puso enfrente, logramos salir adelante.

–Yo no.. – Admitió Ichiji, admirando fascinado hacia su propia tragedia. – Cuando llegamos a Londres me prometí a mí mismo que todo sería diferente. Ya no la dejaría sola, pero falle nuevamente. Sanji tenía razón – Él nunca estuvo presente cuando Reiju más lo necesitaba. – Priorice cosas que no tenían ningún valor en comparación a Reiju y ahora ella.. –

No hubo nada que Niji pudiera refutar, porque cualquier cosa que contestara, no cambiaría en lo más mínimo el pesar de Ichiji. Guardo silencio, escuchando los gemidos y llantos de dolor, que a la par del cielo, también derramaban lagrimas amargas por la trágica suerte de esa desdichada y rota familia…

 

 

No tuvieron que esperar a que Gerd terminase de hablar para que Sanji cayera de rodillas al piso, Niji estaba con el rostro entre las piernas, tirado a una esquina del pasadizo. Él fue el único que escucho el reporte de la doctora hasta el final, ella también se veía afligida y luego de ofrecerles la mayor de sus condolencias, se retiró.

Ahora era oficial, Vinsmoke Sora había dejado de existir.

Solo espero unos cuantos segundos más a que la rubia saliera de su campo de visión para disponerse a levantar a Sanji y tomar a Niji con sus propias manos.

–¡Arriba! – Ordeno directo.

El rubio solo negaba con la cabeza, se había preparado para ese día, porque desgraciadamente sabía que llegaría más pronto de lo que él jamás hubiera deseado pero.. Si ya conocía el final de esa horrible historia ¿Por qué no podía aceptar lo que acababa de ocurrir? ¿Por qué no podía aceptar que Sora este muerta? ¿Por qué le dolía tanto si esa fue la voluntad de su madre? Se encontraba tan confundido...

– ¿Q-Que se supone que haremos?..

« ¿¡Que se supone que haremos ahora!? » – La pregunta hacía eco por toda su cabeza, impactando contra su cráneo en busca de una respuesta coherente.

–¡Vivir, Sanji! ¿Oíste? No sé cómo, pero es lo que haremos... ¡Vivir!

–Ichi.. – Niji apenas y podía sentir su cuerpo, era como si un escorpión de cola gorda lo hubiera picado mil veces en el cuerpo, inyectando todas sus neurotoxinas en él, haciéndolo incapaz de realizar movimiento alguno – Ahora no es un buen momento..–

–¡No me importa, Niji! Tendremos lo que nos queda de vida para culparnos por haber sido unos malditos miserables. Ahora debemos ir con «ella». – Levanto a Sanji con una de sus manos y con la otra se enrosco en el antebrazo de Niji.

–¿Qué hay de Yonji? – Hablo entre dientes el rubio y con la voz contenida. El peliverde era el único que desconocía lo que había ocurrido con Sora.

Le hubiera encantado escupirle que Yonji se podría ir a la mismísima mierda, pero ahora tenía una responsabilidad que cumplir, ya no podía tomar sus palabras a la ligera y menos en una situación como esa.

Yo mismo le daré la noticia... por ahora, esto quedará entre los tres.

Cuando llegaron al pabellón de UCIN, se perdieron entre la gran cantidad de bebes. Todos conectados a miles de máquinas y dentro de esas extrañas cajas de cristal. Algunos, ni siquiera se podían divisar por los miles de aparatos que los cubrían – Valla forma tan hostil de ser recibidos por el mundo – Niji solo tuvo que levantar un dedo, señalando hacia el extremo de la habitación, en una apartada esquina.

Uno nunca olvida la primera impresión, es algo que siempre se lleva grabado en la memoria, pero eso fue algo muy difícil de digerir. Era tan diminuta y aquel tuvo de respiración era por mucho, más grande que todo su cuerpo.

Nació siendo una guerrera… No llegaba ni a las 29 semanas y ya estaba luchando por su vida.

–Se ve tan… pequeña.. – Ichiji no fue capaz de decir más..

Un kilo setecientos gramos de puros cojones – Enfatizo Niji.

Pero a los ojos de Sanji, su peso y tamaño le fueron indiferentes. Solo con verla, tan indefensa e incapaz de si quiera moverse, lo supo.

La protegería por el resto de su vida..

Su ángel se había ido, su sufrimiento finalmente había concluido y a cambio... les dejo su última lagrima de esperanza.

¿Cómo la llamaremos? – Pregunto fascinado, había logrado ganarse su corazón en solo segundos.

–Sora y yo ya habíamos pensado en un nombre. – Contesto el pelirrojo, recordando aquella conversación en la biblioteca. Siendo único testigo de sus palabras aquel bello piano, que ahora había pasado a convertirse en la posesión mas valiosa de Ichiji.

–Por favor, no me digas que fue Gonji. – Le siseo asustado el rubio.

–¿Qué dijiste? – Comprendía que Sanji estuviera sensible, pero ¡Jamás sería capaz de entender su gran nivel de estupidez! – ¡Claro que no! Quedamos en que si era una niña seria…

Yo tengo un nombre – Murmuro él peliazul sin apartar la vista de esa capsula, que al igual que cierto cuento infantil del que no recordaba el nombre, también resguardaba a una princesa – Nosotros tenemos nombres derivados de números. Somos una continuación de error tras error, pero ella no. Ella simboliza un nuevo comienzo, una oportunidad para empezar desde cero – Sus palabras salían llenas de convicción, esta vez no lo iba a arruinar.

¿Qué tal... Reiju?

La sonrisa de Sanji se dibujó por si sola, no podía existir un nombre mejor. – Es perfecto, al igual que ella.

Entonces está decidido... – Enfatizo Ichiji. Sabía que el camino que les quedaba por delante sería muy largo y difícil. A fin de cuentas, eran unos simples adolescentes, pero esta vez tenían una razón para no cometer más errores.

 

«…Reiju Elise…»

 

 

–¡E-Este no puede ser el fin! …Reiju – Fue la última frase que salió de los rojos e hinchados labios de Vinsmoke Ichiji. Finalmente, y después de mucho tiempo, su voluntad había sido quebrada...

 

………………………………………………………

 

Al mismo tiempo, un ambiente muy diferente se desarrollaba en una calle de Chelsea, más específicamente en el Restaurant Gordon Ramsey. En la que una despampanante mujer de blancos cabellos no podía contener su alegría ante la noticia que acababa de recibir.

–..No puedo creerlo ¿Hablas en serio, Vi? – Pregunto ilusionada Charlotte Smoothie, una de los miembros más influyentes de la poderosa familia Charlotte.

–Te lo juro, Smooth. – Contesto Donquixote Violet, mano derecha de su hermano y amiga de casi toda la vida. – Debiste haber estado allí. En un instante la muestra paso completamente a segundo plano ¡Todo el mundo se quedó boquiabierto! – Inclusive ella, pudo haber esperado que cualquier cosa pasara en ese evento, menos eso.

–No te imaginas lo feliz que me hace escuchar eso – A fin de cuentas, la felicidad Cracker, al que ella veía como un hijo junto a todos sus hermanitos, era lo más importante – Supongo que ahora tenemos mucho que planear.

–Descuida – Contesto Violet, mientras daba una probada a su Mont Blanc – Yo me encargare de todo. Conozco los gustos de ambos y desde que era una niña, mi hermanita siempre soñó con algo muy tradicional. Además, sé que el nuevo proyecto en el que están trabajando Katakuri y tú, te tiene completamente absorbida.

–A decir verdad, era algo que teníamos planeado desde hace mucho. Solo que recién ahora podemos centrar toda nuestra atención en eso – Era un plan demasiado ambicioso como para que lo desarrollasen con Katakuri yendo y viniendo a Londres.

–Si, lo sé. No me quiso dar muchos detalles, pero te prometo que reduciré exponencialmente su tiempo en la firma para que se puedan dedicar a eso de lleno, pero a cambio tendrás que mantener a tus hermanas a raya con respecto a todo esto, y en especial a Cusart y Angel, entraron en un ataque de histeria cuando todo termino.

Smoothie podía intuirlo, conocía perfectamente a su familia y sabia de sobra que ellos jamás perdonarían a la morena o a cualquiera que tuviera una relación directa con ella por lo que ocurrió en el pasado, inclusive para la albina fue muy difícil dar ese paso.

Pero eso era historia antigua... o al menos eso quería creer.

–Esas dos, nunca van a cambiar – Soltó una risilla divertida – Puedo hacerme una clara imagen mental. Agh, haces que casi me arrepienta de haberme ausentado, pero le había prometido a Anana llevarla a Las Vegas para ver a Cirque du Solei por su cumpleaños – Se encogió de hombros mientras tomaba entre sus finas manos un Martini doble – Me disculpe con Cracker, pero.. ya sabes cómo tiende a reaccionar cuando se molesta – El brillo en sus salvajes ojos azules, hizo a la pelinegra sonreír divertida.

–No me digas... Lidiar su carácter debió haber sido casi tan extenuante tu estancia en el Bellagio – Le refuto sarcásticamente, recordando aquel hotel de cinco diamantes en el corazón de Las Vegas

La fina risa ambas mujeres sonaron como el cantar de dos sirenas en aquel ostentoso pero vacío restaurante, cerrado al público a pedido especifico de alguien tan distinguida como la Charlotte, ya que lo que acontecería en esas paredes a continuación era una conversación que debía quedar estrictamente entre ambas.

–De hecho, lo verdaderamente extenuante fue mi reunión con Oven y Daifuku en Los Ángeles al día siguiente – La risa de la morena se detuvo abruptamente al escuchar esos nombres y al ver la seriedad que transmitirá el rostro de Smoothie, supo que estaba hablando muy enserio.

Tal vez Smoothie nunca lo admitiría, pero Katakuri y ella eran más parecidos de lo que pensaban. Empezando por esa mirada llena de autoconfianza y grandeza que dejaban a más de uno en piedra.

Por lo visto si había una razón oculta tras su indispensable girl talk apenas Smoothie regresara de su corto viaje a Estados Unidos. No podía esperar menos de la albina, pero no por nada Violet trabaja tan de cerca con Katakuri.

Sabía muy bien cómo manejar esa clase de situaciones...

Levanto su copa, en un llamado silencio, solicitando que llenaran el claro cristal de mas vino y tras dar la primera probada, hablo – Mira Smooth, una de las pocas cosas con las que te puedo asegurar estar satisfecha luego de haber dejado América – Una decisión que hasta ahora seguía sin compartir con Katakuri – Es que ya no tengo que seguir viendo la cara de esos Charlotte. Así que no me sorprende que te hayan sacado de quicio en las pocas horas que compartieron juntos.

–Sabes de lo que hablo, Vi.. – La morena estaba muy equivocada si creía que con esas palabras se libraría tan fácilmente de ella. Nadie conocía mejor a esos trillizos que Smoothie, a fin de cuentas, todos ellos, en conjunto con Citron y Cinnamon tuvieron que hacerse cargo de una responsabilidad que ni siquiera les correspondía siendo apenas unos niños – Katakuri no quiso darme los detalles de porque intempestivamente, decidió cambiar la vida que desde hace años llevaba en Nueva York solo para volver a Londres, y tras hablar con esos dos; mis dudas no han hecho más que crecer.

Oh, Joder tía... – Necesitaba liberar un poco de tensión hablando en su lengua natal – Muchas cosas cambiaron desde el retiro de su padre – Ni siquiera se atrevía a mencionar su nombre por la bilis que saldría de sus labios con solo escucharlo – Tu mejor que nadie sabes que Katakuri siempre odio Nueva York, era de esperarse que apenas pudiera, se iría de allí.

–No con toda la firma – Refuto seria – Sin mencionar que ni siquiera se estableció en Frankfurt, donde se encontraba la sede europea del bufete, sino aquí, en Londres y mucho menos dejando a Oven y Daifuku la.. –

–Smooth, te estas cargando un lio sin sentido alguno – Tenia que cortar las intenciones de la mujer de una vez – Confía en mí, Katakuri se encuentra tranquilo consigo mismo y eso es lo más importante, tanto para ti como para mí. Además, créeme ¡Si algo estuviera pasando! Tú serias la primera persona que lo sabría – Debía saciar la mayor cantidad de dudas que tuviera la albina sino deseaba tener a Smoothie rondando por la firma – Y con respecto a Emperors, no tienes de que preocuparte. Katakuri, como siempre, previo todo y se encargó de dejar a un perro bien entrenado para cuidar las Joyas de la corona, si prefieres verlo de esa forma.

Pero la astucia de Smoothie nunca se debía subestimar – Por lo que yo pude ver, era un gato.. – Esa afirmación no pasó desapercibida para la española y no pudo evitar que, un sonrojo apenas perceptible adornara sus mejillas – ..aunque de perro, también tiene muchas cosas.

–..Estúpida – Desvió la mirada en un parpadeo. A pesar de habérselo revelado a Smoothie hace tiempo, no dejaba de ser algo vergonzoso.

Sorpresivamente, al ser testigo de ese corto momento de susceptibilidad por parte de Violet. Hizo que el rostro de la albina se relajara en una sonrisa confiada

– De acuerdo Vi, confiare en ti.. – A pesar del bochornoso momento que la albina le hizo pasar, esas palabras la hicieron sonreír para sus adentros – Sin embargo... – Por unos instantes, vio como las turquesas pupilas de Smoothie se tornaron casi tan escarlatas como las de Katakuri.

 – Si hay algo más detrás de todo esto. Puedes estar segura de que esta vez, no te lo voy a perdonar.

La advertencia estaba dada, y Violet sabía muy bien lo que se estaba jugando. La última vez, le costó todo..

–Se que estoy sonando muy impetuosa, pero Vi, él es mi hermano – Podía entender su necesidad de protección, porque eran lo mismo que ella sentía hacia Rebecca – No estuve allí en los peores momentos de su vida. Se que él lo hace para protegernos, pero nosotros somos su familia, no permitas que nos aislé de su vida nuevamente.

–No lo hare... – En verdad le dolía mentirle a Smoothie pero.. su lazo con Katakuri era mucho más fuerte del que compartía con su mejor amiga.

–Gracias Vi, solo no olvides lo que te dije. – Hizo una pausa mientras, tranquilamente, llevaba hacia sus carnosos labios aquel olivo antes se encontraba sobre su copa – Ahora, dime ¿Que se siente volver a la vida conyugal tan excéntrica que compartes con Donquixote?

Río nerviosa por el tipo de pregunta, y procedió a responderle con una satírica jocosidad. A la par que, su cerebro llegaba a la conclusión que no era necesario mencionar que no tenía noticias de Katakuri desde ayer en la tarde, con su repentina pero no menos sorpresiva ausencia al evento de su hermano menor.

…Sin mencionar que, al menos su propia paz mental se vería truncada unos días, por la llegada de cierta arpía a Londres, y con la que, dicho sea de paso... Tuvo la desgracia de coincidir el día de ayer, cuando extrañamente llego sola a la exposición de arte de Cracker, en la Real Academia de Bellas Artes.

 

 

 

 

Notas finales:

Aclaraciones del Capitulo: 

 

Für Elise: Conocida en español como “Para Elisa” es una de las composiciones mas famosas de Beethoven y se cree que esta inspirada en una joven alumna a la que Beethoven se declaro pero que esta decidió rechazarlo y casarse con un noble austriaco.

 

Carcinoma: Cuyo nombre completo es Carcinoma seroso de papilas uterinas, un tipo de cáncer extremadamente agresivo y muy difícil de detectar. Afecta al menos del 2% de las mujeres con neoplasias uterinas y puede causar la muerte en menos de 12 meses sino es debidamente tratado.

 

En la corte del lobo: Novela historia escrita por Hilary Mantel, relata el ascenso al poder de Thomas Cromwell, que se desempeño como secretario de estado en el reinado de Enrique VIII. 

 

Trys: Son como los “goles” del rugby.

 

Fobia Social: Trastorno social caracterizado por el miedo persistente a experimentar situaciones sociales. ( Se que suena redundante pero es la mejor explicación que se le puede dar)

 

Sentomaru: Apareció en Sabody junto con Kizaru cuando fueron a cazar a los supernovas.

 

Escoliosis: Es una curvatura anormal que se forma en la columna vertebral, hace que las personas que padezcan de esta malformación tiendan a caminar incorrectamente y con la pelvis inclinada. Las causas son desconocidas y existen tratamientos quirúrgicos como no quirúrgicos.

 

Mesa Mayo: También conocida como mesa quirúrgica,

 

Sonda nasogástrica: Es un tubo de plástico que se introduce a través de la nariz y va directo hacia el estómago, esto normalmente se coloca cuando los pacientes ya no son capases de alimentarse por su propia cuenta o cuando sus cuerpos ya no se los permiten.

 

Échec et mat: Jaque mate en francés.

 

Todos los lugares que menciona Ichiji, a los cuales desea ir con Reiju, existen en la vida real, y cada uno de ellos son atractivos turísticos muy famosos en Inglaterra.

 

Gerd: Medico que pertenece a los nuevo piratas Gigantes Guerreros y que tmb son miembros de la gran flota Mugiwara. Un dato interesante, es que ella salió en los recuerdos de Linlin cuando esta era una niña que vivía en Elbaf.

 

Enemas: Procedimiento medico por el cual se introducen líquidos atreves del potito; se usan por razones de higiene, diagnósticos y terapias.

 

Escorpion de colo gorda: Quizas de los tipos mas venenoso de escorpiones en el mundo,

 

Restaurant Gordon Ramsey: Uno de los restaurantes mas famosos de Londres, debido a la fama de su dueño Gordon Ramsey, el que quizás sea el mejor Chef de todo UK. La cena mas económica, ronda las 300 libras por comensal.

 

Bellagio: Hotel y Casino de Lujo en las Vegas, y sede de “O” una de las tantas producciones que tiene Cirque Du Solei en las Vegas.

 

Real Academia de Bellas Artes: Una de las instituciones artísticas de mayor prestigio en Inglaterra.

 

N/A:

 

Tenia muchos deseos de subir la ultima parte de Mothers Love, no solo para ponerle fin a la “Primera parte” del fic. Sino porque quería hacer especial énfasis en la importancia tan vital de Reiju en la vida de sus hermanos, ya que ella tiene un significado mucho mayor al de solo ser su hermanita; yo veo a Reiju como un faro de esperanza que logra guiar a los chicos… y a partir de ahora veremos ya como todo empieza a tomar incluso más forma…

En los próximos capítulos se presentaran más personajes que serán piezas angulares en el fic (y hay dos que por los que yo me he querido morir por hacer debutar desde hace mucho pero me he tenido que contener D: ) ¿Alguien adivina quienes son?

Y otra cosita.. Chic@s, a ustedes les gusta el ritmo del fic? ¡Porque a mí me parece perfecto! Pero quizás sea algo lento para algun@s, pero lo hago porque me gusta explicar la mayor cantidad de detalles posibles y quiero que consideren que; todo lo que esta escrito aquí, tiene una razón de ser. Pero me gustaría saber su opinión..

Bueno, nada hasta aquí llegamos; no me quiero ir sin agradecer todo el apoyo que recibí luego de mi prolongada ausencia y es muy lindo saber que aun hay personas que estén interesadas en leer esta tierna historia, en vrd estaré eternamente agradecida.   


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